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|CAPITULO 7|


Evony.

Suelto mi cabello de la coleta y dejo que caiga a los lados de cara, tomo asiento en la cama y masajeo mis pies mientras veo como Kristell escribe algo en su cuaderno. Quisiera tener mi bloc conmigo en estos momentos y poder dibujar todo lo que he visto hasta ahora. Pero me temo que todo eso quedo en casa de Elsa.

Luego del almuerzo y el extraño momento en el comedor, estuve toda la tarde junto a Evolet. Al hablar con ella me di cuenta que es una chica un poco temerosa y callada, pero resulta ser agradable estar con ella. Me contó que lleva años aquí pero nunca ha podido entrenar, al parecer su loba aun no se ha manifestado. Otra cosa de la que me habló fue que nunca conoció a sus padres. Según lo que le habían dicho, ellos murieron cuando era solo una bebé.

Me dolió mucho escucharla decir eso, la manera en la que lo dijo y su voz lastimera, causo que derramara un par de lágrimas.

Sentí alguna clase de conexión cuando escuche aquello, tal vez era porque sabia lo que es perder a tus padres.

Algo muy curioso que dijo y me dejo muy intrigada, fue que todos los chicos que habitan Somber Moon, son huérfanos. No entendí muy bien por qué, hasta que ella lo explicó. La organización recluta solo a seres sobrenaturales que estén solitarios en el mundo. No importa de que lugar provengas o que especie fueras.

Eso explica la gran diversidad en este lugar.

Después de que ella se marchara a su recamara me topé con Kristell y juntas llegamos a nuestro dormitorio, momento que aproveché para preguntarle que significaban las iniciales en las puertas. Ella me explicó que eran la primera letra de la especie a la cual perteneces, en su caso era la V de vampira. Pero en mi caso no significaba que yo también lo fuera, solo que esa era la única habitación disponible.

Recuesto mi espalda sobre la cama mirando el techo. Levanto una de mis manos y la pongo frente a mi observándola, mientras pienso en como puede ser posible que ella cause fuego ¿Tendré otro poder aparte del fuego?

Tuerzo el gesto en negación, no quisiera tener otro si tampoco quiero este. Muerdo mi labio al pensar en una idea descabellada.

—Oye, Kristell—La llamo y ella me mira sobre su hombro—, como Aira es una bruja ¿Crees que ella pueda hacer algún tipo de hechizo y quitarme estos poderes?

Escucho un jadeo de su parte y la veo ponerse de pie, para luego tomar asiento a la orilla de la cama. Su mirada se torna seria mientras ve que no estoy bromeando. Ella abre la boca pero ninguna palabra sale, parece estar buscando las correctas.

—No creo que eso sea posible—explica con seriedad—¿Por qué querrías deshacerte de tus habilidades?

Desvío la mirada a mis manos huyendo de su escrutinio. Esa es una pregunta fácil de responder, pero no quiero hacerlo ahora. Muchos me juzgarían si se enteran que no quiero estas habilidades, pero ellos no saben lo que me hacen sentir. Solo una vez los utilicé y fue horrible, no solo por el hecho de que le hice daño a alguien, también porque en ese momento tuve muchas emociones negativas.

De las cuales no me siento orgullosa.

Agradezco que Kristell deje el tema a un lado y no me presiona a que le responda. Toma mi silencio como respuesta de que no quiero hablar y se marcha hacia su cama. Recuesto mi cuerpo cubriéndome con la manta y siento como ella apaga las luces. Cierro mis ojos tratando de conciliar sueño pero entonces una lágrima de tristeza rueda por mi mejilla. Aun no me acostumbro a la idea de que estaré aquí quien sabe por cuánto tiempo.

Los del grupo de entrenamiento han estado aquí durante muchos años.

¿Yo cuánto estaré?

Solo espero que no sea para toda la vida.

