Hola mis bonitos lectores~ Como les comenté, los primeros capítulos son siempre lentitos para ir dandole contexto al au e ir asentando bases, así que relax, todo esto parte bien doméstico y progresivo hasta que por las vueltas de la vida terminan demasiado juntos, claro, pero tenemos medio mes para llegar allá.

Espero que les guste~

—Todavía no puedo creer que sea real. —Ash estira sus zapatillas entre la montonera de ropa sudada que su mejor amigo tiene en vez de suelo, puede ver las manchas de saliva en los polos, el barro aun fresco pegado en las zapatillas e incluso la ropa interior tendida en la ventana, es un misterio el cómo Nadia le ha aguantado tanto, Griff lo habría regañado—. Si el viejo no me lo hubiera mostrado, habría creído que era una broma.

—Amigo. —Shorter lee anonadado el anuncio, ambos están sentados en la cama—. No sabía que se podían ofrecer esa clase de servicios.

—No creo que sea legal.

—Y aun así, ahí está el anuncio.

Shorter le ha quitado el celular para leer una y otra vez el aviso que Max le suplicó atender hace días.

«Se busca voluntario para tener un hijo. No necesitas hacerte cargo ni mantener contacto pero quiero de todo corazón tener un bebé, más aún, no he encontrado a la persona correcta».

Básicamente está buscando a un donador de esperma.

¿Por qué?

Le cuesta entenderlo a cabalidad, si bien, Eiji no es espectacularmente atractivo (a diferencia de Ash) ni tiene una belleza extraordinaria y de hecho resulta casi aburrido, no es feo o al menos, no si toman el promedio de población para compararlo, por ende podría serle relativamente simple follarse a los que quiera para engendrar a un bebé, ¿quién sabe? Incluso podrían enamorarse y formar una familia y todas esas gilipolleces estilo David Copperfield que a él no le interesan. Primero, porque le aburren. Segundo, porque a Griff y Max les darían dos ataques por cabeza si dejara preñado a alguien. El tema ni siquiera llama su atención además, así que ¿por qué le ofreció su ayuda?, ¿qué diablos le importa?

Porque Eiji es una buena persona.

Simple.

Ash no tuvo corazón para negarse a su petición porque vio en sus ojos y vio de verdad lo desesperado que estaba por tener un bebé y puede ser una estupidez, es cierto, apenas lo conoce, probablemente así cómo Holden habitaba en fantasías él está habitando en una versión de Eiji construida por lo que Max y Griff le han referido de Ibe y en extensión del propio Ibe ha Eiji. Y aun así. Aunque la explicación más racional es eso Ash comprende que hay algo diferente. En sus ojos. En sus sonrisas dulces. En la manera que dice su nombre ¿y cómo es? No es "Ash" puesto que son dos sílabas. Ash-u. Sí. Igual que un estornudo y ¿cómo podría ser una mala persona siendo tan adorable?

Joder, andaba criticando a Shorter por cambiarlo por un culo y ahora anda en las mismas el hipócrita.

—¿Es lindo? —Su mejor amigo lo agarra con la guardia baja con esa pregunta, ¿Eiji es lindo?

Lindo se queda corto.

—Es normal. —Escamotea—. Es un japonés común y corriente.

—¿Tienes una foto de él?

—¡¿Por qué diablos tendría una foto de él?! —De pronto, sus mejillas están rojas igual que sus orejas.

—¿Cómo vas a conseguirle un posible papá sino andas con una foto de él? Si quieres atraer a posibles compradores debes ponerle cara al producto.

—Buen punto. —Ash cavila—. Es la primera vez que dices algo inteligente desde que nos conocemos.

—¡Hey! —Shorter lo patea, más como el suelo está tan atiborrado de ropa le termina arrojando unos boxers a la cara, Ash se los saca con un asco desmesurado—. Más respeto conmigo en mi casa. —La casa de Nadia, quiere corregirle y se aguanta por buena gente.

—Entonces dame motivos para respetarte.

—Idiota con 200 puntos de IQ.

—Cabeza de mármol.

—¡Qué tengo pelo! —Gimotea donde más le duele—. Incluso me lo teñí de un morado ¡se mira cool!

—Una vez calvo, calvo para siempre. —Sentencia y la batalla está perdida.

—Infantil.

—Infantil y todo pero estoy a cargo del aviso. —Regresa al tema—. Tienes razón, voy a necesitar una foto de él, es importante que lo conozcan.

—Además, si quieres que compren la mercancía deben ver la carne primero ¿no? —Ash habla así de las personas porque cosificarlas es más fácil a verlas como personas reales y es algo que hacen juntos desde sus días en primero, no obstante, se siente terriblemente mal referirse así a Eiji—. ¿Sabes? No me molestaría ofrecerme de donante o algo así.

—¡Bastardo! —Ash lo empuja de la cama—. ¡Tienes novio!

—Yue entendería que esto es por una causa mayor.

—Ja. —Ríe con sarcasmo—. Te cortará el pene antes de dejarte ser un donador. —Shorter separa los labios listo para reclamar, más, los cierra en un abrir y cerrar de ojos concediéndole la victoria.

—Sí. —Admite—. Es algo que él haría.

—Te dije. —Canturrea.

—Aun así creo que sería lindo ir dejando hijos repartidos. —Ash alza una ceja con una pierna cruzada encima de la otra, vislumbrando a Shorter hacia abajo—. Alto, eso sonó mal.

—Bastante. —Es cortante—. No sabía que aspirabas a ser Max.

—Deberías dejar de ser cruel con el hombre, te ama como si fuera tu papá.

—Y eso lo hace mil veces más asqueroso. —Ash se deja caer sobre la cama, su mirada se clava encima de los trozos craquelados de pintura en el techo—. No voy a preñar nunca a nadie, no quiero un crío.

—Y aún así. —Shorter se arroja a la cama de un salto—. Ayudarás a Eiji a tener uno o al menos a que no elija a un asesino serial como papá para el bebé.

—Sí. —El pensamiento lo hace sonreír con inconsciencia—. Me encargaré de que elija a un candidato decente.

—Eso suena muy poco Ash Lynx de tu parte. —El aludido chasquea la lengua.

—Lo sé.

Pero otra vez, ¿por qué?

Son contadas las personas que genuinamente le importan, no es que sea un antisocial ya que a pesar de su carácter introvertido se las ha arreglado para tener un extenso historial amoroso y sin embargo le cuesta conectar con las personas, puede que se esté forzando demasiado a sí mismo ya que anhela tener lo que tienen Griff y Max (aunque sus defensas siempre dirán lo contrario) o quizás tiene miedo de que las personas realmente vean quien es, vaya farsa, presentarse como un lince es cómodo, pero en el fondo espera que alguien vea más allá. Y Eiji es cortés. Y lindo. Y amable. Es un buen tipo. Punto.

Quizás necesita un poco más de eso en su vida, más desecha ese pensamiento de manera inmediata.

Está haciendo esto por el viejo. Sí. Es un favor a Max.

Realmente quiero tener un bebé.

Nada más.

—Ese tal Eiji debe ser bastante interesante para que llame tu atención así. —Shorter lo presiona sin un átomo de sutileza—. Nunca te he visto invertir ni una pizca de responsabilidad afectiva en alguna de tus relaciones.

—¿Qué hay de nuestra amistad? Tengo responsabilidad afectiva contigo. —Shorter niega.

—Somos amigos porque aprendí a aguantarte. —Ash le pega en el hombro, no es bruto ni existe una intención genuina de lastimarlo, sin embargo, le gusta tener estas muestras de control—. Y eres todo un arisco cuando se trata de tu reputación en la facultad.

—Lo dices por el incidente con Golzine.

—Sí. —Shorter desvía la mirada, el tema es difícil de hablar—. Lo digo por eso.

—Shorter.

—He estado haciendo vista ciega, pero desde que los rumores existen en la facultad he visto la forma en que te fuerzas a ti mismo a salir con personas que no quieres salir casi como si tuvieras que probar algo, no tienes que probarnos nada, ni tampoco a ti mismo.

—Para. —Ash se levanta de la cama—. No vamos a hablar de esto ahora.

—Ash.

—Y eso es lo bueno de Eiji. —Ríe—. Él no sabe nada porque acaba de llegar.

—Está bien que quieras conocer a gente fuera de eso ¿sabes? —Ash sonríe, no lo mira, de hecho, se encoge tanto que se le empieza a marcar vertebra por vertebra incluso a través de la camiseta—. Y no tenía intención de convertir esto en un tema, solo, estoy contento por ti, bro. —Y eh acá el motivo por el que Shorter usa lentes, así como sus ojos su voz es malditamente honesta, eso es malo, incluso si son adultos que están terminando la universidad es peligroso mostrarse así. Vulnerable. Indefenso.

Expuesto.

—Me haces sonar como un cabeza dura. —Chista para aligerar la tensión.

—Es porque eres un cabeza dura. —Shorter le hace el favor de dejar el tema (al menos por ahora) y lo agradece de sobremanera—. ¿No dijiste que iba a llegar a tu casa hoy?

—Es verdad. —Memora—. Nos vamos a juntar en la tarde para hablar sobre su perfil de citas y de la manera menos peligrosa de conocer a extraños.

—Amigo, ya es tarde.

—¡¿Qué?! —Aslan se para de la cama y saca el celular, varias llamadas perdidas de Griff aparecen el instante que desbloquea la pantalla—. Mierda.

No. No. No.

Es malo.

Esto es muy malo.

No es que se avergüence de su familia, al contrario, adora a su hermano e incluso sigue siendo celoso con Max a pesar de que llevan casados prácticamente una década, no obstante, sabe que Griff tiende a emocionarse igual que una mecha de dinamita y no existe nada que desee más que verle una novia o un novio para sentar cabeza y no es que Eiji sea eso, el sujeto es un desconocido, pero es el "pupilo" de Ibe y Griff quiere a Ibe y eh ahí el dilema. Así que llega corriendo a casa, teme que Eiji se aproveche para mentirle porque le pasa, la gente lo quiere a toda costa.

—Aslan. —Sin embargo, cuando llega los encuentra charlando en paz en la mesa del comedor, Eiji le parece estar mostrando algunas cosas en el teléfono y su hermano tiene un par de borradores sobre la mesita de café—. Bienvenido.

—Hola.

—Hola.

—¿No se han dicho nada raro? —Advierte porque no es tonto y sabe cómo funciona el mundo vacío.

—¿Qué cosa podríamos decirnos? —Griffin frunce el ceño, no molesto, sino más bien, curioso—. Eiji me contó lo que estás haciendo por él.

—¿Qué le contaste? —Lo mata con la mirada.

—Qué me estás ayudando a encontrar a alguien de manera segura para tener un bebé.

—Oh. —Ash se rasca la nuca, avergonzado—. Le dijiste la verdad.

—¿Qué más podría haberle dicho? —Eiji ladea la cabeza genuinamente confundido y la imagen entre su cabello esponjado rebotando hacia sus pestañas y su boca fruncida le hace saltar el corazón, debe ser por la comida de Shorter, se dice a sí mismo. Sí. Está enfermo.

—Las personas a veces se aprovechan para decir que están en una relación conmigo o algo así. —Se escucha un poco más narcisista de lo que esperaba dichosa declaración, más, es la verdad, tensa sus puños contra los bordes de la chaqueta temiendo una respuesta. Una confirmación o una decepción.

—¿Y por qué querría estar en una relación contigo? —Eiji suelta la pregunta con un asco natural, eso le cabrea el orgullo.

—¿Perdón?

—Me escuchaste ¿qué ganaría yo? No eres gran cosa. —Vaya que tiene pelotas.

—Ja. —Se acerca irritado—. ¿Quién te crees? Deberías mostrarte más adorable si te estoy ayudando.

—Si me estás ayudando es porque no quiero tus genes, Einstein.

—¡Yo te rechacé primero!

—Nunca me dejaste darte una respuesta. —El bastardo tararea—. Además, por lo que Griff me contó sobre tu obsesión por las bibliotecas y la comida grasosa creo que paso, no quiero que mi bebé tenga esa clase de gustos tan... americanos.

—Tú, pequeña mierda.

—¡Aslan! —Griffin lo regaña—. ¿Qué te he dicho de las groserías?

—¡Pero soy un adulto! —Gimotea—. Puedo maldecir si se me da la gana.

—No si eres un adulto que aún vive bajo mi techo.

—Eres un tirano. —Se amurra cruzando los brazos sobre su pecho y es acá que se percata de esa risa extra que lo acompaña. Mierda. ¿Desde cuándo es tan bueno haciendo el ridículo?—. Como sea ¿vas a querer mi ayuda para hacer esto o no?

—Aww. —Eiji se para entretenido, se acerca de una zancada y se inclina hacia su cara con sus palmas en la espalda—. Te pusiste rojo.

—¡C-Claro que no! —De repente, se siente adolescente.

—Claro que sí. —Y no le desagrada del todo la sensación—. No te lo digo como algo malo, me parece lindo.

—Lindo tu culo. —Insulta.

—¿Gracias? —El insulto le sale por la culata, su cerebro ahora es un desastre haciendo corto circuito.

—Solo vayamos al grano. —¿Por qué? ¿Desde cuándo se pone así?

Debe ser indigestión, se repite.

Es que es ridículo dejarse llevar tanto por Eiji, apenas lo conoce y desea mantenerse indiferente dado que eso es lo que le ha servido, pero en el fondo asume que lo está ayudando porque le tocó conocer el lado más pútrido de la ciudad y de sus habitantes y no quiere que Eiji pase por lo mismo, no siendo tan dulce e ingenuo, no si va con el corazón en la manga, ¿qué pasa si se encuentra con alguien como Arthur? O peor ¿con alguien como Dino? La mera idea le retuerce las tripas, así que intenta distraerse haciendo una lista de las cosas que Eiji desea en una pareja, el problema es que...

—No tienes la menor idea. —Brama cabreado—. Ni siquiera sabes el tipo de hombre que te gusta y vas y publicas un anuncio en internet ¿acaso estás demente?

—¡Lo siento! —Aprieta los párpados con vergüenza genuina—. Estaba desesperado.

—Pero esa no es razón para quedarte con cualquiera. —Lo regaña, ¿acaso Eiji no es dos años mayor?

—Nunca... —De repente, su expresión cambia a una repleta de tristeza—. Nunca tuve la oportunidad para saber lo que me gusta, no tenía esa libertad así que recién estoy intentando descifrarlo. —Aslan siente una irrefrenable necesidad por consolarlo y preguntarle brotar en estos momentos cual geiser furioso, más, no dice nada. No es su asunto, se dice—. Sería más fácil si te pudiera dar ejemplos.

—En ese caso ¿por qué no lo llevas con tus amigos, Aslan?

—¿Eh? —El nombrado parpadea. Una. Dos. Hasta tres veces—. ¿Qué?

—Con la pandilla. —Griff le arroja una sonrisa mañosa—. Los chicos son agradables y así Eiji ya podría ir viendo qué clase de hombres le gustan. —¿Qué pretende su hermano? Ni idea.

—¿Puedes hacer eso por mí? —Pero los ojos de Eiji brillan, maldición, es difícil negarse si lo mira así.

—Podemos. —Se rinde—. Te presentaré a los chicos para ver quién te gusta.

Entonces Griffin esboza una sonrisa traicionera y Ash tiene un terrible presentimiento enroscándose en sus entrañas.

Esto saldrá mal, lo sabe.

¿Nos vamos con los chicos? Claro que sí y no se descuiden porque ahora son los chicos pero mañana pueden estar teniendo un bebé, si estos dos a pesar de todo parten intenso pero ash se toma su tiempo para entender lo que poco a poco se hace obvio, así que tenemos un largo viaje en agosto.

Nos vemos mañanita.