
Acto 1 (1/4)
Lugar desconocido
Horario desconocido
Negro. Negro. ¿Por qué todo es tan negro?
"Hey..."
Siento que mi cabeza duele, ¿por qué duele? Divagaba a través de mis últimos recuerdos tratando de entender la situación, aún atrapada en un entorno negro.
"Hey."
Ya lo recuerdo; aquel putrefacto olor había provocado que me desmayara, pero... ¿por qué? ¿A dónde me habían llevado tras eso? Lo normal es que estuviese en una enfermería o algo por el estilo, en el peor de los casos en el hospital o... No puede ser, ¿estaba muerta? ¿acaso este era el más allá?
"¡Hey!"
No, espera, estaba inconsciente. Seré tonta...
Abrí lentamente mis ojos hasta que pude notar un fuerte brillo en la habitación, el cual me obligó a cerrar los ojos nuevamente. Tras unos segundos, noté una ligera sombra sobre mí, tapando aquel incesante destello.
Volviendo a abrirlos, tuve que esperar a que mi vista se acostumbrara de manera lenta al entorno, siendo lo primero que noté aquella sombra sobre mí; un joven, posiblemente de mi edad o no mucho más. Su piel se encontraba tostada, lo cual combinaba bien con su corto cabello negro peinado hacia un lado. Sus ojos también eran de este color, pero de manera casi exagerada, al punto de que no se podía distinguir el iris de la pupila.
Me quedé en el lugar un rato tratando de procesar la situación, mirando fijamente a aquel chico, quien me devolvía la mirada. No sé exactamente cuánto tiempo fue, pero dicha competencia llegó a su fin cuando el joven desvió la mirada con un ligero rubor en sus mejillas, notable gracias a su piel mayormente oscura.
Analizando el lugar, me di cuenta de que esta parecía ser una celda, como las de una prisión... Bueno, no es que haya estado en prisión, pero al menos se parecía a las que solías ver en algunas series de anime; una tabla que aparentemente servía de cama, un baño, una luz exageradamente fuerte y poco más, aparte de los barrotes que separaban la estancia de un pasillo, aparentemente lleno de otras celdas iguales. Por suerte la puerta estaba abierta, así que no parecía que estuviéramos atrapados.
Revisando ahora mi propia situación, pude darme cuenta que el chico de cabello negro tenía una de sus manos en mi espalda, evitando que esta cayera sobre el frío suelo, mientras que la otra me sujetaba por el costado, pasando sobre mi estómago. Parecía que había estado acostada en el piso hasta que esta persona me encontró.
"¿Te encuentras bien?". Mi mirada regresó a quien me tenía entre brazos, con un deje ligeramente preocupado, posiblemente debido a mi falta de comunicación. Ante la pregunta, simplemente pude asentir ligeramente, manteniendo mi vista en su rostro. Había algo familiar en él, como si le hubiera visto hace poco. Vacilé mientras trataba de recordar dónde se suponía que lo había visto, hasta que mi mente hizo "click".
"Tu nombre es Tiago, ¿no es así?" Solté sin pensar, mientras el contrario se tensaba ligeramente, aparentemente desconcertado de que yo supiera su nombre. No lo culpo, yo también me pondría así si un desconocido supiera tal información. "Somos compañeros de clase" Expliqué.
Aun se le notaba inseguro de mi respuesta, pero a pesar de ello me ayudó a levantarme. El silencio incómodo no se hizo esperar, él no se veía muy dispuesto a hablar y yo no estaba segura de que debía decir, por lo que en su lugar preferí mirar los alrededores nuevamente. Dios, de verdad que parecía una celda real, estaba tan sucia como una; había telarañas en cada rincón y todo estaba lleno de polvo.
Cuando mi vista regresó al contrario, pude notar algo que había pasado desapercibido para mí hasta ahora: ¡Era un enano! Seguramente tendría unos 1'56 de altura o no mucho más. Era increíblemente tierno. Tuve que contener mis ganas de reírme o de abrazarlo, sabía que no era un momento adecuado, sin embargo, debía admitir que, pese a todo, el chico tenía un cuerpo bien trabajado.