°°°

Los rayos de sol dan contra mi rostro al atravesar el umbral que da con el jardín de entrenamiento. Kristell camina a mi lado, esta mañana salimos juntas hacia las duchas pero de un momento a otro la perdí de vista. No la vi de nuevo si no hasta media hora después, que ya estaba por salir de la recámara.

Recorro con la mirada el jardín en busca de Evolet, pero no la encuentro por ninguna parte. Ella dijo que suele ayudar al señor Jeff durante los entrenamientos, técnicamente su trabajo es llevar y traer los objetos que necesiten. Nos detenemos al llegar junto a los chicos. Aira esta concentrada leyendo un libro mientras que Keanu ordena unos arcos junto a unas flechas.

Adam por otra parte permanece sentado mirando a Kristell con picardía, quien aparta la mirada de el concentrándose en otra cosa. Tomo asiento en uno de los bancos mirando a los chicos a la espera de que alguno hable.

—¿Qué estamos esperando?—decido romper el silencio entre nosotros.

Aira levanta la mirada de su libro dejando ver sus ojos color café. Acomoda un mechón de su cabello detrás de la oreja, y me regala una sonrisa amable.

—A nuestro mentor—Enarco una ceja suponiendo que esta hablando de la persona que nos va a entrenar.

—Y ¿Cuánto debemos esperar?

—No tardara mucho en llegar, siempre es puntual. Solo que nosotros debemos llegar unos minutos antes que él.

Vuelve su vista hacia el libro y desvío la mirada hacia otro lado, hasta que recae en un grupo de chicos practicando. Una de las chicas se encuentra en el centro de ellos y observo con curiosidad como forman esferas de fuego en las manos. Me intriga tanto saber como es que logran hacer eso siendo de otras especies.

A mi mente llega la voz de Hollie explicándome algo acerca de dos especies mezclándose. Pero por mas que trato, no puedo recordar que es. Aún mi mente sigue difusa, y aunque los dolores de cabeza han disminuido un poco, el sin sabor de no recordar que ocurrió luego de la cena, aún persiste en mi. Y eso me frustra totalmente porque siento que estoy caminado a ciegas. 

Recojo mi larga melena en una coleta, froto mis brazos buscando un poco de calor notando que soy la única en sentir el frio. La demás personas están como si nada, como si no les afectara ni un poco.

—Buenos días, chicos.

Todos se levantan al escuchar una voz grave que logar erizarme la piel, con tan solo haber dicho tres palabras. Hago lo mismo que ellos dándome media vuelta en dirección a la persona que acaba de llegar. Al hacerlo mis ojos conectan con unos orbes tan oscuros como el carbón o la misma noche. Suaves mechones grises caen sobre su frente, resaltando aun mas sus ojos.

Suelto una leve respiración por mis labios al sentir algo extraño recorrer mi cuerpo.

Su mirada es tan penetrante que por instantes quiero apartar mi vista, pero me niego hacerlo.

—Tu debes ser Evony—pronuncia saboreando mi nombre en sus labios. Asiento mientras el recorre mi rostro con su mirada. Me tenso en mi lugar y cruzo mis brazos detrás de mi espalda jugando con mis dedos.

—¿Tu eres..?—Dejo la pregunta en el aire esperando que me diga su nombre.

El deja escapar una sonrisa de lado volviendo su mirada a mis ojos.

—Desmond—responde—, pero para ustedes soy el señor Bradford o mejor conocido como su mentor.

El aire se agolpa en mis pulmones del impacto ¿Se supone que él es algo así como mi... profesor? pero si parece de la edad de Adam y Keanu.

Mierda.

—Entiendo.

Desvío la mirada a otra parte y me da impresión de haber escuchado una pequeña risa de su parte.

—¿Qué haremos hoy Desmond?—Le pregunta Aira, y él le lanza una mirada recriminatoria—. Digo... mentor.

El chasquea y los mira con seriedad a todos.

—Ustedes saben perfectamente que hacer, así que comiencen con sus entrenamientos. Yo me ocuparé de Evony—apunta cruzándose de brazos, y no puedo evitar desviar la mirada a sus músculos. Aparto los ojos rápidamente de ahí antes de que lo note.

—Pero... hoy iríamos al risco—Le dice Keanu dando un paso al frente.

—Ya no, ahora ¡Comiencen!—demanda con voz fuerte sobresaltándome un poco.

Ellos comienzan con su entrenamiento mientras que yo me quedo en mi lugar sin saber que hacer. Desmond carraspea y giro hacia él chocando mi vista con un pecho frente a mi. Doy un paso hacia atrás y levanto la cabeza, la diferencia de estatura es muy evidente entre nosotros.

—Sígueme.

Es lo que dice para a continuación, comenzar atravesar un estrecho camino a un lado de nosotros que da con un pequeño claro. Lo sigo en silencio mirando su ancha espalda, el me mira sobre su hombro verificando que lo este siguiendo y, no entiendo porque de un momento a otro siento mis mejillas arder. Desvío la mirada a otro lado evitando no tener esas reacciones nuevamente.

Desmond se detiene junto a una mesa de madera con algunos objetos encima, se vuelve hacia mi señalando una de las esterillas y el toma otro que esta junto a ese.

—Comencemos con lo básico, la concentración.

Camina hasta el medio del claro estirando la esterilla en el césped, me apresuro a tomar la mía y hacer lo mismo de modo que quedo sentada frente a él. De esa manera puedo detallarlo mejor, recorro con mis ojos todos sus rasgos, desde sus carnosos labios y mandíbula marcada, guiándome por su nariz perfilada hasta llegar a sus ojos. Unos que me cautivan desde que los vi.

Aparto la mirada hasta el césped y es ahí cuando noto algo en el dorso de su mano izquierda. Es un tatuaje en blanco y negro, pero lo mas curioso es que se trata del símbolo que esta en nuestros uniformes.

Debo admitir que se le ve muy sexy.

—Estas pensando mucho Evony—vuelvo mi vista a el—, si quieres aprender a controlar los elementos, lo primordial es la concentración. Si no lo haces, no podrás dominar tus habilidades.

—¿Eso significa que puedo controlar los cuatro elementos? ¿Así como en los libros?

—Olvídate de los libros, Evony—replica—Tus poderes son mucho mas que eso.

—Y ¿Qué son realmente?—indago mirando sus expresiones, los cuales parece no tener.

—No responderé eso ahora.

Quiero replicar cuando de un instante a otro él forma una esfera de fuego con sus manos. Desmond las eleva hasta dejarla en medio de nosotros, me lanza una mirada a través de ellas y puedo ver el fuego reflejado en sus orbes oscuros. Dándole un toque peligroso.

Apaga el fuego con mucha facilidad dejándome sin palabras. Me resulta impresionante como puede manejarlo con tanta soltura y no  resultar herido.

—¿Cómo lo hiciste?

—Yo los controlo, no ellos a mi—responde y puedo asegurar que ha sido alguna clase de indirecta hacia mi.

—Vale, entonces la concentración ¿Eh? hagámoslo—Cierro mis ojos tomando bocanada de aire que va directo a mis pulmones.

—Me informaron que tuviste una clase de crisis antes de venir aquí—Hago una mueca al recordar la nefasta cena—. Comenzaremos con el fuego, al parecer esa es la única que se ha manifestado en ti.

Asiento con los ojos aun cerrados, escuchando solamente su voz.

—Toma una respiración profunda y luego exhalas—Lo hago nuevamente—Deshazte de todos los pensamientos negativos que abarcan tu mente, déjala en blanco.

Sigo sus instrucciones tratando de concentrarme, pero aunque me cuesta al principio, logro dejar mi mente en blanco. Mis músculos tensos se relajan y siento mi cuerpo mas liviano. Mi respiración se torna ligeramente lenta y la frustración se ha ido.

—Concéntrate solo en mi voz Evony—susurra en mi oído y los vellos de mi nuca se erizan al sentir su aliento dar contra el.

Trato de no desestabilizarme por no darme cuenta cuando se movió tan rápido y llegar tras de mi.

—Estira tus manos al frente—Hago lo que me pide, sintiendo su aliento detrás de mi oreja—Imagina llamas de fuego en tus manos, pero... solo un poco.

Me concentro en imaginar una flama de fuego en cada palma de mis manos. Los primeros minutos no tengo ninguno reacción, pero al pasar los segundos y comenzar a sentir mis ojos picar, sé que esta funcionando. La punta de mis dedos cosquillean y eso me indica que lo he logrado. Desmond aun sigue a mis espaldas, y solo espero sus siguientes indicaciones.

—Abre tus ojos lentamente, sin desconcentrarte—Me pide con un tono de voz severo.

Esta vez siento como se posiciona a mi lado, abro los ojos hallando algo impresionante frente a mi. Suspiro conforme por lo que he logrado, una sonrisa ligera se despliega en mis labios y siento mi corazón palpitar muy rápido.

—No te desconcentres Evony—masculla. Lo miro de reojo y lo veo observarme con una mirada intensa.

—No lo haré, tranquilo—Le digo soltando una pequeña risa.

No me entiendo en lo absoluto, no debería estar contenta por esto. Se supone que odio estas habilidades, pero al ser consciente de lo que soy capaz de hacer, me genera confianza en ellos. Tal vez no sea tan malo tener poderes, solo debo aprender a dominarlos.

¿Y si no lo logro?

Puede resultar todo lo contario y yo no soy la que terminará dominándolos si no ellos a mi. Terminaré atentando contra otra persona de nuevo y es posible que esta vez nadie me detenga. Mi labio inferior tiembla y mis ojos pican con mas intensidad. El fuego en mis manos crece y el pánico me invade por completo al no saber como apagarlo. 

—Concéntrate Evony—demanda Desmond al darse cuenta que me estoy saliendo de control.

Mi pecho sube y baja por la respiración acelerada, trato de concentrarme nuevamente pero todo se va por la borda al ver como el fuego comienza a extenderse por mis brazos. Me echo hacia atrás por inercia creyendo que así se irá pero una mecha de fuego cae en el césped y otra mas grande en uno de los árboles.

Desmond se coloca detrás de mi y sujeta mi cintura inmovilizándome. Cada fibra de mi cuerpo tiembla y mi corazón palpita de una manera sobrehumana.

—¿Cómo puedo detenerme?—Le pregunto con la respiración agitada.

—Centra tu mente en querer que el fuego se apague—Me dice con tono suave.

Su voz me reconforta y cierro los ojos centrándome en el fuego. Calmo mi respiración e imagino que se detuvo. Todo se torna silencioso y el único sonido es el de nuestras respiraciones. Abro los ojos y ya el fuego se ha ido, aun así, gran parte del árbol y césped se ven quemados. Caigo en cuenta que las manos de Desmond siguen en mi cintura y me alejo enseguida.

Me pongo de pie y veo que él igual lo hace. Observa con detenimiento el lugar donde cayó el fuego y se vuelve hacia mi con una expresión neutra en el rostro.

—Si no logras concentrarte, no podemos avanzar—masculla—. En tus habilidades eso es el lo primordial. Ya te lo dije Evony, tienes que dominarlos tu a ellos.

—Tratare de hacerlo mejor—Cruzo mis brazos. Desmond se acerca mas a mi, mirándome fijamente a los ojos.

—No quiero que trates, hazlo—demanda. Aprieto mis manos sin apartar la mirada de el.

—Apenas estoy comenzando hoy, no puedes exigirme que mañana lo haga a la perfección—espeto con molestia.

«Respira Evony»

—Elimina esos pensamientos negativos y cree un poco mas en ti Evony. Y verás como funciona.

—Yo si creo en mi—pronuncio no muy convencida.

—No, no lo haces—espeta. Sus palabras son como dagas que van directo a mi corazón consumiéndolo en dolor. El tiene razón, debo deshacerme de estos pensamientos negativos que no hacen mas que llenarme de dudas.

Pero no es fácil hacerlo, no cuando cada vez que pienso en ellos a mi mente llegan las imágenes de la cena y lo desastroso que fue darme cuenta que yo tenia poderes.

Desmond suspira y pasa una de sus manos por su cabello alborotándolo. Da un paso al frente quedando a escasos centímetros de mi. Levanto la cabeza hasta conectar mis ojos con los suyos. Toma mis manos y me quedo estática en mi lugar al sentir su contacto.

—No te dije eso para hacerte sentir mal Evony—murmura— En ti puedo ver una chica muy fuerte, dispuesta a utilizar todos sus poderes si así lo desea. Es solo que no terminas de confiar que si eres capaz de eso y mucho mas. Lo único que debes hacer es proponértelo y luego lograrlo.

Escucharlo decir todo aquello me llena de mucha confianza. Se que en estos momento puede que mis sentimientos sean un poco inestables, pero es que toda esta situación me abruma mas de lo debido. Yo siempre siempre he creído en mi, es solo que por segundos no me creo capaz de controlarlos.

Desde que llegue aquí es lo único que he pensado.

No se debe a mi, si no a la magnitud que ellos conllevan.

Pero al escuchar a Desmond, una chispa de confianza se cuela en mi. Soy una fuerte loba y no dejare de serlo. Puedo afrontar esta situación y aprender a dominar estas habilidades. No tendría porque odiarlos, si los tengo por algo es ¿No? aparte de todo eso, si logro mejorar cada día, mas rápido saldré de aquí. O al menos eso es lo que creo.

Alejo mis manos de él sin querer sentir mas su tacto que me hace tener sensaciones extrañas. Desmond sigue mis movimientos y parece un poco confundido. Ignoro su gesto metiendo las manos en mis bolsillos traseros.

—A partir de ahora ya no me enfocaré en los pensamientos negativos.

—¿Cómo hicis...?

—Bradford—Una voz lo interrumpe.

Un chico de la altura de Desmond se acerca hasta nosotros. Tiene el cabello oscuro y la piel morena, noto que lleva puesto el mismo uniforme que el chico a mi lado y se amolda muy bien a su cuerpo. Por unos mínimos segundos sus ojos conectan con los míos y puedo notar cuan grises son.

—Fairchild te necesita en su oficina—La expresión en el rostro de Desmond se torna seria.

—Mañana seguimos con el entrenamiento, Evony. No olvides lo que hablamos—Me dice y asiento. Vuelve su vista al chico y le hace un ademan de retirase— Vamos.

Luego de eso los dos se retiran dejándome sola en el claro. Repaso una vez mas el lugar donde el fuego estuvo. Eso no puede volver a suceder y depende de mi que se cumpla. Debo dominar estos poderes, estoy segura que no será fácil pero lo lograré. Pronto seré yo quien los controle a ellos y no al revés.

°°°

—Eres una chica de muy pocas palabras, Evolet—Le digo al salir de la cafetería. Caminamos hasta una de las mesas que hay en el jardín de descanso y tomamos asiento en ella.

Evolet me mira sonrojada y echa su cabello hacia un lado.

—Umh, supongo que se debe porque no hablo mucho con el resto.

—¿Por que no lo haces?—inquiero con curiosidad. Evolet es un poco tímida al principio, pero luego de cruzar mas de veinte palabras, ya no lo es tanto.

Ella suelta un suspiro melancólico y hace una mueca.

—Si te soy sincera, no les agrado mucho a la mayoría de las personas aquí. De hecho del 100% el 99 me dicen la débil.

Mi corazón se estruja por sus palabras y el tono que empleado por su voz.

—¿Es por lo de tu loba?

Evolet muestra una sonrisa de lado un poco triste y asiente.

—Espero que algún día aparezca—murmura perdida en sus pensamientos. Extiendo mi mano hacia la de ella y la tomo dando un apretón reconfortante.

—Ya verás que pronto sucederá.

Ella muestra un pequeña sonrisa y sus ojos brillan por un instante. Alguien llega a nuestro lado y toma asiento junto a Evolet. Fijo mi vista en Keanu que parece haber salido de una sesión de fotografía, y lo veo mirar a Evolet con una sonrisa genuina.

—¿Estas mejor Luz?—Le pregunta y los observo confundida ¿Luz?

Ella eleva su mirada hacia el y una sonrisa se cuela en la comisura de sus labios. Asiente con sus mejillas tornándose rojas.

—Hoy si, no ha ocurrido nada... aún. Es un record que no haya necesitado tu ayuda—Le responde y detecto un poco de nervios en su voz.

—¿De que están...?—No termino la pregunta cuando veo que una chica deja caer agua de una cubeta en la cabeza de Evolet. Ella se sobresalta y suelta un jadeo.

Aprieto mis manos y me levanto de un salto molesta.

—Eso, es por estropear mis dagas con tus manos inútiles—Le dice con desdén.

Evolet se pone de pie temblando y veo sus ojos empañarse de lágrimas. Keanu cierra sus manos en puños y observa a la chica con furia.

—Es mejor que te marches ahora—espeta. Se vuelve hacia Evolet y la toma de las mejillas susurrándole algo que no logro escuchar.

Me planto frente a la chica de cabello oscuro obstruyendo su vista hacia mis amigos. La observo con los ojos entornados llena de molestia, esta escena me recuerda a unos días antes de mi graduación.

—No vuelvas hacer eso—Le digo con voz demasiado calmada, aunque en mi interior estoy ardiendo de furia—. Ni tu, ni ninguna otra persona—espeto pasando la mirada por todos los que se detuvieron a ver.

La chica me mira con arrogancia y suelta risa casta.

—Si no lo hago ¿Qué me harás?—Se burla—¿Me mataras como lo hiciste con tus padres? escuché por ahí que tu los asesinaste.

Siento mis ojos picar al terminar de escucharla. No voy a permitir que se metan conmigo ni con nadie, mucho menos que use esa sucia boca para hablar acerca de mis padres y decir tonterías.

—Jamás vuelvas a mencionar a mis padres—siseo.

Mis dedos cosquillean y siento mi pecho arder. Su semblante cambia y da un paso hacia atrás. No soy consiente de lo que hago cuando unas raíces salen del piso destruyéndolo todo a su paso. Van directo a las manos y pies de ella inmovilizándola, la escucho soltar un jadeo y el resto comienzan a murmurar. Me acerco hasta quedar frente a ella y mirarla directamente a su ojos azules, puedo ver el reflejo de un destello purpura en sus pupilas y sé que no se trata de ella.

—No lo vuelvas hacer.

“—¡Aleja eso de mi!”

Escucho que alguien grita en mi oído y luego algo atascado en mi garganta. Llevo mis manos a ellos tapándolos queriendo callar esa voz. Mis piernas desfallecen y alguien me sujeta desde atrás antes de terminar cayendo en la inconciencia.

Antes que mis ojos se opaquen de una gran oscuridad.

¡Hola Hermosos bombones! Feliz Domingo a todos y espero que disfruten del capítulo de hoy.

¿Que piensan de los personajes hasta ahora?

¿Les agradan?

¿Que tal les está pareciendo la historia?

Hasta luego.

Besos.

Allyn Sonaher.

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