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Capítulo 25.

31 de octubre.

Aunque todavía no puedo creer lo que haremos y cómo lo haremos, confío en que todo saldrá bien. No deseo que nadie sufra daños. Las calles están decoradas con calabazas, arañas gigantes y cualquier cosa relacionada con Halloween. Todos están disfrazados mientras los niños piden dulces. La mayoría de la gente asistirá a la fiesta que se llevará a cabo en el centro de la ciudad, e incluso Simmons y otros famosos.

Todo estará bien, todo estará bien; me repito varias veces.

Me coloco auriculares por donde nos comunicaremos y me miro unos segundos en el espejo antes de salir. Estoy disfrazada de Malaria (la novia de puro hueso en las animaciones). Fue nuestra única opción, algo más original y poco usual. Digo "nuestra" porque pude convencer a Jack. Él irá vestido de puro hueso y admito que estoy muy emocionada de verlo. No nos iremos juntos por seguridad, así que Freddy nos lleva (a Martha y a mí) hasta la fiesta.

Cuando llegamos, nos integramos con los demás.

Martha hará su parte del plan en la festividad, que se lleva a cabo cerca del bar de Judith. Le digo que tenga mucho cuidado antes de irse, pero sé que otras de sus yo la ayudará. Es muy inteligente y confío en que todo saldrá bien para ella.

Camino a una zona más solitaria y llamo a Jasper, ya que hemos quedado de vernos aquí.

— ¿Dónde estás? — le pregunto directamente.

—Detrás de ti. — me doy tremendo susto al darme la vuelta. Va vestido de lobo. — ¡Feliz Halloween! — dice irónicamente.

Solo sonrío y lo abrazo fuertemente.

— ¿Cómo has estado? ¿La policía te hizo algo?

—No, logré escapar. ¿Y tú qué haces aquí? ¿Por qué me pediste que viniera con tanta urgencia?

—Necesitamos tu ayuda. Hay mucho en peligro y mientras más personas seamos, mucho mejor. — frunce el ceño.

— ¿Necesitamos? ¿Quiénes?

—Muchos inocentes... y yo. —Jack contesta antes que yo y se nos acerca. Va maquillado de blanco y negro en toda la cara pero sus ojos azules nunca dejan de resaltar. Lleva una enorme capa negra con el interior rojo que cubre todo lo que lleva por dentro y su enorme hacha puntiaguda justo como su personaje. Da mucho miedo. 

Jasper se aleja de él.

— ¿Y por qué debería ayudarte?

—Si pretendes que te ruegue por ayuda no lo haré. No lo necesito. De todas formas el que más pierde eres tú. 

—Sí que la necesitamos. Yo lo necesito. — miro a Jasper. — Tus habilidades serían suficientes para llevar a cabo esta peligrosa operación.

— ¿Desde cuándo estás de su lado, Melanie?

—Desde siempre, Jasper. Y esto no se trata de nosotros, se trata de salvar la vida de muchas personas.

— ¿Y por qué deberíamos salvar a las personas? ¿Quiénes somos ahora? ¿Los vengadores?

—No te lo pediría si no fuera importante. Si no hacemos esto muchas personas morirán.

—Mencióname una que me importe.

—La de Martha, y la mía. — sus párpados caen y su expresión se relaja. Sé que le importamos mucho, aunque solo le estoy diciendo todo esto para tenerlo de nuestro lado. —Tengo miedo. — añado para darle más drama, pero el fondo, es verdad.

—Bien. ¿Qué tengo que hacer? — siento mucho alivio.

—Simmons es el objetivo de esta noche. Debes estar atento de quien se acerque a él mientras pronuncia su discurso. Te daré este arma porque sé que sabes usarla bien. — le extiende una pistola.

—Ya tengo una. — Jasper está muy negado.

—Sin embargo, si disparas con ese arma, serás encarcelado por portación de un arma ilegal. — Jack le explica. La agarra y la coloca por debajo del disfraz en la parte baja de su espalda.

—¿Por qué me pides ayuda si tú también estarás?

—No voy a estar. Atraparé al responsable de toda esta pesadilla con mi hermano, que de hecho, no tengo ni una maldita idea de dónde está. — mira alrededor como si estuviera buscándolo. — Ustedes estarán al frente, cerca de Simmons y harán la parte que resta. Los auriculares inalámbricos nos ayudarán a comunicarnos y mantenernos a salvo. ¿Podrías hacerlo? — Jack le sigue explicando. Yo ya me sé todo el plan. Tuvimos muchas reuniones previas antes de este día.

—Muy bien pero que te conste una cosa: no lo hago por ti. — la última vez que se vieron estaban golpeándose y ahora parece que van por el mismo camino.

—No me importa. Solo haz tu parte y mantenla con vida. — le responde con el mismo tono y me mira.

—Siempre estarás equivocado, ella ya sabe hacerlo sola y no necesita que la cuiden. Es más lista de lo que jamás podrás aceptar. — Jasper arruinará la poca paciencia que Jack tiene con él si continúa diciéndole estas cosas.

— Dejen de hablar como si no estuviera frente a ustedes. — se alejan un poco más cuando les grito.

—¡Esto es genial! Todo es tan misterioso y aterrador que me hace sentir excitado. —la voz de Jacob se acerca a nosotros. Tiene un atuendo de joker. Tal vez porque incluso su apariencia es similar.— ¡Vaya! ¡Me encanta tu disfraz! — me dice. Apenas recuerdo que llevo un hermoso vestido negro con escote de corazón, guantes negros hasta los codos, el pelo completamente lacio peinado hacia atrás y maquillada como ella. Como Malaria.

—Gracias.

— ¿No me dirás: el tuyo también?

— ¿Perdón? ¿Acaso llevas disfraz? Es que no logro diferenciar. — uso mi lado sarcástico y noto como Jasper y Jack intenta esconder su risa.

Jacob capta la referencia.

—Muy bien. ¿Dónde están los demás? — cambia de tema.

—Eric y Lisa ya están en posición.

— ¿De qué van disfrazados? — pregunto. Así podré diferenciarlos de inmediato.

—Eric de Batman, Lisa de Gatúbela.

— ¡Oh! Al joker no le gusta esto. — Jasper se burla mientras Jacob se queda en completo silencio.

Una presentadora habla por los altavoces, dándonos la bienvenida. Eric y Lisa se acercan a nosotros. Los disfraces le quedan muy bien, sobre todo a ella. Todavía no nos hablamos y ciertas veces se siente la incomodidad pero quizás, cuando termine todo esto, pueda hablar con ella tranquilamente. Exponen cosas rápidas y entramos juntos al centro de la fiesta. El poder que emanan los disfraces aterradores es asombroso cuando la música se combina con nuestros pasos. Puedo sentirme como la Malaria verdadera teniendo de mi lado a los mismísimos puro hueso, el joker, Batman, Gatúbela y el lobo del cuento que todos sabemos.

Nos separamos, colocándonos en los lugares que acordamos y manteniéndonos alertas. Eric con Lisa. Jack con Jacob. Yo con Jasper y Martha sola. Se supone que tiene que engatusar a Williams, y esto me preocupa mucho. Es la parte más arriesgada. Todo parece transcurrir sin problemas hasta que, cuando Simmons se presenta para dar su discurso habitual, un hombre enmascarado camina hacia él con un arma.

Mientras salgo del público, me apresuro a llegar a Simmons y lo expulso del escenario. Jasper lo mata con tres disparos. Las personas gritan, pero creen que todo sigue siendo parte del espectáculo, lo que intensifica la atmósfera.

— ¿Está bien? — le pregunto, calmando mis nervios.

—Sí. — responde tocándose el cuerpo para quizás asegurar que ninguna bala le haya dado. Lleva un chaleco antibalas de todas formas.

—Tiene que volver al escenario. — le indico. Tenemos que seguir el plan.

—Bien. Solo espero que no apunten a la cabeza esta vez. — se levanta y vuelve a la tarima.

Miro hacia los árboles y a todas las alturas que nos rodean porque sé que hay un francotirador en cualquier lugar. Jasper lo cuestiona, pero con la mirada le hago entender que es parte del plan. Simmons sigue con el show pero lo noto muy nervioso. Aunque hay una gran cantidad de guardias de seguridad vigilando la zona, sabemos que eso no será suficiente. La tensión irrumpe el ambiente hasta que una bala impacta contra la espalda de Simmons y cae al suelo.

Narradora Omnisciente.

Muchas cosas suceden al mismo tiempo mientras todos están divididos en torno al plan. Eric y Lisa usan una camioneta para asegurar el perímetro en caso de que necesiten llevar a alguien de emergencia. Se encuentran con varios sospechosos mientras le dan la vuelta por toda la zona y Eric los golpea hasta dejarlos inconscientes, entregándolos a los agentes que también están encubierta por más seguridad.

—Uno menos. — va diciéndoles a todos presionando su auricular.

Por sorprendente que parezca, Martha logra ver a su presa entre la multitud del bar. Lleva una gabardina de color crema y una boina. Debido a que es idéntico a las fotografías que le habían mostrado, lo reconoce de inmediato. Otra de sus personalidades toma control, exhibe su lado malvado y hace todo lo posible para atraerlo.

La cual consigue y después de algunos tragos, van a una habitación privada.

— ¿Martha, ya lo tienes? — le pregunta Jack por los auriculares mientras va caminando a su dirección junto a Jacob.

—Martha no está. Y sí, el objetivo está aquí conmigo. Estoy en el baño preparando lo que me dijeron. Espero que salga bien o todo se irá a la mierda. — le responde mientras mezcla algunas sustancias en una jeringa.

—Tú tranquila, todo saldrá bien. Ya vamos para allá. — se concentra en lo importante.

—Dense prisa, este hombre asusta, sobre todo la horrible cicatriz que tiene debajo de su ojo izquierdo. — añade, sorprendiendo a los hermanos Connor. Donde se dan cuenta de que les han doblado la jugada porque saben que su padre no tiene cicatriz, sino su tío, Charles. El hermano gemelo de Williams Connor.

— ¡Tienes que salir de ahí ahora! ¡Ese no es Williams! ¡Es Charles! — le ordena Jack corriendo furiosamente hacia su dirección junto a Jacob. Ella no comprende nada, pero está consciente de que todo se ha salido de control. Esconde la jeringa en la bolsa y al salir, el seguro de un arma desbloquearse a su derecha la detiene.

—Será mejor que no te muevas ni hagas nada estúpido. — le ordena. Levanta las manos y no emite ni una sola palabra.

—No haga esto, por favor. No sabe en lo que se está metiendo.

—¿Ah no? Lo mismo podría decirte. No es tan fácil engañar a un Connor. — le susurra mientras salen de la habitación, aun apuntándole. Martha empieza a sentirse mal, rogando porque otra de sus personalidades no salga y haga lo que siempre sabe hacer: caos.

—No me siento bien. Déjeme ir ahora por favor. — le implora.

—¡Cállate y camina, zorra! — le grita. Está perdiendo la paciencia.

—¡No puedo detenerla! ¡No puedo detenerla! — siguen caminando hasta llegar a la parte trasera que conduce a la salida de emergencia del bar.

—¡Que te calles! — la golpea con su arma en la cabeza, haciendo que caiga contra el suelo. Golpe que despierta a otra Martha esta vez. — ¡Levántate! — sigue apuntándole.

Martha comienza a reírse sin hacerle caso y Charles frunce el ceño porque no sabe si se está volviendo loca o realmente quiere morir.

—Ya me tienen harta los hombres como tú. — lo mira, golpea la mano con la que sostiene el arma y lo sujeta del cuello. Está tan sorprendido que no sabe qué hacer. — ¿Qué intentas hacernos, eh? — sigue apretando su cuello con mucha fuerza. Un gran dolor de cabeza se apodera de ella y hace que cierre los ojos forzosamente.

Abre los ojos. Ahora Martha Cross está en control.

—¿Qué? — no entiende lo que está pasando. Suelta el cuello de Charles y corre lejos del lugar. Está muy asustada. Corre, corre y corre hasta que el sonido de una explosión la hace caer. Charles ha volado la puerta para poder salir. Martha intenta levantarse, pero un fuerte silbido retumba en sus oídos.

Eric y Lisa llegan en la furgoneta.

Eric las cubre mientras le ayudan a levantarse y subirla. Arrancan antes de que Charles pueda llegar a ellos y una de sus balas los alcance. Jack y Jacob investigan todos los lugares potenciales donde el verdadero Williams podría estar, pero no aparece. Hasta que llegan a un estadio, considerado como el último lugar a revisar, y justo cuando creen que ya no hay nada, suena una voz muy conocida y temida a sus espaldas.

—Hasta que al fin nos reunimos, hijos míos... — dice nada más y nada menos que Williams Connor. Se dan la vuelta lentamente hasta verle la cara y ver cómo la maldad emana del monstruo que es su padre. — Parece que nunca entenderán que todo lo que saben es gracias a mí y que siempre estaré un paso más delante que ustedes.

Quieren matarlo. Quieren acabar con su única pesadilla de toda la vida.

—Así que espero que entiendan que no son rivales para mí. Solo necesito que se aparten del camino.

— ¿Ah, sí? Pues intenta salvar tu vida primero. — Jacob le dice y corren hacia él para golpearlo y empezar a pelear.

Un golpe tras otro. Una patada tras otra. Siguiendo esquivadas, ninguno de los tres logra caer. Aunque se enfrentan dos contra uno, es importante considerar varias veces antes de enfrentarse a uno de los ex militares más preparados y peligrosos de la historia.

Mientras ellos siguen golpeándose, Melanie juega su papel y llora el supuesto cadáver de Simmons para atraer al que le ha disparado por última vez. Los demás se han alejado de la zona tras darse cuenta de que todo era real, no parte de un show. Finge que llora (con sus lágrimas de verdad) y Jasper se esconde detrás de una de las mesas.

El francotirador baja y se acerca con una sonrisa de victoria.

—Esta es la parte más satisfactoria de todo esto: arrebatarle cosas importantes a alguien y ver cómo lo sufren. — tiene el cinismo de decirle. Tiene un acento ruso muy bonito, pero claramente su forma de ser no lo es.

Ella para de lloriquear y alza su mirada hasta él. La expresión de estar sufriendo mientras las lágrimas caen por sus mejillas se transforma en una maléfica con una sonrisa malvada. Esto deja al asesino en confusión porque no entiende qué está sucediendo.

— ¡Feliz Halloween, hijo de perra! — dice y lo golpea con un bate antes de que pueda reaccionar. Cuando ve que intenta usar su arma, lo bloquea y lo golpea hasta arrojarla lejos de ellos. Saca fuerzas, lo hace caer de rodillas y le da la última patada que lo deja inconsciente.

Jasper ha estado esperando el momento necesario para dispararle, pero al ver que no ha sido necesario, su sonrisa de orgullo es muy evidente.

—Te sabes defender muy bien, ¿eh? Las prácticas han servido de algo. — la alaga.

—Tú me enseñaste, así que te lo agradezco. — intenta calmar su adrenalina.

Simmons tose y despierta.

El impacto de la bala lo ha desmayado pero afortunadamente está bien. Jack, Jacob y Williams siguen peleándose entre ellos hasta que finalmente lo tienen de rodillas muy mal golpeado. Jacob lo sostiene por la espalda para que no se mueva mientras que Jack, con toda su rabia y algunos golpes también en la cara, toma su arma y la acerca a su frente.

—No puedes destruir algo que tú mismo creaste. — está muy furioso.

—Y ustedes no pueden destruir a su creador. — Williams escupe sangre.

—Somos los monstruos que no pudiste controlar y jamás lo harás. — añade Jacob desde su espalda.

—Si caigo, ustedes también. En este preciso momento tengo a una persona preparada para enviar la información necesaria e inculparlos de muchas cosas. Así que yo en su lugar, lo pensaría dos veces. — esto los hace dudar unos segundos, pero están decididos a acabar con su vida en este instante. Saben que no tendrán otra oportunidad.

El maquillaje de ambos se está escurriendo. Al contrario de todos, Williams no está disfrazado de nada. Jack pega más el arma en su frente, listo para disparar, pero alguien se acerca, quedándose a cierta distancia.

—Matarlo no resolverá nada. No debe ser tan fácil. Tiene que sufrir primero. — les dice nada más y nada menos que, Charles. Los hermanos se quedan pasmados sin tener la más mínima idea de cómo es posible que estos gemelos sigan vivos y hayan fingido tan bien durante tantos años.

Jacob le apunta con un arma, aun sujetando con fuerza a Williams.

—No te acerques o disparo. — lo amenaza.

— ¿Estás de su lado? — Jack escoge esta pregunta sobre miles otras. La expresión de Williams se ve aterrorizada al ver a Charles. ¿Cómo lo hicieron? ¿Cómo se ocultaron de la gente, de los radares y la seguridad nacional por tantos años? Quizás el dinero, la corrupción y la inteligencia son más poderosos de lo que pensamos.

—La única razón por la que aun sigo con vida, es matarlo con mis propias manos. —Charles responde. Es reconfortante saber que al menos no es su aliado, pero no deja de ser igual o peor que él, así que deberán tener mucho cuidado y ser más inteligentes.

—Dame una sola razón para no meterte una bala en la cabeza en este preciso momento. — Jack le pide.

—Karol y tu adorable abuela. — en el momento que lo dice, la vulnerabilidad de los hermanos sale a relucir.

— ¡Como le hayas hecho algo, estás muerto!

—Están bien, por el momento, pero eso puede cambiar si dan un paso en falso. No tengo nada que ver con los planes del psicópata de su padre, pero lo sé todo y por eso estoy aquí. Durante años estuve esperando que la rata saliera de su madriguera para dar el siguiente paso. — Charles parece estar siendo honesto.

—Aquí hay algo que aparentemente ninguno de los dos han terminado de entender: hasta hace poco para nosotros Williams estaba muerto y tú estabas desaparecido. — refuta Jacob, disparándole en una pierna.

—Pueden entrar. — ordena Jack a través de los auriculares a sus demás agentes encubiertos. Salen de sus escondites armados y con sus trajes de operaciones especiales.

— ¿Tenías a tu gente escondida y hasta ahora les dices que salgan? — Jacob se queja.

—Tenía ganas de divertirme un poco. — Jack le responde con mucha tranquilidad. — Si tú estás acostumbrado a estar un paso delante de la gente, yo tres. No soy el mismo niñito de antes como te puedes dar cuenta, así que no juegues conmigo. — le planta cara. — ¡Espósenlos! ¡Este circo tiene que terminar! — sus agentes siguen sus órdenes. Williams será trasladado directamente a las celdas del departamento federal, mientras que Charles recibirá atención médica debido a la herida que sufrió en una de sus piernas.

A pesar de sus esperanzas, son conscientes de que nada tiene fin aquí. Williams puede cumplir su palabra y arruinar sus vidas si se lo propone, pero detenerlo e impedir que siga matando personas sin motivo aparente es una prioridad en este momento. 

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