°•°•Tartaglia [AU moderno] •°•°
Advertencia ⚠️ -. Prostitución, sexo oral, sexo vaginal, digitación vaginal, sobreestimulación, alcohol, Dom - Sub.
Narrador omnisciente.-
Ella era solo una chica que asistía a la universidad, estaba en último año y sus padres no le prestaban el dinero suficiente, ni se preocupaban por ella y la dejaron a su libre albedrío, en pocas palabras, la abandonaron. No confiaba en nadie, simplemente tenía que conseguir dinero para pagar su universidad y graduarse finalmente para trabajar formalmente, ya que no la aceptaron en ningún trabajo honesto por no graduarse por completo y tener mala reputación por su carácter fuerte. Si, [_______] tenía la vida muy difícil con la corta edad de 20 años. Pero a pesar de todas sus dificultades era extremadamente inteligente, astuta, cautelosa y demasiado orgullosa como testaruda, tenía buenas calificaciones pero había un problema, ella vivía con su pequeña hermana Paimon, una niña de pocas defensas y muy delicada, [______] tenía que estudiar, cocinar, limpiar y trabajar, el dinero no alcanzaba y simplemente ella no tenía muchas opciones, estaba pensando en trabajar como servicio de limpieza en hogares como último recurso pero aún asi no sería suficiente.
[★]
La brisa era suave por las calles oscuras, letreros nocturnos de color neón llamaron la atención de una joven madura que pasaba totalmente cansada por ahí tomando un atajo para llegar a su departamento, hasta que un hombre la acorraló en la entrada de aquel lugar adornado con luces fosforescentes y rojas, chicas con poca ropa mostrando sus dulces pieles a cualquiera que pasara por ahí.
- Disculpe, déjeme pasar. -. Enunció la joven de ojos [____] mientras trataba de evadir al hombre de gran altura que yacía a su lado.
Era un hombre muy apuesto al parecer, portaba un traje demasiado elegante, sus cabellos azulejos adornaban su bello rostro, parecía adinerado y se veía como un hombre que atraía a cualquier mujer, con tan solo un guiño o piropo ya tenía a una mujer a sus pies, pero [______] no era cualquier chica. Lo primero que le pasó por la cabeza es que estaban por robarle o incluso secuestrarla.
- Disculpe señorita, creo que usted está perdida, déjeme guiarla, se divertirá mucho. -. Soltó el hombre de cabellos zafiro, con un toque de sensualidad en su voz.
Besó su mano y luego entregó una tarjeta con algunos números de teléfono e información colocándolo en el bolsillo de la contraria.
Acercó su mano suavemente acariciando su mejilla con una sonrisa pícara y atrevida, con la mentalidad de que se divertiría mucho con ella esa noche, pero él estaba equivocado, muy equivocado. De pronto sintió un golpe en el estómago haciéndole agacharse por instinto y soltar un quejido de dolor, dándole el tiempo suficiente a [_______] para correr y escapar.
Ella corrió como pudo del lugar, manteniendo sus pertenencias con un fuerte agarre, su respiración era agitada mientras temblaba, un fuerte suspiró mezclado con jadeos desesperados por aire se hicieron presentes ni bien llegó a casa.
Estuvo a punto de llorar pero no fue así, ya que vio a su pequeña hermana correr hacia ella con amor y alegría, era la mejor parte del día, abrazarla y darle muchos mimos. [_______] se encargó de hacerle la cena y llevarla a dormir a su habitación, ya que ambas dormían en la misma cama por el poco espacio.
Le sonrió por última vez antes de cerrar la puerta atrás de ella dejando a Paimon descansar ya que se encontraba débil y ella lo notó, sabía que la enfermedad de su pequeña hermana la estaba desgastando cada día. Nuevamente se inundó en sus pensamientos, preocupaciones y frustraciones, siendo totalmente diferente en la ausencia de su hermana, ella era la mayor, tenía que ser fuerte.
Se dirigió hacia la pequeña sala sentándose bruscamente con frustración y angustia grabadas en sus suaves facciones, tomó algunas hojas escondidas debajo de la pequeña mesa de centro mientras leía una y otra vez las letras resaltadas en rojo: "Última oportunidad de pagar su deuda, de lo contrario se le embargará el departamento." Esas palabras retumbaban en su mente estresandola más mientras se quedaba sin opciones, tiró las hojas en un momento de ira y desesperación con lágrimas en los ojos, todas sus responsabilidades la estaban consumiendo. De manera repentina se levantó para salir un momento afuera de su apartamento por algo de aire y poder pensar bien todo.
Odiaba tan solo pensar en la idea de que sus padres estén totalmente calmados y cómodos en una casa de lujo con todos los problemas resueltos mientras ella se rompía para salir adelante, le carcomía el odio hacia sus progenitores. Los quería ver arrepintiéndose de todo lo que les hizo a ella y a su hermana.
Ni bien salió tomó una gran bocanada de aire mientras dejaba salir los pensamientos negativos, o mejor dicho tratando.
Una fuerte brisa de aire la hizo estremecer colocando sus delicadas manos en su polera para que sus manos sean amortiguadas por el calor que le brindaba los bolsillos de su ropa, sintiendo algo en una de éstas sacando el extraño papel con algo de confusión ya que ella no recordaba haber puesto algo ahí antes.
Era un número de teléfono con algo de información grabadas en la tarjeta.
"My pretty bunny"
¡Llame a este número para más información!
xxx-xxx-xxx
- Jefe general: Kaeya.
- ¿Qué mierda es esto? -. Susurró desconcertada la peli [_____] recordando a aquel hombre de ojos Zafiro cuando se insinuó hacia ella.
No era estúpida, sabía perfectamente que era eso ¿Quién en su sano juicio le propone ser a una chica desconocida ser una puta?
- Que asco. -. Escupió sin más.
Entró nuevamente a su pequeño departamento con un aura más tranquila dirigiéndose a su habitación donde se desvistió y colocó una cómoda y reveladora pijama recostandose con su pequeña hermana con bastantes pensamientos en su mente, tenía muchos problemas pero su cansancio era más fuerte, a si que por más egoísta que suene dejaría todos esos problemas para después disfrutando de la comodidad de su suave cama.
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- ¡Señorita [_____] su hermana está totalmente enferma! ¡Necesita un hospital urgente! -. Gritó un doctor cargando a la pequeña.
- Mierda...¡Apúrense entonces! ¡Hagan lo que tengan que hacer...pero porfavor, salvenla! -. La voz quebrada de la oji [___] era notable.
Su respiración era agitada mientras mientras miraba a Paimon irse en una camilla en estado inconsciente.
En un parpadeo se encontró en el hospital llorando por la perdida de su único familiar, la pequeña había fallecido por una enfermedad pulmonar. todo fue muy repentino que sintió su mundo caerse, sus muslos flaquearon arrodillándose en el suelo mientras lloraba con desesperación y tristeza, maldiciendo al mundo por haberle quitado lo que más quería.
Fue así hasta que se despertó.
Su cabello color [______] estaba desordenado, su respiración era agitada y sentía lágrimas mojar la almohada, se levantó de golpe sintiendo un leve mareo mientras miraba a Paimon dormir con tranquilidad, fue solo una pesadilla.
Miró la hora en su teléfono con disgusto de habere levantado de mal humor por el gran sueño que tuvo, su preocupación solo aumentó.
- 4:49am. -
Intentó dormir pero no logró conciliar el sueño nuevamente, no tuvo remedio que levantarse de la suave comodidad que le brindaba su cama para empezar su día.
