Capítulo 9. NUEVO DÍA. MÁS SORPRESAS.
Irving me dio un paseo en Luisa hasta la preparatoria. Cuando entré al salón nuevamente había un revuelo, todos se voltearon para verme y susurraban. Confundida caminé hasta mi mesa y vi un sobre rojo sobre esta.
“Para la más linda bailarina” - tenía escrito al frente. Lo abrí y resultó ser de Francisco.
"Espero no te sientas incómoda por la muestra de mi interés hacia tu bella persona"
Después de lo que escuché ayer mis pensamientos sobre él cambiaron un poco. Seguía
"Una noche me fue suficiente para darme cuenta de lo genial que eres. Nos reímos y charlamos con confianza, como si nos conociéramos desde hace tiempo. Tu sonrisa es muy hermosa y tu actitud igual lo es. Al final terminamos haciendo algo indebido y nos tenemos que hacer de cargo ¿no crees? Bueno, solo bromeaba. Por favor encuentrame en la cafetería a la hora del almuerzo. Estaré esperando.
¡Ah! Solo es sangre, no te sientas avergonzada.
Att : Francisco Miler"
— No pareces tan entusiasmada — dice Kev sacándome de mis pensamientos.
— Ayer escuché algo que no debía y me di cuenta del tipo de persona que es Francisco — digo introduciendo la página nuevamente al sobre.
— ¿De que se trata? — pregunta Melina llegando detrás de nosotros.
— Larga historia, solo sé que si al principio me llegó a atraer un poco, eso ahora se esfumó — digo sentandome.
— Sea lo que sea que escuchaste, deberías de tratar de conocerlo tu misma y no dejarte llevar por los comentarios de los demás — dice Kev.
— Hablando de esto, saldrás con la chica esa ahora ¿verdad? - pregunto alzando una ceja.
— Así es — dice cantando.
— Vaya, ya no pareces nervioso — dice Melina desordenando su cabello.
— Estuve hablando con ella estos días atrás y es muy simpática, incluso le dije que soy gay y me dijo que igual quería salir conmigo porque le agrado — dice sonriendo de forma tierna.
— Maldito infiel — le digo haciendo puchero.
— ¡No digas eso amor! ¡Tu eres la única en mi corazón! - dice arrodillandose y poniéndose la mano en el pecho.
— Siéntate Romeo — dice el profesor Guzmán entrando al salón y todos reímos. — Chicos, comportense. Tenemos un nuevo integrante en la familia — dice acomodando los libros en el escritorio.
— ¿Otro? — dice Romina quejándose.
— Es guapo — dice el maestro guiñandole el ojo.
— Ah caray eso si me interesa — dice Marilyn.
— No estúpidas, él será mío — dice Kev poniéndose de pie y chasqueando los dedos.
El profesor Guzmán deja salir un largo suspiro — Chicos, si saben que la violacion es un delito ¿verdad? — pregunta negando con la cabeza.
— No es violacion si le gusta — dice Aranza coqueta.
— Bueno, ya basta, él vendrá un poco tarde debido a asuntos personales. Espero que todos le den una cálida bienvenida. Joto el que no — dice apuntandonos con el dedo.
— ¿Qué hay de mi? — pregunta Kev y todos se ríen.
— Desjoto — dice el profe y todos nos echamos a reír. Amo a nuestro profesor, es estricto pero a la vez es amigo de todos, su vocabulario... Puede que no sea el adecuado para un maestro pero esa es una de las características que hace que sea amado por todos en la preparatoria.
Pasó alrededor de una hora y alguien tocó la puerta del salón, Steve se levantó a abrir y se quedó confundido sujetando la manija de la puerta.
— ¿Buscas a alguien? — le pregunta y el profesor deja de escribir en el pizarrón para ver quién es.
— ¡Ah! - dice apresurado poniendo el libro y el yeso en la mesa — Pasa — le dice sonriendo.
Entonces entra un chico en silla de ruedas.Cabello castaño claro, ojos cafés, piel blanca y por la forma en la que están dobladas sus rodillas al parecer es alto wao, todas las facciones de su rostro parecen trabajar en perfecta armonía. Sé que lo he visto antes... Pero no se donde. Parecía incómodo al ver como todos lo observaban.
— Preséntate — le dice el profesor rompiendo el incomodo silencio que habitaba en el salón.
— Hola, soy Andrew — dice de forma corta y sonríe apenado.
— ¡Profe usted si que tenia razón! ¡Este tipo si que esta muy bueno! — dice Daniela levantándose de asiento y apoyando sus manos en la mesa.
— Daniela te tenías que llamar — le dice Rob y todos reímos, eso ayudo a que el ambiente dejara de ser tan tenso.
— Espero que todos nos llevemos bien — dijo un poco más cómodo — Y por esto — mira la silla de ruedas — Aún con piernas inservibles soy genial así que no se compadezcan.
— ¿Jugamos fútbol luego? — pregunta Dan sarcásticamente.
Antes de que Andrew dijera algo el profesor nos ordenó a todos castigar a Dan.
¿En que consistía esto? Fácil, si alguien hacia algo que no estaba bien éste era ignorado por completo, era como si esa persona no existiese. Una vez "castigamos" a Rob porque golpeó a Steven y éste terminó llorando y disculpándose con el gracias a que no soporto ser ignorado.
Puede sonar ridículo ya que somos estudiantes de preparatoria pero es parte de nosotros ahora y es un castigo muy efectivo.
— Claro, seré el delantero — dice Andrew sonriendo.
Vaya... Este chico es jodidamente genial.
— Farah, explicale a Andrew lo que está pasando en este momento. — me ordena el profesor.
— Verás — digo mientras me pongo de pie — Cu-
— ¡Oh! ¡Cara de chocolate! — dice sorprendido.
— ¿Disculpa? - le pregunto confundida.
— ¿No me recuerdas? - dice con un tono alegre.
Todos me observan confundidos.
— No sé de qué estás hablando... — le digo sonriendo incomodamente.
— Ah, es cierto. Estabas borracha — dice recostandose en su silla.
Mierda, ¿por qué tenía que decir eso? Y ¿lo conocí en la fiesta? No recuerdo absolutamente nada sobre el.
Todos empiezan a decir "Ohh" y yo niego todo lo que ellos están suponiendo.
— No es así, no paso nada así entre nosotros — digo apresurada.
— Es cierto, no me malinterpreten — dice agitando sus manos — Solo hablamos.
El profesor tuvo que callarlos a todos para que al fin pudiera hablar y le explique sobre nuestro sistema para castigar a los que mal hacen.
— Eso es cruel... - dice viendo hacia abajo — Me gusta — eleva su cabeza y sonríe.
Llegó la hora del almuerzo, se suponía que me encontraría con Francisco pero unos minutos antes Eva llegó y se llevó a Andrew, seguido de esto me saludo con un beso en la mejilla y me dijo que Francisco mandaba a decir que ya habría otro momento de hablar puesto que tenía cosas que hacer.
Fui con Kev y Melina a nuestra mesa y me cuestionaron por más de una hora, querían saber todo, les explique que no recordaba nada.
— Aún no quiero ser tía — dijo Melina fingiendo llorar.
— ¿Cómo te la metió estando en silla de ruedas? — se preguntó Kev con las dedos entrelazados sostenido su mandíbula.
Al final logré convencerlos de que nada había pasado. Llegó la hora de irnos a casa y, le deseamos suerte a Kev con su nueva amiguita y nos despedimos.
Necesito recordar a ese tal Andrew.
Espera... Andrew, Francisco, silla de ruedas.
— Hablaban de él — digo sentada en el sofá de la sala mientras como una mandarina.
— Ya la perdimos — dice Joseph con un tono de tristeza y mi abuela solo se puso a reír.
Pobre de él, me siento mal por conocer su historia sin tener derecho a saberlo, ahora que se quien es, solo necesito recordar como lo conocí y de que hablamos, aparte, ¿por qué me dijo cara de chocolate?.
Solo espero que este sujeto no me haga la vida imposible aunque....se ve que es agradable.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro