C A P I T U L O - Ú N I C O

P. GALLIARD

Eran las 11:16 pm, Marcel nos había traído a un bar, yo estaba por tomarme el cuarto shot de color rosa cuando alguien me habló:

— ¿Acaso ya te aburriste, Pokko?- se burló mi hermano mayor.

— ¿Acaso tú quieres morir?-

— ¿Eh? ¿Por qué lo dices?-

— Tu novia está loca, te matara cuando se entere de que viniste y no la invitase- dije

— Olvida eso, ve a bailar con alguien, ¡Incluso el anciano de Zeke está disfrutando esto!- se burló Marcel, señalando sin discreción a nuestro mentor.

El mencionado se había afeitado lo suficiente como reducirse la edad 10 años y no llevaba sus lentes, tampoco traía su típico traje ejecutivo, llevaba una camisa blanca, unos jeans de mezclilla y unos zapatos beige que cambiaban de color por culpa de las luces del local.

Bailaba con una chica de lentes, cabello castaño y un vestido gris con brillos, unas zapatillas de aguja plateadas y una sonrisa esplendorosa.

— Maldito anciano- masculle, tomando el pequeño vaso y llevándolo a mis labios. El sabor era dulce pero no empalagoso.

En el centro de la pista, aparecieron varias chicas: una castaña, dos chicas de cabellos negros y una rubia.

— Mira, Aileen podrá decirme cualquier cosa después pero no me pienso quedar contigo a envejecer, iré con alguna de ellas- dijo Marcel y se fue, dejándome solo en la mesa.

11:27 pm.

Por alguna extraña razón, recordé a mi madre, los cuentos que nos decía por las noches para poder dormir... El que más nos contaba... era el de una hilo de algún color extraño, ¿amarillo? ¿Azul? Recuerdo que empezaba con a...

Marcel ya estaba muy pegado a la castaña, ella sonreía y miraba detrás de mi hermano, logré divisar una mesa llena de chicos, la mayoría miraba a las chicas hasta que uno de ojos verdes se acercó a la rubia, ella sonrió.

Reiner estaba cerca de ahí, mirando fijamente a la rubia. Maldito enfermo.

Una hermosa camarera de cabellos platinados recogió mi vasito y me ofreció otra de la charola que traía, tomé uno amarillo.

— Si necesitas algo más, llámame- dijo mientras colocaba otro shot de color rojo con una pequeña nota.

Rojo era el color del hilo, ¿por qué era un hilo? Algo de unir a las personas con su alma gemela... ¿Por qué mierda pienso en eso ahora?

La música comenzó a bajar de tono y el dj tomó el micrófono.

— ¿Qué tal la están pasando?- gritó y todos gritaron eufóricos.

— Muy bien, señoritas y jóvenes, "Sky colors" les tiene preparada una sorpresa y para eso, recordaremos brevemente unas cosas del pasado...-

El público chillaba por saber la respuesta.

— ¿Todos han escuchado aquella leyenda de antaño? ¿La del hilo rojo?-

11:34 pm.

Me acomodé en mi lugar, ¿acaso este idiota tendrá acceso a mis recuerdos? ¿o por qué lo habrá mencionado?

— ¡Perfecto! Cada cinco años, en nuestro distrito tenemos la oportunidad de presenciar la iluminación de nuestros hilos rojos, ¿a qué me refiero? que desde la hora 00:00 hasta la hora 23:59 pm del día 31 de Marzo, nuestros hilos rojos se hacen visibles-

Todos parecían sorprendidos por la información, ¡Y cómo no estarlo!

— ¿Qué tiene que ver que estemos en este distrito?- preguntó alguien.

— ¡Es bueno que lo preguntes! Al estar en el centro, el distrito Trost, tiene la oportunidad de ser el primero en la iluminación de los hilos con una ventaja de 12 horas... O sea que si alguien quiere conocer a su alma gemela y no está en Trost, será más complicado para él o ella-

— ¿A qué hora empieza?-

— A las 00:00, o sea, en pocos minutos... ¡Seguimos con la música!-

Muchas personas se mostraban incomodas, iban con sus parejas y temían por que no fuesen el alma gemela de su acompañante.

— ¡Estupideces!- dije tomando el líquido amarillo, era más ácido que el rosa.

La música llenó de golpe el ambiente y, quienes no se mostraban interesados en el hilo, seguían bailando, como Zeke y Marcel con las respectivas extrañas. El grupo de chicas se mostraba entusiasta ante la declaración del dj, la rubia y el moreno seguían en lo suyo.

11:49 pm.

Me levanté dispuesto a irme, mañana no habría trabajo pero seguro que Marcel quiere llevarse a la chica al departamento... Y sería muy incómodo al día siguiente, como dos ocasiones antes...

Me despedí de los chicos y mi mentor, estaba viendo a todos, a pesar de ser un bar, muchos no estaban tan ebrios como para caerse al suelo.

Di un último vistazo a las personas del centro de la pista y ya no estaban una azabache, la rubia y su acompañante castaño.

— ¿Desea que llamemos un Uber?- dijo el empleado con tono cansado

—No, muchas gracias-

La última vez que pedí este servicio, casualmente me tocó uno "compartido".

Al salir, en aire fresco de la madrugada golpeó mi cuerpo, había dejado la chaqueta en el auto.

— ¡Dame la maldita cartera!- gritó alguien

— ¡Rápido!-

No se escuchaban lejos, pero decidí mantenerme a la distancia, de pronto, dos disparos, un grito y los sujetos corrieron para abordar un automóvil negro y darse a la fuga.

No es mi asunto. Subí a mi auto y tan pronto como encendí el motor, dos personas en las sombras corrían hacia un coche de color plateado y avanzaban con velocidad. Yo también arranqué, debía llegar ya para descansar.

00:01 am.

Ya me había estacionado afuera de la casa cuando un tenue brillo rosado brilló alrededor de mi dedo meñique. ¡Era cierto! Éste era delgado y muy fino, sin embargo, no estaba seguro de querer saber quién estaba al otro lado.

Brinque del susto al escuchar el tono de llamada de mi celular. Era un número desconocido.

— Galliard-

— ¡Pokko!- gritó mi hermano, al parecer seguía en el bar.

— ¿Marcel?-

— ¡He encontrado a mi alma gemela!-

— ¿Y qué quieres que yo haga?-

— Mínimo felicitarme... Oye pero no llamé para eso, en realidad quería avisarte que acompañaré a Sasha al hospital-

— ¿Sasha? ¿La chica del bar?-

— Sí, la han llamado diciendo que a una de sus amigas le han disparado-

Sin saber por qué, mi pecho sintió una punzada que me dolió y recordé a las personas que estaban robando a los otros dos...

—¿Pokko?-

— ¿Cómo iban las amigas de tu chica?-

— ¿Eh?...- escuche que trataba de hablar con la castaña pero se escuchaba algo alterada, solo escuché: dos chicas y un chico, cabello rubio, negro y castaño.

— Maldita sea...- murmuré

— ¿Dijiste algo, hermano?-

— No me fio de tu estado alcoholizado, los llevaré al hospital, dame 15 minutos- dije mientras volvía a encender el auto y comenzaba a manejar de vuelta al bar.

00:46 am

Marcel abrazaba a una chica castaña que estaba sollozando, sin embargo, su hilo brillaba como si no hubiese un mañana, y por lo menos para esta visión no existía el mañana.

Marcel y Sasha subieron al auto y la chica llamó a alguien. -Mikasa, iré con Marcel al hospital... Descuida, su hermano nos hará el favor de llevarnos... ¿Van a ir todos?-

Yo solo escuchaba, pues no había encendido el alta voz.

—¡¿Pero qué dices?! ¿Irás con Jean?... Bien, los veré por allá- cortó la llamada.

— ¿Qué hospital es?-

— Em... ¡Ah!- gritó

— ¿No has preguntado?- dije, pero sin aviso, de nuevo un tono de llamada me dio un susto, era el teléfono de Sasha.

— Antes de que me digas nada, ¿A qué hospital la llevaron?, me miró por el espejo retrovisor –El hospital Rose-

Volvía a sentir una presión en mi pecho y cada vez me dolía más, pero debía de concentrarme para no tener un accidente y terminar en camas de ese hospital.

02:43 am

Habíamos llegado hace un tiempo, mi hermano acompañaba a la chica que el destino le había deseado, también estaban otras parejas, un castaño y una azabache, Mikasa y Jean al parecer y los que habían traído a la chica: Eren e Historia.

Todas las parejas estaban atadas por ese hilo... El hilo de ellos se veía de un tono rojizo intenso y el mío con esfuerzo y se notaba, ¿Por qué?

Me ofrecí a traer algunos cafés de la tienda de enfrente, cuando pagué y ví que se me haría difícil llevarlos, una pequeña mano tomó la otra cajita café. Era Historia.

— Déjame ayudarte-

— Yo puedo...-

— Vamos, no pasa nada con que lleve estos- insistió con una bonita sonrisa y dejé que tomara la cajita.

Cruzamos la calle y ella comenzó a hablar:

— Gracias por traer a mi amiga hasta acá-

— No hay de qué... Mi hermano resultó ser su alma gemela y no me iba a arriesgar a perderlo por el alcohol que llevaba en su sangre...-

— ¿Puedo hacerte unas preguntas?- dijo mientras subíamos las escaleras a paso lento. Asentí.

— ¿Sabes por qué tu hilo es tan delgado?-

— En realidad no... ¿Tú sabes algo sobre esto?-

— Mi hermana decía que el hilo rojo te une con la persona que el destino te tiene preparada... Sin embargo también decía que no siempre estaba de un rojo intenso... sino que iba perdiendo color porque tu alma gemela está muriendo-

Llegamos con los demás y repartimos los cafés, me senté en un sillón a tomar el líquido caliente.

03:31 am

Volví a sentir una punzada en el pecho, Marcel se acercó.

— ¿Te sientes bien?-

— S-sí-

— Marcel, no creo que tu hermano esté bien... Desde que nos subimos al auto lo he visto algo pálido... respira con dificultad y tiende a sobarse el hombro izquierdo...-

Me sorprendí de sus palabras.

— Necesito que me digas qué te pasa- exigió mi hermano

Estaba por negarme pero un nuevo dolor me atacó, tuve que inclinar mi cuerpo hacia enfrente y evitar no gritar de dolor. La chica rubia se levantó de su asiento y tomó mi mano.

— E-espera...-

Comenzó a caminar sobre aquel pequeño y delgado hilo, se alejó de nuestro grupo siendo perseguida por Eren, minutos después llegaron corriendo.

— ¿Crees en las leyendas?- me pregunto Historia

Si no lo creyera, no estaría preguntándome qué diablos pasa con mi hilo.

— Sí-

Entre ambos se miraron y la azabache habló:

— Creo que lo que ella trata de decir... es que...-

— ¿Familiares de Pieck Liones?- habló un doctor rubio, me recordaba a Zeke, sin embargo, este doctor tenía las cejas muy amplias y los ojos azules.

— ¡Soy su amiga!- chilló Sasha.

— Bien... La señorita ha recibido una bala en el muslo derecho y otro en su hombro izquierdo... Sacamos las balas pero ha perdido demasiada sangre-

— ¿Qué tipo de sangre es?- preguntó Jean

— B negativo... La poca que teníamos ya se la hemos suministrado y no nos alcanza-

— Yo podría donarla...- dije sin pensarlo, segundo después otro dolor.

Me hizo seguirlo mientras trataba de no volver a tener otro ataque de dolor.

04:28 am

No me había parado de temblar el brazo de donde me sacaron la sangre y el dolor era casi insoportable. Historia se había quedado dormida recargada en Eren y este cepillaba cada cierto tiempo su cabello.

— ¿Señorita Blouse?- preguntó una enfermera

— Soy yo- dijo con un bostezo

— Ya pueden pasar a ver a la señorita Liones... Cuarto piso, habitación 192- dijo mientras se iba.

Todos nos pusimos de pie, caminando lentamente. Llegamos a la habitación designada y las chicas fueron las primeras en entrar, minutos después escuchamos gritos en el interior, Eren entró rápidamente junto con mi hermano.

— ¿Qué pasó?- dijo Marcel

— Le dije a Pieck que al parecer su alma gemela está aquí- dijo Historia.

Pronto, sentí las miradas de todos sobre mí y miré fijamente la mano de la azabache de cabello largo...

— Lo siento...- dijo con una sonrisa.

¡Era ella! ¡La chica de hace unos días con la que había chocado!

Le iba a responder pero el pitido de aquella maquina nos asustó, grité hacia el pasillo con las pocas fuerzas que me quedaban:

— ¡ENFERMERA! ¡NECESITAMOS UNA ENFERMERA AHORA!-

Por culpa de la desvelada, la donación de varios litros de sangre y la emoción de conocerla, manchas negras aparecieron en mi campo de visión, caí en el hombro de alguien, ¿Jean? ¿Marcel? No supe, todo se volvió oscuro.

➖♕➖

Estaba cansado, triste y vestido de negro...

¡Maldita sea!

Me dolía leer aquella hoja, quería tirarla al suelo y echar todo esto al traste, sin embargo, unas manos cálidas tomaron las mías, sonreí ante aquel tacto.

— Descuida... El próximo año podrás conseguir ese puesto-

— Pero... Con este sueldo me hubiera gustado comprarte algo... Por nuestro aniversario...-

Miré a la chica que estaba a mi lado: Pieck Liones; de cabello negro y brilloso, ojos grises preciosos y unos labios muy dulces.

— Estar contigo y ver películas es todo lo que quiero por aniversario, Pokko- sonrió al decir mi apodo, odiaba que alguien más lo dijera pero esa palabra salida de aquello labios, no me molestaba tanto.

La abracé contra mi cuerpo, aun recordaba aquella horrible sensación de dolor en el pecho, era por ella... "... Sin embargo también decía que no siempre estaba de un rojo intenso... sino que iba perdiendo color porque tu alma gemela está muriendo" eran las palabras que Historia había dicho, y vaya que sientes que el alma se va de tu cuerpo.

Sin embargo, Pieck era mi persona destinada, la chica que me propuse a amar y cuidar por el mismo tiempo que el destino me lo permitiera.

— ¿Ya recuerdas como va nuestra leyenda?- sonrió

— Claro: un hilo rojo invisible conecta a aquellos que, están destinados a encontrarse, a pesar del tiempo, el lugar, las circunstancias... El hilo lo puedes tensar, jalar y enredar... pero nunca romper- dije

Me separé un poco de ella para besar sus labios suavemente y entrar al restaurante.

No había conseguido el aumento pero mi amor por ella sí que lo hizo.