Gotas suaves y tibias se deslizaron por sus curvas mientras que su cabello sedoso se humedecía, trató de distraer su mente de aquel horrible sueño que se grabó en su mente. El jabón hacía brillar su húmedo cuerpo, finalmente salió de la ducha cubriéndose con una toalla, se secó con brusquedad mientras buscaba qué ponerse para la universidad.
No le agradaba utilizar faldas pero no le había dado tiempo de lavar su ropa usual, que era un pantalón negro y una camiseta blanca y holgada, no le quedó de otra que ponerse algo más formal para asistir a sus clases.
Unas panties se deslizaron por sus pies deslizándose hacia arriba por sus muslos terminando en sus caderas, colocándose una falda negra que estaba por encima de las rodillas, seguido de esto se colocó una camisa blanca resaltando su figura, un collar dorado con una estrella en el centro adornando su pecho, unos aretes pegados en forma de perla en sus orejas, su cabello suelto resaltando sus hermosos rasgos y por último unos tacones bajos tan oscuros como el carbón.
Con un brillo labial adorno sus labios mientras que miraba su expresión malhumorada en el espejo, en la universidad también se puntuaba la presentación como la puntualidad, por eso era una de las mejores en todo aspecto.
- 5:57am -
Alistó su mochila con unas cuantas libretas, sobres con papeles y lapiceros. Dejó su mochila en el sillón para después limpiar la casa un poco.
Preparó el desayuno siendo tostadas con mantequilla y café puro para ella, aparte hizo panqueques para Paimon colocándolas para la merienda de la menor cuando se tenga que ir a su escuela.
Unos toques suaves a la puerta llamaron la atención de la oji [_____] mientras colocaba el uniforme de su hermana al lado de la cama para que fuera más fácil cambiarla.
El sonido de los tacones resonaron en la pequeña sala cuando caminó hacia la puerta, cuando la abrió se encontró con una mujer muy bella, peliblanca y con unos mechones verdes, su mirada suave hizo calmar a la joven.
- Nahida, buenos días. -. Enunció la bella joven con una expresión de seriedad y cansancio.
- Buenos días [______] luces cansada ¿Madrugaste? -. La albina habló con un tono demasiado tranquilo y suave, tanto que calmaba a cualquiera que lo escuchase.
- Uh...tuve problemas... -. Dijo finalmente la joven haciéndose a un lado para que la mujer pase a su departamento.
Nahida entró al apartamento dejando su bolso a un lado mientras sonreía con amabilidad.
- Cada vez te notó más decaída -. Susurró la mayor.
- Simplemente tuve bastantes ensayos que presentar...la renta, los víveres se me están acabando, debo comprar más...yo.. -. La oji [_____] divagó en sus preocupaciones.
- [______] tranquila, está bien, come algo y conversamos ¿Si? Aún falta para el ingresó de tu universidad, si estoy en lo correcto ingresas a las...7:00am. -. Sonrió la mayor.
La joven miró su teléfono dándose cuenta que la hora marcaba 6:25am, tenía tiempo de charlar un rato, no se daba el lujo de ponerse cómoda siempre, a si que sirvió otro café para Nahida y se sentó desayunando junto a la mujer.
- Tienes más ojeras de lo habitual ¿Has dormido últimamente? -. Preguntó la contraria con un tono calmado.
- Las deudas, Paimon, la comida, el dinero...el dinero no es suficiente, no sé qué haré, no consigo ningún trabajo aunque sea de medio tiempo. -. Dijo con los ojos oscurecidos [_______].
Un largo silencio invadió la habitación antes de que la albina volviera a hablar.
- Intentaré conseguirte un empleo, tranquila, no te preocupes, te ayudaré en lo que esté a mi alcance. -. Sonrió.
Los ojos [______] de la fémina brillaron, era un pedacito de esperanza que podría sacarla de esa mala situación económica.
- ¿De verdad harías eso? ¡Nahida, te lo agradezco mucho, de verdad, muchísimas gracias! -. Dijo dándole un abrazo a la mujer mayor.
Se quedaron conversando por un largo rato, fue una pequeña distracción y ambas lograban entenderse ya que eran bastante maduras en cuanto su conocimiento y actitud. La hora de irse a su universidad llegó, despidiéndose de Paimon depositando un suave beso en su frente y abrazando a Nahida, tomando sus cosas y retirándose del lugar.
Era aún la mañana y estaba nublado, hacía frío y pudo ver a varios universitarios en grupos dirigiéndose a su institución con tranquilidad.
La fémina apretó los dientes antes de caminar en la misma dirección que los demás. No tardaste mucho antes de encontrarte a tus amigos, o como preferiría llamarlos "Compañeros agradables" sus nombres eran Lumine y Aether, dos carismáticos hermanos que siempre estaban apoyándola en todo momento.
- ¡[________], aquí estamos! -. Gritó a lo lejos una rubia con el brazo arriba.
Aether sonrió alzando su brazo también esperando a que llegaras y los abrazaras, pero, eso no iba con la personalidad fría de [_______].
Cuando estuviste cerca simplemente pasaste de largo viendo como los mellizos se quedaron estáticos para después seguirte y abrazarte, la peli______ no los empujó, permitió ese acto sintiéndose cómoda al lado de ellos.
- ¡Aah, [_______]! ¿Porqué eres tan cruel? Si quiera nos hubieras saludado. -. Protestó Lumine mientras frotaba su mejilla contra la contraria.
- ¡Solo dinos que ya no nos quieres y que tienes otros amigos! -. Exageró Aether mientras se apegaba más a [_______] con una expresión de tristeza fingida, ya la conocían y sabían que ella era algo reservada en cuanto al afecto.
- No los vi. -. Escupió sin más la oji_____ tratando de aguantarse la carcajada por la reacción distintiva de sus amigos.
- ¿¡Hah!? ¡Eso es imposible, te gritamos desde lejos! -. Hizo un puchero la rubia.
- No los escuché. -. Mintió la peli_____ desviando la mirada, tratando de ocultar su pequeña sonrisa de diversión debido a la actitud de sus contrarios.
- Mentirosa. -. Bufó Aether mientras se separaba con un puchero igual que su hermana.
- Avancemos, las clases están por comenzar. -. [______] Sonrió ligeramente para después volver a su expresión actual empezando a caminar dejando a sus amigos un poco atrás.
Los mellizos se miraron al mismo tiempo para después sonreír, salieron disparados detrás de ella gritando la unísono que no los dejara atrás. Cuando llegaron a la universidad y su primera clase solo se encontraba Lumine sentada a su lado mientras que, atentas, miraban al serio maestro indicando pautas para las siguientes prácticas.
- Entreguen los ensayos que dejé la semana pasada, jóvenes. Recuerden que mañana y hoy son las últimas fechas para entregar su trabajo. -. Con una voz grave indicó el hombre con una expresión de madurez y serenidad.
- Menos mal la terminé ayer, a duras penas... -. Suspiró profundamente aliviada Lumine mientras sacaba un conjunto de hojas unidas por un clip.
- No dejes la cosas a última hora, esto no es nada. -. Se levantó de su asiento para ir a entregar su propio ensayo.
- ¡¿Cómo puedes decir eso, cuando terminaste el tuyo?! -. Bufó su amiga mientras se levantaba para acompañarla.
- El mismo día que la dejaron. -. Caminó hacia su profesor con su trabajo en manos entregándosela. La contraria quedó boquiabierta ya que a ella le tomó más tiempo hacerlo. Finalmente Lumine hizo lo mismo con nerviosismo, entregando su ensayo.
El maestro le dió una ojeada a el trabajo de [_______] con mucha atención para después verla denuevo.
- Muy buen ensayo, señorita [______], puede proseguir con el proyecto final. -. Sonrió muy ligeramente.
