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"Sherlock Holmes" [Juicio]

N/A: No morí, pero perdón, la vida, ojalá les guste ésta cosa, si todavía la sigue alguien idk. ♥

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Los otros se quedaron viéndonos mientras nos abrazábamos y Yuuki lloraba, de seguro siendo tachado de hipócrita por algunos, pero está bien, supongo ahora no le importa eso.

— Ya deja la bipolaridad, Akigawa. — Se quejó Akira chasqueando la lengua, estaba igual de molesto que siempre, o posiblemente un poco más.

Yuuki se soltó de mi abrazo y se levantó del suelo, aun llorando, y miró a Akira a los ojos por un momento, ninguno de los dos dijo nada, y podía ver a Namine emocionada murmurando la palabra ''Ship'' como si se tratara de un trabalenguas; Yuuki se secó un par de lágrimas, cerró su mano como un puño dispuesto a propinar el primer golpe que resultaría en pelea, pero en su lugar tambaleó y abrazó al estafador, y continuó llorando.

— ¡Akigawa, suéltame! — Exclamaba Akira molesto, tratando de hacer que Yuuki le soltara, pero todo en vano, ambos tenían casi la misma cantidad de fuerza

— Sería muy lindo ver cómo terminan besándose, pero tenemos una investigación que hacer — Interrumpió Hikari juntando sus manos y entrelazando sus dedos a la altura de su pecho — Ustedes quédense... Los otros salgamos, vamos Zen, tenemos trabajo

Hikari se acercó a mí, me tomó del tirante derecho y me haló fuera del gimnasio, de ahí me llevó hasta la cafetería, en dónde seguía la primera caja, acercándonos a ambos a ella, supongo que para que yo la abriese e investigase, como su secuaz, o esclavo, cualquiera de las dos podría sonar correcta, aunque creo que soy más esclavo que cualquier otra cosa, pero es divertido.

— Muy bien Zen, abre la caja y examina — Me pidió cruzándose de brazos a mi lado derecho observando la caja, yo estaba enfrente de ella, eventualmente.

Hice como ella me pidió y abrí el lugar en dónde las orejas de Yukine estaban contenidas, tomé una con mi mano y la levanté a la altura de mis hombros, pude notar cómo mi mano lograba temblar levemente mientras la sostenía, era blanda pero al mismo tiempo rígida, por lo menos el algunas partes lo era, me gustaba tocarla, aunque diese asco también.

— ¿Qué pasó antes de que todos llegásemos al gimnasio? — Me interrogó Hikari sacando su Manual del Estudiante, dispuesta a anotarlo como testimonio.

— Uhmm... Cuando nosotros llegamos vimos la caja, y yo fui quién la abrió, Yuuki tomó una oreja, inmediatamente después Yukine entró a la cafetería — Ahí tomé una pequeña pausa para respirar un poco, luego proseguí — Cuando Yuuki le dijo, Yukine casi se pone a llorar, luego salió de la cafetería a llamar a todos los que no estaban, pero nunca volvió, luego llegaron todos, fin.

— Pero... Éstas son las orejas de Yukine, ¿Acaso alguien se las cortó de antemano? — Me preguntó, confundida, no tenía mucho sentido si se pensaba bien — O son de alguien más... No, eso es imposible

— Son las orejas de Yukine, sí, alguien debió hacer algo para que estos dos eventos chocasen — Razonó Miuna apareciendo por la puerta, y mientras entraba a investigar con nosotros, su pie derecho chocó con algo en el suelo — Me asusté un momento — Confesó suspirando y agachándose para alcanzar el objeto con sus manos y poder verle de cerca

— ¿Qué es eso, Miuna? — Pregunté dejando la oreja en la caja y acercándome a la chica, solo por curiosidad, como siempre.

— Es el Manual del Estudiante de alguien — Respondió viendo la cosa de cerca, ¿Acaso siempre habrá un Manual del Estudiante involucrado en todos estos asesinatos horribles? — No sé de quién es, no lo puedo encender... Debió hacer algo para que no lo descubriésemos

— Espera, déjame ver — Pidió Hikari también acercándose a Miuna y le arrebató el Manual del Estudiante de las manos para examinarlo mejor, intentó prenderlo de varias maneras, le pegó suavemente con la palma derecha en la pantalla mientras lo sostenía con la otra, también intentó hablarle, e incluso le mordió una esquina, pero nada, estaba bloqueado

— Supongo que... Bueno, tal vez si solo... — Dije tomando el aparato con delicadeza de la mano de Hikari, luego saqué el mío y los junté — Tal vez se encienda con la voz de alguien, podemos intentarlo

Ambas asintieron a mi idea y los tres nos sentamos en la gran mesa del comedor, yo en el centro, a mi diestra Hikari y a mi siniestra Miuna, ambas con la vista fija en ambos Manuales Electrónicos y haciéndome sentir un tanto nervioso.

— ¿Y cómo ayudará el tuyo? — Preguntó alguien más, justo detrás de mí, asustándome con su... Ambigua voz. Me aferré a mi asiento mientras una lágrima se formaba en mi ojo derecho, no sé si ellas se asustaron tanto como yo, pero me dio miedo.

Soy un dramático ahora que lo pienso.

— ¡Eres un puto! — Exclamó Miuna con la cara sonrosada viendo a la persona, era la primera vez que la veía tan molesta, y daba un poco de miedo.

Con curiosidad voltee a ver a la persona que estaba justamente detrás de mí, se trataba de Umito, quién tenía una sonrisa culposa y los ojos llenos de curiosidad, con un gran brillo en sus globos oculares abiertos de par en par, posiblemente por la luz de la cafetería.

