Estoy en la oficina de protegidos de la federación mientras Eric y los demás hacen lo suyo. Me siento como la primera vez que estuve aquí. La vez que todos me vieron llorar y la hipócrita de la exinspectora Adams se hizo la buena conmigo. El té caliente que me han servido no es suficiente para calmar la ansiedad que tengo en este momento. No dejo de darle vueltas a la taza buscando algo de paz que obviamente no obtendré.

—¡Melanie, acompáñame! Tenemos a uno. — dice Eric y voy tras él de inmediato.

Estoy detrás del cristal.

Puedo verlo, pero él a mi no. 

— ¿Por qué los perseguía? — la interroga otra agente federal.

—No perseguía a nadie.

—No nos complique la situación y responda. 

—Prefiero morir. — por la manera en que habla, parece que le tiene miedo a algo o alguien más. De repente comienza a golpearse la cabeza contra la mesa y todos los agentes intervienen. Este interrogatorio no resultó como se esperaba. 

Horas después.

Le he contado todo a Martha y Lisa para tenerlas al tanto de mi situación. El señor Dexter me ha dado unos días libres antes de volver al restaurante. Entiende completamente mi situación. Entre mi hermano en un centro de rehabilitación, mi madre aquí conmigo y Jack en peligro, me volveré loca. Necesito distraerme con algo.

La extraña llamada entrante de Jasper me hace contestar de inmediato.

— ¿Jasper?

—Sí, hola, Melanie, ¿Cómo estás? Javi me ha contado todo lo que has pasado recientemente y me gustaría saber si podemos vernos para hablar. Sé que necesitas hacerlo, al menos con alguien diferente. — responde.

Es bonito saber que se preocupa por mí, así que acepto su invitación.

— ¿Dónde nos vemos?

—En la biblioteca abandonada. — sé dónde queda. Es un lugar raro para invitar a alguien a hablar, pero me agrada.

Me cambio de ropa y tomo mi bolso.

—¿A dónde vas a estas horas? — Martha pregunta antes de que salga.

—¿Tengo que darte explicaciones?

—Sigo siendo tu madre. Enferma o no. ¿A dónde vas? — insiste.

—Hablaré con un amigo.

—Supongo que no es el policía.

—Su nombre es Jack. Señor Connor, para ti.

—¿Terminaron, verdad?

—Sí, terminamos. ¿Contenta? — me estoy molestando.

—Está bien. — levanta las manos. — No me meteré. No vuelvas tarde. — regresa a su habitación.

¿Ahora quiere darme órdenes en mi propia casa?

Respiro profundo.

La biblioteca es enorme pero no sé qué pasó para que la abandonaran de esta forma. Hay muchos libros rotos y viejos tirados por doquier, pero aun así, se ve muy bien. Es muy agradable y no porque sea una biblioteca.

—Pocas personas vienen aquí, pero pensé que sería un buen lugar para hablar. — suena la voz de Jasper detrás de mí.

Nos acercamos más.

— ¿Qué te hizo pensar que sería el lugar adecuado?

—Es tranquilo y silencioso. Solo puedes escuchar el viento y el sonido de algunas cosas moverse. Si esto no te da paz, no sé qué podría hacerlo. — nos reímos.

—Me gusta aquí. Gracias por invitarme. — nos sentamos sobre muchos montones de libros viejos.

—Cuéntame, ¿cuál de todas las cosas que te están pasando es la que más te atormenta? —pregunta. Tendría que pensar mi respuesta unos minutos para saberlo con claridad. Mi vista se pierde en las páginas amarillentas del suelo.

—La situación con mi familia y con Jack. — frunce el ceño. — Terminé con él, aun amándolo.

—¿Por qué?

—Porque tenemos problemas familiares que de una forma u otra interfieren en nuestra relación.

—Es la primera vez que escucho ese motivo.

—En nuestro lugar es algo...diferente. Nuestras familias son muy caóticas.

— ¿Crees que cuando están juntos, están en problemas?

—Siempre estamos rodeados de problemas. Él es policía y yo soy hija de un criminal y una madre con trastornos. — alza las cejas. — Él está muerto, puedes estar tranquilo. — aclaro.

—Entonces... ¿esto es algo definitivo o temporal?

—No lo sé.

—Si tomaste la decisión de terminar con él es porque quizás quieres estar con alguien más.

—No, te equivocas. No estoy enamorada de nadie más y no creo estarlo.

—¿Por qué?

—Porque hasta ahora no he encontrado a nadie que llene mi corazón como lo hace él.

—Deberías darte la oportunidad de conocer nuevas personas. Quizás piensas que no encontrarás a nadie más porque solo has estado con él.

—¿Cómo sabes eso? — frunzo el ceño.

—Javi me ha dicho muchas cosas sobre ti. — ahora entiendo todo. Será mejor que tenga cuidado con las cosas que le cuento. — No te enojes con él. Solo dice lo que cree que pueda ayudarte.

—Descuida, ya sé cómo es. — nos quedamos en silencio por algunos segundos.

—También tuve muchas aventuras y una de ellas, se volvió irritante para mí cuando terminó. ¿Quieres saber lo que hice para alejarla completamente? — asiento con la cabeza. — Me convertí en todo lo que no quería que fuera. Empecé a fumar, a consumir drogas y a cogerme chicas delante de quien sea. Cuando vio todos esos defectos en mí, jamás insistió. Se alejó y fue entonces cuando me di cuenta de que había funcionado. Solo que nunca pude salir de ese mundo jamás.

—No sabía que te drogabas. Mi hermano últimamente lo hace y por eso, está en un centro de rehabilitación recibiendo ayuda. Era horrible verlo así.

— ¿Y cómo sabes si quiere parar? Quizás se siente bien con eso, nadie puede obligarlo a detenerse.

—Jamás lo dejaría en ese estado. Tú no estabas ahí para ver cómo se ponía. Él no es así, los vicios lo volvieron otra persona. — de tan solo recordarlo, me rompe el alma.

—Entiendo. Tienes mala suerte con los hermanos al parecer. Pero...eso no le quita importancia a la solución que te he dado para hacer que Jack deje de meterse en tu vida.

—¿Solución? ¿Qué solución me has dado? — sonrío.

—He notado que aborrece a las personas como yo, que presienta que están en malos pasos. Quizás si fingimos estar juntos, podrías darle el último toque a su mal humor y lograr eso que tanto quieres. — ¿Qué? No puedo creer lo que creo que me está proponiendo.

— ¿Qué? Jamás haría algo así. Que no esté conmigo no quita que siga amándolo y que piense que en algún momento podremos arreglar nuestra situación.

—Entonces tendrás que vivir la misma historia una y otra vez. Jamás te dejará en paz mientras sienta que le perteneces. Imagínate cómo se pondrá cuando sepa que estamos juntos y que se haga la idea de que tenemos sexo lo volverá loco.

—Te volviste loco, evidentemente. — me pongo de pie. — ¿Para eso me invitaste aquí?

—Solo digo que hombres como él no renuncian tan fácil. Y yo puedo hacer que Jack salga de tu vida, te lo aseguro. O incluso, puedo demostrarte que Jack no es el único hombre que existe en el mundo. 

—No seré parte de esta tontería Jasper, lo siento. Así que mantengamos la línea del respeto como compañeros de trabajo, nada más. — veo decepción en sus ojos, pero no me importa. — Será mejor que regrese a casa, nos veremos luego. — me despido y me marcho, cerrando por completo esta conversación sin sentido.