Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

El llamado de aqualis parte 4: El final de la pelea

El ambiente en el salón era tenso. Cada Zora presente miraba con preocupación y esperanza el duelo que estaba por comenzar. El líder de los Tarak'gor empuñaba su hacha con una destreza que dejaba clara su experiencia en batalla, mientras que Humungousaurio flexionaba sus enormes brazos, listo para cualquier movimiento.

Líder Tarak'gor: Espero que no me decepciones, gigante. No hay honor en una victoria fácil.

Humungousaurio: No te preocupes, grandulón. Voy a darte el espectáculo de tu vida- con una sonrisa confiada

El líder se lanzó hacia adelante con sorprendente velocidad para alguien de su tamaño, balanceando su hacha en un arco mortal. Humungousaurio bloqueó el ataque con su brazo, pero el impacto lo hizo retroceder ligeramente, dejando una pequeña grieta en su piel.

Mipha: Taiyo, ten cuidado! Ese arma está cargada con energía de alta densidad- gritando desde un rincón

Humungousaurio: Gracias por el dato, princesa. Pero puedo manejarlo.

Con un rugido, Humungousaurio contraatacó, lanzando un potente golpe con su puño hacia el torso del líder. Este esquivó hábilmente, girando sobre sí mismo y usando el impulso para lanzar otro ataque con su hacha. La hoja pasó a centímetros del rostro de Humungousaurio, pero él logró apartarse justo a tiempo.

Líder Tarak'gor: ¡Impresionante! No solo eres fuerte, también eres ágil. Pero no lo suficiente.

El líder activó un mecanismo en su hacha que liberó una onda de energía, obligando a Humungousaurio a saltar hacia atrás. La explosión dejó una marca profunda en el suelo donde había estado parado.

Humungousaurio: ¿Eso es todo lo que tienes? Pensé que sería un desafío.

Con un movimiento rápido, Humungousaurio utilizó su cola para golpear el suelo, creando una onda sísmica que desestabilizó al líder. Aprovechando la oportunidad, cargó hacia él, embistiéndolo con su hombro y lanzándolo contra una de las columnas de la sala.

Mipha's padre: Ese joven... realmente es formidable- observando con admiración

El líder se levantó con dificultad, su armadura agrietada pero su espíritu intacto.

Líder Tarak'gor: Admito que eres un oponente digno. Pero esto aún no termina.

El líder levantó su hacha, que comenzó a brillar intensamente, absorbiendo energía del entorno.

Humungousaurio: ¿Eso es todo? Pensé que los líderes daban más pelea.

Sin previo aviso, el líder lanzó un rayo de energía directamente hacia Humungousaurio. Él lo esquivó por poco, pero el impacto destruyó parte del techo, dejando caer escombros sobre el campo de batalla.

Mipha: ¡Taiyo, ten cuidado!

Humungousaurio decidió cambiar de táctica. Con un rugido, utilizó toda su fuerza para arrancar una de las columnas del salón y la arrojó hacia el líder. Este, aunque sorprendido, logró partirla en dos con su hacha, pero la distracción le costó caro.

Humungousaurio aprovechó el momento para cargar directamente contra él, agarrándolo por la cintura y lanzándolo con fuerza contra la pared. El impacto fue devastador, dejando al líder aturdido.

Humungousaurio: ¿Sigues queriendo pelear, o ya admites que perdiste?- pregunto notando cómo este se levantaba lo tomaré como un si.

Humungousaurio y el líder crustáceo de los Tarak'gor se abalanzaron uno contra el otro, sus colosales cuerpos chocando con una fuerza que hizo temblar el suelo bajo ellos. El impacto resonó por todo el salón del trono, haciendo que las paredes de coral vibraran.

Humungousaurio: (Así que este tipo sin duda es conocido como líder... Lo entiendo ahora. Su fuerza está en otro nivel comparada con los demás.)

El líder de los Tarak'gor soltó una risa gutural mientras sus garras se entrelazaban con las manos de Humungousaurio en un forcejeo titánico.

Líder Tarak'gor: ¿Eso es todo lo que tienes? No es suficiente para derrotarme.

De repente, el cuerpo del líder comenzó a emitir un denso vapor, y un intenso calor llenó el aire. Su exoesqueleto adquirió un tono rojizo brillante, como si estuviera al rojo vivo. Humungousaurio retrocedió ligeramente al sentir cómo su puño comenzaba a quemarse con cada impacto.

Humungousaurio: ¡¿Qué rayos...?!

El líder no dejó pasar la oportunidad. Con un rugido, lanzó un potente derechazo que impactó en el rostro de Humungousaurio, enviándolo tambaleándose hacia atrás. El golpe fue tan fuerte que dejó una grieta en una de las paredes cercanas.

Líder Tarak'gor: No subestimes a los Tarak'gor. Mi calor y fuerza combinados son suficientes para destruir a cualquiera que se cruce en mi camino."

Taiyo sacudió la cabeza, recuperándose rápidamente. Aunque sentía el ardor en su piel, no estaba dispuesto a ceder terreno.

Humungousaurio gruñó cuando el derechazo del líder Tarak'gor lo impactó en el rostro, enviándolo tambaleándose hacia atrás. Era evidente que este oponente estaba en un nivel completamente diferente al resto de su raza.

Humungousaurio: Nada mal- masajeándose la mandíbula mientras se reincorporaba- Supongo que esto será más divertido de lo que pensaba.

El líder Tarak'gor sonrió, mostrando sus afilados colmillos mientras el vapor que emanaba de su cuerpo llenaba el aire a su alrededor.

Líder Tarak'gor: ¿Eso es todo lo que tienes? ¡Deja de contenerte, gigante! Te mostraré lo que significa pelear contra un verdadero guerrero.

El tono rojizo del cuerpo del líder Tarak'gor se intensificó, y el vapor comenzó a generar chispas en contacto con el aire. Su calor era tan intenso que las piedras del suelo comenzaban a resquebrajarse bajo sus pies.

Humungousaurio dio un paso adelante, flexionando sus enormes músculos. Sabía que este enemigo no solo era fuerte, sino que también tenía un as bajo la manga.

Humungousaurio: Admito que eres más duro que los demás. Pero eso no significa que vayas a ganar.

El líder Tarak'gor cargó hacia él como un tren fuera de control, lanzando un aluvión de golpes. Humungousaurio bloqueó algunos, pero con cada impacto sentía cómo el calor penetraba su gruesa piel, dejando marcas de quemaduras.

Humungousaurio: Ese truco del vapor es molesto...- gruñendo mientras retrocedía

El líder Tarak'gor lanzó una carcajada, aprovechando su ventaja.

Líder Tarak'gor: Esto no es un truco, gigante. Es el poder de mi raza, la capacidad de entrar en estado de sobrecalentamiento. ¡Cuanto más peleo, más fuerte me vuelvo!

Humungousaurio apretó los dientes, pensando rápidamente. No podía dejar que el combate se prolongara demasiado, o el líder solo se haría más peligroso.

Decidido, Humungousaurio utilizó su cola como un látigo, barriendo el suelo frente a él y obligando al líder a retroceder.

Humungousaurio: Entonces es mejor que terminemos esto rápido, ¿no crees?" con una sonrisa desafiante

El líder gruñó y cargó de nuevo, pero esta vez Humungousaurio lo recibió con un salto inesperado, cayendo sobre él con todo su peso. El impacto creó un cráter en el suelo, pero el líder, a pesar del golpe, logró apartar a Humungousaurio con un potente empujón.

Líder Tarak'gor: Eres fuerte, lo admito. Pero para derrotarme necesitarás más que eso- jadeando pero con los ojos brillando de determinación

Humungousaurio se reincorporó rápidamente, su mirada fija en su oponente.

Humungousaurio: ¿Más que esto? Entonces estás de suerte. Porque todavía tengo un par de trucos bajo la manga.

Los dos titanes se miraron fijamente, la tensión en el aire era palpable. La batalla no solo era una prueba de fuerza, sino también de ingenio y voluntad. Taiyo sabía que tenía que ganar, no solo por él, sino por los Zora y su mundo. La próxima ronda sería decisiva.

