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Caminaba entre la multitud de personas, algunas tomadas y otras sumergidos en sus deseos,apartaba a las personas que aparecían enfrente mio algunos empujandome  o diciéndome alguna que otra grosería,las luces de la discoteca molestaban a mis ojos al igual que la música en un volumen extremo, el alcohol iba dando efecto en mi organismo causando que me Maree, me agarre de una de las sillas que se encontraban en las esquinas,algunas vacías pues la mayoría de los ocupantes estaban bailando.

Me senté en la silla de madera apoyando mis codos sobre la mesa y  mis manos despeinar mis cabellos negros, tomé un trago de lo que parecía agua mientras observa a las personas bailar pegados y otras saltando,no había nadie quien me llamara la atención en ese momento, suspire cansado pues había sido un día exhausto, la universidad, el trabajo y todo lo demás que llamaba vida pero aún así quería despegarme.

Deje el vaso que tenía entre mis manos, agarrando mi celular y abrigo poniéndome en marcha para ir a casa, camine de nuevo entre la multitud pero raramente ya no era tan desesperado como lo era antes.

Me encontraba a unos centímetros de la Salida hasta que mis Hombros chocaron Con los de otro causando que nuestros rostros se encontrarán, mi corazón se detuvo y mi respiración se volvió acelerada.

Veía todo pasar en cámara lenta, sus ojos chocolates cerrarse lentamente y abriéndose de igual manera, sus cabellos rubios pegados a su rostro sudado, sus labios carnosos nombrar una disculpa y su rostro hecho por ángeles transmitir un sentimiento de preocupación y vergüenza mientras sus mejillas se volvían cada vez mas rojas.

Mis ojos brillaron y los suyos igual, nuestras miradas nos hipnotizaron viajando a un mundo diferente, sonreí y el igual.

Su mirada bajo a mis manos agarrandolas con las suyas guiándome a la pista.

Y volvemos cuando eramos unos niños, cuando el daba el primer paso para enamorarme.