Capítulo 19.
No he llorado. Y no sé si eso es bueno o malo. Quizás ya estoy acostumbrada a soportar el dolor. Tanto, que ni siquiera puedo expresarlo con lágrimas. No dejo de pensar en las cosas ¿Qué mejores cosas podría haberle dicho? ¿Hice lo correcto? Tengo que dejar de pensar tanto y aceptar esta realidad que yo misma elegí.
Llamaría a Lisa, pero últimamente está tan ocupada con el bar que me apena molestarla. Toda esta situación me hace sentir más mal de lo que merezco.
Llamada entrante de Jasper.
—¿Jasper? — contesto.
—Seré breve, lamento lo de antes. Empezamos bien, no tiene porqué cambiar.
—Está bien, disculpa aceptada. — solo quiero estar en paz.
—¿Y cómo estás?
—Todo va de mal en peor pero la vida sigue ¿no?
—Eso huele a que las cosas con el policía no han tenido mejora, ¿verdad?
—Sí, definitivamente estamos pasando por una...dolorosa etapa.
—Date tiempo, es normal. Pronto lo olvidarás. — suena una fuerte música de fondo.
— ¿Dónde estás? — curioseo.
—En el restaurante.
— ¿En el restaurante? ¿Es broma?
¿Cómo podría estar en el restaurante a estas horas? Recuerdo la vez que dijo algo sobre eso. Sobre que el restaurante se convertía en algo más a medianoche.
—Ven y te llevarás una sorpresa. Te esperaré afuera. — dice y cuelga.
Estoy muy intrigada por saber de qué se trata. Martha no ha estado en casa desde que llegamos de ver a Junior, dijo que tenía que hacerle una visita a Judith así que no me quejo. Seguramente está bien. Sabe cuidarse más que yo.
Tomo un taxi y al llegar, me quedo muy confundida al ver que definitivamente está cerrado. ¿Me está haciendo bromas este chico o qué?
—¡Hey! Viniste. — dice saliendo por la zona de estacionamiento.
— ¿Qué haces aquí? Si Dexter se da cuenta de esto, te despedirá. — la música se puede escuchar un poco desde aquí.
—Él nos dio la idea de disfrutar nuestras noches libres con bebidas gratis hace más de 7 meses. No tienes que preocuparte por eso. Ven, sígueme. — me indica y lo sigo. Mientras más entramos, más escucho la música. Cruzamos los portones de atrás y me sorprendo al ver a todos los que trabajan aquí, bebiendo y besándose por todos lados.
Nos acercamos a una de las mesas donde están algunas chicas. Exhalan un polvo en blanco de la mesa, lo que luego me doy cuenta de que es droga. Pensé que me recibirían de mala forma, pero están tan drogados que solo se ríen, bailan y se besan unos con otros.
Jasper se sienta y hago lo mismo. Me siento muy incómoda ahora mismo.
—No tenía idea de que hacían esto. De ti, no me sorprende, ¿pero de todos? Es increíble. — no me desagrada, pero es incómodo.
—Uff, no tienes idea de las cosas que se hacen en este restaurante a estas horas...todas las noches. — destapa una cerveza y me ofrece, pero me niego.
— ¿Y qué hacen? Aparte de drogarse y....beber.
— ¿Ves a esos de allá? — se acerca, colocando su brazo en el espaldar del sillón en el que estamos. Me señala un lugar en específico. Observo con atención y casi me da un infarto cuando veo a dos personas teniendo relaciones sexuales delante de todos. Él está sentado y ella saltando sobre él. Lo más impresionante es que a nadie parece importarle. ¡Santo dios!
Aparto la vista.
—No, míralos. Disfruta. — me incita.
—No, gracias. Esto es muy incómodo. — siento mucha calor de repente y Jasper no deja de mirarme. — ¿Y Javi, no viene a esto? — intento relajar la situación.
—No hay una sola noche a la que falte. Es el alma principal de la fiesta.
— ¿Y dónde está? — pregunto. Me señala el área de vestidores y supongo que ahí está. — ¿Me acompañas?
— ¿Tienes miedo? — se ríe.
—Escucha, quiero sentirme menos incómoda así que, por favor, acompáñame para que no se me acerque un chico pervertido con ganas de entrar en mí en pleno pasillo. He tenido demasiadas malas experiencias ya. — me pongo de pie y hace lo mismo.
—Ok, vamos. — mientras más caminamos, más gente loca y excitada veo. ¡Esto es una locura! ¿Cómo un hombre como Dexter permitiría algo así en un restaurante donde se supone que hay que tener mucho... cuidado? La puerta está entreabierta y solo se escuchan los gemidos. Quiero comprobar si es él, así que la abro un poco más. Definitivamente lo es y también está teniendo sexo con un chico.
Salgo de inmediato y cierro los ojos, tratando de olvidar lo que acabo de ver. Saldré con más traumas de este lugar. Jasper está disfrutando esto, sé que sí.
—Mejor me iré, todo esto es demasiado para mí.
—Escucha, sé que esto es extraño, pero no es nada por lo que debas sentir miedo. Esta gente solo se divierte. — me detiene.
—¿Te parece normal que sea en un lugar como este?
—Está bien, entiendo que te sientas así. Podemos ir a otro lugar si quieres.
—Sí, mejor. — asiente y vamos afuera. Aquí está más tranquilo, sin ruido ni muchas personas.
Nos quedamos en silencio por un largo rato.
—Bonito vestido. — me alaga. Su intensa mirada no deja de recorrer todo mi cuerpo.
—Gracias. — sonrío. — ¿Todas estas personas...trabajan aquí? Creí no reconocer a muchos. — cambio un poquito el tema.
—No. Javi conoce a muchos actores porno, así que con decirles que tendrán cualquier tipo de bebida gratis y tendrán sexo con quien quieran, no lo piensan dos veces para venir.
— ¿Por qué lo hacen aquí?
—Tranquila. Le pagamos a alguien muy bien para que desinfecte todo correctamente. — es una buena explicación, pero no deja de ser repugnante.
— ¿Cómo es que el señor Dexter... permite esto?
—Su única condición es que nadie lo sepa y hasta ahora ha sido así. Además, no es tan santo como crees. Siempre nos dice que, a nuestra edad, él también disfrutaba su vida pero que nunca tuvo a alguien que lo respaldara como él nos respalda a nosotros. Por eso somos más que una familia. Muy rara, pero al final, nos cuidamos entre nosotros.
—Eso es lindo.
—No quería dejarte entrar. Que Javi le haya hablado de ti, no bastó. Tenía dudas, así que intercedí y con solo repetir varias veces tu apellido se puso extraño, se tocó el corazón y dijo que te pondría a prueba. Desde luego ya era un sí.
— ¿Mencionar varias veces mi apellido? ¿Eso que tiene que ver?
—No lo sé. — esto me deja algo confusa.
—Y bueno, ya que estamos aquí solos...cuéntame más de tu familia. De tu madre, sobre todo.
—¿Por qué te interesa saber tanto sobre mi familia?
—Ya que estamos trabajando juntos y ahora parece que somos buenos amigos, me gustaría saber más sobre ti.
—Bueno, mi hermano está en un centro de rehabilitación por consumo de drogas y mi madre padece de un trastorno de personalidad. Aun no entiendo muy bien cómo va, pero sé sobrellevarla, al menos eso creo.
—¡Vaya! Parecen ser temas complicados.
—Lo son. Tenemos una historia muy turbia.
—¿Y qué piensas hacer al respecto?
—Quiero buscar a un especialista que pueda ayudarla. La saqué de la cárcel y la tengo en mi casa para ponerla a prueba. Hasta ahora se ha comportado muy bien.
—Es admirable que a pesar de todo eso, sigas velando por ellos. Por su bienestar.
—Mucha gente no está de acuerdo. Por seguir teniendo fe en mi familia a pesar de todo. — y uno de ellos, es Jack.
—Eso es muy cruel. Estás en todo tu derecho. Se trata de tu madre y de tu hermano. Nunca te culpes por quererlos. — que me diga esto me hace sentir bien. Aunque preferiría escucharlo de otras personas. — Ese policía no te merece. Y algo me dice que no te dejará en paz hasta que vea que realmente estés con alguien más.
—Ya tuvimos esta conversación. Necesito enfocarme en mi madre y mi hermano.
—Y está bien, lo entiendo. Pero no me daré por vencido. — frunzo el ceño. — Realmente me interesas. No por Javi, no por el policía, por ti. Hay muchas cosas que me atraen de ti. — no sé cómo reaccionar ante esto.
—Yo... no sé qué decirte.
—Entonces no digas nada. Solo deja que las cosas fluyan. No te presionaré, no te preocupes. Seremos buenos amigos como ahora. — ni siquiera puedo verme en el futuro a su lado. Somos muy diferentes. Bueno, con Jack pasaba igual y llegamos lejos. — Por cierto, Javi parece estar muy molesto conmigo. ¿Podrías hablar con él y hacerlo entrar en razón? — cambia de tema.
—Ok, hablaré con él. — nos levantamos.
—Te llevo a casa, si quieres.
—Te lo agradezco, pero vine en mi coche, será en otra ocasión. — sonreímos. — Y....gracias por escucharme. Necesitaba hablarlo con alguien.
—No hay de qué. Cuando quieras.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro