|CAPÍTULO 8|
Evony.
—Agh, corazón ¿Aún me tienes resentimiento por lo de la última vez?—le pregunta con burla y ella alza las cejas mirándolo con superioridad.
—Superalo ya Boyd, no todo gira en torno a ese momento—responde.
Él entrecierra sus ojos grises y desvía su mirada hacia nosotras. Aparta el cabello negro que cae sobre su frente y nos muestra una sonrisa que diría es algo pícara.
—Siempre me pregunté cómo sería Evolet—se acerca a la rubia y agarra un mechón de su cabello—. Eres muy hermosa, lo sabes ¿Cierto?
—Uhm, gracias…
Vani aparta su mano de un golpe y ambos se fulminan con la mirada.
—No la vuelvas a tocar—espeta con molestia, y en el aire puedo oler la tensión que se traen ellos.
Giro mi rostro hasta la mujer de cabello negro con varios mechones azules en el. Su vista está puesta en mí y aún sigue con los ojos empañados, camina lentamente hasta mi sin apartar su mirada grisácea.
—Sigues igual a la última vez que te ví—murmura con nostalgia—. Al principio tuve miedo porque pensé que no volverías como lo prometiste, pero la Diosa Nin nunca se equivoca.
La observo con algo de confusión por lo dicho y una extraña sensación me recorre por dentro.
—¿A qué te refieres con eso?
Aplana sus labios y señala el pasillo con un asentimiento.
—¿Te parece si caminamos?
—Claro—acepto cuando cápto su intención.
—Estaremos en la biblioteca—nos avisa Evolet y asiento en acuerdo.
—Quedate tranquila Addison, yo las cuidaré—dice Boyd y agradezco con un asentimiento mientras escucho como Vani se queja.
Nos alejamos de ahí emprendiendo la marcha en dirección contraria a ellos.
Trago con dificultad sopesando si hacer una pregunta que surgió en el momento que ella pronunció esas palabras, ¿Será posible lo que estoy pensando?
—En mi anterior vida, yo… ¿Sabía que iba a reencarnar?
El silencio se propaga entre nosotras, de reojo puedo percibir una mirada melancólica en su rostro y veo en el momento justo que ella asiente, confirmando así lo que ya presentía.
Lo sabía.
Yo sabía que esto pasaría.
—¿Cómo…?
—Antes, en el pasado, solías tener visiones. Una semana antes de tu muerte tuviste una, no sé exactamente qué viste ya que nunca lo dijiste, pero sé que no fue algo bueno y que involucra a Izan.
Ella se detiene un segundo y toma una bocanada de aire para a continuación, seguir hablando.
—Durante esa semana estuviste planeando el ataque hacia Somber Moon. Fué una semana tan… efímera, pero sabías muy bien lo que hacías. Recuerdo que una noche antes del ataque me dijiste que… regresarías siendo alguien más pero a la vez siendo la misma.
Pierdo la mirada en el blanco de la pared, tratando de contener las lágrimas que de la nada se han ido acumulando en mis ojos a medida que caminábamos.
No sé cómo explicar lo que me hace sentir saber un poco de lo vivido. Pero podría definirlo como algo melancólico y nostálgico a la vez.
—¿Yo sabía lo que sucedería después de eso?—mi voz sale ronca de solo pensar que ese mismo día Evolet desapareció y todo se volvió un caos.
—Tu tenías visiones fugaces Addi, no veías el futuro. Lo que sucedió después no iba a cambiar si hubieses tomado otra decisión. Son cosas que pasan las cuales ya están plasmadas en nuestras vidas—señala como si hubiera leído mi mente.
—Tal vez habría cambiado algo.
¿Cómo me siento culpable de algo que no recuerdo?
Tal vez porque en el fondo aún habitan esos recuerdos, tal vez en fondo están guardadas esas memorias.
—Me gusta pensar que sí, pero la realidad es que no—termina diciendo.
Ambas permanecemos en silencio mirando a través del gran ventanal.
El cielo nublado no me permite ver el poco sol que hay. El frío se hace latente y me pregunto cómo es que he sobrevivido tanto tiempo sin que me dé alguna hipotermia. No suelo usar chaquetas como antes, es algo ilógico que no me congele con rapidez.
—Tu sabes muchas cosas de mi anterior vida. Se supone que somos hermanas de crianza—la miro a los ojos—. Si te pido que me cuentes un poco, ¿Lo harías?
Una leve sonrisa tira en la esquina de su boca y pone ambas manos sobre mis hombros.
—Puedo hacer algo mejor.
—¿Qué sería?—inquiero con curiosidad.
—Haré que tus recuerdos regresen a tí, podrás recordar todo lo que viviste siendo Addison.
—¿Puedes hacerlo?
Ella asiente con entusiasmo.
—Puedo hacer eso y más.
Muestro una sonrisa de boca cerrada y a lo lejos oigo pasos venir hasta donde estamos.
Voltea el rostro cuando percibo el tan característico aroma perteneciente a Izan. Su rostro permanece con un semblante serio y saluda a Ashley en silencio.
—Debemos prepararnos, el círculo estará aquí en la noche—avisa con tono neutral.
—Demonios, ¿Aún no saben sobre Evony?—le pregunta con el entrecejo fruncido.
El rubio niega y me dirige una mirada.
—Ven conmigo, debemos hablar algunas cosas—Extiende su mano hacia mi y sin dudar, la agarro sintiendo al instante como entrelaza nuestras manos.
Un golpeteo en mi corazón me descoloca pero trato de enfocar mi atención en lo que está pasando, y no en lo que estoy sintiendo porque él está cerca de mi.
«Ya tendré tiempo para esto».
—¿Para enamorarte de mi?—su voz me saca de mi pensamiento y entrecierro mis ojos.
—No es justo que leas mis pensamientos y no me muestres los tuyos—rechisto.
—No evadas lo que acabo de decirte, cariño.
Resoplo y alzo una ceja.
—¿Que te hace pensar que no estoy enamorada de ti?—me callo al instante que suelto eso.
No es así como imaginé que sonaría la pregunta.
Mierda.
¿Qué acabo de decir?
—Me amas—pronuncia con una enorme sonrisa en sus labios.
Lo podría contradecir, puesto que no sé exactamente lo que estoy diciendo. Fácilmente diría que no es así, pero muy pocas veces lo he visto sonreír, y verlo hacer eso ahora, ver esa sonrisa que enamoraría a cualquiera, me causa inexplicables sensaciones que me hacen sentir bien.
Acabo de descubrir que amo verlo sonreír.
Mierda, acabo de decir la palabra amo.
Sacudo la cabeza. Mejor me concentro en el camino.
°°°
Izan.
Aún siento su mirada en mí cuando nos adentramos al estudio. La miro de soslayo y ella aparta su mirada enseguida con el carmín inundando sus mejillas.
Es tan hermosa.
—¿Para qué vendrá el círculo esta noche?—inquiere al tomar asiento en uno de los sillones.
Que haga esa pregunta me hace saber que ya Avani le ha contado algunas cosas del reino. Cómo también intuyo que le habló acerca de la profecía y quién sabe qué otra cosa más.
Aunque quedan muchas cosas que decirle, como la identidad del Hierarch.
—Se enteraron sobre el cuerpo hallado en las fronteras, es algo que no se puede esconder y más si se trata de los cazadores.
—¿Estamos en peligro?
—Por ahora no, ya mandé a resguardar las entradas y salidas, además de investigar cómo llegó ese hombre a nuestras tierras—Avanzo hasta el escritorio apoyándome en él—. El círculo aún no sabe que regresaste, por eso esta misma noche te presentaré ante ellos.
—¿Estás seguro de eso?—se pone de pie caminando hasta mi.
Alzo una ceja sin quitar mi vista de ella.
—¿Por qué no lo estaría cariño?
Admiro como trata de reprimir una sonrisa y un golpe de calor inunda mi pecho.
En estos momentos solo quiero envolverla entre mis brazos y comerla a besos.
Esa sería la reacción más inocente que causa estar cerca de ella, reacciones que ella no nota y trato de esconder para no incomodarla.
—¿Les dirás que no recuerdo nada?—Echa su cabello hacia atrás y el aroma que desprende inunda mis fosas nasales.
—Así es, lo más probable que digan es que debes entrenar. Magia como la tuya se debe usar a la perfección—trago grueso cuando se acerca más a mi, paso la vista hasta su cuello expuesto y noto algo que no había visto antes.
Me incorporo para observar mejor y la agarro de la cintura acercándola más a mí y poder mirar mejor.
