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|CAPITULO 16|

Evony.

Me encuentro estática.

Mi cuerpo está paralizado mientras sigo mirando fijamente el espejo. Pero es a quien veo a través de él, que no puedo apartar la mirada. La sombra espeluznante sigue ahí y no encuentro palabras ni fuerzas de gritar. El Hierarch. Forma una especie de mano creciente de la sombra que conforma su cuerpo. Y mis nervios aumentan al ver como la extiende hasta ponerla sobre mi hombro.

—¡No me toques!—Grito recuperando mi voz.

Doy media vuelta alejando esa mano de mi hombro. Pero al hacerlo, solo me  encuentro con la mirada confundida de Desmond.

—Ey, soy yo Evony.—Me toma de los hombros. Tensa la mandíbula al notar mi cuerpo tembloroso—¿Que está mal?

Trago grueso calmando los temblores. Tomo varias bocanadas de aire repitiendome que solo fue una ilusión. No estaba ahí. No era real. Levanto la vista hacia Des cuando ya estoy un poco más calmada y tranquila.

—Me pareció ver al... Hierarch detrás de mi.

Su cuerpo se tensa.

—No hay nadie más aquí que nosotros dos Vony.

—Ahora lo sé.—Suelto un suspiro—. Es solo que... tuve miedo por un momento.

Desmond desliza sus manos por mis brazos, hasta tomar las mías. Se acerca más a mi y termina juntando nuestras frentes.

—Nunca dejaré que te hagan daño Evony. Estoy aquí para protegerte.

Y eso es lo último que dice antes de besarme como si la vida pronto se le irá, como si ya no estará.

°°°

Una hora.

Llevamos una hora esperando que Desmond llegue al entrenamiento. Pero por más que hemos esperado, aún no aparece. No hay señales de él. Adam dijo que se lo encontró en la mañana y le comunicó que llegaría dices minutos tarde. Por lo tanto, el está a cargo del entrenamiento. No obstante, he dejado de estar un poco angustiada por su retraso.

Me siento... rara.

El resto del grupo no parece importarle. Aira comentó que esto ya se ha convertido normal en él últimamente, a pesar de que siempre le ha gustado la puntualidad. Así que no debo preocuparme por nada. Sin embargo, no puedo evitarlo.

Termino mi entrenamiento con Kristell y ambas tomamos asiento al lado de Aira, que yace recostada sobre el césped. Ella no entreno del todo hoy por razones obvias. Ninguno de nosotros ha querido que se esfuerce más de lo debido. Y aunque parezca mejor físicamente, todo sabemos que en su interior, no lo está.

Vemos a Keanu y Adam pelear, cuando a nuestra izquierda llega el líder de Somber Moon. Eric. Pero no viene solo, junto a él está un chico muy alto, moreno de una gran cabellera azabache y unos cautivantes ojos azules. Busco en mi memoria pero nunca antes lo había visto, a pesar de que lleva el uniforme de la organización. Específicamente el de mentores.

Las tres nos ponemos de pie cuando Eric se detiene a nuestro lado, junto al pelinegro. Los dos no dicen nada, permanecen ahí viendo a los dos chicos entrenar. Sin embargo, puedo notar como el ojiazul nos lanza una mirada de soslayo. Normalmente cuando veo a una persona por primera vez, tiendo a no fiarme de ella. Pero lo veo a él, y no siento esa desconfianza. Y eso es totalmente raro en mi.

—El es uno de los mejores aprendices. Es un vampiro que también puede controlar el fuego. Aunque no alardea de ello, es el segundo mejor dominando ese elemento en toda la organización.—Le dice Eric al chico, mientras observa al pelirrojo.

—¿Quien es el primero?—Habla por primera vez desde que llegó.

—Desmond Bradford.—responde—
El mentor de estos muchachos. A él es a quien ayudarás, este es el grupo que te asignamos.

¿Un nuevo entrenador?

Comparto una mirada con las chicas, y enseguida se que las tres escuchamos lo mismo. Eric se vuelve hacia nosotras y ahora que está de frente, noto la sombra de un golpe en la esquina de su ojo. Mi respiración se vuelve lenta cuando recuerdo su oficina destrozada ¿Le ocurrió eso mientras estuve ahí?

Adam y Keanu llegan a nuestro lado, cuando finalmente Eric decide hablar.

—Chicos, quiero que conozcan a una persona. El es Rylan Chase, será su nuevo entrenador. Y no—interrumpe lo que iba a decir Keanu—, eso no significa que Desmond dejará de ser su mentor.

—Entonces que hace él aquí.—Adam señala al pelinegro.

—Recuerdan que a principios de este año, dije que se iban a seleccionar cinco grupos para posibles guardianes o en cuyo caso, mentores.—Les dice—. El momento ha llegado y el grupo Zeta es uno de los elegidos. Por eso le asignamos un entrenador ayudante a cada uno de los grupos.

—¿Desmond sabe sobre esto?—Su atención se centra en mi.

Eric cruza sus brazos.

—Aun no. Tenía la esperanza de encontrarlo aquí y decirle ahora que le presente a Rylan, pero no lo veo por ningún lugar.

—Tuvo un pequeño retraso.—excusa Aira.

—Cuando llegue su pequeño retraso podrían decirle que pase por mi oficina. Hay muchas cosas de las que debemos hablar.—indica.

—¿Cuando comenzará Rylan a entrenarnos?—Adam lo mira con seriedad. Creo que a alguien noble gustó la noticia del nuevo entrenador.

—Todavía sigo aquí Adam. Y para sacarte de dudas, comenzaremos mañana.—Fija su vista en el pelirrojo.

—Bien, puedes entrenar al resto. No necesito que tú me entrenes.

—Adam.—advierte Kristell.

El desvía la vista hacia Kris, y ella parece estarlo regañando con la mirada. Todos fijamos la mirada en ellos, y en el aire se puede sentir la tensión del momento. Algo que todos notamos. Eric observa con curiosidad el intercambio de miradas y temo que pueda darse cuenta sobre lo que sucede entre ellos.

—Creo que es momento de retirarnos y ustedes sigan entrenando.—dice Rylan, llamando la atención de Eric. Enseguida puedo respirar con alivio, agradeciendo que haya desviado la conversación.

—Cierto. Debo seguir mostrando las instalaciones.—Eric hace una seña con la cabeza y despidiéndose de nosotros, los dos se marchan en dirección al castillo.

Me vuelvo hacia los chicos preocupada.

—Se que no estamos en el lugar indicado, peor necesito saber. ¿Esto complica nuestros planes?—Hago esta última pregunta hablando en sus cabezas como me enseñó Des.

Los cuatro llevan una mano a ese lugar haciendo una mueca de dolor. Mierda ¿Les dolió? Keanu es el primero en dirigir su vista hacia mi con la mirada atónita.

—Wow—murmura.

Aun no lo sé, pero es posible que complique muchas cosas.—Adam responde de la misma manera.

—Deberíamos buscar a Desmond y decirle.—Aira habla en voz alta, e intuyo que es para que nadie se pregunté porqué nos estamos mirando fijamente.

—No creo que eso resuelva algo, pero si tanto quieren hacerlo, adelante.—señala a nuestras espaldas.

—¿Cuál es tu problema?—espeta la morena en tono molesto.

—¿Cuál es su problema?—contraataca.

—Di de una vez de que estás hablando Adam.—exige Kristell.

Adam tensa la mandíbula y aprieta sus manos.

—Hablo de su falta de compromiso. De que últimamente Desmond no se está tomando nada de esto en serio. Y ustedes saben que no me gusta que se tomen a la ligera, todo lo que tenga que ver...—Se detiene tomando una respiración—. Saben a lo que me refiero.

—Creo que estás exagerando un poco.—Aira lleva una mano a su costado.

—No lo está. Adam tiene razón, en mi opinión está actuando raro desde hace un tiempo.—Le dice Keanu con el celo fruncido.

—No puedo contradecirlos en nada de esto chicos. No lo conozco tan bien como ustedes, pero cuando estamos juntos no lo veo actuar raro.—Me dirijo a ellos.

—Tu misma lo haz dicho Evony. No lo conoces en absoluto.—Adam camina hasta tomar una de las aguas. Y no puedo evitar que sus palabras me duelan un poco. Peor el tiene razón, no conozco bien a Desmond.

—Será mejor que lo busquemos. Separence y busquen a los alrededores y dentro del castillo.—Nos indica Kris. Todos buscan un camino y los veo retirarse—¿Estás bien Evony?

Guío mis ojos hacia ella y asiento, a pesar de tener mi mente en otro lado.

—Si, estoy bien.

—Vale, si quieres busca dentro del castillo. Yo iré al bosque, nos vemos dentro de una hora.

No respondo y veo como se marcha en dirección al sendero.

Mis pies comienzan a moverse sin saber hacia donde me dirijo. Las palabras de Adam no dejan de rondar en mi mente «No lo conoces en absoluto» y duele tanto que tenga razón. Desmond y yo pasamos mucho tiempo juntos, pero nunca hablando de cosas triviales. Es cierto que me ha contado algunas cosas de él, como que antes pertenecia al grupo, y... no hay nada más.

Joder, de verdad que no sé nada de él.

Entonces...

¿Cómo es posible que me guste alguien que no conozco del todo?

Un ligero malestar se instala en la boca de mi estómago.

¿Me gusta?

Suelto el aire contenido en mis pulmones. Mierda, si. Des me gusta. Nunca antes me había sentido de esta manera con alguien. Y si esto no es gustar, entonces no se absolutamente lo que es. Cuando estoy a su lado, es diferente. Tengo sentimientos extraños que no se explicar bien, y me acabo de dar cuenta que el me gusta.

¿O solo es una atracción?

Agh, no lo sé. Ahora estoy confundida, pero lo que más me carcome es pensar que quizás el sentimiento no es recíproco.  Eso me dolería demasiado. Pero en el fondo estoy muy segura que también le gusto. Si no fuera así entonces ¿Por qué me besaría si no es por eso?

Creo que estoy jodida.

No debería sentir cosas por el, se supone que debo enfocarme en mis entrenamientos. Pero sé que mientras más reprima estos sentimientos, más se van a intensificar.

Debo detener estos pensamientos ahora.

Paso una mano por mi cabello llena de frustración, por no saber que está pasando ahora. Bueno, si se lo que está pasando. Me gusta Desmond y no sé que hacer. No sé si el siente lo mismo, como tampoco se si debo decirle o callarme esto. No sé nada.

Levanto la mirada al reaccionar de pronto, al darme cuenta que estoy a principios de una escalera. Miro detrás de mi y no veo a nadie cerca. Todos estan entrenando. Vuelvo mi vista al frente reprochandome por sumergirme demasiado tiempo en mis pensamientos. No me di cuenta cuando caminé hasta llegar al sótano.

Estoy comenzando a creer que esta cosas pasan por alguna razón.

Miro al final de las escaleras debatiendo si ir hacia Daysha, o ir a otro lugar a buscar a Desmond. Pero lo menos que quiero ahora, es toparme con él cuando estoy tan confundida. Creo que mejor visito a Daysha. Solo que antes debo buscar algo para ella.

°°°

Al cabo de unos minutos buscando un  muffin para Daysha, encuentro uno de chocolate y tomando un jugo de naranja, me dispongo a ir hacia su habitación. Daysha lleva mucho tiempo en Somber Moon, incluso más que Evolet. Tal vez ella sabe muchas cosas sobre la organización, hasta podría saber quién es el Hierarch.

Aunque esto último es casi imposible.

No creo que alguien alguna vez lo haya visto. Sospecho que nunca a mostrado su rostro, y siempre lo oculta detrás de esa sombra.

El no quiere que nadie vea su cara, pero ¿Por qué motivo?

Atravieso el pasillo hasta llegar a su puerta. Ya no me resulta aterrador este lugar, creo que se debe a qué ahora sé que detrás de Sta puerta no hay nada terrorífico o peligroso. Ok, esto último aún no lo sé todavía.

—Daysha.—La llamo y toco su puerta levemente—. Soy Evony ¿Me recuerdas? vine sola.

Escucho unos ruidos al otro lado y luego la puerta es abierta por una sonriente Daysha. Me toma del brazo adentrándome a su habitación. Lleva su cabello negro en dos trenzas y va vestida con un ligero vestido rosa.

—No creí que volverías a venir. La última vez creo que tuviste un colapso. Estabas frente a mi y de pronto ¡Zas! Caiste en el piso.—dice con una mueca de disculpa.

Alzo una ceja.

—Pensé que había caído de las escaleras.—digo con sarcasmo y a ella se le brota la sonrisa.

—Oh, creo que arruiné la versión de él.

—¿De Connor? Entonces él si es tu lobo.

—Asi es, pero por favor no le digas a nadie Evony.—Me pide con una mirada suplicante—. Nadie se puede enterar sobre lo nuestro, y pocas personas saben que yo estoy aquí.

—Tu secreto está a salvo conmigo Daysha, no pienso decirle a nadie. Pero prométeme que tu novio o lo que sea que es, no va a castigarme por venir a verte.—Muerdo mi labio—. Ya me lo advirtió dos veces, y sin embargo, aquí estoy.

Ella suelta un jadeo indignado.

—¿Te lo prohibió?—Parece no creerlo—. Le dije que tú eras lo más parecido a una amiga que tengo.

—No somos amigas.

—Auch.—murmura—. Pensé que escuchaste "lo más parecido".

—¿Ok? Ten, traje esto para ti como ofrenda de agradecimiento por ayudarme a recordar.—Le extiendo el muffin y el jugo—. No sé qué hiciste para lograrlo, pero gracias.

—No hice nada Evony. Ya estaba en ti tener que recordar. Pero agradezco el aperitivo.—Me lo quita de las mando, invitando me a tomar asiento.

—¿O sea que no hiciste algún tipo de hechizo?—bromeo y ella sonríe negando.

—No tengo magia Evony.

—¿Que tipo de ser eres?

—Solo soy una humana con un toque de clarividente, según Connor—admite.

La observo con curiosidad.

—¿Eso significa que puedes ver cosas que podrían pasar en el futuro?

Daysha termina de beber su jugo y lo deja a un lado.

—Puedo tener visiones, si. Pero no funciona así de fácil. Hay visiones que me gustaría no haber tenido.—dice con una mirada ausente—. Toda habilidad tiene su parte oscura.

—Si que la tiene.

—¿Hay algo más que quieras preguntar Evony? Sé que no estás aquí solo para verme.

Asiento echando mi cabello hacia atrás, Daysha fija su mirada en mi cuello y sus ojos parecen brillar.

—Lindos lunares.—Señala.

Llevo una mano a esa parte.

—Gracias. Mi mamá solía decir que son especiales.

—Cuanta razón tiene.

Ignoro la punzada en mi pecho y decido no corregirla.

—Se que llevas mucho tiempo aquí Daysha. Y quería saber si tienes alguna información sospechosa sobre este lugar.

—Hay muchos secretos en este lugar Evony. Pero lamentablemente no puedo decirlos.

Me acomodo en mi asiento.

—¿Por qué no?

—Te los diría Evony, pero casi todos los que sé. Me enteré de ellos a través de mis visiones. Y es muy peligroso revelar lo que he visto, a ti o a cualquier otra persona. Si lo hago, él vendrá a buscarme.

Mi cuerpo se tensa y mi expresión se torna seria.

—¿Hablas del Hierarch?

Daysha niega con miedo.

—Alguien muy peligroso para nosotras las videntes.

Trago saliva aguantando el montón de preguntas que quería hacer. No voy a obligarla a decir algo. No si eso significa ponerla en riesgo.

—No temas Daysha. No es necesario que me digas, ahora lo menos importante es descubrir los secretos detrás de Somber Moon.

—Hay algo que si puedo decirte.—Ella junta sus manos.

—Si está relacionado con tus visiones, mejor no lo hagas.

—No, no. Esto lo sé gracias a unos mentores que una vez estuvieron en el sótano. Los escuché hablando algo acerca del Hierarch, no oí demasiado, sol fue una parte. Fue hace mucho tiempo.

—¿Que dijeron?—me inclino hacia adelante.

Daysha traga grueso y su semblante tranquila se torna seria.

—Uno de ellos dijo que el Hierarch estaba buscando a la semidiosa.

El ambiente cambia a uno tenso y un ligero frío se cuela en el aire.

—¿De que semidiosa estás hablando?—mi voz sale débil.

—Recuerdas la historia de la que te hablé. Hablo de esa semidiosa.

Hago memoria de la historia pero no recuerdo algo acerca de una semidiosa. Solo la palabra, y fue cuando ya estaba recordando y caí desmayada. Pero de resto no sé qué fue lo que dijo ella.

—Daysha ¿Quien es ella?

Su mirada no se aparta de la mía y espero a que ella responda.

—No se quién es.—dice al fin.

Pero la manera en que lo dice, me da la ligera sospecha que si sabe si identidad. Pienso que tal vez no lo dice porque esta relacionado con sus visiones.

—¿Por qué crees que el Hierarch la está buscando?

—Eso es más que evidente Evony.

—Pien...

—¿Que haces aquí?—Una voz interrumpe mi frase.

Connor cierra la puerta y se adentra a la recámara con pasos furiosos. Daysha se pone de pie y se acerca hasta él, lanzandose a sus brazos y envolver los de ella alrededor de su cuello. Lo que logra disipar el enojo en su rostro. Planta un beso en su mejilla y una radiante sonrisa tira de sus labios.

—Llevo dos horas esperándote.—reprocha—. Pensé que te habías olvidado de mi—dice con exageración.

—Nunca me olvidaría de ti Day.—Le dice. Desvía sus ojos hacia mi—. Deberías ir con tu grupo Evony, aún estamos en hora de entrenamientos.

Me levanto rápidamente.

—Eh, si, lo sé. Solo vine a ver a Daysha. Peor ya estaba por irme.

—Te dije que nos convertiríamos en grandes amigas.—Ella sonríe tomándolo del brazo.

Connor no despega su mirada cuestionante sobre mi. Una mirada que me dice que tiene muchas preguntas y dudas acerca de mi visita. Pero en este momento no tengo cabeza para responder alguna. No después de lo que dijo la pelinegra.

—Vendré otro día Daysha.—Los rodeó hasta llegar a la puerta.—. Connor—Me despido de él, y a continuación salgo de aquel lugar.

No dejo de pensar en las palabras de Daysha. El Hierarch está buscando a una semidiosa, pero ¿De quién? ¿De una Danin? ¡Agh! Ahora me siento más confundida que nunca. Pero si hay algo que queda más que claro, es que la quiere por una razón muy evidente. El quiere robarle sus poderes, no hay dudas de eso. Y es aquí cuando surge la pregunta que he estado reprimiendo ¿Por qué el Hierarch roba los poderes de los demás? Acaso es por ¿Ambición? ¿Poder?

¿Cómo es que alguien a quien nunca e ha visto, es tan peligroso?

No me gusta para nada esto.

Levanto la mirada cuando ya estoy fuera del sótano, y al hacerlo puedo divisar a un chico de cabello gris venir en mi dirección. Es Desmond. Me acerco hasta él con pasos apresurados y al estar frente a él, noto que un hilo de sangre cae desde su sien por todo el costado de su cabeza.

—Des, pero ¿Que demonios te pasó?—Lo observó alarmada, con el corazón palpitando fuertemente.

El me mira confundido y toca el lugar del golpe, mirando la sangre en la yema de sus dedos.

—No se... no sé...—Su voz sale ronca. Sus ojos conectan con los míos y arruga el entrecejo, alejándose un palmo de mi—. Tú... ¿Quien eres tú?

Siento un vuelco en mi estómago.

Esto no puede estar pasando.

______________________________________

¡Feliz Domingo bombones!

Espero que se encuentren bien.

¿Que tal el capítulo de hoy? ¿Les gustó?

¡Cómo es eso que Desmond no reconoció a Evony! ¿Que está pasando?

Hasta la próxima semana.

Besos.

Allyn Sonaher.

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