— ¿Umito? — Interrogué ladeando mi cabeza y secando esa lágrima en mi ojo derecho con mi puño correspondiente — ¿No deberías estar con Aaron o algo así?

Él guardó algo de silencio por un momento mientras divisaba la distancia de la cafetería, posiblemente el jardín del fondo, sus ojos retenían cierto pesar.

— Se cansó de mí, y nadie más me quería en su 'grupo' de investigación — Razonó, vista aún fija en la distancia y sus manos jugueteando a la altura de su pecho — ¿Qué hacen?

Sentí como Hikari y Miuna se miraron entre ellas frunciendo el ceño, y alguna de las dos estaba a punto de negarle estar con nosotros, pero pobre Umito, podía ser un poco... Inútil, pero aun así era nuestro amigo, no podía alejarlo así, sería cruel.

— Encontramos éste manual y no sabemos de quién es, no se puede encender — Dije rápidamente, cortando la posibilidad de negarle la investigación con nuestro 'grupo', después de todo es un detective.

— ¿Puedo verlo un momento? — Preguntó, le había entrado cierto interés cuando mencioné que había un Manual del Estudiante involucrado, obviamente yo asentí y se lo entregué, lo puso muy cerca de su rostro, y comenzó a ver cada detalle, pedacito por pedacito, parecía muy obsesivo — Es de Akigawa — Sentenció de manera firme.

Miuna abrió sus ojos de par en par, al igual que Hikari, ambas se asombraron mucho, yo solo me asusté, ¿Por qué el Manual de Yuuki estaría en el suelo? Aunque me da miedo saber la respuesta.

— ¿Cómo lo sabes? Solo lo viste como psicópata — Interrogó Hikari escéptica, había arqueado una ceja y no confiaba en la palabra del detective, siendo ella novelista de misterio debería saber que los detectives son confiables... Supongo que lo son, no estoy realmente seguro.

— Sencillo, hace unos días Yuuki se chocó con una pared de la cafetería por andar distraído con su cosa — Bromeó con una pequeña sonrisa mientras nos mostraba el Manual del Estudiante de Yuuki — Ritsu y Niwa se burlaron un poco y él se quejó de haber rayado la pantalla.

Y era cierto, había un pequeño rayón en la pantalla, aunque no recuerdo que eso haya pasado, ¿Acaso es un complot o algo así?

— Ah, esa mañana llegaste tarde Zen, por eso no estabas enterado — Aclaró Miuna, ya me estaba asustando, por un momento llegué a pensar que vivía en una realidad alterna en la que eso no había pasado, pero que suerte que no.

— Ah, ya me estaba asustando — Confesé soltando una risita y entrecerrando mis ojos con una sonrisa, eso me pasa por llegar tarde.

— Volviendo al tema, tenemos que encontrar alguna manera de poder encender esto, puede tener alguna pista importante — Volvió a decir Umito con una seriedad envidiable, entregándome nuevamente el aparatito.

— Es sencillo, puedo usar mi aplicación misteriosa — Respondí con una sonrisa, poniendo el Manual nuevamente en la mesa al lado del mío, Umito todavía tenía esa gran curiosidad en él, podía sentirlo.

El detective rápidamente corrió hasta el otro lado de la mesa y se sentó en frente para ver todo en primera fila, concentrado en encenderlo, como si no fuese el mismo Umito, me asustaba.

— Uhmm... ¿Con qué palabra deberíamos intentar? — Preguntó Hikari mientras yo encendía mi Manual e iba directamente a esa aplicación genial que poseía, el modulador de voz. — Propongo 'Akigawa', el ego de ese chico es grande.

Asentí, y así fue como grabé primeramente el apellido de Yuuki, y luego lo reproduje con su voz para ver si esa era la contraseña, pero no, su Manual del Estudiante seguía igual.

Pude ver como a Umito se le iluminó el rostro luego de un momento de silencio entre los cuatro, tomó mi Manual y en voz baja grabó algo, me regresó mi Manual y cuando el audio cargó lo reproduje... Funcionó, fue escalofriante, no porque hubiese algo en el Manual, de hecho era la pantalla de inicio... Lo único es que, la clave era 'Yukine'.

— Wow, perdimos nuestro tiempo, aquí no hay nada sospechoso — Exclamó Hikari con sarcasmo luego de analizar el recién encendido Manual de Yuuki. — Somos chismosos de barrio profesionales, de seguro se le cayó a Yuuki y ya.

Umito suspiró de manera pesada y bajó la cabeza, Hikari se veía frustrada, y es cierto, gastamos tiempo crucial con eso, aunque puede ser importante.

— De todas maneras lo registraré como pista, esto es importante — Dijo Miuna arrebatándole de las manos el Manual a Hikari, y guardándolo quién sabe dónde. — Iré a interrogar a Yuuki acerca de esto, ¿Hikari, me acompañarías?

Hikari asintió recobrando la alegría y ambas salieron disparadas de la cafetería, dejándonos a Umito y a mí solos, y con un silencio un poco raro, el detective estaba pensando, algo un poco nuevo en él.

— Zen, acompáñame, iremos a hacer verdadero trabajo de detectives — Me dijo en un tono muy neutral con una mano en la barbilla, su aura era un poco como la de los mafiosos de las películas, pero como... Un mafioso bueno, porque Akira es el mafioso malo, creo.

Tranquilamente ambos fuimos caminando hasta la entrada del segundo piso, en dónde estaba Ritsu, investigando la caja de cerca que ahí se encontraba.

— Disculpa, Ritsu, ¿Nos permitirías? — Preguntó Umito tocándole levemente el hombro derecho a la ilusionista, ella se asustó un poco con el actuar de Hori y asintió, abriéndonos paso para investigar, o bueno, él lo haría, yo solo soy Robin.

Umito como todo un profesional comenzó a examinar ese torso, tenía ropa limpia a pesar de que la piel estuviese toda ensangrentada, eso me relataba Hori, y al mismo tiempo me pidió que lo anotase todo, me habló de que no tenía marcas de forcejeo en las muñecas, todo estaba en orden, parecía que no había nada extraño en él.

— Eso es todo, con esto tendremos suficiente — Concluyó el detective levantándose del suelo y limpiándose polvo imaginario de sus manos, como si fuese un trabajo serio, yo solo le seguí, como un niño pequeño

— Pero, ¿Y la causa de muerte? — Interrumpió Aaron llegando al segundo piso, junto con Akira, no había rastro de Yuuki cerca, de seguro estaba en la lavandería siendo interrogado por Hikari y Miuna.

— Fácil, un corte en la garganta — Respondió Umito encogiéndose de hombros, Aaron no se veía convencido — Te relataría a detalle, pero prefiero guardarlo para el juicio.

Con eso Umito se retiró, sintiéndose como todo un chico genial, o algo así, ojalá no falle.

— Oficialmente Hori perdió un tornillo — Concluyó Akira acercándose a mí. — Morimoto, tenemos un tema que tratar. — Sentenció de manera fría, me tomó de la camiseta, y me arrastró hasta el fondo del segundo piso

♦Hiro Takemiya♦

Pasé por los pasillos filmando, no había nadie, pero sí grabé cómo la señorita Miuna y la señorita Hikari se llevaban a rastras al señor Yuuki hasta la lavandería, hubiese sido una perfecta pelea, como la de la otra vez en la cafetería, pero no quería parecer entrometido.

Seguí caminando hasta llegar al salón audiovisual, estaba solo, ¿Acaso a nadie le importan las manos más que a mí? Son importantes, todo es importante al momento de grabar la mejor película.

Me acerqué a grabar la caja, la habían dejado abierta, todo parecía en orden, sal marina, sangre y, claro, manos cortadas de una manera irregular, no era un corte limpio, como si el asesino estuviese nervioso al momento de desmembrar el cuerpo sin vida de la señorita Yukine.

— ¿Qué tanto ves? — Me preguntó la señorita Namine apareciendo por la puerta, había sentido su presencia, y la sentí caminar hasta quedar a mi lado, todo éste tiempo pensé que se encontraba con el señorito Zen.

— ¿Si ves ese corte? El asesino estaba nervioso — Le informé de manera rápida para continuar la grabación, los ojos no tenían nada raro, estaban en perfectas condiciones.

— Oh, ya veo, eres observador Hiro — Me felicitó la chica dándose cuenta de mi descubrimiento, al parecer no era detallista. — ¿Es por tu cámara, no?

— Sí, es muy precisa, por eso la adoro — Le confesé sonriendo mínimamente, todavía recuerdo cuando me la obsequiaron, el día más feliz de mi vida. — No sé qué haría el día que le pasase algo.

— ¿Tienes el cargador de tu cámara? — Interrogó de un momento a otro, había sido una pregunta peculiar, ¿Por qué le interesará a la señorita Namine? Bueno, realmente no me importa.

— No, desperté sin él. — Respondí en un suspiro, asustado de la idea de que a mi preciado artefacto se le acabase la batería.

— Cuando se te acabe o esté cerca de acabarse tu batería avísame, sé cómo recargarlo. — Me informó la chica, que amable, tal vez no sea tan malo hablarle a los otros de vez en cuando, aunque realmente adoro estar con Emiko, me parece muy tierno cuando se acomoda sus gafas.

Mantuvimos el silencio hasta que terminé de grabar, me despedí de la señorita Namine y me fui a grabar otra cosa antes del juicio, ya sonaba muy interesante, confieso que me emociona.

♦Zen Morimoto♦

— Ya veo... — Me respondió Akira en un tono pensativo, habíamos terminado de conversar a la distancia del segundo piso... Y de hacer otras cosas también, Akira se había enfadado conmigo, bueno no, pero siempre suena a que está enfadado.

*Ding Dong, Bing Bong*

— ¡Mi hora favorita, juicio, juicio! — Era Monokuma anunciando el juicio, al parecer le encantaba a ese oso — Ya dejen sus cosas de maricas y vayan a ya saben dónde, no olviden agarrarse~

*Ding Dong, Bing Bong*

Perfecto, ya era hora de arriesgar nuestras vidas por descubrir al culpable como si fuese Clue, pero más difícil, y sacrificando las vidas de la gente con la que convivo, que desesperanzado...

Todos nos reunimos frente a la puerta roja, visualicé a Namine más cerca de la puerta de lo que yo estaba y me tranquilicé, no había podido estar con ella todo el tiempo que tuve que estar acompañando a Hikari y a Umito... Y a Akira, casi lo olvido.

Emiko se ofreció a abrir la puerta y todos entramos, luego ingresamos al ascensor dispuestos a bajar como si fuese una montaña rusa, y como la última vez el ascensor bajó tan rápido que hubiésemos terminado pegados al techo si no estuviésemos preparados, agarrándonos de las paredes como si de eso dependiese nuestra vida.

Yo fui el segundo en salir del ascensor, justo detrás de Umito, estaba decidido, dispuesto a enfrentar todo lo que viniese... O algo así, puede ser mi amigo y todo, pero es un poco inútil...

La sala seguía igual que la vez anterior, ¿Acaso éste oso le tenía presupuesto a todo excepto a la ésta sala? Rayos, pobre Monokuma.

Nos ubicamos sin decir nada en nuestros sitios correspondientes, los cuales seguían siendo los mismos, tenía a Namine en frente y demás.

— ¡Muy bien, volveré a explicarles las reglas de ésta Clase de Juicio! — Vociferó Monokuma con entusiasmo, pero del maligno, en cualquier momento nos iba a maldecir, ya lo espero. — Todos debatirán acerca del asesinato de Mitsuki Yukine, si aciertan solo ejecutaré al asesino, pero si fallan... ¡Morirán todos, todos les digo! Menos el asesino... ¡Empiecen de una vez, me da curiosidad!

*~Juicio de clase: En sesión~*

— Muy bien, ya hemos pasado por esto, podemos hacerlo otra vez — Miuna fue la primera en tomar la palabra, se escuchaba seria, como cuando se molestó con Umito tiempo atrás. — Hikari, ¿Nos relatarías, por favor?

Soy yo o... ¿Miuna y Hikari se volvieron cercanas? Es un poco sospechoso, aunque me atemoriza.

— Claro. — Respondió Hikari, también de manera firme, y frunciendo levemente el ceño. — Yukine fue asesinada y luego su asesino la desmembró, de seguro obtuvo las cajas y la sal marina de noche, siendo también esa noche dispersó todo su cuerpo hasta como lo vimos hoy.

— ¡Hikari, eso es incorrecto! — Exclamé justo cuando terminó de relatar, no quería interrumpirle, es descortés.

— ¿Qué es incorrecto, Zen? — Me interrogó cruzándose de brazos, como si me desafiase, con la postura y la mirada, si... No fuésemos amigos.

— Es que el asesino no consiguió la sal marina, fue Yukine quién lo hizo. — Confesé, haciendo que los ojos de Miuna y Hikari se abriesen de par en par, sus puestos estaba un poco alejados una de la otra, pero tenían comunicación telepática, algo así como aliens.

— ¿Y cómo lo sabes, acaso la espiaste? — Preguntó ésta ves Yuuki, se escuchaba molesto, o quizás... Celoso, incluso ambas.

— ¡N-no es eso! Namine y yo la encontramos en la cocina, nos pidió ayuda porque estaba buscando sal marina para pintar una cascada — Expliqué, un poco nervioso por el comportamiento de Yuuki, él y Yukine eran buenos amigos, debe sentirse muy mal, es entendible.

— ¿Algo que agregar acerca de la estúpida sal? — Akira ya estaba molesto, cansado de la charla, era eso o quería llamar la atención.

— Ya puedes hablar Akira, nadie te va a interrumpir. — Le respondió Miuna cansada rodando los ojos, parecía casi el final de una discusión entre una pareja, me parece gracioso.

— Perfecto. — Fue lo único que el estafador dijo en respuesta antes de tomar una bocanada de aire y comenzar a relatar. — El nuevo presidente de la arrogancia y la falta de profesionalismo declaró que conocía la causa de la muerte, un corte en la garganta, y quiero saber la razón.

Con ese "Nuevo presidente de la arrogancia" se refería a Umito, aunque era muy torpe como para fingir arrogancia, o de verdad tener un lado arrogante, aunque iría con su vestimenta, es demasiado llamativa.

— Cuando Zen y yo estuvimos revisando el torso noté una marca muy extraña en el cuello de Yukine — La relatoría de Umito comenzó de manera súbita apenas Akira le había llamado a declarar sus afirmaciones, se notaba seguro de sí mismo, tal vez demasiado, y tenía su nariz puesta en alto, como si nos mirara a todos como inferiores a él. — Habían dos cortes, el primero más abajo que el segundo, y de manera más superficial también, primero le cortó la garganta y después de desmembrarle piernas y manos fue por la cabeza, sin darse cuenta que ese corte fue un poco arriba que el original.

— ¡Eso es falso! — Exclamó –Sorprendentemente- Hiro, con cámara en mano, apuntando con la derecha en dirección al detective, con ánimo de destrozar su argumento. — ¿No consideraste la opción de que el asesino estuviese nervioso? Los cortes no son perfectos si las manos sienten temblor, además, es un cuello, nadie en su sano juicio cortaría una cabeza con tanta facilidad, esto no es ficción.

— Pero, es que el corte... — Umito se quedó con las palabras atragantadas en la boca, no sabía qué argumentar en contra de eso, sus pensamientos al parecer no se podían conectar, su expresión quedó en blanco, y las pupilas de sus ojos se movían con rapidez.

— Entonces, consideremos a Hiro, él niega a Umito, ¿No es así? — Tentó Yuuki, había recobrado algo de su confianza, mientras mantenía una sonrisa de burla en el rostro, y signos de provocar al director tal vez.

— Él no... Haría nada así... — Interrumpió Emiko, en su tono leve y neutral de siempre, recuerdo que la última vez desapareció y reapareció en su habitación por participar mucho, ¿Ésta vez sucederá igual? — Él no es... Un monstruo... Como tú.

— ¿Qué? ¡No he hecho nada, Yakumo, desvarías! — Argumentó Yuuki en defensa propia, ¿Acaso ahora tendrían una batalla por eso? ¡Ah! si pudiese iría por unas palomitas.

Emiko se mantuvo en silencio un poco, se acomodó sus lentes y retomó la palabra, noté cómo aguantaba una sonrisa.

— Solo bromeo — Respondió la chica tapando su boca para no reír, al parecer le causó mucha gracia la reacción de Yuuki. — Los disparates tienen su encanto.

— Éste no es momento para bromas Emiko, estamos resolviendo un caso — Interrumpió Miuna, seguía molesta, se estaba tomando esto muy enserio. — Si no van a aportar nada importante no se molesten en hablar.

Hubo un silencio penumbroso luego de eso, algunos – Como Hikari y Akira – se habían quedado pensando, y algunos otros, – Yo por ejemplo – quedamos sin hacer o decir nada, en blanco,

— ¡Pero ambos cortes tienen una fecha diferente! — Acusó Umito, rompiendo el silencio que Miuna había formado, contraatacando a Hiro, tal vez.

— Bravo Hori, tarde, muy tarde. — Aplaudía Akira con una media sonrisa de cinismo en el rostro, es cierto, su argumento se había demorado un poco, no evité no soltar una risita. — Idiota.

— Oh, me había quedado pensando una respuesta. — Umito se encogió de hombros y respondió con inocencia, como si no se hubiese dado cuenta del ambiente anterior a éste, ahora la mayoría reía, y lo escondía.

— Pero... No eres forense para saberlo, apenas si miraste el cuello cuando fuimos al segundo piso. — Comenté, un tanto inseguro, era cierto, apenas si vio de reojo el torso y luego nos largamos, Akira me había llamado para hablar entonces...

— Umito estúpido, ¿Sabes qué? Mejor mantente en silencio — Aaron le había respondido de una manera fría, pero antes eran amigos, ¿Habrá pasado algo? Oh, pobre Umito, lo insultan mucho.

— Si ahora suponemos que no fue una muerte por corte en la garganta, ¿Alguna idea de qué pudo haberlo provocado? — Interrogó Miuna, al parecer ya no le quedaban ideas, lo bueno de éste juicio es que siempre hay interrogantes que alguien podría resolver, manteniendo la conversación en movimiento.

— ¡Tengo una posible respuesta! — Informó Mirai, quién hasta ahora había estado algo callada, me pregunto por qué. — Antes de que Umito decidiese hacerse el inteligente y argumentar algo sin fundamentos, dediqué un buen tiempo a examinar el torso, y descubrí que en su estómago había una gran herida vertical atravesándole.

— Pero... Su ropa estaba limpia. — Comenté con inseguridad, resguardando mis manos en los bolsillos de mi pantalón, había comenzado a hacer un poco de frío, o bueno, yo uso poca ropa. — ¿Cómo pudo no mancharse?

— Zen, eso es sencillo — Me llamó Namine, y todos fijamos su atención a ella, aunque solo me hablaba a mí, es muy dulce. — Mientras no estuve contigo ni con Hiro, me tomé la molestia de revisar el dormitorio de Yukine, y encontré su pijama ensangrentada en el pequeño basurero del baño... Además, también encontré el arma homicida.

— Muy bien Nadeko, tú si eres útil, no como otras personas que me avergüenzo de conocer. — Le felicitó Akira fingiendo una sonrisa, y al mismo tiempo lanzándole una fea indirecta a Umito, aunque ambos hicieron caso omiso.

— Namine, ¿Podrías describirnos mejor el arma homicida? — Pidió Hikari, interesada, pero también le hizo caso omiso, como si no los hubiese escuchado, me pregunto por qué lo hace.

— Zen sirve para algo y pregúntale a tu novia, por favor. — Bromeó Yuuki, pidiéndome que le preguntase lo mismo Namine, pero no pude evitar notar que sus mejillas se sonrosaron un poco con el comentario de Yuuki, aunque... Supongo que las mías igual, sentía el calor.

— Y-ya los escuchaste Namine, ¿Por favor? — Traté de sonar un poco compasivo, admito que sentía algo de miedo, pero siempre soy así.

— Claro Zen. — Me dedicó una dulce sonrisa mientras solo me miraba a mí, algo está mal, antes le hablaba a todos en el juicio, pero ahora solo me habla a mí, ¿Acaso ahora le da pena hablar?. — Aunque, de hecho hay dos armas homicidas, un lápiz de dibujo y un cuchillo de la cocina.

— ¿Qué? — Exclamó Yuuki, sin entenderlo del todo. — ¿Cómo mierda se puede usar un lápiz para matar a alguien?

— Ah, una vez escribí sobre ello, si la punta está lo suficientemente afilada perfectamente podría hacerse pasar por un arma corto-punzante. — Mencionó Hikari, hablaba al mismo tiempo que pensaba, y también recordaba sus cosas de escritora. — Pero no me cuadra, ¿Había algún único orificio en el cuerpo?

— No, pero pudo ser el causante de la larga herida del estómago. — Tomó Mirai nuevamente la palabra. — Verán, la herida del estómago no es tan profunda como pensada, quería investigar de verdad, y noté que era un tanto irregular, en el centro del estómago había un muy profundo orificio, el resto fue una línea dibujada con algo que no causó tanta profundidad.

— Entonces, el asesino le enterró el lápiz a Yukine en el estómago mientras ella usaba su pijama, y luego, el asesino intentó esconder el orificio haciendo una gran línea vertical, la desmembró y luego le puso su ropa, después metió sus partes en cajas, sal marina y lo que siga, ¿Concuerdan? — Habló Akira para aclarar cómo iba todo hasta el momento, yo asentí enérgicamente, mientras que los otros respondían 'Sí', o también asentían, nadie se quejaba. — Perfecto, todo muy bien, pero aún no sabemos quién es el asesino, así que no tiene sentido, gracias, desperdiciamos el tiempo.

— ¡Upupu!, el reloj corre, hijos de... ¡De sus madres! — Monokuma se había mantenido callado todo este tiempo, y no nos había maldecido tampoco, bueno, ya que.

— Ahora que lo mencionas Akira, tenemos a un muy sólido sospechoso. — Mencionó Hikari, mirando de reojo a Yuuki, bueno, se veía muy inocente para mí.

— ¡Antes de cualquier cosa! — Interrumpió Monokuma, exaltado, pero no por sorpresa o preocupación, tal vez quería ganar tiempo... No lo sé, pero algo de él no me encajaba en ese momento. — ¡Haremos una pausa de cinco minutos!... ¡Y-y para que quede claro, el primero que hable más burro será! — Luego de eso desapareció, dejándome en lo personal un poco desconcertado.

*~Juicio de clase: En pausa~*

♦Tercera persona♦

Los doce estudiantes habían quedado con muchas dudas atragantadas en la boca, ¿Qué había pasado con Monokuma en aquel momento? Claramente, todos le escucharon titubear, pero nadie podía discutir al respecto de aquella interrupción tan abrupta, si bien había sonado infantil, todos sabían que podían morir si decidían emitir un sonido, ya que, si no recuerdan, Yumiko murió por eso.

Akira había quedado algo molesto, el oso había sido muy mal animal al no dejarle saber quién era el sospechoso, solo lo sabían cuatro personas, Umito, Hikari, Zen y Miuna, y posiblemente también a la persona a la que se referían, Yuuki.

Los cinco minutos de silencio que había sentenciado Monokuma fueron más que eternos, Aaron ya no podía mantenerse en pie de lo aburrido que estaba, quería continuar conversando, discutiendo, y aunque no participase tanto como Hikari o Akira, le encantaba verlos, le parecía interesante, al igual que Ritsu.

Por otro lado, Umito ya se había acostumbrado al silencio, desde que lo mandaron callar sintió ese pequeño odio en la boca de su estómago que le invadía y movía todo por dentro, de verdad quería participar, tenía tantas teorías e ideas, tal vez él resolvería quién es el asesino, aunque ellas ya tenían el juicio en sus manos, aunque sabía que algo de todo esto no cuadraba.

Ya habían pasado tres minutos, y todos se morían por continuar, Hiro había pausado su grabación, no tendría sentido, con una toma corta de aquello había sido suficiente, hasta él estaba cansado de guardar tanto silencio, ¡Que se acabase ya, por favor!

Cuatro minutos, uno más y ya, podrían continuar, Namine los contaba cuidadosamente en su mente, para distraerse y no car en la tentación de hablarle a Zen, quién se había sentado en el suelo a descansar un poco, casi dormía, de seguro por lo tarde que era, de seguros las ocho o nueve de la noche.

— ¡Ya volví, ya volví! — Anunció Monokuma, apareciendo nuevamente a su gran y chillón trono con incrustaciones de gemas preciosas, sus patas ahora estaban ocupadas por palomitas y una bebida, ¿Qué? Al parecer el oso solo se había preparado para el resto del juicio, lo que molesto a más de uno. — Solo fui por comida, esto se pondrá bue-no, lo digo desde ya.

Nadie dijo nada, la regla de callarse seguía en pie, y ninguno quería morir justo en ese momento, la idea del juicio les carcomía la cabeza.

— Sí, sí, pueden hablar ya... Parecen perros, Dios. — Se quejó Monokuma, no había pensado que se lo tomarían tan enserio.

*~Juicio de clase: Recesión~*

♦Zen Morimoto♦

— ¡Extrañaba hablar! — Se quejó Umito, sintiéndose liberado, aunque... Él no podía hablar desde antes, ¿No?

— Tú cállate Hori, ninguno de nosotros te permitió hablar — Le amenazó Akira, apuntándole con el dedo, para luego volver a ignorarle. — Ahora Hikari, ¿Podrías revelar quién es tu dichoso sospechoso?

Hikari se había distraído un poco, no sé con qué, pero recobró la conciencia apenas Akira le llamó devuelta a la realidad, tal vez se había quedado pensando en cómo Yuuki podría ser el asesino.

— Ah, claro, Miuna encontró el teléfono de Yuuki en la cafetería cuando fui a investigar con Zen — Respondió ella, retomando su confianza anterior, supongo que Monokuma sabe algo que nosotros no respecto a él, por algo paró el juicio.

Miuna sacó de Dios-sabe-donde el Manual del Estudiante de Yuuki, fue hasta ese momento que el titiritero se dio cuenta de que no lo tenía consigo.

— Ya decía que algo me hacía falta... — Fue la respuesta vaga que Yuuki dio, con sus ojos abiertos como platos, fijos en su aparato, que estaba en manos de Miuna. — Nunca me dijeron que lo tenían cuando fueron a interrogarme.

— De todas maneras no encontramos nada en él, no valía la pena preguntarte por ello. — Miuna se encogió de hombros mientras lo decía, restándole importancia, y volvía a guardar el pequeño aparato en yo-no-sé-dónde.

— ¡Esperen un momento! — Interrumpió Umito de manera agresiva. — Zen, ¿No habías mencionado que cuanto tú y los otros llegaron y encontraron la caja Yukine apareció?

— Oh, sí... — Respondí, un poco extrañado, no recuerdo habérselo dicho, tal vez lo escuchó mientras hablaba con Hikari, y nos había espiado desde hacía un tiempo.

Los otros quedaron un poco confundidos, pude ver cómo los labios de Miuna formaban un "¿Y eso qué tiene que ver?", los otros tampoco entendían.

— ¿Qué? ¿No captan? — Preguntó Umito, mirando a todos con extrañeza, pobre, debe sentirse un poco tonto. — ¡La aplicación misteriosa de Yuuki! ¡La Yukine de la mañana era producto de su Manual!

— ¡Tiene sentido! — Concordó Ritsu, emocionándose un poco, como lo estaba Umito. — Pero, ¿Cuándo pudo hacer todo eso?

— Akigawa... Hizo guardia... En la noche. — Mencionó Emiko en su neutral y pausado tono de voz, ahora todo tenía sentido. — También... Tenía sangre en las vendas...

Todos volteamos a ver a Yuuki, había empezado a ponerse algo nervioso, como si lo hubiésemos descubierto, aunque algo aún no me cuadra, Yuuki amaba a Yukine, hasta lloró cuando descubrimos su cabeza, ¡Abrazó a Akira!

— Se me había hecho muy raro haber escuchado pasos anoche. — Rememoró Aaron, un poco pensativo, su habitación está unas cuantas antes que la de Yukine.

— ¡Todo cuadra! — Exclamó Hikari, entusiasmada. — Yuuki nos había indicado a dónde ir apenas todos nos reunimos en la cafetería en la mañana.

Uno en uno comenzaron a relatar cosas incriminatorias hacia Yuuki, señalándole de manera acusadora, él solo podía retraer su cuerpo mientras sus ojos denotaban preocupación, se veía mal, siento mucha pena por él.

— ¡Te aprovechaste de su amistad, traidor! — Le gritó Miuna, algo alterada, ella y Yukine nunca formaron una amistad, pero supongo que Miuna tiene un 'instinto maternal', como cuando nos ayudó con el incentivo. — ¡Asesino!

— Akigawa, me das asco. — Akira estaba muy molesto, tal vez demasiado. — Ni yo haría algo semejante.

Pausé un momento mis pensamientos, y me quedé viendo a mí alrededor, la mayoría acusaba a Yuuki, y todos se veían un poco molestos, excepto Hiro, él estaba emocionado por grabarlo todo, supongo que sería genial para él.

— ¡Esperen un momento! — Gritó el titiritero, quién ya estaba cansado de escuchar tantos insultos contra él, lo veía preocupado y algo abrumado también, pobre. — Yo no lo hice, ¡Soy inocente!

Pero todas las pruebas apuntan a ti, tu coartada fue destrozada, ¡Ríndete, asesino! — Hikari estaba realmente molesta con él, y eso que estaban ubicados al lado, pero ella estaba lo más alejada posible de él, como si fuera la plaga o algo así.

— ¡Claro que no! — Gritó Namine en defensa de Yuuki, la primera vez que la escuchaba de hecho, tal vez ella también se dio cuenta. — Cuando fui a revisar la habitación de Yukine me di cuenta de que todos sus materiales de arte estaban guardados bajo llave, y nadie había forzado el candado... Encontré la llave entre la ropa de su armario... Ella sacó su lápiz...

Todos guardaron silencio, ya no sabían objetar en contra de Yuuki, y sería mejor si yo hablo ahora, no he participado mucho, debería hacerlo.

— Y también, Yukine fue la que buscó la sal marina, cuando iba a preparar té — Mencioné, un poco inseguro, me da un poco de miedo equivocarme. — Ritsu, Umito, ¿No recuerdan? Les había contado ayer, mientras los cuatro tomábamos té...

— En eso... Tienes razón. — Confesó Mirai, un tanto avergonzada, supongo que ahora se sentía mal por lo que los otros habían dicho. — Supongo que... Eso hace a Yuuki un tanto "Inocente"

— Entonces... ¿Yukine quería morir? — Preguntó Hikari, su expresión había quedado en blanco, y no podía culparla, estaban muy confiados de que Yuuki había sido el completo culpable.

— ¡Ella lo hizo! Yo no fui, yo no fui... — Yuuki había entrado en histeria de un momento a otro, sin razón casi aparente, ya habían colmado su tolerancia. Estaba al borde de las lágrimas y también sentía algo de desesperación en él.

— De seguro mientes, todavía me repugnas. — Negó Akira, él tenía una posición firme, se había cruzado de brazos expectante, no cambiaría de opinión tan fácil.

— ¡Lo juro, claro que no! — Yuuki había perdido totalmente la compostura, gritaba, y seguiría gritando para defenderse un poco. — Ella... Ella...

— Akigawa, cálmate por favor, y relata todo, rápido, que no nos queda mucho tiempo. — Aaron estaba tratando de sonar lo más compresivo posible, como un cálido padre que calma a su hijo. — ¿Qué hizo ella?

Yuuki solo negó repetidamente con la cabeza, quería hablar, podía verlo, pero sus palabras no salían, Hikari le abrazó para intentar reconfortarlo, pero no funcionaba, seguía tenso y lleno de desesperación.

— Solo... Voten por ella... — Fue lo último que Yuuki logró pronunciar, antes de que su garganta entrara en la misma desesperación en la que él estaba.

Ya nadie sabía qué decir, por lo que todos mantuvimos cierto silencio, Yuuki de verdad no quería llorar, de seguro se sentía pésimo, quería mucho a Yukine, tal vez quería hacerse el fuerte, pero todos sabemos que está demasiado destruido, su rostro desesperado lo decía todo.

— ¡Upupu! El tiempo ya se acabó~ Y mis palomitas igual, esto me entretuvo un poco, pero esperaba más de ustedes. — Hablaba Monokuma, pero no me importaba mucho lo que decía ahora, y no sé por qué. — Ahora, a votar queridos moribundos, nada de lágrimas por favor~

— Sólo... Por favor... — Yuuki se había calmado un poco, recobró algo de su compostura, pero todavía se sentía desesperado, algo de él me lo decía, y no sé por qué. — Si quieren vivir...

Era la hora de votar, pero no sabía por quién hacerlo, si por Yuuki –quién tenía casi todas las cosas a favor- o por Yukine, aunque no entiendo el porqué de eso, ¿Cómo se mataría ella a sí misma estando Yuuki involucrado? Bueno, es mejor hacerle caso a Yuuki, me cae muy bien, y confío en él, de seguro tiene razón.

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V O T E

Más votado/a: Mitsuki Yukine

C U L P A B L E

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— ¿Cómo? — Fue la primera de muchas preguntas, Miuna ahora estaba más que confundida, no lograba entender. — Yuuki... Pero tú...

— No, yo no la maté... Ella se mató, cometió suicidio — Respondió él, ahora estaba triste, pero no en aquel estado de desesperación anterior, ahora solo estaba en una melancolía extraña. — Yo solo la ayudé a cumplir sus últimos deseos...

— ¿Y cuáles eran esos últimos deseos? — Me atreví a preguntar, intentando no sonar grosero, pero me ganaba la curiosidad, y no solo a mí, a todos.

— Yukine quería... Morir como en su relato favorito... — Respondió Yuuki, de manera vacía, mirando al centro de la sala, como si no tuviese alma, o algo así.

La caja de cartón de Sherlock Holmes — Terminó Hikari la oración, bueno, era una obra de misterio, nada más ni nada menos que de Sherlock Holmes, pero lo dijo como si no se hubiese dado cuenta antes. — Debí suponerlo, la escena del crimen concuerda.

— Tiene sentido. — Continuó Akira, supongo que ahora sentía algo de remordimiento por lo de antes, pobre Yuuki, espero que se disculpe después, y si no le pediré a Hikari que obligue a Akira a que lo haga. — Pero, ¿Por qué el suicidio?

— Ah, eso es muy simple... — Ahora la voz de Yuuki se parecía a la de Emiko, tenue y neutral, casi audible. Ésta vez la respuesta se tardó un poco. — Ella pensó que rompería el juego si votaban por mí, y así todos saldríamos, pero durante el juicio me di cuenta que si votaban por mí todos moriríamos... Y no habría ganador alguno.

— ¡Upupu! Buen razonamiento, mi querido Yuuki-Watson — Le felicitó Monokuma en forma de broma, de muy mal gusto a mi parecer. — Pero, como cierta personita ya falleció... Supongo que no podré ejecutar a nadie en ésta oportunidad, ¡Y eso que estaba emocionado! Bueno, a la próxima me desquito, será fabuloso, ¡Ahora adiós!

Y Monokuma desapareció, dejándonos a todos para irnos de ahí, ya no teníamos nada que hacer en ese lugar, Aaron y Ritsu fueron los primeros en irse, seguidos de Hiro, Emiko, Miuna y Hikari, Umito abandonó luego, estando solo Akira, Namine, Yuuki y yo, al parecer ninguno de los cuatro se quería ir, bueno, esperaba a Namine, ella sí no se quería ir, al parecer tenía algo que decirle a Yuuki, pero él estaba hablando con Akira, ojalá se esté disculpando.

♦Yuuki Akigawa♦

— Akigawa yo... — Comenzó Akira, se veía arrepentido, realmente me lastimó, es un hipócrita, y lo odio. — Lamento lo que dije, de verdad.

— ¿Y por qué debería aceptar tus disculpas? — Interrogué de manera seca, sin pudor alguno, y con el rostro serio, observando a Niwa detenidamente.

— Escúchame un momento, tú haz lo que quieras, pero... — Se detuvo un momento y bajó su mirada para pensar sus palabras un momento, se veía un tanto avergonzado, pero eso no quita que me siga disgustando, y justo cuando le ofrecí mi amistad como ofrenda de paz, creo que me equivoqué. — No importa, recuerda que te pedí mis más sinceras disculpas, y realmente lamento lo de Yukine, ella era realmente una chica muy especial.

Luego de decir aquello solo se marchó, dejándome con una rara sensación en la boca de mi estómago, parecido a las mariposas, pero no era eso, ¿Remordimiento al vez? No lo sé.

Antes de poder marcharme de ahí sentí un tímido toque en mi espalda y me giré para ver a la persona, era Namine, se veía algo triste y un poco compasiva tal vez, ¿Tendrá algo que decirme?

— Yuuki, mientras investigaba en la habitación de Yukine también encontré esto. — La chica sacó de uno de los bolsillos de su pantalón un pequeño sobre de color rosa, decorado con estrellas y pequeñas flores, en un diseño un tanto infantil. — Es para ti, supongo que son sus verdaderos 'últimos deseos'... Hasta mañana.

Nadeko me entregó la carta y luego se marchó en compañía de Zen, huh, ellos son casi que inseparables, la gran mayoría del tiempo están juntos, y Namine casi no le habla a nadie más que él, me pregunto por qué.

Me detuve a observar la carta un momento, en una fina pero tierna letra estaba escrito 'Para Yuuki' con un pequeño corazón que le acompañaba, pero mejor si leía la carta en mi habitación, ya casi son las 10:00pm, y no quiero estar atrapado en la hora nocturna de Monokuma.

[♣Capítulo 2: Terminado]

[♦Estudiantes: 12/15] 

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