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Subía las escaleras con rapidez, mis pies pequeño se tropezaba en cada paso que daba,miraba el pasillo buscando una puerta que estuviera abierta pues mamá, acelere mi paso hasta que unos brazos me alzaron poniéndome en sus hombros, patelee, grite y empuje pero aún así no me soltaba.

Lo oí reír - No puedes escapar de mi pequeño pollito -

Hice un puchero enojado - Eres muy inteligente Min-dije casi llorando.

Detuvo su paso - Estas enojado Conmigo? - dijo bajándome sintiendo el piso frío, mi piel se erizo al verlo de frente.

Baje mi mirada dándome la vuelta para ir a mi cuarto.

El siempre me ganaba y eso me molestaba, vamos quien niño de 10 años no se enojaría porque un chico de 14 años además su niñero le gana, a mi me enfada.

Escuche como corría hacia mi poniéndose de nuevo enfrente mio, el era un poco más alto que yo, cabellos menta, ojos como gatitos y oscuros, piel pálida pero muy suave casi como la de un bebé.

Cuando lo vi jure que nunca vi un chico tan lindo como el al principio casi no Sonreí y no hablaba solo lo hacía para regañarme, una vez se enojo mucho porque derrame agua en su dibujo y me grito diciéndome muchas cosas, ese día no salí de mi cuarto ni para comer ni ir al baño me quedé acostado en una esquina de mi cuarto diciéndome porque no hacía nada bien mientras lloraba siempre fui un niño muy sensible y tímido pero esa noche me volví más valiente gracias a él.

Estaba apunto de dormirme en el suelo hasta que sentí que alguien se sentaba a lado mío agarrando con sus manos mi rostro hundiéndolas entre sus brazos fríos pero lo sentía tan cálido o quizás era su corazón.

Me aferre a su cuerpo hundiendo mi rostro en el - Lo siento-susurre para que solo el lo escuchara.

-Porque? -dijo alzando mi rostro

-Por hacer las cosas mal, por no hacerlas correctamente, por equivocarme con las cosas más mínimas-las lágrimas amenazaban por salir pero nunca salieron.

-No haces nada mal,solo es una equivocación de humanos, nadie es perfecto o acaso quieres ser un robot? - dijo riendo.

Nunca lo había visto reír hasta en ese momento y se sentía tan bien.

-No jajaja pero, hasta los robots fallan - dije mirándolo como si lo que hubiera dicho fuera ridículo.

-Exacto hasta ellos se equivocan, sus sistemas se descomponen pero siempre pueden arreglar las fallas ¿Quieres saber como? - dijo enarcando una mirada misteriosa mientas sonreía.

-Si! - dije saltando

-Intentándolo lo de nuevo y bailando - dijo parándose y extendiendome su mano, lo mire curioso.

-¿Como podrías arreglar a un robot bailando?

-A ellos no pero a ti si, se que te gusta bailar porque no intentamos sanar ese corazón con tu pasión.

En ese momento en el que sus manos agarraron las mías, sus ojos brillaban bajo la oscuridad mi mundo tuvo otra razón para seguir construyéndose y para ser valiente.

-¿Me permitirías sanar tu corazón? - dijo mirándome con súplica y extendiendo su brazo.

Sus manos agarraron mi cintura atrayéndola a su cuerpo, mi rostro se recostó en su pecho hoyendo su corazón produciendo una melodía tan bella como esa pieza que bailábamos.

No necesitamos una música para hacer que el sentimiento fluya, solo necesitas unas palabras,la melodía de unos corazones y dar el segundo paso.