—¿Que estás haciendo?—Planta sus manos en mi pecho con al voz un poco agitada.
Alzo ligeramente la esquina de mi labio y fijo mis ojos en los de ella.
—No lo que tú crees cariño, quiero ver esas marcas en tu cuello.
—Son lunares, los tengo desde que nací—musita en un murmullo casi inaudible.
Entierro mi cara en su cuello arrastrando mi nariz en lo que ella llama lunares. Evony suelta un jadeo y enseguida su piel se eriza, sacándome una sonrisa por lo que acabo de descubrir.
Me alejo para mirar su rostro y ella abre sus ojos con lentitud.
—Esos no son lunares mi diosa, es la marca de nuestro vínculo.
—¿Cómo es que los tengo?—pregunta un poco agitada.
—Al parecer nunca se fué a pesar de haber reencarnado.
—¿Eso es algo bueno?
Inclino mi rostro al de ella.
—No sabes cuánto cariño.
Ella toma la iniciativa y pega sus labios sobre los míos. Ambos nos envolvemos en un beso feroz y hambriento. Muerdo su labio inferior causando que ella suelte un leve gemido y nos doy la vuelta pegando a Evony al escritorio. Paso los brazos por sus muslos ayudándola a tomar asiento en él mientras que ella arrastra sus dedos entre mis hebras.
Sus besos siguen siendo tan adictivos como siempre.
—Rey Midness—tocan la puerta interrumpiendo y suelto un gruñido al separarme de Evony.
Su respiración está agitada con el pecho subiendo y bajando, sus labios y mejillas se encuentran rojizos y de un momento a otro se levanta y trata de acomodar su cabello con vergüenza.
Una ligera sonrisa se alza en la esquina de mi labio y niego caminado hasta la puerta.
—¿Ahora qué pasa?—pregunto al guardia cambiando mi semblante a uno serio.
—Acabamos de percibir una presencia extraña en el límite del reino, pero al llegar no había nada. Creímos que lo correcto sería informar lo antes posible, disculpe si lo interrumpí.
—Ordena que vigilen las entradas del castillo, iremos a ver qué se trata.
Me giro hacia Evony y avanzo hasta quedar frente a ella.
—Regresaré en un rato, los del círculo no tardarán en llegar y quiero que estés preparada para conocerlos, no suelen ser muy amigables.
Tomo un mechón de su cabello entre mis dedos y ella reprime un suspiro.
—Te veo luego cariño—dejo un beso en su mejilla y me marcho dejándola sola en el estudio.
Su amor por mí aún sigue ahí.
°°°
Evony.
Avanzo por el pasillo con aquella escena rondando en mi cabeza. Toco mis labios recobrando la sensación que tuve al besarlo. Nunca antes había besado de esa manera a alguien.
Y debo confesar que… me gustó.
—Evony.
Levanto la mirada al escuchar mi nombre y bajo la mano al ver a Des frente a mi.
—Ey, ¿Cómo te encuentras?
Él arquea una ceja y deja salir un suspiro agotado.
—No muy bien, tratando de entender muchas cosas en mi vida—musita—. Pero aún no he tenido una conversación con él—dice refiriéndose a Trent.
—Será difícil asimilar todo, pero terminarás por hacerlo.
—¿Ya tú lo hiciste?
Desvío la mirada a otro lado recopilando todo lo sucedido.
—Estoy en eso.
El silencio nos abruma y él se acerca al ventanal con vista al extremo del bosque. Camino hasta posicionarse a su lado y recorro el frondoso bosque con la mirada.
Por unos largos minutos ambos permanecemos callados, sin mirarnos o hacer algún gesto, solo viendo en dirección al bosque mientras ligeras gotas de agua comienzan a caer sobre el lugar.
Ya no es igual que antes, ya no me siento de la misma manera que cuando estuve con Des.
No es lo mismo.
En mi corazón y mente ahora solo hay otro nombre que no abandona mis pensamientos.
Izan.
Supongo que ya tomé la decisión que tanto debía tomar desde que supe quien era. Una que hacía lo imposible por retrasar o reprimir, pero no podía seguir haciéndolo.
—Des…
—No lo digas—me interrumpe.
Mi pecho se estruja y trago grueso.
—Debemos dejar las cosas claras Desmond.
El gira su rostro al mío y me duele ver una mirada oscura en él.
No lo había visto así antes.
—No necesito escuchar algo que ya sé, Evony. Ya tomaste tu decisión, ahora solo olvida lo que una vez sucedió entre ambos.
—Debes entenderme Des, ya has vivido esto y sabes perfectamente lo que significa el vínculo.
—Ya basta Evony—refuta—. Dije que no quiero escucharte.
—Pero…
—Me iré de aquí pronto—Vuelve a interrumpir—. No quiero ver todos los días a la chica que… con alguien más.
Trago el nudo en mi garganta y con ella las palabras. Porque sí, me duele lo que está pasando, porque a pesar de haber tenido algo, él primero fue un amigo para mí.
—Lo siento.
—No… no tienes porqué disculparte Evony—Niega—. Solo, sigamos adelante.
Asiento luchando con la tristeza que me causa que ambos terminemos de esta manera. Pensé que al menos podríamos seguir siendo amigos, pero por lo visto, lo menos que quiere Des es eso.
Doy un paso hacia atrás pero antes de marcharme vuelvo a mirarlo.
—¿Puedo saber a dónde irás?
Él aprieta sus manos en puños y me observa con algo de tensión.
—Es mejor que no lo sepas, pero te aseguro que estaré bien.
—¿El grupo ya lo sabe?
Él duda y termina negando.
—Hablaré con ellos esta noche, no te preocupes por eso.
Desmond se da la vuelta de nuevo para seguir viendo a través del ventanal. Da por terminada la conversación y no me queda de otra que marcharme de ahí. Dejándolo con sus pensamientos consumiendo su mente.
Supongo que ya terminó.
°°°
Desmond.
Echo un vistazo sobre mi hombro observando su reflejo cruzar la esquina del pasillo. Miro a los lados verificando que no haya nadie cerca y suelto un suspiro que estuve conteniendo.
Llevo las manos hasta mi cabeza enredando mi cabello entre mis dedos.
Tomo una bocanada de aire y la suelto pensando en lo que pasó antes de tropezar con Evony.
Me adentro en uno de los pasillos de la biblioteca en busca de algo con que entretenerme. Necesito despejar mi mente.
—Desmond.
Volteo cuando alguien susurra mi nombre pero no hay nadie detrás. Mis sentidos se activan y me preparo para cualquier situación.
—¿Quien anda ahí?—inquiero pero nadie responde.
Una suave brisa pega en mi nuca y me giro al sentir una presencia tras de mí, pero al hacerlo nuevamente no hay nadie.
Mis ojos se fijan en un sobre dorado que yace encima del estante.
Hace unos segundos no se encontraba ahí.
Me acerco con cautela y lo agarro con suavidad. Lo giro entre mis dedos pero no tiene ninguna firma. Decido abrirlo pero no sé si fué una buena decisión.
—No puede ser real—murmuro apretando mis ojos para que las lagrimas no salgan.
Palpo en el bolsillo de mi chaqueta sacando el sobre guardado en ese lugar. No quiero seguir torturándome pensando si es o no real, tal vez lo es y ella puede que esté con vida, pero… ¿Y si no?
Bajo la mirada a la carta esperando haber tomado la mejor decisión.
“Dhana está con vida y podrá regresar a ti una vez que me ayudes.
Toma la mejor decisión, Desmond. No te defraudaré.
—Hyan Fallon”.
Perdóname Evony.
Pero se trata de mi compañera.
______________________________________________________________
Hello hermosos Bombones <3 ¿Cómo están Linduras?
Si, lo sé, no actualicé la semana pasada :( i'm sorry. Pero aquí les he traído un capítulo que espero les haya gustado<3
¿Que tal les pareció?
¿Que piensan sobre la decisión que tomó Desmond?
OMG, IZAN Y EVONY SE BESARON *grito de fangirl*
¿Que piensan que sucederá ahora? <3
Quería informarles que tal vez me tarde en actualizar, voy a mudarme y no se hasta cuándo volveré a tener internet :( pero prometo actualizar en cuanto tenga.
También los invito a pasarse por mi otros libros<3
No olviden votar y comentar (si lo hacen un Izan aparecerá en sus vidas) Loviu bombones.
Cuídense mucho.
Besos.
Allyn Sonaher.
________________
Síganme en Twitter e Instagram:
Sonaher08
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro