Bailar es uno de los artes más comunes entre los na'vis. No importa la edad ni el clan, el baile era algo esencial.
Se practica para ritos y fiestas del pueblo.

Y para Neteyam era algo que se le daba incluso mejor que trepar árboles.

Justo era el cuarto eclipse y como es la costumbre del clan acuático, se celebra el liderazgo de su líder Tonowari.
Las hembras organizan bailes para presentar y los machos actos de valentía o demostraciones de guerrero contando sus hazañas.

Cuando se escuchó el baile, rápidamente la familia omatikaya se sintió familiarizada con esto.
En su clan era uno de los mejores artes que se podían realizar.

—Vamos hermano ¡No es para tanto!

Dice el segundo hijo omatikaya, Lo'ak.
A Neteyam se le ha invitado, por una metkayina, a formar parte del baile que se estaba organizando.
Puede ser que Kiri le haya comentado a Tsireya el gran talento del baile que posee el mayor. Y también puede ser que Tsireya se lo haya comentado a las demás hembras, pero ya que detalles.

—Lo'ak porfavor, sabes que no soy tan bueno. Además la danza de machos no es costumbre del clan metkayina.

—¡Y eso que! ¡Tienes talento y no lo aprovechas!

Esta discusión inició cuando Kiri mencionó lo del baile. Y rápidamente todos los Sully giraron sus ojos a Neteyam.
Simplemente era algo divino ver al primogénito bailar. Otra cosa más que heredó de su madre Neytiri.

—Exacto. Yo si tuviera tu talento aceptaría sin pensarlo.

Comenta Kiri llevándose otro pedazo de fruta a la boca.
Neytiri esta de acuerdo con esto, sabe mejor que nadie lo mucho que su hijo disfruta deslumbrar a todos con sus fluidos movimiento rítmicos.

—No lo sé. ¿Está acaso el Olo'eyktan de acuerdo con esto?

—Oh créeme que lo está hijo. De hecho se siente emocionado por ver nuestras costumbres.

Hace saber Jake a su hijo.
Bueno más bien este también disfruta de presumir lo talentoso que es su hijo.

Neteyam suspira derrotado. Aunque muy en el fondo esta feliz de poder participar.

—Lo haré.

—¡Fantástico! ¡Neteyam, vas a asombrarlos mucho!

Exclama la pequeña Tuktirey. Ella está feliz y eso basta para dejar a Neteyam sin alternativas.

♡♡♡

—¡es increíble!

Exclama una chica metkayina. Mientras se ve maravillada con el chico omatikaya.
Siendo apoyada por todo el grupo de hembras acuáticas.

—Se los dije, me da envidia. ¡Es maravilloso!

Dice Tsireya al ver a Neteyam ejecutar la danza que, de hecho, no le tomó tanto tiempo aprender.

Sus caderas parecían tener vida propia.
Sus muslos se menean al compás de sus movimientos.
Y su cuerpo serpentea en un perfecto movimiento a la vez que alza sus brazos y cabeza al cielo.

Con un par de miradas entre las hembras todas concuerdan.
En definitiva el chico hará un solo.

Al finalizar el baile, su pecho sube y baja tratando de recuperar el aire.
Todas las chicas lo rodean, lo halagan y felicitan alegremente.
En poco tiempo Neteyam se hizo muy amigo de las femeninas metkayina de la isla, no es secreto para ninguna que Neteyam no sentía atracción por las hembras, claro que algunas se sintieron decepcionadas pero rápidamente lo capturaron como un fiel amigo.

¡incluso le pedían consejos de amor y vestimenta!

—¡Nuestro Neteyam es un valioso tesoro!

Dice una chica de nombre Nefëtary siendo apoyada por otra mujer de nombre Eow'nōl
Todas estaban encantadas con el dulce chico. El cual se ruborizo por todos los halagos.
Esto enterneció a todas las chicas

¡Su Neteyam era tan adorable!

♡♡♡

Euforia llenaba al ambiente mientras los guerreros contaban sus hazañas y victorias en batalla.
Incluso Jake se unió, relatando su aventuras.

Una vez se llegó el punto exacto de alfa centauri, se dio inicio al baile.
Cada hembra lucia excepcional y deslumbrante con sus trajes.

Ao'nung se notaba indiferente, ciertamente esa clase de cosas las considera absurdas. Varias metkayina le dedicaban miradas de cortejo entre medio del baile, miradas que el ignoraba.

—Amigo, ¿Ya notaste como te ven?

Dijo en un tono bromista Rotxo dándole un leve codazo a Ao'nung.

—Tonterías

Dice, no le da mucha importancia al acto hasta que sus ojos azulinos captan algo que rápidamente le genera interés.

Neteyam hace acto de presencia en medio de las metkayinas, las cuales le dejan el escenario solo para él. Sus caderas se menean a cada lado de arriba y abajo.
Sus manos procuran no perder el ritmo, siente varias miradas pero una en específico le está haciendo añicos sus nervios.

El metkayina heredero observa detenidamente el curioso cambio en la costumbre de la celebración. Su cuerpo se inclina hacia adelante con interés y sus brazos reposan en sus rodillas flexionadas.
Lo tiene cautivado.

—¡Eso hermano!

Le alienta Lo'ak.
Varios silbidos se escuchan cuando el omatikaya danzante inicia una serie de movimientos con sus caderas, imitando a las olas cuando se menean con la marea.
El ritmo de los tambores cambia, ahora es rítmico y lento.

Neteyam rápidamente se adapta, ya ha ubicado esa mirada azulina, sabe que lo tiene cautivado.
Y es para esos ojos por lo cual baila aún más.
Le gusta la atención, adora que todos le den halagos, pero más ama su atención.

—¡Nunca pierde el ritmo!

—¿Creen que me enseñe?

—Si hubiera sabido que podía moverse así, hace tiempo me habría acercado.

Este último comentario de un grupo de metkayina's hace a Ao'nung fruncir el ceño. Por un momento olvido que no es el único observando el atrayente baile.
La cola azul oscuro daba latigazos al aire, al igual que sus trenzas adornadas de cuencas, era incluso algo absurda la manera tan exagerada en la que su cabello se movía.

Lo'ak por unos segundos cambio su ángulo de visión, su disgusto se desató al ver a cierto metkayina demasiado interesado en su hermano mayor.

—Ese skxawng.

Dijo dispuesto a ir a molerlo a golpes. Pero una mano aleteada le detuvo su furiosa caminata.

—Lo'ak, baila conmigo.

Pidió Tsireya de manera sonriente, sabía lo que pasaba por la cabeza del segundo hijo de Toruk Makto.
Así que decidió distraerlo de aquellos dos.

Lo'ak tuvo un conflicto interno.
Ir a apartar al imbécil sirena o ir a bailar con su chica.
Claramente se decidió por la segunda.

Perdóname bro

De disculpo mentalmente con el omatikaya mayor mientras se dejaba gobernar por la chica metkayina que lo jalaba a la pista de baile.

Ao'nung sentía a sus manos picar y a su libído subir. Sintió que le faltó el aire y su rostro se tintó de rojo al ver que el chico causante de su fascinación descendía al suelo con un movimiento serpenteante y volvía a subir de igual manera.
La piel de sus muslo y... glúteos se movía con cada movimiento y azote de sus rítmicas caderas.

El pecho de Neteyam subía y bajaba agitadamente, mientras que con un último latigazo de su cabello daba por terminado su espectáculo. Escuchándose los fascinados gritos y silbidos de la multitud.

—¡Te has lucido YamYam!

Halago Eow'nōl.
Todas las hembras de la danza le rodearon logrando alejarlo del campo de visión de Ao'nung haciéndolo soltar un gruñido molesto.
Se levantó de su asiento queriendo ir camino a su marui, no había ya más nada de su interés, pero siendo detenido por un par de manos pequeñas pero fuertes al rededor de su antebrazo.

—¿A donde piensas ir, Ao'nung?

Pregunta y el metkayina siente que su corazón pudo incluso detenerse ante aquella dulce pero sensual voz.
Neteyam sabe lo que provoca en el menor. Pasa su cola por el mentón de el heredero viendo como le genera una clase de hiperventilación.
Le arrastra a la pista de baile, el omatikaya normalmente es tímido y se avergüenza rápido pero cuando logra cautivar la atención del heredero metkayina da un cambio de actitud de 180°.

—Baila conmigo, Ao'nung.

Le dice y le da la espalda comenzando a danzar de nuevo.
Ao'nung pierde el aliento y en un movimiento automático coloca sus manos en su cadera rítmica. Neteyam sonríe ante eso, pues sabe que esos ojos mar están puesto solo por y para él.

—Eres tan flexible.

Menciona el azul marino embelesado con el baile que se está dando.
El omatikaya sonríe, suelta un pequeño sonido de sorpresa al sentir como era fuertemente jalado y apegado al cuerpo robusto. Apegado más específicamente a la pelvis del na'vi acuático.

Sus caderas no paran y se menean sacando un gruñido de satisfacción al turquesa.
Él mismo se siente bien al bailar de aquella manera tan íntima con el heredero de Olo'eyktan.

—¿Qué te parece recibir un baile privado?

Le sugiere Neteyam en un Susurro en su oreja la cual baja de inmediato debido a la sensibilidad en esa zona.
Ao'nung traga saliva duramente y no solo eso se está volviendo duro.
Se deja guiar por el mayor, lo lleva al marui al cual Ao'nung planeaba ir antes de ser interceptado por el Na'vi de bosque.

Ciertamente estaban jugandose el pellejo.
Si alguno de los padre o hermanos del na'vi terrestre los viera era muerte segura para el metkayina.
Neytiri no dudaría ni un segundo en atravesar su miembro con una flecha.
Ese solo pensamiento le hizo helar la sangre.

—¿En que tanto piensas?

—Que esto es suicidio.

Neteyam soltó una risa divertida y continuo llevándolo hacia el marui de Ao'nung, el cual le fue dado al cumplir su mayoría de edad. Una vez dentro se desató lo que ambos llevaban guardándose durante un tiempo.

[R18]

La fuerte mano de Ao'nung se encargó de regresar esas caderas a su lugar, el cual era pegadas a su entrepierna, a Neteyam no le hacia falta explicación alguna, empezó a menearse lentamente proporcionando pequeñas corrientes eléctricas en el cuerpo del más robusto.

Sentía incluso como poco a poco la hombría dormida se levantaba animada para adentrarse en algún espacio cálido y estrecho que tuviera al alcance.

—¿Quieres bailar conmigo?

Insinúa Neteyam su oscuro deseo, el metkayina sonríe lascivamente y mueve sus caderas al ritmo de las contrarias, la boca del omatikaya se abre sin emitir algún sonido y sus ojos se cierran, solo demostrando el placer que le fue provocado.

—¿Quieres bailar? Te haré bailar.

Dice en un susurro gutural el heredero de olo'eyktan. Neteyam siente a su cuerpo vibrar por aquella voz y esas palabras sucias disfrazadas con decencia.

El Sully deja salir un leve ronroneo en respuesta, el frote entre intimidades no se detuvo en ningún momento. El pequeño juego previo hacia crecer la lujuria de ambos, mientras Neteyam, estando a espaldas del contrario, le abrazaba con uno de sus brazos, Ao'nung se mordía el labio inferior y se inclinaba levemente hacia abajo y al frente a modo de cerrar cualquier espacio entre ambos cuerpos.

Ambos se sentían acalorados por la situación y la cercanía donde compartían el calor corporal.

El chico mayor sentía como se excitaba por el frote constante de su parte trasera contra la erguida extremidad del otro macho. Le gustaba, eso no había porque negarlo, le hacia moverse aún más y morder sus labios en gozo.

—¿Te parece bien si obtengo más terreno en donde danzar?

Le pregunta atrevidamente Ao'nung, Neteyam se siente tan atraído por esas sugerencias que no es capaz de negarse. Asiente lentamente mientras empieza a despojarse de sus accesorios con la ayuda de las curiosas manos que acarician la piel que va quedando desnuda. Los besos húmedos inician desde su cuello hacia su hombro, cada vez más abajo...

—Ao'nung...

jadea su nombre ahogadamente el na'vi de bosque. Mientras el mencionado se encarga de ocupar sus manos totalmente capaces de rodear por completo la estrecha cintura y a su boca acariciando la contraria. Ambos se encuentran expuestos, sus ropas han sido sacadas de esta ecuación, el roce se a detenido para dar paso al juego de besos y caricias.

—¿Quieres que te golpee ritmicamente más abajo? Tengo una vara en la cual podrías hacer un Split

Lanza otra insinuación Ao'nung con una arrogante sonrisa, sabe que eso derrite a Neteyam por completo. Talvez el pasar tiempo con los Sullys le haya enseñado una que otra cosa acerca del baile humano. 

Ao'nung no se equivoca en lo que ha dicho, el omatikaya podría incluso gritar por tan seductoras palabras. El na'vi acuático toma una de las piernas azul oscuro, se fascina por la flexibilidad de su acompañante, la levanta y acerca un poco su pelvis a la intimidad expuesta, busca provocarlo. No hay roce alguno entre ambas entrepiernas, pero esa cercanía que ha establecido Ao'nung esta enloqueciendo a Neteyam.

Le da un par de ojos suplicantes.

—Vamos Ao'nung, quiero que dances en mi.

Dice Neteyam con una sonrisa sugestiva siendo correspondida por otra.

La punta del pene erecto aqua roza la entrada de Neteyam, este suspira al sentirlo. Sabe que desde ahora no lo dejaran ni siquiera tomar aire correctamente. Conoce a la perfección la pasión y resistencia de ese metkayina. Con una mano, el omatikaya toma el pene que se roza contra si, lo remueve un poco contra su entrada, untandoce del pre-semen que sale de la virilidad, sirviendole de lubricante. 

Este leve juego erótico es capaz de hacer arder todo el cuerpo de los jóvenes adultos. No se hace más de rogar, ya harto del juego deciden pasar a la acción.

—Desde ahora olvida tu nombre, en estos momentos solo conocerás el mio.

Dice Ao'nung y el Sully no tiene ningún problema con eso. De a poco empieza a entrar en la cálida entrada que se abre para él. La mano delgada estimula el pene del cuerpo omatikaya mientras se obliga a si mismo a darle paso al pene deseoso. 

Ao'nung tiene hambre y Neteyam le dará de comer.

Con una embestida fuerte, se entierra hasta la empuñadura haciendo al mayor gemir de manera potente. No le da tiempo ni de recuperar el aliento cuando inicia con sus embestidas energéticas dejando sin aire al Sully.

—¡Ahh... Ahh...! ¡'Nung...!

Gime, el omatikaya es posicionado de pie y con las manos contra la pared, casi como estando bajo arresto mientras le golpean con una dura vara. Ao'nung aleja sus manos del cuerpo delgado para posicionarlas detrás de su propia cabeza, mientras sigue dando estocadas y menea su pelvis como si estuviera danzando.

Neteyam siente como el pene duro se mueve en circulos de manera grotesca dentro de él, le fascina tanto que menea sus propias caderas a la vez que su próstata es abusada de manera brutal.

—¡AO'NUNG!

—Si... eso es, grita para mí. 

Neteyam toma su propia pierna y la levanta, dándole paso al metkayina de ir más profundo en su interior, el mencionado toma la generosa invitación y golpea con mayor fuerza el interior, sacude sus entrañas y sus pensamientos.

—¿Necesitas energía para bailar? Porque yo tengo mucha que puedo darte.

Le dice y el mayor gimotea lastimosamente, sus ojos lagrimean y su boca a estado babeando, mientras su entrada se abre y cierra para satisfacer al metkayina al cual le abre las piernas.

—¡Ah...! ¡Ao'nung detente!

Mentira, no quería que se detuviera por nada del mundo, el matekayina tomó de manera inmediata y apurada el débil cuerpo tembloroso y lo llevó al suelo hasta dejarlo recostado boca abajo.

—Alza tu culo para mi. Ahora— 

Neteyam lloriqueo placenteramente, le gustaba cuando Ao'nung le mostraba ese lado dominante. Su entrada estaba enrojecida mientras seguía siendo destrozada salvajemente. El menor emitía gruñidos casi animales, su hambre por el cuerpo ajeno le llevaron a iniciar una serie de mordidas y besos voraces en su cuello y espalda. 

Su mano fue a parar al pene del mayor haciendo que soltara un grito que desgarró su garganta.

—¡No, de ambos lados no! ¡Ao'nung es mucho!— gimió fuerte y contrario a sus palabras alzó más sus caderas.

—¿Quieres follar? Vamos, sabes que quieres — Dijo, el omatikaya sabía a lo que se refería su realmente sucio novio.

El de piel azul oscuro abrió un poco más sus piernas flexionadas e inicio a follar la mano del na'vi acuático, este movimiento provocaba una sincronía entre ambas caderas, enloqueciendo a ambos. Ao'nung sonrió satisfecho con la obediencia del mayor y siguió usando el delgado cuerpo para su placer mientras el Sully usaba su mano para estimularse.

—Voy a desgarrarte y tu vas a satisfacerme tanto como yo lo quiera. Deja que pinte de blanco tu interior ¿Quieres eso, no?— dice entre jadeos y sus orejas bajan por las descargas placenteras que recibe.

—¡Oh sí, sí! ¡Quiero eso!— responde inmediatamente en un deplorable alarido, saliva cae de su boca casi a chorros y sus ojos casi están en blanco, se siente desmayar de tanto estímulo.

Las uñas del mayor arañaban el suelo en el cual esta siendo postrado mientras follaba la mano turquesa con mayor ímpetu, quería correrse, necesitaba correrse. 

—Solo yo puedo darte orgasmos como estos y solo yo puedo hacerte gritar por meterme en tu culo. ¿Entiendes eso? Eres mío— Gruñó a la vez que tomaba con su otra mano un puñado de trenzas y las jalaba, haciendo al mayor sacar su lengua en signo de excitación.

—¡Tan cerca, estoy tan cerca! ¡Ao'nung!— gimoteo mientras temblaba fuertemente. 

Ao'nung al escuchar esto lo azotó con toda su fuerza, robandole gritos necesitados, casi aullidos. —¡Vamos, córrete para mi! —Dijo a la vez que liberada su mano del cabello trenzado y fruncía el ceño con sus ojos cerrados, dio dos palmazos al culo pequeño haciendo que se moviera más.

Retiro su mano del pene del omatikaya y con sus dos fuertes manos aleteadas tomó a Neteyam por los muslos y separó más sus piernas, dando estocadas grotescas y profundas, casi enganchándose con el mayor.

—¡T-TAN PROFUNDO!— Se exaltó de sobre manera al sentir una protuberancia aparecer en su vientre bajo. Sabía perfectamente lo que era.

—¡Joder! Tenlo, recibelo todo y chorrea por mi— dijo dando una ultima embestida realmente profunda y disparaba su semen en el interior del omatikaya.

Un grito de algo indescifrable fue emitido por Neteyam a la vez que sus ojos se desorbitaron mientras temblaba violentamente.

—Ah... eso es carajo— dijo en satisfacción mientras daba dos ultimas embestidas perezosas.

Neteyam se desplomó en el suelo, mientras trataba de recomponer sus pensamientos que Ao'nung desordenó.

—Tu cuerpo solo baila para mi, pequeño bailarín...— Fue lo ultimo que escucho Neteyam antes de caer ante el cansancio físico.

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