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|CAPITULO 29|

Evony.

—Vas a estar bien Vony. Lo prometo.”

Ese recuerdo aún divaga en mi memoria. En ese momento pensé que era Des quien me había ayudado, incluso que él fue quien se llevó mi anillo. Pero al descubrir que no era él, algo dentro de mi quería saber quién era en realidad. Y ahora frente a mi tengo a la persona que me ayudó. La persona que conocí y me estuvo entrenando. La persona que me gusta.

Trent.

No Desmond.

Siempre fue Trent.

Aparto la mirada de él al escuchar su confesión, él ha dicho que me ama. No sé que decir en este instante, pero me siento un poco extraña. Es raro escuchar a un desconocido decir que me ama «Pero él no es un desconocido». No, al parecer no lo es.

—Por favor, solo sácanos de aquí—murmuro.

—Aún hay muchas cosas que quiero decirte.

—No es el momento.—Lo interrumpo—. No tenemos tiempo ahora, el Hierarch puede llegar en cualquier instante.

—No llegará, no se encuentra aquí—masculla—. Tenía cosas importantes que hacer.

Ladeó la cabeza con una pregunta surgiendo en mi cabeza.

—¿Sabes quién es el Hierarch?

Noto dos cosas cuando suelto la interrogante.

Primero, el cuerpo de Trent se tensa y su semblante cambia a uno entre molestia y seriedad. Pero entiendo enseguida que la molestia no es hacia mi o la pregunta. Es hacia el Hierarch.

Segundo, que tal vez el Hierarch es alguien cercano a él, y la amenaza que le lanzó cuando me hicieron… eso, sin importarle quien era, lo dice todo.

—Responde Trent—exijo.

Él no aparta su vista de mi rostro, abre la boca para responder pero no lo hace. En cambio, se queda estático mirando un punto fijo en la pared, como si su mente estuviera en otro lado.

Eblu, que está apoyándose de él, clava su mirada en mi con el entrecejo fruncido.

—¿Qué le está pasando?

—No tengo idea?—digo esto, mientras él sigue sin reaccionar.

—¿De verdad crees que debemos confiar en él? No me creo eso de que él te ama.

Trago grueso sopesando su pregunta.

—Es la única persona que puede ayudarnos a salir de aquí.

Ella asiente con lentitud, da unas palmadas en el hombro de Trent y este reacciona como si hubiera salido de un trance. Su respiración está acelerada y su mirada sigue perdida. Otro trueno retumba entrando por la pequeña ventana, trayendo consigo el frío.

—Él está aquí—murmura, mirando hacia la puerta y mis hombros se tensan.

—¿El Hierarch?—Eblu inquiere con temor.

Él niega esta vez fijando su vista en mi.

—Es Desmond.

Mi estómago da un vuelco y veo como Trent suelta a Eblu, para caminar hasta la puerta y abrirla. Sale por ella dejándonos solas con la vía libre, camino hasta la castaña y paso uno de sus brazos por mis hombros. Ambas emprendemos nuestro camino y seguimos los pasos de él. Una sensación extraña se instala en mi estómago a medida que avanzamos.

«Des vino por mí».

Nos detenemos al cruzar uno de los oscuros pasillos, y lo primero que veo me deja horrorizada.

—¡Des!—Grito y en ese momento la flecha desaparece de su torso, sin dejar rastro de alguna herida.

Una mujer frente a él comienza a reírse y giro mi rostro hacia ella.

—Dejalos ir Nysa, no te metas en esto.—Trent pronuncia con tono amenazante, dando un paso al frente.

—Vamos Crow, sabes perfectamente que no puedes ayudarlos. A tus padres no les gustará saber que estás ayudando al bastardo y la Danin.

—Te estoy dando una orden—espeta—. Mantén tu boca cerrada y apártate de mi camino.

La mujer se encoge ante su tono y aprovecho la distracción para acercarme junto a Eblu, hacia los dos chicos al otro lado del pasillo.

—Des—susurro y enseguida él levanta la mirada.

Lo veo querer acercarse más, pero algo lo detiene.

