capitulo 1

como se siente un deja vú

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Harriett bostezo con tal pesadez que se lo contagió a su mejor amiga. Gwen la observó con curiosidad, la notaba distraída y era obvio que no había estado durmiendo bien, Harriett tarde o temprano soltaba todo, ni siquiera era necesario preguntar pero la curiosidad la carcomía por dentro que no pudo seguir absteniéndose de preguntarle el porqué de su distracción y falta de sueño.

Pensó en hacer la pregunta disimuladamente, tanteando el terreno antes de soltar la bomba, pero era Gwen Stacy y lo terminaría haciendo de forma directa.

—¿Vas a contarme ya o te lo tendré que sacar a la fuerza? —preguntó la rubia de radiantes ojos azules, picando la mejilla de Harriett, esta le dio un manotazo juguetón a la vez que negaba con la cabeza.

—¿Contarte qué? No ha pasado nada nuevo...

Gwen rodó los ojos, se llevó a los labios la pajilla de su malteada y tras dar un sorbido, continuó.

—Tienes ojeras, la cabeza por las nubes y llevas días rara. ¡Me voy al MIT mañana y mi mejor amiga se está convirtiendo en un vegetal! ¡Cuéntame! ¿Es por un chico? ¿Una chica? ¿Son tus padres?

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Harriett soltó un suspiro de esos que lo decían todo sin la necesidad de palabras, alargó el brazo hasta la malteada de Gwen y la tomó para darle un sorbito.

—No pasa nada, es solo que... No dejo de pensar en lo mucho que las voy a extrañar — mintió. Bueno, que iba a extrañar a sus amigas era una verdad y en parte eso influía pero, no era la principal razón por la que perdía el sueño.

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No sabía como explicarlo, pero había algo mal, desde hace concretamente un mes. Sentía un vacío enorme que no podía llenar con nada, y cada vez que trataba de recordar la pieza faltante, su mente la escondía entre una bruma de recuerdos borrosos que perdían poco a poco la forma entre más trataba de unirlos.

Podía arriesgarse y contarle eso a Gwen, pero su consciencia la retenía ya que, la rubia pronto cumpliría su sueño de ir a aquella prestigiosa universidad con la que tanto había soñado, y no lo arruinaría con sus problemas insignificantes.

La mirada de Gwen reflejaba insistencia, no estaba ni un poco convencida y Harriett lo sabía, iba a hacerla hablar y solo bastaba una mirada.

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—No he estado durmiendo bien, eso es todo, he tenido unos sueños muy raros... Pero está bien, seguro pasará.

La sonrisa de la rubia se tambaleó por un instante, casi perturbada, lo supo ocultar muy bien detrás de un gesto suave de comprensión.

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—¿Esto es porqué MJ y yo nos vamos? Porque, sabes que siempre seremos amigas, sin importar que, ¿verdad? — A simple vista, aquel comentario no era más que para tranquilizar a Harriett, pero había algo detrás de aquello.

—Claro — susurró, asintiendo a la par. Mentiría si dijera que eso no le dio un poco de calma, porque en parte esa era una de sus preocupaciones, incluso sonrió un poco.

—Mi mamá llegó, ¿quieres que te llevemos a tu casa? — ofreció, pero Harriett negó al instante.

—No, no, está bien. Quiero caminar y sacar algnas fotos. — respondió, palmeando su cámara enfundada.

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Unos minutos después, Harriett y Gwen estaban en la puerta de la cafetería despidiéndose, Harriet observó al auto de la madre de su mejor amiga desaparecer. Con la cámara en mano comenzó a caminar por la acera, la mitad del tiempo calibrando la cámara y la otra viendo al cielo, esperando a Spider-Man.

Entonces ocurrió el primer deja vú.

Chocó contra alguien, su cámara casi cayó pero fue atrapada por el chico con el que chocó, increíbles reflejos y un rostro familiar. Fue cuestión de segundos, pero Harriett estaba segura de que en ese corto lapso de tiempo ya había memorizado el rostro del muchacho, con esos ojos tan expresivos que podría ahogarse en sus emociones, unos cuantos lunares en sus mejillas que la hacían preguntarse si formaban alguna constelación en especifico. Un trueno la sobresaltó y la hizo desviar la mirada, el cielo despejado se había llenado de oscuros nubarrones que amenazaban con soltar una llovizna helada sobre Queens.

Ah, claro, pero si era obra Thor.

Pésimo momento para una entrada dramática por parte del dios del trueno.

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—¿Estás bien?

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El chico tenía una expresión de preocupación genuina y demasiado... expresiva, incluso se resbalaba por todo el tono de su voz al hacerle aquella pregunta. Harriet no sabía cómo explicarlo, pero es que parecía que la conociese de toda la vida, como si conociera cada profundo secreto que escondía en su mente. La forma en que la miraba era... tan familiar, como si fuese una mina de oro o un pozo de petróleo, como tu helado favorito gratis en medio del caluroso verano.

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—Estoy bien.

Todas sus emociones se vieron ahogadas en esa sola expresión de dos palabras, no sabía que más podía decir, pues las palabras se esfumaron de su mente y solo atinó a asentir. 

Peter Parker se leía en su gafete, que por lo que veía, era interno en Stark Industries.

Tan familiar como su rostro y tan desconocido como su nombre. Un fantasma que vagaba en recuerdos borrados y alterados, la sombra de sus sueños y el blur de sus memorias, el motivo de su insomnio. Aquel que la estaba conduciendo a la locura, porque Harriett no sabía que estaba pasando y a ella le gustaba saberlo todo. Tendría que esperar hasta el segundo deja vú para confirmar que aquel que estaba parado frente a ella, era el mismo que la hacía querer arrancarse el cuero cabelludo por las tormentas de dudas que diluvian sobre su mente cada maldita noche.

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