Ahora, su ropa también era... ¿Cómo decirlo? Atractiva para mi gusto. Llevaba una chaqueta de cuero negra abierta, con una camiseta blanca holgada debajo de esta. Un pantalón de tiro alto con estampado militar, los cuales combinaban con sus botas de cuero del mismo estilo.
Y ahora que lo pienso, ¿no les he dicho como me veo yo? Creo que no, qué mal de mi parte. ¡Seguro que se mueren de curiosidad! Bueno, ¿dónde empiezo? Mi cabello es de color naranja, llegando hasta mis hombros, ojos de un precioso color esmeralda. Llevo una camiseta de tirantes morada con bordes negros en la cual hay una ilustración de un cohete dando vueltas a la luna. Una parca negra con una tela especial en el interior, la cual simula la vista del espacio. Una falda negra también con dos tiras de color naranjo en los costados. Finalmente, botas negras altas, con una franja blanca en el centro. Respecto a mi altura, mido cerca de 1'75 y mis pechos... Uy, no, eso no se los diré~
"Mi nombre es Tiago, Tiago Díaz Carioca. Soy el Battleroler definitivo" Soltó sin más, pero sin mirarme directamente a los ojos. "Aunque por lo visto eso ya lo sabías".
Tiago Díaz Carioca
>>Ultimate Battleroler<<
Usuario: D12NEY-LordDominator
Finalmente me miró, expectante, como si esperara algo. Yo sin saber muy bien que, me quedé ahí, devolviendo la mirada. Cuando finalmente se dio cuenta de mi desconcierto, volvió a hablar; "¿Y tú eres...?".
Ah, claro, no le había dicho mi nombre. Que tonta. "Mi nombre es Shiori Himura, la astronauta definitiva. Un place conocerte al fin, Tiago" Respondí con una sonrisa.
Shiori Himura
>
>Ultimate SpaceWoman<<
Usuario: @LightNax
Él me observó con una ceja alzada. "¿Astronauta?", se miraba curioso. Claro, yo era demasiado joven para poder ser una astronauta y seguramente si algo así pasara sería noticia no solo en mi país, por lo que es normal esa reacción.
"Es una historia muy larga". Agité un poco mi mano, como diciéndole que era mejor dejar el tema, lo cual él pareció entender. "De todos modos, ¿Dónde estamos?".
Él se notaba inseguro, como si... "No tengo idea, estaba de camino al internado cuando me desmayé. Al despertar, aparecí en la celda contigua" Como si no supiera la respuesta.
"Entonces, creo que estamos en la misma situación..." Tras esas simples palabras, le observé a los ojos y sonreí. "Así que será mejor que salgamos fuera e investiguemos". Él me miró extrañado, como si fuera un bicho raro, pero antes de darle tiempo de replicar, lo tomé de la muñeca y salí corriendo de la celda.
Cuando divisé la salida, aumenté mi velocidad para llegar hasta ella, revisando fugazmente cada celda por la que pasaba mientras Tiago replicaba que me detuviera o que al menos disminuyera el paso.
No le hice caso, al menos no hasta que noté la presencia de alguien en una de las celdas, acurrucado en una de las esquinas, que parecía ni siquiera haber notado que nosotros estábamos ahí.
"Ay, gracias a dios..." Oí a Tiago hablar detrás de mí, aparentemente cansado tras la repentina corrida. Yo lo ignoré totalmente y me dispuse a acercarme al desconocido. Por suerte, ninguna de las cámaras se encontraba cerrada, por lo que eran de fácil acceso.
Grande fue mi sorpresa al notar quién era. La persona que estaba acurrucada en la esquina era una joven no muy alta, quizás de unos 1'60, con un cabello blanco bastante largo que parecía no haber sido cortado en años, bastante desordenado también. Llevaba puesto un par de audífonos azules, una camisa negra en la cual se podían observar algunas estrellas brillantes, unos vaqueros azules y zapatos negros deportivos. No era capaz de ver su cara, estaba abrazando sus piernas, lo cual la ocultaba completamente.
No fue hasta que le saqué uno de sus audífonos que levantó su rostro para mirarme, bastante sorprendida. Sus ojos eran de un color azul brillante, aunque eran difíciles de ver debido a los gruesos cristales de sus gafas. Su mirada cambió rápidamente de una sorprendida a una extremadamente asustada.
"Hola" Le sonreí. "Tu nombre es Alice Synth, ¿verdad?"
Alice Synth
>
> Ultimate EDM Producer<<
Usuario: CodenameSako
Esperé por un tiempo su respuesta, pero no parecía dispuesta a decir nada, por lo que me levanté y comencé a dar vueltas por la habitación. "Sé que tienes miedo, lugar desconocido, gente desconocida... ¡Así que presentémonos! Mi nombre es Shiori Himura, ¡un gusto!" Extendí mi mano hacia ella, esperando que ella la tomara a modo de saludo.
Ella continúo mirándome, esta vez, su rostro se encontraba en un punto medio entre el miedo y la estupefacción. "Shiori" Escuché a mi espalda, probablemente Tiago. "La estás asustando".
Regresé mi vista a él, inflando mis mejillas. "Solo quiero animarla para que venga con nosotros" Volvió a observarme con su ceja alzada, como diciendo "¿Hablas enserio?". Seguimos observándonos con cierto enfado hasta que oímos una ligera risa, haciéndonos voltear inmediatamente.
Cuando Alice se percató de que la mirábamos, cesó su risa de inmediato, ahora con un semblante más frío que antes. Sin embargo, no estaba dispuesta a dejarla ahí y nuevamente le tendí mi mano. Se quedó mirándola, mientras oía a mi compañero suspirar detrás de mí.
Estuvimos así un rato, ella seguía mirándome sin expresión alguna hasta que, repentinamente, se levantó por sí misma. Yo me alejé un par de pasos sorprendida, hasta que ella se aferró a mi brazo de manera inusual, como si intentara usarlo de escudo. ¿Quizás piense usarme de escudo humano si ve algún peligro? No lo sé, tampoco me importa, la verdad. Me alegro de que haya decidido venir con nosotros.
Noté como Tiago me observó por un momento con confusión, para luego soltar un resoplido y salir de la celda. "¡Hey, espéranos!" Finalmente, los tres abandonamos el pasillo de las celdas.
-.-
La siguiente sala resultó otro pasillo, bastante amplio, sin embargo, este se veía bastante diferente. Tenía un toque más... Estudiantil, teniendo incluso grandes casilleros a los lados de cada pasillo y ciertamente se veía mejor cuidado, aunque no mucho.
Observé los alrededores con especial atención, esperando encontrar alguna salida del lugar, pero mi mirada se topó con un pequeño peluche que se encontraba en el suelo. Este tenía una división de colores, siendo la mitad de color blanco y la otra mitad marrón, su forma era la de un oso de peluche, pero poseía orejas y cola de perro. Uno de sus ojos era redondo, como un botón, y el otro, de color rojo, poseía una extraña forma alargada. El pequeño peluche se encontraba parado, observándonos y sacudiendo su mano a modo de saludo.
Espera, ¿qué?
"¡Por fin habéis despertado! ¡Ya era hora! Sois los últimos" Nos dijo de una manera muy alegre. ¿Desde cuándo los peluches hablan? ¿Acaso ese olor que sentí antes me está haciendo alucinar?
"Qué... ¡¿Qué demonios eres tú?!" Tiago fue el primero en hablar, mientras que Alice se aferraba más fuerte a mi brazo. Creo que no estoy alucinando. El perro dio una vuelta mientras su cola se agitaba de manera alegre.
"Mi nombre es Monodog. ¡Es un placer!" Respondió usando el mismo tono que había usado anteriormente, ahora mostrándonos una media sonrisa, con cierto toque macabro. "¡Bienvenidos a la prisión del futuro!".
¿Prisión del futuro? ¿Qué clase de novela visual es esta? Vale, nos despertamos en celdas, pero una prisión... Fuera de eso, el lugar no lo parecía en absoluto. "¿Desde cuándo los peluches hablan...?" Alice preguntó, con una voz baja.
"¡Que no soy un peluche, soy Monodog!" Repitió de manera divertida. Diría que esto es adorable de no ser porque es tan... extraño.
"Detente, Monodog". Una nueva voz se escuchó en esta ocasión. Volteando nuestras miradas al fondo del pasillo, dos sombras empezaron a acercarse; un chico y una chica.
El primero en acercarse, el chico, era ligeramente más alto que yo, quizás unos 1'78. Cabello azabache corto combinado con unos lindos ojos oliva, los cuales iban bien con su piel pálida. Llevaba puesta una vestimenta bastante formal: Chaqueta negra de estudiante con terminaciones azules decoradas con triángulos, camisa blanca y corbata azulada. Sus pantalones y zapatos eran negros y no se distanciaban mucho del estilo estudiantil que poseía el resto de su ropa. Sin embargo, lo que más resaltaba era sin duda el estuche o bolsa que llevaba atado a su espalda, con forma delgada y alargada.
Respecto a la chica, poseía más o menos la misma altura que yo, quizás un poco más baja, 1'74 o por ahí. Su piel era bastante pálida, lo que permitía destacar sus pequeños labios rosados y sus ojos grises, ocultos por sus gafas de color rojo. Su cabello era una extraña combinación entre mechones negros, grises y blancos. Además, lo llevaba recogido en un moño y dos trenzas, las cuales le llegaban a la cintura. Su cuerpo era bastante delgado, en especial sus manos, que se veían preocupantemente esqueléticas. Llevaba puesto un hanfu blanco con detalles rojos, que hasta donde sé, se trata de un vestido tradicional chino. Dicho hanfu combinaba bien con sus zapatos y su pulsera del mismo color. Además, llevaba consigo un adorable peluche rosado con forma de polilla al cual abrazaba celosamente.
"¡Anda, Apolo y Chū! Momento perfecto; ¿por qué no les muestran a nuestros amigos el lugar?" De alguna manera, la forma de hablar de "Monodog" empezaba a resultar molesta, ¿por qué es tan molesta? Agh... Por suerte, tras decir esas palabras, el perro se esfumó como si nada. Noté que Tiago se encontraba atónito, mientras que Alice miraba con desconfianza a los nuevos presentes.
Recordaba haber visto sus caras de manera fugaz luego de que mi padre me pasara los archivos, pero no había prestado atención alguna a sus datos, talentos o siquiera a sus nombres. Cuando Tiago y yo regresamos nuestra mirada a ellos, el que aparentemente se llamaba Apolo no mostró una sonrisa tranquila y amable.
"Mi nombre es Benjamín Apolo Hoffe Ganghan. Soy conocido como el Espadachín definitivo. Es un placer conocerlos"
Benjamín Apolo Hoffe Ganghan
>
>Ultimate Swordsman<<
Usuario: Nekogamer1209
"Ugh, menudo nombre más largo..." Solté sin pensar, ganándome una mirada de "¿hablas enserio?" de parte de Tiago. "¿Te importa si te llamo Apolo? Me gusta más que Benjamín"
El espadachín continuo sin abandonar su sonrisa amable. "Si te gusta más decirme Apolo no hay problema en ello, joven, con gusto lo aceptaré". Wow, este tipo parece un caballero hecho y derecho. "Por cierto, si no les importa, ¿cuáles son vuestros nombres?"
"¡Ah, claro! Mi nombre Shiori Himura, la astronauta definitiva" Les di la sonrisa más optimista que podía, para luego señalar con mi mano izquierda a la joven de cabello blanco, que seguía aferrándose a mi brazo derecho. "Ella es Alice Synth, la productora de EDM definitiva. Y él-" Cuando señalé a mi otro acompañante, este me cortó repentinamente.
"Soy Tiago Diaz Carioca, Battleroler definitivo. También es un placer" Lo miré con los cachetes hinchados, tratando de lucir enojada, pero él solo me regresó una sonrisa divertida. De alguna manera, eso le hacía ver todavía más adorable. "¿Y quién es ella?" Preguntó el moreno, señalando a la joven de gafas rojas.
Dicha mujer mostro una pequeña sonrisa, al tiempo que se aferraba más a su peluche. "Mi nombre es Sǐ Chū Tián, pero podéis llamarme Chū. Soy conocida como la artesana definitiva"
Sǐ Chū Tián
>
>Ultimate Artisan<<
Usuario: 8Suki8
Tiago asintió, pero enseguida colocó una mirada pensativa en su rostro. "Debo suponer... Que ustedes también despertaron en este lugar sin saber cómo, ¿no es así?" Tras la pregunta, Apolo y Chū se observaron por un momento, para luego volverse hacia el Battleroler, asintiendo. La verdad es que no se veían para nada extrañados, como si hubieran estado esperando esa pregunta. "¿Cuántas personas hay en este lugar?"
Apolo cerró los ojos por un momento, pensativo. "Parece ser que toda la clase n°14 del Internado Ojos del futuro se encuentra atrapada aquí, por lo que, en total, considerándolos a ustedes, somos 16 personas".
"Aguarda un momento" Lo hice callar. Había algo que no me cuadraba en absoluto con lo que yo sabía hasta el momento. "La clase n°14 son solo 15 alumnos, ¿por qué dices que hay 16 personas en este lugar?"
"Ese no es el verdadero problema, Shiori" Me corrigió Tiago, por lo que esta vez sí que lo miré enojada. "¿Es cierto lo que dijo ese tal Monodog? ¿Estamos atrapados en una prisión?" Nuevamente, ambos se miraron, esta vez, titubeando ligeramente.
Cuando ambos se voltearon de regreso hacia nosotros, la artesana respondió: "Será mejor que lo vean por ustedes mismos". Tras esas palabras, ambos se dieron la vuelta y comenzaron a caminar de regreso a la dirección de la que había venido, no sin antes hacernos un gesto que claramente indicaba "Sígannos", por lo que decidimos hacer caso.
Durante el trayecto, observé cuidadosamente el lugar. El pasillo era claramente como el de una escuela, exceptuando porque las luces del techo se notaban muy desgatadas y algunas ni siquiera funcionaban, lo que le daba al lugar un toque mucho más aterrador.
Finalmente llegamos a lo que parecía una recepción de universidad, bastante amplia y con varios carteles, posiblemente de algunos clubs. Regresando mi vista al lugar de donde habíamos venido, noté que al lado de la entrada al pasillo había otra exactamente igual, el cual daba a otro pasillo igualmente grande, pero este se encontraba bloqueado con rejas similares a las de las celdas.
Al escuchar a Apolo aclararse la garganta, los tres dirigimos la mirada hacia él, que se encontraba parado frente a dos grandes puertas que parecían ser la salida. "Intenten no espantarse... Demasiado" Su voz sonaba extrañamente dolida, como si estuviera seguro de cuál iba a ser nuestra reacción.
Cuando finalmente abrió las puertas, el mundo exterior nos esperaba.
Diferentes edificios, pequeños y grandes, se encontraban esparcidos en un gran cuadrante, todos decorados de distinta manera, pero la mayoría en un notable mal estado, a pesar de que la mayoría parecían tener electricidad debido a las luces que brillaban en el interior. El cielo, por su parte, estaba completamente cubierto de nubes grises, sin haber rastro alguno de que el sol fuese a salir próximamente.
Pero lo peor de todo no era nada de eso.
Tras algunos edificios, una gran muralla hecha de roca negra se extendía hasta donde alcanzara la vista, casi tan alta que parecía que tocara el cielo. Dicha muralla rodeaba todo el lugar, sin dejar alguna salida a la vista.
Tras verla, Alice ahogó un pequeño chillido, mientras que Tiago y yo solo podíamos obsérvala con terror.
Realmente estábamos atrapados.
Acto 1:
Prisión desesperante
-.-
~LightNax~
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro