33; PEOR VERSIÓN
❝PEOR VERSIÓN❞
Todos en aquel parque de diversiones gritaron llenos de miedo y desesperación, mientras un hombre con capucha negra que cubría su identidad comenzaba a correr hacia la salida sin importarle pasar por desapercibido, pues todos buscaban alejarse lo más posible de él.
Jungkook, Yoongi y Saha se sobresaltaron al oir el disparo y el rubio se puso frente a la pelinegra protegiéndola, a pesar de tener miedo también.
—¿Qué rayos fue eso? —pregunta Saha, abrazando a Yoongi.
—Yehyun —murmura preocupado, Jungkook—. ¡Yehyun!
Este empezó a correr por todo el parque buscándola con la mirada y gritando su nombre. Era su única preocupación. Sentía los latidos de su corazón acelerados y no le importaba que llevara mucho rato y le faltara el aire por momentos, seguía corriendo buscándola porque necesitaba saber que estaba bien.
Mientras tanto el pequeño cuerpo de la castaña estaba tembloroso por lo asustada que estaba, y más al ver como Taehyung se aferró a ella, como si su vida dependiese de eso.
—¿T-Taehyung? —titubea asustada.
—¿Estás bien? ¿Te hirieron? —se levanta un poco para ver su rostro, el cual estaba algo cubierto por las hebras de su cabello.
—N-No, no lo hicieron —responde temblorosa—. ¿Y a ti?
—Tampoco —se levanta más calmado y la ayudó a levantarse.
—¡Taehyung! —lo toma del brazo y este al verlo se dio cuenta que su casaca marrón estaba un poco rota en el hombro a causa del roce de la bala.
—Estoy bien. No estoy herido, sólo fue un roce en mi ropa.
—¿Cómo lo supiste? —pregunta asustada—. ¿Cómo supiste que dispararían?
—Tenemos que salir de aquí —toma su mano.
Taehyung sabía que la intención de Soohyun, de mandar a alguien a disparar, no fue matarlos, sino es una advertencia de que estaba siguiendo cada uno de sus pasos. Entonces, las palabras de la tarotista llegaron a su mente, ¿había posibilidades de que esos dos hombres pudieran llegar a unirse para acabarlo? Esa pregunta apareció en su mente y se sintió estremecer, mientras corrían hacia la salida.
Trató de que Yehyun siguiera su ritmo, por lo que entrelazó sus dedos, sin saber que a unos metros de ellos se encontraba Jungkook, observando a la castaña mientras gritaba el nombre, pero ninguno podía escucharlo.
A la mente de Taehyung, además de venirse el recuerdo de Soohyun, venía Jin, por lo que comenzó a conducir hacia su departamento, mientras el silencio invadía aquel coche y se perdía en los recuerdos que lograban despertar cada vez más su miedo.
—¿Por qué estamos aquí? —pregunta confundida al ver el departamento de sus amigos.
—Necesito hablar con Seokjin —responde estacionando el coche.
—¿De lo que acaba de pasar? —frunce el ceño—. Lo preocuparás y él es muy sobreprotector...
—Debo hablar de otras cosas también. Vamos.
Se bajaron y este pasó su mano por su cintura apegándola a él, mientras miraba a sus costados buscando saber si estaban vigilándolo.
Tocó timbre y a los pocos segundos les abrio la puerta la pelinegra, que al verlos juntos se sorprendió.
—¿Qué hacen aquí?
—Necesito hablar con Jin —la hace a un lado entrando junto a la castaña—. Cierra la puerta.
—Está bien. ¡Seokjin! —alza la voz sobresaltando a ambos, pero Taehyung acarició su cabello tranquilizándola—. ¿Qué rayos sucede? —le murmura a su mejor amiga.
— Pasó algo en el parque de diversiones y dijo que necesita hablar con Jin —suspira—. Vamos a tu habitación.
Seokjin entró al living con su cabello castaño claro húmedo, una camiseta blanca y un chándal negro lo que hizo saber que acababa de salir de la ducha y que planeaba dormir.
—¿Qué sucede? —frunce el ceño y al ver a la castaña le dio un pequeño abrazo—. ¿Cómo estás, enana?
Esta se encogió de hombros mirando con algo de inseguridad a Taehyung, que desvió la mirada pensando en cómo hablar de lo sucedido. Hyewoon se acercó a ella tomándola de la muñeca, para así comenzar a caminar.
Taehyung miró como ambas mujeres subían las escaleras, dirigiéndose a la habitación, y soltó un suspiro, mientras se acercaba a la pequeña mesa y se sirvió Whisky con sus manos temblorosas, desconcertando aún más al castaño.
—Si le has hecho algo a Yehyun, juro que te...
—Estamos en graves problemas —toma un gran sorbo casi acabándose la bebida.
—Dime qué sucede —exige desesperado —. Si están por descubrirte sabes que me puedo encargar fácilmente...
A veces le desconcertaba lo mucho que Seokjin se preocupaba por él, y como buscaba protegerlo sin importarle arriesgar su vida, cuando al principio este lo detestaba y lo asustaba demasiado, pero de un momento para el otro había cambiado por completo.
—¿Ves ésto? —señala la parte de su casaca rota.
—Sí, ¿quieres que te compre otra? —bromea—. Das lástima...
—Soohyun está vivo —habla interrumpiéndolo—. Soohyun está vivo y viene por nosotros.
El rostro de Jin palideció, mientras sentía como se paralizaba por completo y el miedo lo invadía.
—¿Cómo rayos sabes que está vivo?
—¡Me quisieron disparar! —alza la voz, tirando de su cabello. Sabía que no habían querido dispararle a él sino a Yehyun, pero si le decía la verdad temía que Jin buscara alejarlo de ella—. Me llamó.
—Estamos muertos, Taehyung —esas palabras escapan de su boca, mientras su cuerpo caía al sofá y pasaba los dedos por las hebras de su cabello, tirando de este.
—No parará hasta acabar con nosotros —asegura—. Lo de esta noche fue una puta advertencia.
Los recuerdos comenzaban a invadir la mente de ambos, sintiéndose aterrados por lo que sucedía. Aún no podían creérselo y se arrepentían nuevamente por lo que le hicieron.
Aquella mañana Taehyung y Jin iban por la carretera, el más joven conducía rápidamente, sintiendo como los nervios se volvían parte de él, pero la rabia por haber perdido a sus padres era mayor. Por momentos miraba al de cabello púrpura, el cual se mantenía en silencio, sintiéndose culpable por eso, pero no era capaz de hablar.
Simplemente, lo apoyaba en su plan para así desaparecer la culpa aunque sea un poco.
Al llegar ambos se bajaron guardando las armas en la parte trasera de su pantalón, mientras trataban de mantener la calma.
—Me esconderé.
Taehyung no contestó, pues sólo quería llegar al momento donde tendría a Soohyun frente a él.
Esperó impaciente unos minutos, apoyándose por momentos en el coche y otros donde soltó suspiros, hasta que vio un coche estacionarse frente a él. Cuando lo vio bajar junto a otro hombre, llevando como siempre un traje y su mirada que demostraba lo peligroso que era, se sintió temblar.
—Que sorpresa verte, niñito —presiona los labios—. Me imagino que vas a disculparte por no haber cumplido con tu trabajo —ríe—. En verdad, lamento lo de tu padre, sabes que me agradaba muchísimo. Por eso te ayudé en el juicio para que no terminaras tras las rejas por algo que no cometiste...
Taehyung tragó saliva llevando cautelosamente su mano detrás de su pantalón, por lo que el hombre que protegía a Soohyun, le apuntó rápidamente, pero al escuchar un disparo se sobresaltaron.
El cuerpo de aquel hombre cayó al suelo con un disparo en la sien, por lo que Soohyun y Taehyung voltearon encontrándose con Seokjin, que salía de esconderse detrás de unos arbustos.
Taehyung sin dudarlo sacó el arma que tenía en la parte trasera de su pantalón, para luego apuntarle, sintiendo un nudo formarse en su garganta.
—¿Qué rayos haces? —alza el tono de voz molesto.
—Mataste a mi familia —dice entre dientes—. Y voy a hacer lo mismo contigo.
—No te atreverías —ríe irónico—. Nunca hiciste ninguno de tus trabajos...
—¡Envenenaste mi alma! —escupe furioso.
—No. Eres V gracias a mí, tienes dinero gracias a mí, te temen gracias a mí —asegura—. Pero no saben que eres niñito tembloroso que no sabe disparar un arma, y que le pide ayuda a otros para su sucio trabajo —lo mira con desprecio—. ¡No eres nadie y no tienes a nadie! —grita furioso—. ¡Yo limpié tu historial, e hice que te liberaran luego de que te culparan por el asesinato de tus padres! Todos saben cuántob os odiabas, cuánto...
El castaño con sus ojos cristalinos sin dudarlo más, disparó el arma en el pecho, provocando que cayera al suelo donde la sangre comenzó a esparcirse de manera lenta. Se acercó tembloroso y con su pie golpeó su cuerpo para saber si estaba fingiendo o no.
—¡¿Qué has hecho?! —grita Jin, mirando asustado al ver la sangre y el cuerpo de Soohyun—. ¡Dijiste que sólo le daríamos un susto!
—¿Crees que hubiéramos salido con vida aquí? —alza una ceja y el más alto tragó en seco y tomó aire tratando de pensar con claridad.
—Tenemos que borrar todo lo que nos involucra. V-Vamos —titubea tomándolo del brazo.
(...)
Taehyung entró a su casa preocupado por Dalmi, por lo que hizo pasar a Yehyun, y corrió hacia la habitación de la pelirroja con la esperanza de encontrarla allí.
Al entrar y verla recostada leyendo un libro, soltó un suspiro pasando sus dedos por su cabello tirando de este, para luego sonreír a medias aliviado, llevándose una mueca de confusión por parte de ella.
—¿Está todo bien?
—Soohyun está vivo.
Dalmi lo miró sorprendida y gateó sobre su cama acercándose a donde estaba el de cabello rizado, sin poder asimilar sus palabras.
—¿Qué rayos acabas de decir?
—Estamos en peligro, Dalmi —se acerca—. No sé qué vamos a hacer, pero está vigilando cada movimiento que hacemos.
—¡Tenemos que irnos de aquí! —grita histérica levantándose.
—No —la toma de los hombros—. Sea donde sea que vayamos, va a encontrarnos. No servirá de nada, aunque no creas que no es lo primero que ha cruzado por mi cabeza.
—¿Qué vamos a hacer, Taehyung? —se aferra a él llena de miedo apoyando su cabeza en su pecho.
Este envolvió los brazos en su delgado cuerpo y apoyó la barbilla en su cabeza. Estaba aliviado de tenerla en sus brazos, pues el sólo hecho de pensar en que podía perderla lo llenaba de miedo al punto de que lo paralizaba.
Pero es que Dalmi era todo lo que tenía y la persona en la que más confiaba, la amaba demasiado.
—No lo sé, pero haré lo necesario para protegerte, ¿sí? —toma su rostro entre sus manos, mirando sus ojos cristalinos.
—Y yo te protegeré a ti —asegura con una sonrisa provocando la suya—. ¿Puedo dormir contigo?
Taehyung vio como sus ojos se iluminan de ilusión por lo que hizo una mueca—: Lo siento, pero no. Y no salgas de la habitación —toma el picaporte para salir.
—¿Por qué? ¿Qué estás planeando?
—Nada —voltea a verla, tragando con difcultad al pensar en sus siguientes palabras—. Pero estoy con alguien, Dalmi.
—¿Qué? —pregunta dolida dejando caer sus lágrimas.
—Realmente me gusta y me gusta quién soy estando con ella —suspira—. Lo siento.
Salió de su habitación, sintiéndose mal por haber roto el corazón de la pelirroja, pero quería ser sincero con ella para no empeorar aún más la situación, pues vivían juntos y no quería que luego se la cruzara en la casa y se formara un caos.
Ya tenían suficiente con saber que su peor miedo jamás desapareció, por lo que esperaba que aceptara a Yehyun, que era otra mujer más que debía proteger de Soohyun.
Caminó por el pasillo encontrándose con Yehyun frente a su habitación, parecía estar admirando los cuadros que colgaban en la pared. Pasó por su lado entrando a la habitación y se sentó en su cama, pasando las palmas de sus manos por su pantalón como si estuvieran húmedas.
La castaña entró admirándola, pues era lujosa, tenía curiosidad por saber de donde sacó tanto dinero.
Lo último que supo fue que sus padres habían perdido todo su dinero, y luego de que fallecieran, su abuela había regresado de Estados Unidos para hacerse cargo de él, hasta que también falleció y este desapareció.
Tenía entendido que ella tampoco tenía demasiado dinero, pero luego recordó el negocio que tenía el castaño con Seokjin, por lo que trataba de convencerse que quizás ganaban demasiado.
Miró las fotografías de Taehyung, con su madre y su abuela, por lo que una sonrisa se dibujó en su rostro, pues se veía muy pequeño y tierno con su cabello ceniza. Pero aquella sonrisa se borró al encontrar una fotografía donde este salía con su brazo en la cintura de una pelirroja. Jeong Dalmi.
—¿Taehyung...?
Volteó preparada para atacarlo con preguntas, pero al verlo temblar, con sus labios entreabiertos como si tratara de respirar, con sus manos empuñadas golpeando sus piernas y su piel sudada, mientras las lágrimas caen por sus mejillas, comenzó a asustarse.
—Taehyung, ¿qué sucede?
Se acercó rápidamente a él para tratar de ayudarlo, pero se levantó bruscamente, tirando los perfumes, cuadros y demás objetos que se encontraba sobre el mueble, soltando un grito que provocó que su garganta ardiera.
—¡Taehyung! —grita asustada alejándose.
Este cayó al suelo, sintiendo que se ahogaba, clavaba sus dedos en el suelo y sollozaba cerrando los ojos al sentir que su mundo daba vueltas. Todos los pensamientos lo sofocaban y no era capaz de escuchar los gritos de Yehyun.
Estaba completamente asustado, sintiéndose morir de manera lenta y tortuosa.
—¡Taehyung, por favor!
Quiso acercarse temblorosa, pero Dalmi entró a la habitación corriendo, empujándola, por lo que esta se alejó mientras la veía colocarse de cuclillas frente al de cabello rizado.
—Vete —voltea a verla.
Yehyun asintió sin saber qué decir al respecto, escuchando que le indicaba al castaño cómo respirar. Salió de la habitación dirigiéndose hacia abajo, al living, donde se sentó en el sofá jugando con sus manos, sintiéndose nerviosa por la situación.
(...)
Los minutos pasaron lentamente, Yehyun estuvo con su celular hablando con Yoongi, para así poder olvidarse de lo sucedido, pero en su mente se repitía la imagen de Dalmi y Taehyung. No podía dejar de pensar en que era demasiado probable de que él fuese el amor de la vida de ella, por lo cual sentía como la culpa comenzaba a carcomerla.
Escuchó unos pasos en las escaleras, y volteó un poco encontrándose con unas finas y largas piernas, por lo que supo rápidamente que se trataba de la pelirroja, lo que causó que sus latidos se aceleraran cuando se sentó frente a ella.
—Dalmi, te juro que no sabía que era de Taehyung de quién hablabas —murmura bajando la mirada.
—Lo sé, nunca lo nombré —cruza las piernas y trata de ver su rostro.
—Lo siento —suspira, enfrentando su mirada cínica, lo que hace que sienta más ganas de huir—. No sé qué decir, esta situación es demasiado confusa porque acabo de enterarme...
—Taehyung está demasiado ilusionado contigo.
—¿E-En serio?
—Si no supiera que estás con él por despecho, lo aceptaría —aclara, alzando una ceja—. Te juro que si lo lastimas te arrepentirás. Taehyung es el amor de mi vida y no permitiré que nadie lo lastime.
Asintió temblorosa mientras la veía irse, por lo que tomó una bocanada de aire y comenzó a dirigirse lentamente a la habitación del castaño. Dio unos toques en la puerta y al escuchar su voz débil, la abrió encontrándose con él, sentado en medio de la cama con su cabeza gacha, apretando con sus dedos por momentos el acolchado negro.
—Lo siento —presiona los labios—. No quise traerte aquí para que me vieras de esa manera tan...
—No te preocupes —da leves golpes en sus piernas con sus manos, aún parada frente a la cama tratando de controlar sus nervios—. ¿Por qué nunca me hablaste de Dalmi?
—¿La conoces? —pregunta desconcertado.
—Claro, es mi amiga —se cruza de brazos—. O era, porque ahora que sabe de nosotros dudo que siga queriendo ser mi amiga.
—Yo...Diablos —suspira frustrado—. Estoy haciendo todo mal.
—Ya, cálmate —se acerca preocupada.
— Estoy jodido, Yehyun —enfrenta su mirada, dejando a la vista sus ojos enrojecidos e hinchados—. No estoy en mi mejor momento, es más, creo que estoy en el peor.
—Yo también lo estoy —admite, sentándose a su lado—. Creo que estamos destinados a vernos en nuestra peor versión.
—Aún así, no quiero que te alejes de mí —pone su mano sobre la suya con algo de inseguridad.
—Taehyung...
Sin dudarlo pasó su brazo por sus hombros apegándola a él en un abrazo inesperado, pero que a los pocos segundos fue correspondido de manera insegura. Este escondió el rostro en su cuello, aspirando el dulce aroma a su colonia. Quería acabar con la poca cordura que le quedaba respirándolo, porque sentía que necesitaba de ella, de su amor, de su locura, necesitaba de sus labios, de su piel.
No sabía que estaba ocurriéndole, pero aquel sentimiento intenso se sentía demasiado abrumador y no sabía cómo frenarlo lo que llegaba a asustarle de gran manera.
¡Hola!
Se me había ocurrido una idea genial para uno de los capítulos que siguen, pero nunca la anoté ni nada y se me olvidó. Así que a quienes escriben les recomiendo aunque sea escribir la idea en borradores o algo así, para que no les pase lo mismo JAJSJH me odio
En fin, espero que les haya gustado el capítulo, amores
¡Nos leemos pronto!
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