Capítulo 13
Abordo de una camioneta color negra blindada se encontraba Camus en el asiento trasero junto con Milo Schizas.
Por delante dos personas del mismo bando de Saga manejaban el vehículo todo esto con la finalidad de llevar a la nueva pareja de Schizas al departamento del español.
- Yo te llevaré hasta el departamento preciosura, solo le darás una visita rápida para tomar tus pertenencias que necesites y ya... Aunque sabes que conmigo puedes tener todo - Después de decir esto Milo rodeó con su brazo el cuerpo de Camus para acercarlo al suyo.
Pero Camus no lo escuchaba del todo, aún necesitaba una idea para mantener a Shura al tanto de todo lo que sabía por palabras de Milo sin que ese mafioso se diera cuenta.
Con estos pensamientos dejó que Milo hiciera lo que le viniera en gana con su persona.
Transcurrieron veinte minutos, dieron vuelta a la izquierda y llegaron al mismo sitio que ubicaba Camus como departamento del español desde su primer día en aquel país.
- Es en este lugar Milo - Habló el francés intentando controlar sus emociones desbordadas a causa de las acciones de Schizas - Es el último piso de los departamentos.
- De acuerdo - Schizas se dirigió a sus hombres - Ustedes me esperan aquí, yo no demoró mucho. Si llegamos a estar en peligro ya saben que hacer.
Milo sonrió ladino después de estas palabras, se bajó primero de la camioneta para ayudarle a Camus a descender, cuando estuvieron fuera del vehículo , Schizas sacó sus lentes de sol para evitar la mirada de los curiosos que se encontrará en su camino al subir por los pisos de los departamentos.
Mientras tanto Camus rogaba para sus adentros que Shura le siguiera el juego de lo contrario estarían totalmente perdidos.
- Andando preciosura.
A la par de este suceso, Shura caminaba de derecha a izquierda intentando pensar sobre la situación de Camus despues de ese terrible suceso del entrenamiento entre ambos bandos enemigos.
Tenían la oportunidad perfecta para hacer caer a Milo y a Saga pero todo se les vino abajo después de la inesperada llegada de Aioros, aunque esto también sirvió para enterarse de una nueva pista, ya que nadie se esperaba que Aioros contara con un hermano que fungía como su mano derecha, esto lo volvía aún más difícil; si ambos bandos seguían causando problemas seguramente su tío El Cid pediría encarecidamente que también se hiciera lo posible por detener a Aioros junto con su hermano menor.
Dió un respiro para intentar tranquilizarse y volver de nuevo a sus pensamientos, lo que urgía en esos momentos era saber del paradero de Camus, después de que le llegara la notificación que la pareja de Camus cada vez perdía la paciencia por no saber nada de él.
- Mendigo Kardia que suerte tienes - Susurró para si mismo, después de todo era ese tipo el dueño del amor de Camus, pero ahora que lo pensaba su belleza no pasaba desapercibido ante los ojos del principal objetivo que era Milo, era un punto a favor - Si tan solo lo hubiera conocido antes, sería capaz de arriesgar todo por él.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando escuchó unos ligeros golpes en la puerta, si bien era muy raro que recibiera visitas con mayor razón debía desconfiar.
Tomó rápidamente el arma que guardaba en uno de los cajones del mueble de madera y se lo colocó entre su cinturón bajo su camisa, se acercó a la puerta para tomar la palabra.
- ¿Quien es?
- Shura, soy Camus...
Al escuchar su nombre de inmediato se sobresaltó emocionado, Camus había regresado y estaba vivo.
Abrió la puerta del golpe ignorando que llegaba el francés con visitas, estaba por envolver en un abrazo al galo pero la punta de una pistola se colocó justamente en el lado de su sien.
- Más te vale que no te le acerques de más españolito.
Milo fue acorralando a Shura mientras daban unos pasos para entrar al departamento.
- Milo - Interrumpió Camus - Te ruego de la manera más atenta que no le hagas nada a Shura, si realmente quieres que me vaya contigo no le hagas daño por favor.
