El chico de cabello rubio se sentía demasiado ansioso.

Eran apenas las ocho de la mañana y ya estaba preparando todo lo que necesitaba para ese día. No podía esperar, quería que el tiempo pasara lo más rápido posible.

Con música alta, y algo de espacio en su sala, repasaba los pasos de la coreografía creada por el menor. A pesar de que según Jeon, lo había hecho perfecto, no estaba de más ensayar un poco más.

Después de todo era la primera vez que bailaba frente a tantas personas.

Pensaba en ello y no podía creerlo.

Luego de años soñando con ello, luego de tantas críticas hacia sus gustos y metas, de personas que le decían que no lo lograría, y sus propios pensamientos que le decían que se rindiera. Por fin había logrado su meta.

No tenía idea de cuánto tiempo había estado repitiendo su rutina, mas al oír su puerta ser tocada, bajó la música y se dirigió a ver quien lo llamaba.

Se apresuró a tomar la llave, abriendo para sonreír posteriormente.

No le sorprendió el encontrarse con sus mejores amigos al otro lado.

— Hola chicos, ¿Que hacen aquí?— Dijo mientras los abrazaba en forma de saludo.

— Solo queríamos pasar para dejarte un pequeño regalo...— Dijo Yoongi, abrazando por la espalda a su novio.

— Oh, no había necesidad...— Respondió el más bajito, haciéndose a un lado para dejar entrar a la pareja.

— Pero nosotros queríamos hacerlo.— Dijo Tae, viendo los muebles corridos en la sala.— ¿Has estado ensayando?

Jimin asintió.

— Es algo temprano, ¿No estarás cansado luego?— Volvió a preguntar el más alto.

— No tranquilos, no se preocupen por ello.

— Bien, ven.— Yoongi tomo la mano de Taehyung, tendiendo en su mano una pequeña bolsita de regalo.— Es pequeño, pero esperamos que te guste.

Jimin tomó el regalo con cuidado entre sus manos, mirando a sus amigos un momento antes de abrir la bolsa.

Sus ojitos brillaron al ver que era una cajita de una joyería muy reconocida.

Con sumo cuidado abrió la caja, revelando el contenido. Era un bello par de aretes, ni muy cortos ni tan largos, pero increíblemente hermosos y delicados.

Sus ojitos se llenaron de lágrimas, pero no lloró. Él nunca se podría permitir comprar algo como eso. Le gustaba vestirse bien, arreglar su cabello, usar muchos accesorios e incluso maquillarse, pero no siempre le era posible pues para poder hacer todo eso, necesita los recursos necesarios. No tenía dinero para comprar maquillaje, o para comprar joyería de calidad.

Por lo que un regalo como ese, era mucho más de lo que podría tener en demasiado tiempo.

Con sus sentimientos a flote se abalanzó a abrazar fuertemente a la pareja frente a él, quienes lo miraban enternecidos por su reacción.

— ¡Muchas gracias chicos! Los quiero demasiado, no saben lo importantes que son para mí...— Decía el rubio aún sin separarse.

— Tu también eres muy importante para nosotros, pequeño.— Respondió Yoongi.— Solo queríamos hacerte este pequeño regalo como una felicitación por tu presentación, hoy es tu día, así que queremos que seas la persona más feliz del mundo.

— Eres nuestro orgullo Minnie, y queremos que lo tengas siempre presente. No importa si eres bailarín, conserje, modelo, lavaplatos o lo que sea. No importa el trabajo que tengas, siempre das lo mejor de ti y te esfuerzas de igual manera, y es por eso que tendrás lo que mereces.— Dijo Taehyung para luego dejar un pequeño beso en la cabeza del más bajo.

Jimin solo podía pensar en que ellos no eran solo amigos, eran su familia.

(...)

17:30 hs.

Jeon no podía esperar más.

Había hablado más temprano con Jimin, este le había dicho que pasaría parte del día con sus amigos y luego dormiría un rato para recuperar fuerzas antes de ir al teatro donde se organizaría el evento.

Y le parecía bien, pues era un dia importante para él.

Así que no podía esperar para ver al chico y abrazarlo con todas sus fuerzas.

Podría decirse que se encontraba más emocionado por la actuación del rubio que por la de él.

Pero era imposible no pensar en ello, si al imaginarse al chico bailar sobre él escenario, con su vestuario, la música resonando por todo el lugar, y las luces y cámaras enfocandolo solo a él, solo hacían que su corazón quiera salir de su lugar por lo bonito que era.

El ensayo general había terminado hace unos minutos, el bloque de Jimin lo había tomado él, pues al no formar parte de la lista oficial no podían hacer mucho, sí, no era lo mejor, pero eran las reglas.

Por eso mismo habían practicado tanto en las últimas clases, no habría ningún problema.

Solo quedaba esperar a que la hora llegase, tendrían todo organizado para que al momento que Jimin pisara el backstage, las estilistas y maquiladoras hicieran su trabajo.

Sin embargo tenía que mantener su profesionalismo y concentrarse en si mismo. Nancy y Hoseok estaban totalmente al pendiente de él, mientras que Namjoon no lo dejaba solo en ningún momento. Ellos eran su equipo en ese momento.

Todos estaban nerviosos, era un festival importante, para todos, pero más para su padre.

Dado que esto beneficiaba enormemente a su empresa, y no podía meter la pata en ningún momento.

El Jeon mayor no era mala persona, quería a su hijo y había cuidado bien de él luego del fallecimiento de la señora Jeon, sin embargo, sus negocios eran su mayor preocupación actualmente, trabajaba todos los días desde la mañana hasta la noche, y era muy estricto con sus empleados. Y bueno, también con su hijo.

Si Jungkook era incluido en alguno de sus negocios, debía actuar con precaución, porque no podría arruinar nunca el trabajo de su padre.

Jeon despejó su mente, olvidando por un rato a Jimin y a su padre, dedicándose a mantenerse calmado mientras las estilistas seguían con su prueba de vestuarios.

Solo unas horas más...

(...)

Jimin dormía tranquilamente, pues ya se había duchado anteriormente y había preparado todo lo necesario para llevar.

Sus amigos se había retirado algo tarde, por lo que necesitaba descansar antes de irse, si es que quería dar lo mejor de sí.

No obstante, sus sueños fueron interrumpidos por su teléfono, el cual sonaba sin parar en ningún momento.

El rubio abrió los ojos con cansancio.

¿Quien lo llamaba? Si ya había hablado con sus amigos y con Jungkook. No es como si tuviera demasiados conocidos.

Miró la pantalla de su teléfono.

El reloj marcaba las 19:46 de la tarde.

Y su mejor amigo llamaba sin cesar.

Al momento de querer atender, la llamada se cortó, mas inmediatamente apareció una notificación de nuevos mensajes en la pantalla.

Pero al ver de qué se trataba, solo quiso llorar y salir corriendo de su hogar.

♡

°.✩┈┈∘*┈୨୧┈*∘┈┈✩.°

No me maten...

Después subo otro cap ♡

Si ven algún error en la narración no duden en decirme, escribí todo a las apuradas y no lo revisé...

¡Nos vemos!

-Yaz.