|CAPITULO 25|
Evony.
«Solo esto podría ocurrirme a mi ¿No?»
Desde aquí huelo tu sarcasmo.
Ignoro esa voz y hago el amago de levantarme nuevamente. Una punzada corre por mi cabeza y un extenso dolor recorre todo mi brazo. Tanteo buscando la herida, suelto un quejido al encontrarla y noto como mis dedos se llenan de un líquido, que por el olor sé que es sangre.
Ya estando de pie guío mi mano hasta la pared, tanteando en la búsqueda de algún interruptor. No sé dónde me encuentro, pero al tocar la pared me topo con una manija. Mi corazón se acelera imaginando que puede tratarse de una puerta. Llevo mi mano hacia arriba encontrando un pequeño interruptor. Presiono encendiendo la luz del lugar donde estoy.
¿Que demonios?
Trago grueso al ver dónde estoy, por supuesto que recuerdo este lugar. Es el mismo baño donde aparecí antes de llegar a la organización. Mierda ¿Por qué estoy aquí de nuevo? paso la mirada por el piso lleno de sangre, una que sale de mi brazo herido.
Arrastro mis pies hasta quedar frente al espejo.
—Mierda—susurro.
Un corte no muy profundo permanece a un costado de mi brazo, no es tan grande pero sale mucha sangre de ella. Agarro un paño que yace sobre el lavabo, lo presiono sobre la herida y como puedo, busco algo que pueda ayudarme dentro de los armarios. Encuentro un pequeño kit de primeros auxilios, de el saco lo que ocuparé y me dispongo a limpiar el corte. Solo debo esperar que sane.
Otra punzada me recuerda el golpe en la cabeza, pero no veo alguna herida grave en ella. Solo esa línea de sangre seca a un costado de esta. Miro a mi alrededor con el estómago revuelto y una extraña sensación en mi pecho. Debería solo teletransportarme a la organización de nuevo, pero tengo una ligera curiosidad de saber dónde estoy. Que es este lugar.
—Nunca debes temerle a nada, Evony.—Me recuerdo en un susurro.
Tomando una gran bocanada de aire, me atrevo a salir del baño. Doy un paso hacia afuera sin temor, me detengo al mirar la amplia habitación frente a mis ojos. Las paredes son de un suave color blanco, solo una tiene un raro diseño semejante a un bosque. En el centro se encuentra una cama enorme forrada de unas sábanas color negro, a sus costados dos mesas de noches con una lámpara sobre ellas. Al otro extremo de dónde estoy parada, hay una puerta de un color marfil e imagino que se trata de un armario.
Toda la habitación está decorada perfectamente, con un estilo rústico pero a la vez elegante y delicado. Está muy iluminada debido a la luz del sol que entra por las puertas dobles del balcón abierto. Es muy hermosa. Me acerco hasta la cómoda que está a mi lado, sobre ella hay algunos cofres, no hay nada más, solo eso y la foto de un hombre.
Algo me guía a tomarla, como si estuviera hipnotizada. Mi estómago se revuelve y siento algo en mi pecho que no puedo explicar. Tomo con las dos manos la foto, viendola mejor, detallando a la persona plasmada ahí. La foto parece haber sido tomada cuando el estaba desprevenido. En ella él está alzando una ceja en dirección a la cámara y la mano de la persona que la tomó esta extendida hacia él. La mano de una niña.
Cabello rubio, piel bronceada y unos hipnóticos ojos verdes esmeraldas.
Simplemente es...
La puerta se abre y me doy la vuelta mirando a una mujer de cabellos negros, observándome con los ojos muy abiertos y completamente paralizada al igual que yo.
No me muevo.
Ella no se mueve.
No apartamos la mirada de la otra.
Hasta que ella grita.
—IZAN—Gira su cuerpo hacia el pasillo llamando a la otra persona.
Corro hasta encerrarme en el baño, sin darle tiempo a que haga preguntas. Paso el pestillo, mi pecho sube y baja por el nerviosismo «Teletransportate ahora» me digo, cerrando los ojos. Suelto una exhalacion centrándome en lo que haré «Funciona» repito en mi cabeza.
Mis dedos cosquillean y mis ojos pican a la vez que el estómago me da un vuelco repentino. Lo primero que noto es el frío que corre por mi cuerpo, abro los ojos y enseguida un mareo me invade. Caigo al piso llevando las a mi cabeza, aprieto mis párpados y las ansias de vomitar me torturan.
—¡Acorrala del otro lado!
Levanto la cabeza con mis sentidos activados al escuchar esa voz, pero no cualquiera, es la de Adam. Un inmenso lobo color negro que no logro identificar, pasa por mi lado a una gran velocidad. Me pongo de pie al instante que otro sale de los arbustos, un lobo marrón que identifico como Keanu.
