2.
Lobos mencionados aquí
Jimin: lobo europeo
YoonGi: lobo dingo
TaeHyung: lobo de yukón
JungKook: lobo ibérico
And everybody's going to die...
JungKook y TaeHyung desaparecieron en mitad de la fiesta, pero los volví a ver en la noche de luna llena, el día domingo, cuando la comunidad completa se reunió en el bosque, a los pies de los montes. En el evento lunar podías correr toda la noche en nuestra forma de lobos, e incluso dieron permiso en los colegios para faltar al día siguiente para así no preocuparnos.
Era mi primer evento lunar en la nueva manada, e incluso noté a mi mamá nerviosa. Le di la mano con una sonrisa suave, queriendo tranquilizarla, y ella me devolvió la sonrisa.
TaeSoo dio un discurso en el centro del lugar, animándonos a conectar con nuestra parte más animal, con dejarnos guiar por nuestro lobo. A un lado pude ver a su esposa y, detrás, YoonGi se removía incómodo. Casi podía verlo agitar su cola en desesperación.
JungKook no estaba cerca de ellos, por el contrario, estaba mezclado con su grupo de amigos. Mejor dicho... con su novio. Lo abrazaba por el cuello, diciéndole algo al oído, y a su alrededor la gente los miraba con desprecio.
Pero ellos los ignoraban totalmente.
Una vez TaeSoo terminó con su discurso –que, sinceramente, ignoré–, empecé a ver a mi alrededor como las personas se transformaban en enormes lobos de todos los tonos: negros, cafés, grises, blancos...
Mi lobo era del típico que se ve por montones: uno europeo, de color gris, grande a pesar de mi altura enana.
Mis padres no tardaron en desaparecer para hacer quién sabe qué, y cuando miré al frente, vi a...
Oh dios.
¿YoonGi?
Era un pequeño lobo dingo.
Santa mierda, sentí mi corazón derretirse por la ternura ante esa visión, el cachorro acercándose sin dejar de mirarme, moviendo su cola con entusiasmo. Casi lo podía oír decir ‹‹¡Hyung, hyung, mira lo lindo que soy!››.
Sin embargo, algo de razón tenía Seulgi: YoonGi era particularmente pequeño para su forma lobo, teniendo en cuenta su edad. Yo terminaba siendo más alto que él, y la cabeza de YoonGi me llegaba hasta mi cuello en esa forma. No resultaba extraño que los chicos le molestaran.
Le di un empujón suave, viéndolo rodar por el suelo, y le hice un gesto para que me siguiera, viendo a todo el mundo partiendo a correr por los bosques. No tardé en imitarlos, mirando por sobre el hombro para ver si YoonGi estaba detrás de mí, y cuando confirmé que era así, empecé a correr.
Durante muchas horas nos la pasamos así, corriendo y jugando entre nosotros, lanzándonos mordidas a las patas, rodando por el suelo, alejándonos cada vez más de la ciudad para adentrarnos en los bosques. En un momento, hicimos una especie de carrera y no tardé en pasarlo, YoonGi era más pequeño que yo, así que era sencillo ganarle.
Sin embargo, no me preocupé demasiado hasta que me detuve, varios minutos después, viendo que no estaba detrás de mí. Olfateé el suelo, queriendo buscarlo, y a mi nariz llegó un olor suave. Un olor a... a...
Di unos pasos, abriéndome paso por los arbustos, pero me quedé oculto en uno de ellos cuando vi a dos personas en el suelo, riéndose y jugueteando entre sí.
Desnudos.
― Oye, oye ― Gruñó TaeHyung de pronto ―, quieto, JungKook.
― E-estoy caliente, TaeTae... ― Gimió Junglaaaa apenas, su voz temblando.
― Abre tus piernas ― Ordenó TaeHyung, y por su tono de voz supe que estaba excitado también. La pareja estaba de costado frente a mí, por lo que podía ver todo sin problema alguno ― Eso, así me gusta, hermoso. Tan hermoso para mí...
Sabía que debía huir de allí y fingir no haber visto nada, pero toda esa escena era muy caliente, y yo sólo era un adolescente tonto muy curioso.
― Oh, ¿ya estás lubricando? ― Ambos compartieron un beso, TaeHyung encima de JungKook, el omega más alto abierto de piernas ― Que omega más sucio tengo.
Contemplé el momento exacto en el que TaeHyung metió su pene dentro del culo de JungKook, que soltó un chillido tan escandaloso que hasta yo me sentí avergonzado.
Necesitaba irme de allí, escapar antes de que me pillaran o antes de que mi propio cuerpo comenzara a excitarse, lo que sería una pésima idea dadas las circunstancias. Estaba seguro de que ellos no querían que un alfa como yo los molestara en su momento de intimidad.
Pero no pude retroceder. No cuando escuché a TaeHyung hablar otra vez:
―.¿A quién le perteneces, bebé? ― Gruñó posesivo, moviendo sus caderas, haciéndolo gemir sonoramente.
― A... a ti... oh dios...
― ¿Cómo?
― ¡A ti! ― Gritó JungKook, el más bajo acelerando sus embestidas ― ¡Mi-mierda! ¡Ah! ¡A ti... mi... mi omega...!
TaeHyung se rió, encantado, agarrándolo con más firmeza de la cintura. En ese instante, dominándolo tan fácilmente, el más moreno no parecía un omega sino todo lo contrario: un alfa que estaba marcando a su pareja.
Nunca antes habría pensado que dos omegas podían estar juntos. Pero al verlos a ellos así, supe enseguida que estaban destinados a eso.
― A nadie más, ¿cierto? ― TaeHyung lamió la piel de su cuello, sin dejar de follárselo.
― Por... por fa-favor... o-omega... omega...
― Gime para mí ― Murmuró TaeHyung ―, va-vamos, bebé, que... que todos en esta manada de mierda sepan de quién eres...
― ¡Tuyo! ― JungKook lloraba por el placer, por el orgasmo que parecía construirse en él ― ¡Sólo... tu-tuyo!
JungKook no se corrió.
De pronto, TaeHyung se tensó de forma irremediable, deteniendo sus movimientos, y JungKook lloriqueó, aunque no alcanzó a decir el nombre de su novio cuando olisqueó el aire.
El más bajo se volteó hacia donde yo estaba oculto.
― ¿A-alfa? ― Susurró JungKook de pronto.
Su llamado tembloroso hizo a mi instinto lobo gruñir en placer. Un pensamiento insensato pareció llegar a mi mente: follar a ese omega para hacerlo mío.
― Alfa ― Llamó JungKook, enloquecido ―, pre... préñame...
TaeHyung retrocedió antes de embestirlo tan duramente que el pene de Jungkook tembló. El omega gritó.
― ¿Cómo me llamaste, KooKoo? ― Preguntó TaeHyung , su voz dura y helada.
La mente de Jungkook pareció volver en sí, fijando su vista en TaeHyung, cuya mandíbula estaba endurecida por completo.
El chico más alto tembló.
― Omega ― agimió apenas ―, mi... mi omega...
― No ― TaeHyung se rió, aunque no había gracia en su voz― Tú, pequeña cosita, me ofendiste...
― ¡Lo... lo siento! ― JungKook no pudo decir otra cosa porque las embestidas del omega aumentaron con fuerza ―. ¡O... o... omegaaaaa...!
―Llamando a uno de esos asquerosos alfas... ― Se burló TaeHyung, soltando jadeos bajos a medida que se follaba a JungKook tan ferozmente que el ruido de la piel chocando con la piel era inconfundible ―, debería castigarte...
― Por favor, por... por fa-favor...
TaeHyung volvió su vista al arbusto, dónde yo estaba escondido, todavía en mi forma lobo, congelado por completo ante el rostro salvaje del omega. No debería sentir miedo, yo era el alfa, pero realmente me intimidó.
El omega agarró una de las nalgas de JungKook, apretándola, y sin dejar de observarme, le dio un azote. JungKook chilló, enloquecido, y se corrió. TaeHyung dio dos últimos empujones, corriéndose también, gruñendo cuando se inclinó, dejando de mirarme, para morder al chico de cabello castaño, en el cuello. Dónde debía estar su glándula de olores.
JungKook volvió a chillar.
― Mierda, mierda...
TaeHyung se alejó, rastros de sangre en su barbilla, agarrando a JungKook del mentón.
― Me vuelves a decir "alfa" cuando te folle, KooKoo, y no te tocaré en un año ― Advirtió, quitándose de encima.
― TaeHyung-
El más alto no pudo decir nada porque en ese momento, los tres escuchamos un aullido, una bola de pelos rodando directo al claro. De pronto, ya no había dos humanos en el pequeño claro, sino que dos lobos omegas, y a pesar de estar en esas formas, reconocí fácilmente cual era cada uno: JungKook el lobo ibérico, TaeHyung el lobo de Yukón. Sus miradas parecían decirlo todo, porque el lobo de TaeHyung observaba a mi arbusto con una expresión de muerte.
