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21-


Una maldición sale de sus labios, el enfermero frente a él lo mira extrañado por su reacción, pero a KyungSoo poco le importa. Poco a poco su fachada empieza a desmoronarse.

Sus ojos reflejan la furia que ha sentido en todo el maldito día en el que ha estado buscando a Cha EunWoo por toda la penitenciaría, el reo que ha desaparecido de su celda y del que —aparentemente— ¡ninguno de los guardias que custodiaban el H7 el día anterior sabe lo que ha sucedido con él! Sus colegas prácticamente se han burlado frente a su cara.

Ha querido ir directamente donde Lee SeungHoon y poner en evidencia la situación con el reo, pero "convenientemente" no se encuentra en Ilsan. KyungSoo realmente había confiado en su palabra cuando le aseguró su real función una vez fue delegado como director de aquella penitenciaría. Era todo una mierda para engañarlo, de seguro ChangMin lo terminó comprando.

A KyungSoo ya no le interesa si es expuesto como un cretino enemigo de YunHo, o incluso si creen que es una perra de Kai, no, eso ya no le importa. Él desea que Kai logre exponer la olla podrida de ese lugar, que haya algo de justicia por las muertes de SeulGi y SeonHo y así poder renunciar e irse lejos de allí. No soporta un día más en ese agujero de corrupción. Aunque es consciente que debe aguardar al menos un par de semanas más, Kai lleva apenas un día afuera, por lo que desmantelar lo que sucede tomará todo ese tiempo.

Así que durante el último receso de su turno, KyungSoo ha ido directamente al pabellón de enfermería con la última esperanza de dar con EunWoo y ha conseguido una pequeña pista. Uno de los enfermeros le informa que un reo del H7, con señales de desnutrición, fue ingresado la noche anterior, siendo registrado al sistema únicamente con su número de identificación de presidiario, por lo que al indicarle este número, KyungSoo sabe de inmediato que se trata de aquel reo, aunque ya no se encontrara allí.

—¿En qué hospital dice que está? —insiste severamente al enfermero frente a él.

—Lo siento. —El enfermero de apellido Kang mira directamente hacia abajo evitando la mirada furiosa de KyungSoo—. Esa información es confidencial. Son órdenes de-

—Me importa un carajo quién te ha ordenado. Dime de una maldita vez —masculla.

—Yo no puedo —señala con voz temblorosa, mirando hacia los lados.

KyungSoo sabe que está perdiendo el tiempo, pronto llamará la atención del personal.

—Lo siento, guardia Do. —Kang lo está mirando directamente, aunque en sus manos hay un pequeño papel en el que ha anotado algo y lo desliza hacia él—. La información es confidencial y no se puede revelar —le asegura.

KyungSoo coloca la palma de su mano ocultando el papel y lo toma discretamente. Aunque desea agradecerle, es evidente que no puede. La nota tiene el nombre de un hospital.

Al regresar al pabellón H7, recorre la distancia hasta la pequeña y apestosa celda donde estuvo EunWoo, observa su interior, con la esperanza de encontrar algo, un indicio de lo ocurrido allí, no hay nada. Su ceño se frunce, dando vueltas por el estrecho espacio.

KyungSoo resopla y da una breve mirada hacia el techo. Desliza la mirada hacia las esquinas superiores, en donde un recuadro le llama la atención, probablemente sea de un extinto sistema de ventilación. Observa alrededor manchas oscurecidas. No lo piensa demasiado y con destreza lleva sus manos hacia allí, se trata de una pequeña puerta del mismo color de la pared, la cual se abre al presionar.

Abre grande los ojos, su corazón palpita con rapidez. En contados minutos será relevado de su turno, así que se apresura y toma de su cinturón, la linterna e ilumina el compartimiento, el olor a pestilencia es bastante fuerte, y hay tirones de telas grisáceas; duda por un segundo, y con su otra mano va sacando el material.

¡Son uniformes!

También hay trozos de tela con números de identificación de reos. KyungSoo no lo puede creer, se apresura a tomar fotos de las prendas, recuerda al preso que convulsionó, Wonstein y cuyo número de identificación había sido desprendido de su uniforme, debe ser uno de esos. Son docenas de estos, KyungSoo toma un par de videos y más fotos antes de regresar todo a su lugar.

Aquí está lo que ha estado buscando. Los uniformes e identificaciones de los reos que seguramente han desaparecido.





Le toma 5 días, lejos del ajetreo de la penitenciaría, para por fin aprovechar su día de descanso e ir al hospital indicado en la nota. KyungSoo había pensado que con los números de identificación de los presos podría buscarlos en el sistema y hallar sus expedientes. Claramente, no fue así y ningún resultado había sido arrojado, porque, como ya lo sospechaba, estos reos fueron borrados del sistema y no había prueba de ello.

Su única esperanza en ese momento es SeHun, en la mañana le ha escrito para poder hablar en persona y comentarle las novedades; además, compartirle la evidencia que poseía, dado que Kai ni siquiera ha intentado contactarse con él, piensa con amargura.

En su última noche en prisión, KyungSoo le había dicho que confiaba en él, incluso estuvo a punto de...

Sacude la cabeza.

Kai pudo haberse comunicado con él, ¡una maldita vez! y no lo ha hecho, eso le ha estado molestando y no deja de pensar en ello, estúpido de su parte. Lo que ellos tuvieron fue una aventura y había terminado allí, se replantea.

Ingresa al hospital, dejando sus pensamientos a un lado, rápidamente da con la recepción del hospital, donde una joven con uniforme hospitalario se encuentra registrando a los visitantes. Una vez tiene su atención, KyungSoo le indica el nombre de la persona que está buscando, no le informa que se trata de un reo.

Por supuesto, no tiene altas expectativas, ha sido una pérdida de tiempo, probablemente haya sido registrado con otro nombre.

—Al señor Cha EunWoo le dieron salida hace dos días —le informa.

Por un momento queda atónito.

—¿Está segura?

—Sí, señor. —Ella le mira curiosa—. Ingresó en la fecha que usted me indica, y le dieron de alta hace dos días —repite lentamente.

—¿Es posible saber quién firmó su egreso?

Sabe que su ingreso no debió haber sido como un reo. KyungSoo mantiene un gesto pensativo a la espera de una respuesta, necesita conocer sobre su estancia en el hospital, quién había firmado su salida y, lo más importante, en dónde está en este momento.

—Su hermano mayor firmó la salida. Disculpe, ¿cuál es su nombre? —pregunta con un rastro de desconfianza.

—Park ChanYeol —afirma—. Soy amigo de EunWoo —agrega antes de agradecer educadamente y salir de allí.

KyungSoo no ha esperado que a la salida del hospital choque con alguien que ha caminado distraídamente en su dirección. Algunas carpetas que la otra persona ha tenido en sus manos caen al piso.

—Lo siento. —Se disculpa el otro hombre recogiendo los documentos regados en el suelo.

KyungSoo suspira y, manteniendo un semblante serio, ayuda al hombre torpe que sigue disculpándose una y otra vez, hasta que al alzar la mirada los dos se reconocen de inmediato.

—¿Me estás siguiendo? —BaekHyun rápidamente cambia de actitud a una coqueta.

—No creo que sería tan torpe si ese fuera el caso —agrega severamente, pero el otro hombre ríe complacido.

KyungSoo tardíamente cae en cuenta que BaekHyun trabaja allí. No le haría daño ser amable con el otro hombre.

—Vine a visitar a un amigo, pero ya no está —indica, esta vez con una expresión amigable.

BaekHuyn, que viste de uniforme, mira tímidamente a sus zapatos, KyungSoo puede notar un sonrojo en sus mejillas.

—Quiero disculparme contigo, Baek —señala suavemente, acercándose al otro hombre—. La vez pasada no fui amable contigo, yo no debí-

—Me debes un café —dice haciendo un mohín—, y tienes suerte que mi turno haya finalizado —habla nuevamente sonriente.

—Me encantaría.

Acercarse al enfermero podría ser de utilidad.





KyungSoo ha pretendido estar ocupado en lo que resta de la tarde, limpiando y organizando su casa, todo un intento para mantener su cabeza ocupada y dejar de dar vueltas a lo mismo. Por otro parte, su salida con BaekHyun fue más larga de lo que esperó, pero satisfactoria para él. Ahora, cuando cae la noche, está esperando a SeHun.

Está sentado con un libro en la mano, intentando leerlo, pero no logra concentrarse lo suficiente, así que lo deja olvidado a un lado suyo. Ha preparado una cena para dos, y SeHun ya se ha retrasado.

Tocan a su puerta, KyungSoo refunfuña todo el camino, odia a las personas impuntuales y no importa si la persona del otro lado de la puerta se hace llamar su amigo.

Sus labios quedan entreabiertos apunto de una reprimenda, cuando abre la puerta y no es SeHun quién está allí. Es un hombre alto que porta un uniforme y una gorra roja, su corazón late con fuerza e inconscientemente se aferra a la puerta.

—¿Es usted Do KyungSoo? —pregunta el hombre uniformado, mirando un recibo sobre un pequeño paquete, que el mencionado apenas nota.

KyungSoo sacude la cabeza, por un momento pensó que se trataba de él. En realidad es un repartidor, puede ver la camioneta detrás de él con los logos de una empresa de mensajería que coincide con los de su uniforme.

—Eh, sí, soy yo —responde dubitativo.

—Esto es para usted —señala el repartidor entregando la caja en sus manos.

KyungSoo la recibe con desconfianza.

—¿Quién remite esto?

El repartidor le indica en el mismo recibo.

—Es de Gangnam. Lee Taemin.

KyungSoo asiente, ¿Lee Taemin?

Una vez dentro de su casa, tiene serias dudas de abrir el paquete, está en el ojo de una mafia poderosa, el paquete podría ser alguna amenaza, pero el remitente, su nombre le resulta familiar. Con sus brazos cruzados y una mirada inquisitiva observa la pequeña caja,.

—¡Lee Taemin! —exclama, sintiéndose enfurecido, tras recordar la circunstancia en la que tuvo la desdicha de conocerlo.

Descarta la posibilidad que se trate de algún tipo de amenaza, y aunque desconfiado, se anima a abrir el paquete, y lo que encuentra le sorprende, ¡es un celular! No hay notas, solo un móvil negro completamente nuevo, bastante sofisticado.

KyungSoo lo enciende y lo primero que encuentra como fondo de pantalla es una selfie del maldito de Kai haciendo un mohín. ¡Su cara!

—¡¿Qué?!

No lo puede creer en un primer momento, mira hacia los lados y luego ríe al ver detenidamente la foto, su cabello rosa, y sí, se le ve mucho mejor, su piel se ve más cuidada, acompañado de un corte de cabello que tanto necesitaba en las últimas semanas, recuerda.

Se dirige a la lista de contactos y solo hay uno. KyungSoo estalla en risas al ver el ridículo nombre:

Daddy Pink.

No cabe duda, tiene el estilo de un narcisista que él conoce muy bien, Kai, y ha recibido un obsequio de él. ¿Por qué no puede ser una persona normal?, pregunta en su mente aún extrañado con el regalo y sin poder borrar la sonrisa tímida en su rostro.

KyungSoo rasca su cabello dando pasos en ninguna dirección, sin saber lo que debe hacer. ¿Llamarlo? Niega con un gesto, por supuesto que él no va a llamarlo.

Su celular suena y KyungSoo por poco suelta el que tiene en sus manos. Torpemente, se dirige hacia su móvil olvidado en el sofá. Es SeHun quien llama, por un momento se siente aliviado de que sea su amigo y no el idiota de Kai.

SeHun no podrá reunirse ese día con él.

Es tarde en la noche, KyungSoo está en su cama a punto de dormir, sostiene el nuevo celular en sus manos, pensando la razón por la que Kai le obsequiaría uno. Después de la última noche que pasaron juntos, no hablaron sobre lo que les depararía a ellos una vez estuviera libre. Pensó que como una aventura, esta ya terminaría, pero honestamente no le está dando crédito suficiente a esos meses junto a Kai.

KyungSoo se recuesta suspirando pesadamente. Le aterra pensar que no pueda olvidarlo y que eso que ha estado empezando a sentir por él solo se vuelva más grande. Nunca se ha enamorado y nunca ha tenido una pareja, no sabe cómo funciona ese terreno, ni mucho menos si Kai ha llegado a pensar en ello, ¡Ni siquiera sabe si es eso lo que desea! ¿Lo desea para su vida? Nunca se lo ha preguntado hasta ahora, y le atemoriza que la respuesta sea una confirmación.

El celular está vibrando y KyungSoo mira aterrorizado a la pantalla donde aparece "Daddy Pink". El móvil resbala de sus dedos y este rebota sobre su colchón.

Sus dedos no cooperan cuando presiona para contestar la llamada, luego de intentos fallidos logra contestar.

—¿Hola? —contesta con voz temblorosa, fruto de la anticipación.

Hola, KyungSoo.

—¿Kai?

Qué estúpido de su parte. Ya sabe que es él. Su corazón no ha dejado de latir aceleradamente.

—Sí. ¿interrumpo algo? Te escucho agitado.

—¡No! —No tarda en contestar, exclamando—. Solo estoy en la cama.

—Oh, qué interesante —Kai ríe a través del teléfono—. Espero te estés divirtiendo con-

No me refería a eso. —KyungSoo se siente avergonzado y no tarda en aclarar—, Estoy a punto de dormir.

Ah, está bien. Lamento llamarte tan tarde, solo...

KyungSoo escucha al hombre suspirar.

—Quería escuchar tu voz.

Está bien, yo también quería... saber de ti. ¿Ha estado todo bien?

—Uhm, ha sido tedioso esta semana intentando ponerme al día, además está sobre lo que.. —Kai vacila—. He hecho muchas cosas, así que apenas he podido respirar esta noche.

—Entiendo... Gracias por el obsequio.

No escucha nada por unos segundos y piensa que Kai ha colgado,

—No hay de qué... Yo quería saber si estás bien con la idea de que los dos continuáramos hablando. No pasa nada si dices que no deseas.

—Sí, me encantaría. Solo... —KyungSoo ríe—. Solo no esperes que te llame Daddy Pink.

KyungSoo escucha la risa del otro hombre.

—Está bien. —Kai bosteza—. Oh lo siento, solo estoy cansado.

—Menos mal, pensé que te estaba aburriendo.

—Nunca, KyungSoo —dice seriamente.

—Será mejor que vayamos a dormir —propone KyungSoo.

—Lastima que no juntos —murmura—. Descansa, KyungSoo. Gracias por contestar.

—No lo digas, yo también te he extrañado. Adiós Kai.

KyungSoo cuelga antes de poder escuchar al otro hombre. Finalmente, siente que puede respirar tranquilamente. Sus manos tiemblan y sus mejillas están teñidas de rojos, no lo puede evitar y ríe. No sabe qué ha pasado, le ha gustado a pesar de sentirse nervioso. Hablar con él ha sido interesante y no duda en volverlo a hacer.

Sí, no lo puede negar, a KyungSoo le gusta Kai, más allá de algo sexual, realmente le gusta y mucho.

"Si puedes sueña conmigo, yo también lo intentaré. Descansa."

"Interaré soñar contigo."

KyungSoo lee más de una vez los cursis y tontos mensajes que Daddy Pink le ha enviado. Su foto de perfil es un oso rosa. No puede creer esa faceta tan ridícula de uno de los hombres más poderosos de prisión.





Solo un par de días más y KyungSoo regresará completamente al D7, por el momento tiene que continuar en el infierno del H7.

Se encuentra patrullando la zona de los patios donde los reos de los pabellón E7 al H7 han salido. Se mantiene alerta con una expresión pétrea, evitando interactuar de más con los otros guardias de esa área.

De momento no hay nada que pueda hacer, tampoco ha notado desapariciones de reos o cualquier actividad sospechosa, es como si de un momento a otro se hubiese interrumpido. KyungSoo solo puede sospechar que es debido a Kai, aunque no tiene manera de saberlo, piensa frustrado.

Honestamente, KyungSoo no esperaba que tras haber hablado con Kai aquella noche, al día siguiente encontrara nuevos mensajes de Daddy Pink preguntando sobre su día, lo que ha resultado en charlas casuales desde entonces. Mensajes de texto cortos que le dejan un buen sabor de boca al final de su trabajo. Sin embargo, no puede tapar el sol con un dedo, la situación se vuelve más peligrosa y a pesar de sus intentos en hablar sobre lo que está sucediendo con YunHo y sus negocios turbios, Kai esquiva sus preguntas, siempre cambiando de tema o enviádole selfies que hacen que sus mejillas se sonrojen y lo olvide por un rato.

Es estúpido pensar que ahora que se ha acercado más a Kai, se sienta más excluido que nunca, como si el pelirrosa no confiara en él. Es por esa razón que se ha estado reuniendo con SeHun, revelándole a él lo que sabe, especialmente lo relacionado a Cha EunWoo, como policía SeHun puede acercarse —libremente— al distrito en donde el reo solía vivir antes de ser detenido, indagar un poco en su pasado ,y con suerte, hallar a sus padres, algún familiar o amigo. Lo único que ha sido confirmado es que EunWoo no se encuentra reportado como desaparecido.

Continúa con su patrullaje en el patio y no puede evitar dibujar una mueca de irritación al ver a ChangMin allí, son pocas las veces en las que sale al patio, eso sí es inusual. El criminal voltea en su dirección y le sonríe ampliamente, los otros presos a su alrededor se ríen, como si el gesto en sí hubiese sido gracioso.

KyungSoo siente escalofríos, esa expresión la ha visto antes y no augura nada bueno, le recuerda aquella vez que lo encontró discutiendo con SeulGi. Intenta no verse afectado ante tal gesto y sigue su tarea, ignorando las escandalosas risas, pero algo más llama su atención y lo deja estupefacto por un segundo.

Es la mano derecha de Kai, XiuMin, recuerda, él está ahora junto con ellos. El bajito está sentado en las piernas de otro de los presos que lo sujeta de su cintura, Leo, y se le ve bastante cómodo a juzgar por su expresión animosa.

Sigue sin creerlo, no ha sabido nada de esto. Él recuerda que Kai lo golpeó, pero había asumido que era parte de su plan para estar esa noche en una celda de detención, ¡no esto! Una traición de esas dimensiones se paga con la misma vida, KyungSoo, lamentablemente, lo sabe.

En todo ese tiempo, XiuMin ha sido un soplón, no tiene otra explicación, así que lo más seguro es que haya estado delatando a Kai. Su estómago se revuelve al pensar en ello. Qué tanta información llegó a compartirle a ChangMin antes que Kai lo descubriera.



Durante el resto del día, KyungSoo se ha sentido bastante ansioso, pensando en el extraño gesto de ChangMin.

—Solo tres días más —murmura para sí, pasando sus manos por su rostro..

Está en su casa y agradece que al día siguiente sea su descanso. KyungSoo está cansado y le apetece ir a la cama y quedarse allí todo el día.

Mira su celular y se extraña al no ver mensajes de Kai, generalmente es el pelirrosa quien toma la iniciativa, enviando alguna selfie. Revisa su galería, deslizando entre la docena de fotos que ahora tiene de JongIn.


Kai:

Estás en casa?

KyungSoo ve el mensaje del pelirrosa y responde velozmente sonriendo al instante.

Kai:

Perfecto :)


Su mensaje le hace sospechar de él llegando a su casa, no quiere dejarse llevar por una simple deducción, aunque la idea ya le emociona.

KyungSoo cree que la razón por la que Kai ha evitado encontrarse con él se debe a YunHo. No ha imaginado que haya otra razón, aunque puede ser que simplemente no desee verlo. Muerde las uñas de sus manos, un viejo hábito que ha regresado a él tras reconocer que le gusta a Kai.

Han pasado 52 minutos cuando tocan a su puerta. KyungSoo jadea y pasa una mano por su cabello intentando peinarlo.

Debe ser él. ¿Quién más?

—Hola, KyungSoo.

Kai está frente a él, un gorro de lana negro cubre su cabello, pero puede ver que sigue siendo rosado.

—Hola —dice con un pequeño mohín. Sus ojos brillan cuando su corazón empieza a latir con fuerza.

—Te he extrañado mucho, bebé.

KyungSoo asiente, enmudecido con la felicidad que experimenta y lo toma de la mano para que ingrese y pueda cerrar la puerta.

—Parece irreal que estés aquí... En mi casa. —KyungSoo no sabe qué más decir.

Kai está frente a él, sonriendo.

—Lo sé. —El pelirrosa junta sus frentes y deja sus manos sobre sus mejillas, pero no lo besa—. No podía esperar otro día para verte. Además, me enteré que mañana es tu cumpleaños, no deseo que la pases solo.

—¿Ah, sí? —pregunta sorprendido. No se ha percatado de la fecha en el calendario—. ¿Mañana es 14 de noviembre?

Kai asiente, mordiendo su labio.

—Feliz cumpleaños anticipado —deja caer un pequeño beso en la punta de su nariz—. Seré tu regalo de cumpleaños, espero lo disfrutes.

KyungSoo sonríe pícaro y besa a Kai demandante, el otro hombre devuelve el beso con la misma intensidad, y es todo lo que necesita por el momento.





Cuando ChangMin nota a Do, le sonríe con todos sus dientes, puede ver claramente que no ha esperado verlo allí. El criminal disfruta verlo confundido por un momento, antes de seguir con su cara de culo. La pequeña escoria es muchas cosas, pero no estúpido y le había advertido que no indagara en sus asuntos y aún así lo hizo, no conforme con ello, también tuvo que enterarse que estaba jodiendo con el hermano de SeulGi.

Lanza una broma al respecto, dos escorias que él unió. Su risa grave contagia a sus hombres. ChangMin observa al último en entrar, XiuMin, se le ve bastante cómodo con Leo; sin embargo, aún no le ha probado completamente su fidelidad.

—No me gusta que las cucarachas se metan en mi cocina. —Las risas se detienen cuando ChangMin habla nuevamente—. Ya sabes qué tienes que hacer con él —advierte mirando a Xiumin—. Hazlo ver como un accidente.

—Así será.

Le asegura con una mirada peligrosa que a ChangMin le agrada, pero no lo admitiría. En su lugar, ríe perversamente.





Me emociona continuar con esta historia y traer un nuevo capítulo, yeei 😁. Les confieso que me hacía falta escribir para este fic . Sé que la espera fue larga entre el cap anterior y este  u_u  así que poco a poco iré retomando DP.

Espero les haya gustado 💜 y gracias por esperar estas semanas sin actu :c

... Y bueno 👀 les traigo una dinámica para celebrar el comeback de DP (?) 🥳 Haré una sesión de Preguntas y Respuestas (Q&A) con los personajes de esta historia, así que si tienen alguna  pregunta  que quieran hacerles 🤔💭,  pueden escribirme un mensaje por interno  en Wattpad o en mi cuenta de Instagram: deardani17, indicándome a qué personaje y la pregunta, ellos las leerán   e intentarán responder  😉. Así que esta es la oportunidad de conocerlos un poco más!

Eso es todo,  estaré esperando sus preguntas 🌱

Nos leemos pronto!

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