Finalmente es viernes y como es costumbre muchos compañeros no vienen a clases este día, la mañana pasó rápidamente y es hora de ir a casa.

— ¿Se dieron cuenta? — pregunta Kev divertido acomodando su mochila.

— ¿De qué? — preguntamos Melina y yo.

— Al parecer a Marilyn en serio le gustaba Andrew — se ríe — está molesta con él.

— Esperen, ¿me perdí de algo? — Melina se detiene y nos mira.

— Andrew es gay — digo aún sin poder creerlo.

Melina está tan sorprendida que se queda con la boca abierta y Kev introduce su dedo haciendo que reaccione.

— Y eso no es todo... Adán es su novio — llevo una mano a mi pecho, Melina me abraza y fingimos estar llorando.

— Es tan hermoso, ¿cómo puede ser gay? — dice Melina apartándose y secando sus lágrimas falsas.

— Oigan, esto puede ser trágico para ustedes pero para mi es una oportunidad — Kev nos da una mirada pícara.

— Oh vaya — escuchamos a alguien decir detrás de nosotros.

Nos volteamos y vemos a Andrew, sonreímos avergonzados rogando que no hubiese escuchado nada.

— Pensé que era heterosexual hasta ahora que los escucho a ustedes — dice con sorpresa — y aparte el guapo Adán que lleva el nombre del primer hijo de Dios... Es mi novio — su boca se abre y la cubre con su mano negando con la cabeza.

— Andrew, todos lo vimos ayer — digo rodando los ojos.

— Yo no — Melina sonríe.

— Como sea, no somos homofobicos así que no trates de ocultarlo — dice Kev pasando una mano por su cabello.

— Mmm, tu eres gay así que ¿por qué rayos serias homofobico? — se ríe.

— Disculpalo es que él barre desiertos — digo burlandome de Kev.

— Eso suena divertido — dice Andrew feliz como un niño pequeño.

— Es sarcasmo ¿verdad? — me cruzo de brazos.

— ¿Sarcasmo? — pregunta genuinamente y Melina me mira rodando los ojos.

— Ustedes son el uno para el otro — dice Melina señalando a los dos.

— También lo creo — le dice Kev coqueto.

Seguimos nuestro camino y Andrew se une a nosotros.

— Oigan chicos ustedes han malentendido algo — dice sonriendo sarcásticamente.

— ¿Qué cosa? — pregunto indiferente.

— Si me gustan las chicas.

— Ya todos lo sabemos, no trates de negarlo — dice Kev dándole una palmada en el hombro.

Gira las ruedas de la silla rápido hasta quedar frente a nosotros, nos detenemos confundidos y lo vemos esperando que diga algo.

— Me encantan las mujeres — dice apresurado.

— Adán estaría triste si te escuchara decir esto — dice Melina.

— A Adán también le gustan las mujeres, incluso se ha acostado con la hija del director, no digan nada, somos heterosexuales — dice masajeando sus sienes.

Todos empezamos a reír a carcajadas al ver su intento desesperado por negar su orientación sexual.

Me pongo a su altura y acaricio su cabello como un niño pequeño.

— Está bien ser diferente, nosotros no te jugaremos por eso — le doy una sonrisa de apoyo.

Estoy a punto de levantarme pero el sujeta mis hombros y me acerca a su cara.

— No soy gay — susurra.

— Có-como digas, pero sueltame amigo — digo nerviosa.

Melina y Kev caminan para quedar frente a nosotros y ver lo que esta pasando, lucho para hacer que me suelte pero es muy fuerte y en un momento... Me besa, abro los ojos en sorpresa pero el no separa sus labios de los míos. Finalmente me deja ir.

— Entonces si eres hetero — dice Kev decepcionado.

— Las chicas estarán emocionadas — dice Melina y siguen caminando como si nada.

— Se los dije — dice Andrew conduciendo su silla junto a ellos.

Todos se alejan dejándome atrás como si nada acabara de pasar.

Empiezo a saltar y tiro mi bolso al piso.

— ¡Maldito! ¡Mis inocentes labios! — digo chillando mientras paso mi mano frenéticamente sobre mis labios.

—¡Saben a cereza! — grita sin voltear.

Recojo mi bolso molesta y corro hasta alcanzarlos, sujeto la silla de Andrew y empiezo a empujarlo de forma rápida, lo suelto y él va gritando sin rumbo, los tres reímos hasta que una piedra se interpone en su camino y hace que éste caiga.

— ¡Ah! — se queja y corremos preocupados para ayudarlo a levantarse.

— Farah mira lo que hiciste — dice Melina golpeando mi cabeza.

— Ay — digo sintiéndome culpable.

Kev y Melina lo levantan mientras yo busco su mochila que cayó un poco lejos.

— Desde que regrese a la preparatoria se ha vuelto un hobby el ser tirado de la silla — se ríe.

— Lo siento — digo entregándole su mochila.

— Disculpala, sus labios eran tan vírgenes como ella y por eso reaccionó así — Kev se burla.

Ruedo mis ojos y continuamos nuestro camino en silencio hasta que un auto llega a traer a Andrew, se despide y se va.

— Y bien... ¿Cómo son sus labios? — pregunta Kev con expectativa.

Lo golpeo con mi bolso.

— Vamos, cuéntanos — dice Melina sujetando mis hombros.

— Paren — les digo aborrecida.

— Nunca llegaremos a besar a ese ser celestial así que tienes que decirnos — dice Kev rodeando mi hombro con su brazo.

— Exactamente — dice Melina imitando su acción.

— Fue como besar un huevo cocido — digo recordando.

— ¿Qué? — preguntan inexpresivos.

— Sus labios eran húmedos pero suaves — explico.

— Espera ¿los huevos cocidos son suaves? — pregunta Kev confundido.

— Espera ¿por qué has besado un huevo? —pregunta Melina con cara de disgusto.

— Miren el autobús llegó — los evado y corro para alcanzarlo y ellos me siguen ya que tomamos el mismo.

Nos despedimos y vamos a nuestras casas.

Llegó a casa y veo a mi abuela y a mi mamá llorando.

Cuelgo mi bolso en el perchero y preocupada me acerco a ellas.

— ¿Qué pasa? — pregunto y ellas no me miran.

— Paula y Alfonso fueron separados por sus padres — dice Joseph desde la cocina.

— ¿Qué? — pregunto confundida.

— La novela — se acerca comiendo una mandarina — los protagonistas no podrán estar juntos y por eso están llorando.

— Dios, pensé que algo malo había pasado — dejo caer mi cuerpo en el sofá.

— Es malo, muy malo — dice Irving sentado en el suelo secando sus lágrimas con un pañuelo.

— Me asustaste — le digo llevando una mano a mi pecho.

— Farah tu lápiz labial esta corrido — dice Joseph disgustado.

Nerviosa subo a mi habitación y me acuesto en mi cama. No puedo dejar de pensar en el beso...y no es porque me gustara, simplemente no esperaba que hiciera eso. Mis ojos se cierran lentamente hasta quedar dormida.

— ¡Fari! — mi madre toca la puerta del cuarto, me levanto confundida.

— ¿Qué pasa? — abro la puerta y veo a Francisco detrás de ella.

— Tu guapo amigo vino a visitarte — dice y lo empuja para que pase — no cerrare la puerta — sonríe y se va.

— Francisco — digo medio dormida — ¿Que haces aquí?

— Primero, me encanta tu look — se sienta en la cama y hago lo mismo — y vine porque quería hablar contigo.

— Ah si, ¿sobre qué? — alzo un ceja.

— Sé que escuchaste todo el otro día — dice cabizbajo.

— No fue mi intención — le digo apresurada.

— La cosa es que... Estabamos ensayando para un drama — se rasca la nuca.

— Francisco... Conozco al chico que mencionaron — le digo cruzada de brazos.

— Mierda — susurra — ¿Conoces a Andrew? — me limito a contestar y solo asiento — Y ya te dijo que soy culpable de que el este así, ya hablo mal de mi verdad — afirma y sonríe sarcásticamente.

— Francis-

— Lo sabía, no le hagas caso, solo trata de alejarte de mi porque no quiere que nada vaya bien en mi vida.

— Para empezar, tu y yo ni siquiera somos tan cercanos y para terminar, Andrew no te ha mencionado ni una sola vez — me levanto de la cama.

— Entonces te diré lo que pasó — se levanta y me mira fijamente.

— No hace falta, no es algo que yo tenga que saber — niego con la cabeza.

— Estabamos borrachos y fuimos a dar un paseo en mi motocicleta y—

—Francisco detente — le digo al ver como se esta alterando.

Empieza a caminar hacia mi mientras habla.

— Chocamos contra un poste pero solo él se dañó para echarme la culpa — me golpeó contra el tocador y el toma mis hombros.

— Si me crees ¿verdad? — pregunta desesperado — el hace todo eso para ser compadecido.

— ¿Por qué haces esto? — pregunto confundida.

— Farah... Tu me gustas y no quiero que te alejes de mi al pensar que soy una mala persona.

Pero parece que lo eres.

— Ese estúpido... Se que solo hace esto para llamar la atención — dice serio y esto causa una ligera molestia en mi.

— Francisco por favor vete de mi casa — le digo apartandome.

— Farah... — le invito a salir — Esta bien, me iré...

Veo como el baja las gradas, se despide de mi mamá y sale de la casa. Vuelvo a mi habitación.

— Ok...eso fue muy raro.

Recuerdo que Francisco dijo que le gustaba mi look, voy al tocador para verme al espejo y oh rayos, mi cabello esta hecho un desastre, mi labial sigue corrido y...y...tengo un moco en la mejilla.

Siempre que Francisco está cerca me pasan cosas vergonzosas, necesito alejarlo de mi.

NOTA : En la parte que dice que Kev "barre desiertos" me refiero a que es tonto porque osea nadie barre desiertos :v