—Voy a sacarte de aquí Evony—me dice y desvía sus ojos hacia la chica a mi lado, en su mirada puedo ver que la reconoció.

—¡Entendido! me iré y no voy a meterme en tus problemas—dice la mujer—. Te daré un último consejo Crow, ocultate lo mejor que puedas. No querrás que el Hierarch te encuentre, porque va a matarte.

Luego de esas últimas palabras, ella hace un movimiento con sus manos y se retira con mucha elegancia.

—¿Estás bien?—Des llega a mi y me agarra de las mejillas—. Dime qué estás bien Evony… por favor.

Siento un peso menos sobre mis hombros y es Eblu quien se aleja. Mis ojos se empañan al ver la mirada que me dedica Des al ver las marcas en mis brazos. Bajo la cabeza dándole así la respuesta que él menos esperaba. Me gustaría decir que hice algo para impedir que eso pasara, pero no fue así. No pude hacer nada, el hechizo me lo impidió. Y ahora parte de mi magia, tal vez no mucha, se encontraba a poder del Hierarch.

Levanto la mirada reuniendo toda mi fuerza, no es momento de mostrar debilidad.

—Ella lo estará, ahora, hay que irnos.—Interrumpe Trent mirando en nuestra dirección.

—¿Y tú eres…?—Des lo observa con seriedad y por su mirada, entiendo que no confía en él.

—Mi identidad es irrelevante Desmond.—Lo mira fijamente y ahora que están uno frente al otro, puedo notar que son algo parecidos. Exceptuando el color de ojos.

—No te hagas el listo conmigo—espeta.

—Por favor vámonos ya.—Los interrumpo—. No perdamos tiempo parados en este pasillo.

—Nos quedan solo dos minutos Desmond.—Avisa Zander apresurando con la mirada.

¿Dos minutos para qué?

—Andando—dice y me agarra de la mano al comenzar a caminar.

Giro mi cabeza hacia atrás y veo a Trent venir tras nosotros. Siento un apretón en mi mano y dirijo mi vista a Des.

—El está de nuestro lado—murmuro pero el no me responde.

Llegamos hasta una especie de puerta y salimos por él hallando del otro lado la oficina de Eric, ¿Que mierda?.

—Al final no fue necesario usar la llave del portal—argumenta Trent—¿Cómo hicieron para derribarlo?

Desmond lo ve con el entrecejo fruncido.

—Ya estaba abierto cuando llegamos.

La mirada tranquila desaparece del rostro de Trent. Él recorre con su vista toda la oficina y niega regresando a nosotros.

—Debemos irnos ahora—espeta.

Y entonces, todo se volvió un caos.

Las cosas en la oficina de Eric salieron volando, a la vez que el suelo comenzó a temblar igual que esa noche. La fuerte lluvia de intensificó y los relámpagos se hicieron más visibles. Alguien me agarra de la mano sacándome de la oficina, comenzando a correr por el largo pasillo.

Mi mente está en otro lado y no logro centrarme en lo que está sucediendo. Todo es caótico. Muchas personas salen de sus habitaciones al escuchar una alarma que los megáfonos. Escucho gritos, escucho demandas, escucho como esa voz susurra mi nombre.

Evony.

Giro mi cabeza hacia atrás y entre tanta multitud, diviso la figura de una chica mirándome desde lejos. Una que desaparece de un segundo a otro.

—Están atacando otra vez la organización.—Avisa Trent al detenernos junto a la entrada del sótano.

—¿Raylee?—pregunto y el niega.

—El rey Midness.

Es Zander quien responde mirando a todos lados. Mi pecho de contrae por la noticia. Esta es nuestra oportunidad para escapar.

—¿Dónde están los demás? Hay que irnos ya—digo con la respiración agitada.

—Ellos escaparon Evony, solo quedamos nosotros—me informa Des sin soltarme la mano.

—¡Demonios! Debo buscar a Evolet, se supone que debían esperarnos aquí.—El pelinegro pasa una mano por su cabello con desesperación.

La castaña a su lado se zafa de su agarre, noto el esfuerzo para mantenerse de pie y la veo hacerle una seña.

—Anda, ve por ella. El tiempo se está acabando.—Le habla con detenimiento y veo como sus ojos se vuelven de un rojo brillante.

Los ojos de Zander se inundan de un resplandeciente dorado, fija su vista a través de los cristales mirando hacia el bosque. De un salto se convierte en un gran lobo de espeso pelaje negro y sale corriendo atravesando el cristal, destrozando todo a su paso.

—¿Qué…?

—Alguien está atacando a su amada.—Me interrumpe ella sin inmutarse.

Mi pecho se oprime y volteo mi cabeza hacia el bosque «Ella no».

Me aparto de Desmond y salgo corriendo en dirección al lugar donde se fue Zander. Una lágrima resbala por mi mejilla y… un fuerte impacto hace que mi cuerpo vuele al otro lado del lobby. Golpeo mi cabeza contra el duro piso al caer, un sonido ensordece mis oídos y mis vista se opaca. Activo mis sentidos y levanto mi cabeza al escuchar mi nombre a lo lejos.

Parpadeo varias veces y veo todo con claridad. Veo como Des y Trent intentan venir hacia mi, pero un gran trozo de concreto cae al piso. Miro arriba notando como el castillo se está viniendo abajo, «Mierda».

Las personas pasan por mi lado corriendo a la salida más cercana. Me levanto rápidamente del piso y corro con mucha velocidad al escuchar que sigue cayendo. Todos me tropiezan queriendo salir primero, Somber Moon se está derrumbando, se está destruyendo ¿Está llegando a su fin?

El frío viento de la noche pega contra mi rostro, la lluvia cae con furor, los rayos no cesan al igual que los relámpagos. Recordándome aquella tormenta que presencié cuando estaba pequeña. Miro a mi alrededor buscando a Desmond o a alguien que conozca, pero no los encuentro. En cambio,veo a varios guardianes luchando contra unas personas que no había visto jamás.

Algunos lobos luchan entre ellos, vampiros arremeten contra cualquier ser destruyendolos. Ya no sé cuáles son los buenos y los malos.

Caigo en el piso cuando alguien me empuja, levanto mi cabeza enseguida y veo a un chico que con solo un movimiento de sus manos, envía a un enorme lobo al otro lado del jardín.

—Asegúrate de estar atenta a tu alrededor. Iban a matarte—dice al girar su rostro hacia mi, para después convertirse en un gran lobo marrón y salir corriendo.

—Gracias—susurro al viento.

«¿Dónde están?».

Evony.

Giro mi cabeza hacia aquella voz.

Evony.

Busco con la mirada a alguien, pero se que la voz solo está en mi mente. Es mi conciencia, no hay nadie ahí.

Un fuerte resplandor alumbra todo el lugar y el piso bajo mis pies tiembla.

—¡Danin!—Grita alguien a mis espaldas, y giro hallando a uno de los hombres que me atacó la vez en el bosque.

Formo dos esferas de fuego en mis manos, y me impresiona ver qué salgan con más magnitud que las veces anteriores. Se supone que debería estar debilitada.

—¡Matenla!—Ordena a otras personas.

Todos corren en mi dirección a una gran velocidad. Lanzo el fuego hacia ellos pero lo esquiva con facilidad. Mierda. Pongo mis manos sobre el piso y este comienza a temblar, varias raíces salen del suelo y se incrustran en sus extremidades. Algunos los rompen y llegan hasta donde estoy. Con ambas manos creo un escudo y cuando los detienen arrojo fuego, quemando solo a algunos.

—¡Morirás Danin!

—Si, pero no hoy—espeto, elevo mis manos y su cuerpo vuela impactando contra un árbol.

¿Eso lo hice yo?

Siento un golpe en mi espalda y caigo al piso, ruedo mi cuerpo quedando boca arriba cuando de pronto, una vampira cae sobre mi. Entierra sus garras a mis hombros sacándome un grito, sus afiliados colmillos salen a la vista y ella intenta morderme. Un golpe en su nuca la detiene, alguien rodea su cuello con amabas manos y de un momento a otro, desprende la cabeza de su cuerpo.

