25. Capítulo 24.
Hi~ Ha pasado bastante tiempo desde que este fic sin querer cayó en hiatus, así que tratemos de sacarlo con estas actualizaciones que le queda poquito, justo el capítulo anterior había tirado la bomba de que Griffin estaba embarazado, acá lo vamos a procesar, recuerden que Ash es un personaje con un pasado bastante delicado y es esperable que tenga ambivalencias y defensas, la cosa es cómo elige afrontarlo.
Mil gracias por leer.
Griffin está embarazado.
Max se desmayó.
Ash no sabe cómo manejar la situación, si bien desearía tener un manual que lo ayudara a reaccionar de manera más efectiva (que Max al menos) le han tenido que pasar una bolsa de papel para respirar, se hiperventiló y lo sabe, su corazón está latiendo al punto de la taquicardia, el sudor lo ha empapado igual que una segunda capa de piel, sus piernas no son capaces de sostenerlo, su visión se ha tornado borrosa al borde de la ceguera, joder, la adrenalina que corre entre sus venas solo puede equipararse a lo que siente un gato siendo perseguido por una estampida de perros furiosos. Está embarazado y por eso fue el colapso. Está embarazado. Mierda. Finalmente.
Ash no puede evitar llorar de felicidad, no suelta la bolsa ni deja de dar bocanadas de aire, teme que si para va a sufrir de un ataque de asma y morirá antes de conocer al bebé pero Griff ha sufrido tanto para finalmente llegar a este punto que apenas puede contener la emoción, se siente en paz inclusive sino le corresponde alegrarse por ellos siente que ve una parte del universo, las estrellas, las galaxias, los soles y todo lo que haya que conocer. Está pleno. En paz. En Nirvana. Realmente pasó. Va a ocurrir.
Será tío.
Será el mejor tío del mundo.
—Gracias, Dios. —Es lo único que puede decir soltando la bolsa de papel, acomodando ambos puños contra su frente—. Gracias por permitírselos, Griff realmente sufrió porque no quedaba embarazado y aunque no concordaba con su decisión quería verlo bien.
Al principio no le hacía sentido la decisión de su hermano puesto que cualquiera con neuronas medio vivas en la cabeza vislumbraría el trauma que sus propias carencias le causaron, por ende, ¿tener un bebé no reactivaría todas esas heridas apenas cerradas? El hilo que mantiene a su piel unida dándole el tiempo que necesita para cicatrizar es demasiado delicado y Ash temía que un bebé fuera jalar un punto para acabar arrancando el hilo entero. Lo crio sin el apoyo de nadie. Abandonado por su propia madre y por su padre, la pasó mal criándolo ¿para qué lo va a endulzar? Y aun así, se mantuvo fuerte.
—¿Puedo entrar a verlo?
—Como el padre sigue desmayado, puede.
—Gracias. —Sus jades se balancean del piso del hospital hasta el mesón de enfermería—. ¿Griff está bien? No me han dicho nada.
—No se preocupe, su hermano está bien, tenía una anemia leve y le dejamos recetados suplementos para más adelante, pero ahora que son conscientes del embarazo es indispensable que lo cuiden, lo que significa que tendrá que delegar y no hacer mucho esfuerzo ¿cree que podrán ayudarlo?
—Sí. —Las palmas le sudan—. Está en buenas manos.
Es lo justo, le toca apoyarlo.
¿Cuántas veces escuchó como Griffin se encerraba en el baño para llorar a solas? Aunque al principio creyó que podía ser un síntoma de guerra siempre había una prueba de embarazo en la papelera, le dolía y quizás de ahí la necesidad de crecer y arreglárselas pronto, quería que otro polluelo disfrutara del lugar que él estaba calentando y al mismo tiempo, eso lo llevó a poner barreras, eh ahí la cuestión con la madurez, confundió aislarse con independizarse cuando son cosas distintas, ja, supone que el vejete estaba en lo correcto, está bien de vez en cuando pedir ayuda y no tener la vida resuelta como si fuera algo que se pudiera poner en una planificación. A veces es algo caótico pero a veces las cosas sí pueden estar bien como ahora. Por fin. Finalmente todo está saliendo bien.
¿Todo?
Lamento haberte obligado a quedarte.
Eiji.
—Aslan. —No hay tiempo para ahogarse ahí, Griff está recostado en una camilla con una intravenosa conectada a sus muñecas y de repente...
—¡Griff!
De repente tiene ocho años pero es capaz de consolarlo como siempre quiso hacerlo, todavía aprecia al miedo envolverlo como una boa constrictora, más, no puede seguir fingiendo que no ve las heridas de su hermano porque debió ser tan duro mantenerse fuerte acá, así que entra al baño, lo ve sollozar en el piso hecho un ovillo sosteniendo lo que sería la primera prueba de embarazo de miles y observa la vergüenza ennegrecer esos ojos gentiles. Lo lamento por no ser tan fuerte, Aslan. Intento ser fuerte para ti, pero esto me duele. Perdón por ser un terrible hermano. Mereces un hogar y una familia real.
—Griff. —Pero siempre ha sido todo esto y no dejará nunca más que crea lo contrario—. Me estaban matando los nervios.
—Perdón. —Basta una mirada para regañarlo y le da risa sentirse como el mayor por primera vez, su hermano siempre impresionó tan frágil y finalmente tiene los recursos para cuidarlo, acá está, no va a dejarlo atravesar la incertidumbre a solas—. Si te hace sentir mejor, también me sorprendí.
—¿No sabías que estabas embarazado?
—No tenía idea. —A juzgar por sus ojos rojos sabe que es verdad—. Dejé de hacerme los test porque estaba cansado de ver el rechazo una y otra vez, ni siquiera podía pensar en la prueba sin sufrir varias arcadas, no sé, creo que me empezó a dar miedo hacérmelas.
—Griff...
—Ya había tirado la toalla. —De pronto su hermano luce increíblemente pequeño con la bata blanca.
—Estabas en tu derecho a cansarte. —Intenta encontrar las palabras correctas—. Pero me alegro de que no te rindieras, mereces tener un bebé si es lo que quieres.
—¿Y si soy un pésimo padre? —Ash entorna los ojos a causa de la sorpresa, en definitiva no esperaba esta clase de miedo—. Jim fue un terrible modelo a seguir, mi propia madre me dejó, debí estar loco, sí, debí estar fuera de mí mismo para apostar que sabría darle una familia si ni siquiera sé cómo son.
—Oh.
Ash se sienta al lado de su hermano, aprieta su mano e intenta digerir lo que están platicando, nunca se le habría ocurrido que Griffin podría estar asustado de eso, no porque sea bruto ni invalidante, es decir, padeció los mismos temores en relación a Eiji sin embargo su hermano se vio tan seguro acerca de su crianza que le sorprende que piense que lo puede arruinar, da por hecho lo afortunado que va a ser ese bebé, Griffin no se parece en absolutamente nada a Jim, no usó la violencia ni una sola vez, fue paciente, amable, fue protector, cariñoso, maternal, paternal, fue todo eso que dicen los cuentos que debe ser una familia y aun así, Griff no tiene idea de cómo es una familia.
Joder.
La catarsis le cae como leche cuajada, el paralelismo entre la calidez de su hermano y de Eiji le coloca los pelos de punta ¿por qué asume que la gente cálida viene de ambientes cálidos? El propio japonés se lo confesó cuando se sinceró sobre sus motivos para tener un bebé, nunca nadie me amó así, Griff debe ser un caso similar, quiere una familia porque nunca ha tenido una, de hecho debió ser violento cuidar al hijo de la puta que sacó a su madre, pudo abandonarlo o desentenderse tal como Jim pero...
—Pero no lo hiciste. —Dice para sí mismo—. Me cuidaste.
—¿Eh?
—Debió ser duro. —Los jades se cristalizan porque los cerúleos de su hermano no pueden—. Perdón.
—¿Perdón por qué?
—Por hacerte la vida más difícil. —No lo pone en palabras bonitas—. Lo siento. —Merecías divertirte siendo un niño y yo te quité eso, te forcé a crecer y lo lamento—. Perdón.
—No. —Griffin intenta tomar el control de la conversación y de hecho, incluso se lo transmite en sus caricias tan maternales—. Yo debería disculparme por haber sido una terrible familia para ti, lamento no haber sabido hacer las cosas bien, era tonto, era un niño cuando llegaste, no tenía idea de crianza o esas cosas, estaba tan asustado y siento que todo eso que odias de ti es mi culpa.
—¿Qué? —Ash no puede procesar que se atribuya esa responsabilidad—. Alto ¿de dónde viene eso?
—Porque sé que me culpas. —Griff baja su cabeza con tristeza—. O quizás yo me culpo ¿cómo podría no hacerlo? Arruiné a la persona más preciada que tengo.
Te arruiné.
Estás arruinado, es el mensaje que recibe.
—Griff. —Su pecho arde—. Tú no me has arruinado, ¿por qué lo crees? —Ríe con desesperanza, para que se refiera dicho peso es ya que realmente debe estar arruinado e incluso sin vislumbrar el motivo debe haber quedado más que claro—. ¿Tan mal estoy? Debes verme roto para pensarlo.
—Pero sino has parado de repetir eso.
—¿Cómo...?
—¿Crees que no te escucho? ¿Crees que no te conozco lo suficiente? Si hubiera sido mejor... lo siento porque te sientes así, debí protegerte mejor. —Está hablando de lo de Dino sin siquiera tener detalles al hueso—. Quizás así me habrías tenido la confianza suficiente para contarme lo que pasó.
—¿Contarte qué? —Alza sus muros y se pone defensivo ya que es pequeño y frágil—. Estás delirante.
—No soy tonto, Aslan. —Su voz se endurece pero su cara de cachorro pateado lo delata—. He notado tu cambio de actitud desde que el semestre comenzó, quise hablar contigo, más, cada vez que quería acercarme te desconocía, perdón por no darte la seguridad para acercarte por tu cuenta.
—¿Por qué te culpas por algo que ni siquiera hiciste? —Sus ojos azules penden en la intravenosa con una sonrisa melancólica, de repente, tiene la impresión de que se ha ido lejos, realmente lejos contra su propia guerra y en medio de un campo minado—. Yo debí haberles contado, veía su preocupación, la veía y no hacía nada.
—No te eches la culpa por eso, hiciste lo mejor que pudiste para sobrellevarlo, veo que este tema te afecta incluso sino me lo has contado, no seas tan duro.
—¡Tú tampoco!
—Aslan.
—¡Estoy cansado de verte culpabilizarte por todo lo malo que ocurre! Griff, estoy grande y encuentro las maneras de joder mi vida incluso si está bien, no tienes el derecho de quitarme la responsabilidad de eso, nunca creceré si lo haces.
—Oh. —Parpadea—. No lo había visto así.
Se quedan en silencio con las emociones a flor de piel, no quiso sonar agresivo con su hermano, más si está embarazado, no obstante, lo sobrepasó, está harto de que personas buenas como Griff y Max se echen la culpa de sus propios errores, él solito eligió meterse a la pandilla, hacerse el líder forajido, nadie lo apuntó con una pistola para que hablara con Dino, para que lo siguiera, nadie lo forzó dentro del camarín para cambiarse o a mantenerse dentro del equipo. Sus ojos arden. Es duro lidiar con esa ambivalencia, por un lado quiere empoderarse incluso con sus errores, pero por otro ¿dónde se halla la línea entre la víctima y el perpetrador? Le aterra ponerse en el papel de transgredido y si acunó a brazos abiertos su reputación fue por eso.
—¿Aslan? ¿Qué pasa? —Odia que su hermano lo llame con esa voz tan cálida y gentil—. Te amo pero todavía no puedo leerte la mente, ¿qué pasa? —Todo, todo pasa.
—Mi vida es un desastre y no tienes la culpa de eso. —Porque de repente las cosas se caen a pedazos y ni siquiera fue por un estímulo concreto, a veces se siente como una farsa pero no es adrede, Aslan peca de creerse sus propias mentiras, de ver avances donde no hay más que traumas, de plantar sus dientes de león en tierra muerta ¿a quién engaña?—. No he cambiado en nada.
—¿Aslan? —Odia que los papeles se reviertan y sea Griff quien encienda su instinto y se predisponga a acogerlo, ¿cómo eso puede ser justo? Literalmente está en una cama de hospital—. ¿Por qué dices que tu vida es un desastre? —Porque lo es.
—No es nada. —Se retracta.
—Sino fuera nada no estarías llorando. —Lo empuja.
—Mierda. —Sus puños frotan con violencia sus párpados a la espera de que esto mitigue el dolor en vez de acrecentarlo, no pasa, por supuesto, algo se rompió irreparablemente dentro de él desde que conoció a Dino y no ha hecho más que fingir que sigue armado—. Debo andar más sentimental, todo esto me dio un susto bastante grande ¿sabes? —Escamotea—. Incluso Eiji...
—Eiji. —Los ojos de Griff se iluminan—. ¿Dónde está? Fue raro que no entraran juntos, seguramente nos quiso dar privacidad, es tan considerado.
—Acabé las cosas con Eiji. —No, así no pasó, racionalmente lo sabe—. La jodí. —Es graciosa la forma en que la cabeza y el corazón se ponen de acuerdo para contar tan diferente la misma historia.
—La jodiste. —Repite incitándolo a contarle más. Confía, déjame apoyarte, por favor—. Mhm.
—Griff. —El nombrado está intentando tomar una puerta, quiere ser quién salve a Clementine acerca de ahogarse en el agua, el hermano que apoya a Holden, el Harry de Hemingway—. No te dejaré, no vas a convertir esta conversación en algo sobre mí cuando nos tratamos de enfocar en ti, no lo harás.
—¿Y es justo dejarme afuera de todo lo que te pasa? —No quiso transmitirle eso—. Mira, Aslan, veo que estás grande y que quieres tu libertad, por eso te incité a buscar un piso con Eiji, pero temo que estás llevando esto al extremo y me estás privando de mi derecho.
—¿Desde cuándo tienes derecho a saber todo sobre mi vida? —No quiere levantar la voz y lo intenta.
—No ese. —Griff se mantiene calmo—. Hablo del derecho a ser tu hermano.
—Eres mi hermano, no mi mamá o mi papá.
—Soy tu familia.
—Pues pronto tendrás una nueva familia. —Las lágrimas salen con furia de sus ojos, grandioso, acaba de arruinar uno de los días más especiales para Griffin porque es una porquería de hermano y no es de extrañar que por eso quiera reescribirlo con un bebé, sí, esa es la razón por la que insiste aun con sus carencias afectivas, esta vez lo quiere hacer bien, él lo dijo—. Una que no esté arruinada.
—Aslan.
—Y yo ni siquiera puedo... le grité a Eiji cosas horribles, a él, a la única persona que no me hace sentir arruinado y de hecho me incita a crear algo nuevo con mis pedazos, quizás en el fondo asumí que ni en un millón de años podría darle lo que él espera o necesita, quizás me asusté, no sé pero de pronto, todos a mi alrededor van tan rápido con sus vidas perfectamente resueltas.
—Alto, alto. —Lo para—. ¿Quiénes tienen la vida resuelta? ¿Quiénes son "todos"?
—¡Pues todos! —Menos yo—. Eiji anhela una familia y le está yendo excelente con la pértiga, Shorter va a tomar el control del Chang Dai apenas se gradúe, inclusive la víbora tiene sus planes para colocar un negocio o algo así y ¿para qué hablar de ti y Max?
—¿Yo y Max?
—¡Sí! ¡Ustedes lo tienen todo listo desde Irak! No me lo niegues.
—¿Crees que tenemos la vida resuelta? —Es la primera vez que escucha a su hermano indignado, le baja las defensas como agua fría contra piedra volcánica—. Un bebé no estaba en mis planes, todavía no tengo un contrato fijo, apenas pagamos el arriendo, estoy viejo y me siento tan atrás, te juro que esto no se parece en nada a lo que pensé que sería mi vida, pero ¿sabes? Incluso sino es lo que ansié tener no lo cambiaría por nada, sí, hay días en que se siente mal, pero hay otros en que no.
—¿Tú también te sientes atrás?
—Aslan. —Su voz poco a poco vuelve a ser la usual—. Mi hermanito es un genio que está terminando antes la universidad y mi esposo es un periodista reconocido, obviamente me siento así.
—Oh. —Baja la cabeza—. Nunca lo había pensado.
—Claro que no. —Se ríe—. Porque las personas tenemos un talento natural para devaluarnos mucho más de lo que el resto nos devaluaría.
—Sí. —Lo digiere—. Creo que sí.
—Ahora cuéntame qué pasó con Eiji. —El simple hecho de escuchar su nombre es una pelota repleta de angustia entre sus entrañas—. Solo si quieres.
—Quiero. —Intenta bajar—. Creo que me hará bien escucharte.
Así que comienza.
Le cuenta del terror que siente por estar con Eiji y de lo feliz que lo hace, de la conmoción que siente por el embarazo junto a la incertidumbre, le habla de Arthur, de la pandilla e incluso bosqueja a Dino.
Es la primera vez que pone en perspectiva lo mucho que ha estado pasando en su vida, sin querer el tema del bebé lo afectó ya que al mismo tiempo lo hizo sentir en obligación de crecer en un parpadeo para así poder decirse: miren, tengo toda mi vida resuelta también. Es mentira. Recién se encuentran conociéndose como pareja y Aslan recién está reconectándose consigo mismo, va lento, si bien, sabe que cada persona tiene el propio ritmo para sanar a veces le desespera percibir que corre y corre en una carrera y por más que corra se queda atrás. Probablemente no logró gestionar sus inseguridades y las volcó injustamente en su novio en un momento de crisis.
—Todo lo que le grité fue más para mí. —Entonces debe aceptarlo con la cabeza fría—. Manipulador es una palabra que usaría para mí, no para Eiji, pero no sé, me sentí fuera de mí mismo y no entiendo.
—¿No entiendes? —Griff ríe para disfrazar la preocupación—. Aslan, has estado cargando con mucho tú solo, apóyate en nosotros.
—Ni la pareja ni la familia pueden ser un centro de terapia.
—¿Acaso te estoy diciendo que nos trates como tal? —Las palmas de su hermano se deslizan encima de las sábanas blancas hasta rozar las suyas, el gesto lo enternece de sobremanera, es impresionante cómo lo remonta a Cape Cod. Campos de trigos. Lagos cristalinos. Cielos infinitos—. Eres cabeza dura cuando se te da la gana, el pobre Eiji debe tenerte mucha paciencia.
—¿Por qué te pones de su lado? —Ash frunce el ceño amurrado—. Yo soy tu hermanito bebé... —Ya no se siente usar bien el término—. Tu hermano, soy tu hermano.
—Mi hermanito bebé. —Pero Griff se lo permite—. Puedes tener cien años y lo seguirás siendo.
—Tú y el viejo estarán demasiado arrugados para ese entonces. —Bromea o volverá a lamentarse.
—Posiblemente estemos muy arrugados para ese entonces. —Su hermano capta el mensaje sin que sea necesario explicitarlo en voz alta—. Pero respondiendo a tu pregunta... es porque fui Eiji una vez.
—¿Eh?
—Sí. —Sus miradas se entrelazan, la moribunda luz del atardecer se cuela por la ventana dándole el presunto brillo que el embarazo debe dar—. Hubo un tiempo en que también necesité aferrarme ya que me era imposible aferrarme a mí mismo, con el tiempo fui entendiendo y entendiéndome, tengo la sensación de que Eiji está pasando por un proceso similar o eso me conversó en el mercado.
—Oh. —La discusión lo azota sobre su carne abierta—. De eso estaban hablando cuando colapsaste.
—Yo puse el tema. —Lo lee—. Porque Eiji parecía necesitar hablarlo con alguien.
—Mierda.
—No seas duro con él, su situación familiar es delicada y en el fondo es difícil comenzar a vivir por ti si toda tu vida te han pedido que lo hagas por alguien más.
—Lo siento. —Lo siento por cargarte.
—Aslan. —Griff lo sostiene de las mejillas—. Nadie me forzó a cuidarte, lo hice porque te amo, desde la primera vez que te sostuve entre mis brazos y apretaste mi pulgar supe que serías mi familia y una familia genuina, sí, puede que seamos poco convencionales, pero no estamos arruinados.
—Ya veo. —Eso es lo lindo de hablar con su hermano, siempre sale con otra perspectiva—. Me siento aterrado de haber herido a Eiji irreparablemente.
—Habla con él. —Griff le extiende los brazos—. Y deja de cargar con el mundo solo, déjate mimar.
Lo hace, se permite acunar entre los brazos de su hermano y al mismo tiempo, lo sostiene, los abraza a los dos y se pregunta cuándo empezará a ver señales de su sobrino, la idea de un mocoso no dejará de aterrarle hasta que lo tenga entre sus manos y posiblemente más allá pero acá está, intentándolo.
—¿Por qué están teniendo un momento familiar sin mí?
—Max. —Griffin se ilumina apenas su pareja entra a la habitación—. ¿En dónde estabas? Me dijeron que demorarías.
—Sí, estaba preparando un discurso que darte por el...
—Se desmayó. —Ash lo delata—. El viejo se desmayó y se pegó contra la banca en su cabezota.
—¡Mocoso! —Gimotea—. Déjame ser genial con mi esposo ¿quieres?
—Pero si tú no tienes nada de genial.
—¡Tú...!
—Oh, ya ven acá. —Griffin ordena—. Hay espacio para ti.
—¡No! —Ash protesta—. ¡No lo hay! Todo el cariño debe ser para mí.
—No seas egoísta con el pobre Maxie que te ama tanto.
—No hay espacio para ti acá. —Protesta.
—Ashie, por favor, hazle espacio a tu papá, Griffy también necesita de Maxie. —Los apodos le sacan caries—. Sino romperás mi corazoncito en miles de pedazos.
—¡Ya para! O te romperé la cara en miles de pedazos.
Pero cuando Max se une no hace más que recibirlo, todavía se siente irreal el tener una familia y ser amado por esta, el trauma no es únicamente culpa de Jim no obstante la idea de que es problemático e imposible de amar creció con los años, se infectó como un tumor maligno. Con Dino. Es lindo poder dejar esos pensamientos intrusivos al menos un rato entre los brazos de quienes más ama y es bonito saber que será cuidado aun siendo un "adulto", nadie lo está echando, el propio Ash lo hacía.
—Vamos a ser papás entonces. —Max musita sin separarse y algo cambia en el ambiente, no es que Ash sobre, más, entiende que debe darle intimidad a la pareja.
—Vamos a ser papás, sí. —Griff se aparta levemente.
—Buen trabajo. —Max le besa la frente—. Fuiste fuerte, amor.
—Traté. —Los ojos de su hermano se cristalizan—. Realmente traté de no perder la esperanza de ser papás, pero fue difícil. —Su voz se quiebra—. Fue muy difícil.
Y de repente Griff está llorando horrible entre los brazos de su esposo con la boca tiritona, las pupilas irritadas, el cuerpo derrotado y ni siquiera es capaz de sostenerse a sí mismo, Ash nunca lo ha mirado así de vulnerable y quebrado, es una faceta que asume está especialmente resguardada para que su pareja lo consuele y sostenga, es un diente de león al que le quedan pocos vilanos y aunque le rompe el corazón verlo sollozar como un animal herido hay algo mágico acá. Amor. Y amor del incondicional.
No dice nada cuando se retira de la habitación, les da su privacidad correspondiente mientras piensa en cómo arreglar las cosas con Eiji, no es necesario que lo rumie, apenas sale sus jades penden hacia los ojos más bonitos del mundo, están irritados porque lo hirió, lo hirió de verdad, le cuesta sostener el contacto a través de esas pestañas entintadas y de la irritación en sus párpados, ha estado llorando y odia haberlo hecho llorar.
—Eiji.
—¿Cómo está Griffin? —Se nota su intento por ser cortante.
—Embarazado.
—¿Eh? —Pero la fachada se cae para develar sus verdaderos colores—. ¿Es en serio?
—Lo es.
—¡Ash! —Eiji salta de la emoción hacia sus brazos—. ¡Estoy muy contento por él! —Y él lo atrapa, lo atrapa cada vez porque acá reside su vida, su alma y su corazón.
—¡Yo igual! —Las palmas del lince se han posado sobre su cintura, están cerca, tan cerca que besaría sus labios incluso si eso implica pagar con creces el pecado—. Él preguntó por ti, quiere verte.
—¿Por qué?
—¿A qué te refieres?
—¿Por qué preguntaría por mí? No soy de la familia y tú dijiste que por mi culpa él terminó alterado.
—Eiji. —Suplica—. Eres parte de la familia, Griff te quiere. —Traga duro—. Y yo te amo.
—¿Esa es tu manera de pedirme disculpas?
—¿P-Podemos...? —Le cuesta ser valiente—. ¿Podemos salir a tomar aire un rato? Por favor.
—Creo que nos hace falta.
Ash apesta en las confrontaciones y por eso la otra persona siempre tiene que buscarlo, memora los roces que han tenido, comprueba que efectivamente Eiji es quien lo ha buscado, si bien, dicho patrón se ha vuelto a repetir está listo para quedar expuesto de todo corazón, así que van afuera del hospital y se sientan en las escaleras de la esquina, al principio no dicen nada porque no cree que nada pueda borrar o retractar lo que causó. Los pétalos se volaron. Las espinas rasgaron. La taza se hizo pedacitos que no se volverán a arreglar. Aun así se siente agradecido. Al menos pudo vislumbrar y darle el peso correspondiente a las heridas que carga y empezar a bosquejar una respuesta.
—Lo siento. —Empieza y se siente tan burda la palabra en su lengua—. No dije nada de eso en verdad y sé que te herí, sé que fui un idiota, Eiji, de verdad lo lamento, puede sonar como una excusa aunque te prometo que no quise lastimarte.
—Para no querer lastimarme me dijiste cosas bien duras. —El japonés se abraza a sí mismo, están al lado del otro y aun así impresiona haber un abismo en medio del escalón—. Me lastimaste bastante.
—Lo sé. —Sus ojos arden—. Lo siento, puedes enojarte.
—No estoy enojado. —Eiji no lo mira—. Estoy herido. —Y eso es mil veces peor.
—Estás herido. —Ríe, sale mucho más crudo de lo que espera—. Sí, creo que debes estarlo, me confiaste una fibra sumamente sensible y acabé atacándote con eso, lo sé.
—Me dolió porque creo que fue verdad. —Eiji se encoge sobre sí mismo—. Al menos parte, no estoy seguro, sigo procesándolo.
—Eiji.
—Creo que estoy evadiendo responsabilidad.
—¿Me odias? —Sus ojos cafés parpadean con parsimonia, Eiji alza el mentón, se da vueltas con suma lentitud para finalmente vislumbrarlo.
—No. —Es un alivio—. No te odio, no podría odiarte solo por esto.
—Pero estás herido.
—Sí. —Eiji se queda en silencio mirando fijamente el piso otra vez como si vacilara en esa interacción y no lo culpa, al final actuó igual que su familia y el pensamiento hace que se sienta podrido—. Estoy lastimado pero te amo todavía.
—Yo también te amo. —Las palabras salen de su boca antes que lo pueda pensar—. Te amo y perdón.
Perdón por siempre joderlo.
Pero quiero arreglarlo.
Estoy acá.
—¿Puedo ver a Griffin más rato?
—Sí. —Ash sonríe con esperanza y algo suave se posa en los ojos del moreno, algo suave, brillante y hermoso que siempre encuentra maneras de embelesarlo, sus palmas duelen por no estar enlazadas a las de su amante, más, no lo presionará, irá a su tiempo tratando de aprender del daño—. Eso hará que se sienta aún más animado, Griff te quiere mucho. —Y yo te amo.
—Ya veo.
—Eiji.
—¿Sí?
—¿Puedo abrazarte? —La duda chispea en sus pupilas antes de derretirse, Eiji no responde de forma verbal al comienzo, lo hace con su cuerpo, mostrando una postura más abierta y entregada.
—Por favor.
Ash lo envuelve con fuerza, no es brusco, de hecho, toma con gentileza a Eiji para apoyarle la cabeza encima de su pecho, deseando transmitirle con el estrépito de su corazón eso que es imposible decir en voz alta, siente al cuerpo del japonés relajarse progresivamente y de repente, su camiseta se halla húmeda por el llanto silencioso de su amante, lo mata verlo así, más se limita a estar ahí, acoge todo su dolor, lo absorbe, lo comparte, lo ama y se mantiene firme y de repente, decide retribuirle distinto a lo que su instinto dice, por eso, en vez de firme se muestra vulnerable y llora junto a Eiji, no porque desee atraer la atención o algo así, esta es su manera de decirle: también me duele.
Realmente lo lamento.
Quiero hacer las cosas mejor.
Este capítulo fue muy importante tanto para Ash en relación a su familia cómo con su relación con Eiji, estos tipos se debían una buena conversación y finalmente las cosas pueden empezar a fluir con más naturalidad.
Espero que les haya gustado.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro