Dedicado a mi pedacito de pan IRISMIKA15 por su cumpleaños, espero que lo pases genial en tu día ❤️

-7-

Me levanto temprano para preparar mis cosas e ir a clases.

En el camino recuerdo que hoy se cumple un año desde ese día...

Flashback.

Salgo de la compañía de baile y corro hasta el paso de peatones.

- ¡Fari!

- ¡Déjame! ¡Vete de aquí!

El semaforo se pone verde y me lanzó al primer auto que pasa. Este se detiene.

- ¡¿Por qué?! ¡Solo máteme!

- ¡Fari! ¡Cálmate! - dice Kev sujetandome mientras trato de zafarme de su agarre.

La gente que pasa solo observa lo que está ocurriendo.

- Kev... Solo dejame - le digo llorando sin fuerzas.

- Farah por favor, no puedes hacer esto, no puedes irte así como así - me dice acariciando mi cabeza.

Siento como mi vista se nubla y todo a mi alrededor comienza a desvanecerse, lo último que veo es al hombre bajando del auto y caminando hacia nosotros.

Abro mis ojos de un golpe y me quedo viendo el techo blanco, no hace falta ver más para saber que estoy en el hospital.

- Gracias doctor - escucho la voz de una mujer que identifico es mi mamá.

Se acerca a mi y se sienta de brazos cruzados.

- Mamá, Farah despertó - dice Irving con tono de alivio.

- Estúpida - se levanta y me pega una cachetada.

Mis lágrimas empiezan a salir y cierro los ojos.

- ¡Mamá! ¿Qué haces? - reclama Irving levantándose de la silla en la que estaba.

- ¿Te querías morir? ¿Sin pensar en tu familia? Bien, entonces solo muere y ya - dice tratando de contener las lágrimas.

- Por favor detente mamá, esto no la ayudará - dijo Irving tomándola de los hombros.

- Lo siento... Es solo que... ¡Perdón por no ser consciente! ¡Perdón por no saber por lo que estabas pasando! ¡Perdón por todo! - dice llorando mientras me abraza fuertemente.

Kev entra a la habitación y mamá e Irving salen.

- Fari... ¿Como te sientes? - me pregunta preocupado.

- Kev - le digo y sin aguantar más suelto en llanto. - Ya no quiero... ya no quiero seguir - le digo entre lágrimas.

- No te des por vencida, ni siquiera lo has intentado y estoy seguro de que puedes lograrlo - dice limpiando mis lágrimas.

- Vivo solo porque no puedo morir, estoy harta de tratar de seguir mis sueños y nunca atreverme, nunca hago las cosas bien y luego me autodestruyo, tengo que fingir ser feliz para hacer felices a los demás mientras yo estoy mal. Dime... ¿No sería mejor morir? - le digo viéndolo a los ojos.

- Nunca en tu vida me preguntes eso de nuevo - me dice con tono de molestia - Farah, si eso te lastima simplemente dejalo y vive por favor.

- Bailar es lo que amo Kev tu lo sabes, tu también lo amas - le digo llorando desesperada.

- ¡Estuviste a punto de acabar con tu vida! - grita levantándose bruscamente de la silla.

- ¡Y no pude hacerlo! ¡Ahora tengo que seguir viviendo! Maldita sea - digo tapando mi rostro con ambas manos y recostandome.

- Perdón, me altere. - dice caminando alrededor de la habitación.

- ¿Por qué soñar duele tanto?

- Farah - dice secando sus lágrimas - Yo te ayudaré ¿si? Juntos podemos perseguir ese sueño, juntos podemos bailar frente al mundo con confianza.

- Ni siquiera me atrevo a bailar frente a mi familia.... El mundo me suena a muchas personas - digo sin esperanza.

- Lo haremos... Te prometo que lo haremos - dice abrazandome.

Fin del flashback.

Me encuentro a Kev sentado en la parada del bus y veo que esta desanimado.

- ¡Kev! - digo de forma alegre.

- Estúpida me asustaste - dice poniendo su mano en su pecho.

- ¿En que piensas?

- Saldré con Melanie mañana - dice con tono de tristeza.

- ¿Y por qué esa cara? - le preguntó examinando su rostro.

- Es la única que tengo - me dice y me da una palmada en la frente.

- ¡Ay! - me quejo y golpeo su hombro.

El autobús llega y subimos, no hay asientos libres así que tenemos que ir de pie, estábamos jugando a ver quien podía mantener el equilibrio sin sujetarse de la barra, era mi turno y justo en ese momento... Justo en ese maldito momento el bus frenó y no puede aferrarme a la barra y caí al suelo. Escuche la risa de las personas y me levante avergonzada pero eso no fue todo... Mi pantalón se rompió y no, eso no fue todo... Alerta roja.

Kev estaba llorando de la risa, se quito su chamarra y la amarró alrededor de mi cintura. En poco tiempo llegamos a la preparatoria.

Empecé el día con pie izquierdo pero bueno, nada más puede pasar, ¿verdad?

Cuando entramos al salón observamos a Melina hablando con Steve y Sharon, nuestros compañeros.

Los saludamos y preguntamos que es lo que pasa.

- Al parecer Francisco el chico de la fiesta se cambió de preparatoria. - dice Melina señalando por la ventana a un chico que se encuentra en el campus.

Se mudo antes de lo planeado.

- Deja eso, ¿quieres saber lo que le pasó a Far-

Dice Kev riéndose y le tapo la boca antes de que siga hablando.

- ¿Qué? ¿Qué pasó? - pregunta Melina inquieta.

- Nada - digo rápidamente.

- Se cayó en el bus, su pantalón se rompió y le bajó - dice riéndose como loco y Melina también mientras que Steve y Sharon tratan de contener la risa pero al final sus esfuerzos son inútiles.

- Muchas gracias - le digo sarcásticamente.

- Lo siento es que es tan gracioso - dice recuperando el aire.

- Como sea, ¿es oficial que estudiará aquí? Podría estar de visita - les digo tratando de sonar desinteresada.

- Estudiará aquí, estaba con Mason y Adán en el salón de al lado.

- ¿Te ha contactado después de la fiesta? - pregunta Kev.

- Ni siquiera intercambiamos número, me emborrache muy rápido gracias a alguien - veo a Melina - y así fue como termine bailando de esa forma con el.

- Fue sexo público, que extremo - dice Melina dándome una palmada en el hombro.

- Ahg solo espero no toparme con el, quiero ahorrarme el bochorno - digo mientras me siento en mi mesa.

- ¡Farah! - escucho a alguien llamar y me volteo.

Es Francisco, esta sosteniéndose del umbral de la puerta mientras sonríe tiernamente.

¿Por qué ahora?

- Hey Francisco, hola - me levanto y lo saludo.

- Ehm Farah - me dice Steve tocando mi hombro.

- ¿Qué pasa? - le preguntó volteando a verlo.

- Tienes... Una mancha en tu chamarra. No deberías haberte volteado - me dice señalando a Francisco el cual me esta viendo el trasero con cara de incomodidad extrema.

Genial, que tu entrelace amoroso conozca tu sangre.

¿Qué más podría pasar hoy?