Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 21.

Hemos llegado. Jasper nos ha traído en mi coche.

Al cruzar los enormes portones, vemos a mucha gente con trajes, vestidos elegantes e innumerables joyas. Los meseros pasan por todos lados con copas en sus bandejas y vestidos como tal. También hay enormes columnas con pintura clara y toques dorados. Todo el lugar está decorado con lazos, flores, fuego y globos que le dan un toque muy sublime.

A medida que vamos avanzando, todos nos miran. Jasper y Martha vienen detrás de mí. Trato de encontrar a Jacob entre la multitud, hasta que lo veo. Lleva un lindo traje negro. Debo admitir que le queda muy bien. En cuanto me ve, camina hacia mí con una copa de champagne en manos.

—¡Vaya! Te duchaste. — pongo los ojos en blanco. No puede ser una persona agradable ni dos segundos. Ni siquiera lo intenta. — ¿Tomarás? — me ofrece de su bebida.

—No, gracias.

—Pues yo sí quiero. — espeta Martha, cogiendo la copa de sus manos y alejándose de nosotros mientras toma.

— ¿Y este? ¿Es tu noviecito?

—Mi nombre es Jasper, idiota.

— A quién crees que le estás diciendo idiota, ¿eh?

— ¿Con quién crees que estás hablando, eh? — me interpongo entre ellos para no empeorar la situación. Bonita manera de comenzar la noche.

— ¡Ya basta! No armen un escándalo aquí. No vine para eso. — se lanzan miradas de muerte y Jasper, muy enojado, va a la barra para pedir algo de tomar.

— ¿De verdad seguirás comportándote así?

—Tú viniste.

— ¿Y quién me invitó? — alza las cejas como un idiota. Respira, Melanie. Respira. — ¿Puedes dejar de meterte en mi vida, por favor? Lo que haga no es tu problema.

—No quieres que nadie se meta en tu vida, pero tú quieres estar metida constantemente en la de los demás. Como en la de Jack, por ejemplo. Estoy segurísimo de que estás aquí por lo que quieres escuchar de nuestro misterioso viaje y la verdad de mi regreso. Y también porque te interesaría saber con quién vendrá a la fiesta, ¿no es así? — aunque sea irritante, tiene razón y es lo peor del caso.

—Piensa lo que quieras, me da igual. Pero quiero que me digas la verdad.

—De acuerdo, pero primero dímela tú. — cruza los brazos.

— ¿Qué quieres saber?

— ¿Por qué rompes con Jack y finges estar con ese idiota?

—No estoy con él. Solo somos amigos.

—¿Y por qué lo trajiste a la fiesta?

—Porque no quería venir sola. Por eso traje a mi madre también.

—No lo creo. Lo trajiste porque sabes que a Jack no le agrada. Quieres molestarlo.

—Lo que piense Jack me tiene sin cuidado. — cruzo los brazos también.

—Tan sin cuidado te tiene que estás aquí solo para "saber" nuestros verdaderos planes. ¿Por qué? Porque sigues preocupándote por él. — cierro los ojos y respiro profundo. No quiero armar un escándalo en media fiesta. — Soy muy bueno estudiando a las personas y por lo que veo de Jasper, es todo menos alguien de fiar. No sé muy bien qué pretendes hacer al acercarte a él, pero ahora que estás a tiempo, es mejor que detengas. — ¿Por qué de repente está tan obsesionado con Jasper? ¿Jack le habrá dicho algo tal vez? Ni siquiera sé qué responderle.

Cuando recobro todos los sentidos, intento presionarlo para que diga la verdad de su regreso, pero Lisa nos alcanza y con su ruidoso saludo, nos interrumpe.

— ¡Estás divina! ¿De dónde sacaste ese vestido? Pensé que vendrías con el que acordamos. — me mira de arriba abajo.

También lleva una copa en manos.

—Sí. Me lo dio Martha.

—¿Y de dónde lo sacó?

—Ese es el menor de mis problemas en este momento. Tú también estás hermosa.

—Gracias. — sonríe.

—De hecho, Eric te está esperando dentro. Quiere hablar contigo. — le dice a Jacob. Me da una última mirada y se aleja de nosotras. ¡Mierda! Espero que tengamos oportunidad para seguir hablando. No vine hasta aquí por nada.

— ¿Jack está aquí?

—Melanie, ¿para qué quieres saberlo? — estoy muy incómoda. Ni siquiera puedo mirarla, solo lo busco entre la multitud. —Tienes que dejarlo ir. Te estás haciendo daño. — vuelve a decirme.

— ¿Por qué de repente todos quieren decirme qué hacer? Soy capaz de tomar mis propias decisiones. — ataca los ojos con sorpresa y pasó mis manos por mi frente. Quizás no debí hablarle así.

—Lo siento, yo...no me siento bien. — me disculpo.

—Puedes irte si quieres, no tienes que estar aquí. O al menos diviértete y disfruta la noche sin pensar en.... problemas.

—Lo sé. Eso haré. — respiro profundo.

— ¡Qué baile tan aburrido! Mejor me hubiera quedado en casa. — dice Martha, acercándose a nosotras.

— ¿Por qué es aburrida? ¿Porque no hay strippers semidesnudos bailando por ahí? — Lisa le responde de mala manera.

— ¿Y tú qué? ¿Ya no tienes condones sucios que recoger en el bar? — Lisa abre la boca y antes de que pueda hacer algo, la voz del presentador la interrumpe.

Sean todos bienvenidos al baile de recaudación para reconstruir edificios, hospitales e instituciones importantes para el beneficio de todos los ciudadanos. Una agradable noche con la presencia de algunos fundadores importantes e invitados especiales para que todo esto sea posible. Sin más que añadir, para darles la bienvenida, tenemos con ustedes a: Empara Mi. — expone el presentador. ¿Empara Mi? ¡Esto es increíble!

Todos estamos atentos a la tarima.

Empara sube al escenario con un lujoso vestido rojo al estilo india. Se ve jodidamente sexy. Toda una diosa. Nos sonríe y empieza a cantar uno de sus temas: Saving all my love. Los bailarines salen en pareja y danzan al ritmo de la música. El escenario que estamos presenciando es una verdadera obra de arte. No puedo dejar de contemplar el baile, las personas elegantes que tengo al frente y lo increíble que está siendo esta noche.

Mis ojos van a una esquina oscura, donde hay unas enormes cortinas negras que conducen a otra parte interna del salón. Unas ásperas manos mueven las cortinas hacia los lados para poder salir. Contemplo el hermoso esmoquin negro que lleva hasta subir la mirada a su rostro. Su expresión es fría y esos enormes ojos azules son difíciles de confundir. Es Jack.

Se detiene, entrando las manos en los bolsillos delanteros de su fino pantalón. Observa todo el alrededor hasta que sus ojos me encuentran. No dice nada, no se mueve. Solo me observa sin expresión. Por un momento no entiendo su actitud, pero después recuerdo que ya no estamos juntos. No estamos bien. Sus ojos recorren el escote de mi vestido y hace que me ponga nerviosa. Quiero que se acerque, me toque y me susurre al oído lo hermosa que me veo esta noche, pero sé que no lo hará. No mientras estemos así.

—Si quieres que se aleje de ti, deja de mirarlo así. — oigo la voz de Jasper en mi oído repentinamente.

—¿Cuánto has bebido? — apesta a alcohol.

—Lo suficiente para tratar de encontrarle algo divertido a este aburrido baile. No te preocupes, no estoy ebrio. Conozco mis límites. — quiero volver a mirar a Jack, pero no soy capaz. No soy capaz de ver su reacción al verme con Jasper.

—Este es el momento perfecto para dejarle muy claro lo que quieres. No deja de mirarnos. — dice, sonriendo y mirando disimuladamente detrás de mí. Las mariposas en mi estómago me dan náuseas. ¡Odio sentirme así!

Regresamos a la mesa donde Martha está.

Bebemos, hablamos y disfrutamos de diversos temas. Por segundos, trato de encontrar a Jack entre la multitud, pero no lo veo. Todos están, menos él. Cuando empiezan a cantar: Blood in the water, la mayoría se sitúan en la misma posición. Hombres frente a mujeres mientras otra pareja, bailan al mismo ritmo, pero en lazos colgados del techo.

Es increíble.

— ¿Lista para el baile, pequeña? — dice Jacob, llevándome a la pista de baile antes de que pueda responder. ¿Qué cree que hace? De un momento a otro, ya estamos posicionados como los demás.

— ¿Estás loco? No me sé la coreografía. — le advierto.

—Cuando tienes una buena pareja de baile, no necesitas saberla. — se acerca, en coordinación con los demás y me pega bruscamente a él de la cintura. — Solo déjate llevar de la música y de mí. — vuelve a decir. Coloco una mano sobre su hombro y otra entrelazada con la suya. Sigo sus pasos y los imito tan pronto como pueda. La voz de Empara retumba en todo el salón y el ritmo de la melodía provoca una buena sensación en mí.

De repente, siento que alguien más me aleja de Jacob halándome bruscamente del brazo. Sin aún ver su rostro, me sujeto de sus musculosos brazos para no caer. Subo la mirada y es Jack.

Él de nuevo.

Sube una de mis piernas hasta su cintura y giro la cabeza hacia abajo mientras me sujeta la espalda con una mano. Regreso la cabeza a su rostro y damos varios pasos hacia atrás. Giramos hacia el lado contrario del otro y me da una vuelta. Meneo mis caderas hacia abajo y me regresa con sus manos.

Seguimos bailando sin dejar de mirarnos a los ojos.

— ¿A qué estás jugando, Melanie? — oigo su áspera voz resonar en mi oído.

—La de los juegos no soy yo. — seguimos bailando, pero esta vez, no nos miramos a los ojos.

— ¿Qué haces con ese tipo? ¿Intentas ponerme celoso?

—No es mi intención, pero me alegraría.

—¿Ah, sí? ¿Por qué?

—Porque te ves muy sexy cuando te enojas. — me alejo y me atrae nuevamente de un tirón de manos.

—Pues deberías estar contenta, porque lo estoy. — esbozo una media sonrisa. — No soporto verte con él. No es hombre para ti y lo sabes.

— ¿Y quién lo es? ¿Tú?

—Tú me dejaste. Tú acabaste con nuestra relación. — lo miro con ironía, pero no le respondo. Tengo tantas cosas que contestar a eso y ninguna lo hará sentir mejor.

— ¿Por qué estás aquí? No eres muy de...bailes. — cambio de tema.

—Soy uno de los fundadores. — respira, como si estuviera tratando de seguirme la corriente al cambiar de tema.

— ¿Fundador de qué?

—Del centro donde tú hermano se recupera de las drogas.

¿Por qué no me había dicho nada?

Recordar la situación en la que está mi hermano me baja los ánimos.

— ¿Estás bien? — lo nota. Pero antes de que pueda responderle, todos aplauden. La canción y el baile han terminado. — Ven conmigo. — me toma de la mano y cruzamos la cortina de la que ha salido antes. Trato de respirar, pero la angustia que siento lo dificulta. Entramos a una especie de habitación/baño.

Me sirve un vaso con agua que me tomo al instante.

—Respira, lento. — me indica. Acaricia uno de mis brazos tiernamente y poco a poco me tranquilizo. — ¿Te sientes mejor?

—Sí. Es solo que...

—Tu hermano, te duele. — asiento con la cabeza. — Está mejorando. Tranquila.

— ¿Tú crees?

—Después de pasar por eso nadie vuelve a ser igual. Unos mejoran, en otros siempre quedan secuelas, pero estoy seguro de que tu hermano sanará completamente. De eso se trata. — aún tengo esperanzas. Solo quiero que las deje y retome su vida. — Arreglemos esto. Admito que soy demasiado egoísta y no puedo verte con alguien más. Mucho menos con ese imbécil. — cambia de tema.

—No le llames así, no lo conoces.

—No necesito conocerlo para saber que es un idiota que no te merece.

—Tú tampoco me mereces.

— ¿Tan mal hombre soy para ti? — veo la tristeza que invade sus ojos. No sé qué responderle. Verlo vulnerable da ternura, pero me gusta que esté así. —Muy bien, ya entendí. — pero antes de que se vaya, lo regreso a mí. Le miro los labios y cierro los ojos para disfrutar de su rico perfume. Nunca dejará de tener este efecto en mí. Lo miro a los ojos y ahí está, el deseo y la pasión que sentimos. Acaricio su torso hasta sujetarme de su nuca y besarlo intensamente. Responde al beso con la misma pasión y me adhiere a él con una mano en mi espalda. Su lengua y la mía, ya se conocen bastante, así que saben cómo enredarse y saborearse entre ellas.

Me levanta de las piernas hasta sentarme de golpe en la meseta del lavamanos que tenemos detrás. Me baja un lado del vestido, dejando mis sensibles pezones al aire. Atrapa uno con su ágil boca mientras me masajea el otro con su mano. Hundo mi cara en su cuello gimiendo de placer. ¡Este hombre huele tan bien! Le abro el cierre de su pantalón y meto mi mano. Está muy erecto. Lo masajeo de arriba abajo emanando más calor entre nosotros. Mete una de sus manos por debajo de mi largo vestido y me quita la tanga negra que llevaba puesta. La guarda en uno de los bolsillos de su traje y me concentro en el placer que estoy sintiendo.

Acaricia mis muslos hasta entrar sus dedos, masturbarme y casi hacerme correr. Se detiene justo antes y sigue besándome. Me empuja ligeramente hacia atrás y entra en mí. Solo tiene piedad los primeros segundos y luego me da embestidas salvajemente sin parar. Me aferro de su nuca para no caerme y mantener el equilibrio.

Hay mucho ruido afuera, por lo que mis gemidos no se escucharán. O al menos eso espero. Enredo más mis piernas en su cintura mientras me hace suya tras cada penetración.

— ¡Jack! — clamo constantemente. Está muy concentrado en no parar. Mis piernas se tuercen y todo mi cuerpo tiembla. Estoy a punto de correrme, lo puedo sentir. Ya he llegado al límite de la excitación, pero se detiene. ¿Qué hace? ¿Por qué para?

Sale de mí y frunzo el ceño.

— ¿Qué pasa? ¿Por qué te detienes? — apenas me sale la voz.

—Todavía estoy molesto contigo y, además, no creo que quieras manchar tu vestido. Podemos terminar en casa si así lo prefieres. — se asea y vuelve a arreglarse el traje. Quiere torturarme, lo sé. Es su manera de ajustar cuentas conmigo después de haber terminado con él.

—Esto no es justo. — intento calmar mi acelerada respiración.

—Lo que no es justo, es cómo me tratas.

— ¿Y pretendes hacerme pagar tu enojo con sexo? — ahora la que está molesta, soy yo.

—A mí tampoco me gusta verte con ese idiota, ¿te alejarás de él? — hemos pasado de bailar a conversar, de conversar a quebrantarnos, de quebrantarnos a tener sexo y ahora estamos discutiendo de nuevo.

—No puedo creer que seas capaz de hacerme esto. — me bajo de la meseta y mi vestido cubre mis pies inmediatamente.

Me subo los tirones para cubrir mis senos.

—Nada de lo que hacemos tiene sentido. Y todavía no entiendo qué es lo que haces con él. ¿Qué buscas con todo esto? ¿Por qué lo trajiste aquí?

— ¿Tan imposible es la idea de que Melanie Cross esté con alguien que no sea Jack Connor? 

—¡Porque tú no eres así! Te estás dejando llevar de las personas equivocadas. Primero tu madre y ahora este tipejo.

—No necesito tu aprobación para tomar decisiones. Ni la tuya ni la de nadie. Si quieres al menos conservar mi amistad, te recomiendo que no vuelvas a meterte con ella.

—El tiempo me dará la razón Melanie y sinceramente espero que no sea demasiado tarde. — sus palabras me dan miedo, pero no me dejaré vulnerar. — Que tengas linda noche. — se da la vuelta y simplemente sale por la puerta antes de que pueda detenerlo. Y también se ha llevado mis bragas en sus bolsillos. No puedo creerlo.

Respiro profundo y termino de arreglarme antes de reintegrarme a la fiesta.

— ¡Hey! ¿Dónde estabas? Te he estado buscando desde hace como 30 minutos. ¿Todo está bien? — pregunta Jasper, corriendo hacia mí. Por la cara que pone, nota lo agitada y ruborizada que estoy todavía. Espero que no se dé cuenta de lo que acabo de hacer. Me observa el cuello y ve con rabia por encima de mi hombro. ¿Qué está pasando?

—Lo mataré. — objeta y antes de que pueda detenerlo, le pega un puñetazo en la cara a Jack, haciendo que caiga sobre varias sillas y se apoya de la mesa. ¡Esto no ha pasado! ¡Esto no puede estar pasando! Jack toca su mandíbula y por la cara que trae, sé que tampoco puede creer que Jasper haya sido capaz de pegarle.

Antes de que pueda hacerle algo más, lo golpea mucho más fuerte. Tanto así, que vota mucha sangre de la nariz y lo deja sin que ni siquiera pueda levantarse.

Los demás se asustan y se alejan de la zona.

Cuando veo que camina hacia él con intenciones de seguir golpeándolo, me interpongo. Jack alza el puño, pero en cuanto se centra en mi rostro, se contiene. Martha ayuda a Jasper a levantarse mientras me aseguro de que Jack no intente agredirlo de nuevo. Tiene un pequeño corte en la comisura de sus labios. Se han pegado muy fuerte.

—¡Por Dios! ¿Estás bien? ¿Qué les sucede? ¡Le rompiste la nariz! ¿Estás loco? — grita mi madre. — Tenemos que llevarlo al hospital, ahora. — me mira.

—¿Desde cuándo una cualquiera se preocupa tanto por un tipo como Jasper? ¿También quieres acostarte con él? — Lisa le dice. Creí que después de haberla sacado juntas de la cárcel, se llevarían mejor pero claramente, es todo lo contrario. Me molesta que le hable así. A pesar de todo sigue siendo mi madre y luego de nuestra dolorosa conversación, me siento más apegada a ella de alguna forma.

—Será mejor que no vuelvas a hablarle así. — le advierto.

— ¿Me estás amenazando? — parece sorprendida.

—¿Ahora te meterás con mi hija? — Eric detiene a Martha para que no pueda atacarla.

—Lisa, por favor. Deja de provocarla. — le pido. Estoy cansada de todo esto.

— ¿Yo? ¡Es que no puedo creer que después de que permitiera que su examante abusara de ti en su propia casa trates de defenderla! Puede que sea tu madre, pero siempre será una cualquiera. — antes de que pueda recapacitar, le he pegado una fuerte cachetada en la cara.

¿Acabo de golpear a mi mejor amiga? ¿Qué está pasando esta noche?

Noto la cara de sorpresa de todos, incluyéndola. Tiene una mano en la mejilla sin poder procesar lo que ha pasado. Sus ojos se llenan de lágrimas y Eric la sostiene.

Martha se lleva a Jasper al auto y me espera en el umbral de los portones.

—Ya me estoy hartando de toda esta mierda. Ya me estoy hartando de ti. — Jack me señala. — Así que te preguntaré algo por última vez: ¿ellos...o nosotros? Elige.

¿Ha dicho que está harto de mí?

Miro a Martha y a Jasper, quienes están esperándome mientras ella le presiona la nariz con un pañuelo para retener el sangrado. Me están esperando para ir al hospital. No dejaré que me quieran poner entre la espada y la pared, mucho menos después de todo lo que ha sucedido esta noche. Yo también estoy harta de que todos ellos, quieran siempre decirme qué hacer.

—Creo que ya lo tengo muy claro. — regreso la mirada hasta Eric, Lisa y Jack. Las lágrimas se acumulan en mis ojos, pero no las dejo salir. — Hasta nunca, agente Connor. — es lo último que les digo antes de caminar hasta mi madre y Jasper.

Quizás me arrepiente de esto después, pero necesitaba hacerlo. Al menos esta noche, tendría sentido. Jasper necesita atenciones médicas y Martha; estamos corrigiendo nuestra disfuncional relación de madre e hija poco a poco. Tengo fe y esperanza de que todo regrese a su lugar, y ese lugar, siempre ha sido mi familia, sin importar qué tan rota esté.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro