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44; JHOPE

JHOPE

Taehyung la miró por un momento con el ceño fruncido, pero cuando volteó a ver el maletín abierto sintió como la sangre abandonaba su cuerpo. El miedo comenzaba a carcomerlo al pensar que podría saber quién era en realidad.
Estaba paralizado y sólo quería buscar la manera de huir.

—¿De dónde has sacado tanto dinero, Taehyung? —inquiere alzando una ceja.

—¡¿Por qué tocas mis cosas?! —la toma de los brazos y ella no pudo evitar soltar un chillido por el susto—. ¡¿Quién te dio permiso para que lo hicieras?!

Yehyun se sintió estremecer por un momento, pero al ver a Jimin sonreír satisfactoriamente, mientras se alejaba de ellos dejándolos solos, sintió como la rabia hacía su sangre hervir, por lo que empujó bruscamente a su novio.

—¡No vuelvas a tocarme!

El castaño tomó una bocanada de aire, tratando de mantener la calma, pero al ver como la fémina volvía a acercarse al maletín, se acercó rápidamente para cerrarlo dejando notar su enfado, lo que la sorprendió.

—¡No toques mis cosas! ¡Odio que lo hagan! —golpea el escritorio.

—¡Dime de dónde sacas tanto dinero!

—Eso a ti...—acerca sus rostros— no tiene porqué interesarte.

—¡Eres mi novio!

—¿Y eso qué?

—Estoy comenzando a pensar que eso no es más que dinero sucio.

—¿Y si así fuera qué? —alza una ceja conectando sus miradas.

Yehyun al ver que parecía analizarla, como si estuviera poniéndola a prueba, sintió un cosquilleo en su estómago que no le permitió hablar. Taehyung se le hacía realmente intimidante y se odiaba por no poder actuar con normalidad.

—No estaría contigo.

El de cabello rizado al escuchar su respuesta, no pudo evitar soltar una carcajada cínica, mientras le daba la espalda alejándose de ella.

—Eres estúpida, Yehyun.

—¿Qué? —pregunta atónita.

—Ese maldito dinero no es mío —señala el maletín y voltea a verla aún con una sonrisa en su rostro.

—Pero, ¿por qué lo tienes tú?

—Porque un amigo me pidió que se lo guarde —se sienta en su silla, girando un poco para poder ver a Yehyun. Pasó sus dedos por su labio inferior, como si estuviese pensando por un momento—. Él confía en mí y no iba a negarme, ¿por qué iba a tener problemas en guardárselo?

—¿De quién es?

—Eso no importa. No lo conoces.

Ambos se quedaron en completo silencio sin moverse en lo absoluto, sólo estaban perdidos en sus pensamientos, mientras la tensión crecía.
Taehyung no podía creerse que Yehyun se haya atrevido a invadir su privacidad, pero pensar en que no había visto los documentos que tenía dentro del maletín, lo aliviaba demasiado. Pues, las palabras acerca de que no estaría con él si llegaba a saber lo que hacía, se repetía en su cabeza una y otra vez, logrando despertar su miedo.
Mientras que Yehyun se sentía demasiado culpable por haber indagado en sus cosas, cuando no tenia ningún derecho, por lo que temía perder su confianza.

Volteó a ver al castaño que miraba a la nada, pasando los dedos por el labio inferior, aún perdido en sus pensamientos. A pesar de que estaba de espaldas, se acercó a él, pasando las manos por sus hombros hasta llegar a su pecho.

—Lo siento, Taehyung. Sé que no debí invadir tu privacidad ―apoya la barbilla en su hombro―. Tampoco debí pensar así de ti, es que con lo de mi padre...

Este suspiró, tensándose al sentirla, pero aún así llevó una de las manos a la suya acariciándola con su pulgar.

—Está bien. Entiendo —murmura detestándose por ser tan débil cuando se trata de ella.

—¿Dónde estabas? Me dijiste que estabas aquí en tu despacho.

—Fui...fui a ver a Jin porque tuvo un pequeño problema.

Otra mentira más. Pero no podía decirle que tuvo que salir junto a quien era el dueño de ese dinero, porque sólo lograría que despertara más la curiosidad en ella acerca de esa persona, llevándolo a mentir más.

—Está bien.

—Lamento haberte mentido.

—No te preocupes. No debí venir así de sorpresa, pero no vuelvas a mentirme.

—No lo haré.

—En serio lamento lo de hace un rato —deja un beso en su mejilla.

—Ya, olvidemos todo ésto. De todas maneras, me gusta saber que has querido darme una sorpresa.

Taehyung volteó a verla para acariciar su mejilla, y al ver en sus ojos avellanas el arrepentimiento, juntó sus labios en un pequeño beso.
No podía evitar comenzar a temer que ella descubriera quién era, porque sabía que si no podía aceptar a su padre, entonces, a él mucho menos y no era capaz de perderla. No quería estar sin ella, sentía que no sabría cómo hacerlo porque le hacía soñar, tener ilusiones, sentir esa felicidad y paz que creyó que nunca podría luego de envenenarse el alma.





















(...)



















Taehyung besaba tan delicadamente a su novia, que parecía tener miedo de que se rompiese como un cristal. Aún así, sus caricias lograban quemar la piel de ella, que estaba sorprendida por la forma en la que actuaba el castaño. Pues, cuando tenían relaciones siempre era brusco sin llegar a lastimarla, pero demostrando cuanto la deseaba y eso lo disfrutaban demasiado.

—Taehyung, ¿qué sucede? —pregunta confundida, mientras este baja sus besos húmedos por su cuello.

—Déjame hacerte el amor —la mira por un momento con una mezcla de ternura y lujuria, que provocó un cosquilleo en su vientre—. Nunca lo he hecho, pero quiero hacerlo contigo.

Se sorprendió ante sus palabras, pero asintió soltando un suspiro cuando sus besos bajaron por su ombligo. Repartía besos por cada centímetro de su piel desnuda, logrando que se erizara y jadeos escaparan de su boca.
Al despertar y verlo ser tan tierno con ella le hizo creer que quizás le sucedía algo, pero le gustaba la forma en la que se comportaba por lo que no iba a reprochárselo. Mucho menos al saber que por primera vez quería hacer el amor, ya que ella sorpresivamente, también quería.

Cuando subió capturó sus labios en un dulce beso, ella pasó sus manos por su espalda, hasta llegar a su nuca profundizándolo, saboreando sus labios por momentos. Al sentir como rozó su entrada soltó un gemido, y él al sentirla húmeda supo que era el momento para introducirse en ella de manera lenta, deleitándose de la sensación, mientras un gemido escapaba de los labios de ambos.

—Taehyung...

—¿Te gusta? —la observa con algo de inseguridad corriendo un mechón de cabello, siguiendo con su velocidad torturosamente lenta.

Asintió sonrojada lo que lo hizo sonreír y se salió provocando que lo mirara desconcertada, pero la tomó de la mano colocándola a horcajada en él. 
Sus labios se fusionaron en besos suaves, llenos de ternura, mientras la castaña pasaba sus brazos por sus hombros y el castaño por su cintura.
Una vez que volvió a introducirse en ella, un gemido ahogado escapó de sus labios de la fémina y de él un gruñido.

Sentirlo profundamente y como sus movimientos seguían siendo torturosamente lentos, lograban enloquecerla. Sus miradas se conectaban por momentos y sentían que con eso se decían todo lo que no podían decir en palabras.
A pesar de sus embestidas lentas eran exquisitas, a lo que ella los hacía circulares provocando roces que los hacían gemir más. En ese momento estaban seguros que sus labios fueron hechos el uno para el otro, estaban disfrutando de las sensaciones que les causaba el otro que eran realmente inesperadas.

Una capa de sudor cubría sus cuerpos, Taehyung pasaba las manos por todo su cuerpo, hasta llegar a sus pechos amasándolos a su gusto y la fémina clavó las uñas en su espalda, sintiendo cosquillas en su sexo hasta que sus paredes se contrajeron. Cuando iba a soltar un grito de placer, este capturó sus labios de manera desesperada llenándola de él, ahogando un gemido.

—Oh, mi amor —gimió inclinando su cabeza hacia atrás, provocando que las venas de su cuello se marcaran. Tomó una gran bocanada de aire y volvió a mirarla, para luego juntar sus labios en un pequeño beso—. Te quiero, Yehyun—confiesa agitado, mirándola con un brillo especial en sus ojos y algo de temor.

Se sorprendió por sus palabras, pero acarició su mejilla admirando lo atractivo que se veía ante sus ojos y sonrió.

—Te quiero, Taehyung.

No pudo evitar soltar una risilla, sintiendo su corazón brincar de felicidad al escuchar aquellas palabras de su novia, y volvió a juntar sus labios en un dulce beso. Taehyung no lo sabía, pero en ese momento estaba haciéndole sentir que al estar en sus brazos, jamás volvería a sufrir, lo que hacía que se enamorara aún más de él como nunca esperó que pasara.



















(...)

















Yehyun caminaba decidida por la estación de policía, luego de una mañana maravillosa estaba segura de sus sentimientos y no quería seguir complicándose la vida. Pues, con Taehyung se sentía encantada y le gustaba la relación que llevaban, aunque era extraña e intensa, pero no necesitaba más que eso.
Le había demostrado que era una persona completamente distinta a la que había conocido en el pasado, seguía teniendo el mismo humor y le gustaba molestarla, pero lo arreglaba con dulces besos y miradas tiernas. La hacía sentir protegida, que a su lado no iba a pasarle nada, ni debía temerle a nada, le hacóa sentir que él sí era el mejor hombre que había conocido. Cuando estaba a su lado era como si no necesitara a nadie más, porque luego de unas equivocaciones él era el indicado y por eso quería quedarse a su lado.

Caminó hacia la oficina de Jungkook, el cual estaba viendo el expediente de Jhope en su notebook. Soltó un suspiro y mordió su labio inferior.
Estaba agradecido de al menos saber cómo era su rostro, pues en muy pocos casos eso sucedía, pero aún así este solía ser bueno escapando de la policía porque a pesar de tener información de él, llevaba años como prófugo.

Luego de ver un vídeo donde entraba a una bodega, pasó la mano por su hombro hasta llegar a su espalda y soltó un gemido de dolor al sentir una punzada donde había recibido el golpe.

Yehyun al entrar y verlo no pudo evitar preocuparse, por lo que habló rápidamente.

—¿Estás bien?

Este levantó la mirada sorprendiéndose, y cuando sus ojos se conectaron los latidos de ambos se aceleraron, lo cual hizo que la castaña tragara con dificulgad, pues tuvo la esperanza de que ya no provocara nada en ella.

Sí. Es sólo que recibí un golpe —carraspea la garganta sintiéndose nervioso por su presencia.

—¿Cómo? ¿Quién te golpeó? —se acerca preocupada.

— Tranquila —ríe tiernamente al notar que aún se preocupa por él—. Fue un hombre que intentó escapar, pero soy JK—bromea levantándose, para tratar de lograr que se relajara—. No me duele nada.

—Te escuché quejarte —lo señala acusatoriamente—. ¿Y por qué te hizo eso?

—Es un hijo de puta que golpeaba a su mujer y vendía droga, pero logré atraparlo.

—Maldito desgraciado —murmura entre dientes.

—¿Tú cómo estás? —la mira curioso, deseando poder acortar por completo la distancia.

—Estoy bien —admite con una sonrisa.

Al escuchar esas palabras y ver sus ojos avellanas que brillaban nuevamente, haciéndole saber que era verdad, no pudo evitar sonreír. Pues, lo que más quería era que volviera a ser la Yehyun de antes, y parecía que estaba volviendo a serlo.

—Lo sé, lo noto en ti. Hoy pareces radiante —admite tratando de no perderse en su mirada y seguir sus impulsos—. Me gusta verte así.

—No quería interrumpirte.

—No lo haces. También quería verte —murmura tímido—. Ahora dime, porqué estás aquí, pequeña.

Llevó la mano a la suya y lo miró sorprendida, sintiendo como su tacto electrificaba su piel, por lo que hizo un paso hacia atrás tomando una bocanada aire. Necesitaba volver a tener la valentía de decir las palabras que sabóa que podían romper su corazón, pero sentía que era necesario que lo supiera.

—Estoy enamorada de Taehyung —enfrenta su mirada.

El pelinegro al escuchar aquellas palabras, sintió como un escalofrío recorría su espina dorsal, mientras su corazón se rompía en millones de trozos, sin siquiera poder explicar que tan jodido lo tenía en ese momento.

—¿Por qué me dices eso? —murmura mirándola dolido.

—Sólo quiero que mantengas la distancia de mí —explica con suavidad—. Ya no tienes de qué preocuparte, él me protegerá...

—Y-Yehyun...—titubea sintiendo como un nudo se forma en su garganta y como sus lágrimas se acumulan.

Se acercó lentamente a él, encontrándose con sus ojos oscuros que reflejaban lo roto que estaba, y sintiéndose temblar dejó un beso en su mejilla, para luego mirarlo con una media sonrisa.

—Adiós, Jungkook.

Salió por la puerta como si nada hubiese pasado aquella noche en esa oficina, mientras Jungkook soltó un grito de rabia tirando todos los papeles y carpetas que se encontraban en su escritorio.

―¡No voy a darme por vencido! ―alza la voz para que lo escuche―. ¡Volveremos a estar juntos, lo juro, Yehyun!

Deslizó su espalda por la pared hasta quedar sentado, sintiendo como el dolor lo absorbía y las lágrimas caían por sus mejillas.
No quería estar sin ella, no era capaz de asimilarlo, aquellas palabras habían sido la muerte para él, porque creyó que el castaño jamás podría ser capaz de llegar a enamorarla como él lo había logrado. Finalmente se había equivocado por completo y tendría que aprender a vivir con eso por sus errores.

















(...)













Yehyun tomó aire aún sintiéndose temblar y sus ojos arder por las lágrimas retenidas, pues creyó que la despedida no iba a ser tan dolorosa estando segura de sus sentimientos hacia Taehyung.
Necesitaba calmarse para no preocupar a su novio, por lo que tomó una bocanada aire por unos minutos. Una vez que estuvo segura de que se encontraba mejor, comenzó a caminar hacia la casa de este, pero se sorprendió al ver salir a Yoongi, completamente histérico.

—¡No se atrevan a acercarse a mí!

Las siluetas de Jimin y Taehyung, aparecieron sorprendiéndola aún más.

—Hey, ¿qué sucede? —interviene preocupada.

—¿Yehyun...? —Yoongi voltea a verla con la respiración pesada—. Tenemos que largarnos de aquí, ellos no son quienes tú crees. Yehyun.

—¡Yoongi, basta! —grita acercándose, Jimin.

—¡Aléjate de mí o llamaré a la policía! —advierte sacando su celular.

—No. Tienen que calmarse ahora —habla el castaño levantando ambas manos.

—¿Qué está sucediendo?

Yehyun empezaba a desesperarse al no tener idea alguna de lo que sucedía, potque jamás había visto a su mejor amigo temblar de miedo y desesperado, lo cual la preocupaba demasiado.

—Tienes que alejarte de ellos —la toma de los hombros—. ¡No son quienes tú crees!

—¿A qué te refieres, Yoongi?

—¡Está confundido! —interviene temeroso, Taehyung—. Yoongi, cálmate.

—¡No te acerques! —grita asustado, ya que la mirada amenazante del castaño lo hace estremecer.

Taehyung sintiendo sus latidos acelerados y como la rabia corría por sus venas, le hacía desear golpearlo, hasta que se callara antes de que Yehyun supiera toda la verdad que trataba de ocultar.
Se acercó a Jimin tomándolo del brazo bruscamente, por lo que este tragó saliva temeroso.

—Llévatelo de aquí si no quieres que lo mate —advierte en un murmuro.

—Yoongi, por favor, cálmate —Yehyun intenta tomarlo del brazo, pero este se aleja asustado al creer que es uno de ellos.

—Ven, háblaremos con calma.

Jimin lo tomó del brazo, pero este lo empujó, por lo que tomó una bocanada de aire y le propinó un golpe en el rostro que lo hizo caer al suelo, mientras Yehyun soltaba un grito de sorpresa.

—¡¿Qué carajos haces?! —grita asustada, aún así quiere acercarse, pero Taehyung la toma de la cintura—. ¡¿Qué haces?! ¡Suéltame!

—Tiene que reaccionar.

La fémina vio como Jimin se colocó en cuclillas, mientras Yoongi sollozaba lleno de temor llevando la mano a su pómulo, en el cual no iba a tardar en aparecer un hematoma. El más bajo apartó su mano, tomando su rostro entre las suyas, haciendo que lo mirara fijamente. Comenzó a murmurarle desesperando a la castaña, ya que no podía oírlos, pero luego lo vio tomar su mano para ayudarlo a levantarse.

—Me lo llevaré —informa Jimin, mientras el rubio limpia sus lágrimas con su mano libre sin atreverse a mirarlos—. Le diré que te escriba cuando se tranquilice.

— ¡Yoongi! —grita desesperada al verlos caminar hacia el coche.

—Déjalos —la toma del brazo.

—¡¿Acaso no lo viste?! —grita desesperada—. ¡Está lleno de miedo!

—Tienes que calmarte tú también —intenta tomar su rostro entre sus manos, pero ella se aleja.

—Es mi mejor amigo, necesito saber qué sucedió —voltea a ver como se marchan.

—Ven, háblaremos adentro.

La llevp casi a rastras, ya que no dejaba de mirar hacia la calle, sintiendo ganas de correr detrás del coche de Jimin, porque su preocupación era demasiada. No saber qué le había sucedido para que actuara de aquella manera la desesperaba.

—Dime qué sucede —suelta su mano volteando a verlo.

—No lo sé con exactitud —habla no muy convencido.

—¡Habló también de ti! —lo señala acusatoriamente—. ¡Dijo que no son quiénes yo creo!

—Ya sabes que tengo un historial manchado —suspira—. Sabes acerca de mi familia, lo que sucedió y cómo me acusaron de haberlo hecho. Creo que Yoongi piensa como ellos —desvía la mirada.

—¿P-Por qué pensaría eso?

—¿Por qué la mayoría de personas lo piensan? —inquiere alzando una ceja—. Todos saben que odiaba a mi padre y él me odiaba a mí. Quizás eso tiene sentido para que yo lo planeara...

—Taehyung...—se acerca tomando su rostro entre sus manos, sintiéndose mal—, sé que tú no serías capaz de eso. Sí, tu relación con tu padre era muy mala y con tu madre, a veces también, pero aún así los amabas...

—Ya no quiero hablar de eso —desvía la mirada.

—Lo siento, hablaré con él...

—No es necesario.

—¿Y Jimin? —pregunta curiosa.

— Él no tuvo una vida fácil, Yehyun
—pasa la mano por su frente, pensando rápidamente qué podría decir—. No puedo hablar de él, no es correcto. Pero no ha hecho cosas exactamente buenas y Yoongi lo descubrió.

—Taehyung, ¿es cierto lo que estás diciendo? —lo mira desconfiada—. ¿Es realmente lo que pasó?

El castaño volteó a verla con su semblante serio y tragó en seco, para luego asentir.

—¿Por qué te mentiría?

—Lo que sucedió...no lo sé. Yoongi está con él y yo no sé qué es lo que descubrió.

―Entiendo, pero no tienes de qué preocuparte. Jimin es incapaz de hacerle daño de esa manera.

—Es todo muy extraño. No sé qué creer.

—Yehyun...—toma su rostro entre sus manos—, jamás te mentiría y menos luego de lo que sucedió hoy entre nosotros.

—Tú no me decepciones —lo mira rogante—. Ya lo han hecho suficiente.

Este sintió como sus latidos se aceleraban al pensar en el hombre que era realmente, pero aún así juntó sus labios en un pequeño beso, para luego envolverla en sus brazos deseando no soltarla jamás.
Yehyun correspondió a su abrazo aún sintiéndose insegura por sus palabras.
Quería creerle, pero algo dentro de ella no se lo permitía por lo que se aferraba a la dulce mañana que tuvieron, tratando así de convencerse que era realmente un buen hombre y él sí protegería su corazón.

El castaño quiso quedarse así más tiempo, pero su celular comenzó a sonar, por lo que al sacarlo y ver que se trataba de Liam ―uno de los hombres que protegía a su novia―, decidió alejarse para que ella no pueda escucharlo.

—¿Qué sucede?

He estado llamándote.

Estaba ocupado. Habla.

Su novia estuvo en la estación de policía.

¿Qué? —suelta una risa amarga y voltea a ver a la castaña, la cual juega con sus dedos, mientras mira a su alrededor—. Debes estar equivocado.

No lo estoy. Luego de eso la seguí y fue a su casa, señor.

Volvió a ver a la castaña que lo miraba con curiosidad y tomó una bocanada de aire, tratando de calmar los latidos de su corazón, sintiendo una punzada.

— Mira, ya te he dicho que no quiero que me digas dónde va o lo que carajos haga —muerde el interior de su mejilla por un momento—. El único trabajo que tienes tú y el imbécil de tu compañero, es cuidarla.

Pero creí...

Pero nada. Hagan eso o me buscaré a otros que si me sean eficientes.

Colgó tratando de dejar de temblar de impotencia y se acercó a su novia con sus facciones endurecidas.

—¿Qué sucede?

—Nada —desvía la mirada por un momento, pero al volver a mirarla ella se sorprendió al notar en sus orbes que hay algo que le molesta—. Por cierto, ¿dónde estabas?

—¿Por qué lo preguntas? —suelta una risilla nerviosa.

—Te extrañaba y te has tardado en venir.

—Lo siento...

—¿Me dirás dónde estabas?

—Taehyung, quizás no te guste la respuesta.

—Dime —la observa fijamente, tratando de saber si va a ser realmente sincera, por lo que sentía su corazón golpear con fuerza, con miedo a romperse en cualquier momento.

—Fui a ver a Jungkook.

—¿Por qué? —aprieta la mandíbula tratando de contener su rabia.

—Porque estoy enamorada de ti y ya no quiero que me busque.

—¿Estás siendo sincera? —toma su rostro entre sus manos con un brillo de ilusión en su mirada.

—Puedo ser muchas cosas, pero no una mentirosa, Taehyung.

Para su sorpresa se aferró a ella con temor de que sea capaz de irse a su lado para estar con el policía.
Quería creer en sus palabras más que nada, porque estaba siéndole sincera con respecto a que fue a ver a Jungkook, lo cual le hacía tener la ilusión que realmente le pidió que ya no se acercara.
Comenzaba a odiarse a sí mismo porque él no podía ser sincero, no podía decirle quién era en realidad, no podía decirle que Yoongi había seguido a Jimin y cuando este lo vio, no dudó en decírselo, sin pensar que el rubio fuera capaz de negarse a guardar al secreto.
Ahora temía que Yoongi siguiera negándose y él tuviera que cerrar su boca de la peor forma. Pues, sabís que su muerte sería algo que Yehyun no podría soportar, no cuando lo de su padre era tan reciente, por lo que no quería arruinar su vida de esa forma como había hecho con Baek, con tal de salvarse, a pesar de no saber que él saldría afectado.

—No me dejes, Yehyun —murmura temeroso—. Sólo tú puedes salvarme.

—Taehyung...—intenta separarse porque sus palabras la preocupan.

—Sólo abrázame.

















(...)

















Jungkook dió un salto hacia otro contenedor, junto a un grupo de policías que seguían sus pasos. Pues, su Jefa en aquel operativo confiaba en él y en Saha para que los guiaran, por lo que estaban divididos en tres grupos.
Este con señas les indicó lo que deben hacer, dió otro salto y cuando va a dirigirse lentamente hacia la bodega, comenzó a escucharse disparos que lograron sobresaltarlos.
Levantó la mirada y al ver que había personas en el techo de la bodega, los policías comenzaron a disparar hacia allí al igual que él.

Sabían que si salía mal deben atrapar a uno con vida, para intentar sacarle información, ya que todo se descontroló. Los disparos provenían de todas partes, era lo único que podía escucharse, junto a gritos desesperados.
Jungkook dobló acercándose a la bodega y un hombre salió apuntándole, pero este fue más rápido disparándole en el pecho, por lo que su cuerpo cayó en seco.

—¡Rápido, entremos! —grita llamando la atención de algunos policías.

Está preocupado por cómo iban Saha y su Jefa Yangmi, sólo quería que todo saliera bien y no tener tantas bajas en cuanto a policías.
Para su sorpresa cuando iba a entrar, Yangmi salió con un hombre esposado y al ver su rostro logró divisar a Jhope.

—Lo hiciste —habla sorprendido.

—Realmente, ¿creen eso? —suelta una pequeña risa ronca, mientras se dirigen al coche—. ¡Yo dejé que me atraparan y lograré salir cuando lo quiera! ¡Soy Jhope!

—Ya, cállate —Yangmi lo hizo inclinar hacia adelante, para que subiera al coche, pero este se lo puso difícil.

—¿Y V?

—Hay más policías dentro. Dudo mucho que escape.

—Son unos idiotas —interviene riendo, Hoseok.

—Oficial Jeon, ayúdeme...

—¿Tú eres Jeon Jungkook? —Jhope voltea a verlo con una gran sonrisa maliciosa en su rostro, que provoca que se estremezca.

—¿Me conoces? —pregunta confundido y voltea a ver a Yangmi que lo mira de la misma manera.

—Oh, amigo, no desearía ser tú. Estás muerto.

—¿De qué hablas? —frunce el ceño.

—¡Corre, maldito desgraciado! —grita emocionado.

Jungkook lo miró desconcertado, creyendo que quizás había consumido algo, pero al ver a su Jefa, la cual mira hacia el costado con sus ojos abiertos a la par, frunció el ceño.

—¡V! —grita desesperada señalando hacia su costado.

Jungkook miró rápidamente hacia su costado, encontrándose a varios metros, donde estaban los árboles, una silueta de un hombre corriendo. Llevaba una chaqueta blanca y un pantalón café, por lo que sin dudarlo comenzó a correr hacia él.

El saber que se trataba del hombre que tanto deseaba tener en frente, lo hacía correr como si su vida dependiese de ello. Corrían entre los árboles, esquivándolos, aunque resultaba difícil, pero ninguno parecía ser capaz de rendirse.
Su corazón parecía querer salirse de su pecho, pero aún así no se sentía cansado, es más, sabía que era rápido, pero aquella mañana sentía que lo era mucho más, porque estaba muy cerca de aquel hombre que llevaba un pañuelo negro que cubría la mitad de su rostro.
Estaban tan cerca que sólo bastaba con abalanzarse sobre él para alcanzarlo, esta vez estando seguro de que iba a atrapar a V. Iba a estar frente a frente con el asesino de su padre y no sabía cómo iba reaccionar al ver su rostro.

¡Hola!

Qué les pareció el capítulo? Qué creen que pase?

Para quienes son team Jungkook

Espero que les haya gustado el capítulo, no se olviden de votar y comentar

¡Nos leemos pronto!

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