|CAPITULO 13|
Evony.
Durante toda mi vida, solo he besado a tres chicos.
Y ninguna de esas veces, se compara a este momento. A este beso.
Desmond suelta mi mano posandola en mi cintura acercándome más a él. La que reposa sobre mi mejilla, la guía hasta mi nuca impidiendo que pueda separarme. Sus labios se sienten tan suave sobre los míos, que no quisiera apartarme jamás. Paso mis manos alrededor de su cuello enredando mis dedos entre sus hebras. El beso no es suave, tampoco dulce. Es exigente y demandante. Cómo lo es él.
Sus dientes atrapan mi labio inferior y tira un poco de él, desliza la punta de su lengua por ellos y contento un gimoteo. Es tan sexy. Abro mi boca dándole paso a su lengua que rápidamente busca la mía. Mis labios se mueven contra los suyos de una manera salvaje. Tiro de su cabello y el suelta un gruñido que muere entre nuestros labios.
La respiración comienza a faltarme y la falta de oxígeno es evidente para los dos. Nuestras bocas se separan, el pecho de Des sube y baja por la respiración acelerada y no hace falta decir que el mío está igual. Roza sus labios con los míos y cierro los ojos embriagandome por el contacto. Me obligo abrir mis párpados, muertos mi labio sin poder dejar de mirar los suyos que se encuentran hinchados, y sus pómulos de un fuerte sonrojo. Y sus ojos se ven más profundos y brillantes que nunca.
La imagen más sexy que he tenido frente a mi.
—He querido hacer eso desde la primera vez que te vi en el comedor.
—¿De verdad?
Desmond enreda un mechón de mi cabello en su dedo.
—Si no lo hacía ahora, juro que iba a explotar—confiesa.
—Eso sería imposible.
—Todo es posible Vony.
Inclina su cabeza más hacia mi.
—¿Que harás?
—Uno no es suficiente.
—Des...—Me separo de él al escuchar una voz—. Oh, disculpen. No quise interrumpir.
La cara de Keanu se muestra arrepentida y pasa su mirada de mi a Desmond. Con el rostro lleno de vergüenza, me pongo de pie quedando a una distancia prudente del chico frente a mi. Des se levanta sin despegar la vista de Keanu. Quien por cierto no deja de mirarnos de una manera sospechosa. Tampoco se inmuta a la mirada severa que le lanza el mayor.
—¿Se te ofrece algo Keanu?—Des lo mira esperando una respuesta.
El mencionado suelta un chasquido.
—Tenemos que hablar. Es algo importante—pronuncia, haciendo énfasis en la última palabra.
La expresión de Des se suaviza un poco y asiente en su dirección.
Gira su cuerpo hacia el mío, posa una mano en mi cintura y puedo notar la mirada sorprendida de Keanu al ver su movimiento. Conecto mis ojos con los de él, sintiendo aún mis mejillas arder.
—Será mejor que regreses con las chicas. Te veré después.—Inclina su boca a la mía, giro a tiempo mi cabeza dejando que bese mi mejilla. El suelta una risa casi inaudible y niega divertido.
—Los veo luego chicos.
Y soy la primera en marcharse, casi huyendo de aquel lugar.
Toco mis labios con la punta de mis dedos sin poder ocultar una sonrisa.
Que beso tan magnífico.
°°°
Ato mi cabello en una coleta señalando a Evolet cuál es su lugar. Me comprometí a enseñarle defensa, aunque es algo que no practico mucho ya que mí área es la magia. Pero en esto no solo aprenderá ella, si no, que yo también. Evolet, por estar siempre presente en el entrenamiento de otro grupo, sabe que ejercicios y movimientos hay que hacer. Solo que no puede hacerlo ella sola, y por eso estamos las dos aquí.
Escogimos el calor dónde Des siempre me entrena para hacerlo nosotras. Este sitio está equipado y tiene todo lo que necesitaremos para entrenar.
—No crees que debamos empezar por algo simple, como ¿Estiramiento?
—Eso es buena idea. Recuerdo que en mi primer entrenamiento lo hice antes de "luchar" con Adam.—Señalo. Miro el claro—. Pero este no es el lugar adecuado.
—Conozco un sitio donde podemos trotar hasta ahí.—Comienza a caminar hasta el principio de un sendero. Mira sobre su hombro—. Vamos.
La sigo y al llegar junto a ella, comenzamos a trotar en dirección contraria a la entrada del claro. Seguimos trotando durante varios minutos, pasando diversos árboles y algunos pequeños claros. Durante el trayecto no dejo de pensar en lo que pasó anoche.
No puedo sacarme de la cabeza el beso con Desmond.
El tacto de sus manos sobre mi piel, sus suaves labios sobre los míos, su respiración agitada. Sus pómulos cubierto de un fuerte sonrojo y lo atractivo que se veían sus carnosos labios hinchados.
Mierda.
De solo pensarlo siento como mis mejillas se vuelven rojizas.
Se supone que no debía haberme besado con él ¡Es mi mentor! pero era algo inevitable e iba a suceder tarde o temprano. Estoy segura que si no hubiera ocurrido anoche, habría pasado hoy, mañana o pasado mañana. Sacudo mi cabeza enviando esas imágenes a lo más profundo de mi mente.
Solo fue un beso Evony.
Un simple beso.
No volverá a pasar.
Evolet ralentiza la velocidad y poco a poco me voy deteniendo junto a ella. Tomo una gran bocanada de aire al detenerme junto a un pequeño lago. Abro mucho mis ojos al verlo ¿De verdad? ¿Teníamos que detenernos justo aquí?
Trago saliva cuando mi vista se fija en el tronco que ocupé hace unas horas.
—Adoro este lugar—La rubia camina hasta quedar frente al agua—. Cuando llegué a Somber Moon, este fué el primer sitio que descubrí mientras caminaba por el bosque.
—Eso fue hace mucho, eh—Me acerco a ella.
—Hace ocho años—suspira—. Suena bastante ¿Cierto?
Miro al lago sin poder creer aún que lleva tanto tiempo en este sitio.
—Mucho. No podría imaginarme estando aquí durante muchos años. Amo tanto mi libertad que no soportaría estar aquí más de un año.
—No sé lo que es la libertad Evony. Toda mi vida he estado presa de algún modo.
Muerdo mi labio encerrando este sentimiento agridulce en mi pecho.
—Pronto serás libre Evolet. Todos lo seremos. Prometo que saldremos de aquí y juntas buscaremos a tus padres.
—¿Crees que ellos me recuerden? no recuerdo sus rostros peor siempre escuchaba a esa vampira decir que en algún momento se iban a cansar.
—¿Te haz visto bien Evolet? Eres un rayo de luz, nadie podría olvidarte mi aunque quisieran—muestra una sonrisa ligera.
—De todo corazón espero que tengas razón. Estoy cansada de estar sola en el mundo—su mirada se torna ligeramente vidriosa.
Entrecierro los ojos mirándola molesta.
—No estás sola Evolet, me tienes a mi a tu lado. Somos amigas, desde que te conocí te he tomado un gran cariño—La tomo de la mano—. Nunca voy a dejarte sola.
Y lo digo en serio.
Evolet se ha ganado un gran espacio en mi corazón. Ella es como esa hermana que siempre quise tener. Una a la que pudiera proteger, cuidar y mimar. Ella ha sido esa luz que encontré en este oscuro lugar.
—Me hubiera gustado haberte conocido antes—sonrie limpiando sus lágrimas.
—A mí igual. O bueno es que ahora nos conocemos y no vamos a separarnos por un buen tiempo.
—No, al menos que encuentre a mi compañero.
—¿Tu qué?—arqueo una de mis cejas oscuras.
—Mi compañero. Así se le llama a la pareja destinada de un licantropo—explica con la mirada emocionada—. Deseo tanto encontrarlo algún día. He leído tantas historias sobre los compañeros y anhelo tanto poder tener uno.
—Compañero—frunzo los labios—. Suena un poco mal que no puedas escoger tu misma a quien amar. Pero supongo que todos los licantropos lo aceptan.
—Supongo que si. De igual manera no tenemos opción. Si rechazamos a nuestro compañero, corremos el riesgo de morir en máximo de un mes.
Trago saliva.
—Eso es terrible
—Lo es.
Sigo mirando el lago, ignorando esta ligera punzada en mi pecho. No sé por qué me resulta un poco atractivo y horrible, la idea de tener un compañero. Es obvio que no puedo tener uno. No soy una loba. Además ¿Por qué estoy pensando en esto de los compañeros?
—Deberiamos seguir con el entrenamiento—La voz de Evolet me saca de mis pensamientos.
—Por supuesto.
°°°
Avanzo por los pasillos del enorme castillo con una sonrisa satisfecha. El entrenamiento de hoy estuvo mejor de lo que esperaba. Evolet resultó ser una grandiosa aprendiz, capta muy rápido, lo que le falicito los ejercicios que practicamos. Estuvimos entrenando durante toda la tarde. Luego de haber terminado practiqué un poco con mi magia. Ya me resulta más fácil poder controlar mis poderes. Lo que me dice que ya no están recobrando vida, como dijo Desmond.
Hablando de él.
No he dejado de pensar en él durante todo el día. Mientras entrenaba me distraía un poco, y a mi mente llegaba la escena de anoche. ¡Ya basta! debo dejar de pensar en eso ahora. Tengo que enfocarme en mis entrenamientos, en mejorar mis habilidades. Esa tiene que ser mi prioridad.
No el beso con Desmond.
Avanzo esta vez por el vestíbulo que a esta hora ya no hay muchas personas rondando por aquí. Mis ojos captan unos movimientos al otro lado del lugar. Alguien ha estado en el sótano. Connor. Ahora puedo estar muy segura que él es a quien se refería Daysha. Un ligero malestar me invade. Si hay alguien que tampoco ha conocido la libertad, es la pelinegra de ojos grises. Pero ¿Por qué ha estado ahí toda su vida? ¿Connor la tendrá encerrada?
¿Y si el Hierarch fué quien la puso ahí?
Me cuerpo se tensa.
¿Será Connor el Hierarch?
Cómo si lo estuviera invocando con la mente, el voltea en mi dirección mirándome con el celo fruncido. Mierda ¿Lo hice? trago saliva y aparto la mirada de él. Ordeno a mis pies seguir avanzando hacia donde voy. La biblioteca. Recuerdo que Evolet dijo que cada ser de este lugar, tiene un libro de orígenes. Necesito saber si existe alguno sobre los Danin.
Tiene que haber.
No aquí.
Me detengo abruptamente en medio del pasillo desolado. No puede ser. Siento como mi respiración se acelera. Es ella otra vez. Es de nuevo esa voz. Hace mucho que no la escuchaba.
Estuve durmiendo.
Mierda.
—Agh—me quejo al sentir de pronto un pinchazo en mi cuello.
Llevo una mano temblorosa a esa parte del cuello. Enseguida comienzo a sentir todo mi cuerpo entumecido y débil. Unos brazos me rodean pero no puedo saber quién es. Mi vista está borrosa y mis párpados empiezan a cerrarse lentamente. Trato de gritar un ayuda, sin embargo, solo salen balbuceos incoherentes.
Pero es tarde.
La luz se va de mi enfoque.
°°°
Adam.
Paso una mano por el suave cabello de mi chica, mientras que con la otra rodeó su cintura. Amo tanto tenerla entre mis brazos. Reparto varios besos por todo su rostro escuchando su melodiosa risa. Toma mis mejillas deteniéndome, fijo mis ojos en los celestes de ella. Una ligera sonrisa adorna sus labios y juro que quisiera verla siempre ahí.
—Te amo—Beso el costado de su palma.
—No es justo que me distraigas amor. No respondiste mi pregunta ¿Quien fué por ella?
Suelto un gruñido ronco.
—Keanu—suelto—¿Contenta?
Kristell acaricia mis mejillas con sus pulgares y esa simple acción me enamora más.
—Muy contenta.
—Deberiamos ir con ellos. Ya es tarde.
Me levanto con sus piernas enroscadas en mi cintura. La dejo sobre sus pies y la veo caminar en busca de sus zapatillas. Tomo una de mis camisetas pasándola por mi cabeza, dejando a la vista el tatuaje a una costado de mi cuello. Normalmente lo oculto, las personas no saben apreciar el arte.
