Capítulo 12.
Toco el timbre de la casa de Jack y Freddy me abre. Está muy agitado y nervioso, es algo anormal en él.
—Busco a Jack, ¿sabes dónde está?
—Emmm, no sé, no está...sa...salió al departamento hace unas horas. Será mejor que lo busques allá. — ¿Por qué se traba tanto al hablar? ¿Qué está pasando?
— ¿Y Karol está? Quiero saludarla.
— ¡No! No se lo recomiendo. Es que...Jack me pidió que no dejara pasar a nadie después de lo que pasó y siento que estamos cometiendo un delito al tenerlo aquí encerrado sin dejar que nadie lo cure, ¡todo esto me está volviendo loco! — ¿Qué? ¿De qué está hablando este?
— ¿Qué dices? Ahora sí me vas a dejar pasar. ¡Hazte a un lado! — le doy un leve empujón y entro. Voy a las habitaciones y el llanto de Karol, llama mi atención. Toco la puerta, pero entro de todos modos al ver que no responde. Está sentada en el suelo, con la cara hundida en el borde de la cama. ¿Qué tiene? ¿Por qué está así?
Corro hasta ella, me agacho y pongo mis manos en sus hombros para consolarla.
— ¿Hey, por qué llora? ¿Qué pasa? — me preocupa mucho verla así.
— ¡Ay niña! No tienes idea de las cosas que pasan en esta familia. — se seca las lágrimas con un pañuelo.
—Todas las familias tienen problemas, pero lo importante es aprender a salir de ellas.
—No es tan sencillo cuando los problemas te persiguen a donde sea que vayas. Cuando finalmente me sentía en paz con mi hijo, volvió. Jacob volvió. — sigue llorando, pero suena más calmada.
—Jack me dijo que estaba casi seguro de que andaba por la ciudad, pero quizás es una confusión y ni siquiera sea él. — ojalá que mi teoría sea cierta y no al revés.
—No. Está aquí. Está en la casa, en el cuarto de armas de Jack. — no puedo creer lo que me está diciendo. ¿Jacob está en la casa? ¿Cómo pasó todo esto?
La miro para asegurarme de que esté bien y camino lentamente hasta el cuarto de armas. No sé lo que me voy a encontrar, pero me estoy preparando para cualquier cosa. Abro la puerta lentamente y todo está muy oscuro. Toco las paredes hasta que enciendo la luz. Salto del susto al ver a un hombre con múltiples heridas en la cara sentado en una silla de madera muy espeluznante. Se queda viéndome fijamente sin decir nada.
Debe ser él. Jacob Connor. El hermano de Jack.
— ¿Así que tú eres el monstruo de la familia Connor? — cruzo los brazos. Voy a enfrentarlo.
—Y tú la princesa en apuros, ¿no es así? — no puedo creer que Jack tenga razón. Sus sospechas fueron acertadas. Este es el mismo hombre que me "ayudó" cuando estaban golpeando a mi hermano.
— ¿Por qué estás así? ¿Qué pasó? — prefiero cambiar de tema.
—Tu lindo novio me dio una estupenda bienvenida.
—Y no es para menos, te la merecías. ¿Qué buscas aquí? ¿Por qué quieres seguir atormentándolos? — empieza a reírse.
—Ya veo que eres igual que él. ¿Te da placer verme la cara así? Él no tuvo piedad para mandar a nadie a curarme las heridas. — la verdad sí me inquieta y no porque me importe. Lo haría por cualquier otra persona y ya esto es pasarse de cruel.
—Claro que no, te las puedo curar, pero... a cambio tienes que decirme la verdad. La verdad de porqué y para qué viniste a esta ciudad.
—Muy bien, hazlo. Me duele todo el cuerpo, tu novio golpea muy fuerte. — contesta y me siento victoriosa. Busco el botiquín y aunque Freddy intenta detenerme, lo dejo a un lado y sigo.
Cierro la puerta del cuarto para que nadie pueda entrar.
Abro el botiquín y me acerco sigilosamente a él. Debería dejarlo con esas heridas, pero supongo que tengo un gran corazón y una buena razón. Además, ya le debía una. Mojo una gasa con un poco de yodo y le limpio las heridas. Se queja, pero aguanta. Trato de ser muy dócil, más de lo que debería para no lastimarlo.
— ¿Cuándo conociste a mi hermano? Me da envidia saber que tiene a alguien como tú. —rompe el silencio.
—El que debería responder eres tú, no yo. Así que comienza o no te curaré nada. — le hablo con autoridad.
— ¿Qué quieres saber?
— ¿Cuál es la razón, verdadera, por la que viniste?
—Ver a mi familia.
—La verdadera. — presiono.
—Quiero arreglar cuentas. Quiero que Jack sufra lo que yo sufrí cuando perdí a mi padre. Ellos hicieron todo eso para salvarlo mientras que a nadie le importó cómo estuviera yo.
—Nunca fuiste un angelito. Todos te despreciaban por una razón y conociendo esa razón, tienen todo el derecho. No ganarás nada con esto, parece que no conoces de lo que es capaz. Mira cómo te dejó, casi te mata.
—Eso lo dices porque todavía no lo ves. Tiene la cara igual o peor que yo. — tan solo de pensarlo, entra en mí una preocupación terrible.
— ¿Qué le hiciste? — paro de curarlo.
—Nada de lo que no se pueda curar. Por algo somos hermanos.
—Él no es como tú.
—No. Es mucho peor. Solo mira cómo me tiene.
—Deberías regresar por donde viniste. Ellos estaban muy bien sin ti. — solo me mira cómo si estuviera calculando algo y tengo mucha curiosidad de saber qué pretende hacer.
— ¿Qué haces aquí, Melanie? — salto de susto al escuchar la rabiosa voz de Jack mientras entra. — No deberías estar aquí. — vuelve a decir. Está muy molesto. Tiene la cara con algunas cortadas y me afecta mucho verlo así. Definitivamente estos dos se pegaron muy fuerte.
— ¡Dios! ¡Mira cómo estás! — pongo mis manos en sus mejillas.
—Estoy bien, no te preocupes. — baja el tono de voz.
— ¡La parejita del año! No sé si me da ternura o asco que finalmente tengas una novia formal. Nunca fuiste bueno con las mujeres. Solo tenías tiempo para defender a mamá.
—Y deberías besarle los pies porque gracias a ella, sigues con vida. — se acerca a él — ¿Quién te estaba curando?
—Tu dulce novia. Sus manos son muy suaves. — le responde y me mira con rabia.
—No podía dejarlo así. Tu madre está muy mal allá arriba y tú tienes a tu propio hermano en estas condiciones. Esto no es humano Jack. No seas igual que él. — protesto.
— ¿Tú también lo vas a defender?
—Hay muchas maneras de solucionar los problemas. Solo piensa en Karol, la está pasando mal con todo esto. Entrégalo a la policía si quieres, pero no te rebajes a su nivel. — quiero buscar una mejor solución para todo esto.
—No puede hacer eso porque sabe perfectamente que terminará peor. Podría encargarme de que toda la gente sepa del asesinato de Williams y hacer muchas cosas ilegales fuera de los privilegios permitidos como agente, policía, inspector... ¿qué demonios eres? — dice Jacob.
Jack se enfurece y lo aprieta del cuello.
—No me amenaces o esto terminará peor para los dos. Si para acabar contigo, tengo que caer, estoy dispuesto a hacerlo. Los dos tenemos mucho que perder. — es como si estuvieran disfrutando de esta horrible conversación llena de rencores y amenazas. —Y ya no finjas, sé que puedes liberarte de las cuerdas fácilmente. —le vuelve a decir.
Jacob sonríe y pone sus manos al frente. ¿Desde cuándo estuvo suelto? ¿Por qué no intentó escapar?
— ¿Por qué no te has ido? ¿Por qué sigues aquí? — veo que también tiene las mismas sospechas que yo. Por eso intenté interrogarlo.
— Yo también estoy segura de que vino por algo más. — añado. Lo miramos hasta que se resigna a hablar. Es demasiado irritante.
—Vine a matarte, pero esa no es mi prioridad, porque primero te necesito para algo más. —responde. Jack se ríe sarcásticamente.
— ¿Tú? ¿Necesitarme? ¿Para qué?
—Descubrí algo terrible que debemos parar antes de que sea demasiado tarde.
— ¿Ah, sí? ¿Qué?
—Decírtelo ahora no es una buena opción porque todavía prefieres quedarte con las versiones viejas de las personas. Por eso quiero que lo veas con tus propios ojos y decidas si unirte a mí o no. — Jack no deja de reírse. De la única manera que lo puedo ver riendo con tantas ganas, es cuando se burla de alguien o de una situación.
—Esto es solo otro de tus malditos juegos.
—No lo es Jack, no lo es. Conoces muy bien lo egocéntrico que soy, ¿tú crees que, si fuera algo de lo que pudiera encargarme, vendría hasta aquí para pedirte...ayuda? Esta no es mi manera de jugar, pero doy palabra de que te mataré cuando todo termine. — ¿de qué habla? No cabe duda de que son tan para cual hasta en la forma de hablar. Solo que Jacob es más chistoso, sarcástico e insoportable.
—No voy a creerte. ¿Por qué no puedes decirme de qué se trata?
—Porque si te lo digo, no me creerás y toda esta charla tan dramática será para nada. Déjame mostrarte todo lo que he investigado y de ahí, tú podrás decidir. — por la cara que pone, creo que lo está convenciendo. ¿Estaría diciendo la verdad?
— ¿No pensarás creerle o sí? — inquiero.
—Tengo que averiguarlo, tengo que saber de qué se trata todo esto.
— ¡Jack, por Dios! ¡Te está manipulando! ¿No te das cuenta?
— ¡No te metas en mis decisiones, Melanie! Estoy tratando de lidiar con mil cosas al mismo tiempo y tú no me ayudas. — ahora quiere pagar su enojo conmigo. — No debiste venir aquí, no debiste entrar en esta habitación y no debiste entrar en mi vida si no puedes entenderla. — al decirme esto, es como si me golpearan fuertemente en el pecho. Se me forma un fuerte nudo en la garganta que casi no me deja hablar.
— ¿Esto es enserio, Jack? — la voz se me quiebra.
—Si no puedes soportar esto será mejor que te vayas. — no puedo creer lo que estoy escuchando. Una sola lágrima sale de mis ojos y la seco instantáneamente. No puedo seguir humillándome más.
—Haz lo que quieras. — le doy una mala mirada y salgo de esta casa.
Subo a mi auto y arranco sin siquiera ponerme el cinturón. ¿Cómo puede hacerme esto? Después de todo lo que vivimos e hicimos por el otro, lo acabamos simplemente por un ataque de rabia causada por las mentiras de su hermano. Pero se arrepentirá y cuando eso pase, será demasiado tarde.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro