Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo #2: ¿Confiemos?

Caminé junto a Yoshimi al elevador que nos llevaría devuelta al sufrimiento y a la perdición. Como lo he hecho varias veces, me di la vuelta viendo el cristal que separaba la sala de ejecuciones de nosotros, recordé la muerte de Hanon y Kiyoshi de paso, la agonía, la desesperación, recordar que fueron partes del Proyecto Anhelo o Cámara del Anhelo... Es algo irreparable, aun así, pienso en las últimas palabras de Hanon...

— ¿Por qué lo hice? Creo que hay algo extraño ahí hehehe, será mejor preguntar, más bien, ¿por qué me hicieron hacerlo? Hehehehe.

Esas palabras me siguen dando de qué pensar, ¿nosotros hicimos que ella cometiera asesinato? O quizás, alguien le dijo que lo hiciera, la Mente Maestra. Lo dudo, pero no lo dejaré fuera de mis sospechas.

Fui el último en subirme al ascensor, Kazumi presionó el botón que nos llevaría a la "superficie" y en silencio el mecanismo avanzó. Al parecer alguien no soportó el aura oscura y triste que emanábamos y decidió romper tal esencia negativa.

— Ejem, ejem... No soy buena en esto, pero... ¿Se sienten cansados, cierto? –Preguntó la Viajera viéndose las pulseras de su mano derecha.

— No eres buena. –Respondió Ko cruzada de brazos mirando al techo sucio del ascensor. –Aunque, sí. Ese juicio me agotó.

— ¡A mí también! Nunca había puesto mi vida al límite. –Dijo Kazuma rascándose la nuca. –Estoy acostumbrado a la vida pacífica cuando me voy al campo.

— ¿Campo? –Preguntó Emi mirando con suma determinación al Vaquero.

— Sí, deberían intentarlo. –Respondió Kazuma sonriente para luego fijar su mirada en los castaños ojos de Ko. –Y con mayor razón tú.

— ¿Y-Yo? –Tartamudeó la Graffitera frunciendo el ceño. –Eres tú el que...

— ¡Llegamos! –Gritó Tomohisa riéndose nervioso, al parecer no quería que ellos dos discutiesen por algo inútil.

Las puertas se abrieron mostrando un piso desconocido y tal vez hostil para nosotros. Piso de madera antigua, habitaciones del mismo material, candelabros encendidos en el techo del nuevo cuarto, parecía algo medieval y sacado de un cuento de la edad media. Salimos del ascensor observando nuestro alrededor.

Cabezas de animales adheridas al muro de madera, una plaza central con pequeños árboles y arbustos junto a un trono repleto de dinero falso.

— ¡Ding! ¡Dong! ¡Ding! ¡Dong! ¡Pim! ¡Pom! ¡Pim! ¡Pom! –El anuncio de Mononaca iba a escucharse en todo el lugar por lo que monitores descendieron del techo. –Hehehehe, ¿interesante, no? ¡Magnifico! Pasaron la prueba del Juicio Escolar y necesitan su recompensa, por lo que están un piso más arriba que antes, el menos cuatro F, año mil.

— ¿Año mil? –Pregunté mirando a Mononaca, sin embargo siguió hablando sin darle importancia a mi interrogante. Se trata de un audio.

— Por favor, analicen el área a través de sus Manuales Estudiantiles.

Mononaca comenzó a explicar el mapa del Año Mil. Primero teníamos la Plaza Central donde se dividirán las demás áreas, existe la presencia de dos muros, uno arriba y otro debajo de la plaza central, que dividen todo el mundo. La Zona Derecha contiene un Hospital y su respectiva Bodega donde están los suministros acordes a la época y algunos fármacos con colores extraños; tenemos siete habitaciones a ese lado y por último dos baños grandes que dentro de ellas hay duchas y saunas, para la época no existía la palabra llamada "Individualismo" por lo que todo es compartido, bañarse aquí será un problema.

La Zona Izquierda tiene el Comedor su respectiva Cocina a leña, otras siete habitaciones, los baños comunitarios y el elevador que nos llevará al Año Cero nuevamente o a las Bodegas a buscar objetos para asesinar tal como lo hizo Hanon Kohana.

Las habitaciones están distribuidas al azar y es personal, dentro de ellas hay cosas que no nos quiso decir Mononaca por tema de seguridad.

— Dicho esto, diríjanse a sus habitaciones correspondientes y descansen, mañana podrán investigar he-he-he. –El anuncio se apagó y los monitores ascendieron apagando las velas de paso.

— ¿Cuál será mi habitación? –Preguntó Yamato caminando a la Zona Derecha. –En ninguna está mi nombre, aunque debe ser sexy tener placas de píxel.

— ¿Píxel? ¡Dónde! –Gritó Yoshimi corriendo donde Yamato, el cual, se estremeció un poco. –Dios, ¡qué bonito! ¿Es Ko? Te ves dulce ahí.

— ¿Eh? Cállate. –Caminó la supuesta dulce a su habitación ignorando la placa de píxel.

— Ow, no te enojes, ¡te arrugarás! Jaaahjaja. –Rió la SpeedRunner y al escuchar una patada en la puerta decidió correr en medio de la oscuridad.

— ¿Tenemos que buscar nuestros cuartos en plena oscuridad? Debe ser un castigo de Mononaca. –Dijo suspirando Kazumi alumbrado las placas de la Zona Derecha. –Kazukisa, ¿qué haces acá?

— ¡Buh! –Vi la sonrisa de Kazukisa que espantaría a cualquiera ante la oscuridad, Kazumi se puso blanco de tal temor. –Quería asustarte, estabas inspeccionando de cerca, ¿no? JaaaaJaaaaJaaaah.

— N-N-No lo vuelvas a hacer... Solo por las mañanas. –Dijo Kazumi, noté que su pecho se inflaba con rapidez, su respiración se encontraba agitada. Una vez repuesto se despidió de nosotros y entró a su cuarto.

En cinco minutos cada uno encontró su cuarto. Iset, Kazukisa, Shizuka, Tomohisa, Ko, Kazuo y Kazumi pertenecían al lado Derecho, desde la pieza de arriba hacia abajo respectivamente. Los del lado Izquierdo somos Yo en la cabeza, Emi, Kazuma, Atali, Yamato, Yoshimi y Takumi al final cerca de la Cocina.

Una vez en mi cuarto, vi lo que tenía. Cama de metal con colchón y frazadas abrigadas, una cámara encendida en la esquina, un candelabro con tres velas encendidas, una mesa pequeña, encima de ella había una hoja escrita con tinta y pluma diciéndome.

"Espero te acostumbres a sospechar del resto."

Suspiré guardando la hoja en mi bolsillo trasero del pantalón gris. Me senté en la cama que rechinó un poco y miré a la pared con sorpresa, había un traje colgado con pantalones de seda, camisa blanca de botones negros, blazer gris, con una rosa color índigo, una corbata blanca de puntos morados y un sombrero oscuro sin diseño.

— ¿Qué diablos...? ¿Qué tramas Mononaca? –Pregunté recostándome y centrándome en mis pensamientos. Pensamientos tan vagos, pero a la vez llena de misterios e intriga. El cansancio se apoderaba de mí y terminé cerrando los ojos con el miedo de no volver a abrirlos jamás.



.......................................

— ¿Un baile? ¿Por qué un baile? –Preguntó MonoYuma moviéndome el brazo derecho.

— ¿Sauna? ¿Por qué un sauna? –Preguntó MonoSo exaltado rompiéndome el brazo izquierdo.

— Primero, quiero saber de quién está enamorado o enamorada tal persona y segundo... ¡quiero acción! He-he-he. –Respondí saltando viendo las cámaras y sus acciones. –Ow, pretenderé que eso nunca pasó. –Dije al ver la habitación de Kazuma.

........................................



Desperté como si hubiera dormido miles y miles de años, mi energía está totalmente recargada y lista para la acción, Mononaca debió dejar un agujero o alguna parte inestable para escapar y olvidarnos de este sufrimiento. Necesito ir al baño y luego al Comedor por aperitivos.

-4F – Baños Hombres.

Entré y sentí el agua caer, recordé que las duchas, los baños y el sauna es comunitario, quiere decir que las mujeres se verán entre ellas y los hombres entre nosotros. Tendré cuidado al observar.

Caminé mirando al suelo encontrando un baño; la ausencia de puertas y paredes en los retretes me daba escalofríos con una pizca de temor. Una vez finalizada mi primera tarea, limpié mis manos ignorando el hecho de que había alguien más. Trataré de bañarme en las noches, espero que a nadie se le ocurra la misma idea.

-4F – Comedor.

Al entrar solo faltaban Kazukisa y Ko, no obstante, no era impedimento para tomar un buen desayuno.

— ¡Buenos días, Taiki! –Habló Yoshimi al notar mi presencia, sonreí y me senté al lado de ella.

— Buenos días, Yoshi. –Respondí viendo todo el bufet. –Espera, ¿dónde apareció todo esto?

— Kazuma y Kazuo fueron los que encontraron esto y mucho más en la cocina, entre los tres hicimos los huevos, tocino, carne grillada y chocolate derretido. –Dijo Shizuka tomando té en una taza de metal. Su bata estaba sucia y con aceite.

— ¿Cómo grillaron la carne? Es imposible para la época. –Preguntó el Arquitecto mientras devoraba un pan con mantequilla derretida.

— He-He... ¿No te enojarás si te decimos? –Kazuma sonrió con miedo y Takumi arqueó una ceja. –Entre Kazuo y yo rompimos la mesa del Año Cero.

— Mnngh... ¿No saben apreciar una mesa? ¡Pudieron ocupar otras cosas! –Gritó Takumi ocultando su cara en la bufanda.

— Ve el lado positivo, no nos congelaremos gracias a tu mesa. –Dijo Kazuo irritando más al pobre Arquitecto.

— Hubieras tirado al fuego tu tabla de surf. –Respondió entre suspiros Takumi.

— Lo haré cuando me quiten el puesto de Súper Surfista de Preparatoria.

— La mañana fue entretenida y alegre, fue como si nos hubiéramos olvidado del Juicio de Hanon, pero solo lo aceptamos y seguimos nuestro camino. Al terminar de desayunar me dirigí a mi cuarto tratando de ver los desperfectos que podría tener mi habitación.

Las murallas están reforzadas y al golpearlas se sienten duras por lo que no hay pasillo secreto. Le di golpecitos al piso, no sirvió de nada y eso da a entender que no hay subterráneo entre el Año Cero y el Año Mil. Revisé las mismas cosas una y otra vez decepcionándome de los resultados, ningún cuarto secreto o algo parecido. Que irritante.

Al darme por vencido, sentí que golpearon la puerta con suavidad, ¿de quién se tratará? Caminé hasta la entrada y abrí con curiosidad.

— Taiki, debemos ir a la Plaza Central. Mononaca nos está esperando. –Se trataba de Atali, aquella Viajera que sonreía en cada momento. Salí de mi cuarto y juntos fuimos a dicho sitio, donde el horror se adelantaba.

— ¡Upupupu! Buenos días. Les tengo una pregunta que se me ocurrió hace poco. ¿Les gustó el lugar? ¿Lo han investigado bien?

— Esas son dos preguntas. –Respondió Yoshimi de manera seria formando dos puños pequeños y adorables.

— Da lo mismo, ¿alguna queja por el lugar? –Siguió preguntando Mononaca.

— Tengo una duda. ¿Por qué hay trajes antiguos en nuestros dormitorios? –Levantó la mano Takumi. –Es elegante y sofisticado, pero... ¿Por qué?

— Simple. ¡Prepárense para mañana en la noche! Habrá un baile de parejas. Es lo único que se me ocurrió y como estamos en el año mil al mil quinientos debo hacer algo representativo.

— Hace mil años nos congelaste y podriste el juego. ¿Qué clase de incentivo es este? –Dudó Kazukisa comiéndose el pelo frente a su cara. –¿Bailar hasta morir?

— ¡Yiajajajajaja! Ya quisieras, muchachín. El incentivo lo tendrán pronto. ¡Adiós! –Con esto, la persona detrás del disfraz se retiró entre los matorrales.

— Increíble, ¡un baile de parejas! –Gritó emocionada Emi. –Tendré que ponerme bella, bella, bella. ¡Chicas! ¡¡¡PIJAMADA EN MI CUARTO!!!

— ¿Pijamada? –Preguntó Atali sorprendida. –Creo que sería mejor otra cosa... Pero debemos hablarlo en privado. –Dijo dirigiéndose a las chicas. Dicho esto, las seis mujeres se fueron al Comedor a conversar.

— Nosotros también deberíamos hacer algo entre hombres. –Planteó la idea Kazuma.

— ¿Qué podríamos hacer? –Pregunté y el Vaquero sonrió mirando el baño.

— Tenemos sauna, no nos hemos bañado en días y mañana hay baile de parejas. ¿Tengo que seguir dando pistas? –Dijo Kazuma mostrando una sonrisa pícara.

— ¿Quieres que nos frotemos las partes? –Dudó Tomohisa totalmente sonrojado con los ojos cerrados.

— Eso pueden hacerlo en la Hora Nocturna, sucios. –Rió Kazuma, tal sonrisa le marcó los hoyuelos en su rostro. –Digo que podríamos ir todos al Sauna en la noche y conversar sobre temas agradables y he-he... ya saben.

— Estoy de acuerdo con el Vaquero. –Dijo Yamato suspirando. –Últimamente he estado muy cansado y debe ser la realidad de todos aquí.

— Será bueno para formar lazos y derrotar a la Mente Maestra. –Apoyó Kazumi la idea del Vaquero.

— Y así nos cuentas sobre tu talento, ¿no? –Kazuo dejó en estado de seriedad al que aún no confesaba su talento para luego sonreír como es habitual en él.

— Me da vergüenza tener que desnudarme... ¿puedo ir con ropa y solo verlos? –Preguntó jugando con sus dedos Tomohisa.

— Vamos, vamos. Anímate. –Dije sonriéndole. –Andarás con una toalla en todo momento, no te diremos nada, al parecer somos todos amigables y serviciales.

— B-Bueno... Espero no entorpecer su diversión. –Respondió mirando al suelo.

— ¿Su diversión? ¡Nuestra diversión! Formas parte de nuestro equipo, sé que te divertirás. –Dijo Kazuma revolviéndole el cabello al Perfumista.

— ¿Tiene que ser esta noche? –Preguntó Takumi serio. –El baile es mañana en la noche, ¿por qué no nos relajamos mañana en la tarde?

— Porque mañana estaremos ocupados hablando con nuestra pareja ideal, para mañana debemos ser unos caballeros hechos y derechos. –Dijo Kazuma levantando sus bíceps haciendo fuerza. Luego miró a Kazumi y Tomohisa cambiándole el semblante. –Digo... caballeros serviciales y educados. Sí, eso quise decir.

— Dudo que vaya, iba a juntarme con alguien esta noche. –Dijo Kazukisa rascándose la nuca. –Lo habíamos planeado antes del Juicio y bueno... Aquí estoy he-he.

— Ow. No te preocupes, esa cita te saldrá de maravilla campeón. –Rió Kazuma golpeando su hombro derecho. –Espero sobrevivamos y salgamos de acá para no tener miedo de enamorarnos, sé que es difícil en un ambiente como este. –El final lo dijo con desgano mirando al suelo.

— ¿A qué hora nos juntamos acá? –Preguntó Kazumi cruzado de brazos.

— Se dirigen al baño directamente a las... ¿ocho con treinta? ¡Sí! Ocho con treinta de la noche. –Gritó Kazuma sonriente. –Bien, vayan a relajarse por mientras, aún es temprano para la noche de los chicos calientes y sexys.

Todos íbamos a participar a excepción de Kazukisa y tal vez Takumi. Me encanta como Kazuma se lleva a la ligera todo este asunto, yo no podría. Su fuerza psicológica es capaz de mover masas gracias a su optimismo, quisiera ser como él en ese ámbito; me falta mucho por aprender todavía. Me acosté en mi cuarto mirando el techo y pensando preguntas para la noche, lo único que rondaba por mi cabeza era...

¿Cuál es el Talento de Kazumi Hanako?

¿Súper Modelo? ¿Súper Observador? ¿Súper Analítico? ¿Súper... ... ...?

Recordé las marcas en su garganta las cuales parecían moretones o picadas de insecto.

¿Súper Duper...Masoquista de...Preparatoria...? Lo dudo he-he-he.

Salí de mi cuarto para pasear por el Hospital, no he ido desde que llegamos y sería buen momento para investigar los suplementos que tenemos en caso de emergencia.

-4F – Hospital.

— Increíble... ¡Fascinante! –Escuché la voz de una niña tierna que merodeaba por el lugar.

El Hospital igual es de madera reforzada con cinco camillas al fondo de metal, cada camilla tiene una mesa pequeña con flores y una taza de agua. El centro tiene pintada una cruz rosada, cuenta además con espejos, calentadores a leña y una puerta que conduce a la Bodega, pero antes...

— ¡Taiki! ¿Qué haces aquí? –Preguntó Yoshi saliendo de la bodega con una caja sellada que sostenía con dificultad.

— Vine a ver que hay, necesito investigar los rincones de este piso. –Respondí ayudándole y llevando tal caja a una camilla cercana.

— ¡Investiguemos esta! Luce interesante. –Dijo y terminé asintiendo con suma confianza. Abrimos la caja y nos encontramos con algo difícil e imposible de creer. –Q... ¡Qué diablos! No puede ser...

— ¿Una máscara antigás? ¿Jeringas infectadas? ¿Frascos sellados de manera hermética? ¿Manual para crear fármacos nocivos? Son demasiadas cosas peligrosas. –Dije leyendo el pequeño etiquetado de los frascos. –"No ingerir si vive en espacios reducidos y con demasiadas personas, los niveles hormonales tienden a elevarse a medida que pase el tiempo."

— ¿Qué quiere decir eso? –Preguntó con una mirada inocente la SpeedRunner. Es costoso decirle lo que pasaría si bebe una de estas.

— No te preocupes, no es necesario saberlo porque lo botaremos. –Dije y me lo arrebató de las manos.

— ¡Lo haré yo! ¡Salvaré al mundo de las garras de Mononaca! –Gritó saliendo del Hospital empujando de paso a Shizuka. Ella vio la caja sorprendida y decidió acercarse a saber más sobre la situación.

— ¿Qué es esto? ¿Equipo para la guerra mundial? –Preguntó mirando con detenimiento ciertos objetos. –Estas máscaras eran ocupadas como mascarillas, increíble el avance tecnológico de las cosas, ¿no crees?

— Sí, la medicina ha avanzado pilares fundamentales, me llega a dar repelús tales pasos. –Dije temblando y ella solo sonrió mirando otro frasco.

— Mira este, "Medicamento de sordera avanzada: Genera una parálisis en el Oído Medio que evita el traspaso de ondas sonoras al Tímpano; use en casos extremos. Tiempo de duración: desconocida." –Su voz al leer detenidamente ese fragmento me hizo sonreír de forma tonta, recordar tales momentos me sonrojan dándome más años de vida. –Solo hay uno de estos, no he podido encontrar más.

— Deberías guardarlo, no quiero que caiga en manos equivocadas. –Respondí tomándome en serio la situación.

— Muy bien, lo haré. Tenemos más medicamentos dentro de la caja y creo que en la Bodega deben haber más. –Caminó hasta tal lugar abriendo la puerta. –Oye, ¿te diste cuenta de esto?

Me acerqué con cautela y aprecie dieciséis bolsas de transfusión de sangre, tienen una etiqueta con los nombres de nosotros y su tipo de sangre. ¿Cómo sabía eso Mononaca? O mejor dicho, la Mente Maestra.

— Mantengamos eso acá, podrá servirnos en cualquier ocasión. –Dije guardando la caja mientras ella analizaba las muestras selladas. –Aquí hay una caja con jeringas desinfectadas, alcohol, gasas, parches curativos y térmicos, píldoras relajantes, cremas relajantes y muchas cosas que ayudarían a alguien en mal estado. ¿Por qué esa preocupación por nosotros?

— Simple, Mononaca o la Mente Maestra no quiere que fallezcamos por un resfriado o un virus, quiere asesinatos morbosos y descalificados. –Respondió suspirando dirigiéndose a la camilla donde antes se encontraba la caja. Me senté a su lado mirando a la pared frente mío.

— Saldremos de esto, Shizuka. –Dije con determinación.

— ¿Cómo estás tan seguro? Acaban de morir dos personas que creyeron lo mismo. –Respondió cruzada de brazos mirando al suelo.

— ¿Por qué? Bueno... Te contaré. Estuve en una Academia parecida a esta, nos prometieron cosas que creímos como ilusos. Fue cuando nos llevaron a un salón a oscuras donde solo sentí frío y miedo. La Academia sufrió cortes de luz, agua y gas, las ventanas se convirtieron en rejas eléctricas y nos quedamos ahí, dieciséis se quedaron con tres pisos de Academia, solos y sin familiares que respondieron a sus gritos. No sé cómo sobreviví, pero de lo que estoy seguro es que brindé esperanza, no fue la esperanza que me hizo salir adelante. Fue una persona, esa persona que me vio llorar a escondidas, me vio reír por anécdotas, me vio triunfar y darme ánimos, me vio enamorado...

Sin pensarlo comencé a soltar lágrimas al recordar bellos momentos con Shizuka, ¿cómo es posible que lo haya olvidado? No quiero que recuerde el sufrimiento, pero quiero que recuerde los tiempos juntos. No sé qué hacer, cada vez que la veo me vienen pensamientos agradables que rompen mi corazón... Me duele, me duele quedarme callado y no decirle quien fue en verdad. Shizuka Amane, si escuchas esto algún día, te sigo amando después de separarnos en esa maldita Cámara del Anhelo.

— L-Lo lamento, y-yo no quería...

— No te preocupes. –Sus delgados dedos pasaron por debajo de mis ojos limpiando el recorrido de lágrimas que causé. –Llorar te hace bien en estos momentos, es una de las maneras de sacar tu fortaleza interior. Eres alguien muy esforzado, Taiki. Quisiera tener esa fortaleza que te hace ser quien eres. Y sí, saldremos juntos y con los demás por una nueva esperanza; de esa forma encontrarás a quien... a quién te dio esa esperanza.

No hablé ante eso, solo sonreí por sus dichos que me dieron otro punto de vista de mi mayor debilidad. Es la respuesta que daría Shizuka a cualquier persona que se siente débil o su autoestima se encuentra por el piso, sigue teniendo esa habilidad sin darse cuenta. Cuando la conocí, creí que sería fría como cualquier Forense Médico, agradezco haberme equivocado. Sin duda, la mejor Forense que el mundo pueda tener. ¡Bien! No puedo seguir así, no quiero que los chicos me vean desanimado en la noche, he-he.

— Shizuka, yo... Gracias. –Respondí sonriente al fin.

— A ti, gracias por desahogarte con alguien como yo. –Frotó sus manos y se levantó de la camilla estirándose. –Tengo noche de chicas dentro de poco, ¿me acompañas donde Emi? Necesito saber si se hará o no.

— Muy bien, te acompaño. Tengo que ver a Kazuma por lo mismo. –Respondí levantándome y juntos salimos del Hospital con una manera diferente de ver las cosas, una visión optimista y esperanzadora.

-4F – Lado Izquierdo.

Para nuestra suerte Emi y Kazuma se encontraban hablando frente al dormitorio del segundo, sus rostros permanecieron serios hasta que llegamos a charlar sobre nuestra noche de chicos y chicas.

— Interesante, ¿qué pasó? –Preguntó el Vaquero mostrando su sonrisa perfecta. –Sigues con el plan, ¿cierto, Taiki?

— ¿Qué plan? –Preguntó Emi mostrando seriedad.

— Noche de chicos. –Guiñó el ojo Kazuma. –Estaremos ocupando el lado izquierdo, ¿no les molesta?

Pa' na', nosotras nos plantamos en el deresho y una cosa campesino lindo. –Dijo Emi acercándose al Vaquero. –Si pasa un solo muchachín al lado deresho mientras hacemos nuestra pijamada, dense por finados. ¿oístes?

— E-E-Entendido, rita. –Dijo Kazuma nervioso y sudando. –Haré guardia junto con este loco. –Me abrazó por el cuello riéndose. –Si tan solo uno se nos pasa, ustedes nos golpean, ¿bien?

— Bien. –Respondió la Granjera tomando el brazo de Shizuka dejándola en estado de alerta y sorprendida. –Nos vamos Forense, tenemos que perfilarnos.

Ambas se retiraron, la noche de chicas debe ser demasiado privada como para que los hombres no crucen el área derecha, lamentablemente seremos golpeados por ellas si alguien husmea o interrumpe su diversión. No importa, somos lo bastante maduros para espiar y crear una aventura.

— ¿Qué crees que harán las chicas? –Preguntó Kazuma moviéndome el brazo derecho mientras observaba las habitaciones del lado donde estarán ellas.

— ¿Por qué me preguntas? –Analicé la situación y en cuanto arqueó una ceja comprendí a lo que iba. –Vamos Kazuma, no quiero salir golpeado de ahí, sabes lo ruda que son las mujeres con su privacidad. Está Ko, Shizuka, Emi y Atali que se defienden muy bien de los abusadores.

— Será un momento, te escogí a ti porque sé que lo harás bien. Además, ¿dónde está tu espíritu de aventura? –Dijo riéndose ajustando su sombrero vaquero. –Taiki, Taiki, nunca aprenderás si investigas la situación un poco, tan solo unos segundos. Trataré de identificar donde se hará su reunión y preparar mi espionaje nivel Kazuma Yuma y Taiki Yuushin.

¿Ser parte de un espionaje solo por caprichos? No sé, me da curiosidad... ¡Saber de qué hablan ellas, por supuesto! ¿Lo acompañaré más tarde? Tengo dos opciones, ser un sucio curioso o un inocente amigo, ambas dejarán marcada mi reputación... Lo pensaré luego.

Entré a mi cuarto mirando la hora, estaba a cinco minutos de empezar esto. No tengo toallas, puede que en el Sauna tengan para taparnos y no a empezar a hablar sobre qué tan grande o pequeña la tenemos cada uno. Dejé la sudadera carmesí y mis botines celestes en la cama. Caminé descalzo por el lado izquierdo entrando al Baño de Hombres, primero están los siete baños comunales, después una ducha comunitaria y finalizamos con una gran piscina termal donde las burbujas explotaban dejando salir el calor con aroma a humedad. Antes de entrar, vi las toallas blancas al otro lado del Sauna apiladas, una para las zonas bajas y la otra en la cabeza por si remojabas tu cabello. Tomé la primera rodeándola en mi cintura y procedí a sacarme la camiseta celeste cubierta de hojas, luego el pantalón gris junto a los bóxers y entré a las aguas calientes, la piel se me erizaba al sentir tal frescor. Cerré los ojos esperando a los demás hasta que...

— ¡¡¡Waaahh!!! –Alguien me tomó de los pies haciendo que me ahogue, el susto fue demasiado, tanto, que tuve que sentarme en el piso cercano al sauna con los pies tocando el suelo. –N-No puede ser... ¿Quién anda ahí? ¡Sal!

— Lo siento, ¿te asusté? –Se mostró la persona tratándose de Kazumi Hanako. Su sonrisa no me ayudaba a recuperar la confianza en el Sauna.

— ¿Cómo permaneciste tanto tiempo ahí debajo? –Pregunté con mis ojos en alerta ante cualquier emergencia.

— Sé sumergirme y nadar por mucho tiempo, era mi pasatiempo cuando niño. –Respondió acercándose y tomando mi pie cercano a las termas. –Lo siento, ven conmigo, no te haré nada.

Sentí miedo al principio, pero volví a meterme dentro del agua tragando saliva con pequeños temblores. Kazumi se reía de mis actos de nerviosismo y decidió posarse en la pared del sauna cerrando los ojos.

— Necesitaba este relajo, hace tiempo no me sentía tan tranquilo y seguro. –Dijo al fin Kazumi. Miré su rostro, aún llevaba los aros de esmeralda. –Me alejaré un poco, pensarán que estamos teniendo relaciones o quién sabe. –Admito que eso me hizo reír un poco, la presencia de Kazuma, Takumi, Yamato y Kazuo se aproximaron mostrando su torso desnudo y pies descalzos, las toallas se encontraban acá en perfecto estado.

— ¡Muy bien! ¡¡Chapuzón!! –Gritó Kazuma lanzándose al agua con una sonrisa efervescente. –Al fin, pensé que vendrían todos, pero faltan Kazukisa y Tomohisa. Al Perfumista nunca me lo encontré, que extraño.

— Se sentía inseguro con esta idea, déjenlo en paz. –Respondió Kazuo con su serenidad, se puso la toalla y se sentó en la orilla del sauna mojándose los pies. –Y bien, ¿algún tema en cuestión?

— ¿Historias de hombres? –Preguntó Yamato sentándose al otro extremo entrando al sauna lentamente. –Supongo que con sus talentos pudieron hacer hazañas de hombres, ¿no?

— Recuerdo que estuve a centímetros de ser comido por un tiburón enorme. –Habló Kazuo mirando las relajadas aguas de las termas. –Era tan colosal que mordió mi tabla antigua, tuve que regresar a la playa nadando a toda prisa y avisar que existía presencia de tiburones. ¿Alguien puede superar eso? –Rió al final, me temblaron las piernas al imaginarme tal situación.

— Bien... No es tan de hombres, pero con mi talento desconocido impedí que los policías me captasen cuando robé un banco en un pueblito; no tenía motivo para hacerlo, se dio la situación al momento que vi una alcantarilla abierta que se dirigía a la bóveda central que igual estaba accesible, cuestión de suerte o mi talento está hecho para robar, no sé, no lo sabrán.

— Como Arquitecto, he construido casas en lugares imposibles, una vez quise sentir el poder de un volcán e instalé una vivienda en el centro del cráter. Lo bueno es que no tuve gastos en luz ni en gas he-he. –Habló Takumi con un aura de poder invencible.

— Como hombre y caballero que soy he-he. Siempre he rescatado a las mujeres que quieren explorar las arenas del Oeste, con mi caballo vamos en busca de peligros y nos encontramos con damas buscando el camino a casa, ellas me lo agradecen después, pero siempre me olvido de sus rostros, es algo que debo mejorar.

— Eres como los salvavidas de playa, amo a esos sujetos. –Respondió Kazuo a la historia de Kazuma. –Y tú Taiki, ¿algo que contar?

Mi vida no ha sido de rescatar, salvar o pelear con bestias imposibles, estar encerrado en laboratorios me ha llevado a resguardarme de cualquier peligro, quizás...

— Un día en el laboratorio de los Yuushin, intenté crear un medicamento contra la contaminación en áreas cerradas o que detecten gas en el aire; lastimosamente dejé caer un frasco tóxico y era el único en esa habitación. La única forma de escapar era por los ventiladores, me las arreglé para salir, pero acabé con un pasillo entero. Como consecuencia, tengo las iris moradas en vez de castañas, ¿qué tal?

— ¡Mutante! –Gritó Kazumi asustado mirándome de cerca y presenciando mis ojos. –No lo puedo creer, ¡fascinante! Creo, o sea, ¿no te duele o algo?

— No me ha molestado, pero de seguro quedaré ciego más adelante a una edad avanzada. –Respondí tocándome el hombro de forma tímida.

— Es una mutación extraña, ¿no te pasó algo más... íntimo? –Preguntó Kazuma riéndose de forma exagerada, terminé poniéndome rojo.

— Bien, mi mierda de hombre no está al nivel de Taiki, pero lo único que he intentado hacer estos últimos años es encontrar a la chica de mis sueños, he estado en todos los conciertos de rock y metal del mundo, sin embargo su paradero es desconocido. La amo demasiado y no me rendiré hasta encontrarlo.

— ¿A eso te referías con historias de hombres? –Preguntó Takumi sonriente. –No va con tu personalidad, pero me agradas.

La hora pasó demasiado rápido, conversamos, confesamos historias hirientes y cómicas que solo quedarían en el sauna, nuestra amistad se fortaleció en ese sitio, todo gracias a Kazuma que planteó la idea lleno de optimismo. No creí que me llevaría bien con otros Súper Duper, compartimos experiencias similares y nos reíamos de ello.

— ¡Ding! ¡Dong! ¡Ding! ¡Dong! ¡Pim! ¡Pom! ¡Pim! ¡Pom! –Escuchamos la alarma, pero ningún monitor se dignó a bajar, no se han instalado aquí de seguro. –Atención, atención, son las diez de la noche, la Hora Nocturna iniciará, vuelvan a sus dormitorios por favor... ¿Ya se escaparon? Upupupu.

— Ow, hombre, quería seguir aquí. –Dijo suspirando Kazuma parándose de las termas y buscando su toalla.

— Existirán más momentos de relajo, dudo que Mononaca retire toda esta mierda. –Rió Yamato saliendo del lugar con tranquilidad aunque solo llevara una toalla en la entrepierna.

Todos se habían retirado, me digné a hacer lo mismo, pero alguien me susurró de la nada, se trataba del Vaquero que estaba al fondo del área espiando algo.

— Ven a ver esto, es increíble. –Susurró viendo por un agujero, su sonrisa era extraña, acaso se trata de...

— ¡Ya basta! Jahhjahhaha. –Se rió una de las chicas al otro lado, se trataba de... E-Emi. –No tení remedio tú, erí asombrosa.

— No es para tanto, exageras las cosas. –Habló calmadamente Ko, seguía con su tapabocas por lo que sus expresiones no eran tan notorias. –Aun así, siento algo por él... Qué vergüenza de mujer soy.

— Oh vamos, deberías decirle, no es un buen lugar para mantener secretos. –Respondió Shizuka... ¿Shizuka? No podía seguir mirando, ¿qué clase de persona soy?

— Debemos darle tiempo, después de todo recién se conocen y casi ni hablan. –Esa fue la voz de un chico, decidí volver a mirar y se trataba de...

— ¿Tomohisa está en el de mujeres? –Preguntó Kazuma con enojo. –Vamos, eso no es justo.

— ¿Qué hay de Kazukisa? –Susurré mientras observaba del otro lado.

— A él no lo veo, pero Tomohisa es hombre, no es justo, no es justo. –Habló fuerte y Atali sintió algo al mirar hacia atrás. Le tapé la boca a Kazuma y él hizo lo mismo conmigo.

Tomamos nuestras cosas y corrimos del sauna para que no sospecharan nada extraño. Nos miramos luego de eso y nos reímos sonrojados de tal acción.

— Biólogo pervertido. –Habló golpeándome la espalda con gentileza.

— No esperaba eso del Súper Duper Vaquero, ¿eh? –Dije riéndome de tal anécdota. –Las pasiones del hombre no deben perderse, aunque estemos ante dicha desesperación.

— Buenas noches, Taiki, intenta dormir seco. –Habló cerrando su puerta, solo asentí con ironía y entré a mi dormitorio. Me acosté y volví a reírme a mis adentros después de ver a Emi, Ko... S-Shizuka y... ¿Tomohisa?

El Baile será mañana y quiero que Shizuka sea mi pareja, ¿estará interesada en alguien más? ¿Qué me pasa? No puedo tener esta clase de preguntas ahora... Momento, ¡eso es! ¡Ese es el incentivo de Mononaca!... Creo.

Miré la cámara imaginando que Mononaca estaría vigilando.

¿Tu incentivo será emparejarnos con alguien que nos disgusta? Terrible incentivo o quieres saber más de nosotros... ¡Claro! Quieres que perdamos toda esperanza cuando esa persona que amamos se muera, ¿no? Si ese es tu incentivo estás muy equivocado o equivocada.



— ¿Piensas que es el baile mi incentivo? He-he... ¿Por qué no hacemos algo mejor y separamos los incentivos?





Estudiantes: 14/16

MonoHopes: 14/16

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro