❝NUEVA AMIGA❞

—¿Estás celosa? —pregunta burlón.

Yehyun ante esa pregunta se sorprendió sin saber qué decir. Jungkook realmente había llamado su atención y le molestaba saber que estaba coqueteando con alguien más, que nunca le había vuelto a hablar, o quizás era sólo que su ego había sido golpeado. Pues, nunca nadie la había ignorado, ella es la que lo hace.

No podía evitar preguntarse si había hecho algo mal, algo que había apagado el interés que había tenido en ella, porque hacía más de una semana que dejó de mandarle mensajes.
No entendía porqué se sentía tan molesta teniendo una larga lista de hombres que deseaban tener aunque sea un poco de su atención, que estaban dispuestos a lo que sea para complacerla. Pero en ese momento, lo único que deseaba era tener la atención del hombre pelinegro que tenía puesta su atención en otra mujer.

—¿Cómo se te ocurre que puedo llegar a estar celosa porque otra mujer tiene la atención de ese...ese...?

—¿Ese sexy policía? Lo estás.

—¡Claro que no! —lo golpea en el brazo provocando que soltara un gemido de dolor y algunas personas voltearan a verlos.

Yoongi había comenzado a sentirse intimidado ante la mirada de Saha, por lo que tragó en seco nervioso, haciéndose más pequeño en su lugar tratando de ignorarla.

—Deja de llamar la atención o Jungkook pensará que hizo bien en ignorarte —apoyó los brazos en la mesa y volteó a ver a la de cabello corto, pero ella se había levantado para dirigirse al baño—. Acaba de irse la mujer con la que estaba, es tu hora de enfrentarlo.

—¿Tú crees? —pregunta insegura lo cual le sorprende a ambos.

—¡Ve!

Yehyun se levantó, pero fue tomada del brazo por Yoongi, haciendo que volviera a sentarse.

—No puedes ir así —supira inclinándose hacia adelante—. Me das vergüenza —pasó el dedo por la lengua, para luego pasarlo por la comisura de los labios de su amiga—. Listo. Perfecta.

—Idiota.

—¡Suerte! —exclama burlón.

La castaña se levantó acomodando su camisa color crema, para luego comenzar a dirigirse hacia la mesa donde se encontraba Jungkook.
Una vez frente a él se sentó donde había estado anteriormente Saha, y el pelinegro al verla se sorprendió completamente.
La observaba boquiabierto, sin saber qué decir, pues no se esperó para nada encontrársela en aquel restaurante.

—¿Cómo has estado, Jeon Jungkook? —apoya la barbilla en la mano mientras lo mira con una falsa sonrisa.

—B-Bien, he estado bien. Vaya, no me esperaba encontrarte aquí—ríe nervioso, pero luego carraspeó la garganta acomodándose mejor, tratando de verse normal—. ¿Y tú? ¿Cómo has estado?

—Veo que estás teniendo una buena compañía esta noche.

— Oh...

—Lo siento —una voz feminina llama su atención—. Estás ocupando mi lugar.

—Oh, ¿en serio? —sonríe cínica—. Jungkook no me ha dicho nada...

—Espera —habla rápidamente—. Las presentaré —mira a ambas sintiéndose incómodo por la gran tensión que se había creado—. Yehyun, ella esa Jang Saha, mi mejor amiga —esta voltea a ver a ambos sorprendida—. Saha, ella es Lee Yehyun, de quién te he hablado.

—Oh, un placer conocerte, Yehyun.

—L-Lo mismo digo.

—Mi lugar —le recuerda con una falsa sonrisa.

—Cierto —se levanta rápidamente.

Al escuchar que Jungkook había hablado de ella sintió los latidos de su corazón acelerarse, pues jamás había esperado algo como eso y no sabía cómo actuar al respecto.

—Lo siento —murmura antes de comenzar a caminar hacia su lugar, pero la toman del brazo y al encontrarse con la oscura mirada de Jungkook, tragó en seco.

—Espera, háblemos —se levanta y saca del bolsillo de su jean dinero—. Ten, paga por la comida.

Comenzó a caminar hacia fuera del restaurante junto a Yehyun, la cual volteó a ver a su amigo que le sonreía y levantaba su pulgar emocionado.
Una vez fuera soltó su brazo, colocándose frente a ella con el semblante serio, que provocaba más sus nervios y frustración. Pues, era la primera vez que lograban intimidarla de tal manera y eso la hacía molestar.

—¿Qué sucede? —pregunta con el ceño fruncido, tratando de enfrentar su mirada.

—¿Qué fue eso?

—Sólo quise saludarte, ya que hacía varios días que no nos veíamos, ni me has mandado un mensaje.

—Oh, ahora entiendo —sonríe—. Escucha, he estado demasiado ocupado con el trabajo. Esta noche pensaba en escribirte para vernos en estos días.

—¿En serio?

—Ésto no es un juego para mí, Yehyun—aclara con el semblante serio.

Volteó a ver a su amiga, la cual caminaba hacia su coche y volvió su vista a la fémina que tenía en frente, que comenzó a sentirse pequeña ante él. Miró el suelo tratando de calmar sus nervios y sus pensamientos que estaban dispersos.

—Te escribiré —asegura acercándose para levantar su barbilla y mirarla fijamente. La mirada nerviosa de ella se le hacía realmente tierna, por lo que no pudo evitar sonreír—. Que tengas una linda noche —besa su mejilla para luego comenzar a caminar hacia el coche, donde lo esperaba su mejor amiga.

La castaña sorprendida llevó la mano a su mejilla sintiéndolas arder. No se había esperado para nada aquel beso, pero eso la hizo sonreír embobada.
Más que nada el que volteara antes de subirse al auto, y le guiñara el ojo mientras sonreía triunfante, ya que estaba seguro que tenía interés en él.
Pues, esa noche había dejado en claro cuales eran sus intenciones y, Yehyun no se había negado para nada.

¿Acaso estaba dispuesta a darle una oportunidad?

(...)

Yehyun se encontraba en una cafetería, sentada en uno de los taburetes que estaban al frente de la barra, ya que había dejado su restaurante a cargo de Yoongi, mientras ella se tomaba unos minutos de descanso.
Volteó a ver a una mujer que estaba ordenando y se sentó en el banco que estaba a su lado.

—Buenas tardes —saluda con una tímida sonrisa la de cabello pelirrojo.

Era varios centímetros más alta que la castaña, de tez blanca, llevaba el cabello largo con flequillo, ojos oscuros, una sonrisa dulce y sus labios esponjosos pintados de rojos que los hacía aún más llamativos.

Yehyun, simplemente, le regaló una sonrisa, para luego darle un sorbo a su café. Una gran tensión se había creado entre ambas mujeres y la castaña miró a los demás taburetes que se encontraban vacíos, preguntándose porqué había decidido sentarse a su lado.

—¿Es un buen lugar aquí? —vuelve a hablar la mujer de su lado, por lo que levantó la mirada algo desconcertada.

— Sí, lo es.

—Lo siento, es que soy nueva en Seúl —hace una mueca.

—Oh, ¿en serio? —apoya su celular en la barra—. ¿Desde hace cuánto estás aquí?

— Hace unas pocas semanas. Es la primera vez que salgo a recorrer, me siento demasiado perdida.

—¿Has venido con tu familia?

—Con mi novio. Bueno, no es mi novio. Es complicado —murmura incómoda llevando un mechón de su cabello detrás de su oreja.

—Oh, ya lo creo —hace una mueca—. Las personas son muy complicadas.

—Por cierto, soy Jeong Dalmi —estira su mano.

—Lee Yehyun —estrechan sus manos mientras sonríen.

Así fue como comenzaron a conversar animadamente, mientras bebían café. A la castaña se le hizo bastante agradable, hasta le había dado su número para que le hablara cuando quisiese. Eso alegró a Dalmi, pues no conocía a ninguna mujer, además de Hyewoon, la cual sólo le hablaba porque Taehyung se lo pedía.
Se le hacía agradable, pero que lo hiciese obligada no le gustaba para nada, y realmente quería tener una amiga con quien poder hablar.

El celular de Yehyun sonó por lo que lo agarró algo frustrada creyendo que podía tratarse de su amigo, tenía miedo que algo pasara en su restaurante mientras ella no está. Pero al ver que se trataba de un mensaje de Jungkook, no pudo evitar sonreír.

Buenas tardes, preciosa
¿Cómo estás? ¿Te parece vernos esta noche?

—¿Es tu novio? —pregunta curiosa.

—¿Novio? —murmura para sí misma ya que de sólo pensarlo provocaba que se estremeciera. No podía imaginarse en una relación, eso se le hacía realmente extraño— No. Es alguien que conocí hace poco.

El hecho de pensar en verlo le emocionaba y a la misma vez provocaba que sintiera nervios, pues ya estaba pensando cómo debía vestirse, en qué lugar se verían y ese tipo de cosas.
Siguió conociéndose con Dalmi, tratando de olvidar que iba a encontrarse con Jungkook, hasta que el celular de ella comenzó a sonar.

—¿Hola? Bien, pago y salgo. Te amo —cuelga.

—¿Tu novio que no es tu novio? —ríen.

—Sí. Está esperando en el coche —suspira—. No le gusta que salga sola. Me cuida demasiado.

— Vaya, algo pesado.

Dalmi luego de pagar se despidió de la castaña contenta por haber hecho una nueva amiga, y al subir al auto se encontró con Taehyung, el cual tenía el semblante serio.

—Gracias por buscarme —deja un beso en su mejilla.

—¿Por qué no me dijiste que saldrías? —pregunta molesto.

—Porque no ibas a dejarme.

—Sabes que no puedes salir sola. Me hubieses pedido que te acompañara.

—Siempre tengo que depender de ti y casi nunca quieres salir conmigo —reprocha—. Estoy cansada de estar encerrada.

—Deberías volver a Estados Unidos —voltea a verla—. Allí te gustaba y podías salir tranquila.

—¡No! —lo toma del brazo arrepentida—. Lo siento. Quiero quedarme aquí contigo —apoya su cabeza en su hombro y lo miró esperando que dijera algo que le hiciera saber que ya no está molesto.

Taehyung estaba cansado de sus reproches, pues no entendía que sólo quería cuidarla. Estar nuevamente en Corea era peligroso para Dalmi, que parecía olvidarlo, mientras que él no dejaba de pensar que alguien más podía ser capaz de lastimarla.

Luego de esa pequeña discusión, decidió comenzar a conducir tratando de olvidarla.

—¿Mañana harás la entrega?

—Sí.

—¿Puedo acompañarte?

—Olvídalo. Ya te he dicho que necesito saber qué tan seguro es.

¡Hola!

Muchísimas gracias por las 2k leídas, en serio estoy muy emocionada con esta historia que llevaba pensando hacía años jajaja
Prometo que desde ahora será más interesante.

¡Nos leemos pronto!