Ese día fue ajetreado, demasiado para uno que otro Wayne pero siendo sinceros la mansión Wayne solía ser muy tranquila... mentira, si alguien sabe el significado real de ajetreado eran los Wayne. Pero era cierto que había más movimiento en la mansión.
Con tan pocos días Alfred ya había cocinado la mayoría de la comida pero necesitaba ayuda, aún que los demás jóvenes ayudaron (y mucho) Bruce terminó contratando cocineros, el tiempo no les sería suficiente para estar presentables.
Todos esperaban que esa fiesta aún que fuera para mantener apariencias sirviera de algo y algo bueno pasara.

Cuando el sol cayó la gente comenzó a llegar, brillantes y lujosos carros, vestidos y trajes caros, chicos y chicas con lo último en moda con ellos.
Y casi todos los Wayne estaban ahí para dar la bienvenida, todos con una sonrisa, o casi todos, su cara malhumorada nadie se la quitaría, ni aún que su padre le llamó la atención más de una vez.
La gente no paraba de llegar a su punto de vista, (aún que en realidad no eran tantas personas) había acordado un par de horas y luego dejaría el lugar, pensó en escapar pero supo que Alfred ya estaba preparado para cualquier plan.

Por recomendación de Dick, Rachel y Kory esperarían un poco a que la gente ya estuviera ahí, ellos se encargarían ver quienes estaban ahí e intentar calmar el ambiente, esa gente no solía ser para nada amable.

...

Salió de una refrescante ducha con aquel hermoso vestido elegante que alzaba cada curva, ya no era una niña.
Vio en la cama una pequeña cajita misteriosa, decorada con un listón en forma de moño, la curiosidad la hizo abrirla y adentro un labial rosa delicado que la hizo sonreír y preguntarse cuánto tiempo Damián lo había guardado.

Se detuvo a observar la cantidad de colores para los labios que había en ese lugar, pronto uno llamó su atención, un tono rosado sutil que era extraño verlo en sus labios pero agradable a cualquier vista, observaba tan detenidamente sus labios cerca de un espejo que no notó la llegada de quién casi la hace romper un espejo del susto.

- no pensé que estuvieras aquí
- por todos los dioses Damian ¿que haces aquí?
- eso quería preguntar yo
- yo solo... Nada importante

Limpió sus labios con un pequeño papel y salió del lugar tan rápido como podía.

La puerta sonó un par de veces antes de abrirse y mostrar a la tamaraniana detrás de la puerta con una gran sonrisa

- maquillaje a domicilio
- kory
- estaba en mi habitación aburrida y supuse que tu no te maquillarnos así que quiero matar el tiempo aquí, si no te molesta
- claro que no, pasa

La extraterreste entró a la habitación y se sentó en la cama dejando una caja considerablemente grande con ella

- sabía ese vestido era el perfecto
- tenias razón, también luces hermosa
- lucimos hermosas

Kory ya tenía su material esparcido sobre la cama y sentó a la medio demonio en una delicada silla frente a ella.
Cada segundo que pasaba ambas conversaban en ese ambiente tan ameno y relajado.

- ya casi termino
- Kory... ¿podría ser este el labial?...

Rachel no había soltado ese pequeño cilindro desde que lo había visto

- claro, es lindo ¿tu lo compraste?
- no... fue un regalo
- ¿de Damián?

Asintió en silencio

- ¿se reconciliaron?

Negó con la cabeza, sabía muy dentro de ella su voz no queria salir.

- Rachel ¿qué es lo que pasa?
- no puedo decirlo, no es mi secreto
- ¿cómo quieres solucionar las cosas si no hablan con la verdad?
- no quiere ayuda ¿cómo puedo ayudarlo? Si intento entrometerme el me alejaría

Kory en ese momento ya no vio la Rachel Roth que conocía, vio a la que conoció hace años, la que era más reservada y que se quedaría el infierno solo por ellos. La niña que prefería en todo momento alejarse en lugar de que la alejaran y la que después de mostrarle el significado del equipo titan siempre su lealtad estaría dónde su corazón le dijeran, pero notó que ahora su mente difería en sus decisiones y no podía estar tranquila.

- Rachel, creí que tu serías la que mejor lo entendería, por nuestro trabajo solemos estar en constante peligro, creemos que mantener a nuestros seres queridos fuera de todo esto los pone a salvo, y a veces los que menos piden ayuda con los que más lo necesitan

Ambas se miraban y Kory no dejó de hablar

- recuerdo la historia de una chica que huyó de su hogar porque su padre lo había destruido, huyó por muchos lugares hasta llegar a la torre T
- conozco esa historia
- ¿sabes qué hacía la chica antes de que el equipo titán la aceptara?
- huir
- si, pero tampoco se encariñaba con la gente que conocía porque desde que los conocía sabía que no los volvería a ver
- ¿a dónde quieres llegar con esto, Kory?
- dejame terminar... cuando su padre la encontró ella
- iba a huir
- y el equipo titán le dijo que no la abandonarían, ni la dejarían huir, luego intentó enfrentarse sola a su padre
- para mantener el equipo a salvo
- y en ese grandioso equipo sus integrantes eran muy insistentes
- son tercos
- insistentes, tercos, puntos de vista diferentes

Ambas rieron

- y ayudaron a la chica y su padre fue detenido en equipo, ella iba a quedarse en el infierno, por su equipo, sus amigos pero...
- se quedó con ellos
- porque ellos aún la apoyaban... tú no querías ayuda, pero la ayuda no debería ser para quienes la quieran, sino para quienes la necesitan

Segundos de silencio antes de que las dos se unieran en un abrazo del que no querían soltarse

- gracias Kory
- De nada

...

- Enano, deja de mirar más escaleras, no van a escapar

El menor solo dejó salir lo más parecido a un gruñido

- Jason, déjalo, espera a su novia
- tal vez te dejaron plantado
- cállate idiota ¿no deberías estar embriagandote y dando pena ajena en otro lado?
- ignoralos Dami, las chicas suelen atrasarse un poco
- ¿también dejaron plantado a Garyson?
- ustedes que saben de chicas, nadie quiere salir con ustedes
- idiota
- te dicen
- cierren el pico de una vez
- en realidad yo iré por las chicas, solo esperaba un poco para que el ambiente-
- si, si, ya cállate, a nadie le importa lo que dices Grayson