|CAPITULO 27|
Desmond.
Golpeo repetidas veces la barrera pero esta no se inmuta ni con un solo golpe. Maldición. No puede destruirse con nada. Alzo la daga clavándola contra la liza superficie de color negro y rebota sin lograr causar algún daño.
—¡Desmond!—Giro mi rostro hacia aquella voz. El pelirrojo llega a mi lado y su mirada se dirige a la barrera.
—¿Dónde está Evony? Debemos irnos ahora, están atacando el castillo.
—Alguien la atrapó en el estudio.—La rabia crece en mi y golpeo con el puño otra vez—¡Maldición! El Hierarch le está haciendo algo de que fue él quien hizo esto.
La barrera comienza a deshacerse dejando una espesa neblina a nuestro alrededor. Me hago paso entrando rápidamente al lugar con Adam siguiendo mis pasos. Solo que al hacerlo, no hay nadie. El estudio está completamente abandonado. El lugar está hecho una mierda y veo sangre derramada en el piso que se arrastra hasta la ventana.
Camino hasta ahí y me asomo por ella. El clan de Raylee prendió fuego a gran parte del bosque y el jardín secundario. Hay varias personas inerteses en el piso, algunas muertas y otras heridas. Me vuelvo hacia Adam con la ira ardiendo dentro de mi. No hay rastro de ella por ningún lado. Tomo la lámpara a mi derecha y la estrello contra la pared soltando un rugido de rabia.
—El se la llevó.—Grito con ira.
—Calma Desmond.—Adam me sujeta de los hombros—. Vamos por los demás y busquemos a Evony.
Mi cuerpo está tenso y no dejo de pensar en los posibles escenarios. En lo que le puede estar haciendo. No quiero que le haga daño, no a ella. No quiero que vuelva a ocurrir lo de hace cinco años. Paso las manos por mi cabello con frustración y salgo del estudio con el pelirrojo a mi lado.
En el lobby todo es un caos, todo está destruido a su paso y los guardianes luchan contra los súbditos de Raylee. No ví a la vampira por ningún lado, lo único que espero es que haya tenido su final. Adam y yo esquivamos los ataques y corremos hasta bajar al sótano, encontrando al resto del grupo allí alertas a cualquier ataque.
—Escaparemos ahora. Aprovechemos la distracción del ataque, puedo asegurarles que después de esto van a reforzar mucho más la barrera y el Trix será inútil.—Es lo primero que dice Connor colgando una mochila en sus hombros—¿Dónde está Evony?
Aprieto la mandíbula.
—Él la tiene.
—¿Qué?—Suelta Evolet con temor—. No, no, no. Debemos buscarla, no podemos irnos sin ella—Sus ojos se empañan.
—Calma mi luna, calma.—Zander la sostiene entre sus brazos.
Cómo permanecer en silencio mirando al suelo, analizando la situación y cómo debemos actuar. Pero no hay nada que ellos puedan hacer, sólo hay una opción en la que todos debemos estar de acuerdo.
—Ustedes escapen, yo me quedo y buscare Evony.—Les digo—. Cuando la encuentre haré lo posible para escapar de aquí.
—Tambien me quedo—dice rápidamente Evolet.
—No.—Gruñe Zander—. No lo harás, irás con ellos al castillo. Me quedaré aquí apoyando a Desmond y necesito que esté en un lugar seguro.
—Zander tiene razón Evolet, este ya no es un sitio seguro. Lo mejor es que vayas con los demás—argumento.
—No me iré—gruñe volviendo sus ojos dorados—. Evony es mi amiga y no pienso dejarla sola. Ahora escuchen muy bien lo que haremos. Todos van a escapar y se irán al castillo e informaran lo que sucedió. Zander, Desmond y yo nos quedaremos y vamos a buscar a Evony. Nos encontraremos en el reino y si ustedes ven que ha pasado una semana y aún no hemos llegado, envíen ayuda—dice esto último señalando al grupo.
Todos permanecen en silencio y atónitos debido al tono empleado por ella. El mismo tono que usa un Alfa cuando se dirige a su manada. Zander se coloca su lado con los ojos igual de dorados, mantiene su mirada fija en todos nosotros esperando que alguno objete o de su opinión.
—¿Cómo llegaremos al reino? Zander es el único que conoce el camino.—Aira interroga sin moverse de su lugar.
El pelinegro da un paso al frente y quita de su cuello un amuleto, lo extiende hacia Connor y este asiente mirando el objeto qué brilla de un color azul al ser tocado por él.
—Este amuleto los guiará hacia Midnigth Darkness. Alguien me recomendó traerlo y grabó el camino en él. Pensé que no lo utilizaría pero veo que ella sabía que lo iba a necesitar.
—Creo que ya todo está claro y planteado.—Evolet vuelve sus ojos a la normalidad. Creo que ya todos sospechamos lo mismo.
—Hay que movilizarnos ahora, el tiempo se nos va acabar—musita Kristell empuñando una daga.
Todos asienten y veo a la rubia abrazar a las otras dos chicas.
—Hay un lugar donde posiblemente esté Evony—dice Connor al acercarse a mi—. En el antiguo salón de bailes hay un pasadizo, está detrás del cuadro Somon. No sé hacia donde da pero tengo la sospecha que es ahí a donde llevan a los caídos.
Una opresión en el pecho me descoloca al saber que es en ese lugar.
—¿Por qué nunca lo atravesaste?
—Intente hacerlo pero un escudo me detuvo. Todo aquí está hechizado Desmond, confío en que tú podrás derribarlo.
—Si el hechizo lo hizo el Hierarch no podré deshacerlo—mascullo.
Connor pone su mano en mi hombro.
—Lo lograrás.
Sus palabras me desconciertan, en especial por la manera en que lo dijo. Cómo si hubiera mucho más detrás de ellas. Cómo si estuviera ocultando algo. Quita su mano de mi hombro y se aleja hasta caminar hacia Daysha. Mis ojos no se despegan de él porque ahora sé que me está ocultando una cosa. No será en este momento que lo interrogue. Tiempo es lo que menos queda, peor pronto lo haré y descubriré que es.
No voy a olvidarlo.
—Vamos.—La voz de Adam me saca de mis cavilaciones.
—Nos veremos allá.—Les digo a mi grupo.
—Será mejor que sea así—musita el pelirrojo.
—Por favor rescata a Evony y no dejes que le hagan lo mismo que a mi—murmura Aira al acercarse a mi y envolverme en sus brazos.
Correspondo al abrazo y no pasa mucho tiempo cuando el resto del grupo se nos une. Ellos no solo son unos amigos para mí, ellos son como mis hermanos, los únicos en los que he confiado y apoyado desde que los conocí. Y se que el sentimiento lo compartimos todos. El grupo Zeta, no es solo eso. Somos una familia.
—Lamento interrumpir pero es hora de partir. El Hierarch no tardará en encargarse de Raylee y su clan.—Nos dice Connor.
Vemos como ellos comienzan a subir las escaleras pero la voz de Zander los detiene.
—Diganle al rey que no pienso fallar en la misión.
Y luego de escucharlo, ellos se marchan.
Evolet.
Como todos esperábamos, los vampiros del clan de Raylee desaparecieron de un instante a otro. Cuando vimos que estaban atacando el castillo, nos encontramos con conor y nos dijo lo que estaba pasando. Sentí terror y mucho miedo al saber que era ella quién estaba detrás de todo esto. Esa vampira no se cansaba de destruir todo a su paso.
Pero si hay algo que me desmorono, fué saber que el Hierarch tiene a Evony.
El nudo en mi garganta se hace más grande y reprimo las ganas de llorar. No quiero que a Evony le pase algo, no quiero que roben su magia. Debemos encontrarla.
Me detengo al lado de unas chicas con la vista fija en el podio. Después de una larga noche en la que estuvimos ayudando a arreglar todo lo que quedó destrozado, el líder y su renglón nos convocaron a venir al jardín. Tengo curiosidad por saber qué piensan sobre que Connor no está por ningún lado.
Las chicas a mi lado se alejan como normalmente lo hacen. Tarde aprendí que no hay nada malo en mí, no tengo la culpa que las personas a mi alrededor no me aprecien como persona. Ahora no me importa lo que ellos piensen de mí. Sólo yo, sé quién soy realmente. Cómo Evony me dijo hace unos días, soy una fuerte loba y nunca dejaré de serlo.
Una persona se sitúa a mi lado rozando nuestras manos en el trayecto. Giro levemente mi cabeza hacia él, conteniendo las ganas de abrazarlo y darle muchos besos.
Zander no ha querido dejarme ni un segundo a solas, a todos lados que me muevo él va detrás de mi, y lo agradezco mucho. Es cierto que este lugar no es seguro para nadie y el solo quiere protegerme.
—Señorita Evolet—murmura sin mirarme.
Reprimo una sonrisa y mantengo mi vista al frente.
—Entrenador Chase.
Ambos vemos a Desmond acercarse a nosotros con una cara de pocos amigos. Y es normal que esté así.
Hace unas horas fuimos al lugar que le indicó Connor, no fue difícil de encontrarlo puesto que Desmond ya había estado ahí antes. Ninguno de los tres contaba que el viejo salón de bailes estuviera resguardado por soldados.
Algo que era de esperarse, pero que ninguno de nosotros se le ocurrió.
Eso sólo confirmó nuestras sospechas.
Evony está en ese lugar.
—Habitantes de Somber Moon.—Habla nombre de cabello oscuro—. Muy pocos saben quién soy, no era momento de presentarme pero dado los hechos, debemos apresurar las cosas. Mi nombre es Hyan y soy el nuevo líder de la organización.
Los murmullos se hacen presente por la improvista noticia. Comparto una mirada con los dos chicos a mi lado. Esto sí que no lo esperábamos en absoluto. Muchas preguntas llegan a mi cabeza y la duda de saber qué pasó con Eric me carcome. Sé bien que Eric no es la persona más santa y por algo fue el líder, pero conmigo no ha sido más que bueno y no puedo evitar preocuparme por lo que haya pasado.
—Muchos aprendices y mentores han sido raptados por el clan Vam Kamp, siendo uno de los casos el sub líder Connor Stewart.—Sigue hablando—. No podemos permitir que esto vuelva a ocurrir, no dejemos que nos vuelvan a atacar. En Somber Moon nadie es débil, somos muchos más fuerte que el resto de los seres sobrenaturales. Un consejo que les doy y espero tengan en cuenta. Antes de ser atacado, ataquen primero, y con sólo una frase en mente. Matar o morir.
Muchos comienzan aplaudir de acuerdo con el discurso del nuevo líder, mientras que otros se quedan observándolos sin hacer nada. Pero las miradas sugerentes de los soldados a nuestro alrededor, nos obligan hacerlo. Si antes Somber Moon era peligroso, ahora lo es aún más. Y ese nuevo líder me da una mala sensación, además que al ver su cara me da aires de alguien más. Se parece en muchos aspectos a...
—Evolet.—Me llaman y dirijo mi vista a Desmond.
—¿Si?—Salgo completamente de mis pensamientos al darme cuenta de algo.
—Ya terminó la convocatoria, debemos retirarnos.—Avisa señalando las salida.
Asiento y nos encaminamos a la salida, echo un último vistazo al nuevo líder y lo encuentro mirando en nuestra dirección. Examino una vez más su rostro, sus ojos conectan con los míos y retiro rápidamente la mirada.
Debo estar equivocada.
Los chicos se alejan de mí y con sólo mirar a Zander, entiendo enseguida lo que quiere que haga.
Segundos más tarde sin haber sido notada, me encuentro en el sótano con los dos chicos esperando la que era habitación de Daysha.
—Algo están planeando y por ello el cambio de líder—masculla Desmond, cuando ya estamos los tres juntos.
—Debemos buscar la manera de sacar a Evony de esa guarida—digo—. Las cosas en este lugar se pondrán peor chicos, no solo ella es la que corre peligro ahora, sino todos.
—Sabia que los encontraría aquí.—Una sombra emerge de la oscuridad.
Zander me pone detrás de él y me quedo mirando a la persona que se hace más clara.
—No dudaremos en matarte si es necesario.—Desmond es quien decide hablar dando un paso al frente y mirar directamente a Eric.
—No lo estoy dudando, sé que son muy capaces de eso y más.—Pasa la mirada por todos nosotros—. Encontré a Connor escapando con tu grupo, estoy enterado de sus planes desde hace mucho tiempo, incluso antes que él.
—¿Se supone que debo creerte?—No dice nada—. Si lo sabías desde hace mucho ¿Por qué no hiciste nada?
Desmond tensa la mandíbula sin apartar su vista del ex líder.