- ¡Bah! - Se quejó molesto Milo guardando su arma de nuevo entre sus prendas - Le quitas lo divertido a esto Camus, aunque esto es algo de lo que verás a diario conmigo... Pero a lo que venimos, termina de una vez con esta relación que tienes con el españolito este - Señaló Milo con desdén.
- ¿Relaci...? - Shura de inmediato comprendió lo que sucedía cuando Camus lo miró a los ojos y este le hiciera un guiño de manera que Milo no se diera cuenta, Camus lo había hecho pasar por su pareja después de todo y ahora imaginaba que tenía que fingir que era su novio.
- Mira españolito que al menos tuve la delicadeza de traer a Camus para que termine tu relación por qué pienso llevarlo conmigo - Milo sacó nuevamente su pistola y apuntó directamente al cuerpo de Shura - Más te vale que no hables, aquí no viste nada, jamás me has visto y ni siquiera me conoces, no quiero que busques a Camus ¿Entendiste?
Shura solo puso asentir mientras observa a Schizas bajar el arma al darle la espalda.
- Tienes exactamente tres minutos Camus, te espero afuera de este horrible departamento.
Con pasos firmes se dirigió a la puerta y se colocó del lado del pasillo de las escaleras mientras sacaba un cigarrillo de sus bolsillos.
- ¿El piensa que somos pareja?
Cuestionó Shura incrédulo ante lo que oía.
- Si y por favor si algún día pregunta, fuimos novios, le dije que tú me trajiste a vivir aquí contigo, realmente solo vine por un rastreador y unos objetos que necesito de mi maleta.
Camus se dirigió a la recámara del español para tomar sus pertenencias de la maleta mientras sus pasos eran seguidos por Shura.
- Camus, tu querido Kardia está perdiendo la cabeza al no saber de ti... Ahora más que nunca hay que terminar con Schizas, podemos dispararle de una vez y lo encerramos aquí en lo que pido refuerzos.
- No Shura - Interrumpió Camus - Milo tiene gente esperando en la camioneta, pondríamos en riesgo a toda la gente que está viviendo en este lugar.
Camus tomó su maleta, sacó un objeto del tamaño de una pila y la colocó entre sus prendas.
- Llevo ya mi rastreador, hay que tener un código para estar en comunicación, estaba pensando en hacerte llegar por medio de paquetería información disfrazada de algún pedido de las aplicaciones, ya que Milo no me soltará tan fácil.
- Lleva mi cámara que se esconde detrás de mi collar - Shura se lo entregó a Camus - ya estás dentro, busca información que nos permita detenerlos para acabar rápido con todo esto.
- Gracias Shura, por favor si Kardia habla dile que no se preocupe, estoy bien y lo amo mucho.
- Lo haré...
Shura le regaló una sonrisa al francés, aunque el tiempo que Milo les dió se había terminando nuevamente entraba al departamento, una loca idea se le vino a la mente al español para seguir despertando celos en el griego.
De manera repentina tomó a Camus de la cintura y lo acercó de inmediato a su cuerpo.
- Shu...
- Sígueme el juego.
Un beso inesperado pero apasionado presenció Milo al entrar, claramente por su mente pasaba la idea que los dos se estaba despidiendo con un beso pero realmente Shura aprovechó este momento para esconderle a Camus un pequeño micrófono en su cabello, el beso solo era distracción pero también lo estaba disfrutando.
- Bien ya fue mucho.
Milo tomó con rudeza el brazo de Camus y lo llevó con el de vuelta a la salida para bajar las escaleras.
- Tu no viste nada españolito... Alejate de Camus.
- Ya veremos - Susurró Shura pasando sus dedos por la comisura de sus labios recordando ese inesperado momento entre Camus y él. Ahora solo faltaba esperar los movimientos que estaban por ocurrir ya con el francés de infiltrado en el mundo de Saga y de Milo.
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Buenas noches personitas bellas, lamento la tardanza pero aquí ando tarde pero seguro, feliz inicio de año les mando un abrazo los quiero 🥰🥰🥰
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