|CAPITULO 26|
Evony.
El pelirrojo pasa a mi lado y envuelve a la pelinegra en un abrazo, el cual ella corresponde dando saltitos y plasma un sonoro beso en su mejilla soltando una risa.
¿Que está pasando?
Echo un vistazo al resto que está igual que yo. Muy sorprendidos. Nunca imaginé que ellos podrían conocerse. Daysha nunca lo mencionó y Adam no habló de ello cuando les conté sobre la pelinegra. Me adentro a la habitación con los demás siguiéndome. Keanu cierra la puerta al ser el último en pasar. Vemos como ella deja de abrazar a Adam y se vuelve hacia nosotros con una resplandeciente sonrisa.
—Estaba tan ansiosa por conocerlos—les dice—. Soy Daysha.—Se acerca a cada uno presentándose, hasta que llega a Kristell y está la mira con recelo—. Estate tranquila, no pienso quitarte a tu novio. Ese es el trabajo de su compañera—bromea y suelta a reír.
La habitación se queda en silencio, con solo el sonido de su risa y la de Keanu que rápidamente se calla al ser fulminado por la mirada de Kris.
—¿Cómo se conocen Adam y tú?—Desmond la interrumpe ganándose la atención de ella.
Daysha retira el cabello de sus hombros.
—Fue hace muchos años, este chico solía venir al sótano a leer.—Arruga el entrecejo—¿Quien Lee en un sótano?
—Uno de esos días escuché un ruido provenir de aquí, fue en ese momento que la vi por primera vez.
—Desde ese entonces nos hicimos amigos y el se comprometió a cuidarme, hasta que...
—Un lobo la reclamó como su mate.—Termina él por ella.
—¿Por qué no me hablaste sobre ella?—Kristell da un paso hacia Adam.
—Le hice prometerme que no le hablaría a nadie sobre mi—responde Daysha por el—. No es su culpa, solo estaba cumpliendo con su palabra.
—¿Cuando paso eso?—inquiere Des.
—Hace cinco años, aunque pareciera que fue hace un siglo—rie.
La pelinegra toma asiento sobre su cama y nos mira a todos con una sonrisa.
—Evony dijo que quieres escapar con nosotros—comenta Aira al sentarse en una de las sillas.
—Es momento de salir de este lugar. No pienso quedarme aquí lo que resta de mi vida.—Su semblante se torna serio.
—¿Tu compañero lo sabe?—Zander quien había permanecido en silencio, pregunta hacia ella—. Queremos saber quién es, y estoy hablando por todos.
Mierda.
La pelinegra y yo compartimos una mirada, en sus ojos puedo ver qué les dirá quién es en realidad. Conociendolos a ellos, se que todo podría salir mal. No aceptarán que le cuente a Connor sobre nuestro plan. Mierda. Ahora que lo pienso, todo se podría estropear si él se entera.
Daysha abre su boca para hablar y...
—Espera un segundo. No les digas aún.—La interrumpo al hablarle mentalmente.
—¿Por qué no...?
—No sabía que tendrías visita Daysha.
Una fuerte voz suena desde la entrada de la habitación. Me congelo al reconocer la voz y me vuelvo hacia allí, hallando a un Connor de brazos cruzados y mirada inexpresiva. Todos se vuelven hacia él de inmediato. Los chicos adoptan una postura defensiva listos para atacar, pero una Daysha haciéndose paso entre ellos y posicionandose al lado de Connor, les impide cualquier cosa.
—Chicos, mi compañero y amado lobo, Connor.—Les presenta y dirige su vista al hombre a su lado—. Connor, ellos son el grupo de Evony. Con ellos escaparemos de aquí.
—Sabes que él es la mano derecha del líder ¿Verdad?—Kristell alza una ceja.
—Si lo que insinúan es que mi lobo está de parte del Hierarch, déjenme informarles que todos están muy equivocados.
—Demuestra que estás en lo cierto.—Le dice Desmond.
Daysha aprieta sus manos al escuchar el tono de Desmond.
