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5. Capítulo 4.

Hi~ Como les comente, estos capítulos son bien domesticos y suaves, pero este especialmente da un pie importante para la relación entre Ash y Eiji y para entender un poquito más la relación de estos hermanos, así que no los spoileo más, espero que les guste.

—¿Qué te parecieron? —Ash intenta mantener el tono gélido, impasible y sin una chispa de emoción porque es un experto disimulando cómo verdaderamente se siente y aún así le aterra que esa proeza sea imposible, hay algo en Eiji que lo obliga a actuar así, quizás la locura se contagie, piensa—. ¿Hola?

—Te estaba escuchando. —El nipón está sentado enfrente, no se habían visto hace semanas tras el incidente que ocurrió con la pandilla.

—¿Entonces?

—No estoy seguro. —El lince gimotea arrojándose en esas sillas de madera tan incómodas que adora Griff, sí, claro, puede que se vean bonitas para las visitas, sin embargo, usarlas es una tortura—. Cada uno fue diferente, así que me cuesta encontrar una generalización.

—Diferente. —Corea golpeando la superficie de la mesa. Tap. Tap. Tap—. ¿A qué te refieres con eso?

—Por ejemplo, Alex es un buen líder y eso es grandioso. —Las mejillas de Eiji se han puesto rojas, es un carmesí apenas inteligible que debería pasar desapercibido a través del bamboleo de las cortinas pero no lo hace, no para Ash ¿qué será eso que lo mantiene tan observador?—. Me gusta su dualidad entre ser un jefe inmutable y al mismo tiempo vulnerable con los chicos.

Tch. —Chista la lengua—. No es tan genial.

—¡Lo es! —Claro que Eiji lo defiende—. Tú me preguntaste además.

—No pensé que tuvieras tan mal gusto.

—Me gustaron otras cosas.

—¿Cómo qué?

—Por ejemplo, Bones es divertido y eso es realmente lindo o Kong que se ve intimidante pero es tan sensible que me encogió el corazón o uno de tus otros chicos también intentó coquetearme e incluso me dio su número de teléfono para que acordáramos una ¿cita? Creo que así se le dice acá.

—Una cita. —Repite irritado—. Si te es tan fácil saber qué te gusta ¿para qué publicar un anuncio en la web? Por lo que veo te va bastante bien sin él.

—Porque es diferente lo que quiero para un papá. —De pronto la expresión de Eiji cambia y le resulta tan abrupto que casi se cae de la silla, porque acostumbra a verlo siendo amable, brillante y teniendo un nulo instinto protector, por eso, mirarlo con un manto de tristeza...—. Es distinto si quiero un hijo.

—¿Cómo?

—Es distinto. —Eiji escamotea—. Debo ser más cuidadoso.

Ash quiere consolarlo.

Realmente quiere.

Si preguntan no lo admitirá, no obstante, la preocupación lo carcome, no debería, le dejó claro acerca de la formalidad de su relación, no son amigos ni tiene la intención de serlo, en teoría está cerca solo porque a Max le preocupa y aun así Ash siente a sus emociones acrecentarse entre sus entrañas, son incómodas, le cuesta denominarlas, hierven tal como una olla a presión espumeando y espumeando hasta que empieza a deformar la tapa, es distinta a la hiperalerta que le pasó cuando las cosas fueron diferentes en la universidad, esto es más intenso. ¿Por qué? Eiji es una buena persona, se dice puesto que en este lapsus juntos le ha dado más de una oportunidad para herirlo y no lo ha hecho, por ende justifica su preocupación en cierta medida y al mismo tiempo, no tiene derecho a tenerla.

No son nada.

Nada de nada.

—¿Qué quieres en un papá para tu hijo?

—No quiero un papá para mi hijo. —Eiji frunce el ceño, aunque debería verse intimidante el puchero a medio esbozar le roba un suspiro, Ash deja caer el mentón sobre su palma sin sacarle la mirada de encima, le gusta la manera en que el amanecer salpica su piel bronceada, pero bueno, en general le gusta poderlo vislumbrar platónicamente claro—. Ser un papá implicaría responsabilidades conmigo y con el bebé, no quiero eso, quiero encontrar a alguien que sea bueno.

—Hay muchas personas buenas. —Aslan intenta rodear la pregunta, no es directo, si lo es se cerrará.

—Tal vez. —Las manos de Eiji van hacia su vientre—. Pero si me puedo asegurar de que al menos va a ser bueno estará bien, suficiente tendrá con mis genes.

—¿Qué tienen de malo tus genes?

—Es una larga historia. —Bufa—. No estoy muy encariñado con mi familia y prefiero que el otro 50% esté a salvo.

—Oh. —Ash no se esperaba esa respuesta—. ¿Solo quieres a alguien bueno?

—Sí. —Sus dedos se hunden en ese espantoso suéter y de repente siente el impulso a llevar su mano a ese lugar también, es ridículo, lo sabe, no hay nada ahí dentro—. No quiero una pareja, quiero ese 50% más asegurado, por eso no puede ser cualquier desconocido en un bar o algún amigo, no quiero que haya un vínculo emocional de por medio y que eso complique las cosas aún más.

—Suenas con experiencia.

—Porque tengo experiencia. —Ríe sin risa.

—¿Cómo? ¿Ya has estado embarazado? —Niega.

—Aunque deseé quedar embarazado antes. —Traga duro—. Y no salió bien, no salió bien para nada.

—Mierda. —Ash no sabe qué decir.

—Mierda, sí. —Pero Eiji no se lo toma a mal—. Así que es normal que esté siendo cauto ¿no lo crees?

—Supongo.

—Los chicos de la pandilla son agradables, aunque no creo poder elegir sin conocerlos más a fondo.

—¿Cómo planeas mantener a un bebé si ni siquiera tienes trabajo? —El comentario se sale dejando en evidencia que no ha ido dejar el tema porque joder, no puede procesarlo, es como si la mera idea de que Eiji hubiera tratado de quedar embarazado antes fuera físicamente rechazada y ¿quién habrá sido el afortunado? "Afortunado" vaya que se puso sentimental. No. Alto. Ya. No le importa, esto es solo transaccional.

—Estoy intentando buscar trabajo. —Le responde obviamente irritado—. ¿Crees que el arriendo es muy barato en Downtown?

—¡¿Estás arrendando en Downtown?! —No es que Ash quiera ser exagerado y sin embargo Eiji tiene prácticamente un letrero que grita «extranjero ingenuo» sería fácil asaltarlo, secuestrarlo, explotarlo a través de esa buena voluntad, ugh, de repente suena tan exagerado como Griffin, esto no es propio.

—¿Qué tiene? —Pero Eiji ladea la cabeza genuinamente confundido y se ve tan joven, aunque posee más de 20 años de seguro lo confunden con un mocoso todavía—. Me gusta dónde vivo.

—Es peligroso. —Insiste—. No puedes seguir ahí, menos si quieres un bebé.

—Pues no puedo pagar algo mejor.

—Pues deberías conseguirte un compañero de cuarto para dividir gastos.

—¿Cómo arrendar con un desconocido no es peligroso? No deseo compartir espacio con un extraño.

—¡Pues con alguien conocido! —Chilla—. Puedes arrendar con un amigo.

—¡No tengo amigos! —Grita herido—. Si tuviera no te habría "contratado" en primer lugar ¿verdad?

—Por favor, ¿qué tan difícil puede ser hacer amigos?

—Mucho. —Eiji es cortante—. Es muy difícil hacer amigos.

Y Ash se siente como todo un patán.

No quiso sonar invalidante, bien sabe que sino fuera por Shorter se habría quedado abandonado en la biblioteca de la universidad releyendo a Hemingway hasta aborrecerlo, más, fue afortunado y por algún motivo Shorter sintió curiosidad por él, esa curiosidad lo llevó a pegársele como una garrapata y ser una garrapata en algún punto se convirtió en amistad, con Eiji es distinto, Eiji es agradable, cae bien y se siente tan fresco como cuando Griff lava sus camisetas podridas por ende ¿cómo es posible que le cueste hacer amigos? Carece de toda lógica. Pero bueno. ¿Qué parte de Eiji sí presenta lógica?

—Es complicado, tienes razón. —No admitirá su error explícitamente en voz alta, así que tantea con suavidad la herida que dejó—. Yo me he querido ir a vivir lejos varias veces y no he podido.

—Pero tú tienes amigos. —Eiji tiene los ojos cristalizados, así vislumbra la verdadera sensibilidad del tema—. Tienes amigos con quienes irte.

—Sí, tengo amigos. —Shorter, es decir—. Pero no puedo arrendar con ellos, mi mejor amigo vive en el segundo piso del restaurante familiar y mis otros amigos son de la pandilla así que es...complicado.

—Oh.

—Además estamos pasando por ciclos diferentes, yo estoy con mi tesis y doy clases a veces.

—¿Eh? —Eiji impresiona genuinamente anonadado—. Pero tú eres menor, yo ni siquiera he podido convalidar bien mis ramos para acabar mi carrera.

—¿Qué puedo decirte? —Finge humildad—. Soy un genio con 200 puntos de IQ.

—Vaya presumido.

—¿P-Presumido? —Ash está listo para rebatir cuando...

—¿Por qué no arriendan algo juntos en ese caso? —Griff interrumpe, Aslan se engrifa en la silla igual que un gato arisco dado que no se había percatado de su presencia, raro, Ash no baja la guardia aun en su hogar, por ende, tendría que haber notado que había una respiración más en el comedor, Griff no está siendo ni silencioso, joder ¿cómo se le pasó?—. Creo que sería una buena idea.

—¿Qué? —Y acá procesa lo que su hermano le ha dicho—. ¿Me estás echando de la casa? ¿en serio? Pero soy tu hermanito bebé.

—Aslan. —Ríe conmovido por el apodo—. No te estoy echando, pero creo que es una buena chance.

—Una buena chance. —Repite con el ceño tenso—. No, no veo cómo.

—Puedes probar cómo es vivir independientemente, Eiji podría pagar el arriendo en un barrio bueno y estarían viviendo con un amigo, ambos ganan.

—Eiji no es mi amigo. —Gruñe—. No sé si quiero vivir con él.

—Aslan. —Su voz se endurece y acá capta la crueldad de lo que ha dicho.

—Está bien. —Pero es muy tarde y Eiji se ha levantado de la mesa—. Ya me tenía que ir, lo siento si mi visita acabó incomodando a alguien.

—Eso no es... —Ash quiere detenerlo, se contiene a sí mismo—. Adiós.

—Adiós.

Eiji se va y Griffin lo juzga.

—¿Qué? —Defiende lo indefendible—. No hice nada malo.

—¿Entonces cómo sabes que te regañaré?

—Por tu cara. —Lo apunta acusatoriamente—. Siempre pones una cara de vejete antes de retarme.

—¿Cara de...? —Intenta no ofenderse y mantener la calma en un suspiro—. Ven acá, Aslan. —Luego de decir eso una serie de palmaditas retumban dentro del apartamento, los cojines mullidos salpican de polvo y Ash no quiere meterse en esa nube—. Ven, no te morderé.

—Bien. —Lo obedece incluso sino quiere.

¿Por qué Griffin empatiza tanto con un desconocido?

Más que nadie su hermano debería resentir al japonés por desperdiciar de esta manera su capacidad de dar a luz, comprende que resentirlo no cambiará en nada su situación particular, pero mierda, lo ha visto sufrir tanto gracias a su complejo de insuficiencia en silencio, Ash agradece que Max parezca saber cómo contenerlo porque él no entiende todavía qué hacer o qué decir, no ayuda su reputación de playboy y que se niegue a sentar cabeza. Lo sabe. Se está desquitando para no afrontar este dolor que aun no está capacitado para digerir. Pero no es justo para Eiji. Ni para sí mismo. ¿Para qué niega lo que siente? En el fondo anhela caerle bien a Eiji, pero le da miedo dejar que Eiji entre y no le guste lo que vea así que lo rechaza primero. Es más fácil. Es más llevadero. Es cobarde.

Eiji le da miedo.

—¿Por qué eres tan amable con él? —Entonces Ash pregunta con sus ojitos verdes y Griffin no puede evitar adorarlo, sí, claro, puede que sea un adulto hecho y derecho, sin embargo, siempre verá a ese pequeño niño que vestía un uniforme de béisbol demasiado grande y modelaba el corte principesco.

—¿Acaso no puedo ser amable con Eiji? —Le devuelve la pregunta con una sonrisa calma enfocando toda su atención en el rubio, no en los poemas a medio escribir ni en la computadora sobre la mesita de café, no, en Aslan—. Me agrada.

—¿Cómo puede agradarte? —Se desespera—. Recién lo conoces.

—Lo mismo podría decirte a ti.

—A mí no me agrada. —Es cortante—. Lo hago por insistencia del viejo.

—Hasta donde sé Max te pidió exactamente lo contrario. —Pero Griff es inteligente y copuchento y no debe subestimar dichosa combinación—. Te pidió que convencieras a Eiji de desistir acerca de la idea.

—¿Acaso se ve como alguien que desistiría solo porque yo se lo pido?

Touché. —El ambiente se relaja.

—¿Cuál es la verdadera razón para que me pidas eso? —Ash crispa sus dedos en sus rodillas y tensa las rasgaduras que tienen sus jeans metiéndoles las uñas, está ansioso, le toma tiempo mirar que la pelota de tensión que se le revuelve en el estómago es ansiedad—. Tú no eres así y Eiji... ¿no tendrías que resentirlo por lo que está haciendo?, ¿no te sientes pasado a llevar?

—¿Por qué lo haría? —Aunque el mayor ríe vislumbra una línea de tensión alrededor de esa sonrisa.

—Porque él está tirando por el caño eso que tú tanto anhelas.

—Que Eiji tenga un bebé con un desconocido no afecta en nada que yo pueda tenerlos o no, el chico tiene su propia vida y sus propias batallas.

—¡Pero es injusto! —La impotencia sangra en su voz, Ash ha apretado los puños y se ha parado y es acá que comprende lo disociado que estaba del tema, sí, le afecta que Griffin no pueda tener un hijo de la forma que desearía porque si alguien se lo merece es él, ¡joder!—. No es justo...él no lo merece.

—¿Cómo puedes saber eso?

—¿A qué te refieres?

—¿Cómo puedes estar tan seguro de si lo merece o no? Eiji no ha tenido una vida tan fácil. —Apenas escucha eso otra vez llega ese sentimiento igual que una marejada a darlo vueltas y vueltas, no logra pararse o estabilizarse, queda a merced de las corrientes salvajes—. Por algo te tiré la indirecta.

—Quieres que viva con Eiji por Eiji. —Concluye—. No por esa mierda de disfrutar mi independencia.

—Aslan. —Lo regaña con la voz dura—. Ya hablamos acerca de las groserías, mientras estés bajo mi techo no puedes decirlas.

—¿Qué sabes de él? —La pregunta se le escapa del alma—. ¿Está herido?

—No sé.

—Griff.

—No conozco muchos detalles. —Griff es sincero y Ash puede decirlo en solo una mirada—. Shunichi es un amigo en común que tenemos Max y yo, él me contó un poco de su situación para que pudiera echarle un ojo mientras está en América, sé que tiene una relación complicada con sus padres y que casi va a las olimpiadas como saltador de pértiga.

—¿Qué? —Ash se rasca la oreja para limpiarse la mugre—. Creo que no te escuché bien.

—Es un deportista. —Griff repite entretenido—. Y uno bastante bueno por lo que Shunichi comentó.

—¿Eiji? —Repite con suspicacia—. ¿El mismo chico que usa suéteres de vejete y se ve tan suavecito?

—No sabía que Eiji se viera suavecito. —Repite con picardía—. Debes mirarlo mucho para notarlo.

—¡No es importante! —Gimotea, ¡¿por qué diablos se ha puesto rojo?!—. El punto es que no parece un deportista, me los imagino, no sé, más ¿cabeza dura?

—Max era deportista.

—Exacto.

—¡Aslan! —Griff suspira, se arroja hacia atrás en el sillón y da una serie de bocanadas para sosegarse a sí mismo—. El punto es que tuvo una recuperación difícil, según lo que me dijo se cerró aunque la herida sanó y era más que bienvenido en el equipo, huyó a América con la idea de que quería quedar embarazado sí o sí.

—¿Acaso está demente? —De hecho, eso suena a algo que Eiji haría.

—Shunichi no puede venir a cuidarlo por temas de contrato, por eso me lo encargó y nosotros te lo encargamos a ti.

—No quiero ser el niñero de nadie. —Chasquea la lengua.

—Te lo encargamos porque también creemos que te haría bien. —Su hermano se lo dice franco, eso hace que le duela el pecho y que se deje caer de vuelta en el sillón con las manos tensas, de repente, la rabia no era hacia Eiji sino a lo impotente que ha sido en todo el proceso de su hermano—. Dejaste a tus amigos y de un momento a otro te obsesionaste con acabar la carrera antes que los demás, te veo tan solito, Aslan, me preocupa que te estés quedando completamente solo.

—Tengo a Shorter.

—Shorter no puede ser tu único amigo. —No lo dice con crueldad, sino con preocupación genuina—. Aunque tienes razón cuando me dices que es personal, estoy cuidando de Eiji por mis razones.

—¿Cuáles? —Quiere saber—. ¿Por qué razones personales?

—Porque creo que las cosas pasan por algo. —Los ojos de Griffin se cristalizan como Ash los ha visto cristalizarse demasiadas veces—. Sé que apenas soy fértil, probablemente debería tirar la toalla para tener un hijo desde mi propio vientre, pero no sé, quizás si cuido a Eiji, solo quizás, Dios se apiade y me permita quedar embarazado.

—Griff...

—Es una tontería, lo sé.

—No es una tontería. —A Ash le rompe el corazón verlo así—. No lo es.

—Eiji me recuerda a mí en muchos sentidos, por eso, fue fácil apegarme a él y quererlo guiar, la está pasando mal, está solo, no conoce a nadie e impresiona estar buscando respuestas equivocadas, no te estoy pidiendo que seas un niñero, ni un amigo, ni un compañero, te estoy pidiendo que seas una buena persona porque yo crie a una buena persona. —Griffin se inclina para presionarle un beso en la frente justo como hacía cuando se lastimaba y necesitaba de confort—. Sé quién es mi hermanito.

—Griffin.

—¿Y tú, Aslan? —Griffin lo mira—. ¿Lo sabes?

¿Qué significa esto? Ni modo, Ash se va a vivir con Eiji no más, les dije que si bien, estos tipos se demoran en conocerse igual dan pasos grandes al lado XD así que veamos cuánto le dura hacer la vista ciega a Ash porque lo quiera o no, está en una comedia romantica.

Nos vemos mañanita con el inicio de su arco doméstico juntitos~

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