Capitulo 5
Asuka y Kisa acababan de terminar de ver el anuncio de Enoshima Junko. Asuka cruzada de brazos con una mirada firme hacia Kisa que temblaba de miedo, sin decir una palabra comenzaron a caminar por los pasillos del cuarto piso del instituto.
- ¿Crees que esto sea en serio? -pregunto el emo en un tono casi mudo.
- A decir verdad, creo que sí, la imagen que vimos de nuestra profesora no parece ser falsa -afirmó Asuka, no parecía nerviosa, pero si algo... apurada. Como si quisiese llegar al destino cuanto antes.- En cuanto a los amiguitos de esta macabra chica, no tengo la mas pálida idea.
- ¿Y que vamos a hacer si es real?
- Sugiero encontrar a los demás con precaución y pues, jugar.
El hecho de que tuvieran que jugar dejo en shock tanto a Asuka como a Kisa, pero este ultimo fue mucho mas afectado debido a lo sensible que es. Después de negarlo muchas veces, con lágrimas en los ojos, se hecho a llorar en el suelo sin más.
La mirada seria de Asuka fue convertida en una más serena al presenciar esta escena, ella se acerco a Kisa y se agacho para tomarle ambas manos, este la miro sorprendido y ella le devolvió la mirada con seriedad.
- No te voy a mentir, todo posiblemente no termine bien pero, debemos actuar positivos para hacer que todo salga como es correcto, no llores más por favor, eso solo empeorará las cosas y nos pondrá débiles, y debemos ser fuertes en una situación así... tenemos que serlo por la profesora, necesitamos rescatarla con todas las esperanzas. Y si pasa algo, yo... yo te protegeré Kisa -consoló en una forma tan confortante y re-aseguradora que hizo que el llanto de el pelinegro se detuviese.
- ¿Realmente me protegerás? -cuestionó Kisa con la voz algo débil, pero con un pequeño rayo de esperanza saliendo de el.
- Por supuesto que lo haré. Saldremos de aquí juntos, todos -afirmó Asuka poniéndose de pie para tenderle la mano a Kisa. Este acepto su mano tomándola con algo de timidez y la miro con aún un poco de vergüenza, también poniéndose de pie.
- Pero si... si tu me protegerás a mi... ¿quien te protegerá a ti? -preguntó de forma curiosa el emo.
- Yo puedo protegerme sola -hablo la chica de espaldas a Kisa, lista para seguir caminando por el pasillo, pero de repente.
- ¡No! -exclamo Kisa, agarrando velozmente la muñeca de Asuka para que no siguiese caminando.- Si tu me vas a proteger, debo ser reciproco, no puedo quedarme de brazos cruzados... ¡yo te protegeré! ¡Ha-haré todo lo posible para hacerlo bien!
La cara sorprendida de Asuka, de asombro seguía allí, hasta que una sonrisa de satisfacción apareció en su rostro.
- Me alegra que sea así -dijo en un tonó sofisticado pero de forma bacán.
- Mhm... -gruño Tokono al estar moviendo cajas metálicas de gran tamaño para quien sabe qué.
- Uh... Tokono, ¿puedo saber para que haces esto? -preguntaba Hikari de forma curiosa, en su tono amable habitual.
El morocho musculoso desplomo una de las cajas en el suelo, y soltó un jadido.
- Debo buscar y ver si en alguna parte hay un atajo secreto o un camino subterraneo, ¡ASÍ HACEN LOS EXPLORADORES! -vociferaba Tokono.
Hikari miro a todos lados, se dio vuelta y examino un extraño artefacto, luego se volvió a Tokono de vuelta y lo miro desde abajo.
- Este es el laboratorio de físicas, eso significa que estamos en el tercer piso del edificio -señalo Hikari pensativa.- creo que esta complicado que haya un camino subterráneo o algo por el estilo.
- ¡MIERDAAAAAAAAAAAAAA! -gritó Tokono golpeando su puño contra la pared.
- ¡T-tokono! No hagas tanto ruido, no es para tanto. Creo que primero que nada deberíamos buscar a los demás y luego preocuparnos por la salida... -sugiere Hikari en un tono que emitía preocupación.
- Tienes razón, debemos buscar a los demás y aquí adentro no podremos avanzar mucho -replicó Tokono, ya se había calmado de la repentina furia.
La chica ojimarron solo asintió, y ambos salieron juntos de aquel laboratorio en el que habían despertado. Después de dar algunas vueltas por los pasillos ya ni sabían para donde ir.
- Tokono-kun, estamos en el tercer piso, por lo que tenemos dos pisos arriba y dos abajo, ¿hacia donde vamos? -cuestionó Hikari con ciertos nervios, pero hacía un esfuerzo para actuar calmada.
- Hmm. Hay más chances de encontrar a los demás arriba, porque dudo que la maldita que organizo todo esto nos haya acomodado muy cerca de la meta -razona Tokono con la mano en la pera.
- Para arriba será -contesto Hikari con una dulce sonrisa apareciendo en su rostro.
- ¡Ya oyeron el anuncio de la tipa loca, debemos quedarnos en algún salón escondidas a menos que quieran que seamos alimento de desquiciados! -exclamaba Tetsui, como si se estuviese oponiendo a algo, se veía enojada.
- ¡No, estúpida, debemos salir de acá, buscar a los demás y llegar a la salida a salvo! -opuso Mayu, ambas chicas tenían ideas diferentes y una tercera había quedado enredada en el medio.
- Pero Mayu, ¡¿acaso quieres que todos mueran!? Eso arriesga nuestras vidas, ¡esto no es un juego!
- Ni mucho menos, ¡toda esta situación arriesga nuestras vida, retardada! .
- ¡B-BASTA! -chillo la tercera, era Erika, que ya había escuchado suficientes discusiones de ambas desde que despertaron las tres en el Salón de Música, pero ahora se encontraban en medio del pasillo del cuarto piso.- ¿N-no se cansan de discutir? Se p-pasan peleando, p-por favor paren, y ha-hablemos las t-tres y pensemos juntas. Siempre se o-olvidan de m-mi y to-toman las decisiones so-solas.... por favor no se olviden m-más de mi... ¡de-dejenme tomar alguna de-decisión a mi!
- Erika... uh... lo siento... pero enserio creo que debemos buscar a los demás -dice Mayu con un tono suave, los chillidos de Erika le llegaron a un punto débil.
- Tienes razón, Erika lo lamento enserio... mejor tu elige, ¿cual es la mejor decisión? -pregunta Tetsui en el mismo tono suave que Mayu.
- Y-yo....
Y así las tres chicas comenzaron a caminar por los pasillos en sigilo, con el menor ruido posible para así poder oír cualquier ruido sospechoso, iban a paso lento y con mucho cuidado. Iban bordeando la pared, y ahora estaban detras de un tacho de basura.
- C-confíen en mi, p-primero debemos en-encontrar a los demás -asegura Erika en voz baja, pero realmente ni sabía para donde se dirigían.
- Um... ¿a donde estamos yendo exactamente? -inquiere Mayu algo molesta o eso parecía.
- Supongo que a cualquier posible lugar en el que puedan estar los demás -insinúa Tetsui.
Pero justo cuando iban a avanzar un poco más, se empezaron a escuchar pasos, pasos como de... tacones?
- Hola? Hay alguien ahí? -preguntaba la voz femenina, su voz sonaba muy... fina, como si de una princesa se tratase, sonaba falso, irreal.
Las tres chicas se miraron entre si, aterrorizadas, hasta con lágrimas en los ojos, se quedaron paralizadas mientras oían los pasos.
- No se preocupen, puedo protegeros -dice de forma refinada la persona.
Mayu desesperadamente buscaba un escondite rápido mientras los pasos se acercaban, hasta divisar una puerta, la puerta que llevaba al laboratorio de química. La pelivioleta le hizo señas a ambas chicas hacia la puerta, ambas asintieron. Lentamente, bordeando la pared se fueron acercando a la puerta, de la nada Erika perdió el balance y casi se cae para adelante pero Tetsui la sostuvo y regreso al balance.
Mayu ya había llegado a la puerta, y se estaba estirando para llegar a ella y poder abrir la puerta, los pasos se escuchaban cada vez más cerca.
- Vamos, sé que están ahí, ¡les ordeno que salgan! -continuaba la voz femenina.
La pelivioleta se puso de puntitas de pie, y continúo estirándose, hasta lograr abrirla. Rápidamente se introdujeron dentro del laboratorio y con velocidad y precisión cerraron la puerta sin sonido alguno. Agitada, Mayu se quedo apoyada en la puerta tomando el aliento, y cuando quiso mirar a Erika y Tetsui, se encontró con otras dos personas aparte de ella, sorprendida se acerco a ambos.
Eran Asuka y Kisa, ambos tenían la respiración agitada, la peliazul estaba contra la pared y Kisa sentado en el suelo. Erika y Tetsui los miraban con preocupación a pesar de también estar agitadas.
- ¿Que paso? -fue lo primero que pregunto Tetsui.- ¿Están bien?
- Estamos bien... no se preocupen, solo nos cruzamos con... con uno de ellos -afirma Asuka buscando aire.
- Estábamos caminando, buscando a los demás y solo... solo nos cruzamos de frente con ella, corrimos, y los único que nos salvo de no ser carne frita es que llevaba tacones -contaba Kisa aún sintiendo miedo por lo ocurrido.
- Q-que terrible... -murmura Erika incrédula.
- Suena a que es la misma que casi nos atrapa a nosotros -comenta Tetsui.
- De cualquier forma, no podemos quedarnos aquí por mucho tiempo -dice Asuka despegándose de la pared.- Debemos avanzar para encontrar al resto del grupo.
- ¿Como se supone que haremos eso si hay una loca intentando matarnos justo fuera de estas paredes? -pregunta Mayu en un tono desafiante.
- Algo al respecto debemos hacer, no podemos quedarnos cruzados de brazos -dice Tetsui, contradiciendo lo que ella decía en un principio.
- Podríamos ir bajando... estoy seguro que algunos de los demás ya tomaron la iniciativa para llegar a la salida -sugiere Kisa en tono bajo, como si tuviese miedo de hablar.
- Eso no es una mala idea -dice Mayu, concordando con Kisa.
Sumi caminaba renga en busca de alguna señal de vida de parte de sus compañeros de clase, llevaba caminando por los pasillos del quinto piso por un rato, estaba un poco cansada y adolorida pero aún así continuaba caminando. Pero se detuvo.
- No puede ser... -susurró casi muda, estaba aterrada. Al final del pasillo, veía a dos figuras acercándose, sin pensarlo comenzó a caminar a dirección contraria a velocidad rápida, o al menos tan rápido como podía ir con el pie doblado.
Varias veces se volteaba a mirar a las dos figuras que se acercaban a paso lento, no veía los suficiente como para reconocer o darle forma a aquellas siluetas pero estaba segura de que se estaban acercando, y por esto se tropezó consigo misma y se dio la cabeza contra el suelo muy fuerte. Quedo knockeada.
Asuka, Erika, Mayu, Tetsui y Kisa caminaban por los pasillos del cuarto piso dirigiéndose hacia las escaleras que los llevaría al tercer piso. Ninguno decía una sola palabra, solo iban en silencio, aveces intercambiando alguna mirada.
Kisa iba atrás, tenía miedo y caminaba más lento que las chicas. Con algo de tristeza ojeaba a Asuka cada tanto, que llevaba un mirada firme y concentrada en todos los sentidos. Las palabras que juraron momentos antes se repetían en su cabeza, el estaba seguro de que debía proteger a la peliazul, en realidad eso era lo único de lo que estaba seguro. Solo pensaba en que debía proteger a Asuka de este macabro juego, pero de repente, los 5 sentidos del emo se activaron.
Ya estaban frente a las escaleras, se miraron entre si, y bajaron uno ala vez. Primero Asuka, despues Tetsui, luego Erika, y así. Cuando llegaron al tercer piso ya sabían que debían hacer pero una voz los detuvo.
- ¿A donde creéis que vas? -decía la voz femenina y refinada, la misma que escuchaban hoy. Las cuatro chicas se voltearon y su ojos se cristalizaron de inmediato. Frente a ellas tenían a una rubia, alta, que llevaba puesto un vestido de novias muy elegante que estaba muy maltratado y deshecho, era una chica preciosa pero algo en ella era anormal, eran sus ojos rojos, llenos de desesperación.- ¿Qué? ¿Acaso sois mudas?
Sonia Nevermind – Super Princesa de Preparatoria
- ¿Que quieres de nosotros? -preguntó Asuka alzando la voz, llevaba el ceño fruncido.
- ¿De vosotros? Nada. Yo ya conseguí lo que quería -dijo la rubia, de repente una sonrisa apareció en su rostro.- De hecho, su amigo me brindo lo que quería.
- ¿N-nuestro amigo? -tartamudeo Erika, la cuatro chicas se miraron entre si asustadas y notaron la falta de alguien, la falta de Kisa entre ellas.
- NO, KISA -grito Asuka con una sensación de miedo? Tal vez tristeza o preocupación, o incluso... desesperación.
La chica peliazul desesperada paso corriendo por al lado de Sonia, que estaba parada en la escaleras y subió de vuelta al cuarto piso, para encontrarse colgando en la entrada de las escaleras a su amigo, al que había jurado proteger, a Kisa. Estaba colgado de una gruesa cuerda desde el cuello.
Asuka se tapo la boca para ahogar un grito, sollozaba como nunca.
- NO.... KISA, jure que te protegería. Perdón, perdón -lloraba la ojivioleta, intento retener el llanto pero no pudo hacer nada al respecto.
Mientras tanto, las demás seguían enfrentadas a Sonia con pánico y terror, que solo reía.
- Veáis, este juego no es ningún chiste y es solo el comienzo, este es solo el comienzo del juego que los llenara de desesperación -afirmó la princesa con una sonrisa que solo mostraba placer, un placer simplemente asqueroso.
"Perdoname, no te he podido proteger como prometí hacerlo, pero debes saber que yo seguiré intentandolo."
Kisa Kaedo
Last Breathe of the Gifted
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