—Diles la verdad Connor.—Le da dos palmadas en la espalda a su lobo. Este no escucha lo que dice, sigue sin apartar su mirada de todos lo que estamos en la pequeña habitación.
—¿Por qué me ocultaste esto Daysha?—Gira su rostro hacia ella.
—Iba hacerlo, lo juro.
—¿Cuando tuvieras la mochila lista?—pregunta con ironía.
—¿Si?—Ella hace un mohin.
—Este tipo de cosas no se mantienen ocultas Daysha Allen—reprocha con enojo.
—Lo sé, pero uno de nosotros tenía que buscar la manera de salir. Y no veo que tú lo estes haciendo.—El tensa la mandíbula y ella relaja su tono—. Entiende que solos nunca podremos escapar. No quiero seguir en este lugar mi lobo, ya no podemos estar aquí.—Y lleva la mano de él a su estómago.
Miro atónita la escena con los ojos muy abiertos. No puede ser ¿Daysha está embarazada?
Observo de reojo a los demás, notando que las chicas están igual que yo. Miro de nuevo a la pareja frente a nosotros, dandome cuenta que Connor tampoco se esperaba la noticia.
Daysha si que sabe ocultar cosas.
—Por favor, cuéntales porqué está aquí—musita con voz suave. El acaricia su mejilla aún en shock, dejando un beso en su frente y voltea a mirarnos a todos.
—El motivo por el que llegué a Somber Moon, fue mi hermana.—Comienza—. Hace cincos años y medio, la manada a la cuál pertenecía fue atacada por el Hierarch. Estaba buscando algo. Mis padres murieron ese día, muchos lo hicieron. Los que quedaron con vida escaparon y algunos fueron atrapados por los guardianes. Entre ellos mi hermana. Pensé que fueron traídos aquí, así que me infiltre con la ayuda de un hombre que conocí una de las veces que estuve merodeando. Con la ayuda de Eric.
Todos compartimos una mirada.
—Eric no es tan mala persona como muchos creen, el solo sigue órdenes. Me ayudó a entrar aquí, solo que cuando estuve dentro descubrí que mi hermana no estaba en este lugar. Entonces me di cuenta que ya era demasiado tarde para escapar, ya estaba siendo vigilado. Esa misma tarde encontré a Daysha y me dije que infiltrarme no fue en vano. Aquí encontré a mi compañera.—Da un apretón en la mano a Daysha.
—¿A qué manada pertenecías?—interroga Zander.
Connor levanta la mirada.
—New Light.
—Conocia esa manada, teníamos alianza con ellos hasta que la destruyeron—comenta—. Si te sirve de algo, algunos habitantes llegaron a mi manada buscando refugio. Entre ellos dos adolescentes.
Daysha sonríe y da un paso al frente sin soltar la mano de él.
—Alguno de esos habitantes lleva por nombre Kya—pregunta ansiosa.
Zander aplana sus labios y tarda unos segundos en responder.
—Ninguno de ellos lleva ese nombre.—La sonrisa de ella cae—. Pero hay una chica que se negó a decirnos el suyo, nos pidió que la llamarán Lydia.
Connor empuña sus manos y una mueca de tristeza aparece en su rostro.
—Nuca la encontraré—susurra con voz enroquecida.
—Podrias preguntarle a los que están en la manada de él—señala a Zander—. Quizás ellos saben algo de Kya.
—Pueden venir con nosotros, no tenemos ningún inconveniente con eso ¿Cierto chicos?—Les digo y todos niegan.
—Tienes dos opciones Stewart, o te unes a nosotros.—Des da un paso al frente—. O te quedas en este lugar esperando tu muerte.
El cuerpo de Connor se tensa al igual que el ambiente. El clava su vista en Daysha y está lo mira de manera suplicante con un puchero en los labios. Connor sonríe por el gesto de la pelinegra y optando por una mirada seria, se vuelve hacia Des extendiendo su mano al frente.
—Acepto.
Y ambos estrechan sus manos.
—Ya que todos estamos de acuerdo con escapar, empecemos armar todo ahora mismo. Keanu y yo, ya hemos encontrado el Trix.—Aira pone su mochila sobre la cama de Daysha y saca lo que contiene la caja.
—Jodida mierda ¿Dónde la encontraron?—Adam se acerca a ella, agarrando el Trix.
—En la oficina de...Eric—dice esto último mirando de reojo a Connor.
—Imagino que no lo saben chicos, pero Eric tiene cámaras en su oficina—menciona echándonos un vistazo a Des y a mi.
Mierda.
—Eso no es bueno—musita la morena.
—De el me encargo yo—la tranquiliza—. Procedamos con el plan. Debemos apresurarnos, los soldados harán guardia está noche en los pasillos.
—¿Órdenes del líder?—Adam alborota su cabello.
—Eric de líder, solo tiene el título. Son otras personas quienes toman las decisiones.
—¿Podemos enfocarnos en el plan?—Evolet avanza hasta tomar asiento junto a Aira en la cama.
Doy unas leves palmadas llamando la atención de todos.
—Si no hemos escapado es porque estábamos buscando el Trix. Ahora que lo tenemos debemos decidir cuando lo haremos.
—Los guardianes reforzaron la vigilancia, tenemos que ser más precavidos ahora—masculla Des en mi dirección.
—Lo más conveniente sería que lo hagamos mañana—suelta Connor—. Es el momento indicado para hacerlo. Harán una convocatoria a la que asistirán todos en el castillo. Las fronteras estarán escasas de vigilancia, solo habrán seis guardianes Lirux, entre todos podremos con ellos.
Todos nos miramos sopesando la propuesta de Connor. Suena tentador emprender el plan mañana mismo, pero a la vez suena un poco arriesgado. Un paso en falso y todos caeremos. Debo recordarme que en cualquier momento que lo hagamos será arriesgado. Eso no lo podemos evitar. Tal vez lo mejor es seguir el de Connor, o quizás nunca tendremos la oportunidad como ahora.
—Connor tiene razón, no tenemos mejor oportunidad que esta. Muchas cosas pueden pasar después de la convocatoria y no se ustedes, pero yo ya no quiero estar un segundo más aquí
Desmond se posiciona a mi lado.
—Si están a favor de hacerlo mañana, den un paso al frente.
Cada uno de los chicos sin dudar, dan un país al frente con un semblante determinado.
—El grupo Zeta zarpará mañana.
Nos disponemos armar el plan y pasado unos minutos, tenemos determinado lo que haremos. Connor dijo que la convocatoria será a las diez, y a esa hora ya todos debemos estar preparados y listos con nuestras mochilas. Cada uno debe llegar al claro junto al lago con suma precaución, deben tener cuidado y no ser vistos por nadie. Si ese es el caso, solo deben hacer una cosa.
Matarlo.
Y los chicos están dispuestos a cumplirlo si llegara a pasar.
Escaparemos por el bosque susurros, Zander conoce el camino hacia el reino. Es largo pero no imposible. Y con la ayuda del Trix romperemos parte de ella barrera por dónde saldremos. Luego de cruzarla debemos tener mucho cuidado, según las palabras del Alfa. El bosque susurros es muy peligroso, en el habitan solo seres malignos.
Uno de ellos es el clan Falling.
La idea es que debemos ser muy sigilosos pero también rápidos.
Todo este plan y el escape me tienen tan ansiosa que olvide mi parte del plan. Solo hay algo que no olvide y fue el arranque de desconfianza de Desmond hacia mi.
—Evony, espera.—Una mano me agarra de la muñeca, vuelvo la mirada a Des que no aparta su vista de mi.
El resto del grupo ya se han marchado hace unos segundos a sus dormitorios. Los soldados ya deben estar dentro del castillo, por lo que decidimos retirarnos y descansar. Me zafo del agarre de él y lo ignoro reanudando de nuevo mi camino a la habitación.
Escucho como maldice al darle la espalda y sin prestar más atención, salgo del sótano al verificar que no hay nadie vigilando. Los pasos de él se hacen presente mientras me sigue. Apresuro más el paso pero una luz de linterna me detiene. Des me toma de la mano abriendo una puerta a nuestra izquierda, adentrandonos a ambos en una especie de habitación.
Los grandes ventanales se encuentran entreabiertos con unas finas cortinas cubriéndolas. El fresco viento nocturno entra por ellos, haciendo más notorio el frío a nuestro alrededor. La luz de la linterna desaparece luego de unos segundos, Des pega su oído a la puerta y pone un dedo en sus labios pidiendo que no hable.
Reparo con la mirada la habitación, y ahora que la veo mejor, noto cuan inmensa. Parece alguna especie de estudio. Un juego de muebles frente a un extenso librero, un escritorio del otro lado y otro librero de forma ovalada con muchos más libros. Varios cuadros con la imagen de una silueta colgados en las paredes y una repisa con una caja de cristal encima.
—Se han ido.
Ignoró la voz del chico a mis espaldas y me acerco hasta aquella repisa. Des también se acerca y ambos quedamos frente a ella.
Mierda.
—Demonios—suelta el con el rostro pálido—¿Desde cuándo está esto aquí?
—La has visto antes ¿No es así? por eso el dibujo en tu cuaderno.—Le digo.
El arruga su entrecejo mirándome confundido.
—Esta es la daga que usé cuando...—Aclara su garganta—. Cuando Dhana murió. La dejé escondida pero alguien más la encontró y se la robó.
Mi estómago da un vuelco.
—Esa daga estaba en la oficina de Elsa, mi tía—agrego al mirarlo de nuevo—. Cuando iba a escapar con Sherlyn la tomé y la llevé conmigo. Pensé que se perdió durante el accidente.
—Alguien la recuperó.
—Y ahora soy yo quien la va a recuperar.
Estiro mis manos dispuesta a tomarla pero Desmond me detiene.
—La caja está hechizada Evony.
—¿Y que sugieres que haga?—Volteo a mirarlo.
—Deja...
Un fuerte temblor lo interrumpe obligandonos a tomar algo para sostenernos. El piso vibra bajo mis pies, los cuadros tiemblan y algunos caen al suelo. El vidrio de una de las ventanas estalla y tapo mi rostro sintiendo que algo corta mi piel. Todo se detiene a nuestro alrededor, mi pecho sube y baja por la respiración acelerada. Unos brazos me agarran de los hombros y levanto la cabeza hallando los ojos oscuros de él.
—Derribaron la barrera—dice y camina hasta la ventana mirando hacia el bosque.
—¿Quien pudo hacerlo?—pregunto con un ligero temblor en mi voz.
—Debemos salir de aquí ahora mismo.—Llega hasta mi y desvía la mirada a la repisa.
Me vuelvo hacia allí y sonrío al ver que el cristal también estalló.
—Al parecer el hechizo de la barrera y este no era tan fuerte como pensaba—musito y tomo la daga entre mis manos, sintiendo una especie de corriente en mi cuerpo, que me obliga a soltarla enseguida—. Mierda, creo que sí está hechizado.
Desmond la recoje del piso y no lo veo hacer alguna mueca.
—No siento nada.—Levanta la mirada—. Tal vez el hechizo está hecho contra los Danin.
—O solo pueden tocarla los bru...
Unos gritos en el pasillo nos interrumpen. Mi cuerpo se congela y en sonido de unos libros cayéndose me sobresaltan. Volteo pero no diviso nada, Des da un paso al frente y los dos notamos un fuego venir de afuera. Mierda, algo se está incendiando.
—Anhelaba tanto tenerte frente a mi.
Ambos nos volvemos hacia aquella voz, una mujer de largo cabello negro y medianos ojos rojos se encuentra en medio de la habitación. Una sonrisa maliciosa se forma en la comisura de sus labios, mostrando sus filosos colmillos. Ladea la cabeza sin apartar sus ojos de mi como si me estuviera estudiando.
—No des un paso más.—Ruge Des, empuñando la daga dispuesto atacarla.
Ella suelta una risa casta.
—No me iré de aquí sin acabar con el premio mayor.—Posa su vista en mi—. Te pareces mucho a ella criatura ¿Te lo han dicho?
Doy un paso atrás cuando ella intenta acercarse, Des se pone frente a mi y de pronto veo como dos hombres salen de la oscuridad posicionandose a los lados de la mujer.
—Vayan por él, la Danin es mía.
Los dos vampiros arremeten contra Desmond y el los ataca con el fuego. Unas uñas rasguñan mis brazos y al girar mi cabeza, la mujer ya no está en su lugar. Formo dos bolas de fuego en mis manos, siento como alguien se posiciona detrás de mi y enseguida me volteo arrojando el fuego hacia ella, que lo esquiva fácilmente.
—¿Sabes cuál es mi nombre?
La ignoro arrojando más fuego.
—Grábate muy bien el nombre de quién va a matarte—gruñe cuándo el fuego quema su brazo. Clava sus furiosos ojos rojizos en mi, empuñando sus manos—. Soy Raylee Kamp.
Salta sobre mi enterrando sus filosas uñas en mis brazos, ambas caemos al piso y golpea mi cabeza contra el. Mierda. Usando mi magia, pongo mis manos sobre las de ella y las quemó causando que un grito salga de su boca. Me suelta y me pongo de pie rápidamente, su cuerpo sale volando hacia el otro lado de la habitación dando contra la pared. Busco al causante de eso, pero solo veo a varios de los soldados venir en mi dirección.
Mi corazón se acelera y busco a Des con la mirada. Hay un enorme agujero en la pared que da hacia el pasillo, y por ella veo como sigue peleando con uno de los vampiros. Corro hacia él intentando huir de los soldados. No pueden atraparme. Ellos solo quieren llevarme con el Hierarch.
—¡Des!—Lo llamo y el gira su cabeza, al clavar la daga en el abdomen del vampiro provoncando que este se desaparezca—. Ellos vie...
Algo se enreda en mi pie y caigo al piso antes de poder llegar a la salida. Levanto la cabeza justo cuando veo a Des venir hacia mi, una barrera de color negro le impide el camino y escucho como grita mi nombre al otro lado.
—¡Evony! Destruyelo desde adentro.—Lo escucho gritar. Noto como la barrera tiembla y haciendo lo que dice, lanzo esferas de fuego contribuyendo acabe con la barrera.
Alguien tira de la cuerda arrastrándome hacia ellos, trato de sujetarme de algo y miro sobre mi hombro notando que cada vez están más cerca. Arrojo varias bolas de fuego que se deshacen antes de dar con ellos ¿Que mierda? Sigo haciéndolo sin darme por vencida, pareciera que alguna clase de escudo los está protegiendo.
Veo como Raylee se levanta y ataca a los soldados más cerca de ella. Debo librarme de ellos, no puedo permitir que me atrapen. Debo escapar. Llevo la mano libre a mi pie peor no veo nada. Joder la cuerda es invisible y tampoco puedo sentirla aunque sé que está ahí. Mierda.
Como puedo me pongo de pie, arremeto contra ellos lanzando más fuego y usando toda mi magia, a pesar que parece inútil en este momento. Ellos están a unos metros de mi y de último momento hago el esfuerzo por teletransportarme.
—No lo harás—susurra una escalofriante y siniestra voz en mi oído.
Otra cuerda se enreda en mi cuello y llevo mis manos ahí al sentir que me asfixio.
—No te librarás de mi tan fácil—vuelve a a susurrar y mis ojos se oscurecen—¿Recuerdas lo que te dije? La muerte e aparte de nuestros destinos.
Aprieta la cuerda al punto de traquear mi cuello.
—Y tu momento ha llegado.
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¿Que tal todo Bombones?
¿Alguna idea de lo que pasará en el próximo capítulo?
Realmente espero que hayan disfrutado de este capítulo. AAAA por fin apareció Raylee y de último momento el Hierarch :o
¿Quien creen que sea el Hierarch?
Pista: Es alguien que siempre ha estado entre ellos.
Sin más, me despido de ustedes hermosos bombones. La próxima semana vendré con un nuevo capítulo y estará ¡Wow! O eso espero jajaja :)
No olviden votar y comentar <3
Love u Bombones.
Besos.
Allyn Sonaher.
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