La bola de pelos se reveló como YoonGi, sucio y jadeante, que reconoció a JungKook y corrió hacia él, metiéndose entre sus patas en señal de miedo. Decidí salir de mi arbusto también, en el momento exacto en el que otros tres lobos, de tipo europeo, aparecían.
JungKook se puso frente a YoonGi, gruñendo en advertencia, y TaeHyung también gruñó, adelantándose para protegerlos a ambos.
Los lobos desconocidos gruñeron en respuesta, pero TaeHyung, increíblemente, les contestó. Era más grande que dos de ellos, y sospeché por qué YoonGi lloriqueaba en el suelo, con sus patas traseras sangrantes: debían ser chicos que le molestaban.
Gruñí, acercándome a TaeHyung. Al ver que el omega ya no estaba solo, los tres lobos desconocidos decidieron retroceder, aunque nos dirigieron una última mirada grosera.
No nos movimos ni siquiera cuando pasaron varios minutos desde que desaparecieron, sólo lo hicimos cuando oímos a JungKook hablar.
― Gigi, ¿qué pasó?
Nos giramos hacia los dos omegas, ambos en sus formas humanas, desnudos, pero eso no nos interesó a ninguno de los dos. No cuando YoonGi lucía algo apaleado, con los ojos llorosos.
― E-estaba jugando con JiMin y él de pronto desapareció... ― Comenzó a explicar YoonGi.
La culpabilidad me golpeó por lo que dijo el chiquillo, luciendo más pequeñito por la situación. Mientras yo estaba espiando a su hermano con su novio, YoonGi probablemente se perdió y no me hice cargo de eso.
― Ellos a-aparecieron de... de pronto y... y empezaron a... a seguirme y a morderme y... ―el niño no pudo seguir porque comenzó a llorar.
― Oh, Gigi... ― Suspiró JungKook, abrazándolo.
Hubo un silencio en el lugar y los malos sentimientos aumentaron en mi interior porque sentía, de alguna manera, que eso fue mi culpa. YoonGi se me pegó enseguida esa noche, y yo le abandoné sin pensarlo dos veces.
JungKook se alejó, limpiando el rostro encharcado de lágrimas del menor de todos.
― Tienes que enfrentarlos, Gigi ―dijo JungKook―, no puedes dejar que ellos...
― ¡No! ―protestó YoonGi, golpeando las manos de JungKook ― ¡Un... un alfa vendrá y me de-defenderá, JungKook! ― Abultó sus labios―. Si acepto el cortejo de Jackson, él me defenderá.
― Dependes mucho de un alfa ― Espetó TaeHyung ―, ya te lo hemos dicho, no son la gran cosa ― Me miró con desprecio, picándome en el orgullo.
Lo que sirvió, por supuesto.
― Yo lo defenderé ― Gruñí, dando un paso. YoonGi y JungKook me miraron, el primero pareciendo olvidar sus lágrimas para sonreír, mientras el segundo arrugaba el ceño.
Santa luna, ¿en qué demonios me había metido?
― ¡Ves! ― YoonGi saltó, pareciendo olvidar sus heridas― Ya tengo un alfa que me cuide, no te necesito ― Dijo, con esa petulancia infantil que daba más risa que otra cosa.
JungKook se puso de pie, sacudiendo su cabeza, pero TaeHyung le hizo un gesto y decidieron no decir otra cosa cuando YoonGi se colgó de mi brazo. Era unos centímetros más bajo que yo, probablemente sería más alto que yo en un tiempo, pero tenía una carita de bebé que nadie le quitaría.
Suspiré, marchándonos de ese pequeño escondite, esperando que TaeHyung olvidara que me metí en su momento íntimo con su novio.
No tuve suerte, ni siquiera un poco.
Dos días después volvimos a clases, y en el primer receso, cuando fui al baño, TaeHyung me agarró del cuello de mi camisa, empujándome contra la pared.
― JungKook es olvidadizo y ya no le importa que nos hayas espiado ― Comenzó a decir, su voz grave―, pero sí vuelves a hacer eso, si escucho a mi novio llamándote otra vez cuando lo estoy follando, te arrancaré las bolas y haré que te las comas, Park.
Se supone que cuando una persona te amenaza de esa forma, uno sólo debe asentir para que así te deje en paz, ¿no es así? Evitar algún conflicto como el que TaeHyung me presentaba aquí. Pero era un estúpido alfa con un orgullo, que odiaba que le hicieran menos, y sus palabras volvieron a pegarme duro.
― Si me llamó, es porque quizás tú no se lo haces bien, Kim ― Le dije, enfurecido por completo.
TaeHyung, en lugar de enfurecerse y darme un golpe, como esperaba yo, sólo enarcó una ceja mientras una sonrisa burlona se extendía por su cara morena.
Pensé, aturdido, que era un omega muy bonito: su piel parecía porcelana, perfecta y limpia, con ojos pequeños y ese cabello negro que estaba desordenado por completo. Era un poco más alto que yo, no mucho, delgado y con aspecto delicado.
Pero no tenía nada de delicado, honestamente.
― Conozco a JungKook desde los cinco años ― Me dijo TaeHyung , sin amedrentarse un poco ―, y él y yo estamos unidos de forma que ustedes, tontos alfas, no van a entender jamás ― Se alejó, chasqueando sus dedos― No eres una amenaza para mí, JiMin, jamás lo serás.
Quise replicarle y decirle todo lo contrario, pero supe manejar lo suficiente mi orgullo alfa para callarme y verlo salir.
Aunque cuando YoonGi apareció al finalizar las clases, colgándose de mí, consideré preguntarle muchas cosas que me estaban comiendo por dentro. La curiosidad estaba siendo demasiado grande, honestamente. Y YoonGi estaba muy, muy feliz de tener algo así como un alfa –novio– que le cuidara para que ya no le molestaran. Me sorprendía, por otro lado, ver cómo YoonGi y JungKook eran tan distintos entre sí.
― Oye, ¿Gigi? ― Le dije cuando comenzamos a caminar.
―¿Sí, Jimin hyung? ―preguntó.
― Um... ¿cómo JungKook y TaeHyung comenzaron a salir?
― Oh ― YoonGi me tomó el brazo―. ¿Puedo agarrarte la mano?
Lo miré, algo sorprendido por su pregunta, pero su mirada parecía decirme algo como ‹‹dame la mano y te lo diré todo››. Asentí en silencio y YoonGi no tardó en entrecruzar sus dedos junto a los míos, sonriendo por el entusiasmo.
― ¿Somos novios? ―pregunté.
― ¡Me estás cortejando pero todavía no te acepto! ― Dijo YoonGi, orgulloso.
Sonreí inevitablemente por sus palabras, pensando en lo bonito que lucía el omega de esa forma, tan feliz con algo tan pequeño.
― ¿Entonces...?
― Ah ―rascó su nuca― Según lo que sé y me ha contado Kook, TaeHyung llegó acá con tres años, pero... uh... no se conocieron hasta que tuvieron cinco años. TaeHyung tuvo un accidente de coche, su mamá murió y él quedó muy grave, demasiado grave, y necesitaba una transferencia de sangre, pero su tipo es muy rara, AB menos.
"JungKook también tiene ese tipo de sangre, así que papá se ofreció a que su hijo fuera donante, ya sabes, papá es alfa de la manada y debe preocuparse de cuidarnos a todos. Así que JungKook le donó sangre, pero... supongo que... ― YoonGi titubeó un instante―, supongo que nadie esperaba que ellos forjaran un lazo.
Casi me atraganté con mi saliva, sorprendido por sus palabras. YoonGi tenía la vista baja, así que no podía saber qué estaba pasando por su mente.
― Cuando TaeHyung se recuperó, se matriculó en el colegio y curso de JungKook, y han sido inseparables desde entonces ―continuó TaeHyung ― Papá no se preocupó mucho al inicio, es normal que... que los omegas estemos en grupos, ¿no?
Pero tú estás solo, quise decir, aunque sabía que eso no sería muy educado de mi parte, por lo que decidí callar.
― Si tú crees que ahora son pegajosos, es que no los viste cuando niños ― Dijo YoonGi ― No lo recuerdo muy bien, pero ellos andaban juntos para todas partes, siempre de la mano, siempre abrazándose, siempre riéndose entre sí. Era algo... Es algo gracioso de ver, porque TaeHyung nunca fue muy dado para esas cosas, él siempre hablaba poco, pero cuando JungKook estaba con él, parece convertirse en otra persona.
"Papá se dio cuenta de que ellos... De que JungKook no era un omega normal, cuando un amigo de papá le dijo que su hijo quería cortejar a Kook, que tenía once años. Papá le preguntó a Kook si aceptaba el cortejo, pero mi hermano no quiso, recuerdo muy bien lo qué le dijo porque fue a la hora de la cena. JungKook le dijo que no, porque a él no le gustaban los alfas, a él le gustaba Tarjeta, y se casaría con él cuando fueran mayores. Papá casi se muere ese día.
YoonGi permaneció callado un instante, por lo que pensé que quizás no iba a decir otra cosa, pero me dio un apretón y entendí que necesitaba un tiempo para procesarlo todo. Para buscar la palabras exactas qué decir.
― Los lazos de sangre son muy fuertes, y más cuando son forjados de niños ― Me explicó YoonGi ―, eso me lo dijo JungKook. En sus celos, incluso, sólo llama y pide por TaeHyung, nunca por otra persona. A veces se descontrola cuando siente el aroma de un alfa, pero nada más, siempre vuelve a TaeHyung ― Soltó una risa baja― Namjoon cortejó a TaeHyung, ¿lo sabías?
― ¿Qué?
―Sí ― YoonGi saltó un charco de agua― TaeHyung igual fue cortejado, menos que JungKook, pero lo fue. Namjoon creyó que, quizás, él sería una buena opción para Tae, pero él lo mandó al diablo, le dijo que JungKook era su omega y no quería a nadie más. Ya ves... ellos no tienen ojos para otras personas.
― Pero en los celos, ¿cómo lo hace TaeHyung? ―pregunté, sacudiendo mi cabeza por la incredulidad.
―Por lo poco que me ha dicho JungKook, nunca han tenido problemas para arreglárselas. TaeHyung es... JungKook siempre dice que TaeHyung es un alfa en un lobo omega.
― ¿Y tú papá?
―Mi papá odia a TaeHyung ― YoonGi tenía ahora una expresión triste― Yo sé... yo sé lo que piensa la mayoría de las personas aquí, sé cómo nos ven a mí y a JungKook. JungKook es el mayor, el ejemplo, el omega bonito y valiente, el que cumple las expectativas. Papá tenía muchos planes para KooKoo, es el omega ibérico, quería casarlo con un alfa que fuera su posible sucesor, pero la relación con TaeHyung se lo está arruinando ― Hizo una mueca―, y yo soy el omega débil de la camada, el omega dingo, el que necesita protección, el que decepciona. Nunca pude cumplir ningún deseo de papá, pero ahora que Kook tampoco lo hace, papá pone más presión en mí para tener un buen alfa a mi lado.
Le revolví el cabello, arrugando mis labios ante las palabras de YoonGi, que volvía a lucir deprimido por la situación. Si bien era en parte cierto lo que me estaba diciendo, en el sentido de que YoonGi necesitaba más cuidados, eso no significaba que fuera una decepción.
― JungKook finge que todo está bien ― Dijo YoonGi entonces―, pero todos en la manada sabemos que papá no va a permitir el enlace con TaeHyung. Papá lo matará antes que eso ocurra.
Su última frase envió un escalofrío por mi espina dorsal, y deseé por un breve instante, que YoonGi estuviera haciendo una broma de mal gusto.
Pero ambos sabíamos que no era así.
Las siguientes semanas me acoplé bien al grupo de JungKook y TaeHyung, ya que ahora estaba cortejando a YoonGi, por lo que me veía en la obligación de pasar muchos momentos juntos, aunque TaeHyung me fulminaba con la mirada cuando podía.
Fue así que terminé enterándome de que Namjoon olvidó a TaeHyung rápidamente, pero ahora estaba en una extraña relación poliamorosa con HoSeok y SeokJin, que no sabía dónde iba a terminar.
No pude evitar reírme en mi interior al ver el grupo extraño que hacíamos. Una relación poliamorosa, una relación de omegas, y una relación de un omega bebé conmigo. Santa mierda, esto estaba destinado al fracaso.
Todos lo supimos cuándo, unos tres meses después, en una noche que nos juntamos y todos terminamos medio borrachos –excepto YoonGi–, JungKook se puso a llorar.
TaeHyung le tomó la mano mientras su pareja se deshacía en lágrimas, una mirada trémula en su rostro.
JungKook nos soltó todo de sopetón.
Tenía dos meses de embarazo.
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