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2O; SEGURIDAD

SEGURIDAD


Yehyun volteó encontrándose con Jungkook, el cual estaba durmiendo plácidamente. Sus facciones estaban relajadas, sus labios rosados entreabiertos mientras aún la abrazaba por la cintura. Se le había dificultado girar por esa razón, pero aún así adoraba que se aferrara a ella hasta durmiendo, como si tuviese miedo de que se fuera de su lado al descuidarse.
Sonrió acariciando suavemente con las yemas de sus dedos la pequeña cicatriz de su pómulo izquierdo, eso provocó que arrugara la nariz por lo que rió silenciosamente.

—Puedo sentirte reír —murmura con voz profunda, aún con sus ojos cerrados.

—Lo siento. Sigue descansando —llevó un mechón de su cabello oscuro detrás de su oreja.

—Acércate más —ejerce un poco de fuerza con su mano sobre la cintura de ella apegándola a él.

—Descansa —besa la punta de su nariz.

Siguió mirándolo por unos segundos creyendo que se había dormido, pero este abrió sus ojos sorprendiéndola.
Tenía sus ojos hinchados por recién despertar, pero aún así los orbes oscuros la miraban con tal intensidad que no podía evitar perderse en estos.
Comenzó a hacer caricias circulares en su cadera erizando su piel, mientras ella lo miraba embobada, lo que provocó una sonrisa en su rostro.

—Nunca dejes de mirarme así, por favor.

—¿Cómo te miro?

—Como si estuvieses perdidamente enamorada de mí —ríe por lo bajo bajando la mirada sintiéndose avergonzado.

—Pues, lo estoy —admite sonrojada.

—Eres cien por ciento correspondida, pequeña.

Juntó sus labios en un tierno y cálido beso, la castaña pasó su lengua por su labio inferior y este abrió la boca permitiéndole el paso.
Ella comenzó a sentir un cosquilleo en su vientre a causa de aquel beso y con su mano, la cual estaba aferrada a la parte baja de su espalda lo acarició.

—¿Te parece si nos bañamos juntos? —pregunta con la respiración pesada sobre sus labios.

—Me parece bien —sonríe.

Entre besos se dirigieron al baño donde llenaron la bañera, mientras se desnudaban lentamente disfrutándose, acariciando el cuerpo desnudo del otro.
Una vez en la bañera ella de espaldas se puso frente a él, el cual dejó besos en su hombro desnudo haciendo que sonriera.

La ayudó a enjuagar su cabello, mientras reían por sus ocurrencias. Una vez que acabaron con eso ella se inclinó hacia atrás apoyándose sobre su pecho, mientras jugaban con la espuma que había sobre el agua.
Se sentían dos niños felices al jugar con la espuma, risas podían escucharse en aquel baño donde disfrutaban, haciéndose peinados extraños en sus cabellos que causaban la carcajada del otro.

—¿Cuáles son tus sueños, pequeña? —reparte besos en su hombro desnudo.

—¿Mis sueños?

—Sí.

—No...no lo sé aún.

—¿Por qué?

—Creo que no me he centrado tanto en pensar en eso.

Jungkook quería conocer todo acerca de ella, tanto como la parte que nadie conocía, así como sus sueños y aspiraciones.

—Cuéntame el tuyo —lo mira algo avergonzada al notar su sorpresa y que no sabía qué decir al ella no tener sueños.

— Cuando cumpla mi objetivo como policía y logre conseguir la paz que tanto necesito...quiero vivir tranquilamente —dice con una pequeña sonrisa—. Quizás volver a pintar y poder vender mis cuadros.

—Oh, quiero ver uno de tus cuadros...

—Dejé de hacerlo hace tiempo y con el traslado no traje ninguno —admite —. Gracias a mi padre aprendí a hacerlo, pero cuando falleció lo dejé porque me recordaba a él, hasta que Hyori apareció en mi vida —suspira—. Le gustaba que hiciera retratos de ella, me lo pedía constantemente y emocionado lo hacía, pero cuando terminamos lo dejé nuevamente.

Para Yehyun el saber que su exnovia era más importante de lo que creía, le causaba ciertas inseguridades, pues notaba que aún algo movía en él que lograba afectarle. Aún así, trató de sacar aquellos pensamientos de su cabeza, pues no quería autosabotearse como solía hacer algunas veces, porque podía llegar a ser sólo ideas de su cabeza y no afectarle como creía.

—Deberías retomarlo.

—También me gustaría formar una familia, ya sabes...—sus ojos brillan de ilusión— casarme, tener dos hijos, que el primero sea niño para que pueda cuidar de su hermana pequeña —sonríe—. Tener una vida tranquila junto a mi familia es lo que aspiro, ¿y tú te ves en un futuro...conmigo? —la mira tímido.

Aquella pregunta la tomó por sorpresa, pues jamás había pensado que la vida que aspiraba Jungkook de formar una familia pudiese formar parte ella. Tampoco alguna vez se había detenido a pensar si quería casarse y tener hijos, porque siempre creyó que el amor era cruel y no quería permitirse sentir, pero el pelinegro le había demostrado que no era para nada lo que pensaba.
Sólo se había enamorado de la persona equivocada y pensar que el policía era el correcto, la hacía emocionar.

Frunció el ceño pensando en su pregunta, no sabía si en un futuro podría llegar a estar casada y con hijos, pero aún así, el hecho de pensar en el policía le hacía querer tener un futuro con él.

—Quiero que seas parte de mi futuro, Jungkookie —sonríe tímida.

Este se sorprendió y sus ojos brillaron de ilusión al saberlo. Sentía la necesidad de gritar de alegría, pero no quiso que se asustara al notar lo que causaba en él. Acarició su mejilla mirándola tiernamente y juntó sus labios en un pequeño beso.













(...)















Ambos se encontraban viendo una película de Marvel, específicamente Iron Man 3. El pelinegro como siempre que veían una película se recostó en el sofá, apoyando la cabeza en las piernas de su novia, la cual pasó sus dedos por las hebras de su cabello ondulado.
Por momentos no pudo evitar observarlo, ya que el hecho de que se encontrara en silencio le hacía pensar que estaba dormido, pues está acostumbrada a que hablara demasiado, como también se mantuviera en movimiento. Era demasiado ruidoso y a pesar que ella no era así, le gusta que este lo sea porque la hacía sonreír y quedarse embobada.

—¿Pequeña? —levanta la cabeza para verla.

—¿Qué sucede? —observa sus ojos oscuros que parecían tímidos, lo cual la desconcertó.

—Sólo tengo...curiosidad.

—¿Sobre qué?

—Sobre el imbécil que te rompió el corazón —rasca su nuca con nerviosismo—. Si no quieres hablar está bien, pero...

—Se llamaba Lim Taeyang, era un año mayor e iba a otro instituto —explica sorprendiéndolo, por lo que decidió sentarse, mirándola atentamente—. Lo conocí por un compañero que era mi amigo. Me había invitado a una salida, donde irían otros amigos de él y, acepté como a cualquier plan que me hiciera pasar tiempo fuera de casa —suspira—. En cuanto lo vi, llamó mi atención. Tenía esa típica faceta de chico malo que siempre me había gustado —suelta una risa amarga—. Como dije, parecía un chico malo, pero conmigo era tan dulce al principio y me daba atención, la que tanto necesitaba —Jungkook tomó su mano acariciándola con el pulgar—. No pasó más de un mes cuando me pidió que fuese su novia, y yo como idiota no dudé en aceptar.
Mis padres lo conocieron y no dudaron en echarlo con sólo verlo, pues era demasiado notorio que no tenía dinero. Esa fue la primera vez que él me gritó —murmura bajando la cabeza.

—Infeliz...

—Me asusté demasiado, porque siempre había sido tan cariñoso conmigo, pero al otro día me prometió que ya no volvería hacerlo, entonces, le creí. Pero luego comenzaron sus celos, si me veía con un amigo enloquecía, así que tomé la decisión de alejarme de quienes se lo provocaran, porque para mí era más importante estar bien con él.
Quiso alejarme hasta de Yoongi, algo que nunca consiguió y fue lo único que hice bien durante esa relación —sus ojos se cristalizan—. Cuando enloquecía me llenaba de miedo y no era capaz de enfrentarlo, porque cada vez era peor...

Al ver a su novia romper en llanto tratando de seguir la historia, no pudo evitar envolverla en sus brazos.
Las cadenas del pasado por momentos seguían pesándole, aunque no tanto como antes que también la arrastraban. Eran como una maldita enfermedad que le hacían creer que no podía ser salvada, ni tenía posibilidad de sanar al sentir que no tenía arreglo.
Pero aún así, con el apoyo solamente de Yoongi y Hyewoon, supo borrar aquellos pensamientos de su cabeza. Empezó a volver a vivir lentamente, comprendiendo que él sólo había sido una enfermedad que había llevado atada por unos meses y debía curarse.

—Tengo miedo, Jungkook —admite entre sollozos aferrándose a él—. Me estoy entregando a ti por completo. No me lastimes...por favor.

Al escucharla de esa manera, la abrazó con más fuerza, y tomó una bocanada de aire sintiendo su sangre hervir al pensar en Taeyang.
En ese momento deseó poder deslizarse dentro de la armadura de su novia, para así salvarla del caos que había creado su exnovio.

Se separó lentamente de ella tomando su rostro entre sus manos, limpiando sus lágrimas con los pulgares, para luego dejar un beso en su frente, mientras entrelazaba sus dedos, por lo que ambos bajaron la mirada a sus manos unidas.

—Prometo guiarte a mí, guiarte a un futuro nuevo donde ya no habrá dolor, malos tratos, egoísmo, ni angustias. Felicidad, risas, amor y pasión es lo que sobrará porque estoy perdidamente enamorado de ti —murmura con voz dulce—. Quiero sostener tu mano siempre, en las buenas, en las malas, cuando sientas que no puedes más.
Quiero ser tu refugio siempre, quiero hacerte bien, feliz, porque es lo que mereces...

—Jungkook...—solloza aferrándose a él.

—Te quiero demasiado, Yehyun —acaricia su cabello.

—Y yo te quiero a ti —sorbe su nariz.

Este al escuchar su respuesta no pudo evitar sonreír y se juró a sí mismo protegerla de todo mal.














(...)















Jungkook jugabs con la harina y la masa, mientras ella lo observaba riendo. Parecía un niño, pues tenía su suéter oscuro, brazos y rostro con harina.
Su cabello oscuro estaba atado en una media coleta con mechones sueltos a los costados y la fémina no podía quitar su mirada de él. Se le hacía realmente perfecto, todo del policía le encantaba y estaba segura de que podría pasarse horas hablando sobre eso.

La castaña tomó su celular para leer el mensaje de Hyewoon, y soltó un suspiro de decepción.

—¿Qué sucede? —pregunta preocupado llamando su atención.

—Hyewoon no podrá venir a conocerte —murmura decepcionada y presiona los labios.

—¿De nuevo? —frunce el ceño dejando la masa y la castaña asintió—. Creo que no le agrado...

—No digas eso. Ni siquiera te conoce.

—Anteayer no pudo venir, ayer tampoco y hoy...

—Me ha dicho que esta ocupada con los estudios —explica tranquilamente.

—Sigo creyendo que no le agrado —hace una mueca—. Son demasiadas excusas, Yehyun.

—Ya, sigue preparando la masa —le regala una sonrisa tranquilizadora—. Comeremos sólo tú y yo.

Aunque tratara de no demostrarlo, comenzaba a creer en las palabras de su novio, lo cual la desanimana de gran manera, ya que la opinión de Hyewoon tanto como la de Yoongi, eran demasiado importante para ella.
El hecho de pensar que su mejor amiga no la apoyaba en su relación le hacía cuestionarse si había algo de malo con el pelinegro, pero cuando lo observaba se daba cuenta que no había nada de malo con él.
Le gustaba sus orbes oscuros, grandes y redondos, con esa mirada intensa, y como se iluminaban al verla. Le gustaba su sonrisa encantadora y su risa tan particular, su inteligencia al hablar, su voz, lo chistoso que resultaba ser que le provocaba muchas risas, pero lo que más le gustaba era su corazón.
Su forma de admirarla, de quererla, de demostrárselo cada día y la seguridad que le brindaba.

—¿Por qué me miras tanto? —pregunta aún jugando con la masa.

—¿Alguna vez te he dicho lo hermoso que eres? —sonríe con picardía, a lo que él se cubrió las orejas con las manos, mientras sonreía sonrojado sin importarle manchar su cabello con harina.

—Ya, sabes que cuando me dices esas cosas me haces sonrojar.

La castaña rió tiernamente al verlo de esa manera y se acercó a él, para luego tomarlo del suéter y así juntar sus labios.

—Me encantas demasiado —murmura sobre sus labios.

—¿Qué quieres? —alza una ceja.

—¡Oye! —golpea su pecho mirándolo molesta—. ¿Acaso no puedo decir lo atractivo que es mi novio?

—Claro que puedes —sonríe—. Pero hoy me lo dices mucho.

—¿No te gusta?

—¡Claro que sí! —responde rápidamente—. Iré a lavarme las manos.

Yehyun continúo haciendo la masa para que pudieran comer pizza, ya que Jungkook se había dado por vencido.
Estaba demasiado concentrada, hasta que sintió unas manos adentrarse en la camiseta negra que le había quitado a su novio, y era lo único que está usando además de unas bragas del mismo color, ya que la camiseta le llegaba unos centímetros más arriba de las rodillas.

—Jungkook, me asustaste.

—Lo siento, pequeña —susurra en su oído, comenzando a dejar besos húmedos en su cuello, provocando que se estremeciera.

—¿Qué haces? —jadea al sentir como succionaba su piel y sus manos subían a sus pechos,aprovechando que no estaba usando sostén.

—Olvídate de la pizza —baja las manos a su cintura para hacer que voltee a verlo.

—Pero...

—Quiero hacerte el amor —roza sus narices.

Yehyun sin dudarlo lo tomó de la nuca, profundizando el beso desesperado, por lo que la tomó de los muslos elevándola para luego subirla a la mesada, alejándola de donde habían estado tratando de cocinar.
Volvió a bajar sus besos a su cuello escuchándola jadear, lo cual lo provocó más, mientras acariciaba su cuerpo subiendo la camiseta. Las manos de Yehyun se dirigieron a su pantalón para desabrocharlo rápidamente.

Los besos y caricias siguieron, Jungkook ya no llevaba camiseta como tampoco pantalón. Esta al verlo con su cabello desordenado y sus labios hinchados, mordió su labio inferior, abriendo sus piernas para que se posicionara en medio de estas, jugando con el elástico de su boxer.

—No sabes todo lo que me provocas, Yehyun —murmura agitado acariciando sus muslos.

—Y tú a mí —baja su boxer liberando su erección—. Te necesito —murmura juntando sus labios, alzando un poco sus caderas sintiéndolo en su entrada lo que provocó que él soltara un gruñido.

Este sin dar aviso, se adentró en ella causando que soltara un grito de dolor y placer, mientras él gemía al sentir como sus paredes apretaban su miembro.

—Oh, Jungkook —gime aferrándose a su espalda.

Al escucharla de esa manera sonrió y volvió a besarla de manera dominante, llevando una mano a su nuca, para luego comenzar con sus movimientos, aumentando a medida que se acostumbraba más a sentirlo.

Sus respiraciones aceleradas, los gemidos y el choque de su cuerpo podían oírse en toda la cocina.
Jungkook tenía las manos en su trasero, mientras ella se aferraba a sus hombros y por momentos tiraba de su cabello gimiendo por lo alto.

—V-Voy a venirme —titubea sintiéndose temblar.

Una capa de sudor cubría sus frentes y tambien el cuerpo desnudo de Jungkook.
Este disfrutaba de verla así, desesperada, gimiendo su nombre y temblorosa. Adoraba saber lo que puede provocarle, por lo que aumentó más el ritmo aún sin ser brusco con ella, pues no estaba acostumbrado a eso.

—¡Jungkook! —grita clavando las uñas en su espalda, haciendo que él gimiera al sentir las paredes de ella contraerse.

Siguió con sus movimientos, pero bastó segundos para alcanzar el climax, soltando un gran gemido aferrándose al cuerpo de su novia, apoyando la barbilla en su hombro tratando de controlar su respiración.

Se mantuvieron así por unos pocos segundos y luego besó la frente de su novia, la cual sonrió.

—Te quiero tanto, Yehyun —besa la punta de su nariz y luego sus labios.

—Yo te quiero más —acaricia sus abdominales, admirando su cuerpo provocando que se sonrojara y volviera a abrazarla.

—Lo dudo...—asegura.

—No haré de esto esas típicas peleas de quien se quiere más.

— Que aburrida —hace puchero pero luego ríe—. Por cierto, me gusta como te ves usando mis camisetas.

—Oh, acabas de demostrarme cuanto te gusta —lo mira con picardía.

—¿Sabes? Seguir viéndote usarla hace que quiera hacerlo de nuevo —acaricia su mejilla—. Deberíamos bañarnos de nuevo, ¿no crees?

—Me parece una buena idea, y juntos aún mejor.

—Vamos.

Llevó sus manos a sus muslos para que ella enrollara las piernas en su cadera y volvió a besarla, mientras se dirigían hacia el baño.

¡Hola!

Espero que les haya gustado el capítulo aunque Taehyung no apareciera, pero siento que era necesario mostrar más como es la relación de Jungkook y Yehyun para los capítulos que se vienen
Prometo que el siguiente será más interesante

No se olviden de votar y comentar

¡Nos leemos pronto!

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