Los dos corren hasta detenerse metros más atrás de mi, miro todo sin entender, hasta que de la nada veo como un inmenso lobo de un espeso pelaje blanco como la nieve, viene corriendo en mi dirección. Elevo mis manos formando dos bolas de fuego y por instinto lanzo una hacia el que logra esquivar rápido.
—¡No la ataques Evony! Es Evolet.—Escucho una voz gritarme. Giro mi cabeza mirando a Desmond venir hasta donde estoy.
Vuelvo mi vista al frente apagando el fuego en mis manos. Demonios. Acabo de atacarla. La loba blanca baja la velocidad hasta detenerse frente a mi, cae sobre sus patas sin apartar sus ojos de los míos. Unos grandes ojos que brillan de un hermoso púrpura. Toco su cabeza acariciando su suave pelaje, cierra sus párpados y al abrirlos de nuevo, están de un brillante dorado.
—¿Que mier...?
—¡Evolet!
Zander llega hasta nosotros y me aparto un poco cuando intenta tocar a la rubia.
—¿Cómo ocurrió esto? ¿Cuánto tiempo me fuí?—suelto las preguntas con desconcierto.
—Despues de lanzarme al lago y buscarte—dice Des al llegar junto a nosotros. Noto su ropa húmeda y me pregunto cómo es que no está temblando del frío—¿Tú estás bien? desapareciste y nos preocupaste a todos.
Me agarra de las mejillas juntando su frente a la mía. Pongo mis manos sobre las de él y acaricio sus nudillos.
—Me teletransporte a otro sitio, no entiendo porqué sigo llegando a ese lugar—digo al alejarme un palmo de él y mirarlo a la cara.
—¿Sabes que lugar es?
Sacudo la cabeza en negación.
—Era el baño de una habitación pero no tengo idea de a quien le pertenece.
—Evony.
Volteo la mirada hacia la rubia que ya ha vuelto a su forma humana. Suelto las manos de Desmond y me acerco hasta quedar arrodillada frente a Evolet, que permanece en los brazos de Zander con solo una chaqueta puesta, la cuál le queda enorme.
—Ey, ya tuviste tu transformación—sonrio con alegría. Ella me imita y toma una de mis manos—. Deberíamos llevarte a la habitación, no te ves muy bien.
Paso una mano por su dorado cabello, sus ojos se ven opacos y sus mejillas están sonrojadas. Zander se levanta con ella entre sus brazos y enseguida Evolet apoya la cabeza en su pecho. El resto del grupo llega a dónde estamos y emprendemos nuestro camino hacia el castillo.
Este fué un entrenamiento algo... caótico.
°°°
—Puedes pasar—me dice haciéndose a un lado.
Me adentro al dormitorio y lo primero que veo, son las puertas del balcón abiertas y unas largas cortinas de color negro a los lados. Una cama en el centro de esta y frente a ella un amplio librero. Otra puerta adorna el otro extremo de el habitación ya varios pasos de esta, hay un escritorio perfectamente acomodado.
—¿No compartes dormitorio?—Me giro hacia el.
—Prioridades de ser mentor.—Una sonrisa torcida aparece en sus labios.
Camino hasta el librero y tomo uno de los libros de el, pero al hacerlo algo cae al piso. Bajo la vista al ver que es una foto, la recojo y ahora que la veo con más claridad, me doy cuenta de quienes se tratan. Un Desmond con cabello oscuro y algo más joven permanece abrazado de una hermosa pelinegra de ojos azules.
—¿Es ella?
Siento como se sitúa detrás de mi, abraza mi cintura mirando sobre mi hombro.
—Si... esa es Dhana—murmura en mi oído y su voz eriza mi piel .
—Era hermosa—comento, lo señalo a él en la foto—¿Es tu color natural? te ves guapo con el cabello oscuro.
Suelta una risa y me da la vuelta quedando frente a mi, lleva sus labios hasta mi cuello y sube hasta mi oído dejando besos en el proceso, enviando escalofríos por todo mi cuerpo.
—Por eso te pedí que vinieras conmigo, estoy harto de este color y quiero hacer un cambio—deja un beso casto en mis labios, se aleja hasta abrir la otra puerta mostrando un baño al otro lado—. No tardaré mucho, Lee un libro mientras hago esto.
—No tienes que pedirlo—digo caminando hasta su escritorio y ver qué hay sobre este.
