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47; REENCUENTRO DE VIEJOS AMIGOS

REENCUENTRO DE VIEJOS AMIGOS

Taehyung cerró los ojos llevando la mano a la parte baja de su espalda, tomando su arma, mientras deseaba que quién haya muerto sea Jin, a pesar de que quería matarlo con sus propias manos.

Al entrar vio a Dalmi en una esquina, cubriéndose el rostro con las manos para no ver lo sucedido. Luego se acercó de manera cautelosa al de hombros anchos, que estaba de espaldas aún apuntando y cuando estuvo a unos dos metros de este, vio a Jimin. Estaba en el suelo tomando su pierna que no deja de sangrar, sollozando desesperado, pidiendo que no le disparara, dejándose notar débil ―algo que ninguno se lo esperó―, pero es que en ese momento le aterraba pensar que Jin podía llegar a matarlo. Pues, en su mirada notaba el odio, el rencor, la rabia y el dolor, mientras las lágrimas seguían cayendo por sus mejillas.

—Te lo dije: estás acabando con mi paciencia y te aseguro que no quieres eso, así que aléjate de nosotros —habla entre dientes—. ¡Y aún así te atreviste a acostarte con ella!

—¡Por favor, Jin! —exclama sollozando—. No volveré a acercarme a Hyewoon.

—¡Hyewoon era todo para mí, maldito infeliz! —grita furioso—. ¡Era lo único que me importaba en esta miserable vida!

El castaño guardó su arma nuevamente, de forma cautelosa a Seokjin, y una vez a su lado, sin que se lo esperara, lo tomó del hombro, para luego golpearlo con su puño en el rostro, tan fuerte que provocó que cayera al suelo soltando el arma que quedó a unos metros.
Este no era capaz de reaccionar a lo que estaba sucediendo, mientras Taehyung se colocaba sobre él rápidamente, golpeando su rostro una y otra vez, gritando lleno de rabia, con las lágrimas retenidas.

―¡Hiciste que mataran a mis padres, hijo de puta! ―grita enfurecido―. ¡Y yo debo matarte a ti!

―¡Taehyung, basta! ―grita asustada tomándolo de los hombros, pero este la empujó provocando que caiga a un lado, volviendo a concentrarse en golpear a Jin―. ¡Taehyung, vas a matarlo y no es lo que lo que quieres! ¡Por favor, basta!

En ese momento por la mente del castaño pasaba cada momento compartido con Seokjin, las veces que lo había protegido arriesgando su vida, como también las risas compartidas. El ver el rostro del mayor ensangrentado como también sus nudillos, se levantó rápidamente con su respiración pesada, limpiando sus lágrimas sin importar manchar su rostro.
Dalmi se levantó rápidamente, sollozando, aferrándose a él, y este pasó el brazo por la cintura de ella, para luego volver a tomar su arma que se encontraba en la parte baja de su espalda.

Seokjin seguía en el suelo cubriéndose el rostro con las manos, mientra gritaba lleno de rabia y Jimin no dejaba de observarlos paralizado, aún con las manos en su pierna.

―¡Perdóname, Taehyung! ¡Por favor, perdóname! ―solloza desconsoladamente.

―¡Levántate, hijo de puta! ―le apunta con el arma provocando que Dalmi suelte un chillido.

―Yo no quería que eso pasara...

―¡Levántate si no quieres que te mate ahora mismo!

Seokjin sacó las manos mirándolo entre sorprendido y asustado, pero aún así con difcultad comenzó a levantarse, llevando la mano nuevamente a la nariz que seguía sangrando.

―Acércate, vamos.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca le apuntó la sien, por lo que este lo miró de reojo tragando con dificultad, mientras que Jimin se sorprendía.

―Yo no quería...

—Tú fuiste el culpable de que mis padres murieran —dice entre dientes, notando como se tensaba—. ¿Qué? ¿Creíste qué jamás me enteraría?

—Taehyung, escúchame...

—No trates de explicarte —humedece sus labios, tratando de mantener la calma para no dispararle—. Debería matarte ahora mismo, pero saber que Jimin te ha arrebatado a la única persona que te hace sentir, y que a partir de ahora sólo te sentirás muerto por dentro, como me he sentido por años, ayuda a que no lo haga. Deberías agradecerle. Es más, hazlo.

Jin lo miró sorprendido, mientras las lágrimas caían por sus mejillas mezclándose con la sangre, y al ver que hablaba en serio mordió el interior de su mejilla

—No.

—Hazlo, Seokjin.

—¡No! ¡No lo haré!

En ese momento Taehyung sentía que iba a explotar de la rabia, del dolor, del resentimiento, por lo que buscaba humillarlo porque sentir su dolor y odio no le alcanzaba.

—¡Hazlo si no quieres que te vuele la cabeza ahora mismo! —lo observó por unos segundos como este aprieta la mandíbula y cierra los ojos con fuerza, ahogando un sollozo—. ¡Hazlo! ¡Hazlo! ¡Hazlo!

Sintió estremecerse antes los gritos de Taehyung, que le hacían creer que estaba perdiendo la cabeza. Sentía el arma rozar su sien, por lo que tomó una bocanada de aire temblando de impotencia, preparándose para humillarse.

—Gracias por follarte a mi novia, Jimin.

—D-De nada —titubea ante la mirada de Taehyung.

—Muy bien —sonríe satisfecho—. Ahora vete antes de que te mate.

Jin volteó a verlo con sus ojos inyectados de sangre, dejándole notar lo destrozado que se encontraba, como también cuanto lo odiaba en ese momento por haberlo humillado. Hyewoon y él siempre habían sido tal para cual, confiaba en ella tanto o más de lo que Taehyung confiaba en Dalmi. Por lo que era normal que se encontrara de aquella manera, ya que era la única persona que tenía en su vida.
Antes de ella su vida no tenía sentido, vivía con un vacío que lo hacía sentirse muerto, pero cuando la vio por primera vez en el restaurante, la pelinegra había decidido llamar su atención aunque él se comportara frío. Pocos meses después este cayó a sus pies dándose la oportunidad de sentir.

El castaño sabía que era capaz de cualquier locura luego de lo sucedido, tanto como para matar a Jimin, por lo que este iba a tener que cuidarse demasiado si quería seguir viviendo.
En cuanto se fue, el más bajo sollozó aliviado aún con las manos donde recibió el disparo que lo hacía retorcerse de dolor. Realmente, había temido por su vida y se reprochaba por su error, porque sabía que Hyewoon era lo más preciado para él.

—¿Estás bien? —Taehyung toma el rostro de Dalmi, limpiando las lágrimas con sus pulgares.

—Lo estoy —asiente sorbiendo la nariz.

—Estaba preocupado por ti —besa su frente y la envuelve en sus brazos por un momento, suspirando aliviado.

El castaño al separarse, pasó el brazo de Jimin por sus hombros y lo ayudó a ir hacia el sofá.

—Gracias, en serio gracias...

—Dalmi, trae el botiquín de primeros auxilios —esta asiente y comienza a subir las escaleras rápidamente—. ¿Cómo pudiste hacer semejante estupidez? ¿Estar con Hyewoon? Realmente estás loco...

—Hyewoon robó mi corazón desde que la vi —inclina su cabeza hacia atrás,  tratando de controlar su respiración pesada—. No pude contenerme.

—¡Y casi acabas muerto!

—Valió la pena —sonríe.

—Ahora tendrás que ayudarme a quitarte la bala.

Cuando Dalmi llevó el botiquín de primero auxilios, Taehyung sacó todo lo necesario para usarlo para la pierna de Jimin, que había estudiado medicina por unos años y siempre que algo así sucedía con alguien de confianza, solía encargarse de las heridas.

—No. Es mejor que llames a mi amigo  —murmura temeroso, ya que no confía Taehyung para que quite la bala.

—Jimin...

—Lo siento, pero quiero seguir caminando —sonríe inocente―. No quieres perder al mejor traficante de armas, ¿cierto?

―Como digas.






(...)




Yehyun recibió una llamada por parte de Yoongi, y sin dudarlo fue a su departamento a verlo, pues tenía curiosidad por saber qué pasó con Jimin aquella noche, ya que Hyewoon no le había contado nada.
El cielo estaba nublado y una brisa fresca desordenó su cabello, por lo que se aferró a su chaqueta mientras caminaba hacia la entrada.

Luego de tocar esperó impaciente unos segundos, hasta que Yoongi abrió y no pudo evitar sorprenderse al ver sus ojos enrojecidos, con grandes ojeras, su piel más pálida de lo normal y su cabello desordenado, que dejaba notar lo desvastado que se encontraba aquel día.

—Yoongi, ¿qué sucedió? —trató de abrazarlo, pero este se alejó.

—Pasa —su voz suena ronca.

Algo dudosa entró sin dejar de ver cada movimiento de su mejor amigo, el cual luego de cerrar se sentó en uno de los sofá por lo que ella se sentó en frente, mirándolo preocupada.

—Ayer cuando me llamaste sonabas bien y hoy todo lo contrario , ¿qué sucedió?

—Jin vino a verme anoche —juega con sus manos y muerde su labio inferior por un momento—. Estaba como loco...

—¿Qué? ¿Qué te ha dicho?

—Hyewoon lo engañó con Jimin —su voz se quiebra.

—No. Tiene que ser una broma —niega con la cabeza repetidas veces—. Ella no sería capaz...

—Jimin me lo confirmó —solloza cubriéndose el rostro con las manos.

Yehyun sin dudarlo se sentó a su lado para abrazarlo, sorprendiéndose de cómo se aferraba ella, sabiendo lo que estaba sintiendo. Aquel dolor del primer corazón roto que hace sentir como si fueras a morir, como si no pudieras continuar tu vida sin esa persona.
Yoongi sabía que Jimin no merecía sus lágrimas, cada vez que este lo decepcionaba más seguro estaba que no era el correcto, pero no podía hacer nada para borrar sus sentimientos, por lo que se desgarraba el alma tratando de ser suficiente para que fijara sus ojos sólo en él.

—Le he perdonado tanto, hasta lo imperdonable —solloza—. Lo acepté tal cual es, sabiendo que no es un buen hombre y Hyewoon sabe cuan enamorado estoy, pero aún así me hicieron ésto...

―Es un hijo de puta.

―Jin estaba como loco, me juró que lo mataría y esta vez no me importa lo que le suceda. Para mí está muerto.

La castaña comenzó a acariciar su cabello, mientras lo estrechaba en sus brazos, para que pudiera sentir que tenía todo su apoyo. Sus ojos se habían cristalizado al sentir el dolor con el que cargaba su mejor amigo, prefería cargar ella con aquel dolor antes que seguir viéndolo de aquella manera, pues no se lo deseaba a nadie porque llegaba a ser tan consumidor.

Los minutos pasaron y Yoongi se durmió llorando, por lo que ella lo recostó en el sofá para después cubrirlo con una manta. Comenzó a buscar en su mercadería, pero al ver que no tenía nada para cocinar, soltó un suspiro, pensando qué podría hacer, hasta que su celular sonó haciéndole sobresaltar.

—¿Qué sucede?

—¿Estás molesta? —pregunta Taehyung, con voz profunda.

—Sí.

—¿Ahora que hice? —suspira.

—El imbécil de tu amigo...

—Ya te he dicho que no es mi amigo. Pasaré a buscarte, ¿dónde estás?

—No. Estoy en el departamento de Yoongi...

Taehyung no la dejó terminar, ya que colgó la llamada, y pocos minutos después logró escuchar la bocina de su auto, lo que aumentó sus nervios.
Miró a Yoongi el cual está profundamente dormido y por sus grandes ojeras supo que seguiría así por unas horas, por lo que salió.






(...)





Durante todo el camino se mantuvieron en un silencio incómodo, Yehyun no dejaba de pensar en que quizás su mejor amigo podía despertarse y no verla, lo que le hacía sentir culpable, así que decidió mandarle un mensaje que volvería a ir en dos horas, porque iba a comprar para cocinar.
Al llegar Taehyung la llevó casi a rastras a su habitación, donde cerró la puerta tras su espalda mirándola fijamente logrando intimidarla, por lo que bajó la mirada y al ver su mano vendada volvió a levantarla.

―¿Ahora qué rayos te pasó? ―pregunta frustrada tomando su mano.

―Tuve una pelea con Jin, para defender a Jimin.

―No debiste defender a ese...a ese infiel miserable.

―Jin iba a matarlo, Yehyun.

―¡Hubieras dejado que lo haga!

—Eso no me importa ahora. Quiero volver a ganarme tu amor, porque sé que estuve mal y ahora te molestas por algo que hizo Jimin —reprocha, mientras ella se aleja rodando los ojos.

—Siento ganas de matarlo y a ti de golpearte por dejar que se acerque a Yoongi, como también por impedir que Jin lo golpeara hasta que se arrepintiera —espeta cruzándose de brazos.

—Desde el primer momento te dije que borrara cualquier tipo de ilusión que tuviera con él. Ambos son adultos, así que saben perfectamente lo que hacen —suspira—. ¿Ahora tengo que estar cuidando que Jimin mantenga la cremallera cerrada?

—¡Sí, deberías hacerlo!

—¡¿Te das cuenta que estamos discutiendo por una relación que no es la nuestra?! —grita molesto—. ¿Podemos ocuparnos de arreglar la nuestra? —frota sus sienes tratando de mantener la calma.

—¡Yoongi está muy mal como para pensar en otra cosa! —grita furiosa—. Todo es culpa del imbécil de tu amigo.

—¡Eres imposible, carajo!

—¿Soy imposible? —suelta una risa amarga—. Tú eres un idiota...

—Las personas sólo saben romper a otras y eso no es mi maldita culpa.

— ¿Eso quiere decir que tú también vas a herirme de esa manera? —pregunta indignada.

—Ésto no puede estar pasando —suspira tirando de su cabello—. ¿Acaso olvidas mis palabras respecto a lo que siento por ti?

—Pues, perdóname si ahora ya no te creo.

―Dime que es una broma.

―Cuando quería estar para ti, cuidarte, tú me gritaste diciéndome cosas hirientes y Dalmi entró cuando estabas en la bañera. ¡Estoy segura que a ella no la echaste!

―¿Estás celosa? ―una pequeña sonrisa comienza a asomarse en sus labios.

―¡¿Por qué eres así conmigo?! Está claro que yo no soy la correcta para ti y sólo voy a salir herida.

―No. No digas eso ―toma su rostro entre sus manos, pero ella se aleja bruscamente.

―Sólo déjame en paz, Taehyung. Ésto no va a funcionar.

Yehyun estaba realmente molesta, porque no podía evitar pensar que si Jimin era esa clase de persona, también podís serlo Taehyung, ya que era su amigo.
Estaba cegada por la rabia y su corazón empezaba a doler de sólo imaginarlo junto a Dalmi, aunque tratara de controlarse, porque cada día se enamoraba un poco más lo quisiera o no.

El castaño dio media vuelta soltando un suspiro de frustración, pero no pudo soportar más su impulso y la tomó de manera brusca del brazo, para luego unir sus labios vorazmente. Era la única manera que se le ocurría para la reconciliación.
Ella quiso separarse, pero la tomó con más fuerza de la cintura para que no lo hiciera y a los pocos segundos correspondió a su beso, sintiéndose caer a sus pies por todas las sensaciones que le provocaba.

El lado controlador de Taehyung logró escapar y tomar por completo en sus manos la situación, por lo que empezó a deshacerse de su ropa rápidamente, recostándola sobre la cama.
Quería hacerla suya más que nada, quería escucharla rogar por más y que gimiera su nombre, olvidando por completo la estúpida discusión.

Acariciaba su cintura subiendo hasta sus pechos donde comenzó a jugar con ellos con su boca, provocando que jadeos escaparan de sus labios. Subió sus besos por su cuello hasta volver a atrapar sus labios y sin avisar se introdujo en ella, provocando que soltara un grito de dolor que rápidamente se convirtió en placer.

Los gemidos eran sinfonía, el sonido de sus cuerpos chocando se escuchaban por toda la habitación. La embestía bruscamente enloqueciéndola como tanto le gustaba.
Podían sentir sus almas conectadas, la conexión era increíble, Taehyung al ver sus pupilas dilatadas y como su iris se oscurecía, sonrió.

Ella acarició sus piernas sudorosas con las suyas y al ver como inclinaba su cabeza hacia atrás gruñendo, comenzó a succionar y a morder su cuello sin importarle dejarle marcas, pues sabía cuanto lo enloquece.
Taehyung apretó su trasero aumentando sus movimientos nuevamente, sacudiendo su mundo a su gusto y en ese momento Yehyun sintió sus paredes contraerse. Quiso gritar de placer, pero este no se lo permitió y envolvió su lengua con la suya, mientras soltaba un gruñido al alcanzar el clímax.






(...)





Taehyung admiraba cada centímetro de su rostro, mientras ella tenía los ojos cerrados, ya que se sentía agotada, pero aún así, trataba de no dormirse porque quería volver al departamento de su mejor amigo, ya que la culpa la carcomía.

—Eres preciosa —murmura acariciando su cabello.

—No digas eso —ríe sintiendo sus mejillas arder.

—Quiero estar bien contigo —presiona los labios por un momento―. Aunque no me creas, no le permití entrar. Sólo necesitaba estar solo, Yehyun. Ella no me importa de esa manera, sabes que intenté que lo hiciera por mucho tiempo, pero luego cuando me acerqué a ti, me di cuenta que eres la correcta, porque me hiciste sentir lo que ella no pudo en años ―explica con voz suave, acariciando de manera delicada su rostro, observándolo detalladamente, mientras ella lo mira enternecida―. Sólo quiero estar contigo, me importa una mierda lo demás. Sólo te tengo a ti en mi mente y en mi corazón. Por ti soy capaz de lo que sea. Hasta me haces querer ser mejor hombre cada día, estoy perdidamente enamorado de ti y no importa cuántas malditas veces tenga que repetirlo hasta que lo entiendas. Sólo quiero estar contigo. Me tienes a tus pies, Lee Yehyun.

La fémina observaba la mirada dulce tan sincera que seguía sorprendiéndole y le encantaba. Estaba fascinada.

—Lamento haberte culpado por lo que hace Jimin...

—Está bien —le regala una sonrisa tranquilizadora—. Y yo realmente lamento haberte gritado.

Yehyun tomó su mano y lo acercó a ella, por lo que la abrazó aferrándose como si su vida dependiese de ello.

—Te quiero demasiado y lamento haber actuado de esa manera. No quiero perderte, Taehyung, pero es que el miedo me hace actuar así y te juro que odio que pase —suspira.

—No tienes que preocuparte, nunca me perderás. Te quiero como no tienes idea ―asegura acariciando su espalda desnuda―. ¿Puedo decirte mi amor libremente? —pregunta tiernamente, lo cual la hace chillar de ternura.

—¿Lo dices en serio? —se aleja unos centímetros mirándolo ilusionada.

—Eso creo. Nunca lo he hecho con otra persona en mi vida, pero quiero hacerlo contigo —murmura sonrojado―. ¿Te molesta si lo hago?

—No creí que quisieras hacerlo...

—Pues, claro que quiero, mi amor —sonríe—. De todas maneras no creas que dejaré de decirte moquito.

Al escucharlo decirlo, sintió como un cosquilleo aparecía en su estómago y siguió su impulso de juntar sus labios en un tierno beso. Comenzaba a estar más segura de que era el indicado para ella, que podía sanar las heridas del pasado por lo que estaba decidida a entregarse por completo.
Mientras que Taehyung, cuando la miraba se daba cuenta que era cierto que al final del abismo hay una luz, porque por primera vez luego de tanto tiempo, quería dejar aquella vida que lleva, quería  mejorar, y olvidar sus errores. Estaba peligrosamente enamorado de ella, de su forma de mirarlo, de su sonrisa, de su forma de quererlo, de sentir, por lo que haría hasta lo imposible por mantenerla en su vida junto a él.
Sólo esperaba que nadie se atreviera a querer arrebatársela, porque no iba a dudar en apartar a esa persona de su camino.






(...)







Taehyung se encontraba en su coche, había llegado al bar, pero antes decidió llamar a su novia ya que la extrañaba demasiado. Pues, ahora ella se la pasaba junto a Yoongi, el cual estana destrozado porque la verdad de Jimin y Hyewoon salió a la luz. Eso le molestaba demasiado ya que hacía cinco días que no la veía.
Querís decirle que era lo suficientemente grande para poder pasar por eso solo, pero sabía que Yehyun es muy emocional y eso le iba a molestar demasiado.

—¿Dónde estás?

Estoy en lo de Yoongi, también está una amiga de él y estamos pensando en salir a algún lugar para distraerlo.

—Ten mucho cuidado, ¿sí?

Claro, no tienes de qué preocuparte —ríe.

—Lo hago porque eres muy torpe.

Puede que lo sea un poco...

—Te extraño —admite en un suspiro.

Yo también te extraño, amor.

Taehyung no podía verla, pero estaba demasiado seguro de que había sonreído al decírselo, como él lo hacía al escucharla.

—Mañana te veré y no me importa que excusa pongas.

Está bien. Trataré de hacerme un tiempo —ríe.

—Perfecto. Ya debo irme —mira hacia el bar—. Te quiero, mi amor.

Y yo a ti. Nos vemos.

Taehyung colgó la llamada soltando una suspiro, para luego bajarse de su coche encontrándose con Seokjin, el cual parecía estar a punto de entrar hasta que se encontró con su mirada.
La tensión comenzó a crecer rápidamente, pero aún así el castaño se acercó demostrándose despreocupado, mientras que Jin tragó en seco al tenerlo frente a él.

—¿Cómo está Jimin?

—Está vivo.

—Taehyung...—rasca su nuca con nerviosismo, sin poder mirarlo fijamente por la culpa, pero aún así Taehyung puede notar el hematoma en su ojo, como también pómulo y labio inferior que también tiene una herida—, jamás se cruzó por mi cabeza la idea de que sería capaz de matar a tus padres. Sí, soy un maldito imbécil que debió darse cuenta, porque siempre te amenazaba con eso y es demasiado peligroso, pero no lo pensé ―lo mira por un momento―. Y no sabes cuánto me arrepiento hasta el día de hoy, porque fue lo único que me ha torturado de lo que he sido capaz de hacer, a pesar que yo no fui quien disparó esa arma, ni quien estuvo allí. Espero que algún día puedas perdóname por mi error.

Seokjin siempre fue ambicioso y su deseo por querer ser mejor que los demás lo solía cegar, así que había deseado poder ser V más que nada, por lo que no había dudado en decirle a Soohyun, que fue él quien hizo el trabajo sucio, sin saber que aquello arruinaría la vida de Taehyung.
Cuando sucedió se sintió paralizado, lleno de culpa como nunca antes había pasado, pues el haberle arrebatado su padre a Jungkook, no tuvo un gran efecto en él, mientras que al tratarse de Taehyung quiso desaparecer también de su vida para no tener que verlo destrozado por su culpa.

Había querido dejar aquella vida, pero Soohyun no se lo permitió y desde entonces su ambición desapareció de alguna manera.
Cada vez que veía los ojos tristes que dejaban ver cuan roto se encontraba, sentía como su poca cordura pendía de un hilo, por eso comenzó a protegerlo con su vida. Porque a pesar de haber sido el causante de que sus padres murieran, desde que había visto a aquel adolescente de dieciocho años, lleno de temor y tembloroso, se juró que lo protegería aunque sólo fuese seis años mayor.

Taehyung lo conocía demasiado, así que en los días que estuvo pensando se dio cuenta que estaba arrepentido de lo que hizo, y que cada día que pasaba luchaba con aquella culpa. También sabía que no había querido causarle ese daño, pero aún así le guardaba rencor.
Sentía que la amistad que tenían se había arruinado, pues Jin era una de las pocas personas en la cual confiaba ciegamente, pero sabía que este lo protegía sin importar qué, por lo que intentaba ser razonable en cuanto lo que descubrió.

—Luego habláremos de eso —palmea su hombro—. Ahora entremos.

Quiso sonreír, pero le salió más una mueca, mientras que el mayor asintió para luego seguir sus pasos.
Al entrar se encontraron con varias personas, pero entre ellas lograron a divisar a dos hombres sentados, mientras bebían y conversan animadamente. Jin en ese momento agradeció que el lugar fuese oscuro y sólo hubiera algunas luces de colores, porque no quería que vieran su rostro golpeado.

El de cabello rizado tomó aire y comenzó a acercarse, llamando la atención de ambos. Primero se encontró con la intensa mirada de Jungkook, el cual apretó su mandíbula tratando de contener el odio que le tenía, mientras que Namjoon se levantó con una sonrisa, para luego darle un pequeño abrazo, palmeando su espalda.
Seokjin se acercó y el más alto se alegró demasiado de volver a verlo, pero este no demuestra ninguna emoción.

Luego de saludarse empezaron a beber mientras conversaban, o más bien, Namjoon intentaba que lo hicieran, ya que la tensión no dejaba de crecer cada vez que Jungkook conectaba su mirada con la de Taehyung, que estaba sentado a su lado. Parecía que ambos contenían su rabia, y el único que no sabía lo que sucedía era Seokjin, que tenía su mirada perdida.
Ninguno recordaba que fuese de aquella manera, pues cuando volvían al pasado, a sus cabezas se venía el recuerdo de un Jin bromista, que siempre tenía algo para decir, que al igual que Namjoon, al ser los mayores, les gustaba cuidarlos. Era alguien divertido que le gustaba aconsejar, aunque no fuese tan bueno como el más alto.

Namjoon volteó a verlo con el ceño fruncido, ya sin soportar la curiosidad, porque echaba de menos al antiguo Jin.

—¿Sucede algo, Jin?

—Terminó con su novia —comenta Taehyung, tomando un sorbo de Soju, llevándose una mala mirada de su parte.

—¿Llevaban mucho tiempo?

—Tres años —responde llevando la botella de cerveza a sus labios para darle un gran sorbo.

—Oh, es demasiado tiempo —habla sorprendido, Jungkook—. Recuerdo que cuando hablábamos, siempre decías que no caerías por ninguna mujer, porque nunca te interesó eso del amor —ríen.

—¿No hay posibilidades de que vuelvan? —pregunta curioso.

—Me fue infiel —suelta una pequeña risa amarga—. Y tú piensas casarte, deberías pensarlo mejor, no vaya a ser que te lleves una gran decepción.

—Sé que es una buena mujer...

— Lo mismo pensé de Hyewoon, y terminó siendo una maldita desgraciada ofrecida —chasquea la lengua—. Nunca se termina de conocer a las personas, querido Namjoon.

—Ya, no todas son así —interviene el castaño y lo mira por un momento, dándole a entender que debe dejar su rencor de lado en ese momento—. ¿Cuándo será la boda, Nam?

—En tres semanas —sonríe—. Y obviamente, están más que invitados.

—Será todo un placer asistir —sonríe—. Recuerdo que no dejabas de hablar de ella, y ahora mírate, vas a casarte —extiende sus brazos—. Ya quiero conocer a la mujer que robó por completo tu corazón.

—Me alegra que nos hayamos reencontrado y que sean parte de mi felicidad —admite con una sonrisa.

Siguieron conversando animadamente, recordando los momentos que habian compartido, pero en eso Jungkook y Taehyung no dejaban de dedicarse miradas, demostrando cuanto les molesta la presencia del otro. Aunque al policía más le molestaba el notar que la conexión que tenía su mejor amigo con el castaño, no desapareció, lo cual siempre le causó celos y a pesar que pasaron años, seguía siendo igual.

—¿Recuerdan cuando fuimos al parque de diversiones? —pregunta riendo,  Namjoon.

—¿Cómo olvidarlo? —Taehyung mira burlón a Jungkook—. Él no dejaba de gritar como niña —ríen a excepción del pelinegro—. Quería ir contigo o con Jin, pero me sentaron a su lado.

—Los más pequeños debían ir juntos —dice burlonamente, Jin―. Además, debíamos buscar la forma de que se llevaran bien, porque eran insoportables. Actuaban como una maldita pareja a punto de divorciarse.

—¡Me golpeaste por gritar! —Jungkook señala acusatoriamente a Taehyung.

—Debería haberte golpeado más, por cada grito aunque me hubiera cansado de golpearte —rueda los ojos y Jungkook golpea su brazo.

—Taehyung nunca ha respetado a sus mayores —comenta Seokjin, negando con la cabeza.

—¿Recuerdan la vez que Taehyung se subió a la mesa del restaurante y comenzó a bailar? —pregunta emocionado el pelinegro.

—¡Había perdido una apuesta contigo!
—todos comienzan a reír al recordarlo—. Y no dejabas de tirarme patatas fritas mientras bailaba.

—Perdóname por no haber tenido flores. Deberías agradecerme de que buscaba la manera de animarte, a pesar de que tu baile era terrible.

—¡Desperdiciaste la comida en su estúpido baile! —Jin lo señala acusatoriamente, fingiendo estar molesto—. Nos debes esas patatas fritas que eran las mejores.

—Estoy de acuerdo —comenta Namjoon―. Aunque no sé si nos permitan volver a entrar allí, ¿no recuerdan la manera en la que nos echaron? Hicimos un desastre.

En aquel reencuentro de viejos amigos, sentían que la química que tuvieron años atrás no se perdió, pues habían vuelto a recuperar las risas y las bromas. Estaban cómodos hasta Jungkook y Taehyung, lo cual era sorprendente para todos, hasta para ellos mismos.
Ya no se miraban con ganas de golpearse, al contrario, cuando recordaban momentos se reían por las ocurrencias del otro, dándose cuenta que esos momentos fueron especiales,  y fueron realmente felices las veces que habían estado juntos.

Pues, Taehyung a sus dieciocho al estar arruinando su vida llenándose de traumas, lo olvidaba cuando había estado con ellos. Jungkook a sus veintidós olvidaba el sufrimiento de sus padres al no contar con el suficiente dinero para poder sobrevivir, y como su padre de todas maneras, intentó ayudarlo con sus gastos porque él le insistía, lo cual se arrepentía de gran manera. Seokjin a sus veinticuatro olvidaba lo vacío que se sentía y su gran ambición, también la soledad que lo envolvía. Y Namjoon también a sus veinticuatro olvidaba lo mucho que necesitaba del apoyo de su padre, como también cuanto lo extrañaba y le dolia.







(...)






—Iré al baño —informa levantándose, Taehyung.

—Cuando vuelvas encarga más bebidas
—dice Jungkook, palmeando su hombro.

—Claro.

—Iré por las bebidas —se levanta a los pocos segundos, Jin.

—Pero, Taehyung...

—Siempre se tarda —se encoge de hombros.

Cuando quedaron solos, Jungkook bebió de un gran sorbo lo que quedaba de su cerveza, mientras que Namjoon lo miraba con una sonrisa.

—Me alegra ver que ya no quieren matarse.

—Estamos bebiendo y están ustedes —dice obvio—. Dime que has notado que algo no está bien con él.

—Está solo en el mundo, Jungkook —le recuerda—. La manera en la que perdió a sus padres lo ha marcado, pero sigue siendo Taehyung. No hay nada extraño con él. Solamente ha aprendido a sobrevivir solo, sin el apoyo de nadie, así como lo hemos hecho todos.

—No creo...

Quiso seguir hablando del porqué no estaba de acuerdo con lo que decía, pero al voltear hacia el frente, pudo divisar la silueta de la mujer que tanto amaba.
Esta se dirigía a la barra junto a su mejor amigo Yoongi y Saha, llamando por completo su atención.
Cuando sus miradas se conectaron sintió como todo a su alrededor desaparecía. Se perdía en su profunda mirada y los latidos de su corazón se aceleraban, como si de un adolescente se tratara.

—¡JK! —Namjoon trata de llamar su atención.

—Yehyun...—murmura embobado.

—¡Jungkook! —grita una voz femenina llamando su atención, y aquella mujer pasó por el lado de quien tiene toda su atención, llevándola a rastras—. ¿Qué hacen aquí?

—Saha, no esperaba encontrarte aquí —dice sorprendido el más alto.

—Te presento, él es Min Yoongi —toma el brazo de quien los mira confundido—. Yoongi, él es Kim Namjoon.

El rubio algo tímido hizo una reverencia y volteó a ver burlonamente a su mejor amiga, que se encontró con la mirada de Jungkook.

—Namjoon, ella es Lee Yehyun —interviene acercándose, Jungkook—. Es de quien tanto te he hablado —sonríe.

—Oh, ¿tú eres Lee Yehyun? —pregunta sorprendido—. ¡Claro que lo es! Es la misma de las fotos y vídeos...

El policía algo sonrojado asintió, mientras que la castaña parecía paralizada, queriendo huir de esa situación tan incómoda.

—Lo es.

—Es un placer al fin conocerte —admite con una sonrisa.

—L-Lo mismo digo —titubea nerviosa—. Jungkook también me habló mucho de ti.

La tensión volvió a aparecer, mientras que Yehyun trataba de no volver a ver a Jungkook, porque no quería que provocara todas las sensaciones que le hacía saber que seguía teniendo sentimientos tan intensos por él.

Al voltear y encontrarse con Seokjin, el cual miraba toda la situación, se preocupó, pues la tensión entre Yoongi y él apareció también. No habían vuelto a verse desde que le había gritado toda la verdad, rompiendo su corazón con sus crueles palabras, haciéndole sentir insuficiente.
Podía notar que no era el mismo, porque no se acercó a molestarla con sus apodos, simplemente, permanecía quieto en su lugar, con la mirada vacía, sin mostrar ningún tipo de emoción. Parecía como si estuviese muerto por dentro, lo cual le dolía demasiado.

El grupo de amigos que amó más que nada, estaba roto. Cada uno estaba por su lado, mientras que ella trataba de estar para Yoongi. Jin decidió alejarse de todos y eso rompía su corazón, porque este al haber decidido sacar de su vida a Hyewoon, olvidó por completo el cariño que había sentido por los demás.

Seguía sintiendo la penetrante mirada de Jungkook, y cuando estaba decidida a enfrentarla, una voz llamó por completo su atención.

—¡¿Yehyun?! —su novio se acerca rápidamente, llamando la atención de los demás—. Mi amor, no sabía que vendrías —la envuelve en sus brazos.

—Ni yo sabía que tú estabas aquí —sonríe al aspirar el aroma de su colonia, mientras se aferra a él.

—Te he extrañado tanto.

Al levantar la mirada, se encontró con la del pelinegro que miraba dolorosamente la escena, aunque tratara de no demostrarlo. Namjoon y Saha lo miraban preocupados, pues podían notar rápidamente el dolor de su amigo.

—Namjoon, ella es Yehyun, mi hermosa novia —entrelaza sus dedos con los de ella, mientras lo mira con una sonrisa.

—Claro, ya nos presentaron —habla algo incómodo, pero trata de sonreír.

—¿Puedo llevarla a la boda conmigo?
—pregunta algo tímido.

Este volteó a ver a su mejor amigo, el cual desvió la mirada mientras apretaba la mandíbula, pues el sólo hecho de imaginarla en sus brazos aquel día que se suponía que iba a ser feliz, provocaba que su corazón diese un vuelco.

—¿Boda? —pregunta confundida.

—Me casaré dentro de unas semanas.

—Por cierto, yo llevaré a Yoongi —interviene Saha, tomando el brazo de él que la mira con una sonrisa.

—¿Qué dices? —vuelve a preguntar, Taehyung.

—Puedes llevarla —sonríe incómodo—. No hay problema. Es más, creo que se llevará muy bien con mi futura esposa.

Taehyung sonrió alegre, para luego depositar un beso en la mejilla de su novia, la cual no pudo evitar sonrojarse al sentir la mirada de todos. Aún así, le sonrió a su novio al darse cuenta que en ese momento no le importaba Jungkook, ya que el castaño tenía toda su atención, pues no se lo esperó, pero lo había extrañado demasiado en esos días que no se vieron.


¡Hola!

¿Será que Yehyun está superando a Jungkook? ¿Taehyung está ganándose su corazón por completo?

El siguiente capítulo es uno de mis favoritos, a pesar que al contrario de los demás no contiene nada de drama, lo cual es una sorpresa, ¿no?
Estoy segura que les gustará, pues es bueno tanto para el team Taehyung, como para el de Jungkook

Espero que les haya gustado el capitulo, prometo que los siguientes no serán tan extensos como este

No se olviden de votar y comentar, amores

¡Nos leemos pronto!

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