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T🌙: Daylight

El rugido de la tormenta fue poco a poco cediendo, como si el universo mismo estuviera dejando atrás la tempestad que había acompañado la noche. Las gotas de lluvia que golpeaban las ventanas se habían convertido en un suave murmullo, creando una melodía tranquila que envolvía a Hyunjin y Felix en una burbuja de intimidad.

A medida que la noche se convertía lentamente en un nuevo día, los primeros destellos de luz comenzaban a filtrarse a través de las nubes. Hyunjin se dio cuenta de que, a pesar de la tormenta, había algo extraordinario en lo que habían compartido. La vulnerabilidad, las risas, y las promesas murmulladas entre la música y la lluvia lo habían llevado a un lugar que nunca había imaginado alcanzar con nadie.

Felix, que había estado sentado en el sofá, se levantó para mirar por la ventana. -Mira, el amanecer -dijo, asomándose a la luz tenue que comenzaba a llenar la habitación. -Es hermoso.

Hyunjin se unió a él y juntos contemplaron el paisaje. La lluvia había dejado todo brillante y fresco, y el sol apenas comenzaba a asomarse por el horizonte, bañando el mundo en tonos dorados. En ese instante, el miedo y la incertidumbre que había sentido se desvanecieron, reemplazados por una esperanza renovada.

-Es como si la noche hubiera limpiado todo -comentó Hyunjin, observando cómo la luz comenzaba a abrazar el mundo exterior. -Es un nuevo comienzo.

Felix se volvió hacia él, sus ojos llenos de emoción. -Sí, un nuevo comienzo. ¿Sabes? Creo que la vida está llena de oportunidades. A veces, solo necesitamos un poco de lluvia para que crezcan las flores.

Hyunjin sonrió ante la metáfora. Había algo encantador en la forma en que Felix veía la vida, y le inspiraba a adoptar una perspectiva más optimista. -¿Y tú? ¿Qué flor quieres cultivar? -preguntó, buscando profundizar en sus pensamientos.

Felix se quedó en silencio por un momento, su mirada fija en el horizonte. -Me gustaría cultivar la valentía. La valentía de ser auténtico, de seguir mis sueños sin miedo al fracaso. Y ahora, creo que también quiero cultivar algo más... algo contigo.

El corazón de Hyunjin latió con fuerza ante esa declaración. -Yo también quiero eso. Quiero ser valiente, abrirme a lo que pueda surgir entre nosotros, sin importar cuán incierto sea.

La atmósfera entre ellos cambió de nuevo, cargada de una energía palpable. Era el tipo de conexión que trascendía las palabras y los miedos, y que, aunque les asustara, también los emocionaba. Sin pensarlo dos veces, Hyunjin dio un paso adelante, acercándose a Felix.

-¿Te gustaría quedarte un poco más? Puedo preparar café o algo para desayunar -sugirió, sintiendo una mezcla de nervios y alegría.

-Me encantaría -respondió Felix, su sonrisa iluminando su rostro. -La idea de compartir un desayuno contigo suena perfecta.

Hyunjin se movió rápidamente hacia la cocina, preparando el café mientras sus pensamientos volaban de un lado a otro. El aroma del café llenó el aire y, mientras se movía entre los utensilios, se dio cuenta de que este pequeño momento cotidiano significaba más de lo que había anticipado. La intimidad que habían cultivado durante la tormenta se estaba entrelazando con la simplicidad de un desayuno juntos, y eso lo hacía sentir más vivo que nunca.

Mientras el café se preparaba, Hyunjin no pudo evitar robar una mirada hacia Felix, que estaba sentado en el sofá, hojeando algunos de sus libros. Había algo en su presencia que lo hacía sentir seguro, como si cada rayo de luz que entraba por la ventana lo envolviera en un abrazo cálido.

-¿Te gustaría escuchar algo de música mientras desayunamos? -preguntó Hyunjin, moviéndose hacia su computadora para elegir algunas canciones.

-Sí, por favor -respondió Felix con entusiasmo. -Siempre me encanta conocer nueva música.

-Perfecto, te mostraré algo que me ha acompañado en momentos difíciles -dijo Hyunjin, seleccionando una lista de reproducción llena de melodías suaves y letras significativas de su artista favorito d4vd.

Las notas comenzaron a llenar el espacio y, mientras el café goteaba en la jarra, ambos se sentaron en la mesa pequeña que tenía Hyunjin. Era un momento de calma después de la tormenta, y la conexión entre ellos se sentía más fuerte que nunca. Las conversaciones fluyeron con facilidad, desde sus sueños y aspiraciones hasta los detalles más triviales de la vida diaria.

-¿Te gusta cocinar? -preguntó Felix, su curiosidad siempre a flor de piel.

-Me gusta, aunque no soy un chef. Pero disfruto experimentando con diferentes recetas. A veces salen bien y otras... bueno, a veces, mejor no hablar de eso -rió Hyunjin, recordando una de sus desastrosas incursiones en la cocina.

Felix rió, una risa que resonó en el aire como música. -Lo importante es disfrutar el proceso. Siempre se pueden hacer buenas anécdotas de los fracasos, ¿verdad?

-Exactamente? -Hyunjin coincidió. -Y espero que siempre podamos reírnos juntos, incluso de nuestras locuras.

Mientras hablaban y compartían risas, un sentimiento de conexión más allá de lo físico comenzó a florecer. El café ya estaba servido y la conversación se tornó más profunda, explorando las historias que habían moldeado a cada uno. Los secretos y las vulnerabilidades comenzaron a desnudarse ante la luz del nuevo día.

-Hyunjin, ¿alguna vez te has sentido perdido?- preguntó Felix, su voz suave pero directa.

-Sí -admitió Hyunjin, sintiendo el peso de la pregunta. -Hubo un tiempo en que no sabía qué quería de la vida, ni quién era realmente. Pero creo que desde que te conocí, he comenzado a ver las cosas de otra manera.

Felix sonrió con complicidad. -A veces, conocer a alguien especial puede cambiar nuestra perspectiva. Me siento así contigo. Como si estuviera descubriendo partes de mí que había olvidado.

Ambos se miraron, el silencio lleno de un entendimiento profundo. Era un momento significativo, un instante en que se dieron cuenta de que su conexión iba más allá de lo físico. Era una conexión emocional, una promesa de explorar juntos lo que la vida tenía reservado para ellos.

-Gracias por estar aquí, Felix -dijo Hyunjin sinceramente. -No sé qué nos deparará el futuro, pero estoy agradecido de haber encontrado este momento contigo.

Felix le devolvió la mirada, sus ojos brillando con sinceridad. -Yo también. Sea lo que sea que venga, quiero enfrentar cada día contigo a mi lado -dijo Felix con sinceridad y amor.

Hyunjin sonrió cálidamente e hizo una propuesta:

-¿Te gustaría escuchar una canción con mi guitarra? Prometo que no te haré sufrir con mis habilidades. -sonrió Hyunjin.

La oferta sorprendió a Felix. -¿Tocas la guitarra? -preguntó, intrigado.

-Un poco -dijo Hyunjin con modestia. -Solo en mis momentos libres. No soy un experto, pero se tocar.

-Me encantaría escuchar algo -invitó Felix, sintiendo que esa sería la manera perfecta de cerrar la noche. Hyunjin tomó la guitarra, acomodándose en el sofá. Con los dedos nerviosos, comenzó a tocar una suave melodía que llenó la habitación de calidez. La música se deslizó como un susurro entre ellos, creando una atmósfera que parecía palpable.

Hyunjin comenzó a cantar, una balada que hablaba de amor y anhelos, de encuentros fortuitos y de la belleza de la conexión. La voz de Hyunjin era reconfortante y melodiosa, y mientras lo escuchaba, Felix sintió que cada palabra resonaba en su alma. Era como si la canción contara su propia historia, la de dos extraños que se habían encontrado en una tormenta.

A medida que la melodía se desvanecía, Felix sintió una emoción abrumadora. -Eso fue hermoso -dijo, su voz temblando un poco. -Tienes un gran talento.

-Gracias -respondió Hyunjin, sonrojándose ligeramente. -La música siempre ha sido una forma de expresar lo que siento, aunque a veces es difícil poner en palabras lo que realmente quiero decir.

-¿Y tú? ¿Qué es lo que sientes ahora? -preguntó Hyunjin, sintiendo que las palabras brotaban sin pensarlo.

Felix se quedó en silencio por un momento, mirando la guitarra mientras pensaba. -Siento que estoy en un lugar donde puedo ser yo mismo. Es raro... no he tenido muchas oportunidades de ser tan abierto con alguien. Especialmente en las últimas semanas.

La vulnerabilidad en la voz de Felix tocó a Hyunjin. -Me alegra que puedas sentir eso conmigo. También siento que puedo abrirme, aunque a veces sea aterrador.

El rugido de un trueno resonó fuera, pero dentro de la casa, había una calma reconfortante. Hyunjin se dio cuenta de que había estado cargando un peso en su corazón, y compartirlo con Felix se sentía como si se liberara de una cadena invisible.

-Quizás deberíamos hacerlo más a menudo -sugirió Hyunjin, atreviéndose a imaginar un futuro juntos. -Tocar música, compartir nuestras historias... ver qué más podemos descubrir el uno del otro.

Felix sonrió, una chispa de emoción en sus ojos. -Me encantaría. Tal vez esto sea el comienzo de algo especial.

El sonido de la lluvia fue disminuyendo gradualmente, y la tormenta finalmente empezó a alejarse, dejando atrás un aire fresco y renovado. Hyunjin se sintió revitalizado, como si la noche hubiera barrido un trozo de su pasado y le hubiera permitido ver un futuro que no había imaginado antes.

-¿Y si salimos un poco? Quiero mostrarte algo -dijo Hyunjin, de repente impulsado por la idea. Felix asintió con curiosidad, y juntos se levantaron del sofá.

Al abrir la puerta, el aire fresco de la mañana los envolvió, llevando consigo el aroma a tierra mojada. Las nubes comenzaban a despejarse, y los primeros rayos del sol empezaron a asomarse por el horizonte, pintando el cielo con tonos dorados y rosados.

-Es hermoso -dijo Felix, asombrado por la vista. Ambos se detuvieron un momento, mirando cómo la luz del sol iluminaba el paisaje, como un nuevo comienzo.

-Es uno de mis lugares favoritos -comentó Hyunjin, guiando a Felix hacia un pequeño mirador en el parque.

-Siempre vengo aquí cuando necesito un momento de paz.

Mientras caminaban, Hyunjin se sentía nervioso. Nunca había compartido este lugar con nadie, y su corazón latía con anticipación. -Este es el mirador -dijo, señalando un banco de madera que ofrecía una vista panorámica del parque, ahora bañado en la luz del sol.

-¡Es espectacular! -exclamó Felix, acercándose para sentarse. Hyunjin se unió a él, y juntos observaron cómo el sol se elevaba lentamente en el cielo, iluminando cada rincón del paisaje.

-Te agradezco por estar aquí -dijo Hyunjin, sintiendo que cada palabra estaba cargada de sinceridad. -No solo por esta noche, sino por estar dispuesto a abrirte también.

-Gracias a ti por darme la oportunidad poder conocerte mejor -respondió Felix, su mirada fija en el horizonte.

-No sé a dónde nos llevará esto, pero estoy emocionado por descubrirlo.

Mientras el sol continuaba ascendiendo, ambos sintieron que estaban en un cruce de caminos. La tormenta había pasado, dejando un aire fresco que prometía nuevos comienzos.

Ambos sonrieron, y el brillo de la luz matutina parecía reflejar la promesa de nuevas posibilidades. En ese pequeño rincón del mundo, con el eco de la tormenta aún resonando en sus corazones, Hyunjin y Felix dieron un paso hacia lo desconocido, con la esperanza de que su conexión floreciera como las flores después de la lluvia mientras la luz del sol llenaba sus almas. Sabían que había mucho más por descubrir, y que, aunque el camino no sería fácil, juntos estaban listos para enfrentar cualquier desafío que se les presentara. El amor, ese misterioso y poderoso sentimiento, estaba al alcance de sus manos, y estaban decididos a no dejarlo escapar.

Read you soon...
-Mimi 🦋

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