Paso la mirada por todo el escritorio haya que mis ojos se detienen en un cuaderno abierto. Lo agarro y paso las páginas viendo los diversos dibujos, formo una sonrisa melancólica al recordar mi bloc de dibujos que se perdió en aquel accidente. En el habían tanto dibujos que hice a lo largo de los años, desde que mis padres me lo regalaron solía usarlo solo cuando era un dibujo importante. Como el retrato de ellos.
La tentación de querer dibujar en este instante me llenan, solo que al llegar a una de la páginas del cuaderno, el dibujo que está plasmado ahí se lleva toda mi atención.
Es una daga.
Pero no cualquier daga, es la misma que tenía Elsa en su oficina, la misma que tome y perdí en el accidente. Lo recuerdo perfectamente. Aún me pregunto porqué Sherlyn reaccionó de aquella manera cuando se la mostré.
Pongo el cuaderno donde estaba y sin querer tropiezo un cofre a un lado, haciendo que este caiga y salga lo que hay dentro. Es un collar dorado semejante al oro, el dije tiene la forma de una delicada rosa del mismo color. Se ve muy valioso ¿Porque Desmond tiene esto aquí?
—¿Sigues ahí?—Su voz sale del baño.
—Si, sólo estoy observando un poco—digo acomodando el cofre en su lugar, antes que Des se de cuenta—. Mierda, el collar—susurro para mí y voy por él—. Es muy her...
—No te desvíes del camino Dhana. Tu único objetivo es encontrarla a ella y traerla con su familia.
—Eso lo tengo muy claro papá. Lo que no entiendo es por qué Aelen no puede acompañarme. De las dos ella es la más astuta.
—No me arriesgaré a perder a mis dos hijas—refuto.
—¡Rusting!—regaña la mujer que entra a la habitación junto a una joven pelinegra.
—Pero si prefieres perderme a mi—susurra con dolor y camina hasta la salida.
—Dhana espera.—La detiene—. Partiras en la noche, no llegues aquí sin tu prima.
—Ella también es una Danin padre, podrá cuidarse sola mientras la busco—escupe con rabia.
—¡Ey!
Suelto un jadeo al salir de aquel recuerdo. Mi pecho y sube y baja, la respiración me falta y tomo varias bocanadas de aire intentando calmarme. Mierda ¿Qué demonios fue eso? ¿Un recuerdo de Dhana? aprieto mis ojos frotando ambas manos en mi rostro.
—¿Que fue lo que pasó de Evony?—Desmond me agarra de los hombros.
Levanta la mirada encontrando sus ojos negros, observándome con confusión. Desvío mis orbes a su cabello, ahora estás de un fuerte color oscuro que resalta su piel y lo hace ver más atractivo de lo que es. Paso mis manos por él, sintiendo sus obras húmedas y suaves.
Aleja mis manos de su cabello y arquea una ceja exigiendo una respuesta a su pregunta «Sabia que no iba a pasarlo».
—Ella era una Danin.
—¿De quién estás hablando?—pregunta, desvía sus ojos hasta el collar sobre la mesa y tensa la mandíbula.
—Dhana—informo.
Da un paso atrás con el rostro serio.
—Ella era una licantropo Evony, no hay manera que fuera una Danin y no me diera cuenta.
—Te lo estuvo ocultando Des.—Miro el collar en la mesa y lo agarro de nuevo—. Cuando lo toqué vi uno de sus recuerdos. Era una Danin y venía a buscar a alguien como ella. Tal vez entró como alguna infiltrada—digo recordando la manera en que llegó Zander.
Des aprieta el puente de su nariz cerrando sus ojos, para después mirarme nuevamente.
—A ella la encontraron en medio del bosque siendo atacado por unos vampiros, no vino aquí porque quiso.—Arruga el entrecejo.
—Eso no cambia el hecho que haya sido una Danin—contradigo y el tensa la mandíbula aún más.
—Ella jamás me mintió Evony, nunca lo hizo. La conocía mejor que nadie.—Su voz sale profundamente ronca.
—Pues no lo parece—suelto.
—¡Ya basta!—Alza la voz dándome la espalda.
—No me grites Des ¿Por qué te enojas? Sólo te estoy diciendo la verdad.—El sigue dándome m espalda—. Lo vi en su recuerdo.
—Estas mintiendo.—Se vuelve hacia mi con la mirada molesta.—¿Porque lo haces Evony? ¿Por qué intentas ponerme en contra de ella, que está muerta?
Mi estómago de un vuelco y aprieto mis manos con molestia.
—No te estoy poniendo en contra de nadie Desmond. Nunca haría algo así. Tú eres el que está sacando todo de contexto—mascullo con clara molestia.
—Ya es suficiente ¿Vale? Dejemos este tema un lado.—Se aleja otro paso mas—. No quiero hablar de Dhana contigo.
La opresión que se instala en mi pecho, es la consecuencia de sus palabras. Mierda. Duele tanto que él diga eso y creyera que estoy intentando ponerlo en su contra ¿Que razón tendría para hacer algo así?
Trago el nudo en mi garganta, desviando la mirada a otra parte que no sea el. Dejo el collar sobre la mesa y me dispongo a salir de este lugar, pero su mano sujetando mi muñeca me detiene.
—No quise decirlo de esa manera.
—Dejame ir—rechisto, zafandome de su agarre.
Camino hasta la puerta pero ésta se abre antes de yo poder alcanzarla.
—¡Lo hemos encontrado!—exclama Keanu al entrar junto a Aira—. Tu cabello...—señala a Des.
Me hago a un lado dejandolos avanzar hasta el centro de la habitación. Los dos tienen una sonrisa en sus labios, me da gusto ver a la morena sonreír de nuevo. Hacía mucho que no lo hacía. Siento la mirada de Des en mi, pero me niego a devolverla. Que se joda por haber dudado de mi así tan mal.
—¿Podrían decirnos qué?—La voz de él interrumpe el silencio.
Aira levanta un dedo en señal de espera, descuelga una mochila de sus hombros y de ella saca una cajita de madera.
—Hablamos de esto.—Su voz sale ansiosa y vemos como saca una extraña tijera.
—¿Es lo que estoy pensando?—Desmond se acerca hasta ella.
—El Trix por fin está a nuestro poder—musita Keanu con una diminuta sonrisa.
Mi corazón se acelera al escucharlo, camino hasta ellos y veo de cerca la famosa tijera. Ladeo la cabeza notando algo, ya había visto esa tijera antes.
—¿Dónde estaba?—Les interrogo a ambos.
—En la oficina de Eric—responde la chica en mi dirección.
Oh, claro.
—¿En un cajón de su escritorio donde hay un montón de basura?—Las palabras salen de mi boca.
Keanu levanta su mirada.
—Nada de eso es basura Evony. Habían muchas cosas valiosas en ese cajón. Hasta un frasco vacío de rosus.
—¿Y eso que es?
—Una pócima para aumentar tu regeneración hecha a base de rosas—responde Des.
Ignoro su comentario y me alejo cruzando mis brazos. Miro por la ventana notando que el cielo ya se oscureció, me vuelvo hacia ellos sabiendo que el momento de la reunión ha llegado.
—Es hora. Daysha debe estar esperándonos.
Aira guarda la tijera de nuevo en la caja y la meta en su mochila. Ambos asienten y noto como Desmond va por su chaqueta.
—Luego debes asegurarla bien.—Desmond da dos palmadas a la mochila y Aira asiente.
Los cuatro salimos de la habitación con mucha discreción. No hay nadie en los pasillos, lo que nos hace más fácil nuestra ida hacia el sótano. La pelinegra debe estar ansiosa por conocer al grupo. Puedo imaginarmela caminando de un lado a otro, o dando saltos de alegría.
Des se posiciona mi lado intenta tomar mi mano, la quito rápidamente evitando cualquier contacto y me alejo lo más posible de él. Noto como nuestros acompañantes comparten una mirada y Keanu se encoge de hombros.
Bajamos las largas escaleras de color negro siendo sigilosos y discretos. Nos dispersamos y cada uno se va al sótano de manera cautelosa. No hay muchas personas en el lobby, lo que nos facilita llegar sin ser visto al lugar del encuentro.
Desmond sigue mis pasos y ambos llegamos al mismo tiempo. El resto del grupo ya se encuentra esperándonos, en la entrada del pasillo que da con la habitación de Daysha. Echo un vistazo a Evolet y ella asiente confirmandome que ya está mejor. Les hago una seña a todos, avanzamos por el oscuro corredor sin decir una palabra y al detenernos frente a la familiar puerta, me vuelvo hacia ellos.
—Sean amables y nada toscos—digo esto último al mirar a Adam—. Será la primera vez que vea a otras personas.
—No me digas como comportarme Evony. Se muy bien como hacerlo—contradice el pelirrojo.
Ruedo los ojos y me doy la vuelta dando dos toques a la puerta.
No pasa mucho tiempo cuando es abierta por una alegre Daysha, que rápidamente dirige sus ojos a un punto detrás de mí.
—Ha pasado mucho desde la última vez que te vi—sonrie.
—Y tú sigues igual de efusiva que la última vez.
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Holiss Hermosos Bombones :)
¿Que tal el capítulo de hoy bombón?
¿Que esperan que pase en los próximos capítulos?
No olviden votar y comentar (así sabré que la historia les está gustando) Loviu <3
Hasta la próxima semana Bombones.
Besos.
Allyn Sonaher.
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