Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

[72] PASA EL TIEMPO

Independientemente del temor casi constante de Lara de que el Gobernador regresaría y los masacraría a todos, ella y sus amigos lograron que la prisión funcionara como un refugio para su grupo.

En el transcurso de tres meses, el grupo comenzó a cultivar, construyó más estructuras para acomodar a los recién llegados y tenía una rutina regular. Aunque Lara se relajaba aún más a medida que pasaban los meses, en el fondo de su mente había una constante molestia de que el Gobernador estaba planeando algo y temía su represalia.

Lara asumió el trabajo de cocinera por las mañanas, preparando comidas para el grupo y repartiéndolas cuando no salía con Glenn o Daryl. Era un buen trabajo porque le permitía conocer a todas las personas que se habían convertido en residentes de la prisión. El chico que la ayudaba por las mañanas, Patrick, era dulce y muy hablador, por lo que la conversación fluía con facilidad.

Estaba fascinado por Lara y lo que ella y su grupo habían logrado juntos. Durante las pocas mañanas que habían trabajado juntos, ella le contó las historias de lo que sucedió antes de la prisión, contándole sobre Atlanta, el CDC y la granja. Le encantaba escuchar, especialmente cuando sus preguntas se referían al tema de la relación de Lara y Daryl. A Lara no le importaba contarle a Patrick todo lo que quería saber, porque era lo suficientemente dulce y parecía muy entusiasmado por saber sobre su pasado.

—¿Me estás diciendo que él te propuso matrimonio y, al principio, dijiste que no? —preguntó Patrick, sonando un poco sorprendido.

Lara se rió—. Sí. No estaba segura de si solo lo estaba diciendo, pero luego volvió con un anillo después de pedirle permiso a Rick y supe que hablaba en serio.

Patrick suspiró—. Ustedes son adorables.

—Gracias —respondió Lara, sonriéndole a Patrick—. Créeme, no siempre fue tan perfecto como parece. Nos tomó mucho tiempo llegar a donde estamos ahora.

Al otro lado del patio, Lara vio que Daryl se dirigía hacia ella. Patrick lo notó venir y sonrió, volviendo a su trabajo mientras Lara esperaba que Daryl los alcanzara. Al pasar junto a las personas sentadas en los bancos, la mayoría se volvió hacia él, reconociéndolo.

—Buenos días, Daryl —saludó uno de los hombres sentados en la mesa.

—¿Qué tal, doctor S? —respondió Daryl, dirigiéndose directamente a Lara, que estaba de pie detrás del mostrador.

Muchos de los demás lo saludaron, y cuando llegó al mostrador con Lara, ella le sonrió—. Buenos días, señor Popular.

—Cállate —dijo Daryl—. Huele bien.

—Para que sepas, a mi me gustaste primero —dijo Lara con una suave sonrisa jugando en su rostro mientras buscaba un tazón.

—Basta —respondió Daryl—. Rick también trajo a muchos de ellos.

—Últimamente no —contrarrestó Lara—. Les das alojo a desconocidos, los mantienes alimentados, y tendrás que aprender a acostumbrarte al cariño.

—Recibo suficiente de ti —dijo Daryl.

Lara sonrió—. Sí.

El anillo en su dedo brilló a la luz del sol cuando se inclinó sobre el mostrador para atraer a Daryl hacia ella, besándolo suavemente. Si bien amaba verlo retorcerse bajo el afecto constante que recibía de la gente hoy en día, también lo odiaba. Ella nunca lo admitiría, pero ver a todos con los ojos puestos en él porque era su mejor cazador y el responsable de traer a la mitad de la gente aquí, la había puesto celosa. Era ridículo, pero Lara no era una gran fanática del cambio, y la diferencia en la forma en que la prisión estaba en comparación a los meses previos le pareció extraña. Nunca pensó que volvería a ver a tanta gente en un solo lugar, y estaba constantemente preocupada de que no durara.

—Tengo que mostrarte algo —dijo Lara cuando se separaron—. Patrick, ¿quieres seguir?

—Sí, señora —respondió Patrick.

Patrick era un buen chico, no se podía negar eso. Era mucho más joven que Lara y Daryl, más cercano a la edad de Carl, pero siempre estaba dispuesto a ayudar de cualquier forma posible. Admiraba a Lara y Daryl tanto como a cualquier otra persona en la prisión, porque eran los fundadores de esta civilización que habían comenzado a construir.

—Señor Dixon —dijo Patrick, captando la atención de Daryl—. Quería agradecerle por traer el ciervo de ayer. Fue un verdadero deleite, señor. Sería un honor estrecharle la mano.

Daryl miró a Lara mientras Patrick le tendía la mano. Lamiéndose los dedos de antemano, Daryl estrechó la mano de Patrick y Lara tuvo que alejarse para evitar reírse de la mirada eufórica en el rostro de Patrick y la mirada confundida en la de Daryl.

—¿Señora? —preguntó Daryl mientras alcanzaba a Lara.

Ella se rió—. ¿Señor Dixon?

—Cállate.

—Sobre lo de hoy, no sé si podremos desprendernos de tanta gente para la salida —dijo Lara.

—Ese lugar es una buena opción —respondió Daryl—. Vamos a ir.

—Sí —respondió Lara cuando ella y Daryl llegaron a la cerca—. El asunto es que, anoche, se nos acumularon bastante. Hay varios más cerca de la torre 3. Se está poniendo igual de grave que el mes pasado.

Los caminantes se estaban amontonando contra la cerca, y lo habían estado haciendo durante unos meses. Tenían un equipo en la cerca lidiando con ellos, pero matar a un caminante solo aseguraba que otros tres tomaran su lugar, y se estaba poniendo feo.

—Ya no se dispersan —dijo Lara.

—Mientras más seamos aquí, más de ellos atraeremos —respondió Daryl—. Si quedan bastantes cerca de la cerca, se empiezan a juntar.

—Empujando las cercas, otra vez —dijo Lara—. Es manejable, pero si no lo controlamos... no lo será por mucho tiempo. Lo siento, Pookie.

Daryl dejó escapar una risa seca y empujó a Lara con el codo—. No me llames Pookie.

—Está bien, Pookie.

Daryl se giró para mirar a Lara y, antes de que ella pudiera protestar, la levantó sobre su hombro. Dejó escapar una carcajada cuando Daryl dio varias vueltas, lo que provocó que la gorra de Lara saliera volando de su cabeza y aterrizara en el suelo.

—¡Mi gorra!

—No me llames Pookie.

—¡Agarra mi gorra!

—Hazlo tú.

—Lo haría si estuviera en el suelo.

Daryl la bajó y ella le besó la nariz brevemente antes de agacharse para recuperar su gorra. Ella tiró de él y Daryl la miró—. No sé por qué te pedí que te casaras conmigo. Eres molesta.

—Tienes muchas otras personas —dijo Lara.

Daryl envolvió un brazo alrededor de sus hombros, atrayéndola hacia él para que su espalda quedara contra su pecho—. Sí, pero ninguna de ellas eres tú.

Lara se rió—. Eres muy tierno.

—Mujer, te lo juro...

—Bien —dijo Lara riendo—. Dejaré de molestarlo, señor Dixon.

Daryl puso los ojos en blanco mientras soltaba a Lara—. ¿Saldrás con nosotros hoy?

—¿Irá Glenn? —preguntó Lara.

—Sí, ¿por qué? —preguntó Daryl antes de suspirar—. No, no de nuevo.

—¡Beyoncé, cariño! —dijo Lara en voz alta.

En su última salida juntos, Glenn y Lara encontraron una vieja tienda de CDs y agarraron el CD que pensaron que molestaría más a Daryl. Eligieron a Beyonce, porque pensaron que él era más del tipo "cualquier cosa menos Beyonce" y, por lo tanto, cuando salieran, Lara y Glenn siempre estarían cantándole Beyonce.

—No vendrás.

—No depende de ti —le recordó Lara.

Dos horas después, Lara estaba lista para irse con el resto. Daryl tenía su motocicleta, y Lara saltó a la parte trasera antes de que pudiera protestar. No le gustaba tenerla en la parte trasera de su motocicleta porque si él tuviera un accidente y ella terminara lastimada, nunca se lo perdonaría.

Mientras salían por las puertas, Lara le señaló a Michonne a Daryl, quien dejó que su motocicleta se acercara a ella y a Rick—. Miren quién regresó.

Michonne sonrió—. No lo encontré.

—Me alegra verte entera —respondió Daryl.

—Estoy pensando en buscar cerca de Macon —dijo Michonne—. Vale la pena intentarlo.

—¿110 km de caminantes? —preguntó Lara—. Podrías encontrate con algunos que no sean amigables. ¿Realmente vale la pena?

—Iremos a revisar el lugar importante —le dijo Daryl a Rick—. Del que te estaba hablando, sólo para ver.

—Sí, yo tengo que salir a revisar las trampas —respondió Rick—. No quiero perder lo que atrapemos por culpa de los caminantes.

—Yo iré —ofreció Michonne.

—Acabas de llegar —dijo Carl.

—Y volveré —respondió Michonne.

Lara deslizó sus brazos alrededor de la cintura de Daryl—. Vamos, Pookie.

—Mujer, te haré sentar en el auto —amenazó Daryl.

—Está bien, lo siento —dijo Lara—. En realidad te encanta.

—Claro que no.

Lara sonrió. Ella y Daryl realmente habían avanzado en su relación. Actualmente compartían una celda juntos y eran más felices de lo que lo habían sido en meses. Estaban felices solo de estar comprometidos, porque no había prisa. Actualmente, estaban a salvo y tenían tiempo para planificar. Aunque ni Lara ni Daryl estaban a favor de una gran ceremonia, Carl quería hacer algo especial para ellos, así que lo dejaron a cargo de los planes.

Habían mantenido su compromiso en secreto durante mucho tiempo, y cuando Daryl accidentalmente la llamó su esposa y Patrick dejó caer la cuchara por la sorpresa, fue entonces cuando se dieron cuenta de que no había forma de seguir ocultándolo. Todos sabían que estaban juntos, pero nadie sabía que era tan serio, a pesar de que les aseguraron a todos que aún no estaban casados.

Mientras salían por las puertas de la prisión, Lara sonrió. Esta era una vida a la que podía acostumbrarse, si eso significaba pasar todos los días con Daryl.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro