Entró apresurado a la baticueva donde el murciélago de ciudad gotica seguía al parecer investigando algunos casos.

- apareció otro

Robó la atención del mayor con esas dos palabras y este se alejó un poco del teclado para dejarle tomar el control de la computadora.
El joven de ojos azules tardó unos segundos en mostrarle la repetición de un noticiero.

- ¿puedes conseguir los archivos del forense?
- es claro que puedo pero no nos sirve de nada Bruce, no tenemos ni una jodida pista de quien es, solo sabemos que mata gente y les corta el cuello, eso prácticamente solo deja al Joker fuera de la lista porque él armaría un espectáculo, esto es una puta broma
- no tenemos más que esos cuerpos de pista

El ex Robin miró de nuevo la gran pantalla viendo la repetición una del noticiero que comenzaba a hacer eco en su cabeza ¿cómo diablos alguien podía ser tan ágil y cuidadoso como para llevar meses sin dejar rastro?
¿Un hombre o mujer? No tenían ni idea
¿Alguien lo ayudaba? No lo sabían
¿Un asesino que mataba a sangre fría? Probablemente, no había errores
¿alguien nuevo? Eran trabajos bien hechos, no para novatos ¿Conocido? Podía ser cualquiera como podía ser un completo desconocido.
De repente lo notó, algo que por fin les daría al menos una pista, una insignificante cámara de una tienda apuntando hacia la banqueta pero probablemente dónde habían encontrado a aquel hombre era parte del perímetro.

- Bruce, tenemos algo
- ¿qué?
- sí, tenemos algo, mira aquí

apuntó la pantalla para mostrarle aquella cámara que se camuflajeaba con todo lo que estaba pasando al rededor

- perfecto, conseguiré la grabación para esta noche

...

El menor de los Wayne practicaba con aquella espada afilada alejado de la mansión, le traía muchos recuerdos, pero ahora había muchos cambios que no anticipó o más bien no creyó necesario anticipar, pensó que después de largos años viviendo en la torre T no le afectaría volver a su "correspondiente" casa, pensó que nada iba a cambiar, y todo lo hizo, sabía que su relación con la amatista estaba en un momento... extraño, pero nunca imaginó la cercanía que tenia ella con "la tercera adquisición" de su padre, como quiso llamarlo.
Escuchó el sonido de una rama siendo aplastada por el peso de alguien y cuándo miro el árbol a su lado pudo ver arriba una figura parada a contra luz sobre la rama, aún que le apuntaba con la espada su vista era el sentido en el que menos podría confiar, el sol le impedía observar quien era

- ¿quién demonios eres y cómo entraste?
- ¿así me recibes después de años de no saber nada de mi?

Esa voz, esa inconfundible y maldita voz que le causaba todo o contrario a lo que enseñó; sentimientos

- ¿qué diablos haces aquí?
- más respeto para tu madre
- ¿por qué no bajas de ahí... madre?
- muy listo, eso lo heredaste de mí, pero también conozco el terreno enemigo... ¿crees que no sé que tú padre es un maniático de las cámaras?

Él no contestó, fue un nulo intento de dejarla al descubierto

- ¿qué es lo que quieres?
- ¿no puedo ver a mi único hijo?
- no lo volveré a repetir... madre...
- tu lo sabes bien...

El joven había dejado su posición defensiva pero para nada dejaba de estar atento a su alrededor

- pensé que había quedado claro
- creí que la correspondencia se había perdido con tus respuestas
- ya sabes que no
- tenía la... esperanza de que así fuera... solo vengo por tu respuesta

No se movió ni un centímetro

- no
- podemos hacer un mundo mejor, Damián, deshacernos de todos los malditos idiotas que se creen intocables y manejar desde las sombras, podemos dominar este maldito mundo...
- vete, no vuelvas a buscarme
- no quieres tenerme de enemiga, Damián... he sido muy paciente contigo... he estado contigo siempre aunque no me hayas visto, te conozco mejor de lo que piensas
- no te acerques a nadie
- serías el orgullo de tu abuelo si tu padre no hubiera metido sus estúpidas ideas... y esa chica... tu amiga la... bruja...
- mantente alejada madre, es una advertencia
- esto solo era una visita ofreciéndote la posibilidad de honrar a tu abuelo pero si cambias de opinión sabes dónde encontrarme... no te aseguro que mi próxima visita sea tan... civilizada...

...

Ella secaba sus cabellos oscuros en un espejo de su lúgubre habitación, por la ventana pudo ver el sol escondiéndose en el horizonte.
Se miró a ella misma en el espejo, el diamante en su frente, sus ojos amatistas, su cabellos de tonalidades violaceas, su delicada figura sobre aquella ropa.
Justo en ese momento sentía la necesidad de verse a si misma, sentía... una mezcla de cosas, entre las que destacaba el enojo pero no había nada en realidad para sentir aquello, sentimientos sin explicación, era un problema que llevaba arrastrando hace tiempo, le era preocupante no poder controlarlos ¿su padre estaba logrando salir? Tal vez ¿su parte demoníaca estaba dominando la ahora? Tal vez ¿sus emociones estaban jugando en su contra? Tal vez. No tenía respuestas, era frustrante no tener respuestas. No sabía que tenía y hora estaba muy limitada, no podía buscar respuestas dónde no había pregunta.
La cabeza comenzaba a darle vueltas, meditar le servía poco, necesitaba respuestas de inmediato. Se dispuso a salir de la habitación pero apenas abrió la puerta una figura le impidió el paso y fue sorpresivo cuando el chico maravilla era quien le impidió el paso, aún con su espada en mano y el ceño fruncido que para cualquiera era enojo pero ella sabía que era una mezcla de sorpresa e imprevisto, ella estaba igual que él.

- Damián... ¿qué haces aquí?
- Rachel...

Se sentían conectados el uno al otro de una manera que solo ellos comprendían y se sentían a la vez tan alejados que no sabían cómo actuar con el otro, tan cerca pero tan lejos.

- ¡enano!

Jason maldita sea, Jason tenía el donde de aparecer en los momentos que menos se le necesitaba y sería su maldición porque ya estaba en la lista negra del joven maravilla

- ¡largo!
- ¡largo!

Ambos corrieron al joven Todd en un grito al mismo tiempo, su conexión les decía a gritos que se sentían igual que el otro, inexplicable, conectados, sincronizados y ahí la amatista entendió muchas cosas.
Ahora ella sentía el mal humor del joven y ella se sentía igual, todo el ambiente a su alrededor se había tornado extraño.

- ¿qué es lo que necesitas?
- nada
- ¿qué hacías a fuera de mi habitación?
- ya no importa Rachel
- solo pido una respuesta Damián

Al fin lo iba a enfrentar, cara a cara, violeta contra esmeralda.

- ¿por qué? ¿por qué te comportas así, Damián?
- no tengo porqué darte explicaciones
- si, si tienes que dármelas ¿olvidas que tenemos una conexión?
- si tanto te molesta esta tonta conexión ¿por qué no haces tus truquitos de magia para cortarla?... - su tono cambio a un susurro tan lleno de sentimientos mezclados, unos ocultando a otros - a tu estupido novio no le gustaría que tengas una conexión conmigo
- ¿novio? ¿de qué hablas Damián? ¡Nuestra conexión va más allá de mi magia y no sé cómo cortarla!... y siendo sincera tampoco quiero

Ella intentó acercarse, intentó no quedar hipnotizada en sus ojos verdes, un juego que había perdido hace tiempo, los dedos de sus manos hicieron contacto y... todo cambió a su alrededor, estaba en la baticueva y vio aquella lucha entre ambos en uno de sus entrenamientos. Escuchó de los espectadores un grito

- ¡vamos Rachel!

Y vio su propio error, como cayó y como todos casi todos fueron a apoyarla, red hood se acercó con con cautela.

- míralos, la brujita se distrajo por su noviesito

Él no contestó, pero el comentario le disgustó

- ven, déjame ayudarte

Sintióflorecer aquello en ambos, celos y enojo, vio la micro expresión de sus cejas que indicaban el enojo en él.
A su alrededor todo volvió a cambiar y ya no estaba en la sala de entrenamiento de la baticueva pero siguia dentro de ella, estaba iluminada tenuemente, el petit rojo descansaba en una silla empapado completamente en sudor, su respiración agitada y tomaba pequeños tragos de agua en intervalos de tiempo perfectamente calculados

- terminamos por hoy, ve a descansar

Él se limitó a guardar silencio y esperar que el caballero de la noche se fuera del lugar. Pudo notar el reloj, era de madrugada.
Todo se tornó oscuro y luego apareció en un pasillo, lo miró por todos lados y vio un par de puertas de las que salían luces, luego detrás de ella el joven caminaba secándose el cabello, con una toalla se acercaba con desinterés a la puerta hasta que detrás de ella escuchó voces, murmullos, pero conforme se acercaba estos se convertían en voces claras y palabras que no entendía, lo que sobre salió fue una voz masculina relajante que en ese momento le puso la piel de gallina a la joven hechicera.

- Tú no te preocupes por otra cosa, solo di lo que sientes, solos estamos tú y yo

Segundos de silencio y luego su propia voz hizo eco

- te amo

Sintio aquello que con esfuerzo había tratado de reprimir, tristeza, ira, celos, todo este tiempo su mal humor y enojos sin razón alguna habían sido de él.
Y en un segundo de nuevo cambió todo, ahora se encontraba en medio de un pasillo iluminado con el petit rojo de su lado izquierdo con una espada, Jason Todd detrás de él y Red robin del lado derecho acompañado por ella misma, se le empezaba a dificultar escuchar a su alrededor, pero solo se vio a si misma salir de ahí con el de ojos azules y no pudo evitar ver resaltado que ella misma casi tomaba de la mano al tercer Robin. De pronto una voz como eco sonó, era fácil de reconocer porque es su diversión molestar al menor Wayne

- mira los nada más, se siente su amor en el aire... que asco
- no me interesa
- ¿no te interesa saber de qué hablaron? ¿Que tenías que enterarte?
- ¿estabas espiando Todd?
- no... ¿y si es así qué?

El chico se iba a ir a continuar sus actividades del día sin más pero detuvo su marcha unos segundos antes de desaparecer al escuchar el comentario del segundo Robin

- tal vez la chica bruja quiere decirte que está en una relación con Timothy porque eres... su amigo más cercanos
- ... no me interesa

Una oleada de punzadas en el cuerpo pasó antes de que todo se borrara y notara que él sabía, había visto dentro de él, no intencionalmente, pero eso tal vez no se lo creería.

- ¿qué viste?

- ¿qué es lo que quieres?

Fue lo único que pudo articular y él no contestó. la desesperación dentro de ella creció

- ¿quieres que aquí mismo te diga que te amo? ¿Para qué? ¿Para que puedas decirme lo ridiculos que son mis sentimientos? ¿Y luego-

Silencio... Silencio total ante sus labios unidos, simplemente la calló con un beso sin el menor remordimiento.

- eres muy molesta cuando hablas mucho