''Sherlock Holmes'' [Capítulo 2, parte 2]
Después de una silenciosa caminata, todos llegamos al gimnasio juntos, el oso no estaba por ahí, por lo menos en lo que alcanzábamos a ver, porque podía estar escondido, es pequeño y ruidoso, hasta pudo haberse escondido en el baño o algo.
Todos esperamos unos cuantos momentos en el gimnasio, pero nada, el oso no aparecía, ¿Se había esfumado como humo? Me da miedo, mucho miedo, de seguro planea algo terrible...
- El oso se quedó dormido - Dijo Akira con sarcasmo acercándose a la tarima - Puta farsa...
- ¡Dile eso a tu cabello! - Dijo Monokuma apareciendo de la nada, asustando a Akira mucho, de lo que Yuuki y Aaron se burlaron un poco - Solo estaba terminando unos detallitos, nada importante~
- ¿Y bien? - Preguntó Hikari, ella tenía mucha intriga, y también parecía un poco apurada, como si tuviese cosas que hacer, aunque parecía más un apuro de saber cuál era el incentivo, supongo.
- ¡Ah sí, sí! - Exclamó Monokuma - El incentivo de hoy será muy divertido... Para mí ¡Upupu! - Exclamó Monokuma riendo, me asustó mucho - Bueno, estuve haciendo algunas investigaciones y pues descubrí muchas cosas sobre ustedes, y pues, aprovechando esa información decidí que la usaría en su contra, ya saben, para más desesperación~
- ¿Acaso piensas revelar nuestros secretos si no asesinamos a alguien? - Preguntó Umito, desafiando a Monokuma, él sabía muchas cosas geniales, pero algunas veces es un poco estúpido, tal vez lo hace para esconder su inteligencia.
- Sí y no - Respondió el oso, cosa que confundió mucho a Umito, bueno, a todos - Pero mejor explico, en sus Manuales del Estudiante hay una nueva aplicación, esta actúa independientemente de que interactúen con ella o no, este pequeño milagro de la ciencia actuará como... Redoble de tambor por favor - Y él mismo hizo el redoble de tambor con su voz - ¡Sus alergias!
- ¿Qué? - Exclamó Miuna confundida, de hecho todos lo estábamos, eso no tenía coherencia alguna, o tal vez la tenía y nosotros éramos muy tontos como para saber de lo que hablaba.
- Oh gran Monokuma, ¿y qué pasará con la pobre gentuza asquerosa y corriente que no tiene alergias? - Preguntó Monokuma a sí mismo - ¡Muy fácil, ineptos! Ellos tendrán la mala suerte de tener secretos que serán revelados a medida de que pasen los días, claro que toda esa tortura terminará cuando asesinen a alguien~ - Dijo Monokuma, ya se estaba aburriendo, se iba a ir muy pronto - ¡Una cosa más! Cuando me largue sus alergias comenzarán, ¡Adiós!
Y ahí, en ese instante, Monokuma se esfumó en el aire, la gran mayoría -incluyéndome- temía por su alergia, algunas son letales... Otras no tanto.
Todos quedamos en silencio absoluto, nadie se movía, nadie reaccionaba, nadie parecía estar vivo... Hasta que se soltó el primer estornudo, el mío, luego otro de Akira, la piel de Yuuki comenzaba a brotarse, Namine comenzaba a toser y a tocarse la garganta, y Emiko soltó un grito de dolor y puso sus manos en sus ojos, al parecer le dolían mucho.
- Tsk, entonces nuestros secretos serán revelados... - Dijo Hikari acercándose a mí para socorrerme - Los que no estén sufriendo socorran a los otros, ¡Rápido!
