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HERIDAS


Los minutos pasaban y las risas de Taehyung y Yehyun se escuchaban por todo la casa de ella, lo cual sorprendió de gran manera a sus mejores amigos.
Habían pasado dos días desde lo sucedido con su padre. Dos días en los cuales estuvo deprimida sin dejar de llorar en su cama, mientras sus mejores amigos trataron de consolarla.
El de cabello rizado había decidido verla luego de las discusiones que tuvieron, porque ya no soportaba estar otro día más sin ella, por lo que pasó directamente a su habitación, sorprendiéndolos por su manera de actuar.

Al principio sólo se había llevado malas contestaciones de parte de su novia, pero luego de unos minutos logró que se olvidara de lo sucedido y recordaran viejos tiempos cuando ella lo detestaba, provocando así sus carcajadas.
Yehyun estaba recostada, la manta la cubría, mientras que Taehyung, estaba sentado a su lado apoyando su espalda en el respaldo, mirando tiernamente a su novia y tratando de hacerla reír para que olvidara la tristeza aunque sea por unos minutos.

—Oh, como la vez que tuvimos que ir a un parque de diversiones, ¿recuerdas?

—Claro que lo recuerdo —sonríe—. Fingimos que saldríamos juntos, pero al llegar nos separamos. Yo me fui con el estúpido de mi exnovio, ¿y tú? —pregunta curiosa.

—Con Namjoon —se pierde en sus recuerdos por un momento, tratando de reprimir una sonrisa—. Recuerdo que nos subimos a la montaña rusa y él vomitó todo el batido que había tomado unos minutos antes —ríen.

—¿Sabes? Me gustaría conocerlo, hablas tan bien de él.

—Lo echo de menos, porque sin dudas fue la mejor persona que conocí en mi vida —admite haciendo una mueca—. Espero alguna vez volver a verlo.

—Estoy segura que va a pasar.

—Ya, no hablemos de eso. Luego de eso volvimos a encontrarnos y comimos ramen.

—Y tú no dejaste de molestarme —lo señala acusatoriamente.

—No dejabas de decirme idiota, estúpido, pocas neuronas y que sentías pena por la persona que estuviese conmigo —reprocha indignado.

—Siempre te escapabas de tu casa, creía que tenías novia —admite jugando con la mano de él.

—No la tenía. Sólo me gustaba pasar tiempo con mis amigos —aclara con una sonrisa—. Sentías pena por quien fuera mi novia, y aquí estás, siéndolo.

Yehyun no pudo evitar soltar una carcajada y luego mirar sus ojos cafés, estos la miraban con ternura al notar su gran sonrisa. Este dacercó lentamente acariciando su mejilla y juntó sus labios en un pequeño beso, para luego abrazarla dejando que apoye la cabeza en su pecho, pero ella al ver sus nudillos lastimados de la otra mano, se sentó tomándola preocupada.

—¡¿Qué te sucedió?!

—Oh...—saca rápidamente su mano y rasca su nuca con nerviosismo—, yo...quizás me metí en una pelea.

—¿Quizás? —pregunta desconcertada y toma su rostro mirando cada centímetro de este—. No veo que estés lastimado.

—Es que soy muy bueno peleando —ríe nervioso—. Sabes que en la adolescencia siempre me metía en alguna que otra pelea.

—No te creo...

—Ya, no quiero volver a discutir contigo —murmura envolviendo su cuerpo con sus brazos, para luego acariciar su cabello.

—Yo tampoco, Taehyung —suspira.

—¿Estás segura de que quieres estar conmigo?

Su pregunta dejó notar su inseguridad, por lo que la castaña lo miró desconcertada y al notar algo de temor en su mirada, no pudo evitar sonreír por la ternura que le causaba, algo que nunca antes había provocado en ella, como también al ver su sonrisa sintió algo. ¿Acaso estaba comenzando a caer profundo?

—Lo estoy.

—Yehyun...—suspira desviando la mirada, mientras rasca su nuca nervioso.

—Dime —lo toma de la barbilla, mirándolo atenta.

—Entiendo que aún estés lastimada y no me dejes entrar por completo —dice con suavidad—. Pero juro que lo mío no es un amor efímero, al contrario es real, es puro. Quizás no sea el mejor porque soy un idiota, impulsivo, enojón, a veces amargado, pero es verdadero y creo que es lo que importa.