Salimos al pasillo y odio tanto no poder tomar de la mano a mi chica. Nuestra principal regla es que fuera de la habitación, no podemos demostrarnos afecto de esa manera. Y odio tanto a la persona que creó la puta regla de no relacionarse con otros aprendices.
¿Que pasaría si ella fuera mi alma gemela?
Cruzamos en uno de los pasillos más alejados de las oficinas y dormitorios, hasta llegar a una sellada puerta caoba. Miro sobre mi hombro y al cerciorar que no hay nadie siguiéndonos, la empujó. Kristell entra primero y más atrás lo hago yo cerrando la puerta a nuestras espaldas.
Antes de bajar las desgastadas escaleras, sujeto a Kris de la mano y robo un beso fugaz de sus labios. Ella sonríe y me insta a seguir caminando. Llegamos a otra puerta la cuál podemos atravesar con facilidad. Dentro nos encontramos con una una sala amplia, unos cuántos estantes lleno de libros y objetos adornan las paredes, un escritorio negro se encuentra en el centro. Hay una pequeña puerta en la esquina que da con un diminuto baño. Y por último, al otro lado de la sala se ubican un par de sillones. Donde uno, está ocupado por una Evony profundamente dormida.
Me acerco hasta Keanu quien me lanza una mirada exasperada.
—Ya está aquí, y ¿Ahora?
—Ahora debemos esperar al integrante que falta—Contesto con seriedad.
Desvío mis ojos a la castaña que sigue sin reaccionar. Desde el día que se integró al grupo Zeta, supe que algo extraño ocurría con ella. Y al no saber que tipo de ser es, confirmé que algo ocultaba detrás de esa mirada curiosa.
Cuando fui a la biblioteca a buscar un libro para Kris, no espere encontrarme a Evony confesandole muchas cosas a Evolet. Enseguida me di cuenta que no la trajeron aquí por casualidad y, que hay algo mucho más grande detrás de todo esto. No es simple coincidencia que hayan encontrado una Danin.
Evony comienza a moverse inquieta. Está reaccionando. Abre sus párpados con lentitud y pestañear un par de veces. Su celo permanece fruncido cuando ve quienes están frente a ella.
—¿Ustedes?—Su voz sale ronca.
—Sientate cómoda, tenemos mucho de que hablar—demando con la mirada puesta en ella.
—Espero haber llegado a tiempo—Suelta una voz desde la entrada.
Justo a tiempo.
Evony.
Cuando sentí el pinchazo en mi cuello, pensé que despertaría en una habitación oscura y encadenada. A la espera de que el Hierarch viniera por mi a matarme, cómo en aquella horrible pesadilla. Pero estaba equivocada. Lo primero que ví al abrir mis párpados, fueron cuatro pares de ojos mirándome fijamente. No esperaba ver a mi grupo.
¿Que demonios?
Ahora soy yo la que mira fijamente a la persona que acaba de llegar. Sin saber porqué mierda estoy en esta sala, con toldo el cuerpo un poco adormecido.
—Alguien podría explicarme qué está pasando—espeto con la mirada puesta en Desmond.
Todos toman asiento en el sofá frente a mi. Des camina hasta acercarse a mi, se acuclilla y lleva su mano a mi mejilla sin apartar sus ojos de los míos. Ignoró el golpeteo en mi corazón. Ahora no es momento de pensar en la escena de ayer.
—Lo haremos, pero promete que nos vas interrumpir—Asiento—. Todo tiene una explicación Vony.
Des aleja su mano y se pone de pie quedando a un lado del sofá. Paso una mano por mi cabello tratando de arreglarlo. Acepto el vaso con agua que me extiende Aira y la tomo toda de un sorbo. Estaba tan sedienta. Lo dejo sobre la mesa preparada para lo que está a punto de suceder. Algo me dice que todo esto tiene que ver con lo que escuchó Adam.
Aunque Sea ya lo sabe todo.
—Lo sabemos todo, escuché lo que dijiste a Evolet. Pero igual queremos hacerte un para de preguntas.—Adam se echa hacia adelante apoyando los codos en su rodilla y entrelazando sus manos.
Echo una mirada a Desmond pero el no muestra ninguna expresión.
—No me jodas—Adam mira a Des—¿Lo sabías?
—Ella confió en mí, no podía tomarlo a la ligera y contarles.—Adam le lanza una mirada furiosa. Y para concluir, Des agrega—. Fui yo quién descubrió que es una Danin.
—Y aún así no lo dijiste. Se supone que somos un grupo, y que cosas como estás debemos contarlas—reclama con molestia—. No me sorprende que lo ocultaras si últimamente siento que no te conozco.
Veo todo el cuerpo de Desmond tensarse y es ahí cuando Keanu decide intervenir.
—No es momento de disputas. Estamos aquí porque queremos la ayuda de Evony—Se interpone entre los dos—¿Lo recuerdan?
Me endrezco en mi sitio. Sin sentir ya mi cuerpo entumecido.
—¿Por qué ustedes necesitarían mi ayuda?—Adam guía su vista a mi.
—Seré claro Evony. Queremos escapar de este lugar y necesitamos que te una a nosotros.
Un atisbo de esperanza golpea en mi pecho. Igual pensaba proponerle a ellos que vengan con Evolet y conmigo. De todas maneras, me gusta jugar con la paciencia del pelirrojo.
—Y si no acepto ¿Que pasa?
Por el rabillo del ojo puedo ver una sonrisa curvar en los labios de Des.
—Estarás muerta a finales de este mes. Por algo te han traído a Somber Moon.—Un reflejo semejante al fuego, cubre sus orbes. Lo que me trae a la mente una pregunta que espero puedan responder.
—¿Cómo es que tienen poderes iguales que los míos?—Recuerdo el entrenamiento de ayer, dónde ellos hicieron uso de ellos.
—Hay una gran diferencia Evony, tu posees la magia elemental. En cambio nosotros solo tenemos uno. Al igual que las hadas
—Eso lo sé, pero ¿Cómo se supone que los obtuvieron, si ustedes no son hadas?
—Haces muchas preguntas—Se queja.
—Respondan.—Digo a la interperie.
Ellos comparten una mirada y es Desmond quien da un paso al frente dispuesto a responder mis dudas.
—No lo sabemos con exactitud, Evony—dice—. Todas las personas en la organización pasan por un proceso que lo llaman "Transformación". Creemos que en ese momento nos trasladan poderes de hadas. Pero como te dije una vez, a los mentores de primera fase no le cuentan nada.
—¿Y aún así aceptaron? ¿Que tal si esas hadas murieron porque le arrebataron sus poderes?
«Joder. A esto se refería Sherlyn» pero ella no es hada.
—No teníamos opción—Adam suelta un gruñido—. Queremos salir de aquí y sin esa magia no podemos derrotarlos a todos ellos. Aceptamos para usarlos a nuestro favor.
—Eso suena egoísta ¿No lo creen? sacrificar a otros, con tal de liberarse ustedes—me pongo de pie.
—Es un acto egoísta, lo sé. Pero si conocieras a todas las personas en SomberMoon, creeme. Pensarías que eso sí estuvo bien. Este lugar guarda muchos secretos que casi todos ignoran o simplemente deciden ponerse de su lado. Pero si das un paso en falso, no dudarán en matarte.—puntualiza.
—Quien podía hacerlo.
—Todos. Principalmente el Hierarch.
El pelirrojo se aleja y lo veo tomar de la mano a Kris. Des no aparta la mirada de mi, al igual que el resto. Están esperando una respuesta que yo ya tengo clara desde un principio.
—Solo piénsalo...
—No hay nada que pensar—interrumpo a Keanu.
—¿No aceptarás?—Aira parece ligeramente afectada.
—Acepto—afirmo—. Solo tengo una condición.
—¿Cuál?—inquiere Des.
—Evolet vendrá con nosotros.
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Holiss ¡Feliz comienzo de semana!
¿Que tal les pareció el capítulo? Por cierto, no soy muy buena narrando besos... Así que.... espero haberlo hecho bien xd.
Hasta la próxima bombones.
Pd: ¿Cómo es eso que los chicos también quieren escapar?
Besos.
Allyn Sonaher.
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