Humungousaurio observaba al líder Tarak'gor mientras notaba un patrón: cuanto más tiempo pasaba, mayor era el calor que el líder emitía. Sin embargo, ese sobrecalentamiento parecía estar afectando la integridad de su exoesqueleto.

Humungousaurio: (Ese brillo rojizo no es invencible. Si puedo enfriarlo lo suficiente, su resistencia podría derrumbarse.)

El líder Tarak'gor sonrió con arrogancia, avanzando con paso firme.

Líder Tarak'gor: (¿Qué sucede? ¿Finalmente te das cuenta de que no puedes vencerme? Esa es la diferencia entre tú y yo: yo soy invencible.)

Humungousaurio, ahora confiado, sonrió ampliamente.

Humungousaurio: No es eso. ¿Sabes algo? Todo poder tiene una debilidad.

En ese momento, presionó el dial del Omnitrix. Un destello verde iluminó la sala, transformándolo en Amenaza Acuática. Sin perder un segundo, Taiyo levantó las palmas y lanzó un chorro de agua fría directamente contra el cuerpo del líder. El vapor que lo rodeaba se disipó parcialmente mientras el agua impactaba, bajando su temperatura rápidamente.

El líder gruñó de molestia, sintiendo cómo su calor interno comenzaba a descender, aunque su fuerza seguía siendo considerable.

Líder Tarak'gor: ¡Maldito seas! ¡Esto no cambiará nada!

Taiyo no respondió. En lugar de eso, volvió a activar el Omnitrix, transformándose en Tortutornado.


Con movimientos ágiles, empezó a girar a gran velocidad, usando sus aletas para generar un poderoso torbellino que rodeó al líder. El agua del torbellino intensificó el efecto de enfriamiento, y pequeñas grietas comenzaron a aparecer en el exoesqueleto del líder.

Finalmente, cambió nuevamente, esta vez a Frío.

Se posicionó estratégicamente, inhaló profundamente y lanzó un poderoso aliento de hielo directo al líder Tarak'gor. El aliento helado cubrió el cuerpo del enemigo, congelando parcialmente las grietas ya formadas en su exoesqueleto.

El líder, aunque aún de pie, parecía tambalearse. Su cuerpo emitía crujidos mientras los fragmentos helados caían al suelo, pero aún mantenía su postura desafiante.

Líder Tarak'gor: ¿Crees... que esto es suficiente para derrotarme?

Taiyo regresó a su forma humana, observando con calma al líder Tarak'gor, quien, aunque visiblemente afectado por los ataques previos, todavía se mantenía firme, un vestigio de su fuerza y resistencia.

Taiyo: Todo poder tiene una debilidad, y la tuya no es diferente. Sólo tuve que observar y combinar los poderes adecuados para ponerte en esta situación.

El líder Tarak'gor soltó una risa gutural, burlándose de la confianza de Taiyo.

Líder Tarak'gor: Y aún así sigo de pie? ¡Eres ingenuo si crees que esto es suficiente para derrotarme!

Taiyo se encogió de hombros con una media sonrisa, como si no tomara en serio las palabras del líder.

Taiyo: Tal vez tengas razón... o tal vez no.

Mientras hablaba, desvió su mirada hacia Mipha, quien lo observaba con preocupación y esperanza. La conexión entre ambos se sintió en el aire mientras sus miradas se cruzaban, y Taiyo le sonrió levemente antes de volver a mirar al líder.

Taiyo: Pero te diré algo: prometí liberar a su gente, proteger este mundo de personas como tú, o mejor dicho, de alienígenas como tú.

El líder Tarak'gor gruñó, pero Taiyo ignoró su reacción. Levantó su brazo y activó el Omnitrix, desplazando las opciones en la pantalla mientras hablaba en voz baja, casi como si estuviera reflexionando.

Taiyo: Podría usar otra transformación, alguna criatura poderosa y espectacular, pero... no lo haré. No como humano ni como cualquier otra raza.

Presionó la silueta de un alienígena que parecía encajar con su decisión. El Omnitrix emitió un destello verde brillante mientras Taiyo comenzaba su transformación. Una transición fluida y elegante tomó lugar, sus extremidades cambiaron, su piel adoptó un tono negro con escamas brillantes, y aletas adornaron sus brazos y piernas. Su rostro se tornó más afilado, con ojos similares a los de un depredador del océano y un emblema del Omnitrix centelleando en su pecho.

La familia real de Mipha observó con asombro, especialmente su padre, quien murmuró incrédulo

Padre de Mipha: Se ha... transformado en un Zora...

Mipha, emocionada pero sin palabras, miró a Taiyo, quien ahora lucía como un guerrero del océano, imponente y seguro.

Taiyo: Peleare como un zora o en este caso, puedes llamarme Ocean.

El líder Tarak'gor observó a Taiyo con renovada curiosidad, evaluando la nueva transformación.

Líder Tarak'gor: Interesante... ¿Crees que adoptar su forma te hará su igual? ¡Sigues sin estar a mi altura!

Ocean: Tal vez, pero esta forma no es solo para enfrentarte. Es para honrar a quienes luchan por su libertad. Ahora, veamos si sigues en pie después de esto.

Taiyo, ahora Ocean, flexionó sus nuevos músculos, sintiendo la fuerza y agilidad de su forma Zora. Estaba listo para terminar la batalla de una vez por todas. se giró hacia la familia real después de haber declarado su intención de enfrentarse al líder Tarak'gor en su nueva forma. Su apariencia, diseñada por el Omnitrix para emular perfectamente a un Zora, resultaba no solo imponente, sino también sorprendentemente atractiva.

Muruh, la mayor de las hermanas y conocida por su serenidad, fue la primera en reaccionar. Observándolo con atención, esbozó una leve sonrisa antes de cruzar los brazos.

Muruh: Debo admitirlo... eres alguien interesante. Nunca pensé que vería algo como esto.

Lyssal, la hermana del medio, menos reservada que Muruh, no pudo ocultar el rubor en su rostro.

Lyssal: No solo interesante... diría que es impresionante. Esa forma le sienta demasiado bien.

Mipha, que hasta entonces había estado callada, sintió una extraña punzada en el pecho al escuchar los comentarios de sus hermanas. Aunque no comprendía del todo el origen de esa sensación, el rubor comenzó a extenderse por su rostro mientras desviaba la mirada, incapaz de ocultar su incomodidad.

Mipha: (¿Por qué me siento así? Es solo una transformación... ¿verdad?)

Sidon, que observaba la escena desde un costado, no pudo evitar reír con fuerza, llamando la atención de todos.

Sidon: ¡Vaya! Parece que este muchacho sí que es una caja de sorpresas. Primero nos salva, y ahora deja a mis hermanas sin palabras. ¡Esto es algo que no esperaba!

Taiyo, al escuchar el comentario de Sidon, miró a la familia real con curiosidad, sin entender del todo la situación.

Ocean: ¿Qué pasa? ¿Dije algo extraño?

Muruh, aún con su tono tranquilo, negó con la cabeza.

Muruh: No, no has dicho nada raro. Es solo que... no todos los días alguien adopta una forma tan impresionante para salvarnos.

Lyssal asintió enérgicamente, todavía sonrojada.

Lyssal: Exacto. Es como si fueras uno de nosotros, pero... con algo más.

Mipha evitó cruzar miradas con Taiyo, mientras trataba de recuperar la compostura.

Mipha: D-Deberíamos concentrarnos en salir de aquí. No es el momento para estas cosas.

Sidon soltó otra carcajada mientras daba una palmada en el hombro de Taiyo.

Sidon: ¡Parece que has causado una gran impresión, amigo mío! Si esto sigue así, terminarás con toda la atención de las Zoras.

Taiyo, rascándose la nuca incómodo, solo pudo responder con una leve risa mientras volvía a enfocarse en el enfrentamiento que tenía por delante.

Ocean: Bueno, si sobrevivimos a esto, supongo que podemos hablar de impresiones después. Ahora, tenemos un reino que salvar.

Con esas palabras, Ocean lideró al grupo nuevamente, dejando atrás las reacciones de la familia real mientras avanzaban hacia la siguiente fase de su misión. Sin embargo, Mipha, aún sonrojada, no pudo evitar lanzarle una última mirada, sus pensamientos más confusos que nunca.

La atmósfera estaba cargada de tensión mientras la batalla final entre Ocean y el líder Tarak'gor marcaba el clímax de la lucha por la libertad de Aqualis. Ocean, con la mirada fija en su enemigo, se lanzó con velocidad y precisión, esquivando los ataques pesados del líder Tarak'gor, quien demostraba ser un adversario formidable.

Tarak'gor: Eres valiente, pequeño Zora... pero eso no será suficiente.

La pelea era intensa, con golpes y movimientos que resonaban en las paredes acuáticas del reino. Sin embargo, Ocean notó algo crucial: los movimientos del líder Tarak'gor comenzaban a volverse más lentos, como si el peso de sus ataques empezara a cobrarle factura.

Ocean: Parece que tienes un límite, después de todo.

Aprovechando un momento de distracción, Ocean extendió su brazo, utilizando sus poderes de hidroquinesis para levantar una gran cantidad de agua de una fuente cercana. Con un movimiento fluido, formó una cúpula de agua que envolvió al líder Tarak'gor, atrapándolo dentro.

El líder, lejos de estar derrotado, sonrió con arrogancia mientras su cuerpo comenzaba a adaptarse.

Tarak'gor: ¿Crees que esto puede detenerme? Soy un crustáceo, estoy hecho para resistir estas condiciones.

Con un esfuerzo titánico, Tarak'gor rompió la cúpula, liberándose de su prisión acuática. Sin embargo, esa era exactamente la oportunidad que Ocean estaba esperando. Con una sonrisa confiada, pasó rápidamente por debajo de su enemigo mientras este aún se recuperaba, y lanzó un golpe directo al caparazón del líder.

El impacto resonó con fuerza, y todos los presentes observaron con asombro cómo el exoesqueleto del líder comenzaba a fragmentarse hasta romperse por completo.

Tarak'gor: ¿Qué... cómo es esto posible?"

Ocean retrocedió unos pasos, alzando la mirada con una expresión de triunfo.

Ocean: Quieres saber cómo? Fue cuestión de estrategia. Combinar los poderes en el patrón correcto: Amenaza Acuática para enfriarte con agua, Tortutornado para debilitarte con el viento, Frío para congelarte, y finalmente, yo, Ocean, para aumentar la presión con más agua. Todo eso combinado hizo que tu exoesqueleto no pudiera resistir más.

El líder Tarak'gor, incrédulo, cayó de rodillas mientras su cuerpo cedía ante el daño acumulado.

Tarak'gor: Imposible... ¿yo, derrotado por un... niño?

Ocean: No subestimes a quienes luchan por lo que creen. Este es el fin para ti.

La tensión no había terminado del todo. Cuando Tarak'gor, a pesar de su exoesqueleto fragmentado, rugió con furia y se preparó para un ataque final, Mipha reaccionó rápidamente.

Mipha: ¡Taiyo, atrapa esto!

Desde la distancia, lanzó su tridente con precisión impecable. Ocean lo vio venir y, por alguna razón, instintivamente supo qué hacer. Sujetó el arma con firmeza, sintiendo una conexión con ella y con el agua que lo rodeaba.

Ocean: Esto será interesante...

Tarak'gor cargó hacia él con toda la fuerza que le quedaba, pero Ocean empezó a girar el tridente con movimientos fluidos y precisos. A medida que lo hacía, partículas de agua comenzaron a arremolinarse a su alrededor, formando un escudo líquido brillante y cargado de energía.

Tarak'gor: ¡Eres un insecto con un juguete nuevo! ¡Esto no me detendrá!

Cuando el líder estuvo lo suficientemente cerca y lanzó un brutal puñetazo, Ocean colocó el tridente en posición defensiva. El impacto entre el golpe de Tarak'gor y el tridente desató una explosión de energía acuática que hizo retroceder a todos los presentes. Tarak'gor salió disparado hacia atrás, estrellándose contra varias columnas que colapsaron por el impacto.

El silencio reinó por un momento, hasta que Tarak'gor se levantó tambaleándose, con la mirada llena de ira pero visiblemente debilitado.

Ocean, sin perder la calma, caminó hacia adelante y sostuvo el tridente frente a él con determinación.

Ocean: ¿Te rindes?

El líder de los Tarak'gor, jadeando y con el orgullo roto, observó a su alrededor. Su ejército estaba derrotado, y él mismo apenas podía mantenerse en pie. Por primera vez, la duda cruzó su mirada.

Tarak'gor: Esto... no ha terminado.

Ocean: Oh, sí lo está. Porque aquí, peleamos juntos, y eso es algo que nunca entenderás.

Tarak'gor, finalmente consciente de su derrota, dejó caer sus brazos y emitió un gruñido resignado. El brillo de victoria en los ojos de Ocean se reflejaba en las miradas esperanzadas de los Zora.

Mipha corrió hacia él, junto con su familia, mientras los demás habitantes de Aqualis comenzaban a salir de sus escondites, celebrando su libertad.

Mipha (sonrojada): Taiyo... o debería decir, Ocean. Gracias por devolvernos nuestra esperanza.

Ocean bajó el tridente, mirando a Mipha con una leve sonrisa.

Ocean: No fue solo mi victoria. Fue la de todos ustedes. Ahora, Aqualis puede volver a brillar como lo merece.

El rugido del pueblo Zora llenó el palacio, mientras el líder Tarak'gor era escoltado bajo custodia. La batalla había terminado, y la esperanza renacía en el corazón de Aqualis.

En el exterior, Hana, Yuki y Kael'thor mantenían su posición, luchando contra los últimos restos de resistencia de los Tarak'gor. Sin embargo, de repente, los alienígenas comenzaron a retirarse en masa.

Hana: ¿Qué está pasando? ¿Por qué se están yendo?

Yuki: Tal vez algo les hizo cambiar de opinión... pero no bajes la guardia todavía.

Kael'thor observó con atención, notando que la retirada no era desorganizada, sino una orden directa, probablemente debido a la caída de su líder.

Kael'thor: La victoria está asegurada... pero esto aún no ha terminado. Hay que permanecer atentos.

Volviendo al interior del palacio, Ocean observaba cómo los Tarak'gor restantes abandonaban el reino. Habían perdido. Aqualis por fin estaba libre.

Mipha miró a su alrededor, sus ojos llenos de lágrimas mientras tomaba la mano de su padre y veía a sus hermanos abrazarse.

Mipha: No puedo creerlo... nuestro reino... finalmente es nuestro otra vez."

Ocean, todavía en su forma Zora, sonrió mientras veía la emoción en el rostro de Mipha. Se agachó ligeramente y, con una mano, acarició su cabeza con suavidad.

Ocean: Te lo prometí, ¿no? Que recuperaríamos tu reino.

Mipha, ligeramente sonrojada, asintió. Su altura apenas le llegaba a la cintura en esta forma, lo que hacía que el gesto de Taiyo fuera protector, casi fraternal.

Mipha: Sí, y cumpliste tu promesa... más de lo que podía imaginar.

Ocean dio un paso atrás, tambaleándose un poco.

Ocean: Bueno... si me permiten... creo que necesito descansar un poco.

Antes de que pudiera terminar la frase, su cuerpo se desestabilizó y comenzó a caer al suelo. La transformación del Omnitrix terminó, devolviéndolo a su forma humana justo antes de desmayarse, agotado por la intensidad de la batalla.

Mipha corrió hacia él, sosteniéndolo antes de que golpeara el suelo.

Mipha: ¡Taiyo! ¡Taiyo, estás bien!

Sidon, su hermano mayor, se acercó rápidamente, evaluando la situación.

Sidon: Está agotado, pero parece estar bien. Este joven dio todo lo que tenía para ayudarnos. Le debemos más de lo que podremos devolver.

Mipha: No importa cuánto... él merece todo nuestro respeto y gratitud.

Los Zora comenzaron a reunirse alrededor, algunos ayudando a reforzar el palacio mientras otros aplaudían en celebración. El reino de Aqualis había recuperado su libertad, y todo gracias a un héroe inesperado.

Continuará.........

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro