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45; VERDAD ESCALOFRIANTE

VERDAD ESCALOFRIANTE

Esta vez estaba seguro de que iba a atrapar a V, iba a estar frente a frente con el asesino de su padre, y no sabía cómo ibs a reaccionar al ver su rostro.
Una capa de sudor comenzaba a cubrir su piel y estaba cada vez más cerca, hasta sentía que ya podía abalanzarse sobre el castaño, pero cuando estaba por hacerlo, alguien se abalanzó sobre él, provocando que cayera hacia un costado, golpeando parte de su rostro, mientras soltaba un quejido y V seguía su camino sin problemas.

El hombre que protegía a Taehyung, Bruce, que estaba encima, le propinó un golpe en el rostro. Era uno seguido de otro, pero este no era capaz de reaccionar, ni de sentir dolor, ya que toda su atención estaba en que perdió su oportunidad de atrapar al asesino de su padre. Sentía como su nariz empezaba a sangrar y un ardor en su pómulo, como también en su frente cuando cayó.
El calvo al darse cuenta que este parecía no poder reaccionar, llevó ambas manos a su cuello, ahorcándolo. Jungkook en ese momento pudo reaccionar a lo que estaba suciendo por lo que llevó las manos a sus muñecas tratando de sacarlo, pero tenía demasiada fuerza.

Su desesperación crecía al no poder respirar, su rostro estaba enrojecido y las venas de su frente se marcaban, mientras Bruce sonreía satisfactoriamente. Quería golpearlo, pero lo hacía débilmente porque estaba perdiendo cada vez más la poca fuerza que tenía en ese momento.
Estaba rindiéndose, sus ojos se cerraban y en su mente comenzaban a aparecer recuerdos donde su padre le aconsejaba sobre su vida y le decía orgulloso que estaba de él. Las risas compartidas y sus momentos juntos, los abrazos reconfortantes, como también el último donde su corazón se rompió, por lo que las lágrimas no tardaron en caer. Hasta que un recuerdo de la castaña sonriéndole, diciéndole por primera vez que lo quería, apareció.

No quería que fuese su fin. No estaba preparado para morir, por lo que volvió a abrir los ojos llevando las manos a las muñecas de este, hasta que sintió como su rostro fue manchado de su sangre.
Le habían disparado en la cabeza al hombre que estaba encima, y su cuerpo sin vida cayó a un costado.
Se sentó llevando las manos a su cuello, mientras tomaba una bocanada de aire con dificultad, para luego con la mano temblorosa, tomar su arma que había caído a un costado.

A pesar de lo que acababa de ocurrir, comenzó a correr con algo de torpeza, escuchando los gritos de Saha, preguntándole si está bien.
Su concentración seguía en V, así que corría, pero esta vez no sentía la misma fuerza de antes. Pues, estaba seguro de que iba a caer al suelo en cualquier momento, ya que respiraba con dificultad al sentirse tan débil. Salió de entre los árboles llegando a un descampado, pero a unos metros de distancia logró ver como ayudaban a V a subir a un helicóptero, lo que lo paralizó por un momento.

—¡No! —grita desesperado.

Volvió a correr nuevamente, estirando su brazo como si fuese capaz de alcanzarlo, pero aquel helicóptero subía y como si no fuese suficiente, V sacó su mano moviéndola en forma de saludo y de burla.
Jungkook cayó al suelo, mientras tres policías se ponían a su costado, mirándolo preocupados por lo sucedido, ya que habían sido testigos de como casi murió asfixiado, y estaban sorprendidos por como siguió como si nada.

El pelinegro gritó lleno de rabia, golpeando el suelo con sus manos hechas puños. Su rostro estaba enrojecido, mientras una vena se marcaba en su frente, su respiración era pesada y su garganta ardía, por lo sucedido y por el nudo que se había formado en esta. Las lágrimas comenzaron a caer, mientras apoyaba la cabeza en sus brazos, sintiéndose un fracaso por no poder cumplir con su promesa.

—¡Oficial Jeon! —grita Yangmi, al llegar y apoya la mano en su hombro.

—¡No me toque! ¡Nadie me toque! —grita levantando la cabeza al ver que Saha también tenía la intención de hacerlo. Siguió respirando con algo de dificultad y volvió a hablar con más tranquilidad—. ¿Y Jhope?

—Lo he dejado con policías.

—Vamos, ya no hay nada que hacer aquí.

Limpió sus lágrimas, esparciendo también las gotas de sangre que había en su rostro por los golpes, y por la sangre de Bruce, para luego caminar hacia los coches nuevamente como si nada hubiese sucedido, pero se sentía realmente vacío sin saber qué hacer.
Estaba seguro de que iba a enloquecer en cualquier momento, y lo único que necesitaba era un abrazo de su padre, pero eso era imposible.


















(...)




















Taehyung al despertar quiso llevar su mano a su nuca, ya que sentí una punzada, pero al darse cuenta que tenía estas atadas atrás de la silla en la que estaba sentado, comenzó a desesperarse. Los recuerdos invadieron su mente, como Jhope le gritó que saliera aunque él le insistía en que lo hicieran juntos, pero cuando le dijo que tiene un plan decidió obedecerlo porque temía no salir a tiempo. Corrió con temor de ser atrapado, hasta que lo salvó Bruce y de repente un helicóptero bajó frente a él, encontrándose con Soohyun, el cual le extendió la mano, observándolo con una sonrisa maliciosa en su rostro que logró estremecerlo.
Dudó por un momento, pero quiso salvarse sin importar el costo y la tomó subiéndose. Al voltear vio la silueta de un policía, que supo rápidamente de quién se trataba por lo que decidió burlarse de este, pero luego sintió un fuerte golpe en su nuca que lo dejó inconsciente.

Miró hacia sus costados encontrándose con tres hombres, los cuales tenían un semblante intimidante y parecían alrededor de unos cuarenta años. Al escuchar una risa ronca, que a veces era parte de sus pesadillas, sintió como los latidos de su corazón se aceleraban y al verlo con un traje negro, como los que siempre solía vestir, parecía que su corazón subía por su garganta.
Intentaba hablar, pero el pañuelo en su boca se lo impedía, por lo que Soohyun, se acercó para bajárselo.

—P-Por favor, déjame ir, por favor —titubea temeroso.

—Oh, ¿quién lo diría? —pregunta burlonamente—. ¿El temeroso V rogándome lleno de miedo?

Sus hombres rieron por obligación, mientras miraban burlonamente al castaño, que en ese momento no le importaba ser humillado porque siempre que se trató de aquel hombre el miedo que le causaba era mayor, ya que a la hora de vengarse o matar le aterrorizaba.

—¿Sabes? Cuando nos vimos por última vez no llegué a decirte algo —alza una ceja, mientras lo mira caminando de un lado hacia el otro—. Apunta y mátame, porque si no lo logras seré tu peor pesadilla.

—Soohyun, por favor...

—¡Eres mi creación e intentaste matarme! —grita lleno de rencor.

—¡Mataste a mis padres! —solloza—. ¡Les disparaste mientras dormían y yo no estaba allí! ¡Como si no fuese, suficiente intentaron culparme con pruebas falsas!

—Jin me obligó a hacerlo...

—¿Q-Qué? —pregunta atónito—. ¿De qué hablas?

—Oh, ¿no te lo dijo? —pregunta burlonamente—. Vino a mi despacho, estaba furioso y me dijo que tú no fuiste capaz de cumplir con ninguno de los trabajos que te ordené. Gritaba que tú no merecías ser V, por lo que le pregunté si él lo merecía, me contestó que sí, porque quien mató a esas personas fue él —explica—. Quería ser V más que nada, por eso te traicionó.

—N-No. No es cierto —titubea negando con la cabeza.

—¿Qué ganaría yo mintiéndote? —lo mira curioso—. Acéptalo, Jin siempre deseó ser más de lo que podía. Lo que no entiendo es...¿por qué cuando "morí" él no tomó tu lugar? ¿Acaso te gustó ser V?

—Dijo que sólo era bueno acatando órdenes, que si tú me elegiste a mí fue por algo.

—Y tú le creíste como si nada —ríe—. Seokjin siempre fue mejor que tú, siempre tuvo la sangre fría a la hora de matar por su maldita ambición. Estaba destinado a ser V, pero...cuando te vi, algo de ti me atrapó. Eras un maldito niño asustado, pero mírate ahora —lo mira de pies a cabeza—. Estás siendo el mayor narcotraficante de la historia, él más buscado y temido. No me equivoqué contigo —sonríe satisfecho—. Antes te faltaba el dinero y ahora no tienes que preocuparte por lo que vas a comer.

—Seokjin no...—murmura perdido en sus pensamientos.

—Pero aquí estoy nuevamente —se acerca a él apoyando la mano en su hombro, sintiendo como se tensaba—. Y si no quieres perderlo todo de nuevo, seguirás mis órdenes. Luego planearé que va a pasar contigo.

Taehyung tragó en seco asintiendo, pero en su mente no dejaba de imaginarse como Seokjin había gritado furioso que él no se merecía ser V. ¿Realmente había sido quién provocó que sus padres murieran?
La rabia se volvía parte de su ser, sentía como su cuerpo temblaba a causa de la impotencia y quería acabarlo.
Quería verlo morir en sus manos, pero a la vez quería arrebatarle todo como lo hizo él, quería verlo destruido.


















(...)
















Luego de hablar con Soohyun acerca de lo debía hacer, este le permitió cambiarse de ropa por una más cómoda, la cual era un chándal negro y una camiseta blanca, aunque hiciese frío y estuviese lloviendo no le permitió abrigarse.
Sintió su piel erizarse cuando lo hizo subir al coche junto a sus hombres quienes lo llevarían a su casa, pero en cuanto iban por la carretera, lo hicieron bajarse desconcertándolo.

—¿Qué hacen?

—Tenemos que cumplir con el trabajo—responde uno el cual era calvo.

—¿Qué trabajo?

Uno de ellos le propinó un golpe en el rostro tan fuerte que provocó que cayera al suelo. Luego se acercaron los tres y comenzaron a patearlo, mientras este se ponía en posición fetal, cubriéndose la cabeza con los brazos y el abdomen con las piernas, de los fuertes golpes que lograban por momentos dejarlo sin respirar.
El dolor era tanto que sentís sus lágrimas salir, mientras deseaba más que nada que acabaran de una vez, pero parecía una eternidad.

Los minutos pasaron cuando dejó de sentir golpes, pero las punzadas eran tan fuerte que se sentían igual. Tembloroso y sin fuerza levantó la cabeza, observando como volvían a subir al coche, por lo quiso levantarse para ir con ellos.

—P-Por favor...—titubea estirando su brazo, pero volvió a caer.

Tomó aire con dificultad y gimiendo de dolor comenzó a levantarse lentamente, sintiéndose temblar. Caminaba a paso lento con una de las manos en sus costillas, sintiendo la sangre caer por su labio inferior y por otras partes de su cuerpo. La brisa fresca erizaba su piel y se sentía demasiado exhausto.
La verdad escalofriante que descubrió lo hacía tener algo de fuerza para caminar unos cuantos pasos, pues el rencor que tenía era demasiado, por lo que caminó con dificultad hasta que logró subirse soltando un gran gemido de dolor.


















(...)
















Ya era de noche y Yehyun se encontraba desesperada en la casa del castaño, lo había llamado incontable veces,  pero su celular parecía estar apagado. Desde la noche anterior que no lo veía, lo cual la tenía ansiosa, porque no sabía nada de él y tampoco cómo más tratar de comunicarse.

—¿Estás segura que no te ha dicho nada? —pregunta desesperada.

—No —responde Dalmi—. Tampoco lo veo desde anoche, ya te he dicho que no estamos en un buen momento.

Dalmi llevaba días sin tener una conversación con el castaño, no sabía de sus negocios, más de los que solía hablar con Suni. Temía que algo le hubiese sucedido, pues no era de desaparecer por demasiadas horas y por más que estuviesen molestos el uno con el otro, solía preocuparse por ella, por si necesitaba algo.

—¡¿Dónde rayos puede estar?! —se levanta del sofá—. Tengo que llamar a la policía.

—¡No! —interviene Jin—. Sólo...espera un poco más.

—¡Pero tú tampoco tienes idea de dónde puede estar!

—Sólo espera.

—Quizás fue a atender un negocio en Busan y se ha quedado sin batería —se encoge de hombros.

—Seokjin, yo también estoy preocupada —comenta la pelirroja—. Él siempre lleva su celular con batería para informarme cómo está. Además, ¿por qué iría él? Siempre le ordena a Jimin que vaya.

—Pues, Jimin esta vez está ocupado con Yoongi —explica—. Además, nos está yendo muy bien con el negocio...

—¡Ya no soporto más! —toma su celular y comienza a marcar.

—Yehyun, no...

— Tú cállate, Jin —lo señala observándolo amenazante―. Llamaré a Jungkook, es quien puede ayudarnos.

Este soltó un suspiro preocupado, pues que la policía buscara a Taehyung no era una buena idea, ya que debían tener el menor contacto posible con ellos y pasar por desapercibidos. Ya tenían suficiente con saber que Jhope fue atrapado, por lo que temían que fuese capaz de abrir la boca y decir algo sobre ellos, a pesar de que siempre se mostró confiable.
Estaban comenzando a asustarse de como la nueva Jefa de policía estaba siendo tan eficiente en su trabajo, por lo que no querían cometer un error que los llevara a lo mismo.
En ese momento sentía ganas de tirar el celular de Yehyun, pero aunque no quisiera admitirlo también estaba preocupado por la desaparición de Taehyung, ya que nunca había pasado, por lo que se lamentaba tener que haber ido a Daegu a poner todo en orden porque ya no contaban con Félix.

Luego de la llamada, pasaron varios minutos cuando unos toques en la puerta llamaron la atención de los tres.
La castaña se levantó rápidamente para abrir y al encontrarse con el pelinegro, sintió estremecerse.

—Buenas noches, Yehyun.

Esta al ver una herida en su frente, nariz y pómulo, no pudo evitar preocuparse.

—¿Estás bien?

—Eso no importa.

—Pero tú...

—¿Puedo pasar?

Quería demostrar indiferencia, no quería que su corazón lo traicionara, pues Yehyun ya tomó una decisión aunque rompió su corazón, y luego de su equivocación que había provocado que la perdiera, sentía la obligación de respetarla. Pero aún así, quería protegerla y asegurarse de que Taehyung no fuese capaz de dañarla.

Ella se hizo a un lado y entró, pero en cuanto el policía se encontró con Seokjin, se sorprendió por completo.

—¿Kim Seokjin? —escapa de sus labios.

— Jeon Jungkook, tanto tiempo sin verte.

—Espera. Es el Jin del que me hablabas.

—El mundo es pequeño —comenta con una sonrisa fingida.

— Había querido presentártelo varias veces, pero siempre estaba ocupado en su trabajo —la castaña hace una mueca.

Seokjin quería desaparecer de aquel lugar donde la tensión aumentaba, ya que ninguno sabía qué hacer ante aquella situación, pues estaban demasiado incómodos.
Luego del velorio del padre del pelinegro, no volvió a verlo y ahora que lo hacía, el momento del disparo se repitía una y otra vez en su cabeza.

—¿Por qué me has llamado, Yehyun?

—Kim Taehyung ha desaparecido -—enfrenta la mirada del pelinegro dejando notar la desesperación en sus orbes.

—¿Qué? ¿Cómo?

―Desapareció y no sé qué hacer.

—¿Cuánto lleva desaparecido?

—Más de veinticuatro horas.

—Lo siento, pero por el momento no puedo hacer nada.

—¿Por qué? —pregunta desesperada—. Jungkook, ¡¿por qué?!

—Para que pueda actuar necesitan pasar setenta y dos horas.

—¡Eso es demasiado tiempo! —sus ojos se cristalizan—. ¡En ese tiempo puede estar muerto!

—Lo siento, yo...

Al decir aquellas palabras ella sintió como su corazón daba un vuelco, pero el sonido de la puerta los hizo sobresaltar. El ver como un cuerpo con algo de sangre y sucio por la tierra caía al suelo, el policía llevó la mano a su arma que se encontraba en el cinturón, pero la castaña al ver que se trataba de Taehyung, corrió preocupada hacia él junto a la pelirroja.

—¡¿Qué te hicieron?! —grita desesperada, Dalmi.

—Oh, Dios —Yehyun lo toma del rostro, mientras trata de que la mire, pero está exhausto y no tiene la fuerza suficiente para mantener sus ojos abiertos—. ¡¿Qué te hicieron, amor?!

Taehyung gimió de dolor tratando de concentrarse en lo que sucedía a su alrededor, asombrándose al encontrarse con la mirada oscura de Jungkook. Pero al voltear y encontrarse con la de Seokjin, que lo miraba preocupado, con dificultad y ayuda de ambas mujeres se levantó, sintiendo la furia y el resentimiento correr por sus venas, lo que le hizo sacar fuerzas.

—Te mataré...


¡Hola!

¿Creen que Soohyun le haya dicho la verdad a Taehyung? ¿Qué creen que pase?

Espero que les haya gustado, no se olviden de votar y comentar

¡Nos leemos pronto!

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