- Muchas gracias, profesor Zhongli. -. Hizo una reverencia para irse a su lugar esperando a la rubia.
Mientras veía a su amiga con una expresión de miedo cuando el profesor revisaba su trabajo desvío la mirada hacia sus apuntes con concentración, remarcando las partes más importantes. De repente sintió unas manos tocar sus hombros y abrazarla ligeramente, por instinto se volteó dando más que una bofetada, un puñetazo directamente al rostro de quién fuera que la estuviera abrazando de ese modo.
Un joven alto, con el cabello anaranjado, una camiseta blanca y unos pantalones negros y zapatillas deportivas, sus rasgos atractivos fueron perturbados con una marca roja en su mejilla mientras este la frotaba con una sonrisa dolorosa.
- No tenías que ser tan agresiva, muñeca. Solo fue un abrazo. -. Gimió de dolor.
- No te me vuelvas a acercar. -. Gruñó la fémina de ojos _______.
- Vamos linda, tranquila, solo pensé si podías prestarme tu ensayo, el profesor podría matarme si no se lo entrego mañana. -. Sonrió de forma carismática el muchacho intentando acariciarla a lo que fue detenido, esta vez con una bofetada.
- He dicho que no me toques. -. Con un tono bajo y demandante contestó [______].
- No te hagas la difícil, no te cuesta nada, vamos, dámela. -. Se volvió a acercar intentando tomar su ensayo discretamente mientras la abrazó con fuerza para inmovilizarla y conseguir lo que quería.
La fémina intentó apartarse pero su agarre fue muy fuerte, puso todo su peso encima de él para después caer, claro que dejaría que el desagradable joven tuviera el impacto más doloroso. Su cabello color [_______] se desordenó mientras que quedó encima suyo en el suelo, el contrario tenía su ensayo en manos mientras lo apartaba de ella, con la otra mano tomando fuertemente sus caderas para intentar quitarla.
Ella tenía muchos pensamientos abrumando su mente desde hace ya tiempo, había estado acumulándose todas esas emociones y explotó, desquitandose con aquel chico, comenzando a golpearlo, varios puñetes y jalones de cabello fueron afectando al contrario que no soltaba el ensayo.
Una pequeña multitud se iba formando a su alrededor, tomando fotos y vídeos de la pelea, el docente Zhongli se dio cuenta de esto por los gritos acercándose rápidamente a atender la situación, separándolos mientras que el joven parecía más afectado que la fémina, que solo tenía un poco desordenado el cabello y estaba fuera de sus casillas.
- A la dirección, ambos. -. En un tono firme y enojado soltó el profesor para después llevarlos a la dirección.
La joven explicó todo de manera alterada, aún estaba bastante enojada, el director se sorprendió de verla a ella en la dirección, una de sus mejores alumnas y aunque las pruebas apuntaban a que el muchacho había intentado robar su trabajo, en las cámaras se vió como ella fue quién acudió a la violencia primero, poniéndole una advertencia que si vivía a meterse en un problema la llevarían a detención, o peor aún, sería expulsada temporalmente. Por otro lado el joven no tuvo la misma suerte, tenía la reputación de buscar problemas y ser bastante alborotador, llevándolo así a detención.
La peli______ salió de la dirección con la mirada baja totalmente llena de impotencia, en sus pensamientos ella se decía a si misma que fue autodefensa y que no era su culpa, no, definitivamente no era su culpa, todo era culpa de ese chico, lo detestaba.
Pasaron los minutos, las horas y en un parpadeo la noche abrazó el día provocando un hermoso atardecer que [_______] se detuvo a ver en la entrada de la universidad, respirando ondo sobresaltandose al sentir una mano fría en su cuello, se volteó rápidamente para atacar cuando se dió cuenta de que era Aether con una expresión de preocupación.
- Ah, Aether, eres tú... -. Suspiró con alivio.
- Oí lo que sucedió hoy en tus clases, Lumine me contó todo, estuvo preocupada pero como estaban en clases separadas no pudo ir a verte. -. El chico rodeó su brazo por el hombro de la contraria tratando de abrazarla en forma de apoyo pero esta quitó su mano rápidamente.
- No es nada de lo que tengas que preocuparte. -. Se alejó ligeramente.
- [______], si pregunto, es porque me importas ¿Nuestra amistad de años no cuenta? -. Tomó su brazo abrazándola finalmente.
La oji______ no lo alejó, simplemente lo dejó ser, correspondiendo el abrazo, sintiéndose cómoda, realmente necesitaba eso después de todo lo que estaba pasando.
Lumine apareció atrás de ellos con una sonrisa pícara asustandolos mientras los abrazaba fuertemente, especialmente a su amiga.
- ¡[______]! ¿Estás bien? ¿Ese idiota no te hizo nada? -. Tomó su cabeza delicadamente mirando cada detalle de su rostro asegurándose de que no tenía alguna herida.
- Estoy bien, no dejaría que ese maldito me haga algo. -. Gruñó.
- Si te llega a poner una mano encima, lo mataré. -. La mirada de Aether se oscureció de tan solo pensar en aquella idea.
La fémina [______] desvío la mirada sintiendo algo de ternura al ver como sus amigos siempre se preocupaban por ella en todo momento. Los hermanos decidieron llevar a casa a la oji______, asegurándose de que llegara bien.
Charlaron por bastante tiempo en el camino, el cielo era hermoso, ya estaba anocheciendo y se podía ver la luna brillar de forma única, su cabello color [_______] se movía suavemente por la brisa. Cuando finalmente llegaron, los mellizos se despidieron de su amiga abrazándola, Aether siendo el más apegado.
Llegando a casa dejó sus cosas mientras que su hermana corría hacia ella a abrazarla.
- Paimon, peque ¿Nahida se fue? -. Preguntó cansada.
- La señorita Nahida está atendiendo una llamada en la cocina. -. Sonrió de oreja a oreja la menor mientras abrazaba fuertemente a su hermana mayor.
- Ya veo...¿Cenaste? -. Suspiró la chica mientras se quitaba los zapatos para entrar a su casa.
- ¡Sí, la señorita Nahida me llevó al parque y después fuimos a comer tortitas! -. Señaló la pequeña dando saltos felizmente.
- Me alegra mucho de que te hayas divertido. -. La besó en la frente nuevamente mientras se dirigía a la cocina con su hermanita.
La albina colgó el teléfono con una mirada de tristeza para después saludar a [______] con un abrazo y tratando de disimular su clara emoción de tal parecía culpa.
- [______] ¿Que tal las clases? ¿Todo bien? ¿Tienes hambre? -. Intentó sonreír.
La chica miró a Paimon y después a Nahida, haciendo señas de que no podía hablar en ese momento del tema, la contraria asintió indicando a Paimon que mirara la televisión en la pequeña sala mientras las adultas conversaban en la cocina.
- Casi me llevan a detención. -. Escupió ni bien la pequeña estuvo lejos para escuchar.
- ¡¿Cómo?! -. Casi gritó la fémina mayor mientras bajaba la voz por la sorpresa. [______] le contó todo, después de todo, Nahida era como una madre para ella, fue su profesora de infancia antes de que Paimon naciera y sus padres la dejaran cuando ella estuvo terminando la secundaria.
- Tuviste un mal día, tranquila, mañana será mejor ¿Necesitas un abrazo? -. Dijo extendiéndole los brazos en seña de un abrazo a lo que la contraria aceptó abrazándola fuertemente.
Un nudo se presentó en la garganta de la peli______ al sentir el afecto materno, la calma, la seguridad, se derrumbó en lágrimas silenciosamente para que su pequeña hermana no se diera cuenta de su estado. Ella siempre tuvo que ser la "mayor" la "fuerte" ante cada problema que se avecinaba, tenía, no, debía ser como un pilar de hierro por ella y por su hermana, pero todo le estaba pasando factura y su cuerpo se lo decía.
Nahida continuó el abrazo con empatía y comprensión, podía sentir perfectamente sus emociones.
- No entiendo porqué me pasan estas cosas a mí... -. Sollozó.
- No es tu culpa, estuviste sobreesforzandote mucho últimamente... -. Sirvió un vaso con agua para que la oji______ se calmase.
- Estuve tan preocupada por la universidad, casi termino pero esos últimos meses han sido difíciles, también quise buscar empleo... Cierto, la entrevista. -. Miró a Nahida, estaba esperanzada, llena de ilusión y no pudo evitar desbordar lágrimas de sus orbes ______.
Nahida la miró con tristeza antes de negar con la cabeza, anteriormente había intentado comunicarse con todos los lugares donde ofrecían trabajo pero ninguno aceptó o no se encontraban disponibles.
- Mierda... -. Retuvo un grito de frustración levantándose y recomponiendose.
- Trata de descansar porfavor, ya encontraré un lugar donde puedas...- -. Intentó sonreirle para calmarla pero fue en vano.
- Nahida, gracias, no es tu culpa pero veo que también tienes preocupaciones y no puedo permitir que esto sea una carga para tí, me basta con que cuides a Paimon y la lleves a su escuela por mí. -. Se calmó bebiendo el vaso con agua.
- [______], me preocupas... -. Sus ojos verdes parecían más decaídos al ver a la peli ______.
- Está bien, puedo con esto. -. Dejó el vaso en el lavadero.
Nahida suspiró con pesadez abrazándola por última vez antes de guardar sus cosas en su cartera y despedirse de Paimon con una sonrisa suave al igual que a su hermana mayor.
- Te llamaré si en algún lugar aceptan. -. Hizo una reverencia y una sonrisa antes de irse.
La joven suspiró frustrada mientras dejaba a Paimon mirando televisión y jugando con sus juguetes para después sentarse en su escritorio en su habitación haciendo sus quehaceres de la universidad, era viernes a si que ni bien acabo con sus responsabilidades escritas se puso a revisar su teléfono buscando algún trabajo disponible por su calle.
"Puestos llenos."
"No hay resultados."
Gruñó frustrada, miró la hora y no se dio cuenta de que ya era medianoche, se levantó de su asiento dirigiéndose a la pequeña sala viendo a Paimon dormida en el sillón, respirando con dificultad.
La fémina se acercó rápidamente viendo a Paimon y tenía fiebre, estaba temblando, no se veía bien. Con miedo la levantó en brazos viéndola que la respiración se le entrecortaba, viendo que por momentos no respiraba y hacia todo lo posible para respirar.
- ¡Paimon! Oh Dios... -. Se desesperó tomando su chaqueta mientras salía con su hermanita en brazos pidiendo un taxi yendo a toda velocidad al hospital.
Sintió su garganta seca, su estómago revolverse, lágrimas amenazaban con desbordarse de sus ojos por el miedo y preocupación que la asfixiaba.
Paimon fue llevada a urgencias en camilla a una habitación para tratarla, desapareciendo de la vista de [_______].
Con las manos temblorosas tomó su teléfono marcando a Nahida con la voz quebrada.
Llamada reportada a las: 01:34am
- Nahida, Paimon está... No se que es lo que tiene... -.
- ¿Qué? [______] respira hondo porfavor, ahí voy ¿Donde estás? -.
- En el hospital cerca de la universidad, ven rápido porfavor...-.
- Tranquila, no voy a tardar, solo trata de estar tranquila. -.
Llamada finalizada.
Después de varios minutos Nahida llegó a paso rápido, abrazó a la fémina menor mientras la veía desesperada y llorando. La intentó consolar pero estaba totalmente fuera de ella.
Esperaron horas para alguna noticia de la pequeña Paimon, hasta que finalmente llamaron a los familiares y ambas mujeres se levantaron de golpe, un doctor se les acercó con una mirada totalmente seria.
- Doctor, porfavor venga aquí. -. Nahida habló yendo hacia un lado para que [______] no escuchara el resultado por miedo a como reaccionaría.
Vió como la mayor conversaba con el doctor a lo lejos, con miedo, mordiéndose el labio mientras imaginaba lo peor. Después de unos minutos Nahida volvió con una expresión de bastante preocupación.
- ¡¿Cómo está?! -. Gritó desesperada.
- Tiene.... Ella tiene una enfermedad pulmonar. -. Tenía la cabeza cabizbaja.
- ¿Qué?... -. El mundo se le derrumbó en un segundo, se sintió muy culpable al no ser suficiente buena para cuidarla, eso pensó.
- Tranquila...porfavor, tómalo con calma, el doctor también dijo que el tratamiento es algo costoso... Intentaré ayudar con lo que pueda ¿Sí? Ya verás como mejora. -. Intentó apoyarla emocionalmente pero en situaciones como ésta, nada podría mejorar su ánimo.
- Pero ¿Porqué? ¿Fallé cuidándola? -. Sus ojos le ardieron empezando a llorar, solo sentía algo y eso era culpa.
- No, No, claro que no, mi niña .- acarició su mejilla.
- ¿Cuándo la podré ver?... -. Sollozó.
- Está internada por ahora, pero está estable. -. Habló de forma tranquila, disimulando el nudo que se hacía en su garganta.
Siguió sollozando, todo iba de mal en peor, la voz no le salía ni si quiera para articular alguna palabra. Intentó quedarse a dormir en el hospital pero Nahida se lo impidió, sabía lo cansada que estaba y regresaron a casa.
Cansada, no pudo lograr dormir, estaba frustrada, abrumada, se sentía imponente ante la situación. Pasaron la semanas y los primeros tratamientos que se le dieron a Paimon fue pagado por Nahida, pero sabía que pronto Nahida no podría seguir pagando el tratamiento, ella también tenía gastos que hacer y no alcanzaría, tampoco quería abusar de la bondad de la albina, sabía que tenía que conseguir dinero.
En sus clases no podía concentrarse y sus amigos lo notaron.
- [______] ¿estás bien? ¿No estás cansada? Mira las ojeras que traes. -. Preguntó la rubia mientras se acercaba.
- Estoy bien. -. Escupió sin más la peli______.
- Pero te veo pálida y tus mejillas están rojas ¿No tienes fiebre? -. Aether puso su mano en la frente de su amiga con preocupación, solo consiguió que se apartara.
- Ya les dije que estoy bien, solo estuve algo ocupada. -. Frunció el ceño mientras guardaba sus pertenencias en sus cosas mientras se sentaba de mala gana junto a sus amigos para almorzar.
- ¿No trajiste nada de comer? -. El rubio dijo a punto de dar un bocado a su comida.
- Es que yo...solo no tengo hambre. -. Desvío la mirada la fémina de ojos ______ tratando de ver la comida, se le hacía agua la boca de tan solo oler los alimentos.
- ¡Nada de eso! Toma, una parte de mi almuerzo. -. Lumine sacó una parte de su bento dándosela.
- También toma una parte de la mía. -. Su hermano dió una parte de su comida a su amiga.
- No es necesario, no tengo...hambre. -. Miró la comida con deseo mientras se acercaba, aunque su orgullo le dolió al aceptar la comida, le hacía falta.
Comió de forma rápida sin dejar de lado su delicadeza, se sintió satisfecha por el momento mientras los mellizos la miraban con satisfacción ya que, ella aceptó algo de su parte finalmente.
De pronto una voz familiar sonó atrás de ella, frunció el ceño y sintió su estómago revolverse por un momento, no se tomó la molestia de voltearse, siguió comiendo.
- [_______] ¿Que tal, linda? No olvidaré esa vez que saltaste encima mío hasta que te cansaste ¿Volvemos a hacerlo?. -. Aether casi escupe la bebida que estaba tomando mirando sorprendido a la oji______ que también estaba paralizada.
- ¿De qué demonios está hablando? -. Se levantó de su asiento furiosa dándole la cara.
El chico se sorprendió, viéndola pálida, cansada, con ojeras, no, esa no era la [______] de siempre. Se había acostumbrado a molestarla las veces que podía desde su primer encuentro, le gustaba lo testaruda y luchadora que era, esa chispa que la mantenía tan diferentes a las otras mujeres, ella era especial e intentaba ganársela pero sabía que estaba fuera de su alcance. El estaba pendiente a lo que le sucedía mediante Lumine, que después de rogarle tantas veces ella decidió ayudarlo, pero el hacía lo opuesto a lo que se le aconsejaba.
- Ya sabes preciosa, no lo niegues. -. Dijo acariciando su mejilla mientras la intentó acercar colocando una mano en su cintura.
Aether se levantó de golpe a punto de ir a golpearlo.
- Estás jodido. -. Gruñó [______] mientras lo empujó fuertemente empezando a golpearlo y arañarlo, siempre conseguía colmar su paciencia y ella no estaba pasando por un buen momento.
Nuevamente fueron llevados a la dirección, el director decidió llevar a detención a ambos, si no fuera por los mellizos que convencieron al director de no expulsar a [_______], ella estaría en casa en ese momento.
•°•°•♪•°•°•
¿Él?
Él es tartaglia, es uno de los chicos más alborotadores y ricos de esta universidad, sus padres parecieron castigarlo con su mal comportamiento trayéndolo aquí, al menos eso dijo él.
Es totalmente un mujeriego profesional y siempre causa problemas, obtiene lo que quiere siempre, no tiene preocupaciones ni responsabilidades, no se preocupa por entregar sus trabajos, nada.
No te juntes con él, es mala influencia y puede hacerte daño.
•°•°•♪•°•°•
Lumine la había dicho eso desde la primera vez que se peleó con él, no le importaba en lo absoluto, solo era un mocoso mimado, presumido, egocéntrico, mentiroso y mil cosas más, pensó [______].
Pero ahí se encontraba, en detención, solos y lejos uno del otro. [_______] estaba al lado de la ventana mirando él atardecer, las clases se acababan y las estaba perdiendo nuevamente por proseguir de forma violenta, pero él hacía que ella saliera de sí, le causaba repulsión.
- No tenías que ser tan dura, eso dolió. -. Rompió el silencio el de ojos celestes.
- No molestes, tú mismo te lo buscaste. -. Dijo sin más, evitando a toda costa iniciar una conversación.
- Solo estaba bromeando, pensé que te haría reír... -. Sonrió nerviosamente mientras la miraba.
- ¿Una broma, te parece eso una broma? No entiendo porqué me molestas a mí, te juro que te detesto, me haces la vida imposible. -. Firmemente habló mirándolo a los ojos.
-No pensé que...¡Tampoco tenías que golpearme! -. Casi se disculpa pero su orgullo de alguna forma no se lo permitió.
- Mira, no quiero seguir discutiendo contigo, simplemente no seas una maldita piedra en el zapato, me estorbas. -. En sus orbes ______ se veía la ira y odio hacia el contrario.
- Solo te haces la difícil, sé que yo te gust- -. Fue interrumpido por la fémina.
- A ver, maldito mocoso estúpido. No es que yo sea una "difícil" no es mi culpa si con todas las mujeres que has estado son unas fáciles que se dejan manosear por tí, no sé que es lo que ganas molestandome pero si sigues así, me aseguraré de que no vuelvas a esta universidad. -. Se acercó ligeramente amenazando con golpearlo, este solo se quedó mirándola fijamente sintiéndose algo intimidado.
La hora de detención terminó saliendo ella primero a paso rápido lanzándole una mirada de pura repugnancia hacia su persona, en algún lugar de su corazón se sintió mal al ser rechazado directamente, pero otro lado de él gritaba por saber más de ella, quería obtenerla, la deseaba y haría todo lo posible para conseguirla.
Como de costumbre sus amigos la llevaban nuevamente a su hogar, esta vez vacío ya que no estaba su pequeña hermana menor, los mellizos estaban conscientes de ello pero tampoco tenían mucho dinero a su disposición, por más que quisieran ayudar no podían, esto llenó de culpa a Aether.
Ni bien cerró la puerta, tiró sus cosas, desnudándose y dirigiéndose a su habitación tirándose en su cama mientras lloraba por toda la situación, era mucho para ella. Su habitación era un asco, ropas por todos lados, hojas por aquí y por alla, su cama desordenada, esa no era ella, tomó una pequeña siesta y despertó en medio de la noche, miró su teléfono, la hora marcaba la: 1:24am.
Su cabeza dolía, se sentía cansada y débil, se sentó en su escritorio mientras miraba un pequeño cuadro de Paimon bebé que su abuela le regaló, era su único familiar que si atesoraba. Sus mejillas estaban mojadas por tanto llorar, en un movimiento repentino por tratar de que el cuadro no resbalase de sus manos su teléfono cayó al suelo, suspiró frustrada encontrando al lado de su teléfono una llamativa tarjeta que reconoció al instante, era la tarjeta que al parecer un prostíbulo.
Lo pensó mucho, era consciente de lo que estaba a punto de hacer, sabía que estaba mal... Pero, estaba desesperada.
Llamó al número con las manos temblorosas, la voz grave y ronca de un hombre contestó.
•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•
Llamada iniciada.
- Disculpe, buenas noches ¿Hablo con el señor Kaeya? -.
- Oh, sí, habla con él ¿En qué puedo ayudarle? -.
- No sé si usted recuerda a una mujer que usted acorraló y ella lo golpeó, fue hace tiempo, está bien si no recuerda-... -.
- Aún siento el dolor en mi abdomen. -.
- Oh... Quisiera sentirme culpable por eso...
- No te preocupes, eso ya quedó en el pasado. Si usted llamó solo puede significar una cosa y es que usted desea trabajar con nosotros. -.
- No diría "deseo", estoy pasando por algunos...problemas y es algo difícil conseguir alguna entrevista en estas fechas, quisiera saber cuanto ganaría si yo... -.
- Depende ¿Eres experta? -.
- ¿Qué? No, aún... Aún soy virgen. -.
- No lo sé, tienes buen rostro, buen cuerpo, quizá si vienes a dar un vistazo a nuestras trabajadoras y ves como lo hacen.
- ¿Eso significa que puedo?.... -.
- Estás dentro. -.
- ¿Cuándo puedo empezar? -.
- Mañana mismo puedes empezar, incluso puedes venir ahora para que tomes algunas lecciones. -.
- ... -.
- ¿Señorita? -.
- Llámeme [______], estaré ahí en unos minutos.
Llamada finalizada.
•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•
Se vistió con una polera y unos pantalones holgados, tratando de pasar desapercibida, tomó sus llaves, su teléfono y una libreta con bolígrafo, se dirigió rápidamente a la puerta de su departamento para después mirar la foto de Paimon que se encontraba en la mesita de centro. Su pecho se oprimió antes de salir, todo este sacrificio sería por su hermanita y haría lo posible.
Al llegar tragó fuerte, se quedó estática en la entrada de el local grande y llamativo, el lugar estaba escondido pero era se veía prometedor, dudó antes de entrar cuando vió salir a un hombre un tanto familiar, sí, era Kaeya.
- Pensé que no vendría, señorita [______] -. Se acercó besando su mano.
- Bueno, aquí me tiene, vayamos al grano. -. Hizo una mueca apartando su mano mientras la limpiaba con su polera.
- Sígame porfavor. -. Sonrió el peliazul.
El lugar estaba lleno de hombres, algunos apuestos, otros viejos hasta adolescentes menores que ella. Le llamó la atención cómo algunas mujeres bailaban frente al público mientras le tiraban montones de billetes sin ningún cuidado.
- Que desperdicio. -. Pensó.
El hombre la guío hasta una habitación donde había montones de ropa reveladora, lencería sexy, juguetes sexuales, mujeres vistiéndose, de todo. Una rubia de cabello algo largo y actitud coqueta recibió a la oji______ y su acompañante.
- ¡Que linda es! Solo que la ropa le cubre la belleza. Cariño, deberías usar ropa que se acomode a tu cuerpo, justo tengo un nuevo conjunto y...- -. La fémina estaba llena de entusiasmo y energía pero no termino de hablar cuando Kaeya la interrumpió.
- Lisa, venía a preguntarte si había alguna vacante para ella, su nombre es [_______], tiene 20 años, no está en ninguna relación y es virgen. -. Escupió sin más.
- No lo digas tan natural, es un tema delicado. -. Gruñó mientras que la incomodidad en ella crecía al escucharse gemidos, gritos y aplausos por todo el local.
- Ella es... ¿Virgen? Pfff- JAJAJAJA -. La mujer se rió a carcajadas agarrándose el estómago.
- Lisa, se más respetuosa. -. Kaeya pareció enojarse ligeramente, no quería perder la oportunidad de tener a una nueva trabajadora.
- JAJAJA- Ah, sí, perdón, es solo que usualmente vienen personas con "experiencia" si sabes a lo que me refiero. -. Sonrió dando una pequeña reverencia disculpándose.
- Que educada. -. Sarcásticamente bufó [______] en casi un susurro.
- Enséñale lo que necesita saber, mañana empieza, mucha suerte [______]. -. Un tono bastante demandante fue el que se escuchó del peliazul ante su primera frase, sonrió para desearle suerte a su futura trabajadora antes de retirarse de la habitación.
- Um...bueno, soy Lisa, la encargada de los atuendos ¡Nos divertiremos mucho! Vamos, te enseñaré todo. -. La tomó de la mano repentinamente llevándosela a recorrer todo el lugar.
La primera parada fue la recepción, donde atendían a los hombres que deseaban alquilar a alguna mujer, había un catálogo de todas las mujeres del lugar, o si deseaba ver para escoger, si deseaba escoger era llevado al centro de todo el local, era elegante, habían muchas mujeres rondando el lugar esperando a ser elegidas, si una de estas era elegida era llevada nuevamente a la recepción pagando su alquiler y una habitación por parte del cliente, disfrutando así su estadía y satisfacción. Pasaron también por los escenarios viendo bailes eróticos de mujeres desnudas y hasta viéndolas en acción en el escenario, Lisa también indicó y enseñó a [______] las partes de estimulación más placenteras para un hombre, las caricias, como debía moverse, como volverlo loco, todo.
Llegó tarde a casa, totalmente agotada, vió lo que no quería ver ¿Y si no estaba lista para eso? No, no podía pensar eso, era por su hermana y solo por ella, lo haría hasta recaudar el dinero suficiente y que su hermanita saliera del hospital. No pudo ni dormir esa noche, limpió su hogar después de tiempo, tomó café en abundancia y se mantuvo firme procesando lo que estaría a punto de hacer.
Comió finalmente gracias a Nahida, que le envío varios bento llenos de comida para su desayuno almuerzo y cena, Nahida la visitó un rato a ver como estaba, pero ya no se veía tan débil ni cansada, se veía con bastante energía, se despidió, asegurándose que comiese de forma continua por su salud.
Finalmente la noche cayó, las estrellas brillaban y la luna estaba en su mayor esplendor. Un chico inmaduro con sus amigos se les ocurrió la magnífica idea de ir a "relajarse" con algunas chicas por diversión, se toparon con un local con luces neón y unas letras llamativas "My pretty bunny". Le dió curiosidad entrar, era virgen, sí, parecía estúpido después de estar con muchas mujeres pero solo le gustaba presumir, nunca tuvo el valor de hacerlo con una. Cuando entró al local se sintió realmente algo miedoso, pero no quería quedar mal frente a sus amigos, la recepcionista los atendió mostrando un catálogo de bellas mujeres, edad y sus nombres, Tartaglia tragó fuerte excusándose con que "fumaría" algo antes, dejando que sus amigos se adelantasen.
- ¿Fumar algo? ¡Ni si quiera fumo! ¡¿Cuál es mi problema?! -. Entró en pánico, sabía que si no entraba y sus amigos notaban su ausencia lo llamarían cobarde y toda la universidad se enteraría, ingresó con nerviosismo, abrió el catálogo mientras que iba a la sección "new bunnies" percatándose que ahí estaba alguien que se le hacía conocida.
- ¡¿[_______]?! -. Se sorprendió bastante al mirarla, también se percató de la fila que estaba atrás de él haciendo que la toma de decisión fuera más difícil.
Finalmente eligió alquilando una habitación esperando a la trabajadora que lo haría "relajarse".
- [_______] felicidades, te escogieron. -. Kaeya sonrió ligeramente mientras miraba como se probaba atuendos con Lisa.
- ¿Tan rápido? -. Se sintió nerviosa y asustada por un momento, pero disimuló con su fuerte carácter.
- ¡Qué emoción [_______]! Te dejaré hermosísima ¡Ya verás! -. Lisa sonrió mientras la alistaba con rapidez y agilidad.
Tartaglia esperó de manera impaciente ¿Porqué estaba ella aquí? ¿Era una doble vida? ¿Desde cuándo estaba trabajando en un lugar como este? ¿Realmente ella aceptaría hacerlo con él? Bueno, lo último lo hizo fantasear con la reacción que haría al verlo, haciéndolo imposible no sentirse algo ansioso.
Su garganta se secó, estaba frente a la puerta ¿Porqué no la abría? Su miedo la carcomía en ese mismo instante, se armó de valor entrando a la habitación, con los ojos cerrados mientras le ponía seguro a la puerta rogando que no sea un viejo asqueroso, una voz que ya conocía la hizo temblar por un momento.
- Pero quién lo diría, de verdad eres tú. -. Sonrió con algo de picardía.
- No... esto, debe ser una broma... -. El impacto fue fuerte que estuvo a punto de golpearlo denuevo, pero recordó su trabajo.
- Cuando te vi en ese catálogo, pensé que no te presentarías, pero mírate... -. Su mirada subió y bajó por su cuerpo, tenía una lencería rosada apenas cubriendo su femeninas partes.
- ¡¿Tu fuiste quién se encargó de decirle a la recepcionista que te gustaba lencería rosa?! -. Gritó furiosa.
- Oye cálmate, después de todo estás aquí para hacerme sentir bien ¿No? ¿Entonces porqué no empiezas? A menos que quieras que retire los 7.000 mil dólares que pagué por una noche a tu lado -. Su mano pareció temblar ligeramente, el estaba aún más nervioso pero intentaba disimularlo.
- ¿7.000 mil dólares? -. Lo pensó un momento, eso sería suficiente para pagar los tratamientos de Paimon.
- Exacto, entonces ¿Que harás? -. Sonrió de forma maliciosa mientras intentó ocultar su emoción.
- recuéstate. -. Demandó.
- ¿Qué? -. Preguntó confundido el de orbes celestes.
- Que te recuestes ¿No oíste? -. Su femenina voz era intimidante.
No protestó, obedeció queriendo ver de que era capaz una mujer como ella, pensó que no mucho pero cuando ella se sentó encima de él, en su regazo sus mejillas se pintaron de rojo, estaba totalmente nervioso, su cuerpo se emocionó con los más pequeños roces y no pudo evitar una erección instantánea haciéndolo avergonzar.
- Que impaciente eres, aún no te he tocado. -. Sonrió la mujer mientras desabrochaba la camisa del contrario, sintiendo el bulto debajo de ella.
- Eres demasiado atrevida, pensé que me odiabas. -. Habló casi como un susurro, su voz se estaba quebrando.
- Corrección. Te odio. -. Mordió su cuello de manera repentina haciendo gemir a Tartaglia.
- E-Espera... ¿Qué haces?... -. Jadeó.
- ¿Eres estúpido? Vamos a follar, para eso viniste a este lugar, ahora cállate. -. Ordenó la oji_______ de forma inmediata, una parte de ella se sintió aliviada ya que era él y no alguien más con quién lo haría.
- D...De verdad... ¿Lo haremos? Digo, no creía que tú... -. Su cuerpo se puso más ansioso, su erección palpitó debajo de sus pantalones con anticipación.
- ¿No sabes que es estar callado? -. La fémina de cabello _______ se enojó ligeramente, luego se levantó nuevamente buscando algo en la habitación viendo que al lado de la cama había una cesta de varias cosas, buscando entre ellas lo que necesitaba. - ¿Sabes qué? Creo que ya sé como callarte, cierra los ojos. -. Sonrió.
- ¿No vas a golpearme ni nada de eso? ¿Cómo puedo confiar en tí? -. Su voz era temblorosa mientras seguía recostado en la cama, él estaba lleno de vergüenza.
- ¿Quieres hacerlo o no? -. Escondió las cosas atrás de ella con una expresión seria.
Cerró los ojos con bastante nerviosismo, sabía que [______] estaba planeando algo y que seguro se vengaría de todas les veces que la molestó. Sintió unas vendas en sus ojos cerrados obligándolo a utilizar su vista mirando solo oscuridad por la venda, quiso hablar pero solo soltó un gemido de sorpresa al sentir como la oji_______ besaba sus dos manos, lamía y jugaba con sus dedos, esto lo derritió.
- Siéntate. -. Susurró a su oído.
Y así fue, se sentó para después sentir como lamía su cuello detrás de él, gimió suavemente para después retenerlo para que no se avergonzara más de lo que ya estaba. La chica sabía usar sus dotes femeninos, presionando sus pechos contra su espalda mientras acariciaba su nuca, pero en el momento que él menos esperó, sintió que sus dos manos eran llevadas atrás de su espalda, sintiendo como lo inmovilizan y unas esposas sostenían con fuerza sus muñecas.
- ¿Q...Qué es esto? No me puedo mover... Quítalas. -. Su cuerpo se tensó y en un movimiento rápido estaba acostado denuevo, con los brazos atrás de su espalda.
- Solo voy a hacerte sentir bien ¿No es lo que querías? -. La peli______ rió ligeramente con malicia.
- ¡Esto no es justo! Todo esto debería ser utilizados en tí, no en-... mngh! -. Una cinta negra en su boca no lo permitió terminar su frase.
- Bien, ahora empecemos con la diversión. -. Le susurró a su sensible oído, volviéndose a sentar encima de él haciéndolo temblar.
La fémina terminó de desabrochar la camisa del contrario dejando ver su pecho tonificado, rodó los ojos con desinterés mientras comenzaba a besar y lamer sus delicados pezones.
- ¡N...Ngh!! Mngh!! -. Dejó escapar un fuerte gemido ahogado debido a la cinta que llevaba en su boca.
Mordió sus pezones subiendo a su cuello a besar y chupar su cuello, dejando varias marcas en todo el transcurso. Mientras tanto él lo único que podía hacer, era gemir e intentar escapar débilmente.
Varios besos mojados desde su cuello bajando lentamente hasta llegar a su abdomen y después a aquel bulto de entre sus pantalones, bajó el cierre sin pensarlo dejando ver su grande erección por las finas telas de su boxer. Tartaglia solo trataba de articular una palabra pidiendo que se detenga, lo estaba humillando.
La joven suspiró frustrada para después lamer su polla encima de la delicada tela, humedeciendo más sus boxers. Su caliente aliento mientras lamía esa zona tan sensible para él lo volvió loco, sacudió sus caderas con brusquedad por instinto, gimiendo descontroladamente intentando hablar desesperado.
- Ni aún así puedes callarte. -. Finalmente bajó los boxers de Tartaglia haciendo que su polla chocara contra su mejilla, era grande, sí, ya estaba brotando demasiado líquido preseminal lubricando la punta.
- Parece que estas muy emocionado aquí abajo. -. Tragó fuerte viendo el tamaño antes de empezar a lamer de arriba a abajo por su longitud, saboreando su salada escencia.
Frunció el ceño antes de de meter completamente el miembro del contrario en su boca caliente, estimulandolo con su lengua mientras subía la velocidad de sus movimientos, la punta se chocaba con su campanita provocándole náuseas por momentos.
Tartaglia comenzaba a desbordar lágrimas por las sensaciones y corrientes placenteras que inundaban su cuerpo, pero era humillante para él ser domado de ese modo, no aguantó más cuando sintió su polla en lo profundo de la garganta de la peli_______, arqueó su espalda dejando su semilla espesa y caliente en la caliente boca de [_______] sin previo aviso.
¿Como era posible que la chica que lo detestaba y prácticamente lo quería bajo tierra estuviera chupándole la polla? Fue lo que pensó el de cabellos naranjas.
La cinta fue quitada de su boca dejando un hilo de saliva, él jadeaba y buscaba aire demasiado agitado, su mente aún estaba nublada por las sensaciones post-orgasmicas que hacía su cuerpo temblar. Por otro lado la chica no tuvo más remedio que tragar el espeso semen del muchacho en el mismo instante que él se corri, ya que estaba en lo profundo de su garganta.
- ¿C-...Como es...como puede ser posible que tú.... -. Dijo entre jadeos y gemidos, su respiración aún era superficial y aún estaba nervioso por lo que pudiera hacerle, ya que tenía los ojos vendados y estaba prácticamente inmovilizado.
- Que jodido asco, pero bueno ¿Lo disfrutaste o no? -. Suspiró la fémina aún sintiendo el amargo sabor en su garganta seguido de un hormigueo en su lengua.
- No digo que no... Es solo que... -. Entró en pánico intentando elegir palabras coherentes para hablar pero no lo logró.
- Ahora tú debes hacerme sentir bien, usa esa linda boca tuya. -. La mujer se quitó la parte de abajo de su lencería rosada dejando ver su coño húmedo y caliente, aunque no estaba tan mojado.
- Abre la boca y saca la lengua. -. Demandó la oji_______, mientras se subía encima de él nuevamente.
Él nuevamente cegado por el placer y por lo bien que se sentía la sumisión hizo lo que se le pidió. Sin previo aviso la mujer se sentó encima de su rostro, sus muslos estaban al ambos lados de su cabeza mientras él sintió su coño caliente y suave frotarse contra su lengua, sabiendo lo que era intentó protestar pero no pudo.
La peli_______ gimió por instinto agarrando el cabello anaranjado del chico acercándolo más contra su feminidad.
- Sé un buen perrito y lame. -. Sonrió dejando escapar leves quejidos y gruñidos al retener sus fuertes gemidos.
Y sin más comenzó a moverse encima de su rostro y su caliente lengua, Tartaglia hacía movimientos y leves embestidas con su lengua, saboreando el dulce nectar de su "enemiga", dando presión contra su clítoris bajando por sus sensibles pliegues esperando que sea suficiente placer para dejarla satisfecha. Esto duró por unos minutos cuando la mujer se apoyó contra la pared mientras entrecerraba los ojos, unas corrientes eléctricas por su vientre y feminidad invadieron su ser, haciéndola estremecer y temblar experimentando el primer orgasmo de toda su vida. Cuando finalmente se recompuso vió al hombre que luchaba por respirar debajo de ella, se levantó con leves temblores en sus muslos y un hilo de fluidos conectando la boca de Tartaglia con el coño de [_______].
- Lo hiciste bien. -. Sonrió aún media mareada mientras veía al de ojos celestes con el rostro ruborizado y humedecido, lleno de sus fluidos.
- Pudiste...avisarme ¿Sabes?, No podía respirar. -. Jadeó.
- Quisiera sentirme arrepentida por eso. Bueno, eso es todo. -. Suspiró mientras se alejaba ligeramente.
- ¿Q-Qué? Oye... Espera ¿Acabamos aquí? -. Sonó decepcionado.
- Pues sí ¿Esperabas algo más? -. Sonrió con picardía y lujuria.
- Y-Yo esperaba... -. Gimió suavemente con vergüenza.
- ¿Esperabas qué? -. Preguntó firmemente.
- Que tú...nosotros... -. Se notaba bastante nervioso y avergonzado.
- Oh ¿Hablas de esto? -. Repentinamente se puso encima suyo, viendo como la erecta polla de Tartaglia estaba presionada contra su abdomen, frotando su coño de adelante a atrás encima de su polla generando una fricción placentera.
- ¡M...Más que eso! A-...Ah...~ Porfavor... -. Dejó escapar un largo quejido suplicante.
- ¿Porfavor qué? -. Susurró.
- mgh... -. Gimió mientras temblaba.
- Si no me dices que es lo que quieres no te lo puedo dar. -. Dijo en un tono de burla.
- Métela porfavor... No puedo soportarlo más, quiero... Quiero sentirte apretándome... Porfavor... -. Suplicó.
- No lo sé, déjame pensar... -. Sonrió maliciosamente mientras posicionaba la punta de su polla en la entrada de su coño, metiendo solo la punta sin bajar completamente para provocarlo. Ella también sintió una punzada de dolor ligero en su coño cuando adentró la polla de Tartaglia, sabía que dolería al ser su primera vez, pero estaba lista para castigarlo y eso no se lo impediría.
- Ack!~... [______] porfavor....no me tortures así... Te estoy rogando, métela porfavor... -. Más lágrimas desbordaron de sus celestes ojos que estaban cegados.
- ¿Realmente quieres esto? -. Lamió su oído mientras seguía bajando y subiendo por la punta de su polla.
- ¡S...Sí! Porfavor, de verdad lo necesito... S...Solo siéntate en mi... -. Sus ojos se cristalizaban más y Arqueaba ligeramente su espalda.
- ¿En tu qué? -. Lo torturó.
- En mi... polla... -. Tímidamente dijo en voz alta.
- Buen chico. -. Acarició su cabeza.
Finalmente bajó bruscamente sentándose por completo en la polla de Tartaglia, haciéndole gritar por el primario dolor que sintió en su interior. La polla del chico la estiró completamente, la punta golpeó contra su Cérvix mientras él arqueaba la espalda por la fuerte sensación.
- J...Joder... ¿Porqué tenías que ser tan grande? Tienes más tamaño aquí que en tu cerebro. -. Jadeó la fémina mientras se quedaba quieta sin moverse para acostumbrarse al dolor y al tamaño.
- M...Muévete~ ¡porfavor...! -. Gimió fuertemente mientras intentaba mover sus caderas, su polla palpitaba necesitada en el interior de la mujer.
- No te he dado permiso de moverte. -. Demandó.
- ¡Perdona...me...!~ M...Mis caderas se mueven solas... -. Su cabeza se recostó hacia atrás gimiendo al sentir como la contraria se empezaba a mover.
- Cállate. -. Retuvo un gemido.
- ¡N...No te detengas!~ -. Gritó del éxtasis.
- Detenerme no es una opción. -. Sonrió mientras empezaba a moverse de arriba y abajo sobre su polla.
Tartaglia era el más ruidoso, su virginidad había sido arrebatada pero no se molestaba, lo estaba disfrutando. Por parte de la fémina que saltaba encima de él aún sentía dolor pero se fue mezclando con placer, dejando escapar uno que otro quejido.
Las caderas de ambos chocaban generando más fuerza en la penetración, los pechos de [_______] rebotaban bruscamente al montarlo, sentía un nudo en su vientre, en cualquier momento iba a deshacerse.
- mngh!! ¡Porfavor! Tan...apretado... -. Sus gemidos eran altos y deseaba quitarse las esposas que lo mantenían en su lugar.
- Jódete... -. Siguió moviéndose, sintiendo como la polla de Tartaglia golpeaba su punto G estremeciéndose mientras entrecerraba los ojos, no pudo evitar gemir por instinto mientras subía y bajaba encima de él.
Largos fueron los momentos placenteros que los dos disfrutaban del otro, ambos estaban al borde de su más preciado orgasmo, [_______] mordía el cuello de su acompañante reteniendo su orgasmo, pero su interior se apretaba más alrededor del contrario. Él sentía que se desmayaría con tanto, babeaba, lloraba, gritaba de placer, estaba a punto de tocar el cielo.
- ¡[_______]...! E-Estoy a punto de correrme... Sácalo... ¡Sácalo! -. Se removió en su lugar mientras su espalda se arqueaba.
- Correte adentro, es de cortesía para una mejor estadía. -. Dijo la fémina, era claro que al día siguiente tomaría la píldora. Aumentó la velocidad mientras sentía que el nudo en su vientre se deshacía.
Tartaglia intentó ir en contra de lo que ella quería, pero sintió como su cuerpo convulsionaba, sintió que las yemas de sus dedos rozaban el cielo, gritó de placer mientras llegaba a su potente orgasmo, varios chorros calientes y espesos llenaron el útero de [______] que no tardó en correrse también, mordiéndose el labio para evitar gemir, besándolo ferozmente al final mientras caía encima de él cansada y adormilada.
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- Me alegra saber que pudiste conseguir el dinero para el tratamiento de Paimon -. La rubia abrazó con fuerza a su amiga con una suave sonrisa.
- Lamento no haber podido ayudarte. -. Dijo triste Aether mientras tomaba un sorbo de su bebida.
- No te preocupes, Paimon ya está en casa y en reposo. -. Dijo la oji______ aliviada mientras comía su almuerzo.
Desde lejos vió a Tartaglia, sonriéndole con picardía mientras este solo desviaba la mirada avergonzado. Después de lo que sucedió entre ustedes dejaste ese trabajo el primer día después de conseguir el dinero, Paimon regresó a casa y con el dinero sobrante pudieron comprar algunas cosas para su departamento.
Pero la cosa entre ellos es que frente a la gente eran enemigos, pero en la cama, amantes.
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MI GENTEEEEE, Q TAL, pido disculpas antes q nada por morirme, estuve pasando unos problemitas y ya no pude subir nada, les traigo este one shot larguito en forma de perdón 😔😔, voten si desean más, las quiero muchísimo y gracias a las personitas que votaron por mi libro<3.
Este es pedido de: Miku_masu.
9378 palabras.
¡Cuídense! (Voten estrellita xfi)
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