—Creanlo o no chicos, pero no soy el malo en esta historia. Estoy aquí porque fui secuestrado igual que ustedes dos. También intenté escapar y lo único que gane fue que asesinaran a mi mujer y mi hijo creciera sin saber que soy su padre—dice esto último con rabia acumulada.
Doy un paso al frente apartando el brazo de Zander.
—¿Tienes un hijo?
El desvía sus ojos a mí y su mirada se torna triste.
—El es la razón por la que he protegido su grupo durante todos estos años. Y es jodidamente doloroso para mí que él no esté enterado que yo soy su padre.
—¿Quién es tu hijo?—inquiere Zander.
Hace un breve silencio al cerrar los ojos, y al abrirlos nuevamente, dice el nombre de su hijo.
—Adam.
°°°
Evony.
—Despierta.
Puedo sentir como alguien mueve mi cuerpo con la intención de despertarme, pero ya estoy despierta. Escucho todo lo que está a mi alrededor, estoy consciente de lo que está pasando. Sólo que por más que lo intento, no puedo abrir mis ojos. Tampoco puedo hacer algún movimiento.
—Por favor, des...
El sonido de un cerrojo interrumpe a la voz, y se calla rápidamente. La puerta es abierta y unos pasos son audibles, unos que se acercan cada vez más.
—No tiembles Eblu, no he venido por ti. Hoy es el turno de tu nueva compañera—musita la voz de un hombre.
¿Eblu? ¿La compañera de Aira?
—Van a pagar por todo lo que han hecho, la Diosa los va a destruir a todos ustedes—dice con voz temblorosa—. No saldrán victoriosos de esto.
—Mejor cállate Evanshee, quién no saldrá con vida de aquí serás tú.—Se ríe con malicia—. Tus hermanos no te están buscando, te han olvidado. Morirás entre estas paredes, en las manos del Hierarch.
—Eso ya lo veremos—susurra con rabia.
Unos fuertes brazos me sujetan, levantándome del rústico piso. Mi corazón comienza a palpitar con fuerza y los nervios se arremolinan en mi estómago ¿A dónde piensa llevarme? «Haz algo Evony. Lucha por tu vida». El miedo me invade a medida que el sigue avanzando ¡Mierda! ¿Por qué no puedo moverme?
Debo salir de aquí. Debo escapar de este lugar.
—Te están esperando ahí dentro. Apresúrate—dice la voz de una mujer cuando el hombre que me sostiene se detiene.
El reanuda su marcha y luego siento como deposita mi cuerpo sobre una superficie dura.
—Hierarch—escucho como susurra el hombre.
Mi respiración se detiene y por fin logro mover un dedo.
—Puedes retirarte Kastiel—musita la misma voz que ha atormentado a muchos. La misma que escucho en mis pesadillas.
La voz del Hierarch.
«Vamos Evony, reacciona».
—No puedes hacerlo, aún no pasará el efecto del hechizo—me dice al acercarse a mi.
Su presencia es tan abrasadora, tan oscura, amenazante y peligrosa. Si pudiera moverme y abrir los ojos, no dudaría en atacarlo con tal de matarlo.
«No soy una asesina, pero el Hierarch es un monstruo, y a los monstruos hay que desaparecerlos».
—No pienses tanto Evony, nadie podrá rescatarte ahora, ni tu misma.—Algo me presiona ambas muñecas—. Y si llega a suceder, será tarde.
Unos pasos se acercan a nosotros y escucho como dejan caer algo a mi lado.
—Aqui está lo que me pidió Hierarch.
—Esparcelo sobre ella.—Le ordeno con exigencia.
El hombre acata su orden sin rechistar, espero con nervios que algo caiga sobre mi, pero no sucede nada. Un fuerte olor a madera llega a mi fosas nasales, otro olor que no puedo identificar llega a mi y este solo me repugna al punto de causarme náuseas.
—¡Agh!—Grito al sentir que algo se entierra en mis muñecas.
—El efecto está pasando mi Hierarch.
—No te preocupes por eso Kastiel, terminaré antes que eso suceda.
Al terminar de decir eso, suelto otro grito desgarrador al sentir algo puntiagudo enterrarse en mi pecho. El aire se va de mis pulmones cuando lo retuerce en ese lugar, y los escalofríos invaden mi cuerpo por completo.
—Translatio.—Lo oigo murmurar en otro idioma.
Mi cuerpo se congela y de la nada comienza a temblar, mis sentidos son nulos y lo único que mis oídos escuchan es un fuerte pitido ensordecedor. Algo corre dentro de mi cortándome la respiración, dejándome sin energía. Es como si estuvieran extrayendo mi alma. El fuerte latido palpitante de mi corazón va a una velocidad inhumana, siento mi cuerpo más ligero, como si algo muy importante se hubiera ido.
¿Es así como se siente que roben tu magia?
¿Así se sintió Aira?
Así se sintieron todas esas personas que fueron víctimas del Hierarch.
—¡Detente!—Alguien grita y lo segundo que escucho son vidrios rotos, seguido del fuerte olor a madera en el aire.
Todo se detiene, ya no me están haciendo nada, pero...
Es tarde.
—Vete de aquí Trent—pronuncia esa voz tan repugnante.
—No—ruge en molestia—. No vas a dañarla, no a ella. No voy a permitir que le vuelvas hacer eso. Te ganarás un enemigo si la tocas nuevamente—dice con la voz tan fría e imponente.
—Oh, dulce Crow. Cuida muy bien tus palabras y guarda tus amenazas para alguien más. Recuerda muy bien con quién estás hablando.
—Y porque sé con quién estoy hablando, es que te digo esto.
—Largo de aquí—exige con mucha ira.
—No.
Suelto un jadeo cuando algo se ancla en mi garganta.
—Somnum—susurra y mis ojos se oscurecen.
°°°
Evony.
Debes escapar.
Corre.
Abro mis párpados cuando esa voz lejana me habla. Recupero el aliento y me levanto sobresaltada, hallando nada amas que oscuridad a mi alrededor. Algo suena detrás de mi, suelto un jadeo llena de terror pero solo es una pequeña ventana que se abrió con la fuerza del viento. Por un momento pienso en escapar por ahí, pero al ver los barrotes el pensamiento desaparece rápidamente. Todo está oscuro allí afuera, con solo el fuerte resplandor de la luna iluminando.
Giro mi cabeza un lado y me alarmo al ver a la compañera de Aira desmayada en el piso. Me muevo hacia ella y al tomarla de los hombros, me quedo paralizada al ver las marcas en mis brazos.
—No.
Mi voz sale rota y es así como me siento en este momento. Líneas negras permanecen plasmadas en mis brazos, recordándome lo que sucedió, lo que hizo el Hierarch. Después de todo si cumplió su cometido. Robar parte de mi magia.
Mis ojos se empañan pero me niego a derramar una lágrima, no voy a darle el gusto al Hierarch de verme llorando. El aún no ha ganado esto. Froto la manos en mis ojos. Voy a matarlo. Juro que lo haré.
—No llores Vony.
Me tenso al escuchar su voz. No me muevo, no me vuelvo hacia él. No entiendo porqué me llama así. No entiendo porqué me emociona que él me diga de esa manera.
—Por favor, solo mírame.—Pide con voz suplicante.
No entiendo tantas cosas.
Cómo no entiendo porqué me vuelvo hacia él sin rechistar.
—Vony.
Sus ojos.
Un profundo azul abarca sus orbes, tan profundos que me cuesta apartar la mirada. Algunos mechones oscuros caen sobre su frente, dándole una aspecto más rebelde. Su cuerpo ejercitado se mueve a paso lento hacia mi. El no despega su vista de mi rostro y veo como sus ojos brillan al estar frente a mi.
—¿Quien eres tú?
El se arrodilla quedando a mi altura y al tenerlo tan cerca, un suave aroma a café llega a mi nariz.
—El Crow.—Lleva una mano a mi mejilla y no me aparto—. Siempre he sido yo, Vony.
Y entonces, sella mis labios con los suyos.
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Translatio= Traspaso.
Somnum= Duerme.
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¡Holisss hermosos bombones! :)
Y ¿Que tal eso capítulo de hoy?
¿Quien es el Crow? ¿Recuerdan haber leído el nombre antes?
Ay, pobre Evony, le han hecho lo que más temía :'(
No olviden votar y comentar (así sabré cuánto les está gustando el libro) <3
Se acerca el final *sonríe*
Love u.
Besos.
Allyn Sonaher.
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