Y así fue como mientras estornudaba de vez en cuando y con un carraspeo ocasional Hikari me llevó a la enfermería, al igual que los otros hicieron con los otros afectados, la más grave era Emiko, me siento mal por ella, había perdido la vista... Bueno, no tan así, si podía ver, pero sus ojos estaban tan rojos e infectados que su visión era casi imposible, o eso fue lo que Miuna dijo, ella nos había revisado una vez todos estábamos en la enfermería, fue muy amable al hacerlo.
- Esto puede pasar pronto, no será permanente - Dijo Miuna terminando de revisar a Namine - No hay que preocuparse, pensaremos en algo para solucionarlo
- Supongo que nadie matará a otra persona en este estado - Dijo Yuuki tratando de rascarse su sarpullido, Miuna le había vendado las manos para que no lo hiciese - Menos nosotros...
- Sí, pero si así llegase a pasar, ustedes ya tendrían una coartada perfecta - Dijo Umito de brazos cruzados y con una voz seria, parecía estar pensando en algo - Lo difícil será qué hacer con los secretos
Antes de que alguien pudiese decir algo en respuesta a Umito un anuncio sonó, asustándome, no me lo esperaba.
- ¡Hola inútiles! Quería comenzar esto de una vez ¡Es que es súper emocionante! - Dijo Monokuma apareciendo en la pantalla de la enfermería, todos atentos a sus palabras, nos habíamos quedado en completo silencio exceptuando por mis estornudos, los de Akira y el carraspeo de garganta de Namine de vez en cuando - Muy bien, veamos a quién le puedo sacar algo... ¡Hiro! - Dijo, el nombrado director se asustó un poco - La cosa es que Hiro no tiene un historial tan limpio, ¿Saben? Uno que otro asesinato, robos, profanación de tumbas, también hubo una vez en la que lo acusaron de secuestro y tortura pero de esa se liberó fácil... ¿Saben para qué? ¡Para sus películas, esa no me la esperaba! - Lo que nos había dicho Monokuma fue muy impactante, Hiro es muy callado, y eso todos lo sabemos, pero... ¿Todos esos crímenes realmente los cometió él? - Bueno, creo que eso era todo ¡Puhuhu! Disfruten~
Todos callamos un momento, y voltee a mirar a Hiro, estaba completamente rojo, trataba de ocultarlo con su cámara pero de todas maneras podíamos verlo.
- ¡Eso lo explica todo! - Exclamó Hikari - Ya decía que era extraño que también hubiese un libro de Hiro en la biblioteca
- Nunca esperé tanta delincuencia de alguien que no fuese yo - Dijo Akira, él parecía uno de los más sorprendidos - Ahora te respeto Takemiya
- Como sea... - Dijo Hiro, y abandonó la habitación, ni se había despedido de Emiko, cosa que le había visto hacer un par de veces, ellos dos están muy juntos, y es tierno, harían una buena pareja
*Ding, Dong, Bing, Bong*
- ¡Buenas noches perdedores, aquí Monokuma! - Era el anuncio nocturno de Monokuma, siempre dice algo nuevo, es divertido, algunas veces me saca una sonrisa - Bueno, como veo que están jugando al hospital de los muñecos, los ''enfermos'' pueden quedarse, eso sí, los otros no, ya saben, Upupu~
*Ding, Dong, Bing, Bong*
- Que suerte... - Dijo Aaron - Entonces buenas noches a todos, hasta mañana - Dijo, y se marchó, al igual que Umito, este no dijo nada antes de irse, solo se fue
- Suerte a todos, hasta mañana Zen - Dijo Hikari, luego se fue, yo sentí como mis mejillas se calentaban, y Namine también se ponía roja, pero ella estaba enojada más que otra cosa
Los demás también se despidieron y se fueron, y nos dejaron a los siete ahí, todos sufriendo por nuestras alergias y casi muriendo. Las luces se apagaron por ser la hora nocturna, y sentía mucho miedo.
- Chicos... - Dijo Namine llamando la atención de todos - Espero no morir...
- N-no lo harás Namine, no te preocupes - Dije tratando de calmarla, no quería que se muriese, ella es mi única amiga en este lugar, bueno, además de Hikari, ella también es buena persona, aunque la última vez que murió alguien me haya usado como perro de los mandados.
- Morimoto dices babosadas - Dijo Akira molesto, bueno, su voz se es cuchaba molesta, puede ser mala señal, aunque si lo pienso siempre está enojado - Nosotros tenemos mucho riesgo de morir
- Entonces... Que alguien se quede cuidando... - Dijo Emiko, su tono era débil, igual que siempre
- ¡Nomino a Niwa! - Exclamó Yuuki, e inmediatamente después se quedó dormido, él no quería tener que quedarse despierto por la noche
- Concuerdo... - Dijo Emiko, y ella también se quedó dormida, Namine y yo hicimos lo mismo, y dejamos a Akira como nuestro ''Perro guardián''
De hecho no fue tan malo dormir en la enfermería, descansé muy bien, creo que fue por la seguridad de saber que alguien no tan malo vigilaba, en este caso Akira, aunque no me quiera ni ver yo creo que en el fondo es una persona agradable, yo sé que lo es.
*Ding, Dong, Bing, Bong*
- ¡Buenos días pequeños inútiles! - Exclamó Monokuma en su anuncio de la mañana, estaba un poco más animado que de costumbre - ¡Upupu! Hoy va a ser el mejor día~
*Ding, Dong, Bing, Bong*
Me levanté rápido pensando que alguno de nosotros había muerto, miré a mí alrededor y no, todos estábamos vivos, pero Yuuki tenía las vendas de las manos con los dedos manchados de sangre.
- ¡Yuuki! - Exclamé sorprendido despertando a los otros, quienes estaban medio dormidos y no se despertaron por el anuncio
- ¿Qué? - Preguntó el titiritero, estaba somnoliento
- ¡Tus dedos, tus dedos! - Volví a exclamar, y todos se fijaron en las manos de Yuuki, excepto Emiko, quién todavía no podía ver.
Yuuki se miró los dedos, los cuales estaban todos rojos, pero no le dio mayor importancia, su semblante seguía somnoliento.
- Es mi propia sangre - Dijo en un bostezo, y se puso a rascarse los brazos, ya salía un poco de sangre de las heridas que se había hecho
Me tranquilicé un poco y me levanté de la camilla rumbo a la cafetería, Namine y Akira me siguieron, y Yuuki dijo que ayudaría a llevar a Emiko en unos momentos, pero primero se rascaría un poco.
Akira, Namine y yo llegamos a la cafetería al tiempo y nos dimos cuenta de que solo estaban Aaron y Hikari, los otros al parecer no llegaban, y eso me asustaba un poco, realmente todo me asusta si lo pienso bien.
- Hola Hikari - Dije con una sonrisa sentándome en el comedor y Namine a mi lado, ella tenía una mirada desafiante puesta firmemente en la escritora
- Hola Zen, ¿dónde están Yuuki y Emiko? - Preguntó ella con una pequeña sonrisa, estaba preocupada por ellos, Namine tosió un poco y Akira estornudó mientras tanto
- Ellos vienen en camino - Respondí, también continuaba con mi sonrisa, me gusta mucho sonreír - Hey Hikari, ¿y los otros dónde están?
Hikari se quedó pensando un momento, supongo que no estaba muy segura de qué responder
- Mirai y Miuna me dijeron que vendrían un poco más tarde porque querían ir a la piscina... Umito no ha salido de su habitación, Yukine no me dijo a dónde iría y Hiro se quedó grabando algo en la cocina - Respondió Aaron amablemente, estaba enterado de muchas cosas al parecer.
Después de ellos solo hubo silencio, Hiro eventualmente salió de la cocina y se sentó a la mesa a grabarnos en silencio, Umito vino muy concentrado en sus pensamientos y nos quedamos así un poco más hasta que Yukine y Yuuki llegaron ayudando a venir a Emiko, es curioso, siempre que no hacemos nada importante Yuuki y Yukine están juntos... Parecen pareja.
*Bing, Bong, Ding, Dong*
- ¡Monokuma al aire gente! - Exclamó el oso, ahora revelaría otro secreto - Hoy tengo algo muy jugoso~ ¿Qué pensarían si les digo que cierta chica mantuvo una relación incestuosa con su hermana~? ¡No revelaré su identidad! Ella sabe quién es y con eso me basta y me sobra~... ¡Monokuma fuera!
*Bing, Bong, Ding, Dong*
Todos nos quedamos en silencio por un tiempo, lo único que se escuchaba eran mis estornudos, los de Akira y el carraspeo de la garganta de Namine, solo eso, al final todos se terminaron yendo de la cafetería uno a uno, o en el caso de Yuuki y Yukine, de a parejas. Emiko se terminó yendo guiada de Hiro y yo me quedé con Namine en la cafetería, ella ya casi no podía hablar y pensé en prepararle un té para ver si eso le ayudaba un poco.
La escuela estaba silenciosa ahora mismo, no parecía que hubiese ningún alma rondando por ahí, o por lo menos así fue hasta un poco después de lo que parecía ser medio día, en ese momento del día Miuna me llamó a mí y a Namine para un chequeo general en la enfermería, junto a los otros.
- ¿Siguen igual de enfermos? - Preguntó ella, muy confundida
- Al parecer - Dijo Yuuki queriéndose rascar, pero siendo detenido por Akira, quién estornudaba de vez en cuando, parecía cuidarle de alguna manera, pero solo lo hacía por ser una orden de Miuna, y dónde manda capitán...
- Tsk, así como van alguien morirá - Dijo la científica rascándose un poco la cabeza, Namine quiso decir algo pero su voz ya se acababa por carraspear y toser tanto, por lo que prefirió guardarla.
- Miuna no pienses así... - Dije antes de soltar otro estornudo - Tenemos que ser positivos...
- Tienes razón, tenemos que pensar en la esperanza... - Dijo, y soltó una pequeña sonrisa - Bueno, ya termine, pueden volver a sus actividades
Todos salimos de la enfermería y tomamos nuestros caminos, excepto Emiko, quién optó por quedarse. Namine me acompañó todo el camino hasta la cocina, en dónde estaba Yukine buscando algo, rebuscaba en cajones y gavetas una y otra vez, estaba un tanto desesperada.
- ¿Qué buscas? - Pregunté acercándome a ella, la artista pegó un saltito del susto y se giró para verme
- Oh, Zen, Namine, hola... - Dijo un poco nerviosa - Solo estaba buscando sal marina, nada importante - Dijo aún un poco exaltada por el susto mientras ponía una mano en su pecho, en el lugar en dónde está el corazón
- ¿Y para qué la necesitas? - Volví a preguntar, no escucho mucho sobre la sal marina, no sé cocinar más que agua, té y un sándwich.
- Me dieron ganas de pintar una cascada y la sal marina le da un toque muy bonito - Respondió calmándose un poco - ¿Me ayudarían? No la encuentro por ninguna parte
Namine y yo asentimos, nos pusimos a buscar por toda la cocina, hasta que Yukine la encontró en uno de los estantes, era una bolsa gigante llena de algo parecido a cristales blancos pequeños.
- Gracias por ayudarme, ahora me iré... - Dijo la chica de cabellos blancos, y luego salió corriendo a todo lo que sus pies daban, sumando el peso de esa gran bolsa, era casi del mismo tamaño que una almohada personal.
Namine y yo nos encogimos de hombros y le preparé más té, me gusta mucho prepararlo, y Namine dice que me queda bien, mejor dicho, eso me escribe mediante su aplicación misteriosa.
El resto del día también fue silencioso para nosotros dos, Umito y Mirai se nos unieron para el té y los cuatro disfrutamos mucho bromeando y contando cosas de nuestras vidas fuera de la academia, aunque Umito tenía una mirada un tanto perdida no fue algo de qué preocuparse.
*Bing, Bong, Ding, Dong*
- ¡Ya son las 10pm, upupu! - Dijo Monokuma en su anuncio, este era más ruidoso de lo normal - ¡A sus habitaciones excepto los enfermos, ellos a la enfermería, la cafetería y el resto de lugares serán cerrados, y no olviden cerrar sus puertas, buenas noches!
*Bing, Bong, Ding, Dong*
Me despedí de Umito y de Mirai, ellos hicieron lo mismo y salimos de la cafetería, Namine me tomaba del brazo mientras tenía una pequeña sonrisa en el rostro, fue un día muy tranquilo y agradable, ojalá fuese así siempre y ningún otro asesinato ocurriese.
Ambos llegamos a la enfermería, los otros ya se encontraban allí, y cada uno fue a su camilla a dormir, Yuuki dijo que esa noche iba a hacer guardia para que Akira pudiese dormir, lo que me pareció bueno, tal vez yo haga la vigilancia mañana en la noche, suena divertido.
Me quedé en un sueño súper profundo, puedo decir que dormí bien, inesperadamente bien, es un poco raro, aunque debe ser por todo el té que tomé en el día, no es muy importante.
*Bing, Bong, Dong, Dong*
- ¡Buenos días mis estrellitas! Hoy es un día muy importante, tal vez demasiado~... Upupu, ¡Despierten estúpidos flojos, ya son las 7am!
*Bing, Bong, Ding, Dong*
Me desperté de golpe con el anuncio, al igual que los otros, todos estábamos muy asustados. Me fijé en todos, yo ya no estornudaba, tampoco lo hacía Akira, la garganta de Namine ya no carraspeaba, los brazos de Yuuki ya no estaban rojos y llenos de ronchas horribles, aunque aún tuviese las vendas de los dedos llenos de sangre y, con mucha suerte, los ojos de Emiko estaban abiertos, no estaban rojos ni le dolían, podía ver perfectamente.
- E-esto significa que... - Comenzó a decir Akira con los ojos abiertos de par en par, se veía un poco asustado - Alguien murió...
- ¡Tenemos que ir a la cafetería! - Exclamó Namine saltando de su camilla y saliendo de la enfermería, todos le seguimos después.
A paso rápido llegamos a la cafetería, abrimos las puertas y no encontramos a nadie, éramos los primeros en llegar; La cafetería estaba igual que siempre, exceptuando por una caja de cartón en la mesa, era una caja un tanto pequeña, y algo tenebrosa, una de sus esquinas era de un color rojizo, casi del mismo color de la sangre.
Nosotros cinco nos acercamos hasta tener la caja enfrente de nosotros, Akira me empujó un poquito indicando que yo abriese la caja, y así hice, creo que fue un error abrirla, lo que había adentro daba un asco de otro mundo, fue realmente horripilante.
Adentro había... Adentro había un par de orejas, alguien al parecer las cortó, acompañando a las orejas había un poco de sal marina en una de las esquinas, esa era la esquina que estaba manchada de color rojo, la sangre se había ido a ese lado. Las orejas eran un tanto pequeñas, y tenían un orificio para colocar un arete, por lo que las orejas eran femeninas... Dentro de la caja no había más.
- ¿De quién son? - Preguntó Yuuki tomando una de las orejas en su mano izquierda, la cual todavía tenía la venda llena de su sangre, su mano temblaba como en un terremoto, lo cual indicaba que estaba asustado, tal vez demasiado
- ¿Chicos, pasa algo? - Preguntó una voz femenina que había entrado a la cafetería, era Yukine quién entraba - ¿Huh, Yuuki, qué es eso?
Ella había señalado la oreja que Yuuki había agarrado en su mano, pero seguía cerca a la puerta, no se había acercado, y no parecía interesada en hacerlo.
- U-una oreja... - Respondió Yuuki, Yukine simplemente se asustó mucho y pequeñas lágrimas se formaron en sus ojos, pero se negaba a llorar.
- Uhmm... ¿Y los otros? - Volvió a preguntar, ahora un tanto asustada, Yukine había llorado mucho en el juicio pasado, si había muerto alguna otra chica ella rompería en llanto de nuevo
- No han llegado... ¿Puedes ir por ellos? - Pidió el titiritero, ella simplemente asintió y salió de la cafetería en busca de los otros, dejando la puerta abierta, es un poco raro, pero ella, por lo que he visto, cierra la puerta antes de irse.
Los otros se tardaron un poco en llegar, pero no había rastro de Yukine en ningún lado, había desaparecido, les explicamos a todos lo que pasaba, ahora la prioridad era buscar el resto del cuerpo
- Hmm... No hay que separarnos, eso es seguro... - Dijo Yuuki, un tanto pensativo - Propongo ir a buscar en salón audio visual, ¿parece bien?
- Buena idea - Dijo Hikari, también un tanto pensativa, y luego salió de la cafetería, todos la seguimos.
Caminamos todos algo preocupados, aún con Yukine desaparecida. Eventualmente llegamos al Salón Audiovisual, en dónde también había una caja esperándonos, esta era un tanto más pequeña y curiosa, nos acercamos a ella y yo la abrí, como la anterior, pero lo que había aquí era un tanto más perturbador.
Adentro había un par de ojos con la pupila violeta y unas manos delicadas muy abiertas, los dedos tenían marcas rojas de fuerza, hay que agregar. Yo grité del miedo, y Aaron me pegó en la cabeza con algo de cariño, para que no fuese tan idiota... Supongo.
- E-entonces es... Yukine - Dijo Umito un tanto asustado, parecía un poco ilógico porque la habíamos visto, pero solo ella faltaba - Debemos buscar el resto de su cuerpo, pero no creo que esté en este piso, vamos al siguiente.
Y todos caminamos hasta allá, apenas en la entrada encontramos otra caja, esta era grande, muy grande, pero me daba mucho miedo abrirla, y al parecer nadie más quería hacerlo, por lo que solté un suspiro y sorpresivamente Akira me tomó de la mano izquierda, sentí como mis mejillas se calentaban, pero lo ignoré y me acerqué a la caja con Akira de la mano, y ambos la abrimos, los otros observaban su interior, adentro además de sal marina había un torso, un jodido torso ensangrentado, le habían cortado las piernas y la cabeza, ya que los brazos todavía estaban pegados al cuerpo, y estos formaban una equis sobre el pecho, todo estaba lleno de sangre no tan fresca, lo que se podía ver es que era un torso femenino, muy posiblemente de Yukine.
Nadie dijo nada al respecto, y Akira no me soltó la mano aunque yo quisiese, así que continuamos buscando por el segundo piso, hasta que encontramos flotando sobre la piscina otra caja, era igual de grande que la anterior, pero estaba un poco mojada, pero se mantenía flotando gracias al salvavidas que tenía debajo.
Aaron se ofreció a traer la caja, y así hizo, se tiró al agua y trajo la caja mientras nadaba como perrito, lo cual era un tanto gracioso, vi como Akira y Namine se aguantaban una risa mientras que el estafador me seguía agarrando la mano, ya era un poco incómodo, pero no hice nada para detenerlo. Cuando Aaron trajo la caja hasta la orilla todos nos acercamos y yo -de nuevo- la abrí, adentro había un par de piernas femeninas, estaban llenas de sangre, desde los dedos de los pies hasta el muslo, también había sal marina sobre la carne viva, y pequeñas cortadas también, de algunas cuantas cortadas había un pequeño hilo de sangre que se había secado ahí, esas eran provenientes de Yukine, ya solo quedaba encontrar la cabeza, me pregunto por qué el anuncio de Monokuma aún no ha sonado, parece raro, tal vez cuando encontremos todo el cuerpo, porque, digo, ''Un cuerpo ha sido encontrado''.
- Rayos... - Dijo Hikari, estaba aterrada por estos descubrimientos, o eso creo yo - Todavía nos falta la cabeza, pero ya hemos buscado... ¿Alguna idea?
Todos negamos con la cabeza, nadie sabía dónde podría estar la pieza faltante, o por lo menos eso creo yo, y antes de que se pudiese decir algo, Yuuki tuvo una idea
- No hemos estado en el gimnasio, de seguro ahí está - La voz de Yuuki se escuchaba muy triste, aunque no titubease ni nada sentía una tristeza profunda, Yukine y Yuuki se querían mucho.
Todos caminamos hasta el gimnasio en silencio, se sentía como otro incentivo, solo que esta vez iríamos a encontrar el resto del cuerpo de nuestra compañera Yukine, era buena persona, ya la extraño, aunque la haya visto hace unos cuantos minutos
Yuuki tenía razón, al llegar al gimnasio encontramos otra caja, esta no era tan grande, y estaba ubicada en todo el centro del gimnasio, la caja se veía en perfecto estado, no estaba ni manchada ni arrugada ni torcida, era como una caja nueva, solo que adentro había una cosa horrible. Todos caminamos con pesadumbre hasta ella, ya nos esperábamos lo peor. Yo abrí la caja mientras los otros la rodeaban, la vista fue horrible y mil veces peor que las otras cajas, la cabeza de Yukine sí estaba ahí, pero de una manera muy... fea, el cuello era una pieza aparte y se encontraba a uno de los lados, cerca de un pequeño montón de sal marina, otra cosa que estaba aparte era la vena aorta, la cual estaba en perfecto estado, como si solo la hubiesen arrancado y dejado dentro de la caja. Los largos cabellos de Yukine habían sido arrancados y cortados, también estando a un lado de la caja, las cuencas de los ojos eran grandes y rojas, había salido sangre de estas pero ahora solo quedaba un rastro, al igual que de la boca, que aunque mantuviese la lengua, tenía rastros de sangre en ella, como si la hubiese vomitado, era muy horrible, creo que de ahora en adelante tendré pesadillas.
Yuuki cayó al piso apenas abrí la caja, quedó en sus rodillas con el estruendo de sus huesos, se tapó el rostro con las manos y comenzó a llorar, lloraba de una manera peculiar, como si no lo hubiese hecho desde hace varios años, muchos de nosotros -incluyéndome- también queríamos llorar, pero eso era algo especial para Yuuki en esta oportunidad, todos sabíamos que se amaban de aquí hasta el infinito.
- ¡Pim pom pam pom! Un cuerpo ha sido encontrado, si se le puede llamar así claro está, un juicio de clase se llevará a cabo en poco tiempo, upupu~ - Dijo Monokuma en sus anuncio, estaba feliz, demasiado - ¡No más llorar!
Y el anuncio terminó allí, esta vez no había puesto las campanas antes de anunciar cualquier cosa, fue un poco raro.
Solté la mano de Akira y me acerqué a Yuuki, yo no le pegaría como él hizo conmigo hace unos días, yo simplemente le di un abrazo, así de simple, le di un abrazo mientras pequeñas lágrimas se formaban en mis ojos, pero no lloré, simplemente se quedaron ahí mientras le daba un abrazo a mi compañero.
Ojalá encontremos al asesino de Yukine y Yuuki se pueda ''vengar'' de alguna manera, pobre de él, ojalá se encuentre mejor pronto, eso espero.
[♣Parte 2, Capítulo 2: Terminado]
[♦Estudiantes: 12/15]
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