Capítulo 10
Odio y amo ¿Por qué hago esto? podrías preguntarte.
Lo ignoro, pero así me siento y me torturo.
-Anónimo.
Taehyung despertó con bastante cansancio a pesar de haber dormido, repaso con los párpados aún sin poder acostumbrarse al ambiente de su cuarto, se giró hallándose solo en la cama, su mente danzó en los recuerdos de la noche anterior, perfectamente recordaba que Jeon había dormido con él y su aroma lo delataba, se incorporó levemente buscándolo con la mirada pero nada.
Luego de asegurarse que no estaba allí, se incorporó por completo y fue a ducharse.
Unos minutos después bajó las escaleras dirigiéndose al comedor, su estómago rugía, pero al aproximarse oyó los quejidos de frustración de quien él dedujo era Jimin.
— ¡Tú hijo de...! — gruñó el dueño de esos cabellos oscuros — bien, nos veremos allí a las nueve no llegues tarde imbécil — espetó cortando la llamada.
Taehyung no dijo nada y sólo permaneció de perfil recostado por el marco de las enormes puertas.
—¿Era Hyungwon?— dijo observando a Jimin quien lo miró con molestia, sus venas delataban su enfado, pero al mismo momento de ver la silueta de Tae, comenzó a suavizar.
— Ojalá — lanzó un suspiro, tomando asiento, pasando su mano por su cabello, típico tic de cuando algo lo comenzaba a estresar — era ese tal Suga.
Tae se aproximó más hasta sentarse quedando frente al notoriamente irritado chico, Jimin no era alguien que se enfadaba por cualquier cosa, la verdad era que se le daba bien el controlarse, pero se notaba que ese hombre de cabellos celestes lo tenía en una especie de desvío de su fachada.
— ¿Qué te dijo el señor moja boxers? — cuestionó a la par que Jimin levantó la mirada por su comentario.
— ¿Moja boxers? — recalcó el pelinegro con una leve sonrisa, le encantaba ese tipo de ocurrencia que al contrario le nacía de forma espontánea.
— Pues es muy sexy admítelo — dijo Tae, viendo cómo la mucama le servía sus tostadas, acompañado de un café frío — además de que te mojó más que los boxers la noche pasada.
Jimin frunció el ceño, se levantó y golpeó en el hombro a su menor— ¡Eso no es cierto!
— ¡Auch! — expresó dramático Taehyung sobando su brazo que no le dolía, pero lo hacía por el simple placer de molestarlo — tú cara es todo un poema Park Jimin, señor ningún ser humano es capaz de hacerme perder los estribos — se burló y recibió otro golpe pero ahora en la cabeza, que ahora sí le dolió — ya para — pidió entre muecas de dolor.
— Entonces deja de fastidiarme así Kim Taehyung — contraatacó Jimin cruzándose de brazos y negando con la cabeza.
Al de ojos miel, le picó la curiosidad aquella escena que se explayaba ante sí, el ver así a Jimin a veces le hacía recordar quién era en realidad ese hombre, ese que estaba más que roto y corrompido y lo asustaba a veces con su exquisita manipulación.
— Bueno, bueno — pausó — ahora sí volviendo al tema ¿Qué te dijo?
Jimin suspiró recordando esa voz grave del otro lado del aparato, ese timbre vocal tan jodidamente ardiente e irritante para sí, esas palabras cargadas de ego y sarcasmo que sacarían a cualquiera de sus casillas, volvió a sorber de su café y respondió — Que quiere verme mañana, supuestamente para "hablar" — hizo énfasis en lo último con una molestia palpable — odio a los de su tipo, lo sabes, se creen la última persona del universo y eso me jode.
— Pero bien que te lo comiste a besos en lo de las carreras — Tae sabía que pisaba terreno peligroso pero cuándo decía que una de sus diversiones era el de hacer enfadar a su mayor era más que cierta — pero no importa ¿sobre qué hablarán exactamente?
— No lo sé, sólo me citó en el Günah, yo creo que tratará inútilmente el liarme y acostarse conmigo pero no lo haré, desarrollé un cierto desagrado por su persona.
— Es que al muy estúpido se le ocurrió la maravillosa idea de llamar más tu atención robándote el auto, cómico — la risa de Tae embaucó a Jimin en una irritación mayor.
— No me recuerdes lo de mi automóvil que ojalá y por su vida aún esté intacto — Jimin masajeó sus sienes — cambiando de tema ¿Cómo te fue en lo de tú cita con Minjae?
— ¿Cómo crees? — ahora Tae era el que experimentaba esos malignos pensamientos de molestia al recordar todo — tuve que dejar mi cita a medias porque a mi mejor amigo se le dio por beber hasta perder la consciencia y tuve que cuidarlos, sin contar que Jeon imbécil Jungkook hizo una jodida escenita con Minjae, lo detesto tanto— Tae revisó su celular puesto que el mismo lanzó un sonido advirtiendo que tenía mensajes sin leer — pero no importa, por suerte Minjae me dijo que la paso bien y me invitó a salir de nuevo, pero ya sabes a la semana dejará de importarme.
— A veces digo que las personas admiran la capacidad de desapego que posees por todos — agrega Jimin observándolo de reojo, con cierta ironía en sus palabras.
— Mira quien lo dice — una risa irónica pasea por los labios del menor — pero, es fastidioso tener que lidiar con la tristeza de la ausencia, es jodido Jimin, más si se trata de chicos que enserio se enamoran de mí, me duele el hacerles eso, pero también me aburren, su extremo cariño es cómo no sé... un repelente para mí.
— Y es que a ti te gustan malos — la picardía con lo que lo dijo, cruzaba el leve sonrojo que causó en Tae con la misma sutileza que sus labios fueron repasados por su ágil lengua.
— No comiences Park Jimin — responde Kim cruzado de brazos, con un prominente sonrojo.
— Bien, bien — una risita se coló en esos voluptuosos labios cubiertos de esa crema de café, cosa que hizo reír a Tae.
El peli marrón se estira y toma la crema entre sus dedos y se lo lleva a la boca, mirando al mayor quien solo negaba, baja la mirada, notando como entra una llamada, pero como el nombre que aparecía era el de Jungkook decidió ignorarlo. Tae se preguntó porque él lo llamaba. Lo cortó pero igual seguía llamando.
— ¿Qué no contestarás? — inquiere Jimin, notando lo insistente de la llamada, y más que nada por parecerle demasiado molesto el tono.
— Es Jungkook — soltó con pesadez el de ojos miel — no entiendo porque me llamaría a mí ¿tienes tu celular contigo no? — prosigue, siendo sumamente extraño.
— Si — Jimin palmea sus bolsillos y toma su celular pero nota al instante que no mostraba nada —, pero no lo cargue me quede sin batería seguro quiere hablar conmigo — agrega y vuelve a escuchar aquel tono tan insistente — vamos responde, es solo Kookie, eres demasiado dramático Tae.
Las mejillas del menor se pintaron de un furioso rojo— Si él te hubiese hecho lo mismo que a mí yo creo que tú lo hubieses matado a golpes de la rabia — espetó Tae arrojando levemente su celular, no pensaba contestar.
Jimin tomó el aparato y respondió a pesar de los quejidos de su amigo, más que nada porque realmente lo estaba volviendo loco el tono y de no tratarse de Jungkook posiblemente lo hubiese puesto en silencio y ya.
— Kookie — soltó en un tono dulce, cosa que hizo enfadar más a Taehyung — oh soy Jimin, sí Tae está un poco ocupado por eso no te respondía — vio como Kim se cernía en su asiento cruzándose de brazos molesto — sí, de paso vienes por mí, me parece maravilloso, si nos vemos Jungkook hasta mañana — finaliza el contrario, dejando el teléfono en la mesa.
Taehyung no quería siquiera sonar curioso, pero si necesitaba saber de qué hablaron, mas que nada ya que en su mente solo aparecía la voz de Jeon invitando de nuevo a Jimin a otra salida que acabaría en descontrol y eso no lo debía de permitir — ¿Qué te dijo? — preguntó de pronto, viendo como Jimin levantaba la vista hacia su persona, con una expresión divertida.
— Mañana vendrá para ir juntos al instituto — Jimin al decir eso se paró a observar a Tae, esperando equivocarse en la predicción de la reacción del mismo.
El menor se quejó, obviamente no iría con el joven, además no le veía la razón para hacerlo — Ve tú con él, yo tengo mi propio chofer, ya que ni loco iré con ese imbécil.
— Pues en realidad me dijo que llevó tu automóvil, antes de que te quejes — su mirada se afilo levemente —, tú padre se lo dijo y cómo los demás automóviles están en mantenimiento no nos queda de otra, recuerda que yo no tengo el mío — agrega Park, poniéndose de pie.
— Iré caminando — responde el contrario sin soltar su postura de negativas, estaba comenzando a despacenciar al mayor.
Jimin rodó los ojos, realmente no tenía siquiera ganas de discutir, contando con el leve dolor de cabeza que iba formándose en sus corrientes neuronales, haciendo que su limitada paciencia diese frutos — Ya basta de comportarte como un niño caprichoso Kim Taehyung, mañana iremos con Jungkook y no quiero oír más rabietas que la resaca me mata.
— ¿De verdad piensas que iré? — Tae realmente no iba a ceder, por lo que se cruza de brazos, dejando una mirada molesta.
— Dije — espeta Jimin — que iremos con Jungkook, no quiero oír nada más — acentúa, colando su mirada por la del impar, pero este no deseaba retroceder y se lo hizo saber al mayor.
— Olvídalo, ni pienses que iré, no lo haré, no compartiré el mismo aire que ese idiota — sostiene Tae, pero fuera de lograr una platica mas en contra de su rabieta, solo gana una gélida mirada por parte de Jimin, haciendo que su cuerpo reaccionase al momento sabiendo que la había arruinado. Su corazón se acelera y nota cómo Park va en dirección de los dormitorios y lo sigue, lo toma de la muñeca para hacer que le dijese algo pero solo consigue que el mayor se aparte con brusquedad.
Tae lo mira, como pidiendo que voltease y que no se quedara en ese silencio tan ensordecedor como aprisionante, pero solo ve como el mayor ingresa al cuarto dando un portazo y ahí es donde Tae sabe que realmente sería una noche y día pesado.
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