Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

La llegada del devastado

La noche era tranquila en las afueras de la cueva, donde las estrellas brillaban como pequeños diamantes en el cielo. Taiyo y Hikari estaban recostados sobre la hierba fresca, mirando al firmamento. La brisa era suave, pero Hikari apenas la notaba; estaba absorta procesando todo lo que Taiyo le había confesado.

Hikari: Así que... no eres como los demás.

Taiyo, con las manos tras la cabeza y la mirada fija en las estrellas, asintió lentamente.

Taiyo: Supongo que no. No soy del todo humano... pero tampoco soy completamente alienígena. Soy... algo en el medio.

Hikari giró su cabeza para mirarlo. Había tantas emociones mezcladas en su expresión: asombro, confusión, incluso algo de incertidumbre.

Hikari: ¿Y Yuki y Hana? ¿Ellas lo saben? ¿Desde cuándo?

Taiyo cerró los ojos por un momento, respirando hondo.

Taiyo: Sí, lo saben. Yuki lo descubrió hace un tiempo, durante un... incidente que casi salió mal. Ella fue la primera persona en aceptar lo que soy sin cuestionarlo, sin miedo. Hana... bueno, ella lo descubrió por accidente. Pero fue algo similar. Ninguna de las dos me juzgó. Al contrario, se han convertido en un apoyo importante.

Hikari se quedó en silencio, tratando de asimilarlo todo. Había algo que no podía ignorar: lo mucho que Taiyo había pasado y cuán solo debía haberse sentido guardando ese secreto.

Hikari: ¿Por qué nunca me lo dijiste antes? Pensé que éramos cercanos, Taiyo. No sabía que llevabas todo esto solo...

Taiyo giró la cabeza hacia ella, su mirada seria pero con un atisbo de disculpa.

Taiyo: No quería ponerte en peligro. Saber lo que soy, lo que el Omnitrix puede hacer, no es solo un secreto. Es un riesgo. Si las personas equivocadas se enteran, podrían ir tras ti... tras cualquiera que me importe.

Hikari desvió la mirada, sintiendo una mezcla de enojo y tristeza.

Hikari: ¿Y crees que eso hace que duela menos? Saber que estabas protegiéndome, pero al mismo tiempo manteniéndome fuera de esa parte de tu vida...

Taiyo no respondió de inmediato. Sabía que ella tenía razón, pero también sabía que no podía cambiar lo que ya había hecho.

Taiyo: Lo siento, Hikari. No fue porque no confiara en ti. Fue porque... no quería perderte. Pero ahora... ya no podía seguir ocultándolo.

El silencio entre ellos fue pesado, pero no incómodo. Hikari miró nuevamente al cielo, dejando que las estrellas calmaran su mente.

Hikari: Esto es... mucho para procesar. Alienígenas, secretos, y ahora esas Autobots en la cueva. Pero supongo que no sería tu vida si no estuviera llena de cosas extrañas, ¿no?

Taiyo soltó una risa breve, aliviado por el tono más ligero en su voz.

Taiyo: Supongo que no. Pero si te sirve de consuelo, incluso para mí todo esto es abrumador a veces.

Hikari lo miró de nuevo, esta vez con una pequeña sonrisa.

Hikari: Bueno, al menos ya no estás solo con esto. Estoy aquí, Taiyo. No importa lo que pase.

El alivio en los ojos de Taiyo fue evidente. Él asintió, sintiéndose más ligero que antes.

Taiyo: Gracias, Hikari. Significa mucho.

Ambos volvieron a mirar el cielo, dejando que la noche los envolviera con su calma. A pesar de las revelaciones y los desafíos que se avecinaban, en ese momento, todo parecía un poco más manejable.

La noche se hacía cada vez más profunda mientras Kael'thor y las tres Autobots se preparaban para partir desde la entrada de la cueva. La figura imponente de Kael'thor brillaba bajo la luz de la luna, mientras que Arcee, Chromia y Elita 1 adoptaban sus formas vehiculares, alineándose a su lado.

Kael'thor: Es tarde. Debo regresar a mi base. Debo analizar la información que recopilé de Aracni. Mañana regresaré para continuar con esto... si no hay inconvenientes.

Taiyo, parado junto a Hikari, asintió comprensivamente.

Taiyo: Claro, Kael'thor. Ve a casa. Nosotros también debemos descansar. Ha sido un día... bastante agitado.

Kael'thor inclinó ligeramente la cabeza en señal de respeto antes de dar un paso atrás hacia su nave, que estaba oculta tras la ladera de la montaña. Las Autobots lo siguieron con un movimiento sincronizado, sus motores rugiendo suavemente mientras se alejaban.

Antes de entrar a su nave, Chromia giró brevemente su cabeza metálica hacia Taiyo y Hikari.

Chromia: Agradecemos tu ayuda... y la paciencia que has mostrado con nosotras. No es fácil confiar en los terrícolas, pero parece que no todos son como imaginábamos.

Arcee también añadió en un tono más suave.

Arcee: Mañana continuaremos. Hasta entonces, descansa. Y ten cuidado.

Elita 1 solo asintió con una mirada firme antes de desaparecer junto con las demás dentro de la nave de Kael'thor. Con un suave zumbido, la nave se elevó lentamente hacia el cielo nocturno, dejando tras de sí una ligera corriente de aire que hizo ondear las ropas de Taiyo y Hikari.

Hikari cruzó los brazos, todavía procesando todo lo que había sucedido durante el día dando así un suspiro

Hikari: Esto está más allá de cualquier cosa que podría haber imaginado... alienígenas, Autobots, y ahora ese tal Kael'thor. Todo esto me hace sentir que mi vida era demasiado simple antes de conocerte.

Taiyo soltó una risa ligera mientras comenzaban a caminar hacia su casa.

Taiyo: Créeme, a veces yo también extraño los días simples. Pero... esto es parte de lo que soy. Y ahora tú formas parte de esto también.

Hikari lo miró de reojo, algo cansada pero con una pequeña sonrisa en su rostro.

Hikari: Supongo que alguien tiene que asegurarse de que no te metas en problemas más grandes de los que ya tienes.

Taiyo se encogió de hombros, sonriendo.

Taiyo: Eso sería una misión imposible, pero puedes intentarlo.

Ambos rieron suavemente mientras caminaban bajo el cielo estrellado hacia su hogar. Aunque el cansancio empezaba a notarse, una pequeña sensación de tranquilidad los acompañaba.

Luego de eso taiyo decidió dejar a hikari a su casa sabía muy bien que estaría en problemas a ser muy tarde.

Hikari: Supongo que estaré castigada por un mes luego de llegar muy tarde.

Taiyo: Realmente lo siento- diría rascándose la cabeza, aunque hikari negó dándole una leve sonrisa.

Hikari: Si no hubiéramos tenido esta salida, tal vez no te hubiera conocido de una mejora manera y ese secreto de reloj- refiriéndose a Omnitrix- Pero no te preocupes mantendré el secreto.

Taiyo: Te lo agradezco- menciono con una sonrisa agradecido de que hikari mantuviera esa promesa.

Hikari: Supongo que te veré mañana- diría mientras entraba a su casa.

Taiyo se quedó unos minutos ahí, dando un suspiro aparece la cosa no siempre salía como uno querría, pero al menos había conseguido el adn de un autobot, pero claro se soprendio mucho que también existiera esta raza en este mundo.

Taiyo: Primero fue la raza anodita, Zora y ahora autobot- menciono dándose que esa raza pertenecia a mundos diferente que el conocía muy bien- Me imagino si también existirá los Yautja y Xenomorfo

Luego de unos segundo taiyo río sabiendo que era una locura además de saber lo muy peligroso que era tener esa clase de alienígenas, este llegaría a su casa. Mientras cerraba tras de sí, miró una última vez al cielo, como si estuviera buscando algo en la vasta oscuridad.

Taiyo: Mañana será otro día... y quién sabe qué traerá.

A la mañana siguiente

El sol de la mañana iluminaba el parque, donde el canto de los pájaros y el suave murmullo de las hojas al viento acompañaban la reunión de Taiyo, Yuki y Hana. Sentados en un banco bajo la sombra de un gran árbol, Taiyo relataba con calma los eventos del día anterior, mientras Hikari, quien estaba sentada cerca, observaba en silencio, aún procesando la información.

Taiyo: Y eso básicamente fue todo... Autobots y Aracni. Hikari terminó enterándose del Omnitrix, pero creo que lo tomó mejor de lo que esperaba- suspirando mientras se pasaba una mano por el cabello

Yuki se inclinó hacia adelante, apoyando los codos en sus rodillas mientras lo miraba con interés.

Yuki: ¿De verdad? ¿Ya le contaste todo? ¿Hasta lo de los Detectives?

Taiyo asintió lentamente, cruzando los brazos.

Taiyo: Sí, se lo dije. Era inevitable. Después de lo que vio ayer, ocultarle algo más solo complicaría las cosas.

Hana, quien estaba sentada al lado de Yuki, ladeó la cabeza con curiosidad.

Hana: ¿Y cómo lo tomó? Porque si fuera yo, después de ver todo eso, estaría gritando al cielo o algo.

Hikari, que hasta ese momento había permanecido en silencio, decidió intervenir, cruzando los brazos y mirando a Hana con una mezcla de calma y determinación.

Hikari: No voy a mentir, fue un shock. Pero después de escuchar todo, incluyendo lo de los Detectives y ese tal Omnitrix, decidí que no tenía sentido entrar en pánico. Si Taiyo puede lidiar con todo eso, lo menos que puedo hacer es apoyarlo.

Yuki soltó una pequeña risa, divertida por la determinación de Hikari.

Yuki: Vaya, parece que tenemos una aliada inesperada. Pero ahora que sabes todo esto, creo que no hay vuelta atrás. Bienvenida al mundo de lo extraño.

Hikari rodó los ojos con una ligera sonrisa, pero antes de que pudiera responder, Hana miró a Taiyo con una expresión más seria.

Hana: Pero espera... ¿qué pasa ahora? Si Aracni estaba detrás de las Autobots, y encima mencionaste que el tal Devastador está en camino, ¿qué se supone que haremos? Esto no suena como algo que podamos ignorar.

Taiyo se quedó pensativo, mirando al suelo. Después de unos segundos, levantó la vista, con una expresión decidida.

Taiyo: Lo sé. Esto no ha terminado, ni de cerca. Pero por ahora, Kael'thor y las Autobots están buscando respuestas. Mientras tanto, nosotros tenemos que estar preparados. Si algo grande está por venir, no pienso quedarme de brazos cruzados."

Hikari lo miró fijamente, captando la seriedad en su tono.

Hikari: ¿Qué significa 'estar preparados'? ¿Qué planeas hacer?

Taiyo: Significa que necesito entrenar más con el Omnitrix. Cada transformación es un arma, pero también una responsabilidad. No puedo permitir que otra amenaza como Aracni nos tome desprevenidos. Además debo enfocarme más en los Alienígenas que he adquirido ya que son los único que tengo poca experiencia.

Yuki asintió lentamente, comprendiendo la gravedad de la situación.

Yuki: Bueno, si necesitas ayuda, sabes que cuentas con nosotros. Pero espero que no estés planeando enfrentarte a algo como el Devastador tú solo, ¿verdad?.

Taiyo dejó escapar una pequeña sonrisa, apreciando la lealtad de sus amigos.

Taiyo: No, no estoy solo. Tengo a ustedes, a las Autobots, y a Kael'thor. Además, el Omnitrix no está aquí para destruir, sino para proteger. Y eso es lo que planeo hacer.

El grupo quedó en silencio por un momento, dejando que la determinación de Taiyo se asentara en el ambiente. El sonido de los niños jugando en el parque se mezclaba con el canto de los pájaros, proporcionando un respiro momentáneo ante la tormenta que sabían que estaba por venir.

Hikari: Entonces, ¿cuándo empezamos?

Taiyo la miró, sorprendido por su disposición. Luego, sonrió y se levantó del banco, estirándose.

Taiyo: Hoy mismo. Si Devastador está en camino, no tenemos tiempo que perder."

Con esas palabras, el grupo se preparó para lo que estaba por venir, sabiendo que cada uno tenía un papel crucial en la lucha que se avecinaba.

En el vasto y frío vacío del espacio, la nave de la figura mecánica se posicionó en silencio, su presencia intimidante eclipsada solo por la colosal figura del Devastador. Dentro, la figura mecánica observaba atentamente el mapa estelar proyectado frente a ella, los ojos brillando con una mezcla de ambición y frustración. Los drones, pequeños en comparación con la nave pero letales en su diseño, se alistaban en formación, listos para ejecutar las órdenes.

Figura mecánica: El Devastador… incluso tú, con tu inmenso poder, no serás más que una herramienta en mis manos. Pero esos insectos de la Tierra...- La figura golpeó la consola con fuerza, creando un leve chisporroteo- Ellos han demostrado ser más problemáticos de lo que deberían ser. No permitiré que interfieran más."

En el exterior, los drones comenzaron a activarse, formando una nube metálica que se dispersó estratégicamente alrededor de la nave, simulando un enjambre de avispas en busca de un blanco. Cada uno estaba armado con tecnología avanzada, diseñada no solo para observar, sino para destruir si era necesario.

Mientras tanto, en la Tierra, en un rincón tranquilo del vecindario de Taiyo, la vida cotidiana parecía transcurrir con normalidad. Taiyo estaba en su habitación, repasando mentalmente los eventos recientes mientras miraba el Omnitrix en su muñeca. El peso de la responsabilidad se hacía más evidente con cada segundo. Hikari, Yuki y Hana estaban con él, intentando idear un plan para lo que todos sabían que era inevitable.

Hikari: ¿Así que ese tal Devastador es algo que viene del espacio? ¿Y nadie en el planeta parece estar preparado para enfrentarlo?"

Yuki: No es solo eso. Si lo que dijiste es cierto, Taiyo, el Omnitrix podría ser lo único que tenga una oportunidad contra algo tan masivo. Pero... ¿estás listo para eso?

Taiyo levantó la mirada, observando a sus amigos con una mezcla de determinación y nerviosismo.

Taiyo: No estoy seguro de si estoy listo... pero no creo que tenga otra opción. Si el Devastador llega aquí, no habrá tiempo para dudas.

De repente, el Omnitrix emitió un leve destello verde, acompañado por un sonido intermitente que llenó la habitación. Taiyo miró el dispositivo con sorpresa mientras Hana dio un paso atrás, alarmada.

Hana: ¿Qué significa eso? ¿Es una advertencia?

Taiyo: No lo sé... nunca había hecho esto antes.

En ese momento, una proyección holográfica se materializó desde el Omnitrix, mostrando a cortana.

Cortana: PRESENCIA HOSTIL EN EL ESPACIO. NIVEL DE AMENAZA: CRÍTICO. PREPÁRESE PARA UNA INMINENTE INVASIÓN.

El corazón de Taiyo dio un vuelco. Antes de que pudiera reaccionar, un estruendo sacudió el vecindario. Las ventanas vibraron y el cielo se oscureció momentáneamente. Salieron corriendo de la casa para encontrarse con una escena que les heló la sangre: una lluvia de drones descendía desde el cielo, pequeños pero claramente letales. En el horizonte, un destello brillante revelaba la silueta del Devastador acercándose lentamente.

Yuki ¡Esos drones! ¡Están buscando algo, o a alguien!- en voz alta, señalando hacia el cielo

Hikari:b¡No es momento de dudar, Taiyo! Si ese mensaje era cierto, tú eres nuestra mejor oportunidad. ¡Haz algo!"

Taiyo asintió, activando el Omnitrix mientras su forma comenzaba a cambiar. En cuestión de segundos, apareció en su lugar Humungousaur, con su enorme tamaño y fuerza preparada para enfrentarse a la amenaza que se avecinaba.

Taiyo: ¡No dejaré que destruyan este planeta! ¡Vamos, todos, a trabajar juntos!"

Mientras los drones descendían en masa, los amigos de Taiyo se prepararon para lo que sería una batalla épica. En el espacio, la figura mecánica observaba todo a través de sus monitores, con una sonrisa oscura.

Figura mecánica: El juego ha comenzado. Veamos si puedes resistir, portador del Omnitrix. Pero no olvides... el Devastador no perdona.

Y así, la cuenta regresiva para el enfrentamiento final había comenzado. La lucha por la Tierra estaba a punto de iniciar, y la esperanza de la humanidad descansaba en los hombros de un chico, sus amigos, y el poder del Omnitrix.

Los drones descendían como una nube de muerte, disparando ráfagas de energía que destruían edificios y llenaban el aire con el sonido de explosiones. Las personas corrían desesperadas, algunas sin rumbo, mientras los escombros caían como lluvia mortal desde los edificios dañados. Un grupo de civiles quedó atrapado en una esquina, paralizados al ver cómo enormes pedazos de concreto caían directamente hacia ellos.

Antes de que el desastre los alcanzara, una brillante bola de fuego cruzó el cielo, impactando los escombros y desintegrándolos al instante. El calor residual del ataque iluminó la escena, revelando a su salvador: Fuego, un Pyronita con el símbolo del Omnitrix brillando en su pecho. Sus llamas ondulaban con intensidad, y sus ojos se enfocaban en los drones que causaban el caos.

Fuego: ¡No en mi guardia hijo de puta! ¡Si quieren destruir esta ciudad, tendrán que pasar por mí primero!

La multitud observó al Pyronita con asombro, algunos reconociéndolo como una figura heroica. Mientras tanto, los drones se reajustaron, enfocándose en él como su nuevo objetivo. Una oleada de disparos fue dirigida hacia Fuego, pero con una agilidad impresionante, se desplazó rápidamente por las calles, lanzando ráfagas de fuego que derribaban a los drones en pleno vuelo.

Fuego: Esto es más complicado de lo que parece. ¡Tengo que detenerlos antes de que causen más daño!- murmurando para sí mismo

En otro sector de la ciudad, Yuki y Hana ayudaban a las personas a evacuar, guiándolas hacia refugios improvisados. Hikari, mientras tanto, estaba en las calles cercanas, utilizando un tubo de metal como arma improvisada para desviar a los drones más pequeños que se acercaban a los civiles.

Hikari: ¡Taiyo no puede enfrentarse a todos ellos solo! ¡Tenemos que encontrar la forma de ayudarlo!

Yuki: Estoy rastreando la señal de control de los drones. Si podemos localizar la fuente, tal vez podamos desactivarlos- asintiendo mientras sostenía su tableta

De vuelta con Fuego, la situación se complicaba. Aunque lograba derribar a numerosos drones, el enjambre parecía infinito. De repente, un drone más grande y armado con un cañón pesado descendió del cielo, apuntándole directamente.

Drone líder: Entidad hostil detectada. Eliminación prioritaria.

El cañón comenzó a cargarse, y Fuego apenas tuvo tiempo de reaccionar, creando una barrera de fuego intenso para protegerse. La explosión fue tan poderosa que lo empujó hacia atrás, haciéndolo estrellarse contra un edificio parcialmente derrumbado.

Fuego: Bien, ¿quieres jugar sucio? ¡Entonces juguemos sucio!- levantándose con dificultad, sus llamas parpadeando

Levantó ambas manos, concentrando una enorme esfera de fuego que brillaba como un sol en miniatura. La lanzó con toda su fuerza hacia el drone líder, impactándolo directamente y destruyéndolo en una explosión espectacular. Los restos del drone cayeron como lluvia metálica.

En ese momento, el Omnitrix en su pecho comenzó a parpadear en rojo.

Fuego: ¿En serio? ¿Ahora?- mirando el Omnitrix

En cuestión de segundos, el Pyronita se transformó de vuelta en Taiyo, que cayó de rodillas, jadeando. Los drones restantes, al notar la vulnerabilidad, comenzaron a rodearlo. Justo cuando parecía que la situación se volvía desesperada, un potente rayo láser atravesó el aire, destruyendo a varios drones.

Taiyo levantó la mirada y vio a Kael'thor, acompañado de las tres Autobots, que llegaban al campo de batalla.

Kael'thor: Levántate, Taiyo. Esta pelea no ha terminado, y no estás solo."

Las Autobots se transformaron, con Arcee y Chromia liderando la carga, disparando a los drones con precisión mortal. Elita-1 se posicionó para proteger a los civiles, mientras Kael'thor se unía al combate con su arma de plasma.

Taiyo : Justo a tiempo, como siempre.

La batalla estaba lejos de terminar, pero con sus aliados a su lado, Taiyo sabía que tenían una oportunidad de salvar la ciudad.

En el fragor de la batalla, las tres Autobots—Arcee, Chromia y Elita-1—utilizaban sus cañones con precisión para derribar a los drones uno tras otro. Las explosiones llenaban el aire mientras el trío avanzaba, asegurándose de mantener el camino despejado para los civiles. Sin embargo, un grupo de drones más pequeños y ágiles se acercaba rápidamente por detrás, apuntando a sus puntos ciegos.

Antes de que pudieran reaccionar, una barrera transparente y brillante se materializó, bloqueando los disparos de los drones. El impacto de los proyectiles fue absorbido por la barrera psíquica, y en cuestión de segundos, afiladas estacas de hielo surgieron desde un costado, atravesando a los drones con precisión letal.

Las Autobots se giraron rápidamente hacia la dirección del ataque y vieron a dos figuras familiares: Hana y Yuki, ahora transformadas en sus formas Yukki Onna. Hana sostenía su mano extendida, de donde emanaba un resplandor azulado que mantenía la barrera activa, mientras Yuki generaba otra ráfaga de estacas heladas que derribaban a más drones.

Chromia: ¿Qué demonios...? ¿Ellas también son alienígenas?- sorprendida y apuntando con su cañón hacia las jóvenes

Arcee: No lo creo... pero tienen habilidades impresionantes.- bajando su arma y observando a las hermanas

Elita-1: Sean lo que sean, están del lado correcto. Mantengan el foco en los drones- apuntando al horizonte mientras disparaba

Hana caminó con calma hacia las Autobots, su barrera seguía protegiendo el área de ataques ocasionales.

Hana: Espero que no les moleste un poco de ayuda extra. Parece que tienen las manos ocupadas.

Yuki, por su parte, pasó corriendo hacia un grupo de civiles atrapados bajo algunos escombros, extendiendo una mano para congelar el metal y romperlo con facilidad.

Yuki: ¡No pensaste que dejaríamos que te divirtieras solo, ¿verdad?!

Taiyo, que aún estaba recuperándose tras la transformación del Omnitrix, sonrió al verlas.

Taiyo: Ustedes siempre saben llegar justo a tiempo.

Con la barrera de Hana protegiendo la retaguardia y las estacas de hielo de Yuki eliminando drones estratégicos, las Autobots pudieron concentrar toda su potencia de fuego hacia el frente, derribando drones más grandes y pesados. Cada disparo y ataque combinado desmantelaba el enjambre enemigo poco a poco.

Finalmente, los drones restantes comenzaron a replegarse, reconociendo la desventaja. Algunos escaparon hacia el cielo, mientras otros simplemente cayeron, desactivados, tras un último ataque combinado de las Autobots, yuki y hana.

Elita-1: Eso debería bastar... por ahora.

Arcee: Ustedes dos... son impresionantes. ¿Cómo aprendieron a hacer eso?

Hana simplemente sonrió, dejando que su barrera se desvaneciera lentamente.

Hana: Digamos que la Tierra tiene sus propios secretos.

Yuki se cruzó de brazos, mirando hacia el cielo donde algunos drones escapaban.

Yuki: Esto no ha terminado. Si esos drones eran solo el principio, entonces lo que venga después será peor.

En medio del caos, Taiyo observó cómo los drones seguían devastando la ciudad y poniendo en peligro a los civiles. Con una determinación férrea, alzó su mirada hacia sus aliados y habló con convicción.

Taiyo: ¡Debemos mantener a estos drones en esta zona! No pueden llegar más lejos. Ahora mismo, nuestra prioridad es proteger la Tierra. ¡No importa lo que cueste!

Sin perder tiempo, oprimió el Omnitrix en su pecho. La familiar luz verde envolvió su cuerpo, y tras una explosión de energía, emergió como Buzzshocks, el pequeño pero electrizante alien.

Buzzshocks: Hehehehe ¡Hora de apagar estas latas de conserva!- con una sonrisa confiada

En un instante, Buzzshocks se convirtió en un relámpago viviente, atravesando las filas de drones con una velocidad cegadora. Cada contacto liberaba un pulso eléctrico que apagaba los circuitos de los drones, haciéndolos caer al suelo inertes.

Buzzshocks: ¡Uno menos, y otro, y otro! Hehehehehe ¡Esto es casi demasiado fácil!

Mientras tanto, Arcee calculaba su próximo movimiento. Transformándose rápidamente en su forma de motocicleta, aceleró a máxima velocidad por las calles, esquivando escombros y ataques de los drones. Al avistar una rampa improvisada formada por un colapso de concreto, aprovechó el momento.

Arcee: ¡Vamos a bailar!

Tomó impulso y, en el aire, se transformó de regreso a su forma robótica. Activando sus cañones, disparó con precisión quirúrgica, destruyendo varios drones antes de aterrizar ágilmente entre los escombros.

A su lado, Elita-1 y Chromia no se quedaban atrás. Elita-1 se posicionó en el frente, sus cañones lanzando potentes ráfagas de energía que derribaban drones en oleadas. Chromia, por su parte, usaba su agilidad para moverse entre los enemigos, combinando disparos y ataques cuerpo a cuerpo con una destreza impresionante.

Chromia: ¡Esto es por todas las veces que intentaron convertirnos en armas!- gritando mientras destruye un drone

En otro sector, Yuki usaba sus habilidades como una Yuki Onna, deslizando sus pasos por el campo de batalla. Con un movimiento fluido, congeló el suelo bajo los drones, causando que perdieran el equilibrio y se estrellaran unos contra otros. Luego, extendió sus brazos, conjurando un glaciar que atrapó a varios drones al mismo tiempo, dejándolos inutilizables.

Yuki: ¡Frío, pero efectivo!

Por su parte, Hana desató sus poderes psíquicos. Con un brillo en sus ojos, extendió sus manos, creando enormes brazos de energía que atrapaban a grupos de drones en pleno vuelo.

Hana: ¿Quién necesita maquinaria pesada cuando tienes esto?- sonriendo mientras aplasta a los drones

El campo de batalla se llenó de chispas, fuego y energía mientras el equipo luchaba coordinadamente, enfrentándose a la amenaza con todo lo que tenían. Buzzshocks apareció entre ellos, liberando una ráfaga eléctrica que conectó a los drones restantes, desactivándolos en cadena.

Buzzshocks: ¡Boom! Y eso, amigos, es lo que llamo una descarga de emergencia Hehehehehe

Los drones caídos crearon un silencio momentáneo en la zona, pero todos sabían que esto era solo el comienzo.

Taiyo:Esto fue solo la primera oleada- transformándose de vuelta a su forma humana, mirando al cielo-  Necesitamos un plan, y lo necesitamos ahora.

Arcee, Elita-1, y Chromia se acercaron, listas para lo que fuera necesario. Yuki y Hana, aún llenas de energía, también se reunieron con Taiyo, todos conscientes de que lo que venía sería aún más desafiante.

El campo de batalla estaba en calma por un breve momento después de la feroz confrontación con los drones. Las Autobots, Hana, Yuki y Taiyo, respiraron aliviados al ver cómo los últimos de los atacantes caían en pedazos, pero el alivio no duró mucho. Una extraña sensación en el aire hizo que todos levantaran la vista al cielo.

Yuki: ¿Qué está pasando?- mirando al cielo, confundido

El cielo, que antes estaba claro, comenzó a oscurecerse rápidamente. Las nubes se arremolinaban con una velocidad sobrenatural, formándose en un gigantesco vórtice que giraba como si estuviera succionando todo a su paso. Era un fenómeno que ninguno de ellos había visto antes. La atmósfera se volvía cada vez más pesada, como si una fuerza invisible estuviera presionando contra ellos.

Arcee: Esto no es normal… ¿Qué demonios está causando esto?- frunciendo el ceño, mirando hacia el fenómeno

Chromia: ¡No puede ser! ¡Ese patrón... es un fenómeno de aterrizaje de gran escala! - observando el horizonte, alarmada

Taiyo miró a su alrededor, inquieto. No entendía completamente lo que estaba sucediendo, pero su instinto le decía que algo mucho peor estaba por venir. Las nubes oscurecían más y más, cubriendo todo el cielo, y una extraña vibración recorrió el suelo. El viento comenzó a aullar con fuerza, llevando consigo escombros y creando un caos generalizado.

Pero fue entonces cuando Kael'thor, quien había estado observando en silencio, se quedó completamente paralizado, mirando con los ojos bien abiertos hacia el cielo. El rostro de Kael'thor reflejaba una mezcla de sorpresa y horror, como si hubiera visto un fantasma.

Kael'thor: No… No puede ser… ¡El Devastador!- en un susurro, completamente impactado

Hana, sin entender por completo, giró hacia Kael'thor.

Hana: ¿El Devastador? ¿Qué es eso? ¿Un monstruo más?"

Kael'thor apenas podía hablar, pero cuando lo hizo, su voz tembló con una mezcla de miedo y comprensión.

Kael'thor: Es mucho más que un monstruo… Es una máquina de destrucción masiva. Un arma de guerra de proporciones incalculables. ¡Y ha llegado!

El vórtice de nubes finalmente alcanzó su pico, y una sombra enorme emergió del centro de la tormenta, envolviendo el paisaje con una oscuridad palpable. A medida que la nube se disipaba lentamente, el silbido ensordecedor del viento se calmó, y la figura colosal comenzó a revelarse en toda su magnitud.

Era Devastador. Una gigantesca figura metálica de varios metros de altura, con una estructura de cuerpo en forma de maquinaria pesada. Sus partes mecánicas se unían de manera grotesca, mientras que en su núcleo brillaba una energía destructiva que pulsaba como un corazón oscuro. Sus ojos brillaban con un resplandor rojo ominoso, y de su espalda emergían armas pesadas y armamento de devastación, listos para desatar el caos sobre la Tierra.

El aire se llenó con un retumbante rugido cuando el Devastador aterrizó con fuerza en el suelo, causando que el suelo temblara bajo sus pies. El sonido era atronador, como si el propio planeta estuviera quejándose de la llegada de esta abominación.

Yuki: ¡Eso no puede ser real… ¿De dónde salió?- mirando aterrada, sin poder apartar la vista

Elita-1: No vamos a dejar que destruya este planeta- apretando sus puños, su expresión feroz

Taiyo, mirando al Devastador con una mezcla de temor y determinación, levantó el Omnitrix en su muñeca. Su mente estaba abrumada por la magnitud de la amenaza, pero su instinto le decía que no podía dejar que esa máquina acabara con la Tierra.

Taiyo: ¡Es hora de un último esfuerzo! No podemos dejar que destruyan este lugar…- decidido, mirando a sus amigos-  ¡¡Es hora de ser heroe!!

Con una nueva secuencia, Taiyo activó el Omnitrix y su cuerpo comenzó a transformarse. Un resplandor brillante rodeó su figura, y se convirtió en Piedra. La energía que emanaba de su nuevo cuerpo era imparable, y las piedras en su interior brillaban con intensidad.

Piedra: ¡No dejaré que este lugar caiga! ¡No mientras esté aquí!- gritando, levantando sus manos al cielo

Las Autobots, Hana y Yuki se prepararon para la batalla, cada uno con sus propios poderes listos. Pero, incluso con todo su poder, sabían que enfrentarse a una criatura como el Devastador no sería tarea fácil. Los pasos de la gigantesca máquina resonaban por toda la ciudad, y su imparable avance hacia el centro de la metrópoli dejaba una estela de destrucción.

El reloj de la humanidad estaba corriendo, y el destino de la Tierra parecía pender de un hilo. Mientras el Devastador avanzaba, el grupo sabía que la verdadera batalla apenas comenzaba… y la esperanza de la Tierra recaía en sus manos.

Continuará…

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro