Capítulo 29.
«Antes de salir, tomo una manzana y la muerdo. Recojo todas mis cosas, incluyendo la llave del vehículo y justo cuando abro la puerta, casi choco con la cara de una chica elegante parada en mi puerta.
Me aparto de inmediato. Mi cara de confusión debe ser bastante evidente.
— ¿Tú quién eres? ¿Y por qué estás en mi puerta? — la observo. — ¿Estás perdida?
—Soy Sarah. Sarah Patterson. Abogada de Williams, su padre. — contesta. Tiene un tono ¿chistoso? en su voz que me irrita.
— ¿Tú? ¿Abogada de mi padre...fallecido? ¿Qué clase de broma es esta? — no ando de buen humor.
—Sé perfectamente que murió y aunque sé lo que se siente pasar por esa situación, no diré "lo siento mucho" porque realmente no lo conozco, no me importa su vida y no tuve la culpa de nada para disculparme. — un tremendo dolor se apodera de mi cabeza por unos segundos.
— Escucha, solo quiero que leas esto y lo firmes. Estoy pasando por una especie de prueba de mi padre, el que sí es o era el abogado de toda tu familia, la familia Connor. — vuelve a decir mientras trato de no perder la poca paciencia con la que nací.
— ¿Firmar qué mierda? — estoy comenzando a molestarme.
—Como el señor Williams no dejó un testamento donde repartía todas sus casas, terrenos y cuentas bancarias, mi padre decidió ponerle un propietario a toda su fortuna para que no cayera en manos equivocadas. Usted, por su buena reputación, se llevó la mayor parte y tiene que aceptar todos estos beneficios con una simple firma. — me muestra un enorme documento que definitivamente no leeré.
— ¿Y si no quiero firmarlo? ¿Y si no quiero nada de esto? ¿Vas a obligarme? Porque, honestamente, mis pocas neuronas se han muerto desde que empezaste a hablar.
—No puede hacerme eso. Mi padre es muy exigente y si no lo consigo; si no lo convenzo de firmar el documento para aceptar su herencia, dejará de pagar mi carrera y no quiero eso, nadie lo quiere. Usted tampoco lo quiere. Estoy atravesando una especie de prueba que necesito aprobar y para eso, solo necesito su firma — no había visto un ser humano que hable tanto como ella.
—Si firmo esto, ¿no te volveré a ver jamás? — respiro profundo.
—Por supuesto que no, delo por hecho. Usted firma, salva mi carrera y mi relación con mi padre, y usted recibe su herencia y vive feliz por siempre.
—Muy bien, de acuerdo, pero primero tengo que leerlo, completo. Así que antes de que caiga la noche, te lo haré llegar. — respondo mientras le quito el enorme documento de las manos. — ¿Tienes alguna tarjeta con datos para poder comunicarme contigo después?
— ¡Claro! Aquí tiene. — saca una de sus bolsillos y me la da. — Muchísimas gracias, de verdad. Me ha salvado el día y toda la vida. — no puedo creer que se sienta orgullosa de su pésimo trabajo.
Salgo completamente y cierro con llave.
Aún sigue aquí, no sé qué más podría esperar frente a mi puerta.
— ¿Quieres que te aconseje algo? — me doy la vuelta para verla.
—Claro, sí, dígame.
—Te sugiero que cambies de carrera. Haces un trabajo fatal. — es lo último que le digo antes de irme.»
El recuerdo de la primera vez que la conocí llega a mi mente. No puedo creer que de tantos abogados Eric la haya escogido a ella.
—Disculpen, ¿ustedes ya se conocían? — indaga con el ceño fruncido.
—Es una corta historia. ¡Firmas! — le lanzo una pista con esperanza de que entienda y recuerde lo que le había comentado del testamento.
—¡Ah! ¿Con que ella es...?
—Sarah Patterson. — evito que diga algo desagradable.
Sé que Jacob no está entendiendo nada.
—Pues...en ese caso, mejor los dejo a solas. — vuelve a decir y sale de la oficina.
Sarah se sienta frente a nosotros, sacando un dosier azul. Debo de admitir que se ve mejor que la última vez. Al menos más calmada y madura.
—Como puedes ver, no hice caso de tu consejo. Y deberías agradecerme porque soy la única persona capaz de salvarte ahora. — al menos su voz ha cambiado. Ya no suena tan irritante como antes.
— ¿Salvarme? No exactamente.
— ¿Prefieres pasar toda tu vida en prisión entonces?
—Soy consciente de que nunca se encontrarán las pruebas suficientes para condenarme a prisión perpetua. El objetivo de él es obtener tiempo para satisfacer su sed ilógica de venganza.
—Tu padre. Estoy al tanto de todo eso. Para todos fue una sorpresa que los dos, Williams y Charles estén vivos, pero ustedes, no quiero ni imaginarme. La prensa y todo el estado enloqueció.
—Sí. Cada vez que recuerdo que me hiciste firmar un testamento de mi padre no muerto, me da escalofríos.
—A ver, esperen. ¿Me estoy perdiendo de algo? ¿De qué testamento están hablando? — Jacob pregunta.
—El padre de la señorita presente, abogado oficial de la familia Connor, repartió los bienes a quienes consideró apropiados, incluido yo. Aunque no quería firmar, empleó tácticas tan irritantes que no pude evitarlo.
—¿Y por qué a mí no me dieron nada? — es lo único que le importa.
—Solo hacia mi trabajo, siguiendo las leyes. Su padre estaba registrado como muerto en todas partes, nadie podría haberlo adivinado. De hecho, todavía es increíble que esté aquí. — ignora la pregunta de Jacob.
—Entonces, ¿qué estrategias tienes para expulsarnos de este lugar, abogada? Recuerda que también soy su hijo y estoy involucrado en este asunto. — Jacob cruza los brazos.
—Para su suerte, tengo muchas cosas a su favor. — abre el dosier. Hay un montón de letras pequeñas y fotografías. — Estas son todas las supuestas pruebas contra ustedes. Estas son todas las pruebas que se creen en su contra. Hay fotografías de usted tomadas por cámaras de seguridad que lo muestran en varias ocasiones sospechosas con Simmons en Filadelfia. Dichos días y lugares coincidieron con la muerte de varias personas que eran buscadas por la policía en ese momento. Trabajé bastante para obtener más información hasta que descubrí más pruebas que indicaban que Simmons estaba involucrado en una misión encubierta que, desafortunadamente, resultó en un fracaso. Supongo que te encontró cuando quedó solo y no tuvo otra opción que huir. Podremos evitar estas acusaciones iniciales con esta defensa. Diremos que solo ayudaste a un detective superior de la policía porque estabas en una mala situación, lo que significa que Simmons será responsable y será citado a declarar en este caso. — me muestra las fotografías.
— ¿Cómo las obtuvo? — pregunto.
—Ese es otro tema. Si supuestamente estaba muerto, no podría haber tenido acceso a estas cámaras de seguridad. Debió haber pagado a alguien para que sacara estas imágenes ilegales, lo que implica que es el doble de culpable.
— ¿Y las otras pruebas? ¿Qué hay de mí? — pregunta Jacob.
—Las pruebas contra ti son más complejas. Está la denuncia de maltratos hacia tu propia madre, las veces que has participado en atracos y robos agravantes, todos los asesinatos que has cometido a lo largo de tu vida y lo portador de armas ilegales que eres. No puedo garantizar que sea capaz reducir todo eso. — definitivamente la tiene peor.
—¿Y sobre mí qué más tiene?
—Grabaciones donde se ve claramente donde asesinas a personas fuera de tus horas de trabajo, la cantidad de veces que ibas al bar donde consumían un montón de sustancias ilegales y, sobre todo, el caso de la inspectora Adams. Fue una gran traidora a la nación y aun así, la encubrieron. Lo peor de todo es que la dejaron trabajar en el departamento. Todos hablan de la corrupción. Los ciudadanos y los policías también son conscientes de esto. — cuando pensé que Laura Adams era un caso olvidado, resurge de nuevo.
—¿Y contra Williams qué tienen?
—Al igual que todo lo demás, está negando su participación en los recientes ataques. Es evidente que está bajo custodia debido a que debió haber falsificado numerosos documentos, identificaciones y, sobre todo, su acta de fallecimiento. Será un caso muy largo, pero no podrán darle una sentencia hasta que investiguen a todas las personas involucradas para que testifiquen en su contra o a su favor.
—¿Y Charles?
—Está en el hospital, pero también testificará cuando sea necesario. Nadie sabía de su existencia, de hecho, muchas personas aún no lo creen. ¿Cómo es que Williams Connor tenía un hermano gemelo? Es un dato que ha sorprendido a todos. No sé qué tanto tenga que ver con el tema, ya que de él no tenemos mucha información. De momento querrán saber detalles de cómo Williams fingió su muerte en ese avión.
—En ese avión. — enfatizo con una sonrisa irónica. — Él no era quien iba en ese avión.
—Que siga vivo lo demuestra.
—Sin embargo, no fue tal como usted piensa. No fue mi padre quien fingió morir en ese avión; fue Charles, quien se había ocultado durante muchos meses sin que nadie se diera cuenta. — sé que le acaba de explotar la cabeza con esta información.
—¿Qué?
—Estos datos te perjudicarán más, ¿lo sabes no? — suena Jacob a mi lado.
—¿Y qué pretendes? ¿Que sigamos ocultando la verdad?
—Solo si quieres ganar. Charles sigue siendo nuestra única oportunidad. Si cuenta la verdad de Williams y su manipulación iremos en ventaja, solo necesitamos hablar con él antes que ellos.
—Si quieren que los ayude, tendrán que decirme toda la verdad y veremos que obviaremos para liberarnos de más condenas. Por el momento, comenzamos con la disputa con su padre y la fuente de estas pruebas.
—Que esté encerrado no lo detendrá. Tiene a mucha gente de su lado, seguirán matando.
—¿Por qué llegó a esta ciudad? ¿No tendría más sentido que tuviera problemas con personas de Filadelfia porque somos de allí? ¿Cuál es su objetivo aquí?
—Bueno, aquí está la casa blanca, el ministro de defensa, el presidente... — me quedo en blanco. Una extraña sensación recorre todo mi cuerpo. — El presidente. — repito. Jacob y yo nos miramos de la misma forma. Creo que acabamos de descubrir qué es lo que quiere.
— Ya sé quién es el siguiente.
—¿Quién? — pregunta Sarah.
—El presidente de los Estados Unidos.
Melanie Cross.
Hospital central de Washington D.C.
— ¿Mi sobrino te mandó, cierto? — dice Charles sin ni siquiera verme. Está recostado en una camilla con un vendaje en la pierna donde le han disparado. Me siento en el sillón.
Policías rodean todo el hospital y la habitación.
—Solo quieren saber de qué lado estás.
—Y yo solo quiero detener a mi hermano. Ya hizo demasiado daño.
—Y eso es exactamente lo que deseamos. Sin embargo, en este momento, sus sobrinos están a cargo de todo. Con las supuestas pruebas que tienen contra ellos, no creo que la tengan fácil esta noche. — me da miedo hablar tan cerca con él, pero soy fuerte. Todo esto lo hago por el bien de Jack.
—No llegarán a la cárcel. Aunque todos saben de lo que son capaces de hacer, siguen subestimándolos. No sé qué harán, pero sé que no dejarán que los encierren. — habla con tanta tranquilidad.
— ¿Por qué está tan seguro de eso?
—Porque los van a necesitar. La lista de Williams continúa.
—¿Por qué está matando a tantas personas?
—Eso no es algo que deba decirte.
—¿Por qué?
—Porque si te lo digo medio país estará buscándote para asesinarte. Es una información demasiado valiosa y peligrosa.
—¿Es por la que Williams está haciendo esto?
—Sí. — si todo lo que dice es cierto, quizás no quiera saberlo.
—De todas formas, puedes declarar en su contra, lo cual sería muy beneficioso para ellos. — me enfoco en lo importante.
—Lo haría si significara algo, pero de todos modos se las arreglará para salirse con las suyas. Los únicos que podrán detenerlo son sus propios hijos. — respiro profundo. Yo que me quejaba de mi propia familia, pero esta es mucho peor. No hay forma de persuadirlos de algo que no cumpla con sus estándares.
—Sí, pero Williams es extremadamente peligroso, y tú lo sabes mejor que nadie. Todos estos años lo ayudó a esconderse y a fingir su muerte, por lo que una parte importante le corresponde a usted. — se mantiene en silencio. Debido a su gran parentesco, a veces siento que estoy hablando con el mismo Williams, aunque soy consciente de que sería mucho más aterrador. De todas formas, parecen ser uno mismo. Después de todo, son gemelos.
— ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué le ayudó todo este tiempo a pesar de que sabía que estaba mal? — sigo preguntando antes de que uno de esos guardias me saque de aquí.
—Hasta hace poco, no tenía conocimiento de sus verdaderas intenciones. Pensábamos que había muerto de verdad, así que me sacrifiqué y lo reemplacé por un tiempo para salvar a Jack de su castigo. Admito haber perdido el juicio, sin embargo, después de agotarme, abandoné el papel y le di una muerte justa. — puedo notar su arrepentimiento. — Me fui a una isla y cuando supe que alguien había usado mis cuentas, empecé a investigar.
—Hasta que diste con él, ¿no es así? — completo su frase.
—Así es. Las cosas empeoraron después de un pequeño conflicto. Fue entonces cuando seguí sus pasos desde la distancia y gradualmente descubrí por qué estaba demente. Creeme cuando te digo que tiene suficientes motivos para hacer todo esto, pero no creo que sea la forma correcta. No mientras causen daño a sus hijos.
—¿Y qué piensa hacer entonces? — miro hacia la puerta. Uno de ellos ya nos está observando sospechosamente.
—Ya sabré qué hacer. Ahora vete antes de que te metas en más problemas. — me señala la puerta y aún no conforme con mi interrogatorio (ya que no sé si los ayudará o no) me levanto y salgo de este hospital antes de que estos policías me empiecen a hacer preguntas también.
Jack Connor.
Nos han sujetado con cadenas de refuerzo para proteger a los demás. Después de haberlas eliminado fácilmente para enseñarle una lección al periodista ignorante de esta mañana, es perfectamente comprensible. Tampoco se nos permitió usar trajes o ponernos algo bonito, solo estos putos uniformes naranjas como si fuésemos sus animales.
Eric, por otro lado, lleva un traje elegante con corbata, mientras que Sarah se ve como una abogada profesional. Su interés en ayudarme es evidente, y su esfuerzo me hace aceptarla un poco más. Aunque sé que es buena, de todos modos, nos sentenciarán, por ende, nuestro plan b está en marcha. No sé muchos detalles siquiera, solo esperamos tener suerte para voltear todo a nuestro favor.
Casi todo un ejército nos acompaña hasta el tribunal. A nuestro paso se abren los portones. El público, los periodistas y los abogados se acercan a nosotros para observarnos de cerca y hacernos preguntas. Afortunadamente, están solo en la puerta y no se les permitirá estar presentes durante el proceso.
Caminamos entre la multitud antes de sentarnos frente al juez.
Es un hombre de cierta edad y experiencia. Sarah se acomoda en la mesa de abogados frente a nosotros, mientras que el representante de Williams está del otro lado.
Después de una extensa conversación, el abogado toma la palabra.
—Queda muy claro que estos dos individuos son los más peligrosos del estado. Por lo tanto, su único lugar, es la cárcel. Han cometido un sinnúmero de ilegalidades y hasta el sol de hoy, se han librado de recibir el peso de la ley. Un agente federal que siempre ha estado apoyado y protegido por su institución sin importar los delitos que cometa y por supuesto, el cazarrecompensas que lo único que ha hecho en su vida es maltratar e ir matando a cualquier persona que se cruce en su camino. — nos mira el idiota. — Pero para su mala suerte, se ha descubierto el dosier que contenía todo lo necesario para sentenciarlos definitivamente a prisión. La corrupción policial en esta ciudad debe ponerse fin. Daremos el mejor ejemplo con ellos. — el juez tiene el dosier en sus manos.
Sarah toma su turno y el juez le concede la palabra.
—Gracias, señor juez. — se levanta. — Tengo muchos puntos para poner en duda cada argumento del ¿señor? — lo mira. Quiere saber su apellido, pero este no le responde. — Perfecto, del señor don nadie. — suenan murmullos y escondo mi burlona risa.
Este juicio resultará fascinante. Jacob lo está disfrutando más que nadie.
— Primero nos gustaría saber ¿cómo obtuvieron ese dosier? Teniendo en cuenta que han sido extraídas de cámaras de seguridad de otra ciudad (cabe destacar) debió venir de una persona poderosa que pagaría cualquier precio por ello. Adicionando que hasta hace poco los hermanos Connor recibieron amenazas de su padre con publicar pruebas alteradas en su contra. ¿Puedes responderme la pregunta, por favor? — tiene una seguridad al hablar que me gusta.
—El origen de este archivo es desconocido, pero es real. — responde el abogado idiota.
— ¿O no será que también te han pagado para ocultar esa información? — Sarah le refuta
—Las fotos hablan por sí solas, señorita.
—Fotos que fueron extraídas ilegalmente y que pueden ser interpretadas de muchas maneras. Solo hay una sola fotografía de Jack junto a Simmons en una misión encubierta.
— ¿Qué hay de sus entradas al bar y el caso de la exinspectora Adams? ¿Qué tiene que decir al respecto para defender a sus...criminales?
— ¿Podría explicármelo usted mismo? — Sarah le responde y una imagen suya se muestra en la enorme pantalla de él entrando al mismo bar en una noche. Este sí que es un elemento sorpresa que no me esperaba.
El rostro de pánico y vergüenza del abogado es asombroso.
—Y con respecto al caso de la exinspectora Adams, está cerrado, hace un año específicamente. Abogados, agentes y jueces estuvieron presentes. Así que supongo que si lo dieron por cerrado fue por una razón. Además, cabe recalcar otra vez, que sí pudieron detenerla, fue gracias a Jack y a su equipo, no por ustedes. — añade. La abogada irritante salió más lista de lo que pensé.
— ¿Cómo consiguió dicha fotografía? ¿Acaso es una acosadora? — intenta evadir el tema principal. Sabe que está jodido.
—El origen de la foto es desconocido, pero es real. — usa sus mismos argumentos. — No se preocupe, esto no significará nada porque nadie lo conoce. — controlo mis ganas de reírme, pero Jacob no. Este juicio es lo mejor de mi vida, aunque quizás no logre salvarnos de prisión.
El abogado de mierda traga hondo y se queda en silencio.
—Si hablamos de buenos argumentos, la señorita Patterson lleva la delantera, pero a pesar de eso, hay acusaciones que si merecen el peso de la ley. Estoy consciente de que Jack ha sido uno de los mejores agentes de la ciudad, pero también ha sido corrupto con su institución. El general Simmons, también será interrogado y recibirá su castigo correspondiente. El señor Jacob tiene todas las de perder, sus acusaciones son las únicas que a pesar de lo buena que es su abogada, no ha podido defenderlo porque no tiene con qué y todos sus delitos deben ser sancionados. — intercede el juez.
Ya me lo veía venir.
—Por ende, la sentencia para los hermanos Connor es... — la tensión abarca el momento. Cuando miro a los lados y noto la gorra de alguien por la pequeña ventana de cristal que hay en los pasillos, lo sigo con la vista hasta verlo entrar y antes de que saque el arma, me levanto, cojo la pistola de la correa de uno de los policías cercanos y le disparo en la cabeza.
Todos gritan del susto y se agachan.
La sangre del disparado mancha el suelo inmediatamente. Quería asesinar al juez (por razones que desconozco) pero acabo de salvarle la vida. Le devuelvo el arma al policía mientras el pánico aborda a todos los presentes del salón. Además, una alerta de seguridad suena en todo el edificio, fomentando aún más pánico.
— ¡Emergencia! ¡El sujeto número 1501 se ha escapado! ¡Emergencia! ¡El sujeto número 1501 se ha escapado! — repite una y otra vez la operadora de los altavoces. Y el sujeto 1501, es nada más y nada menos que nuestro adorable padre.
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