—Eres muy tierno, Taehyung —acaricia su mejilla, notando un leve sonrojo en él que la hizo sonreír—. Trataré de dejar mi miedo de lado.

―Y tienes que empezar a comer ―la observa con el semblante serio―. Ya me dijo Hyewoon que no lo haces.

―Tengo el estómago revuelto.

―¿Acaso hay un pequeño Taehyung allí? ―bromea apoyando la mano en su vientre, pero ella la quita rápidamente riendo.

―Nunca olvido las pastillas, así que no te hagas ilusiones.

―Quizás en un futuro...

― ¿Te gustaría ser padre? ―lo observa sorprendida y cuando él va a contestar decide interrumpirlo―. Olvídalo. No quiero hablar de eso.

―Está bien. Entonces, descansa mientras estoy aquí.

―Eso sí quiero ―vuelve a apoyar la cabeza en su pecho―. Gracias por estar conmigo, Taehyung. Te necesitaba.

Aquellas palabras hicieron sonreír a Taehyung, mientras su corazón brincaba de la emoción que le provocaba escucharla decirlo. Yehyun juntó sus labios y al volver a apoya la cabeza, cerró los ojos al sentirse por primera vez tan cómoda con él.
Luego de unos pocos segundos cayó en un profundo sueño, ya que no había podido dormir bien después de saber lo de su padre.

El de cabello rizado se quedó unos minutos observándola dormir, mientras acariciaba su cabello, hasta que sintió su celular vibrar, por lo que lo sacó rápidamente del bolsillo de su chaqueta con temor de despertarla.

—¿Qué sucede, Jin?

Apresúrate en venir. Estamos teniendo problemas.

—Perfecto. Justo lo que necesitaba —murmura sarcástico y cuelga―. Idiotas.

Se levantó siendo cuidadoso de no despertarla y dejó un beso en su frente. Al salir se encontró con Yoongi, el cual parecía estar durmiendo en el sofá, hasta que levantó la cabeza mirándolo de forma desconfiada, lo que le hizo saber que no era de su agrado su presencia en la casa de Yehyun.

—Ya debo irme.

—Hazlo —responde con simpleza—. Allí tienes la puerta...

—Yoongi, basta —reprocha Hyewoon—. Acabo de preparar té, ¿quieres? —se dirige a la cocina y este sigue sus pasos.

—En realidad, debo...

— ¿Cómo la has visto? —pregunta preocupada—. La he escuchado reír contigo, me ha sorprendido.

—Claramente no está bien —hace una mueca—. Pero estoy seguro que con nuestro apoyo podrá salir adelante.

—Taehyung, no juegues con ella.

—No estoy jugando, Hyewoon —suspira—. Tú bien sabes que cuando estaba con Dalmi jamás jugué con ella, a pesar de no sentir ésto que siento ahora.

—Pero Dalmi es realmente importante para ti.

—Estoy enamorado de Yehyun —admite haciendo a un lado la incomodidad—. ¿Cómo podría jugar con ella?

—Vaya, eso es...inesperado —hace una mueca—. De todas maneras, tengo miedo que algo le suceda. Tú eres...

—La estoy protegiendo —la interrumpe—. No dejaré que nada le suceda.

—Confío en ti, Taehyung.

A su mente vino la llamada de Jin, por lo que su curiosidad despertó ya que actuaba demasiado demandante en los últimos días, lo que le hacía saber que algo estaba sucediendo y que no sabía con quién descargar su rabia. Solía preguntarle qué le sucedía, pero al no recibir respuestas no le insistió ya que tampoco era tanto de su interés, a pesar de que era su mejor amigo.

—¿Está pasando algo entre Seokjin y tú?

—Sólo...no estamos teniendo buenos días —desvía la mirada, mientras da pequeños golpes con sus dedos a la mesada, dejando notar su nerviosismo—. Actúa demasiado posesivo, todo lo pone celoso...

—¿O Jimin lo pone celoso? —la interrumpe conectando sus miradas.

—Cállate —exige rápidamente—. Yoongi puede escucharnos.

—Ya debo irme o se pondrá más loco —suspira—. Si Yehyun despierta, dile que vendré dentro de unas horas.

—Gracias por lo que haces por ella —sonríe.

—Es mi novia —murmura sin poder evitar sonreír—. Debo cuidarla.

Comenzó a caminar hacia la salida, pero una voz provocó que dejara de hacerlo y soltara un suspiro de frustración.

—No me agradas, Taehyung —habla Yoongi, sentado en el sofá.

—¿Lo dices porque, lamentablemente, soy amigo de Jimin? —se acerca con el semblante serio.

—Sé que eres igual o peor patán que él —se levanta enfrentando su mirada.

—Sólo me detestas porque estás resentido con él —ríe cínico—. Súperalo, no te ama y ya deja de humillarte, Yoongi. Das pena.

—Sé sobre tu pasado y cómo eras.

—Como has dicho, eso es pasado. Las personas cambian.

—Claro que sí —alza una ceja—. Y estoy seguro que lo has hecho, pero para peor.

Taehyung lo miró amenazante por unos segundos, pero luego soltó una risa amarga que provocó que el rubio se estremeciera, y no fuese capaz de decir una palabra, mientras el castaño se marchaba tranquilamente.



















(...)



















Al llegar a la bodega vio unos hombres en la puerta que hicieron una reverencia al verlo. Cuando entró se encontró con Seokjin, que caminaba de un lado hacia el otro, como si estuviese tratando de mantener la calma. Jimin no dejaba de mirarlo con odio, mientras que uno de sus ojos empezaba a oscurecerse por un golpe, lo cual le hacía saber que habían tenido una pelea.
Estaba seguro que podía ser por Hyewoon, lo cual hacía que se irritara, pues no podía tolerar que se pelearan cuando eran sus mejores hombres y necesitaba que trabajaran juntos, porque hacían un buen equipo.

—¿Qué rayos sucede aquí? —pregunta molesto mirando a ambos.

—Que te lo diga Jin —se cruza de brazos y Seokjin lo observó con sus facciones endurecidas.

—¿Ahora se comportaran como niños? —sonríe burlón.

—¡Félix se suicidó por su culpa!

—¿Qué? —pregunta atónito.

—Como lo escuchaste —se acerca rápidamente—. Lo obligó a hacerlo. Félix se ahorcó en su celda.

—¿Qué carajos hiciste? —lo toma de la chaqueta mirándolo furioso.

Taehyung creía completamente lo que estaba pasando, pues sabía que Seokjin siempre tuvo la sangre tan fría que llegaba a asustarlo. A veces, deseaba ser más como él porque nada le causaba remordimientos, pero otras veces como esta, lo detestaba por completo y sólo anhelaba acabar con el monstruo que le parecía.

—Soohyun me obligó.

—¡No mientas! —lo sacude.

—¿Por qué mentiría? —se suelta, para luego arreglarse la chaqueta—. Él me ayudó a verlo, hizo que un policía me ayudara a entrar por detrás para que nadie me viera. Me obligó a llenarlo de miedo, ¿y saben qué? —alza una ceja—. Creo que tiene razón. Félix no hubiera soportado el juicio. ¡Nos hubiera traicionado para salvarse! —exclama exasperado—. Además, si no lo hubiera hecho, ¡¿ustedes realmente creen que hubiera sobrevivido en un lugar como ese?!

—Quizás tienes algo de razón —murmura desviando la mirada, Jimin.

—¡Apenas tenía diecinueve años, carajo! —grita histérico—. ¡¿Cómo pudiste llevarlo a eso?!

—¡Y decidió arruinar su vida a pesar de saber que podría acabar encerrado!

Taehyung pasó las manos por su rostro, sintiendo una punzada en su pecho. De sólo imaginar cómo pudo haber acabado con su vida, su corazón daba un vuelco al recordar como también lo había intentado a su edad. Deseaba haberse enterado antes de lo que estaba sucediendo, para poder impedir que Seokjin hiciera algo así.

Tomó una bocanada de aire tirando de su cabello, observando con rabia a Jin que parecía más tranquilo.

—Tienes que dejar de ser tan emocional, V.

—Conocía a su madre, maldito imbécil—escupe furioso—. ¡¿Por qué diablos, Seokjin?!

—¡Para salvarnos el culo!

—¿Tú realmente crees que estuvo bien?—pregunta con el ceño fruncido, Jimin.

—Sí.

—¿Y cómo crees que lo tome Hyewoon cuando lo sepa?

Al escuchar el nombre de su novia salir de los carnosos labios rosados del más bajo, enfureció. De un momento a otro se acercó furioso a Jimin y pasó uno de sus brazos por su cuello, sorprendiendo a ambos al sacar una navaja del bolsillo de su pantalón y colocarla en su cuello en un movimiento ágil.

—¡¿Qué haces?! —grita exaltado, Jimin.

Estás acabando con mi paciencia y te aseguro que no quieres eso, así que aléjate de nosotros —advierte alzando una ceja.

—Suéltalo, Jin —habla tratando de sonar tranquilo, Taehyung.

—¡Suéltame, maldito enfermo! —Jimin respira con pesadez y trata de no moverse, soltando un pequeño gemido de dolor al sentir como la presiona a un costado.

—No creo que deba...

—¡Seokjin, suéltalo! No me hagas repetirlo —advierte amenazante.

Este lo soltó bruscamente, provocando que el más bajo casi cayera al suelo, pero suspiró aliviado llevando la mano a su cuello soltando otro gemido de dolor, pero al ver sus dedos con una mancha de sangre, abrió los ojos a la par por la sorpresa y susto.

—¡Estás enfermo, Seokjin! —grita exaltado, tocando el pequeño corte a un costado de su cuello.

—¡Ya basta de sus porquerías!

—¡Es un maldito psicópata!

—Estás advertido, Park —dice entre dientes.

—No te tengo miedo, Jin.

—Si vuelves a acercarte a ella, te mataré de la manera más lenta y dolorosa —advierte acercando sus rostros, observándolo amenazante—. Desearás jamás haberme desafiado.

Jimin soltó una pequeña risa burlona, mientras lo empujaba, pues a pesar de que conocía lo peligroso que podía ser y más por lo que acababa de hacerle, no le importaba para nada porque sus pensamientos son invadidos por la pelinegra.

—Dejen estas estupideces —habla frustrado, Taehyung—. No me importa saber sus problemas. Resuélvanlos de una puta vez y ya.

Soltó un suspiro al observar que no se quitaban la mirada de encima, Seokjin amenazante y Jimin burlón, por lo que comenzó a caminar hacia la salida sin importarle lo que pudiera pasar, porque sólo podía pensar en Félix y en su madre.

—¿A dónde vas? —pregunta con curiosidad, Jin.

—A ver a la madre de Félix —voltea a verlo cínico—. Porque resulta que su único hijo que tenía toda una vida, se suicidó.

―En la mañana atraparon A Dakho. Supongo que va a pasar varios años en prisión.

―Perfecto.

Comenzó a caminar hacia la salida rápidamente, sin poder quitar de su cabeza el último recuerdo de Félix, donde se encontraba derrumbado siendo esposado. Cerró los ojos por un momento, maldiciéndose al recordar la primera vez que lo vio, y aceptó que siguiera con ese trabajo por lo insistente que fue.

Al escuchar unos pasos detrás de él, volteó curioso encontrándose con Jimin.

—Oye, aunque odie decirlo quizás fue lo mejor —hace una mueca.

—No lo sé, Jimin —suspira llevando una de sus manos a la cadera—. Desearía pensar como ustedes, pero no puedo. Conozco a su madre y pensar en lo derrumbada que debe estar, no lo sé...

—Será difícil para ella superarlo, pero estará mejor donde sea que está ahora, que en una prisión donde ya sabes lo que le hacen a los más débiles.

—Tú realmente tienes pelotas —abre la puerta de su auto y voltea a verlo con una ceja alzada.

—¿De qué hablas? —ríe.

—¿Querer arrebatarle a Hyewoon? Mierda, en verdad las tienes.

—Desde que la vi robó mi corazón —humedece sus labios—. Ahora que la conozco cada vez más, imagínate...—suspira y se acerca al castaño apoyando la mano en su hombro—, si me lo pidiera dejaría esta porquería por ella, Taehyung —asegura con una sonrisa.

El castaño estaba realmente sorprendido por sus palabras, pues sabía que él no se enamoró nunca porque eso le aburría y adoraba la vida que lleva, el dinero ganaba.
No podía creerse que estuviera enamorado, mucho menos que fuese de la novia de Seokjin, y que estuviese dispuesto a dejar lo que más adoraba.

—Cuídate, porque si intentas algo Jin te matará —advierte golpeando su hombro levemente—. Yo que tú sigo intentando con Yoongi, para evitar problemas. Además, ese idiota parece realmente enamorado de ti.

















(...)















Lee Baek tenía la cabeza gacha, mientras agarraba las barras de la celda. Estaba completamente exhausto luego de tantas preguntas repetitivas que no lograban cambiar sus respuestas, mientras que el pecho del pelinegro subía y bajaba por su respiración pesada, ya que se encontraba furioso por su intento en vano de sacarle más información.
Necesitaba respuestas, le urgía demasiado y estaba cansado de que todos sus intentos fuesen en vano.

—¿Realmente crees que serás capaz de atrapar a V? —pregunta burlón—. ¿Un simple Oficial?

—Yangmi está siendo realmente eficiente. Acabaremos con el maldito narcotraficante...

—No podrán con V —suspira—. ¡Me traicionaron para salvarle el culo! ¡La persona que más lo odia y con quien trabajé por más de quince años, decidió salvarle el trasero a él, sin importarle traicionarme para eso! —grita furioso.

—Entonces, ¿conoces a V? —se acerca ilusionado.

—No me tomes por estúpido, muchacho —ríe cínico—. No acabaré muerto o permitiré que maten a mi familia por darte información de él. Sólo te diré que está bien protegido, y que sólo podrás tenerlo en frente si él así lo quiere.

—¡Necesito saber quién es!

—¡Y yo necesito salir de aquí! —golpea las barras con las palmas de sus manos—. Ambas son imposibles.

—¿Quién está protegiéndolo?

—No voy a darte más información —se sienta en su cama—. Quiero vivir y proteger a mi familia.

El pelinegro soltó un grito por la rabia y frustración que siente, golpeando la pared con su puño, sobresaltando a Baek. Tomó una bocanada de aire, tratando de mantener la calma y volvió a mirarlo.

—Descansa bien, Baek.

Este luego de verlo irse, soltó un suspiro de alivio, pues no pensaba abrir la boca por más que lo atacara con más preguntas que podrían restarle unos cuantos años en prisión.

Jungkook caminaba por el pasillo, sintiéndose realmente frustrado por lo sucedido con Félix que causó un caos en la estación de policía, y por haber conseguido poco y nada sobre V.
Quería seguir teniendo esperanzas de encontrarse frente a frente con él, pero cada día iba perdiéndolas más.

—¿Oficial Jeon?

Este al escuchar aquella voz femenina, volteó encontrándose con la Jefa de policía.

—Dígame.

—Acompáñeme a mi oficina.

Soltó un suspiro, pero aún así la siguió y en cuanto llegaron se sentó frente a ella mirándola con curiosidad.

—¿Qué sucede?

—¿Qué hacías hablando con Lee Baek?

—Quería sacarle información.

—Ya lo hemos intentado y no nos ha dicho nada nuevo —alza una ceja.

—Pero esta vez quería saber sobre V.

—¿Sobre V? —pregunta con el ceño fruncido—. Jungkook, nadie nos dará la suficiente información sobre V para atraparlo.

—Tenía esperanzas —mira sus nudillos enrojecidos y soltó un suspiro cubriéndolos con su otra mano.

—Debemos encargarnos de atrapar a otras personas por el momento.

—Pero...

—¿Por qué tienes tanto interés en él? —cuestiona desconcertada—. Es decir, todos los tenemos porque es el mayor narcotraficante, pero tú pareces tener un interés especial.

El pelinegro comenzó a ahogarse en recuerdos que provocaron que su corazón diese un vuelco, mientras un nudo aparecía en su garganta porque cada vez que lo recordaba, sus heridas volvían a sangrar. Por más que aprendió a vivir con el dolor, a veces, acababa completamente destrozado, como aquel día que su corazón se rompió y que nunca sería capaz de olvidar por más que lo intentara.

—Hace seis años atrás cuando empezó a darse a conocer V...—murmura con los ojos cristalinos―, él mató a mi padre.


¡Hola!

¿Taehyung ya ha vuelto a ganarse sus corazones o con lo que dijo Jungkook les cae peor? ¿Tienen alguna teoría sobre eso? ¿Les gustaría que en el siguiente capítulo se hablara sobre la muerte del padre de Jungkook? Comenten, los leo

Espero que les haya gustado, no se olviden de votar y comentar, bellezas

¡Nos leemos pronto!

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