La sangre salpica en mi rostro y aparto el cuerpo al ponerme de pie. Un chico de cabello rubio frente a mi, sostiene la cabeza de la mujer. Levanta su mirada y una sonrisa tira de sus labios para luego arrojarse hacia otro vampiro.

¿Que demonios?

—¡Evony!

Me vuelvo hacia esa voz topándome con un pelirrojo, con el corazón acelerado corro hasta donde se encuentra luchando con otro vampiro. Elevo nuevamente mis manos y, extendiendo la rama de un árbol, lo incrustro alrededor de su brazo arrojándolo lejos de donde estamos.

—Adam—pronuncio con la reparación agitada—. Ne...cesito llegar...con Evolet.

Las palabras me salen entrecortadas, debido al nudo contenido en mi garganta.

—¿Le ocurrió algo a Evolet?—Junta sus cejas con preocupación.

—Solo se qué alguien la estaba atacando.

Una opresión en el pecho me saca un par de lágrimas, llevo mi mano ahí al tener una terrible sensación.

Ven conmigo.—Busco esa voz con la mirada—. Estoy cerca, por favor, ven conmigo.

Siento escalofríos al escuchar esa voz en mi cabeza, busco entre la multitud sin saber a quién le pertenece. Pero algo en ella, me hace querer ir a buscarla.

—¡Evony!—Adam sacude mis hombros y su vista cae en mis brazos—. Esas marcas…

—Debo ir por ella.—Me alejo de el, comenzando a correr en busca de la rubia y de esa voz.

Algo me dice que están en el mismo lugar.

Escucho una maldición a mis espaldas y se que es Adam quién ha comenzado a seguirme. Esquivo a las personas que pelean entre ellos, haya muchos soldados que imagino son del reino. Sigo corriendo sin saber a dónde voy, solo dejo que mis pies me guíen. No reparo nada a mi alrededor, pero escucho gruñidos y gritos desgarradores.

—¡Dentente Evony!—Grita el pelirrojo, pero es tarde para hacerlo.

Mi cuerpo atraviesa una especie de barrera, dejándome sin alguna salida. Contento la reparación al presenciar la escena frente a mi. El cuerpo de Eric yace sobre el húmedo césped, sin dar algún indicio de vida. Una mujer que no logro ver el rostro, pelea contra dos vampiros sin detenerse. Y de último, veo a un hombre con las manos hacia arriba, elevando los cuerpos de ida chicas en el aire.

Siendo una de ellas, Evolet.

—No…

El hombre fija su vista en mi formando una sonrisa torcida en sus labios. Sin pensarlo dos veces, lanzo dos esferas de fuego en su dirección que logra detener con un movimiento de manos. Evolet lleva las manos a su cuello, mientras su rostro se está tornando morado. Siento la rabia crecer en mi, siento irá por lo que está haciendo. Y la arrogante sonrisa en su cara, solo me enloquece más.

Mi pecho arde al igual que mis ojos, siento el púrpura inundarlos y como algo estalla dentro de mi.

—No tengo miedo de ti Danin, estás debilitada—espeta el hombre de ojos oscuros.

Una sonrisa tira de mis labios y siento el fuego arder en mis manos.

—Ahora soy más fuerte que nunca y pienso demostrarlo.

El deja de sonreír al ver la intensidad del fuego.

—Soy Evony White, hija de una Diosa.

Corro en su dirección lanzando llamas hacia el, lo veo poner sus manos En el suelo enviando una ola de temblor en mi dirección, pero ese truco ya me lo sé. Doy un gran salto sintiendo mucha más agilidad que antes y esquivo la ola. Saco gruesas raíces bajo sus pies enredandola en el, pero se deshace de ellas con mucha facilidad.

El parte posterior del lugar,veo como como la barrera tiembla indicándome que alguien está tratando de destruirla.

—Date por vencida Evony, no podrás salvarlas a las dos—escupe, arrojando una bola de agua que detengo con ambas manos.

«El también posee varios poderes».

—Nunca me daré por vencida ¡Eso jamás!

Envío un tornado hacia el pero, lo detiene igual que yo hace unos segundos.

Mierda.

—No eres inmortal, nadie lo es por más que se esfuercen en decirlo. Cada ser tiene una manera de morir, y la tuya llegará esta noche.

—No si logro impedirlo a tiempo.

—A Hyan Fallon, nadie les cuestiona nada.

Envía un campo de fuerza en mi dirección. Cierro los ojos y al abrirlos nuevamente, aparezco detrás de él. Plantó amabas manos en el centro de su espalda con fuego en ellas, y no sé cómo lo hice, pero su cuerpo sale disparado hasta el toro lado de ella barrera.

El levanta la cabeza y mira dónde estoy.

Caiste.—Su voz suena en mi cabeza.

¿Que?

Un enorme agujero se abre bajo mis pies, mi cuerpo se desploma y caigo dentro golpeando todas mis extremidades en el trayecto. Todo mi cuerpo duele, pero no es comparado con el dolor que siento en mi pecho. Me pongo de pie con dificultad, miro arriba notando que me es difícil salir de aquí.

Uso mi poder para sacar raíces pero no funciona, mi magia no aparece por ama que me esfuerzo. «Esto debe tener algún hechizo».

Fuera escucho un estruendo, noto que la barrera desaparece dejando entrar la fuerte lluvia. Intento escalar pero en un segundo ya estoy abajo nuevamente.

¡Mierda!

—¡Evony!—Escucho que alguien gruta mi nombre.

—¡Estoy aquí!—Grito y doy un salto pero no alcanzo—¡Aquí abajo!

Escucho el aullido de un un lobo y luego muchos más siguiéndo a este.

Bajo la mirada al notar que un espeso líquido empieza a salir del suelo. Un viscoso líquido negro se pega a mis zapatos, uno que sale en abundancia llenado el pequeño espacio más y más.

—Evony.

Levanto la mirada cuando me llaman, encontrandome con Desmond.

—Des, ayúdame a salir de aquí.—Pido cuando el líquido alcanza ala mitad de mis piernas.

—Dame la mano.—Me la extiende y como puedo la tomo.

El tira del agarre sujetándome con fuerza, hasta que logra sacarme de ese agujero. Tomo una bocanada de aire al salir de ahí, y al levantar la mirada, veo caos y desastre frente a nosotros.

Veo a Zander en su forma lobuna luchando contra el hombre de ojos oscuros. Busco a Evolet con la mirada y la encuentro paralizada en medio de esta batalla.

—¡Evolet!—La llamo y no me escucha, pero el hombre que lucha con el pelinegro se da cuenta.

Lo veo formar una flecha con sus manos y enviarla en su dirección.

—NO—Grito cuando el objeto s esclava en el pecho de un lobo, uno que salió de la nada y quiso protegerla.

El lobo cae en el piso y es en ese momento que Evolet reacciona. Lleva sus ojos al cuerpo y la escucho soltar un grito de horror. Cae sobre sus rodillas, tocando al lobo con el cuerpo tembloroso. Su rostro se llena de lágrimas y solloza la ver qué no se mueve.

La opresión en mi pecho aumenta y varias lágrimas resbalan por mis mejillas. Mis pies se mueven guiandome hasta donde se encuentra.

La rubia sigue sollozando mientras se aferra al cuerpo lobuno de Keanu.

Es Keanu.

—Evo…

Las palabras quedan en el aire cuando una flecha se clava en mi pecho. Bajo la mirada viendo la sangre salir a borbotones de ahí y gran dolor recorrer mi cuerpo.

¿Esto es todo?

¿Voy a morir?

La oscuridad opaca mis vista y siento mi cuerpo desfallecer. Alguien me sujeta antes de tocar el suelo, y lo último que escucho antes de cerrar mis ojos al fin, es…

Cariño.

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¡Vayan a leer el Epílogo bombones!

Love u.

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