Al entrar, solo puedo tener alucinaciones de nosotros corriendo por todas partes, las peleas, las discusiones y la terrible relación familiar que llevábamos. Todo está lleno de polvo, muy deteriorado y con más papeles aún.

— ¿Qué le pasó a este lugar? — pregunto.

Tomo una fotografía, (la única que queda intacta) donde estamos todos nosotros. Nos vemos felices, pero ciertamente no lo éramos. Nunca lo fuimos. Solo dábamos una buena imagen ante las cámaras para no deshonrar el honor que tenía el apellido de nuestro padre.

—Lo que pasa cuando nadie de la familia más respetada se queda para dar órdenes aquí. Cuando descubrieron lo que había pasado, los chismes corrieron. Unos decían que estábamos poseídos por demonios, otros que siempre fuimos una familia de asesinos y otros nos defendían a capa y espada. La prensa y los medios de comunicación se volvieron locos y la casa se volvió un museo al que venían a tomarse fotos, a hacer historietas y quién sabe cuántas cosas más. Lo que sí queda claro, es que nadie sabe la verdad. Solo son inventos. — explica mientras caminamos por la casa.

—Jamás pensé que volvería a poner un pie aquí.

—Yo tampoco, pero tuve que hacerlo si quería saber la verdad — su cara de horror que me da una mala sensación. — Williams no está muerto. Nunca lo estuvo. — siento una horrible punzada en el pecho. — Nos mintió a la cara todo este tiempo para salirse con las suyas. Lo tenía todo calculado desde hace tiempo. — la frialdad de pensar que nuestro padre no está muerto impregna toda mi alma. Todos estos años he acorralado el recuerdo de haberle disparado para no sentirme culpable, ¿y ahora me sale con que está vivo?

—No hay manera de que eso pueda ser cierto. ¿De dónde sacas tantas tonterías?

—Le disparaste, pero no murió. Sabes cómo era. Todo lo que le rodeaba lo controlaba a su modo. Fue una mentira. Vivimos todos estos años en una mentira que el imbécil de su hermano cubrió. — paso las manos por mi cabello y respiro hondo.

—Nada de esto tiene sentido. ¿Por qué fingiría su muerte? — indago.

—Es lo que quiero averiguar. Para ser capaz de hacer esto sin importar que su familia se vaya a la mierda en el proceso, debe ser algo peor de lo que creemos. O quizás de verdad está completamente loco y desquiciado. — no creo que sea el caso.

— ¿Cómo estás tan seguro? ¿Quién te ha dicho todo esto?

—Hace cinco años, tuve una buena razón para dejar de hacer el mal. Empecé a trabajar para alguien muy poderoso hasta que me convertí en un cazador de delincuentes. Y como entenderás, todo cazador huele el peligro incluso cuando al que quieren atrapar es a ti. Sentía que alguien me seguía todas las noches, a todas partes y me perdí. Pensé que me estaba volviendo loco y poco después, pude confirmarlo. — saca un iPad que tenía escondido en uno de los viejos y deteriorados sofás que quedan en la casa. ¿Por qué esconde estas cosas aquí?

La enciende, me muestra fotografías de alguien siguiéndolo a todas partes y empiezo a creerle.

— ¿Cómo conseguiste estas fotos? — las veo.

—También conozco a mucha gente lista. No te sientas el único.

— ¿Y lo que sigue de la historia? — le devuelvo el iPad.

—Lo maté. Le tendí una trampa y cuando cayó, lo asesiné. No sin antes sacarle algo de información y solo dijo: "sigue las señales".

— ¡Ah! ¿Por qué será que no me extraña? ¡Oh, dame un momento! ¿No será porque desde que llegaste has estado dándome pistas como si fuera un maldito niño de 5 años?

—Es diferente. Yo le creí. Todo me llevaba a la tumba de Williams y adivina qué, no había nada. Solo una estúpida máscara de payaso. La misma que tenía el impostor que te envié hace unos días, ¿lo recuerdas? — está loco, definitivamente. — No está muerto. Nuestro padre no está muerto.

—Supongamos que todo lo que dices es cierto. ¿Qué quiere de nosotros? ¿Qué quiere de ti y por qué está haciendo todo esto?

—Es lo que todavía no entiendo. ¿Por qué nuestro padre haría esto? Sabemos que es despiadado, pero incluso en esto debe de haber algo más.

—¿Y quién según tú te está dando estas señales? ¿Él?

—No. El tío Charles. — todo esto cada vez es menos creíble para mí. — Me llegó un video suyo donde confesaba cosas espantosas de Williams, ¿Por qué lo haría ahora después de tantos años? Quizás también descubrió sus verdaderas intenciones y quiere que lo ayudemos a detenerlo.

—¿Estás diciéndome que el tío Charles se hizo pasar por nuestro padre todo este tiempo para después fingir su muerte y ahora desenmascararlo? ¿Por qué? — nada de esto tiene sentido o simplemente no puedo entender.

—Todavía no lo sé. Por eso te busqué. Quiere que estemos juntos para que veamos esto.

—¿Para ver qué? — un video llega al iPad y lo reproduce.

—Hola, soy Charles Connor. Hermano gemelo del militar: Williams Connor, y si ven este video, es porque las cosas se han salido de control. — está en un tipo de habitación oscura con un traje sucio y algunos moretones en el rostro. — Muy bien, empecemos. Esta familia nunca fue lo que todos creen. Uno de sus hijos le disparó accidentalmente. Lo llevaron al hospital y estaba muy grave, pocos meses después se recuperó. Le pagó mucho dinero a todo el personal de salud para que lo dieran por muerto. Compró a toda la gente necesaria para mantener su secreto y escabullirse de todas las responsabilidades por un largo tiempo. Lo peor de todo es que yo lo ayudé. Sostuve su mentira hasta que supe de sus verdaderas intenciones...— mira a un lado suyo, como si hubiera visto o escuchado algo más. ¿Qué está pasando? Se levanta se escuchan golpes, ruidos extraños y la cámara cae. Todo está en silencio hasta que sale su cara muy ensangrentada repentinamente. — ¡Deben detenerlo! ¡Solo ustedes... pueden hacerlo! ¡Busca a Jack, solo así podrán evitarlo! —grita y el video termina.

Estoy atónito. Todo dentro de mí está solidificado. Ver la cara y escuchar la voz aterrorizada del tío Charles, es lo que necesitaba para creer que todo esto es real y que algo mucho más grave de lo que podría pensar, está pasando.

—No me creas a mí, cree en este video. Estaba igual o peor que tú cuando empezó a sucederme, pero es real y necesito detenerlo antes de que dañe a lo único que me importa en la vida. — sus ojos están rojos. Algo le duele. Algo le preocupa.

— ¿Qué es eso que tanto te importa? ¿Por qué estás dispuesto a ayudar después de todo? — cruzo los brazos.

—No puedo decírtelo. No por ahora. — respira hondo.

— ¿Al menos dime de quién huyes? ¿De Charles? — intento comprenderlo.

—No estoy huyendo. Quiero encontrar a nuestro dulce padre y arreglar tu error.

—Espera, si está vivo significa que no soy responsable de nada. Durante todos estos años me culpé por una muerte que ni siquiera fue real, ¿sabes lo frustrante que es? Creo que ya no tienes nada que cobrarme.

—Oh, sí. Ahora te culpo por no haberlo matado de verdad. Si lo encuentro, lo asesinaré y no fallaré. Es la única forma en la que estaremos en paz. — puedo sentir su sed de venganza.

—¿Tú quieres estar en paz? Porqué me cuesta creerlo. 

—Ya te lo dije, tengo a alguien a quien proteger. Mi vida no importa aquí. — lo fulmino con la mirada.

—¿Y quién es esa persona tan...afortunada?

—Te lo diré cuando sea el momento. — aunque no debería, algo me dice que está siendo honesto por primera vez. Vuelvo a mirar la iPad en donde hemos visto el video. Por más que quiera mantenerme alejado de personas como Charles y mi padre, sé que buscarán la forma de complicarme la vida hasta que esté de su lado. Aún no sabemos cuáles son esas verdaderas intenciones de Williams que asusta tanto a Charles, pero supongo que lo vamos a investigar.

—¿Paul? Retira al equipo. Me quedaré un poco más. — presiono el auricular en mi oreja. Jacob se ríe al darse cuenta.

¿Qué creyó? ¿Qué vendría aquí tan fácil sin un segundo plan?

—¿Está seguro señor? ¿No arrestaremos a su hermano?

—No. Creo que lo necesitaré un rato más. — si mi padre pudo fingir su muerte durante tantos años fue por una buena razón y es justamente lo que intentaremos averiguar.

Me quito los auriculares y los lanzo a la basura.

—Bien... ¿por dónde empezamos? — que comience el juego.